Atenea habla con Ulises, ya que este busca Ajax para que le dé explicación sobre el crimen que

cometió, el de asesinar a las bestias, todos le dan culpa a Ajax. Un espía es quien le cuenta a
Ulises y él se coloca en la tarea de buscarlo, Atenea le explica que Ajax quería asesinar a los
atridas aqueos junto con él, le dice que Ajax estaba lleno de cólera y rabia porque las armas de
Aquiles no le fueron otorgadas a él sino a Ulises y le aclara que Ajax estuvo a punto de cometer
el crimen contra ellos pero en ese momento ella lo apartó con falsas imágenes y lo lanzó al
rebaño y a las bestias, así Ajax empezó la sangrienta matanza pensando que asesinaba a los
aqueos. Atenea junto con Ulises llama a Ajax afuera del campamento pero ésta hace que Ajax
no pueda ver a Ulises y en medio de su locura Ajax confirma haber matado y degollado a los
supuestos Aqueos y revela el futuro castigo que recibiría Ulises, que supuestamente lo tiene
amarrado allí adentro.

Un coro de marineros habla con Tecmesa la esposa de Ajax porque corre el rumor de que él ha
asesinado con odio a las bestias inocentes del campamento. Tecmesa le confirma el bestial
ataque pero dice que ya no hay por qué temer ya que Ajax parece estar tranquilo y también
dolido en pena por sus acciones. El coro al darse cuenta que Ajax esta cuerdo y arrepentido
decide entrar a la tienda y hablar, él se encuentra afligido y llorando deseando estar muerto
por tan terrible crimen cometido pero aun así guardando rencor a Ulises y a las atridas aqueas
y dice que si Aquiles estuviese vivo le hubiese otorgado sus armas a él y cuenta que atenea fue
quien lo confundió justo antes de su ataque contra los aqueos. Ajax insinúa su muerte pronta y
Tecmesa trata de cambiarle el pensamiento pero Ajax no cambia de opinión él está muy
arrepentido y desea cambiar su error con su muerte, le pide a Tecmesa que traiga a su hijo al
campamento y le promete que su protector será Teucro y que su hijo llevará su arma principal,
su escudo, y que las demás sean enterradas junto a él.

Tecmesa le pregunta que va a hacer, pero Ajax no le cuenta, el coro también trata de
cambiarle su pensamiento pero es imposible, Ajax siente lastima por su esposa y su hijo pero
eso no cambia su decisión, maldice el arma con la cual cometió la masacre y más, porque es el
arma obsequiada por su peor enemigo, Ajax se despide, pide al coro y su esposa que rueguen
al los dioses y que avisen a teucro que los proteja. Un mensajero llega y avisa al coro y a
Tecmesa que Teucro había llegado pero fue maltratado por los aqueos por ser el hermano del
loco asesino y traidor. El mensajero llega buscando a Ajax pero él ya no está y dice que un
calcas predice un suceso fatal en Ajax, si este se atreve a salir del campamento y que es por
eso que Teucro lo han mandado, pero ya es muy tarde. Tecmesa ordena a unos del coro a
buscar a su esposo y a otros a buscar a Teucro.

Ajax se dispone a su suicidio maldiciendo la espada que le había otorgado Héctor, su más
grande enemigo, y la dispone para caer sobre ella y así morir sin dolor pero también pide a los
dioses que envíen un mensajero para que avise a Teucro que sea él quien primero recoja su
cuerpo para evitar que lo hagan sus enemigos y también desea que a los odiado atridas
Aqueos les den muerte dolorosa y a traición, y Ajax se suicida. El coro ya cansado de buscarlo
pierde la esperanza, se encuentran a Tecmesa y ella ha encontrado el cuerpo de su esposo
muerto, se lamenta y cual a los atridas y a Atenea de dicha muerte.
El coro le aconseja que lo sepulte pronto porque un malvado del ejercito se acerca para reírse
de la desgracias y después llega Menelao para evitar que se sepulte a Ajax por ser un traidor
que deseaba la muerte de su ejército, entonces ordena que lo dejen ahí para que los animales
se lo coman y amenaza a Teucro, pero él no le teme y dice que si debe luchar con Menelao y
su ejército para poder darle sepultura a su hermano, el lo hace. Menelao lleno de soberbia se
va hacia el campamento mientras Teucro busca un lugar adecuado para darle digna sepultura
a su hermano entonces llega el general Agamenón para enfrentar a Teucro por sus blasfemias
y teucro le hace saber que tendrá que matarlo a él, a Tecmesa y a el hijo de Ajax si quiere
evitar que el cuerpo de Ajax sea sepultado. Entonces llega Ulises para saber que está pasando,
al enterarse Ulises con un discurso de reflexión donde señala a Ajax como un guerrero de
calidad, convence a Agamenón de dejar enterrar a Ajax, Agamenón no puede creer las
palabras de Ulises pero acepta, Ulises dice que aunque Ajax haya sido su enemigo en el
ejercito fue un buen guerrero. Ulises quiere ayudar a sepultar a Ajax pero Teucro con gran
respeto y agradecimiento no lo deja, Aun así le hace saber su admiración por tan corazón
caritativo.