de edad y aún piensa tan lúcidamente como siempre. Se viste solo, y se pone su vieja chaqueta negra que comúnmente, tiene varios botones menos. Una larga barba cuelga de su cara inspirando, a aquellos que lo observan, un profundo sentimiento de respeto. Cuando habla, su voz parece un poco quebrada y temblorosa. Dos veces al día el disfruta tocando hábilmente un pequeño órgano. Todos los días, el Abuelo da un corto paseo, excepto en el invierno cuando la lluvia o el frío se lo impiden.
Lámina 2 Levante la mano
Señale la mesa y luego el
suelo
Ponga el lápiz encima del
papel
Tome el lápiz, de tres golpes
y démelo
Dé dos golpes con dos
dedos encima del papel, manteniendo los ojos cerrados