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revisión y mantenimiento
Casi todos los scooter tienen un sistema de transmisión automática, a diferencia de una moto de cambio
manual, que con solo dar gas consigue que acelere de una forma constante. En este artículo veremos cómo
funciona,
255 su revisión y mantenimiento.
Casi todos los scooter tienen un sistema de transmisión automática. Según se mire, este es uno de sus atractivos, sobre
todo por la facilidad de uso en ciudad donde sólo nos tendremos que preocupar de dar gas a la salida de los semáforos y
Este sistema de cambio funciona de forma similar al de un cambio de marchas, pero a la salida del cigüeñal del
scoooter encontramos una polea móvil que puede modificar su diámetro interior. Mediante una correa de goma mueve
otra polea móvil que es solidaria a unas zapatas de un embrague centrífugo. La campana de este embrague está
Al ralentí la campana del embrague está parada, como la rueda trasera, al dar gas las zapatas superan la fuerza
centrífuga y alcanzan la superficie interior de la campana haciendo que se mueva y transmitiendo la fuerza a la rueda.
Paralelamente las poleas del variador modifican su diámetro interno haciendo que se produzca el cambio de marchas
de forma similar al juego de platos y piñones de una bici. Ya sabes plato pequeño y piñón grande desarrollo más corto
para las salidas, plato grande y piñón pequeño desarrollo largo para velocidad constante. Todo el mecanismo de
transmisión automática del scooter funciona con fricción, y, claro, esto supone que esté sujeto a desgaste y revisión.
La correa, zapatas y rodillos del variador deben ser revisados de forma constante y seguir los periodos marcados por el
fabricante para su sustitución o engrase. Por regla general, la correa de transmisión de nuestro scooter tiene unos
periodos de vida útil entre 12.000 y 15.000 kilómetros, en scooter más grandes es posible que estos periodos se puedan
prolongar algo más. Consulta siempre el manual de mantenimiento de tu scooter, poque no cambiar la correa a su
debido tiempo puede provocar la rotura en marcha, que supondrá que el scooter se quede completamente parado.
¿Cómo sabemos si la transmisión de nuestro scooter está bien?
Uno de los síntomas que nuestra correa está gastada es que el scooter no llega a su velocidad máxima, esto es porque
la correa se ha desgastado, es más fina y está modificando el desarrollo del scooter. Los problemas con las zapatas los
Suelen sufrir más si usamos el scooters sólo en ciudad o con dos personas, lo mismo que si somos unos “ansiosos” en los
semáforos y somos de esos que están siempre tirando del gas o intentando mantener el scooter en el punto de arranque
Si notamos cierto golpeteo en la rueda trasera o vibraciones en las arrancadas es posible que la campana del
embrague esté deformada, por ejemplo porque haya alcanzado mucha temperatura. También puede ser porque alguna
de las zapatas esté rota o muy desgastada… Incluso podemos notar que nuestro scooter se cala cuando vamos a
detenernos.
Los rodillos del variador también están sujetos a desgaste… Esto lo notaremos no en la arrancada, si no cuando el
sistema esté manteniendo la velocidad. Veremos que las transiciones en aceleración son irregulares o que tienen un
comportamiento raro.
Revisando la transmisión del scooter
Para acceder al sistema de transmisión automática de nuestro scooter tendremos que retirar la tapa de ésta. En
muchos casos necesitaremos retirar la caja del filtro del aire, que suele estar encima de ésta. En otros, es posible que
nos encontremos un rodamiento que sirve de apoyo a alguno de sus ejes. Cada fabricante tiene su sistema y si no estás
demasiado seguro de lo que vas a hacer, te recomendamos que dejes este paso a un servicio técnico oficial.
Una vez desmontada la tapa veremos delante el eje del cigüeñal con su polea, delante, y el embrague, detrás. Entre
Modificando los rodillos del embrague del scooter conseguiremos modificar el desarrollo de éste. Con unos rodillos
más ligeros conseguiremos que el motor gire a mayores revoluciones, con mejores arrancadas o rendimiento en subidas;
vamos como si acortásemos el desarrollo de una moto. Con unos rodillos más pesados, lograremos que alargar el
desarrollo y algo más de velocidad punta, a costa de unas aceleraciones menor fulgurantes.
En el caso de los ciclomotores una arandela limita el desarrollo limitando la hipotética velocidad máxima que podría
alcanzar este motor. Quitando esta arandela deslimitaríamos el ciclomotor para ser usado en circuito, porque
obviamente llegaremos a alcanzar velocidades superiores a las marcadas por la homologación de este tipo de vehículos.