Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Clericalismo y
anticlericalismo
en Andalucía
COORDINADO POR JUAN MANUEL BARRIOS ROZÚA
AH UNIVERSIDAD DE GRANADA
AH
OCT OCT
2011 2011
Aguafuerte Aquellos polvos. Nº 23 de la serie de 80 estampas de Los Caprichos de Francisco de Goya, publicada en 1799.
8 9
Iconoclastas frente a
cruzados
AH AH
OCT OCT
2011 2011
28 29
L
os quince meses que van del exilio Cuando la dictadura de guiente se transformaron en actos icono-
de Primo de Rivera a las elecciones Miguel Primo de Rivera clastas, mientras que en numerosas provin-
TÍTULO DOSIER
que trajeron la República fueron de cias eran convocadas manifestaciones anti- Restos carbonizados de la imagen de San Francisco, de la capilla de San José, exhibidos por un grupo de jóvenes en el puente de Triana (Sevilla).
entró en crisis a principios
extraordinaria conflictividad: oleadas de monárquicas. En Andalucía, esas manifes-
huelgas, rebelión de Jaca, movilizaciones de 1930 la “cuestión taciones derivaron en ataques contra edifi-
estudiantiles… En aquellos años, Andalu- religiosa”, que tanto había cios religiosos y sedes derechistas en mu- masas anticlericales del huracán políti-
cía era uno de los territorios de España don- polarizado a la sociedad chos lugares. Los hechos más graves se pro- hizo que muchos lu- Tras las elecciones de 1931, los hechos más graves se produjeron en co. La iglesia siem-
de el anticlericalismo tenía más arraigo y la dujeron en Málaga, donde los incidentes gares los actos reli- pre había estado po-
durante las dos primeras Málaga, donde los incidentes provocados por nutridos grupos se
indiferencia religiosa estaba más difundi- provocados por nutridos grupos en distintos giosos al aire libre sicionada contra los
da. Son innumerables las pruebas que tene-
décadas del siglo, no sólo no puntos de la ciudad se prolongaron durante (procesiones, viáti- prolongaron durante dos días, con un saldo de 41 edificios quemados sindicatos, había
mos de ello: el acentuado declive de las voca- estaba solucionada, sino dos días, arrojando un saldo de 41 edificios cos…) desaparecie- llamado a los traba-
ciones sacerdotales, que obligaba a “impor- agravada por el favoritismo quemados. En Sevilla, Cádiz, Granada y ran o se refugiaran en los templos hasta el reformas en términos apocalípticos, y el pa- jadores asalariados a la resignación y había
tar” clérigos de las regiones del norte donde otras ciudades y pueblos hubo también ata- bienio radical-cedista. pa Pío XI comparaba la situación del clero y cortejado a la oligarquía. Esta actitud iba a
del dictador hacia el clero.
su número era mucho más elevado, el fraca- ques anticlericales durante esos días, pero de los creyentes en España con la que por acentuarse más si cabe, e implicándose ac-
so del sindicalismo católico, la baja asisten-
En aquella época, Andalucía era con escasos daños. En Jerez de la Frontera DIVORCIOS Y BODAS CIVILES.Las eleccio- esas fechas se vivía en México y Rusia. Com- tivamente en la creación del partido católico
cia a misa, etc. uno de los territorios de España los disturbios empezaron más tarde y los nes del 218 de junio dieron lugar a un parla- paración disparatada, pues cualquier obser- y accidentalista Acción Nacional, pronto re-
La campaña previa a las elecciones mu- donde existía un mayor desapego iconoclastas fueron menos numerosos pero mento dominado por los socialistas y diver- vador ecuánime sabía que la legislación lai- bautizado como Acción Popular, se situó co-
nicipales de abril de 1931 fue vivida con pa- hacia la Iglesia, tendencia que se más destructivos. sas formaciones republicanas, que aborda- ca española era más moderada que la apro- mo parte contendiente en todos los conflic-
sión por la Iglesia y los movimientos católi- Si algo queda claro, pese a todas las voces ría la redacción de una Constitución laica y bada en Francia a principios de siglo. Tras tos que vivía el país.
acrecentó durante los años de la
cos seglares. Su prensa no se cansó de pro- que hablaron sin pruebas de una conspira- diversas medidas para separar la Iglesia y el los cambios legislativos todo español que lo Por su parte, la Iglesia demostró una só-
nunciarse a favor de las formaciones dere- Segunda República, teñidos por ción, es que los disturbios tuvieron un ca- Estado (libertad religiosa, matrimonio ci- deseara podía continuar sus tradiciones, o lida cohesión durante todo el periodo. Los
chistas y de anunciar catástrofes si ganaban estallidos iconoclastas en diversas rácter espontáneo, extendiéndose de Ma- vil, divorcio, secularización de los cemente- sea, bautizarse, casarse y enterrarse como rarísimos clérigos que manifestaron postu-
los republicanos. Así, la victoria de las can- ciudades andaluzas. La drid a las capitales de provincias y de éstas a rios...). Las propuestas para suprimir todas católico, todas las iglesias estaban abiertas, ras republicanas fueron aislados o expulsa-
didaturas republicanas en las ciudades y la poblaciones menores. En la mayoría de los las órdenes religiosas, como se había hecho no había un solo sacerdote encarcelado y las dos. Así, las dos posiciones que podemos en-
intransigencia del clero, muy
caída de la monarquía en medio de una im- lugares fueron actos de masas de composi- un siglo antes durante la revolución liberal, órdenes religiosas, a excepción de una, se- contrar en la Iglesia difieren en la estrate-
presionante movilización de masas, dejó a cohesionado, que calificaba ción política diversa, siempre desde luego fueron desestimadas y finalmente se prohi- guían operativas. Eso sí, en un plazo breve gia, pero no tanto en las aspiraciones; estas
la Iglesia y sus organizaciones seglares en cualquier tipo de reforma del izquierdista y popular. Madrid, Andalucía y bió sólo la Compañía de Jesús, que para ellos los católicos practicantes deberían de soste- tendencias coinciden además con las de las
una delicada posición. Toda la virulencia gobierno de la República en Levante registraron los incidentes más gra- era la encarnación más señalada del poder ner a su clero, que perdería las asignaciones derechas. Por un lado, tendríamos los acci-
desplegada en la más apasionada ves, mientras que Barcelona permaneció económico eclesiástico y la intransigencia del Estado. La campaña que lanzó la Iglesia dentalistas, que apuestan por la labor de za-
términos apocalípticos, corrió
campaña electoral vivida hasta en- tranquila, a pesar de su activo movimiento religiosa. Los debates y medidas se desarro- para implicar económicamente a los feligre- pa de José María Gil Robles, líder de Acción
tonces fue la que como un boomerang
pareja con la férrea actitud de la obrero y del precedente iconoclasta que fue llaron en un clima de polarización social; ses en su sostén fue un fracaso, pues las Popular. Y por otro, los catastrofistas, aline-
se volvió contra la Iglesia cuatro sema- derecha católica española, cerrada a la Semana Trágica de 1909. las organizaciones obreras no acababan de “gentes de orden” se mostraron más gene- ados con aquellas tendencias monárquicas,
nas después en la llamada “quema de con- cal y canto a la negociación Estas movilizaciones de masas pillaron estar satisfechas con estas medidas y en las rosas financiando a los partidos derechistas carlistas o fascistas que hablan de derrocar
ventos”. por sorpresa a todas las formaciones políti- huelgas y movilizaciones que sacudieron el que al clero. violentamente la República. La primera po-
sindical.
El 10 de mayo, pocos días después de cas y mostraron la impaciencia de las bases campo y las ciudades andaluzas era fácil ver El problema clerical era uno, y no el más sición será la que se imponga —sobre todo
unas imprudentes palabras del cardenal Se- republicanas ante lo que consideraban len- expresiones iconófobas. importante, de los que debía enfrentar el tras el fracaso en agosto de 1932 del golpe de
gura contra el nuevo régimen y tras unas titud en las reformas y exceso de tolerancia Por otra parte, las derechas y sus podero- nuevo régimen. La crisis económica con su Estado del general Sanjurjo— en la esperan-
provocaciones monárquicas, se iniciaron con las fuerzas de la dictadura y el caciquis- sos medios de comunicación hicieron causa secuela de paro y la desigualdad social tras za de que sea posible desmontar las refor-
en Madrid unos disturbios que al día si- mo. Por otra parte, la toma de la calle por común con el clero. La Iglesia hablaba de las décadas de caciquismo estaban en el centro mas modernizadoras y sociales desde den-
1933. © ICAS-SAHP. Fototeca Municipal de Sevilla. Archivo Serrano D O S I E R D O S I E R
Pintadas de protesta social contra los fascistas y la Semana Santa y a favor del gobierno obrero. Incendio de la sevillana iglesia de San Julián, en abril 1932.
tro de la propia República. cosindicalismo había un sector muy radical les. Los actos de vio- mientras bandas de
Las derechas católicas españolas, a dife- aglutinado en la FAI y en las Juventudes Li- lencia iconoclasta pistoleros fascistas
El desapego La campaña que lanzó la Iglesia para implicar a los feligreses en su
rencia de otras derechas europeas, estaban bertarias que, guiado por análisis poco rea- provocaron la lógica empezaban a actuar
cerradas a la negociación y no se mostraban ■ Del desapego de los andaluces hacia listas sobre la coyuntura, consideraba posi- indignación entre
sostén fue un fracaso, pues las “gentes de orden” se mostraron de manera impune
dispuestas a ceder a ninguna de las deman- la Iglesia hay cifras muy expresivas; ble desencadenar una revolución social. los sectores conser- más generosas financiando a los partidos derechistas que al clero en buena parte del
das socioeconómicas planteadas por el mo- según el cura de Pinos Puente, en esta Sus actos de sabotaje y piquetes violentos vadores y reforza- país. Se produjo un
vimiento sindical, ni aceptaban medidas localidad residían unas 10.000 fueron muy activos en Andalucía, donde ron los argumentos de los catastrofistas. ción, sino que la retórica de la CEDA y de su renacer de las procesiones, al tiempo que la
laicistas porque todas las estimabna ilegíti- personas de las cuales sólo 20 hombres tenían fuerte implantación en la mayoría caudillo, José María Gil Robles, se parecían enseñanza laica se paralizaba mientras re-
mas para un país católico. En todas ellas hay y 200 mujeres iban a la misa de las ciudades y buena parte del campo. “BAUTIZANDO” LA REPÚBLICA. La divi- demasiado a la del austriaco Dollfuss que, verdecía la confesional. Sin embargo, las iz-
hostilidad a la modernidad, distintos gra- dominical antes de la República. Llegaron a lanzar incluso tres insurreccio- sión de las izquierdas, en contraste con la tras evolucionar del catolicismo conserva- quierdas fueron capaces de ir recomponién-
dos de nostalgia hacia un Antiguo Régimen Meses después de la proclamación de nes que fueron completos fracasos por su aglutinación de las derechas, abrió en las dor al fascismo, aplastó con un autogolpe de dose durante 1935 mientras que la represión
idealizado y una creciente admiración por la ésta, las cifras habían descendido a 10 incapacidad para convertirse en levanta- puertas a un gobierno de los republicanos Estado a los socialdemócratas que goberna- las unía en los objetivos comunes de la am-
capacidad del fascismo italiano y más ade- y 40, respectivamente, con el mientos de masas, pero que condujeron a conservadores de Lerroux apoyado por la coa- ban el Ayuntamiento de Viena. Por otra par- En embargo,
nistía y el cambio de gobierno. Sin paralelo
lante del alemán para aplastar al movi- agravante de que sólo una pequeña sucesos tan dramáticos como el de Casas lición católica CEDA. Aunque Lerroux había te, las Juventudes de Acción Popular, con la el Partido Republicano Radical entró en un
miento obrero y construir naciones fuertes. minoría de éstos comulgaba los Viejas. La estrategia de los anarquistas más sido un iracundo anticlerical en el pasado y aquiescencia de sus mayores, comenzaron a proceso de descomposición debido en parte a
Las profundas divisiones en la izquierda domingos. El párroco reconocía que la radicales los convirtió en referencia de los parte de las bases sociales del Partido Radical transformarse en una organización de ma- las contradicciones que conllevaba tener orí-
iban a ser el otro gran problema político de mayoría del pueblo era muy poco más descontentos con la lentitud de las re- continuaban siéndolo, su giro hacia posicio- sas con una parafernalia muy parecida a la genes anticlericales y pactar con las dere-
la República. Los socialistas confiaban en religiosa desde antiguo y que estaba formas, pero a la postre fueron contrapro- nes derechistas y su alianza con los católicos de las juventudes hitlerianas, pero con chas católicas. En este ambiente de gran po-
las mejoras graduales introducidas por un fuertemente penetrada por las ducentes al desgastar al gobierno republi- le llevaron a practicar una política de blo- constantes referencias a la religión y a Dios. larización social se convocaron elecciones.
gobierno en coalición con los repu- doctrinas izquierdistas. Este hecho lo cano-socialista frente a las derechas. queo o desmantelamiento de la legislación La larga huelga general iniciada el 5 de
blicanos de Azaña, a la par que favo- explicaba el sacerdote por “la conducta Las acciones de la FAI tuvieron como ob- laica. Como señaló un clérigo, la estrategia octubre de 1934, y que dio lugar en Asturias a LA VICTORIA DEL FRENTE POPULAR. La
recían a su sindicato, la UGT, frente a totalmente irreligiosa de muchos jetivos habituales las iglesias, conventos o de Gil Robles era “bautizar” la República. un levantamiento revolucionario, fracasó en victoria por mayoría absoluta que Gil Robles
los anarcosindicalistas. Para la CNT los ricos, y tal vez más aún la de aquellos cruces, siendo numerosos los ataques en También hubo marcha atrás o bloqueo Andalucía, que observó impotente como en venía anunciando no se produjo y las iz-
cambios eran lentos e insuficientes, y patronos que llamándose católicos no provincias como Sevilla o Granada. Pero es- de las conquistas sociales y, sobre todo, una el norte eran aplastados los mineros con mé- quierdas coaligadas en el Frente Popular ob-
desconfiaba de lo que llamaba “república procuraron el bien espiritual y tos incidentes iconoclastas no pueden ser fuerte represión contra la izquierda obrera, todos de guerra colonial. La represión se tuvieron un ajustado triunfo. De él salió un
burguesa”. Sus duras campañas de huel- material de sus obreros, atribuidos sólo a anarquistas radicales, ya con encarcelamientos, cierres y saqueo de agravó de manera extrema en toda España, gobierno republicano débil en el que no se
gas, que en ocasiones lograron éxitos nota- desprestigiando así y haciendo odiosa que en muchos barrios y pueblos donde los sedes sindicales, sustitución de muchos de tal manera que la República moderniza- implicaron los socialistas. Mientras el go-
bles, hicieron temer a los socialistas que la ante el pueblo la religión que decían socialistas eran mayoritarios, o incluso la ayuntamientos por gestoras, etc. Con el re- dora y social parecía ya algo del pasado. El bierno de Azaña reactivaba la aplicación de
CNT le arrebatara sus bases sociales. profesar”. única fuerza obrera presente, también hu- torno de las derechas al poder parecía no só- nuevo ministro de defensa, Gil Robles, pon- la legislación laica sin premura, las masas
Pero en el complejo mundo del anar- bo conflictos con derivaciones anticlerica- lo retrocederse a los tiempos de la Restaura- dría a Francisco Franco al frente del ejército, izquierdistas tomaron la calle de nuevo,
D O S I E R D O S I E R