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La circulación extracorpórea (CEC) cuenta ya con más de medio siglo de ser aplicada, para
diferentes procedimientos en medicina como por ejemplo, cirugías de corazón abierto y la
aplicación de la técnica de Aféresis en diferentes pacientes. Este procedimiento se puede
realizar gracias a la creación de máquinas como la Máquina de Circulación Extracorpórea
o también conocida como la Máquina de Corazón – Pulmón.
Este equipo brinda la posibilidad de poder detener el corazón y los pulmones, reemplazar
su función manteniendo la circulación y oxigenación periférica de un paciente, siendo esto
de gran ayuda en la cirugía cardiaca, ofreciéndole al cirujano un campo seco e inmóvil.
Durante años la CEC no ha dejado de evolucionar, progresar con principios básicos y
protocolos bien establecidos; en la actualidad constituye una tecnología definida que debe
ser conducida por un especialista, el perfusionista, personal competente miembro de un
equipo quirúrgico, con calificación académica, con conocimientos básicos de fisiología
sobre todo de la circulatoria, respiratoria, sanguínea, cerebral y renal, así como de sala
quirúrgica y de esterilización, asegurando un manejo y preservación de las funciones
fisiológicas del paciente mediante un monitoreo adecuado.
2. El oxígeno liberado por este flujo debe ser suficiente para mantener las necesidades
mínimas de los tejidos y órganos.
Otro de los procedimientos que se realiza con esta máquina, es la aplicación de la Técnica
de Aféresis. Esta técnica consiste en realizar la separación de los componentes de la
sangre, siendo seleccionados los necesarios para su aplicación en medicina y devueltos al
torrente sanguíneo. Con esto se puede realizar transfusiones de sangre y el tratamiento de
algunas enfermedades que precisen la eliminación de un componente patológico específico
de la sangre.
El procedimiento consiste en conectar por vía venosa a través de uno o dos accesos al
donante o al paciente, a una máquina separadora de células, como glóbulos rojos, blancos
y plaquetas, mediante un equipo de bolsas y tubos de recolección estériles. La sangre llega
al separador celular, donde se procesa y se selecciona el producto a recolectar, el resto de
la sangre es devuelta al paciente o al donante. Según el tipo de máquina de recolección y
el producto que se pretende obtener, la aféresis puede durar entre 30 minutos y dos horas.
Periódicamente, durante la aféresis, se realizan una serie de controles de la donación como
pulso, tensión arterial y estado general del donante o paciente.
1. RESERVORIO VENOSO: Recibe la sangre venosa del cuerpo desde las venas
cavas. Permite el escape de aire que regresa con el flujo venoso o la conocida purga
de gases.
superar los 14°C para evitar trastornos sanguíneos. El agua no debe superar los
42°C durante el recalentamiento.
Los módulos de bomba deberán contar con un sistema de batería propia, que asegure el
funcionamiento de todos los módulos, durante al menos una hora. La consola tendrá una
fuente de luz propia, y contará con unos rotadores manuales, para accionar los rodillos, en
caso de fallo total de energía eléctrica. En el caso, de que el módulo de bomba sea la
centrífuga, se dispondrá, así mismo, de un sistema de rotación manual.
Idealmente, la consola dispondrá de un sistema informático, que registre todos los datos y
que permita su exportación a otras bases de datos. El diseño y los materiales de la consola,
deberán buscar la facilidad de limpieza y desinfección.
La máquina de circulación extracorpórea, tiene un sistema de gases formado por las tomas
y manómetros de pared de oxígeno y aire del sistema central, líneas de conexión con
mezclador, flujómetros, vaporizadores y línea de conexión con oxigenador. Los sistemas
de conexión de aire y oxígeno deberán contar con conexiones y colores, específicos y no
intercambiables, tanto, con el sistema central, como con las balas de gases transportables.
La línea de conexión desde el mezclador al oxigenador, contará, con un filtro que garantice,
que el aire llega libre de partículas y bacterias, al oxigenador. Puede contar en el lado mas
próximo, a la entrada al oxigenador, con un sistema que verifique, la concentración de
oxígeno, que deseamos administrar y disponer de una alarma audible, en el caso de que
esta, sea baja. El mezclador de gases, debe de estar provisto con una alarma audible, que
se active, si la presión de entrada de los gases disminuye significativamente. El uso de
vaporizadores de gases anestésicos en el oxigenador, deberá contar para su uso, con la
autorización del fabricante del oxigenador y cumplir todos los controles recomendados por
este.