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Rectoría Centro
Campus Acayucan
M O N O G R A F Í A
LICENCIADO EN PSICOLOGÍA
P R E S E N T A
Introducción…………………………………………………………….6
1.3 Justificación………………………………………………………..10
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CAPÍTULO I
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
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1.1 DESCRIPCIÓN DE LA REALIDAD PROBLEMÁTICA
El consumo de drogas en la actualidad se ha visto acrecentada significativamente; mayormente en
presente investigación se presenta una amplia argumentación con respecto a los conflictos familiares de
matriculada corresponde a 49 varones (M) y 45 mujeres (F). El 61% de alumnos vienen de localidades
Es importante resaltar, el 57% de los alumnos provienen de familias de escasos recursos económicos.
Donde el padre ha tenido que emigrar a la Unión Americana o se encuentra en algún Estado de la
República Mexicana laborando para contribuir al sustento familiar. De hecho, hay investigaciones que
se han realizados donde adolescentes presentan altibajos emocionales por los conflictos familiares a lo
que fueron expuesto desde temprana edad, agudizando aún más la carga de enfrentarse con los
desencantos de la vida.
contacto con las drogas como consumidores experimentales ocasionales o habituales. Por otra parte, al
explorar en ellos su área familiar, se evidencia estar deteriorada y poseen características disfuncionales.
“La falta de empleo, la mala economía familiar, ocupan las primeras causas que desencadenan los
De forma repetida caen en un consumo de droga como desencadenante a sus problemas personales,
sociales y sobre todo familiares, mismos que han sido postulados en anteriores investigaciones
relacionado con los conflictos familiares, demostrando: factor de riesgo sistémica y relacional. Dentro
de la familia se produce una serie de interacciones sociales que influyen en el curso del desarrollo
psicológico de sus integrantes. ¿Qué ocurre cuando hay conflictos en el seno de la familia?
Se produce inestabilidad emocional: esto es, “cambios relativamente bruscos en el estado emocional
de una persona”. Suarez, M. (2002), además, expone que el conflicto es una situación compleja de la
cual están involucradas dos o más personas. En situaciones conflictivas las personas se comunican, pero
además existe un gran despliegue emocional. Las habilidades negativas tales como dobles mensajes,
dobles vínculos y críticas, disminuyen la habilidad para compartir los sentimientos y restringen por lo
tanto la movilidad de la pareja o familia.
Por otra parte, Las personas escogen diferentes estilos para afrontar los conflictos basándose en dos
intereses primarios: el interés propio y el interés por los demás, siendo independientes entre sí y
variando su intensidad en un rango de débil a fuerte. “El interés propio se refiere al grado en que las
partes en conflicto se centran en sus propias necesidades, intereses, valores y creencias; mientras que el
interés por los demás se refiere a la medida en que las partes en conflicto se centran en las necesidades,
intereses, valores y creencias de sus oponentes” (Piorno, 2011).
El pensar y el sentir pertenecen al campo de lo inobservable; mientras el hacer y el decir, pertenecen al
campo de lo observable. Todo ésto, sentimientos, pensamientos, decires, acciones, y emociones son
partes de un sistema, del ser humano, y están interconectados unos con otros, por lo que, si se acepta los
conceptos de la teoría general de los sistemas, el cambio de uno de ellos produce una modificación en
los restantes.
Este componente es el que logra transformar una situación determinada en conflicto. Aparentemente,
cada uno tiene como objetivo tratar de ganarle al otro, de descalificarlo, de deslegitimarlo. El último
momento del conflicto corresponde a su solución. La solución de cualquier conflicto puede ser parcial o
total. La solución parcial de un conflicto ocurre cuando se logra eliminar o reducir la conducta
conflictiva. Con esto no se garantiza la futura aparición del mismo conflicto o simplemente se favorece
la conversión de éste en uno latente.
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La solución total del conflicto se produce cuando se actúa simultáneamente sobre las características de
la situación conflictiva objetiva y la toma de conciencia que hacen las partes que lo integran.
1.3 Justificación
Para algunos autores el consumo de droga en la edad adolescente no tiene relación con los conflictos
familiares. Otra vertiente, sin embargo, defiende que es la existencia de problemas conflictivos en la
familia y sus consecuencias en el clima familiar lo que puede llegar a proporcionar el consumo de
drogas en los hijos. Es importante resaltar que, frente a esta última variable, Los estudios indican que la
intensidad y la frecuencia del conflicto, el estilo del conflicto, su manera de resolución y la presencia de
intermediarios a fin de aminorar los efectos del conflicto, son los más importantes predictores para la
adaptación de los hijos.
Estudios realizados por: Muñoz-Rivas y Graña. analizaron la influencia de determinadas variables
familiares en el consumo de drogas por parte de los adolescentes. Los resultados mostraron que una de
las dimensiones que predecían mayor riesgo de uso de sustancias por parte del adolescente era la
existencia de conflictos entre los padres. Otros autores que señalan la importancia del conflicto familiar
en el consumo de drogas por parte de los hijos adolescente son: Hawkins, Catalano y Miller (1992);
Katz y Gottman, 1993; Moncada (1997); Pollard, Catalano, Hawkins y Arthur (1997).
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Hay cuatro factores familiares que se asocian con una mayor probabilidad de consumo de drogas en
adolescentes. 1. El primero de ellos es el conflicto dentro de la familia. 2. Donde los enfrentamientos en
el hogar aumentan. 3. El estrés de sus
miembros por la hostilidad que de manera recurrente se genera. 4. El consumo de drogas en los padres o
una actitud favorable hacia ella en el seno de la familia.
1.dentificar el nivel de los conflictos familiares como factor de riesgo frente al consumo de drogas
2. Describir los conflictos familiares como factor de riesgo frente al consumo de drogas.
3. Identificar los estilos de resolución de conflictos de los y las adolescentes frente a los conflictos
familiares.
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CAPITULO II
MARCO TEÓRICO
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2.1Antecdentes de la Investigación
La familia es el lugar donde nacemos, donde descubrimos nuestros sentimientos, donde aprendemos a
convivir. Es el nicho donde se asientan los pilares iniciales de nuestra existencia, donde tenemos
nuestras primeras experiencias y donde nos formamos. Es un espacio versátil y mágico repleto de
aprendizajes. Es el escenario en el que vivimos historias de amor, desamor, amistad, traición, humor y
dolor. Es la cuna de nuestro desarrollo.
Los padres, hermanos, abuelos, tíos y los vínculos que establecemos con cada uno de ellos adquieren un
lugar único e insustituible, ocupamos un lugar en el cual requerimos sentirnos amados, comprendidos,
valorados, reconocidos y que nuestras necesidades sean atendidas, todo esto con el fin de que podamos
construir una identidad sana.
Sin embargo, (José Luis Dia, 2014) hace mención, no existe una familia en la que todo sea armonía y
no existan problemas. Es obvio que es un ideal que no solo es falso sino dañino porque favorece la
negación, el rechazo, el ocultamiento de dificultades en consecuencia, aleja de la posibilidad de hacer
algo al respecto.
(Otero, Mirón y Luengo, 2001) desenmascara la realidad. Los conflictos familiares afectan como
ningún otro conflicto, además de la identidad de sus miembros, a la familia como sistema interpersonal,
económico y social, de ahí su importancia y complejidad. Ahora bien, la forma de tratar con los
conflictos y los enojos en el entorno familiar no es intentando minimizarlos o ignorarlos, sino por el
contrario, reconociendo su existencia e identificando las situaciones adversas que generan.
El conflicto se vuelve recurrente en las familias que tiene hijo en edad adolescente y que consume
droga, los padres deben de ser comprensivos y tratar de modificar la conducta a través de estrategias
proactivas para que el comportamiento de su hijo no sea motivo de juicio, crítica o enjuiciamiento entre
los padres.
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Para: (José Antonio Ríos, 2009). El manejo inadecuado del conflicto entre la pareja o entre miembros
de la familia lleva a un deterioro de la relación o a tensión en el hogar. Sigue diciendo, como padres se
debe asumir la responsabilidad de generar dentro de la familia un clima de apertura hacia el
planteamiento y resolución de conflictos. Es importante remarcar, los conflictos familiares,
específicamente cuando perduran en el tiempo y son vividos como desbordantes por la propia familia o
por alguno de sus miembros, produciendo malestar y sufrimiento recurrente, puede ser visto como
consecuencia de la falta del equilibrio en el seno familiar.
(José Buendía, Antonio Riquelme,2009). Da una pauta equilibrada y dice: debemos estar abiertos y
receptivos a las dificultades que están padeciendo los otros integrantes de la familia, aun cuando lo que
vayamos a escuchar no nos agrade del todo. Aquí, se pone de manifiesto la pericia de los padres, la
empatía y la escucha reflexiva son excelentes herramientas que podemos utilizar. Es difícil tolerar el
dolor de aquellos a los que amamos, pero si nos precipitamos en un intento de arreglar las cosas
estaremos atendiendo más nuestra propia angustia que la de quien tiene el problema.
Dice: (José Antonio Ruiz.2004) El problema clave de la adolescencia es la búsqueda de la identidad.
Quiere saber quién es y adónde va, dado que unas veces se le exige obediencia de niño, y en otras se
espera de él que se comporte con la autosuficiencia e independencia de un adulto. Por convicción
propia sabemos que el ritmo de los cambios en los adolescentes se ha acelerado de tal manera que: se
están produciendo profundos cambios sociales que afectan la comprensión del mundo
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Creo que por ello es importante que, en esta etapa, cuando se estructura la identidad personal y se
adquieren hábitos
de vida, se evite o se limite el contacto de los adolescentes con las sustancias tóxicas como las drogas.
(Vargas & Ibáñez, 2007), dice: en las últimas décadas han sido muchas las líneas de investigación
dirigidas al estudio del consumo de drogas, intentando determinar los conflictos familiares como un
factor de riesgo, pero, aun así, no existen investigaciones de estos de manera específica.
Quienes conviven las veinticuatro horas son sus hijos, son los padres, por lo tanto; Si su hijo consume
droga, tómelo en serio. Lo más importantes que puede hacer es hablar abiertamente con él, sobre el
problema. Trate de no utilizar palabras duras ni acusadoras. Dele todo el apoyo posible durante este
tiempo. En la mayoría de los casos, un encuentro cara a cara hostil y cargado de enojo lo aleja de la
familia.
Otra consideración importante que no está por demás hacer mención es. Donde se manifiestan regaños,
enojos, castigos y hasta provocaciones físicas, se dan por sentado la falta de afecto. (Muñoz-Rivas y
Graña (2001). La rivalidad entre hermanos, la agresión psicológica o física y el maltrato a los hijos;
entonces las relaciones en la familia se vuelven críticas e insoportables.
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Por otra parte, en la última década han sido muchas las líneas de investigación dirigidas al estudio del
consumo de drogas intentando determinar la posible contribución de la familia tanto en el inicio como
en el mantenimiento de este, a los conflictos familiares se los ubica como un factor de riesgo frente al
consumo de drogas. En cuanto a la conflictividad familiar, algunos investigadores sostienen que: Un
alto nivel de conflicto es un factor de riesgo importante tanto para el desarrollo de trastornos de
conducta en general (Bragado, Bersabé y Carrasco, 2007)
El que existan conflictos frecuentes entre padres-hijo y entre los padres entre sí, predice una
probabilidad mayor de que los hijos consuman drogas en las etapas iniciales de consumo; es decir, que
beban, fumen o consuman droga. Sin embargo, No parece ser así en el caso de etapas más avanzadas de
consumo, con lo que habría un peso diferencial del conflicto familiar en el consumo de distintas
sustancias. “Indiscutiblemente la conflictividad familiar influye en el consumo de drogas en los
adolescentes” Mirón y Luengo (1989).
Un factor relevante que puede producir los conflictos familiares es la agresión: En donde se
manifiestan regaños, enojos, castigos y hasta provocaciones físicas, que frecuentemente se dan por la
falta de afecto, la rivalidad entre hermanos, la agresión psicológica o física y el maltrato a los hijos;
entonces las relaciones en la familia se vuelven críticas e insoportables.
“Se ha visto que el conflicto interpersonal y las malas relaciones con los padres pueden predecir el
funcionamiento inestable en los hijos. Así también, el conflicto de la pareja está directamente
relacionado con los problemas de conducta de los menores, y la manipulación del conflicto conyugal de
estilo negativo está ligado al manejo del conflicto entre las interacciones de los hijos con sus padres y
sus parejas” (Webster, Stratton y Hamond, 2005)
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El estudio sobre el conflicto familiar frente al consumo de drogas en adolescentes es un tema que
evidencia que el conflicto se da con actos de violencia física, verbal y psicológica, lo cual se encuentra
naturalizado en la mayoría de los miembros, muchas veces los padres son conscientes de la situación,
pero a la vez pueden considerarlo como algo normal. Sin embargo, Benites, L. (1999). “Los conflictos
genera en sí, posibles resentimientos. Evidenciando también que son frecuentes estas conductas
conflictivas, generando barreras en la comunicación entre sus miembros para poder expresar sus
sentimientos y opiniones”.
Para Cardozo, G. (2005). “Las relaciones intrafamiliares son las interconexiones que se dan entre los
integrantes de cada familia. Incluye la percepción que se tiene del grado de unión familiar, del estilo de
la familia para afrontar problemas, para expresar emociones, manejar las reglas de convivencia y
adaptarse a las situaciones de cambio”. Este término está cercanamente asociado al de ambiente
familiar y al de recursos familiares. la dimensión de unión y apoyo mide la tendencia de la familia de
realizar actividades en conjunto, de convivir y de apoyarse mutuamente. Se asocia con un sentido de
solidaridad y de pertenencia con el sistema familiar.
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por su parte, la dimensión de dificultades o conflictos se refiere a los aspectos de las relaciones
intrafamiliares considerados ya sea por el individuo, o por la sociedad como indeseables, negativos,
problemáticos o difíciles. de ahí que esta dimensión también pueda identificar el grado de percepción
de conflicto dentro de una familia. Ahora, bien es interesante la mención que hace, Gómez, J. & Villar,
P. (2001) “la posibilidad de comunicar verbalmente las emociones, ideas y acontecimientos de los
miembros de la familia dentro de un ambiente de respeto. cómo se puede apreciar en diversas
investigaciones la escala de evaluación de las relaciones intrafamiliares”.
Para, Perinat, M. (2002). “Los conflictos en la familia tiene implicaciones considerables, esto es, por
que los padres, tienen poca o casi nada vinculación con los hijos en etapa adolescente”.
Según, Hernández, A. (2011). “Esto eleva el riesgo de consumo de drogas las cuales se encuentran con
facilidad y accesibilidad a muchas sustancias”. Como ya he mencionado anteriormente. La adolescencia
representa una etapa de cambios y aprendizaje que puede despertar la curiosidad y el deseo de experimentar
qué se siente estando bajo los efectos de las drogas. Según el Instituto de la Juventud, de la ciudad de México,
“hay estudios que confirman que muchos adolescentes tienen el ejemplo en casa, en sus padres, cuando beben
alcohol o fuman tabaco o marihuana en su presencia.
Las drogas acarrean una serie de consecuencias perjudiciales para la salud física y psíquica de los
consumidores; sin embargo, al encontrarse en una etapa de desarrollo y de formación estas consecuencias son
más graves en los adolescentes.
Para. Simón, M. I. (2000) los daños para quien consume droga en esta edad son irreversibles. “Daños
cardiovasculares: como hipotensión y alteración de la frecuencia cardiaca, daños cerebrales: alteraciones
neuropsiquiátricas, neurotoxicidad, muerte de neuronas” Velasco, C. & Luna, P. (2006). Va más allá, él
menciona de los daños tales como: “emocionales: cambios en la personalidad, cambios rápidos de
humor, irritabilidad, comportamiento irresponsable, poco amor propio o autoestima, carencia de juicio,
depresión, retraimiento y una falta general de interés.
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Familia. Es un sistema compuesto por un grupo de personas que se encuentran en interacción dinámica
particular, donde lo que pasa a uno afecta al otro, al grupo en su totalidad y viceversa.
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