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Discusión

Durante la aplicación de la prueba, se observó que las personas encuestadas tienen cierta

idea o habían escuchado hablar sobre las estrategias o conceptos que encierra el tema de

Conducta suicida, a su vez el ejercicio permitió conocer la simbología que las personas le dan

a la palabra suicidio puesto que lo relacionan directamente con la muerte, violencia y demás

temas de carácter público, asumiendo que la Conducta suicida es un tema que le compete en

mayor medida al estado y agentes gubernamentales; mas no se percibe enteramente como un

aspecto propio de la vida cotidiana, en el cual el ciudadano promedio está involucrado y puede

pasar de ser un actor más a transformarse en agente de cambio social.

En cuanto a la entrevista, pudimos observar que analizando el desarrollo de la actividad en cuanto

al test psicológico aplicado, pude observar que la mayoría de las personas que respondieron a la

evaluación fueron personas que en su mayoría conocían un poco sobre el tema, y que respondieron

de acuerdo a sus conocimientos, ya que las preguntas que se les hacían no eran ajenas a una realidad

que viven muchas personas, y que otras si lo han vivido de cerca, también pude mirar que si existe

una problemática en cuanto al nivel de conocimiento que poseían las personas en cuanto a la

conducta suicida ya que siempre lo relacionaban con problemas mentales, logre observar que

fueron también muy acertados al responder uno que otro ítems.

Basándonos en las diferentes teorías que explican la conducta suida sobretodo en adolecentes nos

encontramos con que: las principales formulaciones teóricas relacionadas con el sustrato intrapsíquico

del suicidio derivan de Freud y sus discípulos (Litman, 1967). Sin embargo, lo cierto es que en la obra

freudiana sólo encontramos referencias dispersas (Freud, 1901; 1915; 1920; 1920). Las aportaciones
más relevantes de la obra de Freud son: a) la idea fundamental del suicidio como parte del homicidio,

b) la ambivalencia amor y odio que está presente en la dinámica de todo suicida, y c) la asociación de

la agresividad, y por tanto del suicidio, a la manifestación de un instinto o pulsión de muerte que al

buscar constantemente un reposo eterno puede encontrar su expresión en el suicidio. Otros autores

(Hendinr 1951; Litman, 1965) consideran que la teoría del instinto de muerte es más un punto de vista

filosófico que una hipótesis científica, ya que Freud la formuló porque sin ella no podía explicar

adecuadamente la autodestructividad de los seres humanos. Horney (1950) considera, a diferencia de

estas doctrinas freudianas, que las formas distorsionadas del desarrollo nacen de trastornos provocados

culturalmente (religión, política, figuras paternas) en el desarrollo del niño, produciendo así un

desarrollo neurótico. De esta forma aparecen actitudes que, tarde o temprano, inducen a un proceso de

«angustia básica». A medida que el niño se esfuerza por vencer su angustia básica puede desarrollar

sentimientos de superioridad. Se produce, así, un tipo de fracaso del desarrollo del yo, una disparidad

entre el desarrollo del yo idealizado y del verdadero yo, dando lugar a lo que Horney (1950) denominó

como «alienación del yo».

Cabe resaltar que, analizados los resultados establecidos en cada una de las medidas, se puede

estimar que un 30% de las personas tiene conocimiento de la conducta suicida, para la mayoría de los

encuestados no fue extraño el tema, pero si había ciertas dudas a los comportamientos de una persona

con conducta suicida como saber la edad, donde se presentan la mayoría de casos y algunas

características propias de una persona que pasa por una variable como esta.

Los resultados nos muestran en comparación con el marco teórico establecido que hay que

implementar programas que de alguna manera pongan al descubierto la gran problemática que se

presenta en su mayoría en jóvenes entre los 14 y 20 años y personas mayores de 50 años.


La evaluación y la eficacia de los programas de prevención también plantea un desafío importante,

ya que es necesario identificar qué características específicas de estos programas son las más efectivas,

especialmente cuando se tiene en cuenta que el objetivo es prevenir conductas suicidas particulares:

ideación, autolesión, intento de suicidio y suicidio completo. Por ello se hace necesario en base al marco

teórico llevar a cabo un exhaustivo plan de salud mental especializado en hacer más pruebas y llevarlas

a todos los niveles de la sociedad, y centros de educación, para determinar posibles casos y actuar a

tiempo. El problema del suicidio va más allá que una simple cifra, es una problemática que toma cada

día más fuerza. En nuestra sociedad son cada vez son más frecuentes los casos.

Por eso la importancia de esta clase de prueba que ayudan a identificar donde se encuentran los focos

de esta problemática y como ayudar a identificar desde el punto inicial que es la familia, donde deben

ser los primeros analistas de la conducta de nuestros hijos y familiares.

Como se ha mencionado anterior mente partiendo de los resultados de la base de datos que un 30

por ciento de las personas tiene un poco más de conocimiento sobre la conducta suicida, solo uno de

los encuestados no se le hizo fácil la comprensión o no tenía mucha información sobre el tema de

conducta, saco una puntación de 43 por ciento, de estas 40 personas no todas tenían un conocimiento

claro sobre que era conducta suicida y cuáles son los riesgos que en estas se pueden tener.

Cabe resaltar que, en el marco de la Conducta suicida, la aplicación del cuestionario nos

permitió no solo recolectar datos estadísticos, también refleja la opinión y perspectiva frente a

dicha temática. Estos procesos son de gran importancia ya que abordan el contexto de la

intervención comunitaria, acercando al profesional a las realidades sociales y lo convierten en

un promotor de cambio.
En el marco teórico podemos contrastar que un millón de personas mueren cada año según la

organización de la salud, que pasa con estas personas ¿falta de atención? ¿Descuido de sus padres? Son

muchas de las preguntas que la sociedad se hace sobre estos sucesos, pero no hacemos nada para que

dicha conducta pueda ser cambiada, siempre vemos personas felices, los vecinos, amigos de barrio, solo

los saludamos mas no los detenemos a saber que tal la semana que paso si quiere contarte algo, las

personas cada una vive su mundo no les importa cómo está la otra persona.

Por esto es necesario hacer campañas, hacer talleres en los barrios y colegios de estrato bajo, porque

es aquí donde más los jóvenes o padres deciden quitarse la vida, porque pasan por muchas pruebas de

la vida y están solo ante este mundo que la única salida más fiable que ven es quitarse la vida.

Estas campañas nos ayudaran a prevenir y saber cuándo un hijo o un amigo están pasando por

depresión, los prejuicios en esta sociedad están muy sobrevalorados tildan y señalan a las personas

como “solo quiere llamar la atención” mas no ven más allá de lo que le está pasando a esa persona

quizás esas sea la única manera que encontró en decir lo que siente de mostrarle al mundo el dolor que

siente, pero no lo vemos de esa manera debemos ser más sensibles con nuestros jóvenes mostrarle más

apoyo, que ellos se den cuenta que tienen a alguien que se preocupa por su bienestar.

Se deben de hacer estas encuestas a los padres de familia de un colegio para saber ellos como están

ellos de empapados sobre el tema de conducta suicida y quizás ese niño que siempre se hace el chistoso

en la clase es el que necesita más ayuda y los profesores y sus padres no se dan cuenta de sus señales,

todas las personas que tienen pensamientos de una u otra manera nos piden ayudas, una palabra, un

gesto, una ayuda puede cambiar muchas vidas.

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