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Universidad Central de Venezuela

Materia: Filosofía del Arte en América Latina

Alumna:
Yorgelys Casciola C.I: 24.283.721
El arte en América Latina

No es menester, ocultar la gran importancia que ha tenido el arte desde


años muy remotos, desde sus inicios el arte fue conocido como una manifestación
de la actividad humana mediante la cual se interpreta lo real o se plasma lo
imaginado con recursos plásticos, lingüísticos, simbólicos o sonoros, al igual que
la persona tiene la capacidad de hacer o crear algo. Puesto, que el arte en
América Latina, se descubrió ha mediado del siglo XX, por lo que la polémica que
ha causado desde ese entonces hasta la actualidad ha sido muy controversial.

La validez que tiene el arte Latinoamericano en el sentido 1sustantivita de la


realidad planteada, ante la polémica que ha causado el arte en América Latina,
pero es evidente, que el arte en este continente ha presentado muchas
dificultades a la hora de ser valorada ante la sociedad y por mayores artista,
puesto que en tiempos remotos, no logro causar una independencia propia, o
como lo describe Damián Bayón, en su libro “América Latina en Sus Artes”,
carecía de “presente propio”, ese presente, que no muchos lograban ver con
mayor claridad y distinción. Puesto, que la sustentabilidad en la modernidad ha
sido vigorizada, ya que, artista han hecho de sus obras para salirse del estado de
confort y así no le dan veracidad al presente que está creando para sí mismo o
para ese alguien.

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Real independencia e individualidad
La independencia del individuo, depende de su propia libertad y el derecho
de autodeterminación que se otorga, puesto que si la misma del hacer del creer en
el arte de América Latina no descansa en la igualdad de individuos y pueblos que
deben tener entre sí. La libertad no es una abstracción, ya que, la misma
descansa en la realidad, y esta realidad la determina la relación que guarden unos
hombres con otros, unos pueblos con otros pueblos, y el arte con conocerse y
darse de conocer. La libertad, dentro de una situación de desigualdad, resulta
exclusiva de quienes poseen mejores medios para hacerla respetar e imponer.
Donde el cosmopolitismo, reside, es en la clase de personas que se dan el valor
de crear y emplear el sentido de igualdad e integración, ya que en ella reside el
quehacer propio del hombre, contrapuesto a lo que debería de crear a la hora de
hacer arte.

Por lo que, Damián Bayón, articula que el 2cosmopolitismo, es aquel donde


el Cosmopolitismo, se da por la idea “la ideología” donde todos los seres
humanos pertenecen a una sola comunidad, basada en una moral compartida.
“Esto, por otra parte, se integra al momento de mayor cosmopolitismo de la pintura
occidental. La 3abstracción, llámese arte concreto, constructivismo, etc., o informalismo.
Es por su esencia de la realidad. ", Bayón, aclara que el cosmopolitismo se basa en
esa persona que está en constante movimiento, “La pintura latinoamericana se
incorpora pues, a una forma esencialmente cosmopolita, en un momento en el cual
revierte sobre ella la atención de instituciones nacionales y extranjeras. Precursor de la
abstracción en la América Latina" (Bayon, 2000, pág. 39).

Es evidente, que desde años muy remotos el Arte de América Latina, ha


sido el resultado de muchas influencias y una necesidad de la condición humana.
El arte implica lo mismo, atiende las necesidades implícitas en ella, tiene
perspectiva y percibe la realidad, puesto, que también llega a percibir el mundo de
diferentes ángulos. ¿Por qué lo posible del arte reside como problema? el arte
deriva de la posibilidad de ser pensado y creado, ya que el mismo plantea el

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Cosmopolita, dicho de una persona: Que se ha movido o se mueve por muchos países
y se muestra abierta a sus culturas y costumbres.
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Acción y efecto de abstraer o abstraerse.
discurso de lo posible, como lo real, como ir más allá del objeto y hacer posible lo
latente lo que se está pensando en el momento y de esta manera asumir el
“presente activo” de ese instante. Todo en América Latina, referente a la validez
del arte está desbordado, es muy elocuente y difícil de descifrar lo obvio y ver el
resplandor de lo posible.

El devenir de la conciencia, es un proceso dialectico entre lo actual y lo


posible, este devenir muestra el mundo tal y como es, puesto que el mundo que
conocemos contiene un horizontes de posibilidades. La polémica en el arte de
América Latina, se sitúa en querer alcanzar una nueva posibilidad, alcanzar la
conciencia de lo posible, por encima de todos los obstáculos presentes. El arte
tiene y es un sinónimo de revolución, de lo nuevo.

La personalidad propia tiene que ser del arte, el cual debe tener una
simbolización intuitiva para el que la ejerce. Donde, los artistas deben captar
aquellas ideas latentes que puedan causar impacto. Debemos de conocer mejor lo
que el arte causa en nosotros como hombres liberadores, ya que, el arte tiene
como tarea limpiar el espíritu de los gusanos que se penetran en nuestro ser,
porque, el arte, maneja estereotipos y buenos pensamientos, te eleva a una
conciencia liberadora y te limpia purifica el alma de malos pensamientos que no te
deja ver ese mundo de posibilidades. Se puede, claro, elaborar teorías en que se
estudia el fenómeno artístico desde un punto de vista subjetivo que es lo que se
llamaría Estética: lo que cada escritor cree que es el fenómeno llamado arte, la
emoción artística, el gozo o el dolor o la indiferencia ante una obra de arte.

Indisputablemente, la teoría filosófica de Leopoldo Zea en sus escritos en el


libro “Filosofía de la historia en América Latina” no es la única que se asume como
liberadora e independiente, pues existen otros enfoques filosóficos identificados
así, pero lo cierto es que toda su obra denota esa preocupación. Para explicar
como la filosofía de Leopoldo Zea, es una herramienta de liberación e integración
ante los seres humanos, es sustentable admitir lo que el autor quería exponer;
“[…] acción encaminada a subvertir, a cambiar un orden en el que la auténtica
esencia del hombre ha sido menoscabada… filosofía sin más del hombre y para el
hombre en donde quiera que éste se encuentre” (Zea, 1978, pág. 45)

Aquello que nos representa creencias, conceptos o sucesos, es lo que


denominamos como simbolismo y lo que esta anteriormente al descubrimiento
de Cristóbal Colon y la liberación de Simón Bolívar es lo que conocemos como
Precolombino, puesto que el simbolismo precolombino, ha creado muchas
enseñanzas en el arte de América Latina, ciertamente que estos símbolos
tiende a eludir los nombre de los objetos y sentimiento, puesto que prefieren
sugerir o evocar el significado a través de imágenes. Las grandes civilizaciones
mesoamericanas conocidas actualmente surgen desde la antigua tradición
tolteca. La América precolombina es un complejo mosaico de culturas desde
Canadá hasta la Patagonia, en diferentes estados de desarrollo (nacimiento,
crecimiento, madurez, decadencia y desaparición), algunas de ellas ya
extinguidas. Independientes e integradas entre sí, estas culturas convivían y
formaban un conjunto, un organismo vivo y cambiante. Sus sociedades se
agrupaban en familias, muy próximas entre sí o muy aisladas, algunas de ellas
sometidas por otras más fuertes militarmente, intercomunicándose por el
comercio o la guerra, e influyéndose mutuamente de forma permanente.

De esta manera, el arte es simbólico, carece de testimonios que son fieles


al arquetipo original, en este caso a lo precolombino. Pero el valor del arte no está
en el goce estético que produce, ni en su utilidad o cualquier otra consideración
material, sino en su posibilidad evocativa que, mediante su contemplación, abre al
hombre las puertas a la percepción directa de lo bello. Para que esta percepción le
resulte posible al hombre contemporáneo, debe comenzar por considerar al
mundo como una sutil y bella obra de arte, al igual que el aspaviento artístico por
excelencia y la expresión total del artista creador.

El arte es un conjunto de símbolos que revela por su intermediación la


posibilidad de la realización metafísica, de lo humano y cósmico. Los símbolos
vivos representan ideas y energías capaces de actualizarse por nuestra
comprensión. Cualquier manifestación cultural está así cargada de significado: la
organización social, económica y política, los usos y costumbres, la tecnología, las
concepciones astronómicas son formas de su arte. El arte conjuga las acciones
que conforman la cultura de una sociedad tradicional, reveladas al hombre quien
es, por ello, el recreador-artista. La visión del mundo de las culturas precolombinas
interrelaciona todas las cosas, todo está englobado en un universo solidario del
que se participa y en el que se influye por medio del rito mágico del arte, ya sea de
forma individual o colectiva.
El arte de lo moderno es entretenido, alucinante, cómico, ligero, grotesco.
Incluye la risa, con su poder catártico y el juego, produciendo ambos rupturas de
nivel que facilitan la comunicación entre diferentes planos. El arte precolombino
más antiguo de América Latina apareció en sitios arqueológicos, como la
famosa Cueva de las Manos , que se remonta a la época del arte mesolítico,
alrededor de 7.300 A.C, en la región andina (el actual Perú), la primera cultura
desarrollada fue la civilización norteña de Chavín , que floreció entre 1000 y 300
años antes de Cristo.

Bayón, afirma que el arte que se conoce como precolombino, residía en;
“Cuando el muralismo heredero del arte precolombino y de la artesanía popular lo
hace mas como conciencia de que necesita enraizarse en algo que quiere propio,
que como una línea de continuidad” (Bayon, 2000, pág. 36). Es decir, que el autor,
ve mediante el muralismo lo que llega a ser el arte precolombino, pero Zea, lo
logra percibir de una manera diferente; “un pasado cultural menos grande y
antiguo, tal como lo podrían ser los pueblos mestizos, europeos y precolombinos”
(Zea, 1978, pág. 11). Orden simbólico, que costa de un horizonte de posibilidades
que nos dan inicios de su historia a través de lenguaje y conceptos propios. El
orden precolombino, tiene la presencia de culturas que representan gigantes y la
América Latina posee conceptos, mensajes y conjuntos de objetivos que nos
ayudan a descifrar lo que una vez el arte llego a ser y su importancia.
El hombre precolombino resultó ser el conquistador de un hombre sin un
concepto claro y completo de Dios (evangelización). Zea nos introduce a lo que la
Filosofía de América Latina, puede llegar a causar, cuando se habla del proyecto
evangelizador cristiano moderno:
“Proyectos propios de los hombres y pueblos de esta parte del mundo
dependiente. Así el proyecto cristiano-europeo que da justificación a la
primera expansión, en el siglo XVI, sobre América, originará el proyecto
liberador de los latinoamericanos en los inicios del XIX. Proyecto liberador
estimulado por los ejemplos de otro proyecto europeo, el cual es, a su vez,
reacción de la modernidad europea frente al ya viejo proyecto cristiano. Su
expresión será el enfrentamiento entre la cristiandad y la modernidad. La
modernidad en la que se resume el proyecto europeo que tendrá como
meta la hegemonía sobre el planeta, disputando la misma al imperialismo
ibero” (Zea, 1978, pág. 25).

La evangelización cristiana moderna, que se empieza a conocer a partir del


siglo XVI, nos introduce a un nuevo mundo de posibilidades para el hombre, ya
que, el mismo comienza a ser más liberador e ver por sus propios bienes.

“Hombres que han ido más allá de la conciencia desgraciada del cristiano.
Son éstos la encarnación del hombre nuevo que se expresa en el
Renacimiento; el hombre racional de que habla Descartes; el hombre cuya
historia culminará en la revolución de Francia en 1789. Es precisamente de
este hombre que hablará Hegel, es el burgués de que hablará Marx. Este
hombre, sin negarse a sí mismo como hombre, y enarbolando la idea de
libertad, impondrá nueva esclavitud, pero sin que ella parezca tal” (Zea,
1978, pág. 45).

La utopía evangelizadora, es aquella que determina un plan de Dios, donde


se basa en los seres humanos y su intento de ser felices y llegar a conocer el
sentido de libertad, es así, que el concepto de Dios puede llegar a modificarse y la
evangelización llegar a modificar nuestros orígenes, ya que estamos, en la
modernidad.
Bibliografía
Bayon, D. (2000). America Latina en Sus Artes. Mexico D.F: Siglo veintiuno, editores sa de cv.

Zea, L. (1978). Filosofia de la Historia en America Latina. Fondo de Cultura economica.

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