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Ascenso de Perón

A partir del golpe del 43, Perón, desde el control de espacios estatales, fue organizando alianzas
políticas para arribar finalmente al gobierno en las elecciones de 1946. Perón fue desplegando
estrategias que le permitieron construir una base amplia de consenso social. Finalmente consigue
el apoyo de la Iglesia, un sector de las Fuerzas Armadas y el movimiento obrero.

Para eso, me basé en los textos de Rouquié, que abarca las tensiones hacia dentro del gobierno
militar, Caimari, para entender la relación entre la iglesia y el estado, Doyon, para explicar la
relación entre el movimiento obrero y Perón; y además, fui agregando contenido de Altamirano,
James, y Plotkin.

Este periodo puede dividirse en dos grandes momentos. El primero a partir del golpe del 43,
caracterizado por tratar de instaurar un régimen nacional-católico. También es cuando Perón
ingresa modestamente a la vida política, desde donde empieza a construir su base de apoyo. El
segundo momento, es en 1945, en el que Perón llega a la cumbre de su ascenso, acumulando los
cargos de secretario de la STP, ministro de guerra, y vicepresidente. Este periodo está marcado por
una fuerte polarización política y social. Y Es en donde se definen las dos grandes alianzas
electorales.

- PRIMER ETAPA (1943-45): -PRESIDENCIA DE RAMIREZ Y UNA PARTE DE LA PRESIDENCIA DE


FARREL-

El golpe militar del 4 de junio, puso fin al gobierno de Castillo y a la coalición de gobernadores y
radicales anti-personalistas que representaba. Esta sería el primer golpe de estado sin
participación civil alguna en la historia argentina.

La revolución fue llevada a cabo por el sector de las Fuerzas Armadas que había fundado
el GOU. El Gou fue una logia secreta nacionalista y anticomunista de oficiales, que por un tiempo
funcionó como el mayor centro de poder e influencia dentro del gobierno.

Al frente del golpe se encontraba Rawson, quien se creía en un principio que asumiría. Pero este
carecía de un programa de acción política y además anuncia la formación de un gabinete ultra
conservador. Por lo que finalmente asume Ramírez.

Las primeras medidas del gobierno militar estuvieron destinadas a reprimir los partidos obreros y
los sindicatos. La lucha contra la subversión social y los reclamos laborales, el anticomunismo en el
sentido más amplio del término, estuvo a partir de entonces a la orden del día. Instauración del
estado de sitio, ola de arrestos, disolución de las asociaciones, censura de la prensa, proscripción
de los partidos, etc. Además introduce la religión obligatoria en las escuelas públicas.
SOBRE EL EJERCITO Esto Reveló la existencia de un poder detrás de los generales, Rawson había
fracasado porque al formar su gabinete se había olvidado de los coroneles, autores de los planes
del levantamiento. Los autores de golpe de estado permanecían en segundo plano.

Cuando asume Rámirez se ve reflejado el triunfo del G.O.U. en la conformación del gabinete
(Farrel, ministro de guerra; Alberto Gilbert, ministro del interior)

El gabinete de Ramírez estaba formado por eminentes jefes de las dos armas –ejército y marina-
que tenían opiniones políticas dispares. Solo estaban de acuerdo en hacer imperar el orden. Esta
fue la idea-fuerza que reunió oficiales nacionalistas y liberales, activistas y “apolíticos”. El espectro
de la agitación obrera preocupaba a todos los militares por igual.

EN ESTA ETAPA, LA PRINCIPAL DISPUTA DENTRO EL EJERCITO ERA RESPECTO A LA


CONTIENDA ELECTORAL. DENTRO DEL GOBIERNO ESTABAN LOS NEUTRALISTAS,
QUIENES SIMPATIZABAN CON EL EJE, Y LOS PROALIADOS, QUE BUSCABAN ROMPER
RELACIONES. Ramirez no tenía una postura definida pero entre sus allegados
predominaban los neutralistas. Frente a los coroneles del GOU y “sus” generales (Farrel,
Gilbert, Mason), los ministros proaliados se encontraban aislados.

El gabinente queda resueltamente constituido por neutralistas, después de conflictos


diplomáticos que llevan a la renuncia de funcionarios proaliados (Storni).

Para esa nueva etapa del régimen militar, asumen varios funcionarios de la derecha católica.

SOBRE LA IGLESIA 

Para hablar de la relación de la iglesia con el gobierno militar, retomo a Lila Caimari.

Caimari hace una síntesis de los posicionamientos de la Iglesia respecto a los debates de su época
(….).

El gobierno inaugurado con el golpe del 43 contó con el apoyo y participación de muchas figuras
del catolicismo dominante. Si bien la identificación entre este gobierno y los grupos dominantes
del catolicismo no era total. (El modus operandi del primero –que evocaba tal vez demasiado a
menudo la alianza entre la cruz y la espada y militarizaba al a religión- parece haber chocado a
quienes esperaban una integración del catolicismo en términos menos castrenses y mas delicados)
Pero dichas diferencias no eran fundamentales: este gobierno se acercaba mucho a lo que los
católicos buscaban, sobre todo cuando Ramírez mostró la consistencia de sus primeras
declaraciones.

Muchas cosas coincidían con el sueño nacionalista: el decreto de enseñanza religiosa en las
escuelas públicas, la represión de las org comunistas y socialistas, la legalización de la censura de
la prensa escrita y radiofónica, la disolución de los partidos políticos.
SOBRE EL MOVIMIENTO OBRERO 

La reacción dominante en el movimiento sindical ante la revolución del 43 fue de cauta


expectativa. Solo los comunistas se apartaron de esta actitud, repudiando el golpe. Pero por las
políticas antisindicales y antiobreras que fue mostrando el régimen. Terminaron oponiendose.

Sin embargo, las medidas de corte represivo comenzaron a cambiar en noviembre del 1943, con
la designación de Perón en la STP, desde donde empieza a ampliar su base de apoyo.

AltamiranoA partir de la creación de la Secretaría de Trabajo y Previsión, se iniciaba la


“era de la política social argentina”. Perón asumía una misión reparadora, que buscaba
restaurar el equilibrio entre las clases, condición del orden y la unidad del cuerpo social. El
estado debía actuar como regulador de las relaciones sociales, no oponerse, sino
promover el ordenamiento de los obreros. Pero además creía que esto frenaría el hecho
de que los sindicatos estén en manos de comunistas y dirigentes gremiales que promovían
el conflicto y no las relaciones de colaboración. Lo que Perón buscaba era un trato justo
entre capitalistas y asalariados bajo el control del Estado. Además, estaba a favor de la
sindicalización obrera: la estructura sindical encauzaba impulsos y reclamos que de otro
modo serían inorgánicos y anárquicos.

Giuliani  La STP abría nuevas áreas de acción estatal, jerarquizaba las políticas sociales y
concentraba la gestión de las relaciones laborales, las políticas de vivienda y de jubilaciones. Al
mismo tiempo aseguraba la protección de los pequeños productores rurales e indígenas. Al mismo
tiempo, profundizo el intervencionismo estatal en las relaciones laborales a través de un firme
fomento a la sindicalización y mediante los primeros convenios colectivos de trabajo.

La política de legislación social seguida por la STP implicó una ruptura en las relaciones de trabajo
y, a la vez, significativos cambios tanto en la intervención del estado en las relaciones entre
empresarios y trabajadores, como en las del propio estado con cada una de esas clases sociales.

La legislación social implicó el reconocimiento estatal de derechos por los que luchaba el
movimiento obrero desde principios del siglo XX. Este espacio buscaba colocarse como
“protector” de los trabajadores frente al empresariado.

También es de destacar que con Perón la política en el área laboral se volvió “selectiva”, ya que
mantuvo un carácter represivo hacia los comunistas, mientras se iniciaban contactos con
dirigentes gremiales sindicalistas y socialistas.

Perón le hablaba a los empresarios de la importancia de que el estado tutele las relaciones entre
el capital y el trabajo, porque mientras más injusta sea la vida de lxs obreros, más avanzan las
ideas comunistas, que ponen en peligro el orden social y la misma “nación”. Con la tutela del
Estado se lograría una cohesión social, la finalización de la lucha de clases y, en consecuencia, el
clima adecuado para la inversión y la ganancia empresarial.
DoyonLos principales benficiarios del a acción de la STP fueron, inicialmente, los viejos
sindicatos de transportes y los servicios, que tenían una mayor capacidad para articular
sus demandas y presionar sobre los poderes políticos. El apoyo que recibieron los
sindicatos de la industria se concentró sobre todo en romper la fuerte resistencia de los
empresarios a la negociación colectiva.

El hecho de que los trabajadores puedan acudir al estado para equilibrar las relaciones de
fuerza en el mercado de trabajo, era una novedad. Sin embargo, el intento de Perón de
conseguir respaldo en los sindicatos tuvo un éxito limitado. Puesto que los dirigentes
obreros aprovechaban las oportunidades de la STP, pero al mismo tiempo mantenían
distancia ¿por ser un gobierno militar?

Rouquie  Retomando el debate sobre la neutralidad argentina.

En el seno del gobierno aumentaba el malestar, llegándose de nuevo a un enfrentamiento a raíz


de un cambio en la política exterior. La neutralidad ya era insostenible. A medida que la derrota
del Eje se hacía evidente, los Estados Unidos acentuaban las presiones para que Argentina
abandonara su neutralidad y de alinee con ellos. Por decreto, la presidencia rompe las relaciones
diplomáticas con Alemania y Japón. Los nacionalistas vieron la ruptura como una traición, y la
mayoría renuncia. Estos eventos reforzaron el poder del GOU. Ramirez queda como responsable
directo de lo sucedido, quien fatigado por las tensiones, delega el mando a Farrel.

Desde este momento, Perón acrecienta su base política. Es nombrado ministro de


Guerra, ocupando así el puesto de mayor importancia dentro del gobierno. En julio es
nombrado vicepresidente. Y además mantiene el cargo en la STP. Pero le resultaba
indispensable conseguir un amplio apoyo popular.

El ascenso de Perón era evidente  Se consolida como “líder programático” de los


oficiales golpistas, porque tiene objetivos y un programa político. Perón encarnaba,
porque era el único militar que la expresaba en actos, una política social lucida y
original. El plan de acción incluía tres objetivos: realizar una política social generosa,
“organizar a las masas” en los sindicatos, excluyendo a los “extremistas”, e instaurar un
Estado fuerte capaz de terminar con la lucha de clases y de hacer respetar su decisiones
por las partes en pugna.

Muchos militares compartían esas ideas, pero también eran muchos los que,
influenciados por los nacionalistas, temían que los beneficios sociales otorgados por el
estado y la ayuda recibida por los sindicatos afectaran la jerarquía social. Algunos de los
oficiales que compartían el poder, los corporativistas y los tradicionalistas autoritarios, no
apreciaban la acción de Perón, en la que veían el resurgimiento del liberalismo.
Perón sabía de esas reticencias. Por lo que impuso su programa a la opinión militar sin
enfrentársele, gracias a una argumentación que apelaba directamente a los valores
profesionales de los oficiales: el fortalecimiento de la unidad nacional mediante la
organización del a armonía o de la solidaridad social y el mantenimiento del orden
socioeconómico. El tema de la justicia social quedaba relegado a segundo plano.

Entretanto la relación de fuerzas en el gobierno había cambiado. Perón tenía más campo
libre y menos necesidad de tomar precauciones. La búsqueda de apoyo popular pasaba
por la atenuación de la dimensión militar del programa social peronista.

SEGUNDA ETAPA  1945 – POLARIZACION POLITICA Y SOCIAL

Cambio de coyuntura política del país debido al a inminencia del triunfo de los ejércitos
aliados. Bajo la dirección de Perón, los militares en el poder tuvieron que adaptarse ala
coyuntura. Se declaró la guerra el eje, las figuras políticas vinculadas al fascismo fueron
desplazadas y se restablecieron las libertades políticas, además se anunció la próxima
normalización institucional del país mediante la convocatoria a elecciones libres. Esta
situación alentó a adversarios internos y externos a movilizarse para imponer su rendición
incondicional y la transferencia del poder a la suprema corte.

SOBRE EL EJERCITO  El gobierno de Farrel, desestabilizado, se encontraba a la defensiva,


limitándose a soportar lo que sucedía, y los militares revolucionarios parecían aferrarse
desesperadamente al poder. Pero estos al menos coincidían en un punto: oponerse al
retorno de los políticos civiles.

Las posiciones entre los militares estaban divididas. La mayoría de los oficiales se
negaba a volver a la situación anterior el 4J. Los militares, aunque estaban preocupados
por la actividad desbordante de Perón, también se daban cuenta de que el único que
podía garantizar, en el plano corporativo y político, los objetivos del movimiento
revolucionario del 4 de junio, ERA PERÓN. El tono antimilitarista de las últimas
manifestaciones de la oposición civil, que se volvía cada vez más virulenta, incitaba a los
oficiales a estrechar filar y defender, junto con Perón, una solución legal que no pusiera
en tela de juicio a la institución militar.

En vistas de elecciones, los generales y coroneles fieles a Perón, aceptan jugar entonces, en
condiciones poco propicias, la carta del acercamiento con los radicales. El apoyo de una
fracción de la UCR le daría al gobierno militar un barniz democrático.

También estaban quienes se oponían a Perón. Sobre todo los oficiales nacionalistas
partidarios de un régimen jerárquico y antiparlamentario, que, escandalizados por el
obrerismo de Perón, por el giro respecto a la política exterior, y luego con el
desvergonzado llamado a los políticos de los partidos con miras a un retorno al
liberalismo, se sentían traicionados. Estos terminaron por pasar a una oposición hosca o
conspiradora. Otros militares se oponían al “personalismo” de Perón.

Sin embargo, los opositores eran minoría. En realidad, todos –menos 300- juraron
fidelidad al ministro de guerra. Terminar con Perón, seria renegar de la revolución del 4J.
En la mayoría predominaba la fidelidad a la institución antes que la defensa de los
convencionalismos y de las jerarquías sociales.

Por otra parte, a mediados del 45, la oposición radicalizaba sus demandas. Exigían al
gobierno nazifascista una rendición incondicional. La oposición salió a la calle. Mitines
violentos, manifestaciones masivas, realizadas contra el gobierno militar pero también
contra el ejército entero.

Las Fuerzas armadas estaban en una atmosfera de descontento ante la caótica situación,
lo que fue dando paso a un principio de conspiración. A partir de un acontecimiento
menor, explota todo. El 5 de octubre, el gobierno nombró a un puesto de segundo orden,
al de director de Correos, a Oscar Nicolini, amigo íntimo de la familia Duarte, prefiriéndolo
a un oficial superior. Se suponía que Perón estaba detrás de esta decisión.

El comandante de Campo de Mayo, Avalos, hizo pública su indignación, y el 9 de octubre


exigió la renuncia del funcionario. Perón se negó a ello y perdió el apoyo de la principal
guarnición del país. Ante esto, Perón debe renunciar. No antes de dar un discurso a la
muchedumbre, con la intención de convencer a sus simpatizantes de apoyarlo y
defenderlo.

La súbita caída de perón llevó al paroxismo la confusión politica. La oposición cívico-


politica creyó que era un logro de ellos, aunque en realidad había sido una decisión de las
Fuerzas Armadas.

El 13 de octubre peron es detenido, a decisión de Avalos. En el ejercito esto fue recibido


con cierto desagrado. El antimilitarismo de la oposición se acrecentaba, y los militares
reflexionaron en que habían empeorado las cosas y de que, por encima de la persona
discutible del corones, los embates se dirigían desde entonces contra las instituciones
mlitares. El general Avalos dio marcha atrás. Mientras tanto, en los barrios menos
privilegiados, comenzaba lentamente la agitación.

Los sindicatos y los trabajadores poco politizados tomaron la decisión de Avalos como una
mala jugada dirigida contra sus intereses. El comité central confederal de la CGT decidió
declarar una huelga de advertencia para el 18 de octubre. Contra toda expectativa, un día
antes de la medida prevista, una manifestación obrera masiva se dirigió de la periferia al
centro de la Capital para exigir el retorno de Perón.

El fenómeno que resultó decisivo, fue el drástico cambio que se produjo en la opinión
militar entre el 10 y el 16 de octubre. Puede resumírselo de la siguiente forma: Perón o la
revancha de los políticos sobre el ejército.

SOBRE LA IGLESIA  Dada la polarización, los católicos se veían forzados a tomar posición
respecto a Perón.

Si bien las políticas sociales de Perón generaron diversas posiciones dentro del catolicismo, el
punto central de la ruptura de la mayoría de los nacionalistas con Perón fue la política exterior. Por
otro lado, también había católicos liberales y demócratas, que veían a Perón como autoritario y
nazifascista, que participaron de la marcha por la Constitucion y la libertad.

De todas maneras, lo que definió la posición de los católicos fue la Pastoral que publica el
episcopado en noviembre del 45. Los documentos de la jerarquía no tomas posiciones
personalizadas sino “principios generales”. (Aunque esta puede ser interpretada de diversas
maneras, como ocurrió en este caso)

* La pastoral tuvo la intención de marcar algunas “líneas de orientación” que los católicos debían
considerar ante las elecciones. En primer lugar, un llamado al a armonía. Lo que era pertinente en
el contexto, ya que la lógica política había penetrado en la Iglesia, provocando enfrentamientos
entre los cuadros políticos.

Bajo la forma de principios generales, la referencia a la política social llevada a cabo por Perón era
evidente. Pero también el texto elogiaba a los principios democráticos de la UD.

No obstante, lo que definió la posición fue la última parte del documento. Que prohibia votar por
partidos que sostuvieran la separación de la Iglesia y el Estado, la supresión de las disposiciones
legales que reconocían los derechos de la religión, el divorcio legal y el laicismo escolar. Este
último punto es clave porque la oposición se pronuncia por una educación laica, lo que posiciona a
Perón como la única opción viable.

También recomendaban votar al “mal menor”, en caso de no haber partido que cumpliera con las
expectativas.

No obstante, la jerarquía nunca se embarcó en una campaña en favor de la candidatura de Perón.


No solo que esto era ajeno a su naturaleza, sino que además las reticencias con respecto al nuevo
líder eran perceptibles. Por su excesiva voluntad de aparecer como el “candidato católico”.

Por lo demás, el peronismo era aún un enigma. Los límites de la política social de Perón –que la
jerarquía aprobaba- no estaban fijado aún. Perón podía ser más o menos discutible, pero al
menos aparecía como un candidato que podía tenerse en cuenta. La UD directamente era
inconcebible. La mayoría de los cuadros políticos de la iglesia, el 24 de febrero del 46 optan por
apoyar a la formula peron-quijano.

MOVIMIENTO OBRERO  Los principales gremios persistieron en su táctica oportunista


hasta el fin del verano del 45. Pero el escenario estaba cada vez más polarizado, y los
sindicatos se vieron forzados a abandonar su postura de neutralidad en el conflicto que
dividía al país. Sobre todo, cuando los empresarios se sumaron al conflicto,
cuestionando públicamente las medidas de protección laboral de la STP. Los empresarios
no querían la organización obrera que la STP promovía. De todas maneras, la política de Perón
estuvo orientaba a tratar de cooptar a todos estos sectores, pero ante el fracaso, optó por la
polarización, y asume un discurso marcadamente obrerista. Radicaliza su discurso  su base de
apoyo era “el pueblo” y la oposición la “oligarquía”.

Los empresarios veían la discordia y el conflicto en las políticas de Perón. En este contexto
puede verse una fuerte disputa de declaraciones entre Perón y las entidades empresarios
(Guerra de solicitadas como llamo Perón), primero el sector de comercio, luego se suma la
SRA y las confederaciones Rurales Argentinas. En las declaraciones de estas últimas se
reafirma la visión de Perón de que estos solo estaban defendiendo prerrogativas de clase
que su gestión había recortado, ya que se oponían a “El estatuto del Peón” porque veían
socavada su autoridad. Por último, se suma a la arena de debate la UIA. Para entonces ya
participaba también del enfrentamiento los gremios que defendían la política del coronel,
y fue la incorporación de estos lo que concretó el cuadro de las posiciones y los intereses
que se contraponían en torno de la nueva política social.

Y más todavía, cuando Perón es destituido y detenido. En estas circunstancias, los


dirigentes obraron tomaron partido y salen a la defensa de Perón.

La guerra de solicitadas había culminado con una concentración obrera frente a la STyP,
esbozando el alineamiento que unos meses después, el 17 de octubre, sellaría la sociedad
entre lxs trabajadores y el nuevo caudillo popular.

Altamirano  Llegado a este punto, me interesa rescatar la conclusión de Altamirano


respecto a que con Perón llegó la ampliación de la movilización de lxs trabajadores (si bien
los sindicatos ya existían, en manos de socialistas y comunistas, la participación obrera era
minoritaria). Los instrumentos que Perón empleó, llevaron a aislar a los socialistas y
comunistas, pero también a la activación general de los trabajadores y a su pasaje al
estado de fuerza registrada en el juego político. Esa inserción de los trabajadores en la
ecuación política se volvió cada vez más indisociable de la adhesión al líder que desde el
estado les ofrecía expresión y representación.

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