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Robando el Fuego del Cielo

UNA TÉCNICA PARA CREAR


SISTEMAS INDIVIDUALES DE
HECHICERÍA

Basado en los escritos de


AUSTIN OSMAN SPARE,
ALEISTER CROWLEY,
y el Gran Mago
ABRAMELIN,
mezclados estos y
aumentados por las
investigaciones personales
del autor:

STEPHEN MACE
(Traducido por Manon)

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Contenidos
Introducción a la Quinta Edición 7
I. Hechicería 11
II. Espíritus y su Dominio 12
III. Robando el Fuego del Cielo 15
IV. El Registro Mágico 16
V. Atravesando la Distancia 17
VI. Un Ritual de Destierro 18
VII. Conjurando 21
VIII. La Técnica de A. O. Spare para la Conjuración Elemental 27
IX. La Gracia Salvífica del Fallo; los Peligros del Éxito 31
X. Un Breve Vistazo a la Conjuración Avanzada 35
XI. Dibujo Automático 37
XII. El Alfabeto del Deseo 41
XIII. Las Variedades de las Letras Sagradas 46
XIV. Proyección Astral 49
XV. El Santo Ángel Guardián 56
XVa. El Cuerpo Sutil 64
XVI. Conjuración Avanzada 70
XVII. La Postura de la Muerte 72
XVIII. Talismanes y el Vínculo Mágico 77
XIX. Medios de Realzamiento 81
XX. El Círculo Mágico y la Evocación 89
XXa. Elementales y Lugares de Poder 91
XXI. Problemas y Algunas Soluciones 94
XXII. La Ley 104
XXIII. El Ritual del No Nacido 114

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Introducción a la
Quinta Edición
Con ocasión de la reedición de textos probados y
verdaderos, el autor puede encontrarse desgarrado en dos
direcciones. Por una parte, probablemente haya pasado un
considerable lapso de tiempo desde la publicación original. El
autor puede creer que ahora sabe más, y por ello se sentirá
motivado a revisarla. Por la otra, el autor puede darse cuenta de
que solo porque el original tenía algo de inspirado es digno de
reeditarse por completo, y esta chispa fácilmente podría
extinguirse por unos esfuerzos equivocados por “mejorarlo”. Así
que el curso más humilde sería tratar el texto original como un
artefacto y no hacer nada.
Y aun así queda el caso de que de alguna manera uno sabe
más. Al menos sabe lo que se dejó atrás la primera vez, y lo útil
que habría sido si lo hubiera sabido en dicho punto del propio
progreso personal. Y por ello, hay un deseo de incluirlo en la
nueva edición, si esto pudiera conseguirse sin destruir el estado de
ánimo original.
Finalmente, está la consideración de que el editor quiere que
la reedición contenga material nuevo para que las personas que ya
tengan la vieja, quieran comprar la nueva también.
Así que he seguido un camino medio. No he intentado
reescribir nada. Lo que se publicó en la Cuarta Edición se ha
incluido aquí sin revisión alguna, manteniendo así la perspectiva
de quien justo en ese momento hubiera descifrado la manera de
hacer magia sin atarse al simbolismo de otro, pero que no tuviera
idea en dicho momento de hacia dónde le conduciría su nueva
visión. Yo estaba repleto de inocencia pragmática y atado por un
imperativo económico a ser breve, y ni la inocencia ni la brevedad
son exactamente lo que una vez fueron. Además, la inocencia por
su misma naturaleza dejó completamente abierta toda la técnica
de la magia, estando su aplicación solo restringida por los
equivalentes ocultos de la Tercera Ley de Newton y las leyes de la

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termodinámica. Intentar revisarla desde me presente perspectiva
“sofisticada” no le prestaría servicio, y fácilmente podría cerrar el
acceso a posibilidades que ya no soy capaz de reconocer,
simplemente porque las opciones que se abrieron para mí
entonces, ahora lo están totalmente cerradas.
Así que nada cambia.
Por otra parte, está el ser inocente y el ser olvidadizo. Lo
que quiere decir, que escribí muy poco sobre el cuerpo sutil en la
Cuarta Edición, y nada en absoluto sobre los lugares de poder.
Ambos son esenciales para reunir y usar poder, y ambos son
perfectamente adecuados para trabajar para alguien que justo está
empezando a crear su propio sistema de hechicería. Y por ello
añado dos capítulos, espero que en un estilo no demasiado extraño
para el resto del libro.
Remarcaría que de estos dos fallos, el descuido de los
lugares de poder es el más serio, simplemente porque este
descuido penetra a través de toda la magia occidental. Todo
sistema oculto ofrece algún abordaje al pilar de Luz que abarca la
espina vertebral y los centros de energía ensartados a lo largo de
ella, y todos tendrán al menos un esqueleto de técnica para
manipularlos –técnicas que una pequeña ingeniería psíquica
debería ser capaz de encarnar si es necesario. Pero dentro de la
magia occidental, los lugares de poder y los elementales de los
lugares en el paisaje han sido totalmente descuidados. Esta
esterilidad es el resultado directo de la dirección filosófica tomada
por aquellas religiones que se basan en la Biblia –el Judaísmo, el
Cristianismo y el Islam– y no tiene nada que ver con Europa o el
Oriente Medio como regiones en sí mismas. En la Europa y
Oriente Medio del periodo clásico había santuarios y bosques
sagrados y pozos dispersos a través de todo el campo, como los
hay a través de África, India y el Sudeste Asiático hoy. Pero si
alguno de estos son reconocidos en sus viejos papeles hoy, es
porque las iglesias y mezquitas han sido construidas sobre ellos, u
otros santuarios a los patriarcas y santos. Esto está en
conformidad con la tendencia transcendental de estas religiones,
que el único poder válido viene del cielo en la alturas, en lugar de

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ser inmanente a través de la tierra y la naturaleza, como debería
ser patente para cualquiera que mire con algún tipo de ojo abierto.
Así que si laico percibe todavía algún lugar como teniendo poder,
el clero insiste en que debe ser porque un ángel se mostró allí, o
algún santo hizo un milagro, nunca porque el lugar en sí sea una
fuente de él.

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El origen de esta tendencia transcendental está en el
Platonismo y el Neoplatonismo, que sostenía que el mundo solo
es una oscuridad amorfa que de algún modo refleja las Formas
Puras que irradian desde las Alturas. La forma de avance
espiritual era por ello alejarse del mundo para que no nos atrape,
desapegándonos de todas las preocupaciones materiales y
corporales para ascender a lo Absoluto. Este engaño impregnó el
Hermetismo así como al Cristianismo, y por ello la totalidad del
movimiento Rosacruz y la magia basada en él. Aun cuando las
modernas innovaciones de la psicología hayan traído muchos de
los espíritus tradicionales al interior de nuestras mentes
inconscientes, la red de poder que es la naturaleza viva todavía se
ha dejado completamente fuera, y esta es una omisión que no
debe permanecer pendiente de corrección.

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I. Hechicería
La Hechicería es el arte de capturar espíritus y entrenarlos
para que trabajen en nuestro provecho, de ordenar los poderes que
hay en nuestras mentes para que podamos manipularlos y hacer
que causen cambios tanto dentro de nuestras mentes como más
allá de ellas.

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II. Espíritus y su Dominio
Los espíritus son poderes, poderes de la mente, y su dominio
es el inconsciente. Así que para la persona media permanecen
inaccesibles, y por ello nuestros encuentros con ellos pueden ser
vagos y poco convincentes. Los espíritus pueden aparecer como
hábitos, como talentos y como emociones. Los espíritus pueden
esconderse en los complejos que disparan respuestas automáticas
para las situaciones que encontramos. Los espíritus se muestran
en los sueños y nos desafían a entenderlos. Pero un hechicero usa
técnicas que hacen el inconsciente accesible, y por ello puede
reunirse con sus espíritus cara a cara. Si tiene la fuerza, puede
averiguar sus verdaderas formas y amarrarlos para que hagan lo
que quiere. Si no, hay un riesgo muy real de obsesión. Todos los
poderes portan riesgos. Ya sea que las ruedas giren por la caída de
agua o la electricidad provenga de la división de átomos, la
energía tiene que ser mantenerse en su lugar o puede dañar a
alguien. No podemos esperar que el poder existente en la
hechicería sea algo diferente, pero puedes tener la seguridad de
que hay métodos para mantener a los espíritus bajo control, y
ejercicios para darte la fuerza para usarlos.
La mente inconsciente, siendo el dominio de los espíritus,
también es su medio, así que su naturaleza determina la naturaleza
de ellos. El inconsciente es el depósito de imágenes por debajo de
nuestras mentes de vigilia; todos nuestros pensamientos
conscientes vienen de él, todas nuestras experiencias del mundo
exterior se sumergen en él. Con el paso de los eventos, aquellos
de poco poder se desintegran después de un tiempo, pero las
experiencias repetitivas y las de gran poder o emoción construyen
estructuras psíquicas –espíritus– que tienen vidas propias. Por lo
que un leñador encontrará que guarda dentro de su psique el
espíritu del bosque, un adolescente germinará (a través de las
emociones generadas por su torrente de hormonas) un espíritu de
lujuria, y un neurótico sexualmente reprimido creará un demonio
para mantener su lujuria 'bajo control'.

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Así vemos que podemos crear espíritus propios, y cuando
todos los hacemos en conjunción, pueden volverse como dioses.
El deseo del neurótico por apaciguar (digamos) a su posesiva
madre, crea su demonio, un ser que se refugia solo en su mente.
Pero las aspiraciones de un grupo de personas pueden producir un
poder común que afectará al pensamiento y acción de todos en él.
El deseo fenicio de seguridad en un mundo peligroso creó su
terrible dios Moloch. El deseo judío por mantener su tribu unida
trajo al celoso Yahvé. Y el deseo humano por mantener al 'Yo'
intacto más allá de las puertas de la muerte generó los espíritus
redentores diversamente conocidos como Osiris, Orfeo, Mitra y
Cristo.
Ahora debo insistir en que al decir esto no denigro a estos
dioses, ni al come niños Moloch, ni al Jesús cuyo Cuerpo y
Sangre los cristianos consumen. Estos dioses tienen el poder que
sus adoradores les dan –sea a través de la devoción, el ritual o el
derramamiento de sangre. Si esta energía es dada con sinceridad y
dirigida con competencia, provocará cambios. Esto sucede más
obviamente dentro de la mente inconsciente del adorador, pero
también –ya que el inconsciente tiene su raíz en la Mente del
Absoluto– en el mundo externo. Este es el mecanismo detrás del
poder de la oración. Pero hay un problema con el uso de
espíritus preexistentes. Invariablemente vienen equipados con
enormes cantidades de bagaje moral y teológico, manojos de
creencia y rectitud que debes portar contigo mientras haces tu
camino a través del mundo. Si crees en Moloch, sabrás que no
puede ser satisfecho ni con oraciones ni con incienso ni con un
vivir de forma honesta –solo tu primero hijo lo hará. Si crees en
Cristo, tu sacrificio será más sutil, debes abandonar tu voluntad
'humana' y someterte a la suya divina si vas a salvarte de la
Condenación Eterna. E incluso muchos hechiceros tienen que
rendir alguna libertad para practicar su arte. En Occidente la más
conocida escuela de magia es la de los Rosacruces. Los magos
rosacruces estructuran los poderes de sus mentes de acuerdo a un
mapa de poder llamado el Árbol de la vida, una ordenación
geométrica proveniente de hace siglos, de los místicos judíos

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devotos de la tradición conocida como Qabalah. Antes de que
puedas trabajar la magia rosacruz debes marcar este esquema
dentro de tu mente inconsciente, definiendo todas tus
percepciones y poderes de la mente en sus términos. Por ello, ya
sea que reces al sangriento Moloch o te esfuerces por ser un mago
místico, todavía estarás encallado en la antigua fórmula, y si
encontraras cosas verdaderamente diferentes, tu problema puede
ser insoluble.

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III. Robando el Fuego del Cielo
En este ensayo ofrecemos una técnica que el individuo
puede usar para crear sistemas de hechicería precisamente
adaptados a sus propias realidades inconscientes. Siguiendo
nuestras instrucciones, el lector puede hacer que su yo subliminal
diseñe sus propios símbolos para representar los poderes que
encuentra dentro de él. Su resultado será lo que es, esencialmente,
un lenguaje de poder personal, uno que tiene sentido solo para él,
pero repleto de potencia porque es la forma en la que su propia
alma se expresa a sí misma.

De Form I (II), 2 – Noviembre, Diciembre, 1921

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IV. El Registro Mágico
Nuestra hechicería es por ello una psicotecnología –
identificamos componentes dentro de nuestras psiques,
descubrimos los mecanismos detrás de su movimiento, y usamos
varias técnicas para manipularlos. Pero la mejor forma de abordar
cualquier esfuerzo en tecnología es científicamente, y la esencia
de la ciencia es mantener registros adecuados. Necesitas registrar
lo que haces, así sabrás qué métodos funcionan para ti, qué
métodos no y qué métodos funcionan después de practicarlos
durante un tiempo. Necesitas registrar lo que sucede cuando
triunfas para poder obtener la intuición de la naturaleza del poder
que has encontrado, y cómo poder examinarlo más a fondo.
Necesitas registrar los eventos mayores en tu vida mental y
emocional para así conocer qué problemas tienden a recurrir y
poder así tener un demonio en su fuente –sus nombres, símbolos y
naturalezas aparentes. Necesitas un registro del efecto que tu
hechicería tiene en tu vida como una totalidad.
Un cuaderno de espiral servirá.

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V. Atravesando la Distancia
En este punto, el cuidadoso lector habrá concluido que la
hechicería no es una operación nocturna y estará en lo correcto.
Realmente es una cosa de toda una vida. Una buena analogía sería
la música. Convertirse en un adepto en un instrumento musical
toma un par de años, y después de eso vienen unas mesetas
siempre ascendentes de maestría. Por supuestos, los maestros no
hacen muchas cosas más aparte de música, y la hechicería puede
ser también todo envolvente. Pero ya que la hechicería toca cada
aspecto posible de la existencia (incluyendo el tocar la flauta), no
es en absoluto limitadora. Francamente.
Por ello puede tomar años. Cuando ese sea el caso, un ritmo
constante es importante –tienes que saber qué hacer, cuándo y
cuánto te llevará lograrlo. Algunas cosas puedes hacerlas
inmediatamente, como el ritual de destierro del siguiente capítulo
y la conjuración con un sigilo y creencia libre, dada en el Capítulo
VIII. Si estas son fáciles de hacer y consigues resultados, bien,
Mozart hizo un estudio muy rápido del piano, también, y se
dedicó a los asuntos más difíciles de inmediato. Pero si descubres
que realmente no tienes la concentración para visualizar anillos
brillantes, o tus pasiones son demasiado fuertes para
desmembrarlas, o no tienes el poder de voluntad para olvidar
algo, entonces deberías dedicar un año o dos en los métodos
recomendados en el Capítulo XXI. Las he puesto allí porque son
más control de la mente que hechicería, aunque eso no las hace
menos importantes. Dominarlas es entrenar un buen caballo que
puedes montar para reunir a todas las bestias salvajes en tu
psique.

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VI. Un Ritual de Destierro
La hechicería es el arte de capturar espíritus y entrenarlos
para que trabajen en nuestro provecho. La arena donde esta
trampa e instrucción toma lugar está dentro de la imaginación del
hechicero, el campo donde la intención consciente se encuentra
con la tendencia inconsciente. Pero antes de que el hechicero
pueda usar este campo, necesita alguna forma de despejarlo, tanto
antes de que empiece cualquier operación como después de que la
finalice. Antes de que empiece debe cortar los pensamientos
extraviados, canciones populares y resentimientos crónicos que
puedan inmiscuirse en su trabajo. Cuando ha finalizado debe
enviar a sus espíritus de vuelta a sus propias moradas, porque si
no podrían merodear en su consciencia y entrometerse fuera de
control, creando a la larga una obsesión.
El hechicero tradicionalmente ha aclarado su imaginación
con rituales de destierro, ceremonias breves de circunvalación
diseñadas para limpiar el aura propia con luz y salvaguardarla de
una contaminación posterior, al menos por un corto tiempo. Los
magos del tipo rosacruz han adoptado generalmente el ritual del
Pentagrama para esto, pero aunque es muy efectivo, depende
simbólicamente del sistema qabalístico y por lo tanto no es
adecuado para cualquiera que quiera evitar colgar ese lastre
alrededor de su cuello. En su lugar ofrezco un rito que me dio uno
de mis maestros, Frater O.T.L., que me dijo que era invención del
hechicero inglés Austin Osman Spare (1886-1956). Durante todo
mi estudio posterior de Spare, nunca lo he visto impreso, pero
funciona y lo he usado durante años con buenos resultados.
También tiene la ventaja de la simplicidad. Una vez lo sepas,
puedes hacerlo en pocos segundos justo en tu imaginación, y no
hay ni un solo símbolo místico en él.
Para empezar, cierra tus ojos e imagina una línea vertical de
luz blanca, pasando desde el nadir hasta el zenit justo a través del
punto de vista posterior a tus ojos.
A continuación imagina un punto de luz a unos sesenta

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centímetros frente a este punto de vista. Con este punto traza un
círculo horizontal alrededor de tu cabeza, bajando tu espalda, por
debajo de tus pies, y subiendo de nuevo hacia la parte alta de tu
cabeza. Después traza otra elipse desde la parte alta de tu cabeza
hacia abajo por un lateral, por debajo de tus pies, y subiendo por
el otro lateral hacia la parte alta de tu cabeza. Cuando hayas
terminado, tu punto de vista debería estar en medio de una jaula
que se parezca a esto:

Con tus fortificaciones ahora en su lugar, puedes limpiar tu


imaginación. Para hacerlo convierte la línea que visualizaste al
principio en un pilar de fuego y haz que se expanda a través de tus
tres anillos. Conforme lo haces, arroja a las llamas las imágenes
de cualesquiera pensamientos o fantasías persistentes y contempla
cómo arden allí, quedando nada más que los tres brillantes anillos
blancos.
Y eso es todo.
Aparte de servir para limpiar tu mente antes y después de las
operaciones mágicas, el destierro es tu primera defensa contra los
pensamientos obsesivos de tu interior, y de cualquier tipo de
ataque psíquico desde el exterior. Los rituales de destierro
también tienen el lado beneficioso de endurecer el aura del
hechicero, formando un caparazón psíquico que mantendrá su
consciencia unida y desviará las intrusiones penetrantes del
mundo externo. Desterrando con frecuencia (cuatro o cinco veces
al día durante el resto de tu vida), el hechicero desarrollará un
aura tan dura que será capaz de abandonar muchos de los
frecuentes hábitos defensivos que podrían haberse apegado a su
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actitud personal. El destierro es así una herramienta esencial para
el aspirante a hechicero, y es vital convertirlo en un hábito.

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VII. Conjurando
Definiremos la conjuración como cualquier intento de usar
poder 'psíquico' o 'espiritual' para provocar un cambio deliberado,
sea en el yo del hechicero o en sus circunstancias. Por lo tanto la
oración a una Deidad en la que se tiene 'Fe' es una variedad de
conjuración, aunque una que ignoraremos aquí, en la que solo se
requiere la devoción, y ninguna habilidad. En la hechicería la
habilidad lo es todo, la fe muy poco y la perseverancia toma el
lugar de la devoción.
Pero entonces ¿perseverancia hacia qué? Esto es, ¿por qué
conjurar después de todo? Para ayudarte a hacer tu voluntad, por
supuesto, cualquiera que esta pueda ser. Algunos ejemplos:
Si tienes un talento para la venta, pero odias conducir,
conjura al demonio que hay en la raíz de tu aversión y fuérzalo a
estarse quieto. Y mientras estás en ello, podrías dinamizar a tu
espíritu de la memoria –lo mejor para recordar los nombres de tus
clientes, sus números de teléfono y las virtudes de tus existencias
comerciales.
Si eres un consumado político, pero nada orador, convoca a
tu espíritu de la elocuencia, dinamízalo y úsalo para cargar
talismanes a llevar cuando hables y escribas. Y quizá también
podrías invocar los poderes de la perspectiva para que puedas ver
a través de los ojos de las facciones que debes reconciliar,
descubriendo las posiciones que sienten que deben mantener y
formas en las que puedas persuadirlos a ceder en lo no esencial.
Si eres un atleta, conjura al espíritu que relajará tus tensos
músculos para que se estiren en lugar de desgarrarse. Y también
podrías buscar dentro de ti los poderes que te darán la agilidad,
consciencia de las funciones corporales y estallidos de energía
repentina que necesites para competir efectivamente.
Si eres un neurótico sexualmente reprimido, convoca al
demonio de tu madre-instilada (o cualquier que sea) y golpéalo en
la picota, después conjura a tu marchita sexualidad para que
pueda ser alimentada, sanada y por otra parte animada a florecer.

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En resumen, llama a los poderes que ayudarán a tu genio
natural a emprender el vuelo, y aprisiona a los demonios que
trabajan agarrando y tirando hacia su fango.
Pero cuando se mira de esta forma, la hechicería de ninguna
manera parece hacer milagros en absoluto, siendo sino solo (como
hemos dicho) una psicotecnología. Esta es una buena forma de
contemplarla, pero incluso una psicotecnología puede ofrecer
'milagros' si puedes extender los límites de la “psique” bastante
más allá. En teoría nuestras mentes inconscientes en última
instancia se fusionan con la Mente de Dios, por lo que si lo
podemos trabajar profundamente, Todas las Cosas estarán sujetas
a Nuestras Voluntades. Pero entonces la moralidad de este tipo de
trabajo es dudosa. En el nivel más inocente son poderes como la
precognición, en los que uno lee las tendencias cósmicas y pone
la propia vida (o incluso la cartera) en armonía con ellas. En el
nivel más corrupto son poderes que acorralan a objetos sexuales
recalcitrantes y dan ataques al corazón a nuestros tíos ricos.
Dos puntos necesitan hacerse aquí:
1) La Hechicería solo es una herramienta, lo que hagas con
ella, para bien o para mal, es responsabilidad tuya. Un cuchillo de
cocina es solo una herramienta también. Puedes pelar patatas con
él, o puedes pelar a tu hermana. La única diferencia entre la
hechicería y los cuchillos es que puedes creer que es más seguro
maldecir a tu hermana con cinco docenas de diablos que rebanarla
y picarla, ya que los policías no pueden cogerte por una
maldición. Quizá no, pero entonces tu karma puede, u otro
hechicero, o todos esos diablos de camino a casa desde el trabajo
después de que tu hermana choque con su coche contra el pilar de
un puente. Si usas magia para “conseguir” (sea “conseguir ser
rico”, “conseguir follar” o “conseguir desquitarte”) en lugar de
para “ver” o “comerciar”, “encontrar” o “hacer”, pondrás un muro
entre tú y el resto del universo –entre el que consigue y lo
conseguido– y así te impides acceder a la fuente de tu poder.
2) Es más seguro conjurar para mejorar tu habilidad para
hacer tu voluntad que conjurar para hacer que el mundo se
conforme a tu voluntad. Cuando te cambias, no envías ondas de

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poder afuera, al mundo, y por ello no tienes que temer que te
salpique. Pero cuando intentas hacer que los eventos externos
respondan a tus órdenes, dichas repercusiones son una amenaza
constante. Examinaremos algunos de estos peligros cuando
lleguemos al Capítulo IX.
Por supuesto, no obstante, usas poder en la hechicería, tienes
que llamarlo al principio, es para lo que estás conjurando. Si
sigues una práctica mágica convencional, harás tu conjuración
simulando el poder que quieres hasta que responda desde las
profundidades de tu psique y por ello se vuelva disponible para
hacer tu voluntad. La forma en la que puedes mimetizar a un
poder es vestirte con un traje de simbolismo, “poniendo”
imágenes que se lo recuerden a la mente. Entonces dinamizas tu
estado mental a través de las técnicas del ritual –danzando y
cantando, sexo y sacrificio, vino e incienso y extrañas drogas.
Cuando tu emoción se haga lo suficientemente fuerte para aplastar
cualquier inhibición, la simulación se vuelve realidad y te sabrás
por el dios, preparado para hacer tu voluntad sobre el mundo.
Por supuesto que esto significa que el aspirante a hechicero
debe saber por adelantado qué poderes están disponibles para ser
mimetizados, y qué tipo de acto se requiere para cada uno. En la
práctica mágica convencional este conocimiento es suministrado
por una tradición oculta. El mago se suscribe a una de estas al
comienzo de su carrera, marca su simbolismo en su memoria y
organiza todos sus poderes en sus términos. En Occidente la
principal tradición es la de los Rosacruces, que creció del estudio
de la Qabalah por los cristianos librepensadores. Los hechiceros
que se suscriben a ella ordenan sus poderes de acuerdo a las diez
“esferas” del qabalístico “Árbol de la Vida” y los veintidós
“senderos” que las conectan. Cada lugar sobre el Árbol es el
hogar para un poder y tiene su propio conjunto de símbolos
relevantes: colores, números, plantas, drogas, metales, nombres
de dios, imágenes de dios. Un neófito en una orden Rosacruz será
adoctrinado con este simbolismo hasta que fluya con él, capaz de
vestir sus rituales para que sean específicos para cualesquiera
poderes que desee invocar.

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Una tradición menos intelectualizada en hechicería es la del
Vudú haitiano. En el Vudú los varios poderes son llamados “loas”
y son evocados a través de la danza, con la que 'montan' al
hechicero en una posesión dramática. Durante este tiempo pueden
conferir conocimiento y poder y ejecutar hechizos mágicos. Pero
antes de que un haitiano reciba su iniciación como houngan (o
mambo, en caso de que sea una mujer), primero debe dedicar un
largo periodo como servidor –un aprendiz en el templo de un
houngan. En dicho tiempo verá de primera mano las posturas y
actitudes que el cuerpo de su maestro asume cuando los diferentes
loas reemplazan su alma. En la danza que sigue a su propia
iniciación, el nuevo houngan empezará a mimetizar los
movimientos de los varios loas, hasta que los mismos loas son
atraídos desde su inconsciente y toman el control en una genuina
posesión. Como los rosacruces, el sacerdote Vudú simula la
naturaleza del poder inconsciente mientras los tambores
martillean su mente consciente hacia el olvido. Cuando la deseada
mímica encuentra el verdadero poder, el poder fluye dentro del
alma del sacerdote y tiene una oportunidad para dirigirlos hacia
sus propios fines.
Dependiendo de la cultura, cada escuela de hechicería tiene
sus propias costumbres típicas para los poderes que define. Un
rosacruz debe aprender que el cambio destructivo es atribuido a la
quinta esfera del Árbol de la Vida –Geburah, que significa
severidad. Su arcángel es Kamael, su ángel es Zamael, su espíritu
es Bartzabel. Su color es rojo, su hierba es la ortiga, su droga es el
tabaco, su metal el hierro. Por otro lado, el aprendiz de houngan
sabe que el loa guerrero es Ogoun. Ogoun es severo, es un
herrero, bebe rom, fuma tabaco. Y ya que el Vudú es una
hechicería de África Occidental bajo un barniz de Catolicismo
romano, él es atribuido a San Jorge. Cuando Ogoun monta a un
houngan, el hombre ondea salvajemente su machete mientras
danza, y lo usa para empujar y golpear a los miembros de su
sociedad. Independientemente de su conducta normal, cuando
Ogoun le monta, el houngan asume una actitud de arrogancia
imperial.

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Así que ya sea europeo o caribeño, el hechicero que depende
de una tradición se ata voluntariamente a ella, justo desde el
mismo principio. Esto está obviamente reñido con el propósito
declarado en el Capítulo III, y por ello debemos adoptar un
acercamiento no tradicional.
El que ofrecemos fue formulado en primer lugar por Austin
Osman Spare, el inglés que nos dio (supuestamente) el ritual de
destierro no tradicional descrito en el último capítulo. Para Spare,
la fórmula del mimetismo era ridícula. “¿Es por la simbolización
que nos volvemos lo simbolizado?” cuestionaba en The Book of
Pleasure (1913). “¿Si yo me coronara a mí mismo como Rey, eso
me haría Rey? Más bien sería un objeto de repugnancia o
lástima”. Sentía que no hay necesidad de usar rituales elaborados
para emular a la divinidad, porque toda vida ya es divina y una
criatura puede darse cuenta de esto en la práctica solo si es capaz
de liberarse de los límites del instinto, la pasión y la creencia.
Tampoco tiene que asimilar un simbolismo tradicional, tanto
porque cualquier cosa tradicional está inevitablemente fuera de
fecha, como porque también los más potentes símbolos para
cualquier hechicero dado pueden encontrarse dentro del propio
inconsciente del mismo, su conexión real con el poder en la
fuente de todos nosotros.
Pero si uno no imita la conducta de los poderes en el propio
pozo oscuro, ¿cómo consigue que respondan? Spare encontró la
respuesta a esto en el comportamiento del mismo inconsciente, en
su reacción refleja a la represión y negación.
Para trabajar la técnica de Spare, el hechicero no usa el
ritual para invocar al poder que necesita para lograr su deseo. En
su lugar obtiene su deseo sofocando el pensar en él. No se permite
considerarlo, y si fuera a entrar furtivamente en su corriente de
pensamiento, lo suprimiría tan pronto como notara su presencia.
Spare lo llamó represión deliberada “haciendo al deseo
orgánico”. Cuando nos fijamos en un deseo en nuestras mentes
conscientes, nos involucramos en intentos racionales por
satisfacerlo, intentos que atan nuestra energía en esquemas
estructurados que se oponen a la esencia fluida del poder.

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Gastamos nuestra energía tejiendo sueños –complejidades de
método y motivación, expectación y miedo al fracaso– velos que
nos impiden vernos como nodos de poder enlazados directamente
al Infinito. Pero cuando reprimimos nuestros deseos, se alejan de
la consciencia para entregarse a sí mismos –convirtiéndose en
entidades discretas– y si podemos verter suficiente energía en
ellos (aunque mientras mantengamos el pensamiento sobre ellos
fuera de nuestras mentes de vigilia), se sumergirán en el
manantial del Destino, donde la energía será capaz de ajustar el
flujo del Destino de acuerdo a nuestras voluntades.
Por lo que yo sé, Spare fue único en su uso de este
mecanismo de la represión. Todos los otros sistemas de hechicería
–desde el Vudú y el Tantra a la Wicca y los Rosacruces– usan
alguna variación del ritual de identificación para invocar el poder.
Por supuesto, la represión se conoce mejor como una función
patológica que creativa. Se considera una causa principal de la
neurosis, la neurosis histérica en particular, habiéndosele
atribuido incluso a ella los fenómenos de poltergeist. Pero eso es
enfermedad, no hechicería, y los únicos poderes que aporta son
demoníacos –de ningún uso para nadie. El hechicero es
completamente consciente de su propósito y plan antes de
empezar, para que su operación triunfe, toda su voluntad, deseo y
creencia deben estar detrás de ella. Es solo cuando lo tiene todo
en orden y empieza su trabajo, que debe limpiar su pensamiento
de su propósito.

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VIII. La Técnica de A. O. Spare
para la Conjuración Elemental
Para conjurar con éxito, entonces, el hechicero que usa la
represión debe sofocar su deseo para que se separe de su ego, y
después dinamizarlo para que pueda llevar a cabo su misión. Y
debe ser dinamizado, el simple olvido no es suficiente. Un
neurótico sexualmente reprimido, por ejemplo, dinamiza a su
demonio cada vez que su madre le pide que la lleve al cine el
viernes por la noche. Nuestros deseos de corazón merecen tanto,
que por ello necesitamos una manera de cargarlos con verdadera
emoción. Por esto Spare recomendaba el uso del “principio Ni lo
Uno-Ni lo Otro” para producir un tipo de energía a la que llamó
“creencia libre”.
El principio Ni lo Uno-Ni lo Otro afirma que no hay verdad
en ningún lugar que no esté equilibrado por una verdad
igualmente opuesta en algún otro lugar, y solo hay perspectiva y
circunstancia para determinar lo que parece más verdadero en
algún momento dado. Para aplicar este principio a la conjuración,
espera hasta que estés absolutamente seguro de que algo es cierto,
después busca su opuesto1. Cuando lo encuentres, has de oponerlo
a tu 'verdad' y que se aniquilen lo uno a la otra tanto como
puedan. Cualquier residuo deberías oponerlo a su opuesto, y así
hasta que tu verdad se haya desmembrado y la pasión detrás de
ella convertido en energía no dirigida –creencia libre. Aplicando
el Ni lo Uno-Ni lo Otro podemos destripar las convicciones sin
sentido que nos obsesionan cada día y usar el poder liberado para
causar los cambios que deseamos.
Una vez generada la creencia libre, el hechicero debe
enfocarla en su deseo sin permitir al deseo contaminar su
pensamiento. Para lograrlo, Spare hizo uso de los sigilos –figuras
1
El Ni lo Uno-Ni lo Otro funciona contra toda limitación, objetos materiales así como
opiniones políticas y emociones del corazón. Si tu “verdad” es, por ejemplo, el hecho
de que tu casa existe, simplemente mira por adelantado a través de los años,
imaginando su lenta decadencia hasta que finalmente retorna a la tierra, aunque se
necesite un glacial para triturarla.

27
lineales que el hechicero diseña para representar sus deseos. Los
sigilos sirven como vías para que enfoque la creencia libre en sus
deseos sin perturbar su sueño inconsciente. Al usar la libre
creencia para quemar un sigilo en su imaginación, el hechicero
empuja al poder a través de su psique profunda hacia la Mente de
Dios, donde puede surgir cualquier inspiración o casualidad que
pudiera requerir.
Pero su sigilo debe ser especial, no servirá cualquier diseño.
Debe ser psíquicamente significativo incluso cuando no aporte
indicación del deseo que representa, y por ello no podemos usar el
simbolismo tradicional. Si, por ejemplo, un hechicero usara el
símbolo astrológico del sol para designar su deseo de un salario
superior, sería fácil para su mente seguir una cadena lógica que
condujera a pensamientos de energía y oro, la sustancia y símbolo
de la riqueza. En un abrir y cerrar de ojos él estaría hablando de
su falta de él, derrotando su esfuerzo por reprimirlo. Por ello
necesitamos una forma de diseñar sigilos que no recuerden a nada
en absoluto.
Spare nos ofrece un método tan simple que puede incluso
ser perfecto. El hechicero simplemente escribe su deseo en una
frase concisa, elimina las letras duplicadas y después usa las
restantes para hacer un diseño lineal. Si, por ejemplo, quería traer
a casa un sueldo mayor, su frase podría ser: “Permíteme ganar
más de Morten”, siendo Morten su jefe. Su sigilo podría parecerse
a este:

Una vez el hechicero ha diseñado su sigilo, debe


encomendarlo a la memoria. Debe estar tan firmemente ahí, que
pueda evocarlo en su imaginación cuando sea que la libre

28
creencia esté disponible para cargarlo.
Tan pronto como esté seguro de la forma de su sigilo, el
hechicero debe empezar a mantenerla tanto a ella como a su deseo
fuera de su pensamiento. Simplemente no se permitirá
considerarlos. En The Book of Pleasure Spare escribió que cuando
un sigilo salta a la corriente normal de pensamiento del hechicero,
debe echarlo deliberadamente, olvidándolo por un acto de
voluntad. Esto lo activa por lo que “domina en el periodo
inconsciente, su forma se nutre, se le deja apegarse a la
subconsciencia y volverse Orgánico”. De esta forma su sigilo es
plantado, preparado para ser regado con cualquier libre creencia
que pueda verter sobre él.
Para realizar este riego en la práctica real, el hechicero debe
entrar en un estado de vacuidad, generar libre creencia y enfocarla
en la concentración sobre su sigilo.
La vacuidad es un estado de no pensamiento, un espacio
limpio parecido a lo que hace un destierro. Aunque no menciona
el destierro en The Book of Pleasure, Spare sugiere que la
vacuidad puede producirse a través de largas caminatas, tenis,
alcohol, mantras y posturas de yoga, incluso jugando en solitario
–cualquier cosa que mantenga la mente consciente del hechicero
en espera para que no obstruya su sigilo. También, podría yo
añadir que la fuerte pasión convertida en libre creencia a menudo
resulta en vacuidad, simplemente porque la libre creencia es tan
intensa que no permite que ningún pensamiento coherente
permanezca en nuestra mente. En dichos casos es imperativo que
la energía se enfoque en un sigilo, si no se desmoronaría,
volviéndose comida para el peor tipo de bicho mental.
Una vez lograda la vacuidad, el hechicero reunirá cualquier
libre creencia que pueda y la usará para visualizar su diseño.
En el caso de la magia para el trabajo de nuestro hechicero,
podría él encontrarse capaz de cargar su sigilo después de que su
esposa le pregunte, “¿Cuándo vas a pintar ya la casa?” después de
la decimoquinta vez. Lleno de resentimiento por su malhumorado
tono, dejaría de jugar al béisbol y se dirigiría hacia el garaje,
reconocería que su irritación es un poder apto para cambiarlo a

29
libre creencia. Así conforme su ego se amortigua por el raspar de
su espátula, considerará la manera abrasiva de su esposa. Una vez
su irritación se haya desarrollado al máximo, se sentiría
contrariado al recordar que había prometido pintar la casa, que
había estado posponiéndolo desde el otoño pasado, y que el
trabajo será más sudoroso a medida que el verano se hace más
caluroso. Estas perspectivas contrarias se cancelarían la una a la
otra en gran medida, pero quedaría un residuo: un fastidio hacia la
casa por necesitar pintura después de todo. A esto opondría el
hecho de que todo se deteriora, y si deseaba detener el deterioro
tendría que suministrar una protección efectiva. Pero esto le
dejaría con la inevitabilidad de la decadencia en sí misma, que es
la base para el Primera Noble Verdad de Buda –que Todo es
Dolor. Destruiría este estado de ánimo buscando lugares de placer
a mano, mirando a un tulipán rojo fuego o al cielo azul oscuro,
quizá vislumbrando incluso una minúscula gaviota desplazándose
sobre altas brisas.
En este momento el fastidio de nuestro hechicero no tendrá
base racional y la energía que ha generado resintiéndose de su
esposa solo existirá como una potencia indiferenciada –libre
creencia. Él puede enfocar esto en su deseo por un sueldo más
elevado cerrando sus ojos, visualizando su sigilo y usándolo para
llenarlo con poder. El sigilo debería arder brillantemente bajo este
estímulo, al rojo vivo contra el brumoso telón de fondo, hasta que
la libre creencia se apague y la irritación original esté cerca del
olvido. Entonces el diseño se desvanecerá y el hechicero lo
olvidará hasta que una nueva fuente de libre creencia se presente
y lo llame para recargarlo. Continuará empapando con su libre
creencia su sigilo hasta que Morten le de más horas
extraordinarias, aumente las responsabilidades, o una oportunidad
para aprender un trabajo de mayor sueldo. O quizá el hechicero se
dará cuenta de que el trabajo debe fracasar, en cuyo caso
abandonará el sigilo y elegirá un curso diferente contra su
problema.

30
IX. La Gracia Salvífica del Fallo;
los Peligros del Éxito
Así que tenemos la técnica que Austin Spare dio para el
estudiante principiante de hechicería. Antes de que continuemos
con la hechicería para los más avanzados, deberíamos echar un
vistazo a lo que sucede en el caso de éxito o fracaso cuando se
conjura, y las formas en que podemos evitar ciertas trampas antes
de que nos dejemos caer en ellas.
Realmente, el fallo a menudo no es un problema real. Nada
sucede, por supuesto, pero usualmente se puede vivir con eso.
Con la reflexión el hechicero a menudo se dará cuenta de que su
deseo estaba un poco más allá de él de todos modos, como el
deseo de un hombre sin dinero que conjura para ganar el amor de
la bella hija de un hombre rico. Incluso si pudiera conseguir su
corazón, su felicidad a largo término se haría más difícil, y
probablemente sería desgraciado antes de que acabara el año.
Pero él lo sabría desde el principio, al menos subliminalmente, y
por ello su creencia estaría en desacuerdo con su voluntad y
deseo. Spare nos dice que voluntad, deseo y creencia deben estar
unidos para que la magia tenga éxito, y a partir de mi ejemplo, de
todos modos el hechicero puede estar mejor si falla cuando no lo
están.
Es cuando tenemos éxito que nuestras mismas pieles pueden
estar en peligro.
El peligro del éxito viene cuando el hechicero tiene una
noción errónea de las dinámicas del Destino. Las acciones
mágicas tienen reacciones justo como las acciones en el mundo
físico, y un resorte espiritual puede ser tan incapacitante como un
cable que se rompe a toda velocidad y te corta la pierna.
La naturaleza de este juego de acción y reacción puede ser
bellamente descrita en términos de la física convencional. Para
este ensayo, de todos modos, nos confinaremos a tres principios
generales: 1) resistencia en el circuito, 2) inercia y 3) descarga de
energía. Puede haber otros tan importantes, pero estos tres dan

31
una buena imagen de las cosas que pueden torcerse después de
una conjuración exitosa, y cómo dicho infortunio puede evitarse.
1) Resistencia. Ningún circuito eléctrico es perfecto.
Excepto a temperaturas cercanas a cero, el movimiento de los
electrones genera calor, poder que se pierde en el aire. Este tipo
de resistencia interna también se aplica a la hechicería. En
cualquier momento que intentes influir en el mundo externo,
incluso si esperas pagar por cualquier cosa que esperes conseguir,
perderás un poco de algo. Conseguirás lo que quieres, pero no
será indoloro por completo.
Por ejemplo, un hechicero que conozco posee una tienda
minorista. Con el fin de acelerar su negocio, hizo una vitrina con
un talismán ceremonialmente cargado escondido en medio de ella.
El tráfico a través de su tienda aumentó dramáticamente, pero
también lo hizo su nivel de robos. Hizo mucho más dinero que el
que habría tenido sin el talismán, pero no tanto como el que
habría podido tener.
2) Inercia. La inercia en hechicería no es la misma que la
inercia en la física, pero está lo suficientemente cerca para usar la
palabra, especialmente ya que no conozco otra que se adecue.
Para nuestros propósitos aquí, inercia significa que lo que la
magia une permanece unido hasta que la magia lo libera, y su
efecto es más evidente en los asuntos del corazón. Si conjuras un
amor inmortal para siempre en John Doe, te encontrarás atado por
el amor inmortal de John para siempre, aunque solo necesites una
semana para darte cuenta de que detestas al bastardo. La energía
que lo trajo a ti lo mantendrá contigo –a menos, por supuesto, que
vuelvas a tu psique profunda para invocar la energía de la
desunión y la dirijas contra tu relación. El problema con esto es
que una vez la desunión empiece, puede ser difícil de detener y
nosotros mismos realmente solo somos nudos y marañas de Luz,
bastante fáciles de desenredar. Si maldices tu unión, maldecirás
una parte de ti mismo, y puedes acabar perdiendo tu figura, tu
rostro, o incluso tu mente antes de deshacerte de él.
Una alternativa igualmente bochornosa es conjurar solo para
sexo. El problema aquí es que todo lo que conseguirás será sexo.

32
Incluso si la magia te trae a tu alma gemela, tu único y solamente
tuyo amor. Exacto, todo lo que conseguirás será sexo, y nunca
oirás de él/ella de nuevo después de esa única maravillosa noche.
La solución aquí es no enviar energía para atraer a otra
persona, sino usar tu poder para hacerte atractivo para otras
personas en general. De esta forma no estarás intentando obligar a
alguien, sino hacerte irresistible, y así mantendrás el derecho para
elegir y escoger, para seguir el amor a dondequiera que tu
voluntad pueda conducir.
3) Descarga de energía. Las dinámicas de la descarga de
energía son relevantes cuando un hechicero maldice a otra
persona, y también cuando un hechicero conjura para hacerse
rico.
Cuando un hechicero invoca poder para una maldición, la
energía está destinada a separar todos los componentes
contradictorios dentro de la personalidad de un enemigo. La
maldición es un paquete de miedo, ira y confusión diseñado para
enconarse en la psique de la víctima hasta que enferme o se
vuelva loco. El peligro viene cuando la 'víctima' está más en
equilibrio con su vida de lo que lo está el hechicero con la suya.
Entonces la fuerza no encontrará mal con el que alimentarse, y
retornará al pobre tonto que la conjuró y se dará el festín con él.
Cuando la víctima es esencialmente inocente y el hechicero
esencialmente corrupto, el poder fluye donde el trabajo sea más
fácil y el hechicero saborea su propio veneno.
La mejor alternativa aquí sería simplemente no maldecir en
absoluto. Puedes usar el poder mágico para autoprotección o para
defensa en caso de ataque, pero nunca será cosa de sabios iniciar
hostilidades. Incluso el hechicero más negro tiene su propósito en
el flujo del Destino, y si lo viola, el Destino tratará con él a su
propia manera. A menos que alguien realmente te ataque, harás
mejor en recordar tus propios negocios y dejar el mantenimiento
de la paz psíquica a Dios.
El concepto de poder descargándose a lo largo del sendero
de menor resistencia también se aplica a la hechicería hecha para
producir abundancia material. La resistencia aquí no es la

33
resistencia interna mencionada antes, sino en su lugar un producto
de esa ley universal de la naturaleza: No Puedes Conseguir Algo
Por Nada. No es calor residual, es el Departamento de Cuentas
Cósmicas, y funciona como esto:
Si usas magia para sorber riqueza del mundo, fluirá desde la
fuente disponible más cercana –tú y aquellos a los que amas. Si
no tienes nada de valor para contribuir voluntariamente (digamos
una habilidad o unas acciones comerciales), entonces el efectivo
vendrá de cualquier cosa que esté a mano, indiferentemente de tus
esperanzas y sueños. Las dos formas clásicas de 'éxito' aquí son
las que resultan en liquidaciones de seguros y herencias. Las
herencias implicarán la muerte de alguien querido, las
liquidaciones de seguros la muerte o un daño sobre tu propia
persona.
Una vez mantuve relación con un hechicero, un adepto por
lo menos, que realizaba magia para conseguir dinero y recibió
grandes cantidades en dos ocasiones diferentes. La primera vez
iba en su moto y tuvo que frenar en pleno tráfico sobre una
mancha de aceite. Su compañía de seguros fue bastante generosa.
En la segunda ocasión se ganó una hernia mientras levantaba una
caja de lechugas y consiguió tener una buena operación y meses
de compensación del seguro laboral. Parecía satisfecho no
obstante con el intercambio, lo cual supongo que era su
prerrogativa.
Pero esto no quiere decir que no deberíamos usar magia para
hacernos más ricos. El problema viene cuando intentas conseguir
riqueza sin producirla, por ello lo que deberías es usar la
hechicería para obtener el conocimiento y habilidad necesarios
para adquirirla por ti mismo. Ya sea que conjures habilidad con
los ordenadores (PCs) o un ojo previsor sobre el mercado de
valores, estarás usando tu poder para mejorarte en lugar de pedirle
riqueza a Dios. Después cuando finalmente tengas éxito, tu ajuste
a la nueva situación será tu única preocupación, en lugar de una
visita sorpresa por el hombre del cobro cósmico, el músculo
espiritual que irrumpirá en tu vida y te romperá las piernas
emocionales.

34
X. Un Breve Vistazo a la
Conjuración Avanzada
Con la técnica de los sigilos dinamizada por la libre
creencia, completamos el primer nivel de nuestra magia, aunque
sea más bien elemental. Hay mucho más, mucho de lo cual es
(aunque no todo) invención de nuestro amigo Spare. Aunque él
nunca publicó todos los detalles, insinuó un completo nivel
superior de trabajo, y cuando combinamos estas insinuaciones con
los escritos de su biógrafo, Kenneth Grant, podemos sintetizar un
sistema de gran poder. Pero esto también implica considerable
riesgo. Mientras que el operador competente puede llevarlo tan
lejos como se atreva, el incompetente puede meter la pata justo
dentro del manicomio, la cárcel o su tumba. Las palabras clave
aquí son meter la pata, queriendo decir que no se debería
continua hacia una fase avanzada hasta que se esté completamente
familiarizado con la de principiante. E incluso después de que
tengas algo de experiencia mágica, todavía debes tener cuidado en
tomarte tu tiempo, porque si te apresuras podrías tropezarte con
algo desagradable. Nuestras mentes inconscientes están llenas de
serpientes –miedos e iras que difícilmente sabemos que tenemos–
y hasta que los agitas y remueves nunca sabrás sus verdaderas
naturalezas y poderes. Este sendero funciona. Hay poder aquí, y
cuando hay poder, la oportunidad para la destrucción es tan buena
como para la creación. Es decir, si lo dejas al azar. Si te tomas la
molestia de hacerlo bien, puedes tejer tu camino entre tus agujeros
negros y finalmente emerger en la fuente de toda creación, cada
una de tus serpientes esperando recibir tus órdenes. Si eres
descuidado, puedes destruir tu alma.
Nuestra técnica avanzada para conjurar recuerda a la magia
tradicional en que el hechicero distingue muchos diferentes tipos
de poder disponibles, los viste a cada uno con su propio símbolo y
nombre, y después los llama cuando los necesita a través de la
meditación, la salmodia (mantra), la danza e incluso la actividad
sexual. Nuestro método se difiere de la magia tradicional en que

35
el hechicero no formula conscientemente su propósito durante la
operación, sino trabaja para atraer el poder de una forma cruda e
inarticulada y lo usa para dinamizar un sigilo –todo el tiempo
haciéndolo lo mejor que se pueda para evitar pensar en lo que
realmente quiere. Y a diferencia de las escuelas tradicionales de
hechicería, aquí no hacemos intento alguno de estructurar los
poderes de 'ahí abajo' en un arreglo universal. Un hechicero
usando este sistema simbolizará los poderes tal y como los
encuentre, tanto en sí mismo como en el mundo que le rodea, y
cuando encuentre patrones y estructuras en su arreglo, ese será un
descubrimiento solo para sí mismo, una propina interna sobre
cómo su alma se conecta a la Mente de Dios.
Finalmente, nuestro sistema difiere de la hechicería
convencional en que las imágenes reales que el hechicero usa para
simbolizar el poder no tienen un origen tradicional, sino son
productos de su propia mente inconsciente. Él no toma sus
símbolos de la mitología, el folclore o la especulación filosófica,
sino en vez de ello, la tarea de diseño y nomenclatura se vuelve
hacia su propia psique profunda. Austin Spare perfeccionó una
técnica para alentar al inconsciente a expresarse a sí mismo de
esta forma, y la llamó “dibujo automático”.

36
XI. Dibujo Automático
El dibujo automático es un método para extraer contenidos
inconscientes desde las profundidades y solidificarlo con papel y
tinta, permitiendo así al artista sujetarlos al escrutinio de su razón
y voluntad. Spare dio su más clara explicación de este método en
un ensayo llamado “Automatic Drawing”, que escribió con su
protegido Frederick Carter e incluyó en el primer número de la
revista Form (Londres, 1916). Spare y Carter resumieron la
técnica así:

Un esbozo “automático” de líneas retorcidas y


entrelazadas permite al germen de idea en la mente
subconsciente expresarse, o al menos sugerirse a la
consciencia. A partir de esta masa de formas procreadoras,
llenas de falacia, un débil embrión de idea puede ser
seleccionado y entrenado por el artista hasta un completo
crecimiento y poder. Por este medio se puede recurrir a las
más insondables profundidades de la memoria, y los
manantiales del instinto aprovechados.

Para Spare, las “más insondables profundidades de la


memoria” tienen su parte más baja en el seno del Absoluto,
alcanzando así la raíz de toda existencia, y desde los “manantiales
del instinto” vienen todos los poderes que podríamos necesitar
para hacer nuestras voluntades. Con el dibujo automático el
hechicero da a su psique profunda una oportunidad para
describirse a sí misma en sus propios términos, y sin la
interferencia de su ego. Una vez el hechicero reconoce sus
insinuaciones, puede dibujar conscientemente los detalles
necesarios para poner sus poderes a completa exposición visual,
especificando su naturaleza y función para los propósitos de la
hechicería, aun cuando se les ahorra la rigidez de una definición
verbal.

37
Dos dibujos automáticos de
Spare, de Automatic Drawing

38
El dibujo automático es una
de las prácticas psíquicas más
fáciles, y relativamente2 seguras
en la medida en la que el operador
no tenga miedo de su propio yo.
“Los peligros de esta forma de
expresión vienen del prejuicio y
la inclinación personal de
naturalezas tales como las fijadas
a la convicción intelectual o la
religión personal (intolerancia).
Estas producen ideas de amenaza,
desagrado o miedo, y se vuelven
obsesiones”. Por ello el cristiano
que descubre que dibuja diablos
empezará a temerse a sí mismo; el
pagano simplemente se divertirá –
o se sentirá advertido, de todos
modos. Pero entonces el diablo-
temor y el dogma son la sustancia
principal de Ni lo Uno-Ni lo Otro,
y deberían haber sido devorados
para el tiempo en que el hechicero
empiece el trabajo de este nivel.
Antes de que el hechicero
pueda empezar a dibujar, primero
debe liberar su mano del control
de su conocimiento crítico
consciente. Debe empezar
enseñándola a dibujar por sí
misma, llenando página tras página con líneas retorcidas y formas
simples (árboles, caras, etc.) que salgan a partir de ellas. “La
Mano debe ser entrenada para trabajar libremente y sin control,
por la práctica de hacer simples formas con una línea continua
implicada sin reflexión posterior, esto es, su intención debería
2
Relacionado con la evocación, o incluso la proyección astral.

39
escapar justo a la consciencia”. Las líneas del hechicero deberían
danzar a lo largo de un garabato, buscando siempre un nuevo
espacio, nunca convirtiéndose en espirales autoencerradas.
Una vez su mano pueda trabajar por sí misma, el hechicero
está preparado para empezar. Debería decidir qué karma o poder
quiere representar, después diseñar un sigilo alfabético que
exprese este deseo. Lo reprimirá de la forma usual, creando el
deseo de dibujar el poder orgánico. Después entrará en un estado
de vacuidad, se concentrará en el sigilo y dejará que su mano
empiece a dibujar. Su deseo por conocer el poder, disuelto en el
sigilo, buscará el poder y le hará expresarse a través de su mano
independiente. “El dibujo debería hacerse permitiendo a la mano
correr libremente con la menor deliberación posible. A su
momento se descubrirá que los trazos evolucionan, sugiriendo
conceptos, formas y teniendo finalmente un estilo personal”. Una
vez estas formas sean obvias, el hechicero puede mejorarlas a
través del dibujo deliberado, pero siendo siempre fiel a la
sugerencia original, no permitiendo nunca que ningún prejuicio
dogmático distorsione sus dibujos. “La Mente en un estado de
olvido, sin deseo hacia la reflexión o persecución de sugestiones
intelectuales materialistas, está en una condición para producir
dibujos exitosos de las ideas personales de uno, de significado y
sabiduría simbólicos”.

De Automatic Drawing

40
XII. El Alfabeto del Deseo
El dibujo automático fue una de las principales herramientas
mágicas de Spare, pero esto es natural ya que él en primer lugar y
principalmente era un artista, tanto de profesión como por
predilección. Una persona con menos talento artístico podría no
ver el dibujo automático tan atractivo como para querer tomarlo
en serio. Un hechicero más verbal podría sentirse más feliz si se
especializara en la escritura automática, enseñando a su
inconsciente a enviarle sílabas pertinentes a través de sus dedos
escribiendo libremente, expresando sus profundos poderes a
través de nombres, hechizos y mantras resultantes. Y un hechicero
músico podría descubrir potentes ritmos, melodías y rimas
jugueteando con su instrumento mientras visualiza su sigilo. Lo
importante para el ego es quedarse fuera, dando al inconsciente
reino libre para así poder hacer su significado perfectamente
claro.
El dibujo automático, no obstante, tiene otro propósito, uno
importante incluso para aquellos de nosotros cuyas limitaciones
artísticas nos impiden algo más sofisticado que garabatear. Dicho
de forma simple, el dibujo automático es la mejor herramienta que
podemos usar para empezar a diseñar nuestro alfabeto del deseo.
El “alfabeto del deseo” es el nombre que Spare da a la
colección de símbolos o “letras sagradas” que todo hechicero que
persista con este método debe al final diseñar. Cada “letra”
(realmente una ideografía) representa un poder, o como Spare lo
llamaba, un “principio Sexual”3, una estructura inconsciente o una
variedad de energía que el hechicero reconoce o desea reconocer
dentro de su psique profunda. La letra actúa como una forma de
designar la naturaleza de esta fuerza, incluso mientras la mente
racional se deja en la oscuridad. Animando a su psique profunda a
diseñar este alfabeto, el hechicero crea su propio sistema personal
de símbolos, imágenes compactas que puede usar para invocar al
poder para cambiar su consciencia o cargar sus sigilos. Y ya que

3
Uno de los aforismo de Spare era que “Todas las cosas fornican todo el tiempo”.

41
estos glifos vienen directamente del propio inconsciente del
hechicero, están mucho más íntimamente conectados con él que
los símbolos de los sistemas tradicionales, haciéndole más fácil
elevar los poderes para hacer su trabajo.
Al principio, el hechicero encontrará sus letras casi por
accidente. Digamos, por ejemplo, que desea simbolizar la relación
del individuo con el Absoluto. Para este fin escribirá su deseo en
una sentencia compacta, convirtiéndola en un sigilo alfabético, lo
cargará y después empezará a crear dibujos automáticos mientras
se detiene en las imágenes. Conforme hace dibujo tras dibujo verá
varios seres y escenas dentro de las líneas, algunos preñados de
significados apropiados, otros más bien banales. Finalmente, sin
embargo, verá una figura que tipifica el juego de poder que desea
significar, y esta será la base de su letra. Esta figura
probablemente será lineal, como un carácter en un alfabeto, y
puede encontrarla en todo lugar en la red de líneas que es el
fundamento de su dibujo. Puede estar en el tocado de una mujer,
en el encuentro de dos rostros, o como parte de una maraña de
líneas por lo demás sin sentido. Lo que debe hacer es resaltarlo
tan a propósito como pueda y extraerlo del dibujo como totalidad,
refinándolo hasta que sea una letra utilizable.
En esto, no obstante, hay algún peligro. El inconsciente es
muy sensible a los símbolos que él mismo diseña, y por ello el
hechicero debe asegurarse de que cualquier carácter que use,
signifique lo mismo para su inconsciente que para su ego.
Por ejemplo, recuerdo una vez en la que yo estaba
intentando simbolizar un poder en particular y mi atención estaba
adherida a este arreglo de líneas (Glifo 1). Parecía apropiado, pero
no lo bastante unificado, así que lo redibujé como esto (Glifo 2) y
también como esto (Glifo 3). Por lo que tenía que elegir.

Al principio escogí (Glifo 3). Quizá atrajo a mi innato

42
sentido de la agresión. Desafortunadamente, en pocas horas la
agresión se infló en arrogancia, después se colapsó en vergüenza.
Una consulta con el I Ching me puso en lo correcto. (Glifo 2)
estaba bien, (Glifo 3) Era pura arrogancia.
Así descubrirás lo útil que es estar bien entrenado con el I
Ching, Tarot o algún arte similar, para ser capaz de obtener una
evaluación independiente de lo que tus letras representan
realmente. Por supuesto que la competencia en la adivinación solo
viene a aquellos que trabajan con ella durante varios años, pero de
todas formas debería llevarle a alguien que acaba de empezar con
la magia varios años alcanzar la fase de las letras sagradas. Que
todo neófito, entonces, se asegure de dedicar una porción de su
creencia libre a ganar habilidad con los oráculos. No se
arrepentirá.
Otro punto de precaución: asegúrate siempre de
complementar cualesquiera poderes que simbolices con sus
necesarios opuestos, esto evitará que tu lenguaje personal crezca
demasiado desequilibrado. Si descubriera mi letra para el poder
de la 'Victoria en el Conflicto' y me adelantara a usarla en la
hechicería sin encontrar primero las letra para 'Equilibrio' y
'Perspectiva', la preponderancia de la energía Marcial podría
destruirme. Mi gran interés en ella podría hacer que saliera de mi
inconsciente y se manifestara en mi experiencia. Sin las otras para
equilibrarla, yo estaría en peligro de una obsesión seguida por el
desastre personal.
Por la misma razón, si una persona está sesgada de alguna
forma, digamos por preferir el 'intelecto' a la 'emoción' o la
'intuición' (o cualquier otra cosa –las palabras fallan), entonces
debería asegurarse de que estas tendencias no distorsionen su
alfabeto del deseo. Incluso aunque difícilmente las use alguna vez
en esta encarnación, las letras para emoción e intuición deberían
estar ahí, por si acaso, y recordarle también que es un especialista
y todo no es un asunto de lógica.
Por supuesto, los sistemas tradicionales dirigen el problema
de las tendencias insistiendo en que sus estudiantes asimilen un
amplio espectro de símbolos, equilibrados estos en un esquema

43
geométrico como el Árbol de la Vida o la Rueda de los Cielos.
Que la técnica que ofrecemos en Robando el Fuego del Cielo no
puede asegurar dicho equilibrio, lo admito, es su gran punto débil,
porque el peligro de la unilateralidad psíquica es muy real cuando
trabajas una magia solitaria como lo es esta. La única solución
que puedo ofrecer es que aprendas un sistema como la Qabalah en
un sentido intelectual, entiendas las bases que tratas de cubrir, y
después te asegures de cubrirlas todas por ti mismo (de una forma
u otra) mientras haces evolucionar tu alfabeto del deseo.
La Qabalah también sirve como un tipo de lingua franca
entre los ocultistas, y como es la base simbólica para el Tarot, una
herramienta digna para la adivinación, si no tienes la intención de
marcar el Árbol de la Vida en tu aura, aun así es digna de estudio.

44
Un dibujo automático con letras sagradas, de Automatic Drawing

45
XIII. Las Variedades de las
Letras Sagradas
Todos estos detalles del alfabeto del deseo de Spare podrían
describirse mejor si diera unos pocos ejemplos vívidos de mi
propio alfabeto, pero no lo haré. Los únicos hechiceros que
revelan los secretos de sus letras sagradas son los necios. Spare,
por ejemplo, solo escribió que (Glifo 1) era su símbolo para
dualidad y ego, mientras que el inverso (Glifo 2) era su letra para
disolución y muerte. Pero aunque a menudo adornó sus dibujos
con líneas de letras sagradas, nunca reveló sus sonidos o
significados. Su alfabeto fue su propia creación, y lo destinó solo
para sí mismo.

Así que debes tomarte la molestia de desarrollar el tuyo


propio, pero eso será bastante fácil una vez estés seguro de que
estás preparado para empezar. Y después de que tengas una
docena de letras o así, la lógica de su diseño te ayudará a
determinar las formas necesarias de otras desconocidas. Las que
necesitarán más esfuerzo a la hora de dibujarlas serán las
primeras.
Pero aunque no te hable sobre mis letras, te hablaré sobre
qué tipos de poder encuentro que es necesario simbolizar,
precisamente así podrás conseguir una idea del terreno que
deberías cubrir. Estos podrían no incluir todas las categorías que a
la larga llenarás, o yo, pero servirán para indicar el panorama de
la investigación que debes hacer.
Por ello te doy las variedades de poder tal y como las veía a
31 de agosto de 1984.

1. Lugares y estructuras que forman tu psique. Estos incluirán

46
cosas que la gente llama “el ego”, “el inconsciente”, “el
cuerpo físico”, “los chakras”, “la Kundalini” y cosas así.
Están todos ahí, y depende del hechicero averiguar las
relaciones de unos con los otros.
2. Caminos o poderes que te llevan de un lugar en tu
inconsciente a otro. Estos son vitales para la proyección
astral, que es el asunto del siguiente capítulo.
3. Poderes para manipular los lugares y estructuras que forman
tu psique.
4. Reflejos condicionados, adquiridos como respuesta a tu
entorno. Estos incluyen cosas como conducir un coche,
comer con cuchillo y tenedor y mirar a ambos lados cuando
cruzas la calle. Los reflejos están ahí por una razón y muy
peligrosa de perturbar, a menos, por supuesto, que el
entorno que condicionó el reflejo no sea ya aplicable.
5. Fuerzas que descubres y están disponibles para hacer tu
voluntad. Estas podrían ser cualquier cosa desde el atractivo
sexual a un gracioso ingenio, desde la habilidad para dibujar
esquemas en la imaginación a la habilidad para detectar la
insinceridad en las transacciones comerciales. Cualquier
poder que puedas definir, puedas conjurar y por ello
requerirá una letra sagrada.
6. Demonios: reflejos que generan estados de ánimo
incontrolables, fantasías e incluso acciones. Los demonios a
menudo son adquiridos como respuesta a un entorno
retorcido que tuvo que ser soportado durante la debilidad y
la dependencia de la infancia. El adulto y poderoso
hechicero se dará cuenta de que son inadecuados para su
actual situación, y hará todo lo que pueda por atarlos para
que no le molesten más.
7. Seres independientes que encuentras en el astral, sean
representativos de otras personas (muertas o vivas), plantas,
animales, elementales o inteligencias desencarnadas.
8. Vínculos conectores a otras entidades 'externas'.
9. Tu Santo Ángel Guardián.

47
Ahora puede ser que esta lista genere más preguntas que las
que responda. ¿Cómo, por ejemplo, vamos a saber qué lugares
hay en nuestras mentes inconscientes, siendo como son
inconscientes? ¿Cómo podemos diferenciar a nuestros Ángeles de
nuestros demonios? ¿Qué es una proyección astral? ¿Qué es un
Santo Ángel Guardián?
Las trataremos todas, pero una de estas cuestiones lo será en
el siguiente capítulo, titulado “Proyección Astral”. El Santo Ángel
Guardián merece un capítulo para sí mismo.

Un dibujo automático con letras sagradas de Automatic Drawing

48
XIV. Proyección Astral
Como hemos dicho en el Capítulo II, el dominio de los
poderes de la mente del hechicero es el inconsciente. Es llamado
el inconsciente porque no somos totalmente conscientes de él, es
el piloto automático que nos hace pasar a través de puertas, nos
guía por la calle, nos hace ofendernos con nuestra tía Mary, o
cualquier otra cosa que hacemos automáticamente sea que
nuestros intelectos se preocupen de ello o no. Pero a pesar de su
papel clandestino, es posible para nosotros examinar nuestras
mentes inconscientes, al menos desde un ángulo oblicuo.
Podemos implicarnos en la introspección (“¿Qué pasa con tía
Mary que me da calambres en el estómago?”), registrar e
interpretar nuestros sueños, tomar drogas o invertir en la
asociación libre sobre el sofá del psiquiatra. Todos estos métodos
tienen su lugar, pero un hechicero necesita algo más directo. Una
técnica, por supuesto, es el automatismo. Otra es la proyección
astral, la exploración deliberada de una región a medio camino
entre los sueños y la fantasía, una que los hechiceros llaman el
plano astral.
Es un plano en el que puedes encontrar tus poderes cara a
cara y después luchar con ellos hasta que estén de acuerdo en
servir a tu voluntad.
El plano astral es el reino donde se lleva a cabo la
clarividencia, y también puede ser usado para viajar a lugares
distantes, reuniéndose con otros viajeros astrales, y como una
región donde uno puede percibir la naturaleza interna y 'espiritual'
de los objetos materiales y eventos externos. Estas son todas
metas dignas, y el hechicero puede descubrir que usa el astral para
llevarlas a cabo, pero su principal interés estará en él como la
arena en la que encuentra los componentes de su mente
inconsciente.
Viajando sobre el plano astral el hechicero puede
inspeccionar su psique de primera mano. Puede cartografiar sus
características destacadas y entrevistarse con los poderes que las

49
habitan, adquiriendo familiaridad con la que poder invocar sus
energías para cargar sus sigilos. Y si puede avanzar lo
suficientemente profundo, entrará en lo que podría llamarse el
inconsciente colectivo. Allí puede encontrar las formas astrales de
cualquier otra entidad en existencia –desde el árbol de su patio
delantero o su tía Mary, hasta Aiwass, heraldo del nuevo æon, que
dio voz pero no mostró forma a Aleister Crowley el 8, 9 y 10 de
abril de 1904. Pero más sobre eso más tarde.
Lo que no quiere decir que vaya a dejar a Crowley justo
ahora. Un mago inglés (1875-1947) de la escuela Rosacruz,
Crowley más que cualquier otro es responsable del renacimiento
de la magia que ha tenido lugar en este siglo. Aunque su
simbolismo fuera tradicionalmente4 qabalístico, su enfoque tanto
de la teoría como de la técnica de la magia se distinguió por una
integridad intelectual que es la cosa más cercana a un método
científico que ninguna religión puede esperar lograr. Es verdad
que su reino astral era Rosacruz, lleno de símbolos qabalísticos
puestos en su lugar durante su adoctrinamiento en la Aurora
Dorada, la orden inglesa que le dio su primer entrenamiento. Pero
este es solo un asunto de decoración. Incluso si su visión del astral
era radicalmente diferente de lo que un mago no qabalista podría
ver, las técnicas que usó para abordarlo y manejarlo son tan
buenas que seríamos negligentes de hecho, si las ignoráramos.
Los aspectos del enfoque de Crowley que subrayaremos
aquí son:

1. Su visión sobre las realidades relativas de la


consciencia normal y de la consciencia astral.
2. Su procedimiento para ir de la consciencia normal a la
astral.
3. Su procedimiento para verificar la verdadera
naturaleza de los seres astrales.
4. Su procedimiento para retornar a la consciencia
normal.
5. La ascensión sobre los planos.
4
Tradición oculta, no tradición hebrea. Las dos están a siglos de distancia.

50
1.) Crowley basó su enfoque en la asunción de que todos los
seres humanos poseen un cuerpo astral cuya función es percibir el
plano astral. “Dentro del cuerpo humano hay otro cuerpo de
aproximadamente el mismo tamaño y forma, pero hecho de un
material más sutil y menos ilusorio. ¡Por supuesto no es 'real',
pero no más que lo es el otro cuerpo!... No hay tal cosa como la
verdad en el universo perceptible, toda idea cuando se analiza se
encuentra que contiene una contradicción. Es bastante inútil
(excepto como un expediente temporal) establecer que una clase
de ideas es 'más moral' que otra”. Por ello, como un expediente
para el viaje alrededor de su inconsciente, Crowley adoptó el
cuerpo astral (o “Cuerpo de Luz”), como todo el mundo que esté
empezando esta práctica, porque es esencial tener un fundamento
sólido para tu trabajo aquí. La mejor forma de establecer uno es
construir un cuerpo como el tuyo carnal en lo más posible, y
después educarlo moviéndolo alrededor de su reino. No importa si
inscribes pentagramas qabalísticos con tu vara y espada o asumes
la forma de las letras sagradas de tu propio diseño, todavía deben
tener una forma seas 'realmente' tú. Es más fácil si es similar a lo
que ves en tu espejo, y fácil de usar es lo que hace a una forma
'verdadera'.
2.) Con la técnica de Crowley para la proyección, el
hechicero empieza realizando las abluciones rituales, vestirse con
la túnica, el destierro y una invocación general. Enciende el
incienso, se sienta en una posición cómoda y cierra sus ojos.
Después imagina un duplicado de sí mismo “como envolviendo a
su cuerpo físico, o estando de pie cerca y frente a él. Que
transfiera el asiento de su consciencia a esa figura imaginada, así
que pueda parecerle que está viendo con sus ojos y oyendo con
sus oídos”. Una vez hecha la transferencia (y probablemente será
la única dificultad real en el proceso), el viajero debería elevarse
hasta que se encuentre en un paisaje, donde pueda deambular, en
el que encontrar espíritus y generalmente sentirse acostumbrado a
su forma astral. Su experiencia aquí será más vívida de lo que su
imaginación normal le ofrecería, aunque menos real que un sueño,
y será esta materia mental con la que tratará cuando haga su

51
trabajo astral.
Una vez el hechicero se sienta en casa, se dará cuenta de que
es capaz de crear cualquier parafernalia mágica (altares, varas,
espadas, etc.) que necesite para realizar cualquier ceremonia en el
astral, aunque esta será de más uso para un mago tradicional que
para el que use nuestro procedimiento “desnudo”. Las
herramientas que cree, no obstante, debería tener el cuidado de
reabsorberlas cuando haya terminado, así como no gastar su luz
contaminando los planos.
Podría añadir que después de que uno se familiariza con el
astral, el 'salto' que se hace para empezar el viaje puede no ser ya
necesario. Personalmente usa una letra sagrada para hacer que mi
forma astral dé un salto fuera de mi cuerpo sentado y se ponga de
pie en el plano astral. Y cuando deseo reasumir la consciencia
normal, tengo otra que me hace revertir el movimiento y sentarme
de nuevo en mi cuerpo.
3.) El gran peligro en el astral viene cuando el viajero se
encuentra y trata con las otras entidades que descubre allí.
“Probablemente verá figuras que se le acercan... que les hable a
dichas figuras, e insista en ser respondido, usando los apropiados
pentagramas y signos, que previamente se nos enseñó. Que viaje a
voluntad, con o sin la guía de tal figura o figuras... Que tenga
cuidado de los mil ataques sutiles que experimentará, probando
cuidadosamente la verdad de todos aquellos con los que hable. Ya
que un ser hostil puede aparecer vestido con gloria, el pentagrama
adecuado en dicho caso le hará marchitarse o desmoronarse”.
Por supuesto, no vamos a usar el pentagrama aquí, así que
necesitamos reemplazarlo con otra cosa. Con lo que elijas
reemplazarlo es por completo tu asunto, pero te sugiero que la
imposición de una letra sagrada de espíritu sobre la forma de la
entidad que afirma ser ese espíritu parece ser efectiva. Si dice la
verdad, se hará más fuerte. Si es un impostor, se esfumará.
Una vez llegas a los espíritus con los que quieres hablar,
puedes preguntarles sus nombres. Esto es esencial, ya que una vez
tengas sus nombres para salmodiar mientras visualizas sus letras
sagradas, puedes hacerles venir más fácilmente que si usas solo

52
las letras.
Otra forma de hacer que un espíritu venga es transformar tu
propia forma en la del dios (en el uso Rosacruz) o la letra sagrada
que tiene autoridad sobre él. Esto no quiere decir, sin embargo,
que debas permitir alguna vez que un ser del astral entre en tu
Cuerpo de Luz. El dios o letra sagrada es la forma ideal, mientras
que lo que viene en respuesta es solo la aproximación de tu propia
psique a él. Invitarlo es pedirle que te obsesione. Por el contrario,
deberías guardar una buena distancia, mantener un cordial pero
firme comportamiento, no regatear y mantener siempre la mano
levantada5. Si alguna vez te parece que podrías perderte, destierra
y termina la proyección a la vez.
No deberías ir demasiado lejos en tu viaje, o quedarte
después de que empieces a estar cansado, porque si caes dormido,
te debilitas o por otra parte te vuelves descuidado con lo que estás
haciendo, te abres a la obsesión. Pero entonces es bastante fácil
regresar. Crowley sugiere que podrías imaginar un carro ardiente
que te lleve hacia la tierra, o simplemente puedes descender. Una
precaución: si alguna vez inventas una letra sagrada específica
que te haga ascender, también deberías definir una con la que
bajar, porque si no podrías encontrarte con el agua al cuello.
4.) Una vez de vuelta, solo necesitas reunir tus cuerpos y
despertar, pero este es el paso más importante, y debe hacerse de
forma definitiva. “Que el estudiante haga que su cuerpo
imaginado, en el que se supone que ha estado viajando, coincida
con el físico, estrechando sus músculos, atrayéndolo con su
inspiración y poniendo su dedo índice en sus labios. Después que
'despierte' por un definido acto de voluntad, y registre sobria y
adecuadamente su experiencia”. Al poner el dedo índice en los
labios muestra lo que Crowley aconseja que es la asunción de la
forma divina de Harpocrates –el Niño en el Huevo, el Huevo
ceñido con la serpiente de tu voluntad. Puedes reforzar esto
usando el ritual de destierro de los tres anillos que dimos en el

5
También es prudente atar inmediatamente a cualquier espíritu con una carga ritual. El
uso de la carga “Óyeme: y haz que todos los espíritus se somenta a Mí...”, explicada
en la página 119, es extremadamente efectiva.

53
Capítulo VI.
Crowley recalca que el viajero no debe descuidar esta
reunificación, ¡incluso para empezar un novicio que está seguro
de que nunca se separó! “Si fallas en [reunificar] apropiadamente,
puedes encontrarte en serios problemas. Tu Cuerpo de Luz puede
deambular sin control, y ser atacado u obsesionado. Te volverás
consciente de esto a través de la ocurrencia de dolores de cabeza,
malos sueños o incluso signos más serios tales como histeria,
desmayos, posiblemente locura o parálisis. Incluso el peor de
estos ataques probablemente pasará, pero puede dejarte
permanentemente dañado en una mayor o menor medida”.

54
5.) La práctica de la ascensión sobre los planos es
importante como una forma de descubrir justo cómo los poderes
de tu inconsciente están dispuestos los unos con los otros. Lo que
involucra es la elección de un punto de inicio y después la
ascensión, pasando todas las barreras que seas capaz de pasar y
tomando nota de las condiciones cambiantes cuando las pases. De
esta forma encontrarás aspectos de tu inconsciente que no tenías
ni idea de que existían, las estructuras que conectan tu mente a la
Mente en la fuente de todo. Es tan diferente de invocar lugares
planificados con antelación y simplemente ir a ellos, como un tour
andado de Manhattan es diferente de tomar el metro y aparecer en
la Calle 42, el World Trade Center y la Battery.
Este resumen del viaje astral debe quedar como eso, un
resumen. Hemos dado suficiente con lo que trabajar, pero hay
mucho más, la mayoría de lo cual se da en Magick in Theory and
Practice de Aleister Crowley (Dover, 1976), de donde han salido
todas las citas anteriores. Es un libro maravilloso, sea que elijas
usar su sistema qabalístico o no, siendo la Qabalah casi digna de
aprenderse para ser capaz de entender todas las referencias que él
hace. Cómpralo.

55
XV. El Santo Ángel Guardián
Pero ya sea que elijas aprenderla o no, la Qabalah no tiene
mucho que ver con la magia de la que estamos hablando, la cual
tanto nos ayuda como nos perjudica. Nos ayuda porque los
símbolos que diseñamos nosotros mismos son inevitablemente
más poderosos que aquellos que tomamos de segunda mano, y
nos perjudica porque nos priva del marco de trabajo de esos
símbolos de segunda mano a los que aferrarnos. De hecho,
tenemos que sentir nuestros propios marcos de trabajo y descubrir
justo cómo unirlos, ya que si es diferente de lo que creemos que
es, podemos desgarrarnos. Solo seríamos como un coche cuyo
conductor no distingue un embrague de un volante.
Lo que obviamente necesitamos en todo esto es alguna
ayuda, difícil de conseguir cuando estás trabajando dentro de tu
propia mente. No puedes invitar a un experto para que te enseñe
las vistas, el experto tiene que estar ya allí. Pero el experto está
ahí, y puedes encontrarle/la si miras –lo que los hechiceros
llamamos tu Santo Ángel Guardián.
El Santo Ángel Guardián es un ser astral, una inteligencia
independiente de quien el hechicero puede obtener conocimiento,
inspiración y refuerzo de propósito. En la moderna práctica
oculta, la teoría del Santo Ángel Guardián deriva en gran medida
de The Book of the Sacred Magic of Abramelin the Mage (Dover,
1975) de S. L. MacGregor Mathers6, publicado por primera vez
en 1898. El trabajo de Mathers es una traducción de un
manuscrito francés del siglo XVIII que afirma ser una traducción
de un original hebreo, escrito por Abraham el hijo de Simón, para
su hijo Lamech en 1458. Está dividido en tres partes. La primera
6
Además de traducir grimorios medievales, Samuel Liddell “MacGregor” Mathers
(1854-1918) fue uno de los fundadores de la Aurora Dorada y el principal arquitecto
de su estructura ritual y simbólica. Desenvuelto en la tradición europea de Qabalah
Cristiana, y con la colaboración de Wynn Wetcott fue capaz de desarrollar un sistema
coherente de gran poder a partir de una mezcla a menudo inconsistente de
tradiciones. Fue una gran influencia sobre Aleister Crowley, desde la iniciación de
Crowley dentro de la Orden en 1898 hasta que esta decayó cuando la Orden se
desintegró dos años después.

56
es la historia de Abraham y cómo dedicó sus primeros años en la
búsqueda de la verdad oculta, obteniéndola finalmente después de
encontrar al ermitaño Abramelin. La segunda es una transcripción
de Abraham de las instrucciones de Abramelin para hacer magia.
La tercera contiene talismanes que el mago puede usar con
seguridad después de que haya obtenido el conocimiento y
conversación de su Santo Ángel Guardián. Este conocimiento se
gana como premio a una reclusión mágica de seis meses, durante
la que la aspiración por su Ángel debería ser la única
preocupación del mago. Una vez el conocimiento de su Ángel se
ha obtenido, gana poder sobre las legiones de espíritus buenos y
malos y puede usar los talismanes de la tercera sección con
impunidad. Su Ángel también puede proveerle cualquier otro
conocimiento mágico que pueda necesitar, cualquiera que sea la
ocasión.
Ahora los escépticos pueden pensar aquí que la idea de un
Santo Ángel Guardián es absurda, una reliquia de una era
supersticiosa de la que estamos bien de estar fuera. Pueden sentir
que nuestra magia hasta ahora es un caso interesante de
automanipulación psíquica, pero decir que existe un Ángel para
todo el mundo... ¡eso es infantil! Puede ser, pero como el Buen
Señor nos dijo, debéis volveros como niños para entrar al Reino
de los Cielos. Y de algún modo, el escéptico pierde el punto. El
punto es que nuestros yoes inconscientes son supremamente
proteicos, capaces de asumir cualquier aspecto simbólico que
proyectemos sobre ellos, y si un hechicero insiste (digamos a
través de seis meses de dedicada aspiración) que su inconsciente
produzca una personificación de sí mismo, finalmente lo
cumplirá. Una vez esta personificación esté bien desarrollada, el
hechicero tendrá una forma de comunicarse directamente con su
psique profunda, algo que la mayoría de las personas no puede
hacer incluso después de mil dólares gastados en psicoanálisis.
Con la guía interna de su Ángel, puede rastrear su psique hasta
sus raíces en el inconsciente colectivo, la Mente de Dios, el
Absoluto, el Tao, el Ain Soph (un término qabalista), el Kia (un
término de Spare), o cualquier otra forma en la que quiera

57
llamarlo. En este sentido podemos decir que si somos el Ojo de
Dios, nuestros Ángeles son nervios ópticos. Son las cuerdas de las
que podemos tirar para levantarnos a casa.
Austin Spare nunca mencionó al Santo Ángel Guardián en
sus escritos, aunque debe haber leído sobre él ya que fue
estudiante de Crowley en 1910, y Crowley hizo de esto la pieza
central de su sistema. No obstante, un hechicero puede fácilmente
adaptar las técnicas de Spare para llamar a su Ángel, y esto sin el
largo retiro de su vida de negocios que el método Abramelin
requiere. Yo, sin embargo, no invocaría a mi Ángel con la técnica
de Spare y después le pediría a ella que me ayudara a usar los
talismanes de Abramelin. Un Ángel de Spare puede tener la
misma estructura psíquica que un Ángel de Abramelin, pero sus
orientaciones simbólicas estarían a siglos de distancia.
El cuidadoso lector habrá notado que me refiero a mi propio
Ángel como “ella”. La experiencia práctica muestra que el Santo
Ángel Guardián, al menos en sus manifestaciones iniciales, a
menudo parece ser del sexo opuesto al del hechicero que está bajo
su tutela –los hechiceros tienen Ángeles femeninos, las hechiceras
masculinos. Esto trae a la mente el concepto de Carl Jung del
anima 'femenina' como una fuerza arquetípica en los hombres, y
el animus 'masculino' en las mujeres, y sería de valor parar aquí
para inpeccionar sus puntos de vista.
Un psiquiatra suizo que reina como Psiquiatra Patrón para
los hechiceros a lo largo de América7, Carl Jung (1875-1961)
estuvo interesado en las 'ciencias ocultas' como un conjunto
adicional de ventanas por las que mirar dentro del inconsciente.
Pero no fue de ninguna de las maneras experto en hechicería. Su
obra sobre la alquimia como un proceso de individuación y la
sincronicidad como el “principio conector acausal” detrás de la
adivinación es altamente respetada, pero no tenía conocimiento de
los hechiceros ingleses cuya obra es el fundamento para el
presente estado del arte. Así que sus conclusiones sobre el
anima/animus, alcanzada independientemente a través de
entrevistas con pacientes e investigación de los sueños (y no en
7
Compartiendo este estado de santidad con Wilhelm Reich.

58
los grimorios medievales), puede darnos otra perspectiva a lo que
puede estar involucrado cuando intentamos comunicar con
nuestros Ángeles.
Las dos características más importantes del anima/animus
son su naturaleza arquetípica y su independencia. Que sean
arquetípicos significa que todos tenemos uno, igual que tenemos
hígado y bazo. Puede que no seas consciente de que tienes uno,
pero lo tienes, y si te vas a meter en el lodo (como el hechicero
debe hacer), tienes que saber dónde está. Que sean independientes
significa que no tenemos control sobre lo que son, no más que el
que tenemos sobre lo que heredamos o la neurosis de nuestra tía
abuela. Pero podemos animarle a comportarse de una forma
positiva, y desalentar sus perversiones –un punto importante ya
que sus aspectos superiores pueden alcanzar a lo divino, y sus
inferiores pueden llevarnos a las profundidades de la malicia
humana.
En los hombres, Jung vio el anima como la fuente de todo lo
que es femenino –su capacidad para el amor, su sensibilidad para
la naturaleza, y su habilidad para relacionarse con sus mentes
inconscientes. El anima de un hombre puede servir como su
conexión a su psique profunda –la fuente de su intuición, su guía
hacia un verdadero conocimiento del Yo.
Para la mujer, una animus saludable puede inspirarle vida
con un rigor espiritual, llenando su suave exterior emocional con
una confianza interior que pueda hacer frente a la dificultad y
manejar sus poderes creativos con eficiencia intuitiva.
Tanto para hombres como mujeres, el anima/animus es
nuestro punto de comunicación con el inconsciente. Jung lo llamó
“el portavoz del inconsciente”, y que nuestro inconsciente esté
sano o enfermo determinará la cualidad del diálogo. Es fácil para
la psique profunda de una persona crecer torcida –distorsionada
por la torpeza parental, la educación religiosa, los estereotipos
culturales, o la indulgencia personal. En tales casos el
anima/animus no se mostrará directamente, sino se hará sentir a
través de las proyecciones. Proyectará sus distorsiones sobre la
percepción que tiene el individuo del mundo externo, forzándole a

59
ver justificaciones para sus tendencias dentro de su experiencia de
la realidad. Las proyecciones son especialmente insidiosas ya que
el anima/animus es una estructura profundamente inconsciente
que la mayoría de la gente ni siquiera sabe que existe. Solo a
través de técnicas como la proyección astral y el análisis de los
sueños se hace patente la realidad contrasexual interior del Yo.
Para un hombre, un anima malsana puede infestar su mente
con estados de humor enojadizos, derrotismo, hipocondría y
compulsiones sexuales. El anima a menudo se proyectará sobre
una mujer de carne y hueso, forzando al hombre a reconocer en la
mujer un alma gemela, una por la que se lo puede sacrificar todo.
Sin conocimiento alguno de las artimañas de su anima, le será
fácil ver dicho asunto como la clave para su destino, incluso
mientras desgarra su vida de parte a parte.
Para una mujer, un animus malsano es más apto para
corromper su inteligencia que sus emociones. Se manifestará con
opiniones inflexibles sobre la forma en que debería ser el mundo,
una visión ideal que no permitirá argumentos, y que cuando sea
desafiada será defendida con un oscuro y frío silencio o una fuerte
escena emocional. Un animus enfermo podría incluso tentar a una
mujer para que se retire del 'imperfecto' mundo, aislándola hasta
que se marchite por inanición emocional. Como el anima, un
animus malsano puede proyectarse sobre hombres, a los que la
mujer idolatrará y después despreciará cuando se dé cuenta de que
no dan la talla para su estándar de perfección.
La solución de Jung aquí para los individuos es que primero
se den cuenta de que su anima/animus es una fuerza que no está
bajo control deliberado, en segundo lugar reconocer cómo usa el
mecanismo de proyección para esconderse, y en tercer lugar
hacerse consciente de sus necesidades y llegar a un acuerdo
conscientemente con ella. El hombre debe darse cuenta de que el
mundo imaginativo que el anima le aporta tiene su propia validez,
y debe tenerlo en cuenta conforme planifica su camino a través de
la vida. La mujer debe darse cuenta de que su hombre interior no
ofrece verdades definitivas, solo un vívido atisbo de una realidad
que está sujeta a cambio sin aviso previo. Solo entonces la

60
firmeza masculina de su animus será capaz de ayudarle en su
camino a través del caos del mundo, en lugar de involucrarla en
una lucha predestinada contra él.
Para nosotros los hechiceros en búsqueda de nuestros
Ángeles, las observaciones de Jung deben darnos una pausa.
Nuestros hombres/mujeres interiores pueden tener aspectos
autodestructivos, y debemos estar seguros de reconocerlos como
los defectos que son y no darles el respeto debido a nuestros
Ángeles. Por lo tanto, cuando un hechicero encuentra a un ser del
sexo opuesto durante sus meditaciones, no debe saltar a la
conclusión de que este es su Ángel, ¡aunque le asegure que lo es!
En su lugar debería imponer la letra sagrada que represente a su
Ángel sobre la figura astral de esta criatura, igual que lo haría con
cualquier otra entidad que encuentre en el plano astral. Esto, sin
embargo, no quiere decir que estos candidatos a Ángel vendrán
fácilmente. Para llevar a cabo la técnica de Abramelin se
necesitan seis meses, y aunque nuestro sistema sea un poco menos
rígido, implicará un esfuerzo real.
Para usar nuestra técnica para encontrar a tu Ángel, primero
expresa dicha aspiración en un sigilo alfabético, cárgalo con toda
la creencia libre que puedas reunir y después haz un dibujo
automático con él hasta que encuentres la letra apropiada, que
deberías confirmar con una serie de adivinaciones hechas a lo
largo de varios días. Una vez tengas el sigilo y la letra, deberías
meditar sobre ellos, hacer trabajo astral en el que tu Cuerpo de
Luz tome la forma de la letra sagrada, y sigue llenando el sigilo
alfabético con creencia libre (y también con la energía
experimentada mientras estás con la forma de la letra). Durante
algunos días o incluso semanas puede que veas poco, pero si te
mantienes en ello vendrá el momento en el que aparezca una
deslumbrante luz en el espacio detrás de tu sigilo, y en pocas
sesiones empezarán a aparecer seres del sexo opuesto. Cada uno
de estos debe ser puesto a prueba superponiendo tu letra sagrada
sobre él. Los que sean menos puros que ella se alejarán o
desmoronarán: tu verdadero Ángel te dará la bienvenida. Tan
pronto como tu Ángel asuma una persona definida, deberías

61
preguntarle su nombre. No insistas en una respuesta inmediata,
pero repite la pregunta en cada sesión porque una vez sepas cómo
llamarle, la comunicación se hará mucho más fácil.
Pero deberías ser consciente de otro indicador importante de
la veracidad del Ángel: la acción independiente. Por ejemplo,
cuando confronté por primera vez a mi Ángel con su letra
sagrada, ¡se convirtió en un pastel que ella se comió! Ciertamente
no fue algo que yo hubiera planeado que ocurriera. Más
recientemente, tengo el registro de un tiempo en el que estaba
sintiendo un vago malestar espiritual del que fui a hablar con mi
Ángel. Intenté preguntarle sobre un relato corto que estaba
escribiendo, pero ella no estaba interesada. “Bien, ¿no es
importante?” Le pregunté. Ella supuso que sí, pero... “Bien,
¿sobre qué quieres que hablemos?” Presioné.
¡LUZ! ¡BRILLANTE LUZ BLANCA HACIENDO
ESPIRALES DESDE EL CENTRO DE MI FRENTE!
En absoluto estaba preparado para eso, y es innecesario
decir, que el resto de nuestro intercambio de esa tarde fue sin
palabras. Este episodio fue, de hecho, el evento que me hizo
empezar a cartografiar mis chakras, un paso esencial en mi
progreso mágico. (La experta opinión sostiene que hay diez
chakras –desde la base de la espina hasta lo alto de la cabeza.
¡Encuéntralos, nómbralos, busca su poder y domínalos!)

62
Por ello vemos que tu Santo Ángel Guardián es tu mejor
guía posible hacia tu inconsciente. Te proveerá los nombres y
letras sagradas de cualquier poder por el que le preguntes, dándote
así la libertad para vagar como desees y permitiéndote poner a un
lado el dibujo automático, a menos que sea tu voluntad seguir con
él. Tu Ángel será una fuente de conocimiento sobre el
funcionamiento de tu psique, un ser cuyas buenas gracias son
dignas del mayor esfuerzo y respeto.
Sin su Ángel para guiarle, el hechicero solo puede equivocar
su sendero en la oscuridad.

63
XVa. El Cuerpo Sutil
El cuerpo sutil es el cuerpo del espíritu que penetra el
cuerpo de carne con consciencia, emoción y voluntad. Puedes
activarlo con mayor facilidad a través de la respiración. Aunque
otros fluidos –generalmente la sangre y el semen– juegan un
papel en su manipulación hechiceril, la respiración es el motor
que mueve la energía psíquica a través de sus conductos
psíquicos. El movimiento esencial es la inhalación de poder hacia
dentro y hacia arriba a través de la espina –activando esto la
serpiente Kundalini en su base– el poder atraído hacia dentro
simultáneamente con la respiración, seguido por la exhalación que
hace que el flujo baje y salga. Para empezar a experimentarlo,
siéntate en una silla con tu espalda recta y la cabeza erguida.
Respira lenta y profundamente. Durante la inhalación, imagina la
energía como Luz en la base de tu espina, y aprieta los músculos
perineales que hay detrás del ano en secuencia como para
inducirla a ascender –para darle masaje hacia arriba. Después con
la exhalación, relájate y déjala fluir hacia fuera.
Este es el movimiento fundamental y te introduce al poder,
pero lo siguiente a hacer es problemático, depende bastante de la
ecuación personal y por ello es inminentemente adecuado para la
implicación de tu Santo Ángel Guardián.
El problema es que los cuerpos sutiles con los que
empezamos parecen casi rudimentarios: una serpiente Kundalini
que asciende con excitación, chakras en los genitales, plexo solar
y corazón, un Tercer Ojo no abierto. La operación más sofisticada
del cuerpo sutil –cuando los flujos son regulares y útiles y operan
a través de una anatomía sutil bien definida– solo viene después
de que le hayas impuesto una disciplina. Y los detalles específicos
de la forma que toma tu anatomía sutil dependen finalmente de las
características que tu disciplina elegida enfatice. El Tantra budista
e hindú, el yoga taoísta chino, las prácticas qabalísticas y
rosacruces todos han definido similares, y aun así bastante
diferentes, anatomías psíquicas. Todos tienen centros de energía o

64
chakras encadenados a lo largo de una columna central que abarca
la espina, todos mueven energía hacia arriba y hacia abajo con
respiración atenga, y todos prescriben ejercicio regular de la Luz
como un entrenamiento necesario. Pero asuntos tan básicos como
el número de chakras pueden variar de cinco a alrededor de
quince. Dicho honesto desacuerdo en los detalles debería servir
como inspiración para hacer tu propia investigación, estudiando
las antiguas tradiciones para conseguir ideas para métodos, que te
gustaría probar, siguiendo después la guía de tu Ángel sobre si
adoptar la práctica, adaptarla o dejarla a favor de otra cosa. Tu
Ángel puede asistirte ayudándote a imponer el modelo hechiceril
sobre tu anatomía sutil. Con la autoridad de tu Ángel para
nombrar y atar a las entidades psíquicas, puedes dirigir tus
chakras, sus funciones características y también el poder que
fluye entre ellos como si fuera espíritus, controlándolos de
acuerdo a la usual metodología hechiceril. Así ganarás el poder
para manipularlos a través de la voz –abriendo y cerrando los
chakras, estableciendo circulaciones de la Luz, asumiendo y
saliendo de las formas divinas, y aplicando o acumulando
cualesquiera energías que así obtengas– todo a través de la
vibración de las apropiadas palabras de poder.
Por supuesto que en el último capítulo declaré que la
opinión experta mantiene que hay diez centros de energía de valor
en la anatomía psíquica humana, y por ello me corresponde
explicar lo que quería decir. Los chakras que entonces reconocía y
todavía reconozco ahora, son de abajo hacia arriba como sigue:

1. La base de la espina: la fuente de Kundalini.


2. Los genitales: desde donde el poder creativo –sea
biológico o espiritual– puede derramarse y enviarse al
mundo.
3. El abdomen: para almacenar poder, sea del modo en
que se haya obtenido, y si no es para ser
inmediatamente usado.
4. El plexo solar: para enviar poder directamente dentro
del mundo.

65
5. El corazón: para conexiones emocionales.
6. La garganta: para decir palabras de poder.
7. El tercer ojo: para percibir el mundo en términos de
poder.
8. La línea del pelo: para coger poder desde el exterior,
poder que es esencialmente libre pero que debe ser
enviado inmediatamente de nuevo a través del plexo
solar, sea para cargar un talismán, una eucaristía o a
otra persona.
9. La base del cráneo: para protección –ojos en la parte
de atrás de la cabeza.
10. La parte alta de la cabeza: para acceso al poder de lo
Superior.

Tan importante como los centros de energía son los flujos


entre ellos, la energía fluyendo hacia dentro con la inhalación y
hacia fuera con la exhalación. Los chinos llaman al ejercicio de
este flujo “circulación de la Luz” y afirman que ayuda a asegurar
el poder, la salud y la longevidad. Las escuelas taoístas tienen un
complicado procedimiento para esto que involucra varios tipos de
energía y una disciplina sexual más bien elaborada. En mi propia
práctica lo he simplificado en gran medida. Para la circulación,
simplemente intento conseguir un flujo amplificado a todas las
porciones de mi anatomía sutil, y almacenar cualquier residuo
cuando he finalizado. Para la disciplina sexual sigo a lo que
Aleister Crowley se refería como “castidad”. Las trataré en dicho
orden.
La circulación de la Luz se conduce a través de
visualización y respiración. En la inhalación atraigo la energía
hacia dentro desde la base de mi espina, tirando de ella hacia
arriba en la forma que describí al principio del capítulo. La llevo
por la parte de atrás de mi cuello y más allá de la base de mi
cráneo, sobre la parte superior de mi cabeza, bajando la frente
hacia mi cara y después por mi barbilla para mezclarse con el
flujo ascendente para formar un huevo giratorio de Luz alrededor
de mi cabeza. Y este movimiento giratorio me ayuda a atraer

66
energía de un tipo superior aunque más atenuado a través de la
parte superior de mi cabeza. Las Luces de arriba y abajo se
mezclan dentro del huevo, cuya energía giratoria tiende a formar
espirales justo fuera de mis oídos, que atraigo al punto de vista
que hay detrás de mis ojos. Con la exhalación revierto la
dirección para dejar que la energía fluya hacia fuera a través de la
base de mi espina y la parte superior de mi cabeza.
Una forma particularmente efectiva de establecer este flujo
es definir cada una de las corrientes –el flujo hacia arriba por la
espina, el flujo hacia abajo desde lo Superior, y el orbe giratorio
alrededor de la cabeza– como espíritus separados, y entonces
nombrarlas y atarlas a obediencia, igual que harías para los
chakras individuales. Después, cuando te impliques en la
circulación, canta sus nombres como un mantra para establecer el
flujo y entrar en el apropiado estado meditativo. Una vez se
practique bien la circulación, puede que descubras que la
concentración sobre el huevo giratorio, así como sobre los
músculos que hay alrededor de la espina son la clave para hacer
que el flujo empiece. También puede que te sea necesario incluir
tus brazos y piernas en la circulación, derivando la energía desde
el flujo ascendente superior de la espina y enviándola hacia abajo
y alrededor en la inhalación, e invirtiéndolo para dejar que se
extinga en la exhalación. Estos flujos, también requerirán
definiciones separadas como espíritus.
Debería también hacer notar que de acuerdo al maestro de
yoga taoísta Mantak Chia (cuyas obras han aportado una gran
inspiración para mi propia práctica), las circulaciones tales como
estas, dejan invariablemente un residuo de energía diseminado a
través de tu aura, y es esencial barrerlo dentro del chakra de tu
abdomen para almacenarlo una vez hayas completado tus
ejercicios. Para hacerlo, simplemente imagina tu abdomen como
el eje de una rueda, con los radios extendiéndose a través de tu
aura, y que los radios atraigan la Luz dentro del eje conforme
haces rotar la rueda, entonando tu nombre para el chakra del
abdomen mientras lo haces. Según Chia, el abdomen es el único
lugar seguro para almacenar la energía psíquica. Si dejas poder en

67
cualquier otro de los centros, dañarás dicho centro. Reunir poder
dentro del chakra del corazón, por ejemplo, tiende a provocar
dolor y moretones en el pecho. Abre y cierra el chakra del corazón
a voluntad, úsalo como una puerta al Amor Universal, o envía y
absorbe energía emocional. Pero cuando hayas acabado de
trabajar con él, ciérralo y reúne cualquier poder residual dentro de
tu abdomen.

Este método de reunir poder para almacenarlo, también es


relevante para lo que veo como una disciplina sexual esencial, lo
que Crowley llamaba “castidad”. La idea aquí es que tus fluidos
sexuales están impregnados con poder y no debes desecharlos
promiscuamente, no sea que ese poder dinamice a entidades
independientes que lo usarían para hacer sus propias intenciones
ocultas en oposición al buen orden y tu propia voluntad. Este no
es un problema en la unión con una pareja, donde la energía entra
en la interacción emocional entre dos personas, pero en el
autoerotismo es una consideración crucial. Aquí el elixir debe ser
dedicado a cargar un talismán o si no consumirse como una
eucaristía. En el último caso debería mantenerse en la propia boca

68
hasta que la energía haya sido hecha girar en el chakra del
abdomen, y después tragarse. La diferencia en el nivel de energía
de uno entre las ocasiones en las que se lo absorbe de esta forma y
en las que se lo desecha, debería ser una amplia prueba de la
eficacia de estas prácticas.

69
XVI. Conjuración Avanzada
Una vez un hechicero ha determinado la letra y el nombre de
un poder, tiene una forma de atraer a ese poder para servir a su
voluntad. Puede usarlo para crear estados de ánimo, controlar
pensamientos obsesivos, obtener conocimiento o cargar sigilos
que necesiten ese tipo de energía para manifestarse. El método de
invocar la energía variará de un hechicero a otro, pero la
visualización de la letra combinada con el canto mántrico de su
nombre, estará ciertamente en el centro de la operación. Quizá la
danza y el incienso, el vino y extrañas drogas jugarán un papel,
quizá el hechicero hará toda la operación en su cabeza mientras
conduce a casa desde el trabajo. En cualquier caso entrará en un
estado de vacuidad8, usará la letra y el nombre para atraer al
poder, después se centrará en su sigilo haciéndolo así arder en su
imaginación. La diferencia entre esto y el nivel del principiante es
que aquí el hechicero usa el poder específico que identifica con la
letra en lugar de la potencia sin forma de la libre creencia, aunque
la libre creencia siempre estimulará las cosas si está disponible.
Pero con los nuevos poderes vienen nuevas precauciones. El
peligro es que tan pronto como empieces a usar tus letras sagradas
para conectarte con un poder, te expones a la posibilidad de que el
poder se apresure con solo la más ligera provocación. Por
ejemplo, puedes estar conduciendo a lo largo de la autopista
cuando alguien te corta el paso. Estás enfadado, disuelves tu ira
con el Ni lo Uno-Ni lo Otro, y de repente estás cabalgando sobre
un colchón de tensión indiferenciada: libre creencia. Así que usas
la energía para visualizar el sigilo de tu actual deseo y también las
letras sagradas asociadas con cualesquiera poderes relevantes.
Pero entonces una letra parece venir a la vida y todo tu cuerpo se
licua en un ataque de comprensión cósmica. La cuestión crítica
ahora se convierte en: ¿puedes todavía conducir?
Para el verdadero adepto no hay duda. Sus pasajeros
siquiera notarán como pone el coche en 'piloto automático' y
8
Con la práctica esto se puede hacer en un segundo o dos. Todo tiene que ver con la
forma en que mantienes tus ojos y colocas la cabeza sobre tu espina.

70
trabaja para llenar con la energía su sigilo. El neófito puede
encontrar prudente salirse a un lado de la carretera. El diletante
está en riesgo de morir en llamas.
Aquí ningún problema tiene raramente que ver con el piloto
automático en sí, sino más bien con un ego que se asusta y no lo
pone en marcha. El piloto en sí se ofrece como un equipamiento
estándar en prácticamente todo el mundo, úsalo cada vez que
conduzcas mientras escuchas un partido de baseball. El pánico
viene cuando se toma consciencia de la potencia sin adornos del
poder y surgen segundos pensamientos. Estos pueden ser
mortales, porque si luchas contra el poder, puede dividirte en
trozos. La mejor opción es decirle simplemente al poder que tiene
sus instrucciones, y usarlo para visualizar tu sigilo.
Pero nunca sueltes el volante.

71
XVII. La Postura de la Muerte
Con esta técnica avanzada para conjurar, el hechicero
descubrirá que ya no está a merced de cada bola curva que el
Destino lance en su dirección, que al menos puede arreglárselas
para evitar las trampas de la existencia más “arruina vidas”
puestas en su camino. Si se toma la molestia de usarla cuando
debiera, esta magia debería darle el autocontrol necesario para
manejar los miedos irracionales, la habilidad en adivinación y
clarividencia para evitar empleos horribles y espantosos
matrimonios, la sensibilidad para reconocer y escabullirse de
situaciones imposibles, y el poder para invocar suficiente
inspiración para ahuyentar todo menos el aburrimiento más
fundamental. Y en caso de ataque directo, tendrá el ritual de
destierro que dimos en el Capítulo VI, que por ahora debería ser
capaz de encubrir una armadura psíquica en un momento de
aviso, y que hará bien en fortificar con los apropiados poderes de
su arsenal psíquico. No importa si es la esposa de su jefe haciendo
comentarios maliciosos sobre las cortinas de su esposa o malvado
hechicero Mortdread lanzando truenos azules contra su aura, su
cascarón etérico servirá como un espejo de indiferencia para
reflejar su rencor en su cara. Una brillante y firme aura,
endurecida por años de destierros regulares y arder bajo la fuerza
de las palabras de poder de un hechicero, es su mejor protección
contra la obsesión, la posesión y el ataque psíquico.
Pero entonces por otra parte, la defensa contra un mundo
hostil es útil solo hasta un punto, simplemente porque el mundo
no es hostil, es nosotros mismos. No podemos activar solo
nuestros escudos espirituales deflectores cada vez que
encontramos alguna oposición. Tenemos que descubrir la fuente
de resistencia, entenderla desde su propio punto de vista y
aprender a tratar con ella como una fuerza de la naturaleza. Solo
cuando podamos ver la justificación de nuestros oponentes para lo
que hacen, podremos entender la parte que juegan en la totalidad
y así descubrir la mejor forma de contraatacar o cooperar con sus

72
propósitos.
Por supuesto que hay muchas maneras de lograr esta
objetividad mística. El yoga, la privación sensorial y el ritual
mágico premian al sincero practicante con vislumbres del gran
cuadro, como lo puede el método de Spare de aplicar el Ni lo
Uno-Ni lo Otro y, por supuesto, la guía de tu Santo Ángel
Guardián. Pero Spare tenía otra técnica especialmente diseñada
para darnos una mirada interior a las palancas y motores en
funcionamiento en el subsótano de la Manifestación. La llamó la
“postura de la muerte”.
La postura de la muerte es tanto un acto como una posición.
El hechicero finge la muerte. Se entrega a una actuación, y si
consigue entrar en el papel, puede perder su sentido de lugar en el
mundo, y así dejar caer todas las creencias que necesitaba para
mantenerse ahí. “Es el cuerpo muerto de todo en lo que creemos”,
nos dice Spare en The Book of Pleasure, “y despertará un cadáver
muerto... Conoce la postura de la muerte y su realidad en la
aniquilación de la ley –la ascensión desde la dualidad”. Forzando
a su ego a imitar la muerte, el hechicero puede 'dar un paso atrás'
para ver los poderes que dinamizan sus propias acciones y las de
otros y así descubrir cómo puede trabajar mejor para llevar a cabo
su voluntad.
En The Book of Pleasure Spare dio instrucciones explícitas
para asumir la postura de la muerte. El hechicero empieza
mirando en un espejo, mirando sus propios ojos hasta que la
imagen se difumina y se vuelve extraña. Sus ojos entonces se
cerrarán y debería visualizar una luz, una 'X' que experimentará
“curiosas evoluciones”. Indiferentemente de estas, debería
mantenerla hasta que olvide todo esfuerzo, en cuyo momento
entrará en una gran inmensidad, confinada por límites
inalcanzables. En ella verá esta forma –(Glifo 1)– que es la letra
sagrada de Spare para la dualidad que es la esencia de la
consciencia. Flotando solo en esta extensión vacía, el hechicero
sentirá la emoción que afirma la necesidad de asumir la postura.
(Podrías descubrir, no obstante, que tu propia letra para la
dualidad funciona mejor que la de Spare. La mía lo hace para mí,

73
de todos modos.)

Tan pronto como la necesidad es clara, el hechicero abrirá


sus ojos, de pie sobre las puntas de los dedos de los pies,
apretadas las manos detrás de su espalda, estirados sus músculos,
y la cabeza echada hacia atrás mientras respira “profunda y
espasmódicamente”. Debería hacerlo hasta la amenaza del mareo,
y destinado a que una extenuación le asista en la asunción de la
postura en sí. Debería apuntar, sin embargo, que el propio corazón
aquí se lleva desde la quietud hasta el esfuerzo y después es
forzado (como veremos) de vuelta a la inmediata quietud. Aun no
siendo experto, sospecho que será un esfuerzo para muchos, así
que si tienes alguna duda sobre tu integridad cardiovascular,
deberías consultar con un médico antes de que lo intentes. Una
cosa es simular una agonía de muerte, y otra muy diferente
estimularla.
Una vez mareado, el hechicero se dejará caer desde su
tensión erguida a una relajación boca abajo, la postura de la
muerte en sí. El estado que exterioriza es el de la muerte, así que
silencia su respiración, cierra sus ojos y siente que su cuerpo se
pone rígido. “...el cuerpo expresando la emoción del bostezo,
suspirando mientras concibes sonriendo, que es la idea de la
postura”. Hará su pensamiento tan inmóvil como su cuerpo
aceptando todos los contrarios, uniendo los opuestos en
aniquilación. “Percibe y siente sin la necesidad de un opuesto,
sino a través de lo que se le parece”. En otras palabras, aparta
todo potencial para la alienación incluyendo todo dentro de la
categoría 'Yo'. Esto por supuesto, requiere práctica, los propios
apegos y aversiones no son fáciles de armonizar. Spare
recomienda una práctica diaria, hasta que el hechicero alcance “el
centro del deseo”.
Austin Spare creía que nuestra sexualidad es nuestra

74
profunda conexión con el Kia, su nombre para el innombrable
Absoluto, al que comúnmente se le llama Dios. Concentrando
toda nuestra consciencia dentro de este vínculo, podemos
llevarnos de vuelta al Kia y vislumbrar la realidad desde
cualquiera de sus numerosos puntos de vista, aunque solo sea por
poco tiempo. En su libro The Magical Revival (Weiser, 1973),
Kenneth Grant cita a Spare como escribiendo que la postura de la
muerte es una “simulación de muerte por la completa negación
del pensamiento, esto es, la evitación del deseo y el
funcionamiento de toda consciencia a través de la sexualidad”. Y
también: “Nunca somos completamente conscientes de las cosas
excepto por el influjo de la voluntad sexual despertándonos”. Pero
no podemos conectar con este flujo en la medida en que nuestros
sentidos estéticos estén obstruidos con creencias más pequeñas
que el Kia, deseos más pequeños que su deseo por el Auto-amor.
La postura de la muerte es la forma que tiene Spare de matar
todas las creencias parciales, todos los deseos parciales, aclarando
lo superficial para que podamos reconocer nuestra identificación
con la inmensidad que yace observando desde el interior.

75
De Form I, 1 – Abril, 1916

76
XVIII. Talismanes y el
Vínculo Mágico
Aparentemente Spare era capaz de lograr el ideal recién
descrito de Identificación Cósmica con alguna medida de éxito,
porque más que de cualquier otro hechicero moderno, de él se ha
dicho que tenía un don sin ninguna duda para los milagros
genuinos. Según Kenneth Grant, Spare una vez hizo llover a
petición (en Inglaterra, pero el cielo estaba claro cuando empezó)
y también era capaz tanto de leer las mentes de otros como de
inculcar sus propios pensamientos en ellos. Todo esto lo hizo con
la ayuda de espíritus –“autómatas elementales” y “familiares
intrusos”– a los que llamaba con la ayuda de sigilos apropiados
para ellos. También estuvo dispuesto a complacer a los conocidos
que le pedían hechizos para sus propios propósitos. Los daba en la
forma de platos, cuencos o tazones decorados con sigilos, letras
sagradas y pictogramas evocadores. Los cargaba evocando
familiares intrusos y usando medios sexuales para impregnar los
platillos con su poder. Un cuenco de madera se convertía así en un
talismán –un objeto cargado que almacena y puede por ello
transportar poder– y los talismanes son los medios más comunes
de establecer un vínculo mágico.
Un talismán puede ser cualquier objeto que un hechicero
escoja cargar, y su apariencia real depende de cómo pretenda
ponerlo en uso. Si él está almacenando poder para darlo a un
cliente o para su propio uso posterior, entonces lo adornará con
cualesquiera símbolos místicos que sean apropiados para el poder,
sean signos planetarios o sigilos alfabéticos y letras sagradas.
Pero si sus intenciones mágicas deben permanecer secretas, usará
un objeto que parezca ser inocente de hechicería. Esto podría ser
algo como una carta de amor o un currículum vitae, y la carga
mágica que el hechicero ponga en él estará ahí para influir en la
mente del recipiente, impeliendo a esa persona a conceder
cualquier petición que lea sobre él.
La base física de un talismán siempre debería ser nueva –sea

77
un cuenco de madera o una hoja de oro (qabalísticamente
atribuido al Sol)– y debería ser apropiadamente inscrita antes del
ritual. Cuando esté preparado debería ser consagrado, y después el
hechicero debería invocar el poder con el que pretenda infestarlo.
Cuando el poder haya alcanzado el clímax de intensidad, debería
enfocarlo dentro del objeto. Lo hará usando palabras de poder
para llenarlo con luz astral, o untándolo con sangre de un
sacrificio o con el 'elixir' que se encuentra en la 'copa' después de
la unión sexual. Finalmente, tendrá cuidado de envolverlo en una
tela negra antes del destierro final, preservándolo así de la
descarga accidental.
Los tipos de formas en que uno podría usar un talismán son
determinados por los tipos de operaciones que uno puede realizar.
Con el propósito de explicar el vínculo mágico, Aleister Crowley
definió que hay tres niveles diferentes de trabajo: 1) operaciones
dentro de una persona, 2) operaciones entre dos o más personas,
pero en el mismo plano, y 3) operaciones entre dos planos –esto
es, entre el hechicero y la tendencia de la naturaleza.
1) Cuando el mago trabaja dentro de sí mismo, la conexión
entre su voluntad y su objeto es intrínseca, y ningún vínculo extra
es necesario. Todos nuestros espíritus y demonios están bajo
nuestra influencia, y podemos hacerles que hagan nuestra
voluntad solo si podemos reconocerlos y llevarnos a nosotros
mismos a actuar sobre ellos. Si deseas curar tu úlcera, aprender
BASIC, mejorar tu visión artística o hacerte atractivo para el sexo
opuesto, puedes invocar astralmente al poder apropiado y
enlazarlo a la tarea. Incluso así, un hechicero puede que desee
usar un talismán para este tipo de magia, o como una forma de
activar o desactivar un poder, o como una eucaristía.
Un talismán como un interruptor es lo que llevas cuando
quieres un poder, y lo envuelves y lo pones aparte cuando no lo
necesitas. Por ello un amante podría ponerse un talismán sensible
antes de ir a ver a su dama, uno que no se atrevería a llevar a su
trabajo en la agencia de cobros.
Las eucaristías son talismanes que se consumen. Imbuyes un
objeto con el tipo de poder en el que deseas que se convierta,

78
después lo consumes, creando así el poder en tu aura. El Anfitrión
aquí podría ser algo como una galleta con un sigilo y letra sagrada
dibujados sobre ella con colorante alimenticio. Podrías cargarla
como lo harías con cualquier talismán – con Luz, Amor o cálida y
roja Vida.
La gran precaución con las eucaristías es que tienes que
asegurarte de que quieres convertirse en el tipo de poder que estás
consumiendo, ya que es una obsesión pura y simple. Esto es
naturalmente más peligroso cuando se usa el sexo o la sangre que
cuando se llena el Anfitrión meramente con la Luz de la mente.
La magia sexual precisamente es peligrosa porque es muy
efectiva. La concentración de los participantes es crucial, porque
si sus mentes se alejan del propósito del rito, el propósito se verá
deformado, y el Elixir será un veneno para ellos. Deben tener una
imagen mental común del poder que están invocando, y no deben
permitirse vacilar mientras atraen el poder desde el interior. Si no
son capaces de esto, deberían limitarse al poder en sus
imaginaciones, y guardar el sexo para el amor.
2) Cuando el hechicero está trabajando para influir las
acciones de otra persona, la necesidad de un vínculo es más
patente, pero se puede encontrar con un poco de esfuerzo.
Crowley da el ejemplo de un hombre que desea ganar el amor de
una mujer. Ella está en el mismo plano que él –cultura,
consciencia (visión, olor, sonido), lenguaje (discurso y escritura) e
inconsciencia (ambos tienen uno e interactúan). Así que el
hechicero tendrá muchas avenidas de abordaje. Puede cortejarla
alabando sus excelentes cualidades. Puede afirmar su alabanza y
expresar su necesidad emocional con invitaciones a cenar, notas
de amor y enviando flores, perfumes o (para alagar su sentido de
autoestima) regalos significativos. Y para afectar a su mente
inconsciente, podría cargar cualquiera o todos sus regalos durante
un ritual mágico. Por ello servirán como talismanes así como
meras chucherías, presionando su psique profunda hacia su lado,
incluso mientras fuerzan su noviazgo en su consciencia de vigilia.
La misma consideración podría aplicarse a un currículum
vitae, una tesis doctoral o un contrato de grabación. Todas son

79
cosas que vienen en directo contacto con la persona o personas
que decidirán tu destino. Dichos objetos serán vehículos
adecuados para tu poder, asumiendo por supuesto, que es tu
voluntad la de tomar dicho curso coercitivo en lugar de uno más
Autocentrado.
3) Con operaciones para afectar un plano completamente
extraño, es como si estuviéramos intentando torcer la forma del
Destino, y por ello la cuestión del vínculo se hace más difícil. Un
ejemplo de dicho trabajo sería el intento de un hechicero de hacer
llover. La más ligera familiaridad con la meteorología nos dice
que está totalmente fuera del reino de la voluntad individual, los
sistemas climáticos son vastas masas de aire que se desarrollan
sobre los hemisferios al completo, o continentes, de todos modos,
y tienen muy poco que ver con las criaturas con forma de tubo
que corren a través de la superficie. Y aun la más ligera
familiaridad con el panteísmo (y casi todos los hechiceros son
panteístas, incluido este que escribe) nos dice que Todas las Cosas
son Una en el nivel más profundo –en su fuente en la Mente de
Dios. Por ello, como extensiones del Creador, una pequeña
depresión tropical debería estar disponible para nosotros si
realmente la necesitamos.
El problema aquí es que la Mente de Dios es mucho más
difícil de alcanzar que el aura de un reacio al amor-interés, y una
vez el hechicero está ahí, es difícilmente probable considerar la
necesidad de lluvia. A menos que, por supuesto, sea su voluntad.
En tal caso, no obstante, probablemente no intentará identificarse
con la humedad, frentes y bajas y altas presiones. Pero esto lleva
más que el simple diseño de un sigilo o letra sagrada seguido de
alguna represión y encantamiento. El elemental debe crearse –esto
es, ser engendrado y después alimentado a existencia
independiente. Asumiendo que el hechicero es capaz de mantener
el control sobre él, estará entonces disponible como un familiar
para servir a su deseo de lluvia. Hablaremos más de esta
manufactura hacia el final del siguiente capítulo.
Para descargar un talismán, agradece y libera su espíritu
pronunciando una despedida formal, desterrándolo después.

80
XIX. Medios de Realzamiento
Debería por ahora ser obvio que algunos trabajos mágicos
necesitan más esfuerzo que otros, dependiendo tanto de lo
distante que está lo que deseas del alcance de tu voluntad, como
de lo grande que sea el efecto que deseas provocar. Una pequeña
ducha será más fácil para empezar que una inundación, será más
difícil hacer llover en Needles que en Spokane. Por ello puede
que requieras técnicas adicionales para aumentar tu poder,
elaboraciones sobre los huesos al desnudo de los sigilos y las
letras sagradas ya descritos. Dividiremos nuestra cobertura de
estos en cuatro amplias categorías: 1) ritual; 2) hierbas, aceites e
incienso; 3) drogas y 4) sexo.
1) El ritual funciona solo si las personas involucradas en él
saben como hacerlo funcionar. La mayoría de los rituales
realizados por la religión organizada fracasan porque las personas
que lo hacen no tienen poder: ningún poder en el discurso del
sacerdote, ningún poder en las congregaciones oyentes, ningún
conocimiento de las formas en las que el poder puede ser
invocado y enfocado. El ritual debe parecer espontáneo. Incluso si
es el resultado de una cuidadosa planificación para producir justo
el correcto efecto psicológico, todavía debe parecer tan natural
como respirar –y nunca forzado o mecánico.
La razón para hacer rituales es que hay secuencias de
estados mentales que puedes seguir para llevarte a una
identificación con el poder que deseas. Los rituales que tratan de
crear tal identificación generalmente siguen este orden: a) definen
el poder; b) excitan al hechicero hasta que sobrecarga su ego y el
poder es reconocido; c) identifican al hechicero con el poder y d)
enfocan el poder de acuerdo a la voluntad del hechicero.
a) El poder generalmente es definido en un pacto,
declarando precisamente quién es el hechicero y qué está
intentando lograr.
b) La excitación generalmente es la parte más larga del rito
y puede producirse con canto, danza, salmodia de nombres

81
bárbaros, asunción de la forma astral adecuada al dios o letra
sagrada, o cualquier otra cosa.
c) La identificación es lo que sucede si haces la definición y
excitación de forma apropiada. El texto del rito simplemente la
declara, y tu exaltada mente está muy dispuesta a estar de acuerdo
tanto con la palabra como con el espíritu.
d) El método que el hechicero usa para enfocar el poder
estará determinado por su propósito. Si desea conocimiento
relacionado con el poder, evocará a sus espíritus y les preguntará.
Si quiere cambiar el mundo externo o almacenar el poder para
después, lo enfocará en un talismán. Si quiere cambiarse a sí
mismo, lo usará para consagrar un Anfitrión, consumiéndolo
después.
Para resumir los rituales: no fueron el punto fuerte de Austin
Spare, y si crees que los harías bien, consulta los escritos de
Aleister Crowley, uno de los grandes magos rituales de todos los
tiempos.
2) Hierbas, aceites e incienso están relacionados en que
todos tienen olores característicos, y por ello son útiles para las
ceremonias y el viaje astral. En un nivel materialista su efecto es
el simple condicionamiento. Si un hechicero quema un incienso
particular solo cuando está intentando sentir lo sagrado, después
su olor le incitará a sentir lo sagrado en cualquier momento en
que lo huela. En un plano más esotérico, la tradición dice que
algunos de estos agentes son suavemente psicotrópicos, sirviendo
para aumentar aspectos específicos de la consciencia humana. Ya
que estos aspectos están relacionados con los diversos poderes
disponibles, los hechiceros a través de los tiempos han llenado
volúmenes atribuyendo las esencias disponibles a los poderes que
han reconocido, algunos con más lógica que otros. Para
atribuciones en general (desde inciensos y drogas a planetas y
metales), el 777 de Crowley es insuperable –aunque solo sea por
la actitud abierta de Crowley– aunque por supuesto, él lo atribuye
todo al Árbol de la Vida. Puesto que el que trabaje con nuestro
método aquí desarrollará su propio árbol tal y como encuentre sus
poderes, tales guías le pueden ser útiles solo como un bosquejo en

82
bruto. Lo mejor que harás será llevar a cabo tu propia
investigación.
3) El valor de las diversas drogas disponibles varía
dependiendo de la droga y la persona que la toma. Tres tipos de
droga son importantes para mí. Crowley estaba intrigado por otras
dos. Las mías son a) alcohol; b) cáñamo y c) psicodélicos. Las
dos grandes de Crowley eran la heroína y la cocaína. Spare solo
bebía un poco, el sexo era su predilección.
a) El alcohol ha sido una materia prima en los ritos mágicos
desde los más tempranos tiempos. Ayuda bajando las inhibiciones
para que el hechicero pueda encontrar sus poderes libre de la
crítica, dándoles libre acceso a su ego cuando los llama. Perjudica
si te hace caer dormido, te hace derrumbarte o si eres adicto a él.
También es malo si tienes que orinar en medio de todo –
literalmente– o romper el círculo.
b) El cáñamo es un intensificador. Hace más intensas las
visiones astrales, hace que las impresiones sensuales sean más
intensas y hace que la corriente propia de pensamiento sea más
vívida y más elocuente. Falla cuando las cosas van tan rápidas
que les pierdes la pista, o cuando las visiones son tan vívidas que
te revuelcas en ellas, o cuando el porro es tan bueno que subes
como un cohete y después te estrellas. Conjurar es a menudo un
acto de resistencia, y si no puedes postergar la caída, ya no estarás
ahí cuando el poder llegue llamando.
c) Los psicodélicos apartan los filtros del interior de tu
mente, permitiendo que todo entre, dejando que tu imaginación
genere –vívidamente– cualquier cosa que quiera. Por lo tanto son
estupendos para mirar, potencialmente aterradores si realmente
tratas de hacer algo más complicado que dejar un registro o ir a
dar un paseo. Multiplican la percepción, pero a costa de la
concentración, porque tu lapso de atención se volverá de un
minuto. Por lo tanto los psicodélicos son peligrosos si lo que ves
te hace querer hacer algo del todo psicótico –esto es, si proyectas
tus pesadillas hacia el mundo exterior, respondes a ellas y después
la confusión te rodea cuando la gente empieza a preguntarse por
qué estás actuando de forma tan loca. Esto es, a menos que sepan

83
sobre el ácido, en cuyo caso probablemente señalarán que la
pesadilla te está obsesionando y puedas empezar a discutir
vehementemente.
Los psicodélicos son por ello el medio más rápido para
confrontar a cualquier demonio oscuro que podría estar
escondiéndose en tu psique, y tienen un feo hábito de ir a parar al
Morador del Umbral9 y dejarlo caer en tu regazo. Los bromistas
no estaban solo haciendo juegos de palabras cuando etiquetaron
como tripping (tropezando) “a la Prueba del Ácido”.
Pero incluso si no eres neurótico, los psicodélicos son
mejores para la contemplación pasiva que para la hechicería.
Puedes llamar a los poderes, pero puede que no sean lo que
quieres, y puede que no salgan cuando se lo dices. Puedes ir al
astral, pero puede ser difícil recorrer todo el camino, o
permanecer durante todo el camino, o recorrer todo el camino de
vuelta cuando así lo quieras. Es como si la droga misma se
hundiera en medio de tu inconsciente y si intentaras hacer que tus
espíritus hicieran trucos mientras está ahí, solo tropezarían y se
harían un lío.
Los psicodélicos también producen una debilidad
prolongada que persiste mucho después de que acabe la diversión.
Y entonces puedes contar con el pago por tu intensidad psíquica
durante el día siguiente o así, encontrándote con que tienes muy
poca energía y quizá una ligera pérdida de coordinación sutil. Así
que es mejor entonces dormir mucho y descansar. Si te pegas un
viaje la noche del viernes, deberías estar de vuelta al 95% la
mañana del lunes, pero solo si espacias tus viajes. Si viajas cada
fin de semana, dentro de unos pocos meses todavía estarás
tropezando con los marcos de las puertas y clavándote el tenedor
en los labios cuatro días después. No es bueno dejarlo para más
tarde.
9
El Morador del Umbral es una personificación de todo lo despreciable que hay
dentro de la psique de un hechicero dado, y es sorprendente. No puede negarse o
atarse, solo derrotarse. Su amenaza es potencial, un rápido vislumbre dentro de tu
propia lata de gusanos, y gana al hacer que decidas mantenerla cerrada. La forma de
que ganes es yendo por delante y abriéndola, convirtiendo entonces tus gusanos en
dragones uno a uno.

84
Las drogas favoritas de Crowley eran la heroína y la
cocaína. Sentía que la cocaína era un excelente estimulante y la
heroína una buena ayuda para la concentración. También murió
siendo adicto, pero con 72 años y bastante lúcido. Dejaré que el
lector extraiga su propia moral y solo afirmaré que la química del
cuerpo de todo el mundo es diferente y nadie puede decir qué le
está destinado o prohibido a otro. Como el dios Hadit dice en el
Liber AL vel Legis:

Soy la Serpiente que da Conocimiento y Deleite y brillante


gloria, y agita los corazones de los hombres con
embriaguez. ¡Para adorarme tomad vino y extrañas drogas
de las que yo hablaré a mi profeta, y emborrachaos con
ellos! No os dañarán en absoluto. Es una mentira, una
tontería contra uno mismo. La exposición de la inocencia es
una mentira. ¡Sé fuerte, Oh hombre! Desead, gozad todas las
cosas de los sentidos y el éxtasis: no temáis que ningún Dios
os rechace por esto.

4) De todas las fuentes de energía que están disponibles para


dinamizar el espíritu humano, ninguna es tan obvia como la que
podemos encontrar en el acto sexual. Una persona puede vivir la
vida de un esclavo absoluto, tan atascado en lo mundano que
finalmente le mata, y aun este simple acto – realizado con deleite
de lujuria o amor– puede elevarle de lo vulgar y tocar su alma con
poder, aunque solo sea por un momento. El acto sexual funciona
para los verdaderos creyentes y los que no lo son, el salvado y el
condenado, y por ello ha sido condenado o cubierto con leyes por
las religiones dogmáticas de todo tipo. Pero los hechiceros
aborrecen el dogma y han usado la energía sexual para aumentar
los poderes de sus mentes desde el principio. Ya que reconocen
los peligros de este poder, lo han ocultado desde hace largo
tiempo con secretos y símbolos, pero –como dijimos– no hay
espacio para el simbolismo fantástico en Robando el Fuego del
Cielo. Por ello hemos estado poniéndolo todo en orden, las
técnicas y los peligros. Los resultados te los dejo a ti para que los

85
descubras.
La técnica mejor conocida de magia sexual es la que
Crowley enseñó en secreto. Es heterosexual, y la idea es que el
acto sexual –realizado con competencia mágica– producirá un
“hijo mágico”. Este es un ser astral cuyo poder es dedicado a
llevar a cabo el propósito de los participantes. Es potenciado por
el calor blanco del orgasmo y encarnado en el 'elixir' generado por
el coito. Los participantes deben dar a este niño un nombre por
adelantado y estar de acuerdo también, en su apariencia astral,
porque debe llenar sus imaginaciones a lo largo del rito, hasta que
el clímax lo fije en sus fluidos mezclados. Cualquier pérdida de
concentración en él o de pensamiento independiente durante la
cópula puede ser mortal, porque entonces su hijo será un
monstruo. Los dos participantes deben por lo tanto estar de
acuerdo en el simbolismo que usarán, donde la imaginería común
es fácil de encontrar.
Aunque Spare nunca los mencionó en su obra publicada, usó
dos métodos que descansan en la energía sexual para su
cumplimiento. Se pueden encontrar descripciones de estos en The
Magical Revival de Kenneth Grant, y también en su biografía de
Spare, Images and Oracles of Austin Osman Spare (Weiser,
1975). Spare se refirió a estas técnicas sexuales como “la fórmula
de la Virgen de Barro” y “el Sabbat de las Brujas”, y las
tomaremos en este orden.
La fórmula de la Virgen de Barro es, como la técnica más
convencional de Crowley, un método para engendrar una entidad
independiente cuya voluntad es llevar a cabo las intenciones del
hechicero. Difiere en que es autoerótica, y por lo tanto no requiere
de ningún simbolismo compartido.
La Virgen de Barro en sí es un recipiente de arcilla fabricado
para que sus dimensiones interiores se acomoden precisamente al
volumen del pene erecto10 del hechicero, con solo suficiente
espacio en el fondo para tener un trozo de papel con el sigilo de

10
Pudiera ser que una hechicera diseñara un implemento cerámico hueco que indujera
al orgasmo y recolectara las secreciones vaginales, pero dejaré la investigación aquí
para aquellas que estén anatómicamente equipadas para llevarla a cabo.

86
su deseo. Colocado al fondo de la Virgen, el hechicero carga este
sigilo durante el acto orgásmico. En dicho momento visualiza su
deseo, manteniendo la imagen en su imaginación durante tanto
como le sea posible. Una vez la imagen mental empiece a
desvanecerse, sellará la urna y la enterrará. Realizará el rito para
que el enterramiento sea a medianoche, “estando la luna en
cuarto”. Cuando la luna pase a llena, el hechicero desenterrará
este útero de arcilla, lo rellenará de esperma y –“mientras repite
los encantamientos adecuados”– lo verterá como una libación
sobre el suelo. Después volverá a enterrar la urna.
Las advertencias de Spare de que esta técnica nunca falla, es
peligrosa, y por eso deja mucho que adivinar. Cuando escribe,
insinúa que el efecto esencial de la fórmula es la fuente de la
leyenda de los genios atrapados en la botella de latón. A partir de
esto se puede suponer que la urna actúa como un útero de arcilla
en el que el hechicero engendra a un espíritu familiar. Dicha
ayuda puede ser tan arriesgada como efectiva, no obstante, por si
el hechicero es de alguna forma incapaz de controlarse, tendrá aun
más dificultades para manejar un poder semiindependiente tal
como este. Debe siempre mantener la iniciativa sobre él, no
permitirle nunca espacio alguno para la acción independiente, y
siempre mantener una estricta separación entre su forma y la suya
propia. No debe invitarle nunca a entrar en él.
El Sabbat de las Brujas de Spare, por otra parte, no está
diseñado para crear espíritus, sino más como una afirmación
sexual del principio Ni lo Uno-Ni lo Otro. Es la producción de la
libre creencia por medios sexuales. En un trabajo de grupo creado
para destripar la sensibilidad estética de los participantes, la
creencia libre resultante se enfoca en un sigilo diseñado como su
deseo colectivo. Las ideas convencionales de atracción erótica son
cercenadas a través de la participación de mujeres mayores
sexualmente habilidosas y grotescamente feas, que asumen un
papel dominante en el rito. Grant cita a Spare como escribiendo
que su fealdad es esencial para transmutar “la cultura estética
personal del hechicero, la cual es de este modo destruida. Se usa
la perversión para superar el prejuicio moral y la conformidad”.

87
Esta destrucción del sentido estético de los participantes, junto
con el efecto hipnótico del ritual, derrota completamente sus
mentes conscientes, permitiendo un flujo desinhibido de libre
creencia para dinamizar el sigilo.
Como la diosa Nuit anunció en Liber Legis:

Dado que Soy el Espacio Infinito y las Infinitas Estrellas del


mismo, así tú también. ¡No unas nada! No hay diferencia
entre tú ni entre cualquier cosa y cualquier otra cosa, porque
de ese modo viene el daño.
¡Pero quien encuentre provecho en esto, que sea el jefe
de todos!

88
XX. El Círculo Mágico
y la Evocación
El lector con alguna experiencia previa puede en este punto
estar sorprendido de que cualquier cosa pueda acabar
convirtiéndose en el círculo mágico. Bien, quizá no como tal,
pero lo hemos hecho –en el capítulo sexto, cuando hablamos
sobre cómo tienes que desterrar y que has de hacerlo antes y
después de cualquier trabajo mágico. El hecho es que un destierro
adecuadamente realizado crea un círculo astral, uno que te servirá
incluso en las operaciones más poderosas. Si estás trabajando en
el astral o usando cualquiera de las técnicas no tradicionales que
hemos dado, un círculo mágico es innecesario.
Los círculos físicos son requeridos, no obstante, en dos tipos
específicos de trabajo: en sacrificios de sangre y en la evocación
de un espíritu a aparición visible. Con el sacrificio de sangre la
energía vital de la víctima es propensa a atraer entidades desde el
exterior. Cuando evocas a un espíritu a aparición visible, le das
tanto poder que si tuviera la oportunidad de tocarte, tu identidad
personal podría ser arroyada o (al menos) tu sistema nervioso
jodido. Pero entonces esta precaución es más relevante para la
magia tradicional, ya que dicha evocación puede ser necesaria
para cargar un talismán.
Aún así, Spare es conocido por haber hecho este tipo de
trabajo al menos una vez, esto a petición de dos aficionados que
querían ver un elemental. Según Kenneth Grant, Spare les dijo
que tales poderes eran “autómatas” profundamente enterrados en
el subconsciente, que lo mejor era dejarlos donde están y solo
manipularlos a través de sigilos y letras sagradas. Pero insistieron,
así que Spare consintió.
Empezó a trabajar dibujando un sigilo sobre una tarjeta en
blanco y poniéndola sobre su frente mientras repetía un mantra.
En unos cinco minutos una niebla verdosa empezó a entrar en la
habitación, concentrándose en un lugar y espesándose hasta que
estuvo lo bastante densa para ver (como Grant lo describió) “dos

89
puntitos de fuego, brillando como ojos, parpadeando en una cara
idiota”. En este punto los dos espectadores se asustaron e
insistieron a Spare que lo desterrara, lo cual hizo revirtiendo el
hechizo. Según Grant, uno de estos diletantes murió en dos
semanas, y el otro tuvo que ser internado en un asilo. Spare sintió
que el elemental que había llegado era un aspecto limítrofe de la
psique de una de las víctimas. Había visto su oportunidad de salir
y tomar el control, y cogió fácilmente a los desafortunados
amateurs por el cuello.
Spare, por supuesto, no fue afectado, porque su aura de
hechicero era todo lo que necesitaba. A través de continuos
destierros y años de trabajo mágico, la tuya puede ser igual de
fuerte. ¡Según lo que siembres, así cosecharás!

90
XXa. Elementales y
Lugares de Poder
La asunción básica en el enfoque hechiceril de la magia, es
que cualquier aspecto de tu vida o del mundo que te rodea y que
puedes definir como distinto o separado, también tendrá un
aspecto etéreo que puedes definir como un espíritu distinto o
separado. Y una vez definas a un espíritu, puedes entrar en
relación con él –conjurándolo, nombrándolo y atándolo con un
ritual de Carga para que así obedezca tu voluntad.
Esto se aplica a aspectos específicos del mundo externo así
como a aspectos de nuestras mentes inconscientes o espíritus
independientes o demonios en el plano astral. Cada lugar,
estructura o fenómeno ecológico o geológico, tendrá un espíritu
propio –conocido como elemental o genius loci– que el hechicero
puede hacer que le asista en la medida en que lo permita su
naturaleza. Por supuesto que no para todo lugar sobre la superficie
de la tierra valdrá esto en absoluto. El lugar estará físicamente
durmiente, con ningún conocimiento o poder, un lugar detrás de
otro sin ninguna distinción psíquica en particular, así que no
tendrá sentido tratar con él mágicamente. Por otra parte, hay
lugares significativos a nuestro alrededor que muestran su poder a
cualquiera que esté buscándolo. Ríos y cadenas montañosas,
colinas y colinas boscosas, lagos y prados y mares interiores –
todos estos puede tener un potencial para proveer conocimiento y
poder que pude usarse para promover nuestros propósitos.
Por supuesto que reconocer el valor de un lugar es una cosa,
y encontrar, nombrar y atar a su elemental es otra. Que un
principiante encuentre el espíritu de un lugar requiere que
emprenda una proyección astral a gran escala, lo cual no es lo
difícil si el lugar está un poco aislado, especialmente de noche.
Pero con práctica y especialmente después de haberte
familiarizado con tu Santo Ángel Guardián, un estado mental de
tipo astral puede conseguirse a través de una simple meditación
para entrar en contacto con el estado anímico del lugar –

91
especialmente si añades una bocanada de cannabis para hacer que
el poder fluya con más claridad. Una vez entras en este estado
mental, pregúntale a tu Ángel el nombre de los espíritus del lugar
y cualquier detalle que necesites para invocarlo, después usa ese
nombre como un cántico o mantra para llamarlo a aparición en tu
imaginación. Cuando el espíritu esté delante de ti en el ojo de tu
mente, haz todo lo que puedas para percibir su esencia, después
átalo con una Carga ritual. El control que consigas sobre el
elemental, seguramente estará más limitado de lo que podrías
esperar de un espíritu que reside en tu inconsciente, pero al menos
será suficiente para permitirte trabajar con su poder sin riesgo de
obsesión.
Una vez el espíritu de un lugar ha sido atado
apropiadamente, puedes confiar en su apoyo dentro del reino de
su competencia. De un océano podrías obtener el poder para
lograr tu verdadero nivel, quiero decir, para lograr tu destino. De
un río podrías tomar el movimiento implacable (especialmente si
está en inundación), o la habilidad para percibir en al menos un
modo acuático sobre la extensión de su cuenca. Una escarpadura
podría proveerte con el acceso que abre al poder en el centro de la
tierra. Una torre de oficinas podría suministrarte con el
conocimiento de las corporaciones en las que están sus inquilinos,
ayudándote para conseguir un trabajo o una cuenta de ellas, y
ayudarte a tratar con los desafíos que encuentres mientras estés a
su servicio. O podrías usar el espíritu de un lugar para promover
un propósito benéfico mutuo. Por ejemplo, para hacer que tu
grupo musical favorito toque con mayor habilidad y empuje,
podrías invocar al genius loci del sitio donde estén tocando y de la
tierra en la que están sus cimientos. Esto te dará una experiencia
musical inspiradora y también ayudará a la organización a
amortizar su parte.
Cualquier localización lo suficientemente potente para tener
una presencia digna de encontrarse, bien puede incluir un lugar de
poder, un lugar no más de pocos metros cuadrados donde el poder
puede ser absorbido directamente desde el tejido espiritual del
planeta. A menudo, estos sobresaldrán de su incongruencia, como

92
un estanque que surge de una roca elevada, o una formación
rocosa en medio de un pantano. Otros llamarán la atención por su
carisma, por ejemplo un asiento rocoso en la cima de un
acantilado, o por su simple belleza. Pero incluso los sutiles son
bastante fáciles de encontrar si le preguntas al elemental por la
localización en general. Puedes tratar a la energía que emana del
lugar como un espíritu, pidiéndole a tu Ángel que la invoque y te
diga su nombre para que puedas atarla y usarla como puedas.
Dependiendo de qué tipo de lugar es, podrías ser capaz de extraer
la energía para un uso posterior, o quizá servirá como una entrada
a los intestinos de la tierra dentro de la que puedes colocar
talismanes para que cumplan mejor tus propósitos.
Por otra parte, debería hacer notar que los lugares varían en
sus cualidades desde completamente benéficos (cuyo poder puede
tomarse dentro de tu aura y ser almacenado directamente) a los
perniciosos (que deberían evitarse por completo). Incluso si las
diferencias obvias en el carisma no te dan una clara advertencia,
tu Ángel fácilmente te lo dirá con solo pensar en preguntárselo.

93
XXI. Problemas y
Algunas Soluciones
Con el Sabbat de las Brujas tenemos la última de las
técnicas mágicas de Robando el Fuego del Cielo. El técnico
competente debería ser capaz de adoptarlas como son o si no,
adaptarla a sus circunstancias y después usarlas para llevar a cabo
su voluntad. Pero ¿qué queremos decir por competente?
Queremos decir alguien que tiene consciencia de sus
pasiones internas (y a las que puede tender a dominar durante
momentos de estrés), tiene control sobre sus propios
pensamientos y la habilidad para mantener un pacto –establecer
un curso de acción y llevarlo a cabo hasta su finalización.
Él (o ella) también necesita prudencia.
Para conocerse a sí mismo, controlar la mente y desarrollar
la voluntad hay ejercicios. Para tener prudencia, está la Ley.
El conocimiento de sí mismo, por supuesto, es lo más difícil
de todo, pero entre la proyección astral, el trabajo con los sueños,
la meditación, la honestidad y la psicoterapia (para los casos
especialmente difíciles y suculentos), deberías ser capaz de
descubrir la fuente de cualquier punto doloroso existente en tu
alma. Después solo será un caso de excavar la podredumbre
durante un periodo de años, usando cualquier procedimiento que
funcione para ti, esté basado en el sentido común o en los
métodos de la magia. Suficiente es decir que los puntos dolorosos
generalmente son quemaduras/reflejos de la infancia. Sea miedo,
ira, culpabilidad o autocompasión, todos parece que tenemos al
menos uno (he estado trabajando con la ira durante años), y no
pueden ser ignorados. Carlos Castaneda los llama indulgencias, y
ya sea que Juan Matus existiera o no, sus enseñanzas en Journey
to Ixtlan y Tales of Power son relatos clásicos sobre cómo tratar
con la indulgencia. Los recomiendo encarecidamente.
Otro acercamiento de valor aquí es trabajar con tus propios
sueños, uno que recién estoy iniciando y por ello no intentaré
explicar. Suficiente es decir que The Dream Game de Ann

94
Faraday (Harper & Row, Perennial Libray, 1976) es un texto
accesible y no dogmático, útil para hechiceros y legos por igual.
Controlar el pensamiento es más fácil que manejar la
indulgencia, simplemente porque una indulgencia nos ayuda a
hacer frente a su propia enfermedad, y por ello cuando la
abandonamos perdemos una muleta. (¡La ira es tan divertida!)
Pero cuando podemos controlar nuestros pensamientos ganamos
un poder y esto sin ningún tipo de disfrute neurótico. Así que no
hay inhibición por conquistar, solo inercia. Esta inercia puede ser
considerable, pero los ejercicios son poderosos si se hacen
correctamente. Los que ofrecemos son los que Aleister Crowley
extrajo del arte hindú del yoga, y la siguiente destilación está
basada en la Parte Uno de su Book Four (Weiser, 1980), que
también recomiendo.
Yoga significa unión y como se practica en la India,
significa unión con Dios. Hay muchos diferentes yogas. Algunos
dan unión con Dios a través del conocimiento, otros a través del
amor y la devoción, otros a través del trabajo. En el que los
hechiceros están interesados –el raja yoga– da unión con Dios a
través de la disciplina mental. La idea es que si puedes echar un
vistazo lo suficientemente profundo dentro de tu Yo, encontrarás a
Dios en el fondo, pero hay tantas distracciones entre medias que
generalmente no podemos Verle. Las disciplinas del raja yoga
están diseñadas para eliminar las distracciones. Los mundos del
comercio y la sociedad humana son distracciones, por ello los
yoguis viven como monjes. El cuerpo del yogui es una
distracción, por ello le impone posturas hasta que dejen de
dolerle. La respiración del yogui perturba su concentración, por
ello impone sobre ella una rutina. La mente del yogui deambula,
por ello la ejercita para permanecer quieta hasta que se queda
quieta. Y así hasta que finalmente encuentra al Dios en el fondo y
logra el Samadhi. Bendición.
Pero el hechicero no lo hace de esa forma.
¿Por qué? Porque es aburrido, principalmente, y cualquier
idiota puede pensar en mejores formas de pasar su vida que
sentarse absolutamente inmóvil durante seis horas cada día, y

95
jugar a sacerdote durante las otras dieciocho. Incluso así, los
métodos que los yoguis han desarrollado funcionan bastante bien,
y podemos usarlos para entrenar nuestras mentes para nuestro
trabajo hechiceril, incluso si no intentamos encontrar a Dios con
ellos. Pero aunque no lo hagamos tanto como los yoguis, aun así
debemos hacerlo, ya sea que queramos realmente o no. Media
hora al día (15 minutos por la mañana y otros por la noche) es
bueno para empezar, trabajando hasta una hora diaria más o
menos. Este tiempo debería invertirse cada día (excepto cuando se
está realmente enfermo), y continuar los ejercicios al menos
durante dos años. Este trabajo es el fundamento de tu pirámide. Si
lo descuidas, toda tu estructura puede caer como el Ojo de Dios
está a tu alcance.
Las ocho ramas (disciplinas separadas) del raja yoga son: 1)
Yama, 2) Niyama, 3) Asana, 4) Pranayama, 5) Pratyahara, 6)
Dharana, 7) Dhyana y 8) Samahdi. Las primeras dos son
preparaciones, las siguientes cuatro son técnicas y las dos últimas
son resultados.
1) Yama significa control. Incluye cualquier cosa que puedas
necesitar reordenar en tu vida para que puedas meditar
apropiadamente, desde apagar la radio a encontrar una novia
menos cínica. Puede incluir dejar de fumar para que puedas
respirar de forma más completa, o rechazar ciertos alimentos para
que tu digestión te dé algo de paz. En la tradicional práctica
hindú, Yama incluye cosas como la no aceptación de regalos y el
celibato, pero eso es solo una tontería para las mentes simples y
no tiene nada que ver con nosotros los hechiceros. Lo que Yama
implica es que el trabajo es lo primero y si por alguna razón no lo
es, has fracasado en Yama.
2) El “Ni” en Niyama es un contrario, por lo que si Yama es
enfocarte en tu trabajo, Niyama es expulsar lo que necesitas para
conquistar la dificultad del yoga en sí, así como las barreras del
mundo y de tu mente erigidas contra tu propósito. Y habrá
barreras. Aunque la experiencia inicial en meditación será
eufórica, pronto se asentará en una resistencia real. La única
forma de triunfar contra ello es continuar hasta que triunfes por

96
fin y la euforia regrese redoblada. Niyama es perseverancia,
aceptación, fuerza y entendimiento –todas las cualidades que le
permiten a uno hacer caso omiso del dolor y salir adelante en el
mundo con un mínimo de alboroto.
3) Asana es la primera práctica real de yoga, y es un
entrenamiento para el cuerpo por el que lo sentarás y no te
molestará mientras hagas tu meditación y trabajo astral. Haces
Asana sentándote en una posición y no permitiéndote moverte
durante tu meditación. Una vez domines una postura, tendrás una
forma de sentarte que te permitirá disminuir la consciencia de tu
cuerpo a voluntad. Esta habilidad es vital si vas hacer algún
progreso en la hechicería.
Para empezar Asana, elige una postura. La posición real que
tomes no importa, en la medida en que tu espalda esté recta y tu
cabeza erguida, porque debes asegurarte de que puedes
mantenerlas estables y también, que no caerás dormido. Los
hindúes han inventado miles de posturas para Asana, pero puedes
desperdiciar tu vida estudiándolas, no como la mayoría de los
hechiceros. La posición del loto es magnífica si tienes tendones
flexibles, si no, puedes simplemente sentarte en una silla.
Asumiendo que has decidido tu postura (incluyendo la
forma más placentera de poner tus manos, tobillos y pies), ahora
estás preparado para empezar. Para hacerlo, siéntate adoptándola
tanto tiempo como hayas decidido estar sentado así, y no te
muevas. No te remuevas para rascar tu ingle. No pellizques la
comezón de tu cuello con tu dedo pequeño. No cambies tus
piernas para aliviar un calambre, o sacudas tu hombro para estirar
un tendón. Los únicos movimientos que deberías permitirte son
los necesarios para una respiración profunda y pequeños cambios
de la mano para escribir en tu diario mágico y quizá operar un
cronómetro. Solo manteniendo tu cuerpo absolutamente inmóvil
puedes vencer a tu sistema nervioso hasta la sumisión –al menos
para esta postura– permitiéndote así empezar un serio esfuerzo
por controlar tu mente.
El progreso del estudiante medio de Asana pasa a través de
tres fases, a las que podemos llamar simplemente inicio, media y

97
final.
El inicio de Asana es bastante placentero. Notarás
inmediatamente que sentarte inmóvil te hace consciente de la
actividad de tu mente –de cómo tu cuerpo normalmente te impide
darte cuenta de que tus pensamientos tienen mucho en común con
una jaula llena de monos– y estarás ansioso por empezar a
entrenarlos. Tus esfuerzos iniciales en Asana también tendrán un
efecto calmante, y estará claro que uno debería ser capaz de
sentarse inmóvil antes de que se pueda realizar cualquier ejercicio
mental.
Este estado eufórico puede durar unos pocos días, pero no
mucho.
La parte media de Asana es un reino en el que manda el
dolor. La práctica se vuelve tediosa. Empiezas a notar que no
estás realmente manteniendo la posición elegida – que estás
permitiendo que tu cabeza se hunda, tus muslos cambien, tus pies
se muevan de la posición. Así que te corregirás, y acertarás en tus
correcciones, pero también te harás más sensible al dolor. Te
picará, pero si rompes la disciplina para rascarte,
instantáneamente empezará a picarte en otros tres sitios. Tus
músculos tendrán calambres. Te volverás tan tenso que
necesitarás diez minutos después de que ya sea hora de levantarse
para poder realmente hacerlo, y eso aunque solo hayas estado
sentado en una silla. Pero no debes intentar evadir este dolor, ya
que solo lo prolongaría. Simplemente debes hacer los ejercicios
que te hayas asignado y perseverar –hasta que los termines.
Y hay un final definido. Habrá un momento en el que el
dolor se desvanecerá y serás capaz de decirte que has triunfado.
Ni te picará ni tendrás calambres. Serás capaz de levantarte de tu
meditación sin preocuparte de si tus miembros te sostendrán. Tu
cuerpo simplemente ya no te molestará, y cualquier tiempo que te
sientes en esa postura, al levantarte estarás renovado. Ahora
tendrás una posición en la que realizar tu meditación y tu trabajo
astral.
4) Pranayama es control de la respiración y está destinado a
forzar la misma hacia un ritmo estable, un hábito que no perturbe

98
la concentración. También, si la respiración es intencionalmente
profunda, el meditador disfruta los beneficios de la
hiperventilación, aunque no debería hacerlo a tal extremo que se
pase.
En cuanto al recuento específico, para los principiantes se
recomienda la respiración cuádruple: inhalar durante la cuenta de
cuatro, retener durante la cuenta de cuatro, exhalar durante la
cuenta de cuatro, estar vacío durante la cuenta de cuatro.
Posteriormente puede que te guste respirar en una proporción de
1:4:2, inhalar:retener:exhalar. Recuerda, mientras más puedas
retener tu respiración, más tendrás que hacer tu trabajo mental sin
la distracción de la respiración.
Puede que tiendas a sudar mucho durante Pranayama y
puede que descubras que tu cuerpo tiende a ponerse rígido, lo cual
te ayudará a hacer tu Asana. No es algo por lo que preocuparse,
pero trata de no caerte.
Asana y Pranayama son por ello los dos extremos mecánicos
de raja yoga. Cuando puedas realizarlos adecuadamente, estarás
preparado para intentar los siguientes dos fines, los ejercicios
mentales de Pratyahara y Dharana. Se debería recalcar, no
obstante, que la regularidad en la práctica es lo esencial, ya sea
que te sientas como que estás meditando o no. Si te has decidido
por dos medias horas de Asana cada día, entonces debes
dedicarlas a sentarte inmóvil, o intentarlo, no importa el qué. Si te
dices que harás solo media hora, treinta nerviosos minutos serán
mejores que 25 sólido como una roca, y ni viajar o el funeral de
una relación cercana deberían interferir con ello.
5) Pratyahara es meditación en sí, introspección en los
porqués de que pienses en la forma en la que lo haces, de que
respondas a las cosas en la forma en la que lo haces, por qué tu
tren de pensamiento se mantiene en una pista en lugar de otra.
Puedes meditar sobre la gente, las situaciones, los sueños, los
objetos –restringiendo tu pensamiento a tu objeto hasta que no
quede nada en todo el universo, y entonces expandiendo tu
perspectiva hasta que veas la relación del asunto con todo lo
demás en el universo, y cómo depende lo uno de lo otro para su

99
existencia. Es una forma de encontrar tu lugar en el Todo
Cósmico, ganando así perspectiva sobre cuál es la mejor manera
de encontrar la Totalidad de Él.
6) Dharana. Pero para hacer progreso en Pratyahara, debes
tener suficiente concentración como para seguir un pensamiento
hasta cualquier dios o demonio que pueda yacer en sus raíces.
Para obtener esta concentración, tenemos Dharana, que es
concentración pura y simple y también es un trabajo duro. Es de
valor no solo para la meditación, sino que ayuda a los poderes de
concentración y también al trabajo astral, porque le da a uno la
habilidad de mantener la propia presencia de mente durante un
viaje –para mantener el paisaje astral enfocado y terminar en
general lo que se ha empezado, cerrar lo que se ha abierto y no
dejar nada sin hacer que deba ser hecho. La práctica de Dharana
es la visualización de una única imagen mental. Para empezar,
siéntate en tu Asana y realiza Pranayama de tal forma que tu
respiración ni te distraiga ni te excite indebidamente. Después
visualiza una forma geométrica simple y ¡no la dejes fluctuar!
Podría ser un cuadrado rojo, una cruz verde, una campana azul –
pero una vez hayas decidido su color, forma, tamaño y el tipo de
telón de fondo, mantenla y no permitas ni cambios ni añadidos.
No consientas que los brazos de la cruz verde encojan, o que el
cuadrado rojo cambie a amarillo y naranja. No permitas que
florezcan flores blancas sobre la campana azul, o que el telón de
fondo gris se convierta en verde. Mantén la imagen estable en tu
mente, no permitas otras cosas y no consientas que la imagen
cambien de ninguna manera.
Al principio, si realmente estás bien disciplinado, podrías
ser capaz de mantener la concentración nueve décimas partes de
un segundo. Después la imagen cambiará de alguna u otra forma,
la obligarás de vuelta y después te distraerás con algún extraño
pensamiento y dejarás la imagen por completo, hasta que te des
cuenta y te arrastres de vuelta.
La fuente más obvia de distracción son las sensaciones de tu
cuerpo, pero después de que perfecciones tu postura se
desvanecerán. A continuación vendrán los sonidos del mundo

100
exterior, pero con el uso asiduo del principio de la
hiperventilación, toman su lugar en un exagerado bombardeo de
ruido, pudiendo así ser ignorados. Después de eso vienen los
pensamientos generados por recuerdos del pasado reciente –lo
que Reagan dijo en la tele, lo que hiciste en el jardín hoy, lo que
parecía el centro de la ciudad la última vez que condujiste por él.
Es sorprendente lo intricados que pueden volverse estos
recuerdos, dejando claro que nuestras mentes absorben mucha
más información de la que nos damos cuenta mientras la
absorbemos.
La forma más engañosa de distracción es la simple y vieja
ensoñación. Estarás haciendo Pranayama en tu Asana y decidirás
concentrarte en una estrella naranja. Lo conseguirás, sus puntas
cambiarán un poco y su color se tornará verdoso, pero en general
lo conseguirás. Lo harás tan bien que serás capaz de mantenerla
con solo parte de tu mente mientras otra parte empieza a pensar
en algo más interesante, como dónde fuiste el último fin de
semana con la dama en cuyos pantalones intentabas meterte. Eso
te llevará a pensamientos sobre cómo será cuando finalmente lo
hagas, o tu siguiente paso a dar y antes de que lo sepas olvidarás
tu estrella naranja.
La única forma de luchar con esto es mantenerte
estrictamente responsable de lo que estás haciendo. Aleister
Crowley no dice que el hechicero debería hacer su Dharana con
un bloc, lápiz y cronómetro para poder saber precisamente lo
estable que se ha vuelto su mente. “Una de las dificultades
esenciales en la práctica es que precisa una gran habilidad y
experiencia volverse realmente alerta de lo que está sucediendo.
Puedes seguir soñando despierto durante largos periodos antes de
darte cuenta de que tus pensamientos han vagabundeado por
completo”.
Crowley también subrayó que uno debería tener cuidado de
evitar forzar la propia mente. “En mis primeros días a menudo
estaba satisfecho con un minuto o dos a la vez, tres o cuatro de
dichos periodos dos o tres veces al día”. Si empieza a molestar,
regresa a Pratyahara –intenta quizá averiguar por qué los niños

101
eran malos contigo en segundo grado.
Una fuente mayor de distracción que la mera ensoñación es
cuando tu esfuerzo en la concentración interfiere con el objeto.
Puedes distraerte pensando lo bien que lo estás haciendo, o cómo
de más fácil sería hacerlo al norte de Maine. Este tipo de
interrupción no es tan malo, una ligera variación en la
unidireccionalidad de tu deseo.
Crowley menciona otras dos fuentes de distracción –
alucinaciones auditivas (una variedad de interferencias psíquicas)
y también el resultado deseado de la práctica, Dhyana y Samadhi.
7 y 8) Dhyana y Samahdi son los resultados de realizar las
previas seis disciplinas con tal dedicación que no te dejes tiempo
para otra cosa. No es mi sugerencia que debieras hacerlo, solo que
uses la práctica para aprender de tus hábitos mentales de
pensamiento y llevarlos bajo el control de tu voluntad. Por lo
tanto puede que nunca experimentes Dhyana o Samahdi a través
de las prácticas yóguicas. Será suficiente con decir que Dhyana es
ver a Dios y Samahdi es la unión con Él.
Para acabar este capítulo tenemos una disciplina más de las
de Crowley. Es una técnica para desarrollar la voluntad, un
método incluso más mecánico que el yoga. Crowley lo llamó
Liber III vel Jugorum y puedes encontrarlo en la página 427 de
Magick in Theory and Practice. Consiste en que el estudiante
haga pactos prohibiéndose la realización de acciones arbitrarias –
por ejemplo tocarse la cara con la mano izquierda durante una
semana, decir la palabra “de” por espacio de un mes, pensar en la
primavera durante Enero y Febrero, o cualquier otra cosa. Ya que
es virtualmente seguro que violará este pacto durante el periodo
que esté en vigor (incluso docenas de veces), también debe
prestarse a un castigo que le obligará a enmendar sus hábitos. La
elección de castigo es arbitraria, pero ya que debe ser fácil de
repetir a menudo (tan a menudo como tres veces en un minuto si
ha jurado no decir “y”, “o” o “yo”), que reduce prácticamente el
dolor físico. Crowley recomendaba el uso de una navaja de afeitar
en el antebrazo, pero eso es excesivo 11. Un alfiler oculto en un
11
Es también un ejemplo del sentido del humor de Crowley y puede haber estado

102
dobladillo puede ser bueno para pincharte en la pierna, o si
prefieres no agujerear tu piel, pon una gruesa gomilla alrededor de
tu muñeca y date un buen “gomillazo” siempre que hagas la cosa
prohibida.
Es importante que subrayemos que los actos que te prohibas
deben ser arbitrarios. Si tuvieran algún valor moral o emocional,
por ejemplo si te prohibieras tentempiés entre comidas o pensar
en tu exmarido, estarías corrompiendo tu voluntad con tu deseo y
también arriesgándote a la enfermedad mental que puede
sobrevenirte cuando se reprimen oscuridades desagradables. Es
mejor reforzar tu voluntad primero con prohibiciones que son
enteramente inocuas. Después, cuando estés en forma, puedes
usarla para evocar tus oscuridades desagradables para que
aparezcan en toda su oscura malignidad, determinar sus nombres
y letras y entonces atarlas a tu propósito.

De Form I, 1 – Abril, 1916

destinado como pantalla, un absurdo pretendido para asustar a aquellos aspirantes no


talentosos con el sentido común.

103
XXII. La Ley
La ley es el gran baluarte contra el caos. Sea tribal, común,
estatutaria o religiosa, la ley modera, conduce y preserva el orden,
amortiguando el caos y evitando que nadie pise los dedos de otro.
Dependiendo de cómo de bien la ley se adecue a las personas que
regula, triunfará en ese intento. Cuando una cultura es segura, sus
leyes son un mero bordado sobre un sólido tejido social. Cuando
una cultura está en la agonía del cambio, sus leyes se vuelven por
turno defectuosas, fútiles, fatuas y tiránicas. A la larga cada
hombre y cada mujer –desde el más inferior al más superior– en
algún sentido se convierte en un criminal, hasta que la autoridad
se colapsa y un nuevo orden tiene la oportunidad de surgir.
Hubo un tiempo no demasiado lejano en el que la ley no era
tan dudosa como lo es ahora. La ley era la forma de mantener el
statu quo –el estado en el que la propiedad y la clase eran la señal
del rango, y el rango era algo a ser perpetuado dentro de una
familia a través de las generaciones. Las leyes que ordenaban esta
organización eran invariablemente manejadas por ancianos
hombres sabios: Moisés, Mahoma y Alberto Magno, Hamurabi,
César y Napoleón Bonaparte, los Padres Fundadores. De una
forma u otra todos establecieron o mantuvieron un orden social.
La gente sabía su lugar, sabían cuándo estaban fuera de lugar, y
sabían que todos los demás lo sabían también. Y así fue durante
5000 años.
Pero ya no. Económicamente, la revolución tecnológica se
ha condenado a un espacio y ha logrado una órbita estable.
Políticamente, los viejos imperios son solo estampas en álbumes y
monedas en cajones de escritorios, e incluso los superpoderes
parecen incapaces de mantener sus esferas de influencia intactas.
En religión, todo está al extremo. Si eres cristiano, estamos
entrando en los Últimos Días. Si eres marxista, las masas de todo
el mundo se levantan para quitarse las cadenas. Si eres hindú, es
el fin del Kali Yuga. Si eres judío ortodoxo, puede que esperes al
Mesías pronto y si eres astrólogo, la Era de Acuario está justo a la

104
vuelta de la esquina. Y si eres un hechicero, puede que pienses
que es el advenimiento del æon de Horus.
Sé quien soy.
Sea como se mire, las viejas normas ya no sirven por más
tiempo. Ni tienen mucha relevancia sobre cómo podemos vivir
prudentemente nuestras vidas como hechiceros. El tiempo del
patriarcado, de los ancianos sabios que nos dicen lo que hacer, ha
terminado. Las cosas solo suceden con demasiada rapidez ahora
como para conservarlas y si queremos sabiduría prudente,
tendremos que encontrarla por nosotros mismos. A este fin
ofrecemos la visión apocalíptica de Aleister Crowley, que
realmente no es apocalíptica en absoluto, ya que solo anuncia un
cambio de fase, no un fin de todas las cosas. La nueva fase
requiere una nueva ley, que es lo que Crowley ofrece, y habiendo
sido un hechicero tan significativo como él fue, nos corresponde
al menos tenerla en consideración.
El advenimiento del æon de Horus12 fue anunciado por
primera vez en abril de 1904. La anunciación fue hecha por
Aiwass, una inteligencia no material y desencarnada que se
manifestaba a través de una voz a Crowley, que estaba visitando
el Cairo con su esposa embarazada, Rose. Esta anunciación no fue
activada por algo que Crowley hiciera. Más bien, Rose insistió en
que Horus13 tenía un mensaje para él, en el que le decía que debía
invocarLe para recibirlo, dándole suficiente información 14
simbólica como para convencerle de que algún poder superior
estaba actuando a través de ella. Así que llevó a cabo sus
instrucciones rituales y como resultado recibió el dictado del
Liber AL vel Legis, el Libro de la Ley.
El Liber Legis consiste de tres capítulos, uno para cada uno
de los tres dioses que gobiernan este nuevo æon: Nuit, el espacio
infinito; Hadit, el punto de vista; y Heru-Ra-Ha, la consciencia, el
orgasmo resultante de la unión de Nuit y Hadit. Heru es una
12
Desplazando al de Osiris –el patriarcado– que se había mantenido influyente durante
los precedentes 2000 años. Antes de la cual vino el æon de Isis –el tribalismo– que
empezó en algún momento anterior en nuestra prehistoria primate.
13
El dios egipcio con cabeza de halcón.
14
De la que él sabía que ella no conocía.

105
deidad doble, con un aspecto activo y otro pasivo. El activo –
voluntad o intención– es denominado Ra-Hoor-Khuit, que para
los egipcios era una personificación del sol en su mayor calor. El
pasivo –percepción– es Hoor-paar-kraat, el Niño en el Huevo, a
quien los romanos llamaban Harpócrates, el dios del Silencio.
Naturalmente Ra-Hoor toma la iniciativa al dictar el capítulo de
Heru, aunque referencias a Hoor-paar-kraat pueden encontrarse a
lo largo de todo el libro.
Pero no es nuestro propósito aquí ahondar en el profundo
simbolismo interior del Liber Legis. Todo lo que haremos es
ofrecer sus más fundamentales preceptos y mostrar que sirven
como adecuadas guías para el hechicero mientras cae a través del
Espacio Infinito.

1) “Cada hombre y cada mujer es una estrella”.

El modelo de las relaciones humanas en el nuevo æon es el


de las estrellas en una galaxia. Cada una tiene su propio curso y
movimiento, no hay estrellas jefe o instituciones estelares –ni
gobiernos de las estrellas, por las estrellas y para las estrellas–
para decirle al individuo que orbita cómo moverse. Lo que las
estrellas humanas deben hacer es ganar la capacidad de percibir
nuestros entornos humanos con la misma precisión desapasionada
que las estrellas usan para responder a la gravedad de sus vecinas,
y después aplicarla para guiar nuestro progreso a través de nuestro
espacio humano.

2) “Hacer lo que quieras será el todo de la Ley”.

Entonces la ley para cada uno de nosotros es encontrar


nuestros propios movimientos y seguirlos. Adhiriéndonos a
nuestras órbitas respectivas, lo que Crowley llamó nuestra
Verdadera Voluntad, estaremos en sincronía con el movimiento
del Infinito, y todas las cosas –incluso el viento y los árboles–
trabajarán para asistirnos.

106
3) “La palabra del Pecado es Restricción...
“No tienes otro derecho sino el de hacer tu voluntad. Hazlo
y nadie se opondrá. Porque el puro querer, carente de
propósito, liberado de la lujuria de resultado, es en toda
forma perfecto. El Perfecto y el Perfecto son un Perfecto y
no dos ¡no, no son ninguno!”

No tenemos más derecho que el de ser nosotros mismos, y


esa es la mejor de nuestras habilidades. No tenemos derecho a
alejarnos de nuestro poder en el alcohol, los deportes en la TV y
el trabajo sin fin. No tenemos derecho a perder nuestras almas y la
economía en una persecución sin sentido de la riqueza por su
propio bien (como opuesta a la riqueza como premio a una vida
productiva). No tenemos derecho a esperar que otros se
conformen a nuestra idea de lo que deberían o no hacer con sus
vidas. Pero una vez encontremos nuestras voluntades y las
sigamos, no debemos temer a las interferencias. Si las
circunstancias se nos oponen, tenemos el conocimiento seguro de
que el impulso del universo está con nosotros, y solo necesitamos
perseverar para ganar. Si se nos oponen individuos, personas bien
conscientes de sus formas entrometidas, entonces el Liber Legis
aprueba cualquier medio que pudiera ser necesario para eliminar
su interferencia. Como dice Ra-Hoor en su Capítulo Tres:

4) “No temáis en absoluto, ni a hombres ni a Destinos, ni a


dioses, ni a nada. No temáis al dinero, ni a la risa de gente
loca, ni a ningún otro poder en el cielo o sobre la tierra o
bajo la tierra. Nu es vuestro refugio así como Hadit vuestra
luz, y yo soy la fortaleza, la fuerza, el vigor de vuestros
brazos”.

Cuando encaramos una oposición directa y estamos seguros


de nuestro fundamento y nuestro derecho a estar sobre él,
podemos dejar que el poder de Ra-Hoor-Khuit explote contra ella
con indiferencia del malestar de aquellos que golpea. Pero debe
ser una oposición directa. Si es tu voluntad hacer ratoneras y

107
alguien hace una mejor, para hacer tu voluntad debes trascenderte
y a tus competidores para alcanzar nuevas alturas en el diseño de
ratoneras. Pero no puedes conspirar para refrenar el negocio o
sabotear las fábricas de tus competidores. Esto sería Restricción,
la palabra del Pecado. De la misma manera, si quieres a una mujer
(o un hombre), no puedes acosarla o conjurarla a sumisión. Por
ello debes ser infinitamente sensible a lo que tu verdadero curso
involucra, porque no tienes derecho sino a hacer tu voluntad.
Pero primero debes hallar lo que es.
Lo primero a considerar es que esto debe ser un esfuerzo.
No hay nadie que te conozca mejor que tú, e incluso si alguien
(digamos, tu madre) parece tener un mejor entendimiento de tu
carácter15 que tú, eso cambiará tan pronto como empieces a usar
las técnicas que damos aquí en Robando el Fuego del Cielo. Lo
segundo es que puedes conocerte precisamente solo después de
que hayas obtenido el Conocimiento y Conversación de tu Santo
Ángel Guardián. Tu Ángel es el vínculo desde tu mente a la
Mente de Dios, y solo cuando estás en comunión con ella (o él)
sabrás precisamente lo que debes hacer para mantener tu
equilibrio con el Todo Cósmico (o como desees llamarlo).
El tercer punto es que a menos que tengas algún indicio de
antemano de lo que podría ser tu Verdadera Voluntad, nunca
llegarás a encontrar a tu Ángel y mucho menos iniciar una
conversación. Así que es necesario aproximarse al principio, para
encontrar el ancho foso que se estrecha en el surco que se hace tan
profundo que no podrías salir de él si quisieras, aunque no querrás
porque el “puro querer, carente de propósito, liberado de la lujuria
de resultado, es en toda forma perfecto”.
Y ¿cómo se empieza a bajar este foso?
Siendo tú mismo, principalmente, y descartando todos
aquellos aspectos de tu vida que sean suficientemente placenteros,
pero que no son realmente tú. Debes olvidarte de las burlas de tus
colegas. Debes ser indiferente a los premios materiales que
15
Realmente, ella tendrá con toda probabilidad una mejor comprensión de los defectos
(demonios) de tu carácter que del tú esencial, y conforme empieces a corregir dichos
defectos y obtener tu poder, bien puede comentar que ya no te conoce. Este
desarrollo ha de ser animado.

108
supones yacen al final de los varios senderos alternativos que
puedes elegir. Pueden o no estar ahí, ya ves, e incluso si están, ¿en
qué beneficia a un hombre ganar el mundo entero, si pierde su
alma?
Una vez expulsado lo que no es tu voluntad, entonces,
¿cómo encontrar lo que es? Haciendo lo que te desafíe,
encontrando lo que es divertido para ti y entonces haciéndolo.
Cultivando el entusiasmo –que, incidentalmente, es una palabra
cuya raíz griega significa ser inspirado o poseído por un dios.
Según el Liber Legis, somos dioses y cuando hacemos nuestras
voluntades nos comportamos como tales, y ganamos el derecho a
reclamar prerrogativas divinas. Como Hadit nos dice:

5) “Recordad vosotros que la existencia es puro gozo, que


todas las penas no son sino como sombras, pasan y
concluyen, pero está aquello que permanece”.

Y también, del primer capítulo, lo que dice la diosa Nuit:

6) “Amor es la ley, amor bajo la voluntad”.

Debemos abrazar todo lo que encontremos mientras


hagamos nuestras voluntades, no haciendo diferencia entre una
cosa y cualquier otra cosa, y si estos hallazgos nos traen amor
humano, podemos aceptarlo sin vacilación16. Pero no podemos
permitir que la integridad de nuestras voluntades sea
emponzoñada por el sentimiento. Rendir lo que eres para
gratificar a otro no solo es robarte a ti mismo el espíritu, sino
cargar a ese otro con la responsabilidad de tu sostén emocional. A
la inversa, rehuir aspectos del cuerpo de Nuit17 que encuentres en
tu camino –sea el odio, la mojigatería, el miedo o el disgusto– es
16
Esto no excluye la fidelidad a una persona. Vasto número de sistemas estelares en
nuestra galaxia son múltiples, dos o más estrellas rotando alrededor de sus centros
comunes de gravedad mientras caen juntos alrededor del eje galáctico. No hay razón
para que lo mismo no se pueda aplicar a las parejas humanas (o tríos o cuartetos),
incluso a través de múltiples encarnaciones.
17
Es decir, cualquier cosa –personas, animales, situaciones, cualquier cosa.

109
una tremenda debilidad. Cualquier cosa que encuentres, debes
estar preparado para abrazarla, si esa es tu voluntad. Si no es tu
voluntad debes abandonarla, no importa lo superficialmente
atractiva que pueda ser. Si no puedes hacerlo, si tu visión está
nublada por la lujuria hacia una cosa y la aversión hacia otra, tu
pasión te sacará de tu sendero. Para fluir libremente a través de
Nuit debes ser capaz de tolerar cualquier parte de su
manifestación que pudieras encontrar, y ya que toda
manifestación es parte de su exquisito cuerpo, debes volverte
completamente desapasionado.
El problema es, hay muchos en este mundo que se toman
sus pasiones y prejuicios muy seriamente, tan seriamente que se
sienten privilegiados por determinar lo que es correcto para otras
personas y después las fuerzan a conformarse a sus conclusiones.
Desde padres que quieren que sus hijos se casen en sociedad, a
políticos que prefieren que todos sus ciudadanos sean trabajadores
heterosexuales que siguen la línea marxista-leninista, nosotros
que buscamos nuestros verdaderos caminos tenemos a muchos
que nos restringirían. Y mientras es prácticamente imposible
ignorar su torpe mal, aun así es difícil oponerse a él. Si dudas
esto, intenta vender el New York Times en Moscú, o enciéndete un
porro mientras esperas a que un policía de tráfico te permita
cruzar la calle. Las fuerzas de la restricción están luchando para
mantener su versión del orden, y sus esfuerzos son apoyados por
la fuerza de millones de voluntades. Es verdad que mucha de esta
fuerza se ejerce por costumbre y no por convicción, pero aunque
irregular puede aplicarse, aun así es demasiado potente como para
que podamos confrontarla directamente. Incluso así, estas fuerzas
son poderes del patriarcado y como tales van contra la corriente
del nuevo æon, contra todo el movimiento del poder cósmico, que
las romperá en trozos y las barrerá.
Por ello lo que Liber Legis ofreces es anarquía. Como toda
anarquía, presume que la naturaleza humana es en última
instancia benévola, aunque admite que en su presente estado está
completamente corrupta. Con el fin de limpiarla, la hechicería
ofrece disciplinas como las que hemos dado en Robando el Fuego

110
del Cielo. Su aplicación llevará tiempo, sin embargo, por ello no
propondremos ninguna de las opciones anarquistas tradicionales –
lanzar bombas y similares. En su lugar sugerimos que cada
persona empiece a buscar su propia Verdadera Voluntad y
entonces, conforme comience a encontrarla, haga lo mejor que
pueda sin consideración por la ley civil o la convención social.
Hacer una oposición activa sería innecesariamente peligroso, ni
Nuit ni Hadit ni Ra-Hoor-Khuit tienen nada bueno que decir de
los mártires.
Otra razón para la no oposición violenta al viejo orden es
que hay riesgos en la victoria así como derrotas. Las viejas formas
nos protegen incluso mientras nos restringen y amenazan. Toma,
como ejemplo, nuestra moderna organización económica. En su
mayoría desanima la adquisición de poder en los individuos,
simplemente porque sus mecanismos requieren engranajes
complacientes y no hechiceros, esclavos en lugar de cazadores
tras el poder. Por ello podemos ser tentados a derrocar esta
organización en espera de construir algo más en tono con la nueva
era. Esta es una buena motivación, pero los resultados del triunfo
serían intolerables. No solo nuestra existente economía se
alimenta, viste y ampara en los cientos de millones de personas
que estarían muertas sin ella, sino que dependemos de ella para
rechazar a extraños tiranos cuya lealtad al ídolo EL ESTADO
mantiene toda libertad individual como un desacato. Ni, en el
análisis final, los æones cambian de dichas formas catastróficas.
Del segundo capítulo del libro, el de Hadit:

7) “¡Y es más! No creáis en el cambio: seréis como sois y no


de otra manera. Por lo tanto los reyes de la tierra serán
Reyes por siempre: los esclavos siempre servirán. Nadie
será derribado ni levantado: todo siempre es como fue. Sin
embargo, los hay enmascarados mis sirvientes: puede ser
que ese mendigo sea un Rey. Un Rey puede elegir su ropa
como desee: no hay una prueba segura, pero un mendigo no
puede ocultar su pobreza”.

111
Por ello los capitanes de la industria no se preocupan por el
relato de Hadit. El cambio en los æones no nos ha dado una raza
intrínsecamente mejor de la humana. Ha cambiado meramente las
normas por las que los humanos pueden mejorarse a sí mismos.
Cuando un esclavo rehúsa servir, es cuando empieza a convertirse
en un Rey. Pero los Reyes tienen que ganar sus tronos, y eso
puede llevar años. Lo que la nueva ley hace es eliminar el sostén
divino de las restricciones patriarcales y transferir ese sostén a la
búsqueda individual de su propia individualidad. Su única barrera
ahora es su propia concepción de lo que él es, y los hábitos de
vida que la mantienen.
Por ello es claro que nuestra prescripción del cambio social
es personal, haciendo la presencia del æon extremadamente
subjetiva, existiendo como una realidad solo para aquellos que la
han aceptado. Los otros permanecen esclavos, atados por
cualquier remanente del patriarcado que todavía les mantenga en
la esclavitud. La responsabilidad para iniciar la nueva era yace
solo en cada uno de nosotros.
Lo que ofrecemos, entonces, es una selección natural. La
Magia(k), en la definición de Crowley, es la ciencia y el arte de
causar cambios que ocurran en conformidad con la voluntad. Por
lo tanto todo el mundo es un mago, es solo que algunos tienen
más habilidad en ello que otros. Esta habilidad puede aprenderse
y Robando el Fuego del Cielo es uno de los muchos textos
disponibles que ofrecen instrucción. El número de personas que
desean obtener dicha pericia se ha multiplicado en recientes años,
un signo obvio del advenimiento del nuevo æon. Podemos esperar
que este número continúe creciendo y mientras lo hace estos
competentes causantes de cambio, o al menos los efectos que
ellos producen, deberían hacerse bastante patentes. A la larga
deberían ser capaces de hacer evolucionar cualquier institución
que la nueva era requiera –instituciones que no seré tan
presuntuoso como para intentar describir. Solo digamos que si
tenemos la habilidad, vendrá un tiempo en el que aquellos que
siguen sus propios senderos equilibrados, serán una mayoría sobre
el planeta. Cuando eso suceda –no importa qué tipo de cultura

112
humana haya asumido– el poder en la raíz de todos nosotros,
debería estar satisfecho y contento de que llegara a todos los que
se molestaron por ponerlo en marcha en primer lugar.

113
XXIII. El Ritual del No Nacido
A lo largo de este ensayo, la magia que hemos ofrecido ha
sido extremadamente individual, con leyes solo del æon y la
psique para guiar el enfoque personal de cada hechicero. Por ello
puede parecer extraño para mí escribir sobre un ritual tan gastado
como lo es el No Nacido –más aún ya que tiene al menos 2000
años de antigüedad y fue muy querido por Mathers, Crowley y
todos sus camaradas rosacruces. Lo hago así porque funciona. El
Ritual del No Nacido funciona tanto porque su estructura está
bellamente armonizada para producir el necesario efecto psíquico,
como porque es tan antiguo como es. Su antigüedad le da un
cierto aire venerable y también nos asegura que no necesitamos
adoptar el enfoque rosacruz del mismo como dogma. Puedes estar
seguro de que el antiguo alejandrino que lo escribió, o copió de un
texto incluso más antiguo, no sabía nada de Christian Rosenkreutz
–ni de Qabalah, la cual no se había inventado todavía. Así que
igual que la gente del tipo Aurora Dorada adaptaron el Ritual del
No Nacido a sus propósitos, podemos hacerlo encajar con los
nuestros, ya que nos da lo que la persona que recorre este sendero
necesita: una forma de mantener a sus espíritus obedientes y en su
lugar.
Aunque los orígenes del Ritual del No Nacido se extienden
hacia atrás al Egipto helénico, el texto no fue conocido entre los
ocultistas europeos hasta 1852, cuando Charles Wycliff Goodwin
publicó una traducción de él en su Fragment of a Graeco-
Egyptian Work upon Magic. Unos cuarenta años después el rito
fue parcialmente reimpreso por E. A. Wallis Budge en su
Egyptian Magic, y de esta forma atrajo la atención de los
miembros de la Aurora Dorada. Aleister Crowley lo adaptó para
usarlo como una invocación preliminar para su Lesser Key of
Solomon: Goetia18, y haciéndolo así transformó una pieza
indigesta de erudición en un hechizo que huele a poder.
Conforme Crowley avanzaba en su carrera mágica, encontró

18
Que él había pagado a MacGregor Mathers para que se lo tradujera.

114
que esta “Invocación Preliminar del Goetia” era de gran efecto
práctico, especialmente para el propósito de invocar al Santo
Ángel Guardián de uno. Mientras adquiría más experiencia con él,
Crowley adaptó aún más el ritual dándole a sus largas cadenas de
intraducibles “nombres bárbaros de evocación” atribuciones
qabalísticas, y también escribió un comentario línea a línea sobre
los varios estados mentales que deberían establecerse conforme
uno se desplaza a través de su media docena de fases. Todo esto lo
publicó bajo el título Liber Samekh, que es el Apéndice IV de
Magick in Theory and Practice.
En este punto algunos de vosotros podríais estar
preguntándoos “¿Quién lo necesita?” Después de todo, cualquier
hechicero que use el método de Spare será capaz de hacer
contacto con su Ángel a través del uso de sigilos, dibujo
automático y letras sagradas, así que ¿por qué molestarse con el
No Nacido? Dos razones: 1) aporta una unión más intensa con el
propio Ángel de la que por otra parte sería posible, y 2) sirve
como herramienta para llamar a los poderes psíquicos para
inspección, sometiéndolos a la disciplina de la voluntad de uno.
Es este segundo propósito el que es más relevante para la técnica
de Spare. Mientras que un mago qabalístico empieza su trabajo
con toda su cadena de mando espiritual en buen orden –dioses
gobernando a arcángeles, arcángeles sobre ángeles y así hacia
abajo hasta las inteligencias y espíritus– y solo necesita
introducirse a sí mismo y tomar su propio lugar en ella, el que
trabaja esta magia debe organizar su caos personal sin ayuda, y
necesita toda herramienta que pueda conseguir. Por ello doy el
Ritual del No Nacido tal y como aparece en Liber Samekh. El rito
en sí es intencionado, mi comentario no. El texto empieza con el
pacto:

Yo te invoco, el No Nacido.
A ti, que creaste la Tierra y los Cielos.
A ti, que creaste la Noche y el Día.
A ti, que creaste la oscuridad y la Luz.
Tú eres ASAR UN-NEFER (“Yo mismo hecho Perfecto”),

115
A quien ningún hombre ha visto en ningún tiempo.
Tú eres IA-BESZ (“la Verdad en la Materia”).
Tú eres IA-APOPHRASZ (“la Verdad en Movimiento”).
Tú has diferenciado entre lo Justo y lo Injusto.
Tú hiciste al Macho y a la Hembra.
Tú produjiste Semillas y Fruto.
Tú hiciste que los Hombres se amasen unos a otros, y se
odiasen unos a otros.

Yo soy ANKH-F-N-KHONSU tu Profeta, A Quien Tú


confiaste Tus Misterios, las Ceremonias de KHEM.
Tú produjiste lo húmedo y lo seco, y lo que nutre a toda la
Vida creada.
Óyeme, porque yo soy el Ángel de PTAH-APO-PHRASZ-
RA: este es tu verdadero nombre, transmitido a los
Profetas de KHEM.

El pacto en un ritual define el poder a ser invocado,


identifica al hechicero, y afirma su derecho a invocarlo. Al aplicar
el epíteto “El No Nacido” a su Ángel, Crowley lo 19 identifica con
lo Superior –sea que a esto lo llames Dios, Ain Sof, Kia o Tao.
Con las tres siguientes líneas el Adepto declara que su Ángel creó
el Universo para servir a su Autorrealización, y la quinta lo define
como él mismo hecho perfecto. Pero ya que esto solo es un título
para el Ángel, Crowley aconseja que tan pronto como el Adepto
conozca el verdadero nombre de su Ángel, debería sustituirlo aquí
en lugar de ASAR UN-NEFER.
El mismo pensamiento se aplica a las palabras ANKH-F-N-
KHONSU y KHEM. En la traducción original de Goodwin
“Moisés” es dado como el nombre del mago e “Israel” como la
fuente de los misterios. Crowley sustituye ANKH-F-N-KHONSU
como un nombre para sí mismo y KHEM como el antiguo
nombre de Egipto, reflejando el trasfondo egipcio del Liber Legis.

19
Crowley no se suscribía a mi atribución ánima/ánimus, y para él el Ángel es
masculino. Así que la contrasexualidad es solo mi propia experiencia, y deberías
investigarla por ti mismo para encontrar tu propia verdad.

116
Yo personalmente uso uno de mis propios nombres mágicos en
lugar de “Moisés” y “Kia” en lugar de “Israel”, reflejando así mi
tendencia hacia Spare.
PTAH-APO-PHRASZ es una elaboración de ASAR UN-
NEFER y puede ser tratado de acuerdo al Adepto que posee un
arsenal bien surtido de letras sagradas.
Las siguientes cuatro secciones empiezan cada una con un
mandato seguido por una lista de nombres bárbaros. Destinados
estos a inflamar la mente del mago con poder, y después de cada
conjunto viene una “Carga” a ese poder, el mandato del propio
hechicero dirigido a él. Para el registro lo daré todo como
Crowley, aunque sin su interpretación de los nombres. Mientras lo
hojeas, intenta tener en cuenta que estas cuatro secciones son las
que más se abren a la adaptación personal. Crowley las atribuye a
los Cuatro Elementos –Aire, Fuego, Agua y Tierra
respectivamente– e interpreta los nombres bárbaros de acuerdo a
los mismos. En mi versión personal descarté los nombres
bárbaros por completo y los sustituí por mis letras sagradas –
ordenadas estas en cuatro categorías. Pero más sobre ello más
adelante.
Crowley empieza con Aire:

Óyeme:–
AR, ThIAF, RhEIBET20, A-ThELE-BER- SET,
A, BELAThA, ABEU, EBEU, PhI- ThETA-
SUE, IB, ThIAF
Óyeme: y haz que todos los Espíritus se sometan a Mí,
de modo que todo Espíritu del Firmamento y del Éter,
sobre la Tierra y bajo la Tierra, sobre Terreno seco y en
el Agua, del Aire en Torbellino y del Fuego que se
precipita, y todo Hechizo y Azote de Dios Me guarde
obediencia.

Y después va el Fuego:
20
Crowley nos dice “la letra F se usa para representar la Vau hebrea y la Digamma
griega; su sonido se encuentra entre la O larga y la OO larga inglesas...”

117
Yo Te invoco, Dios Terrible e Invisible: Que moras en
el Lugar Vacío del Espíritu:–
AR-O-GO-GO-RU-ABRO, SOTOU, MUDORIO
PhALARThAO, OOO, AEPE.
El No Nacido.
Óyeme: y haz que todos los Espíritus se sometan a Mí,
de modo que todo Espíritu del Firmamento y del Éter,
sobre la Tierra y bajo la Tierra, sobre Terreno seco y en
el Agua, del Aire en Torbellino y del Fuego que se
precipita, y todo Hechizo y Azote de Dios Me guarde
obediencia.

Después Agua:

Óyeme:–
RU-ABRA-IAF, MRIODOM, BABALON-BAL-
BIN-ABAFT, ASAL-ONAI, AphEN-IAF, I,
PhOTETh, ABRASAX, AEOOU, ISChURE.
¡Podero y No Nacido!
Óyeme: y haz que todos los Espíritus se sometan a Mí,
de modo que todo Espíritu del Firmamento y del Éter,
sobre la Tierra y bajo la Tierra, sobre Terreno seco y en
el Agua, del Aire en Torbellino y del Fuego que se
precipita, y todo Hechizo y Azote de Dios Me guarde
obediencia.

Y finalmente Tierra:

Yo Te invoco:
MA, BARRAIO, IOEL, KOThA, AThOR-e-
BAL-O, ABRAFT.
Óyeme: y haz que todos los Espíritus se sometan a Mí,
de modo que todo Espíritu del Firmamento y del Éter,
sobre la Tierra y bajo la Tierra, sobre Terreno seco y en
el Agua, del Aire en Torbellino y del Fuego que se
precipita, y todo Hechizo y Azote de Dios Me guarde

118
obediencia.

Como debería ser obvio para cualquiera que pueda contar, el


rasgo más conspicuo en todas estas es la Carga: “Óyeme: y haz
que todos los Espíritus se sometan a Mí, de modo que... todo
Hechizo y Azote de Dios Me guarde obediencia”. Y aunque pueda
ser tedioso leerlo cuatro veces, contiene poder, especialmente
cuando estás en el astral (donde se debe realizar este ritual) e
imponiendo los nombres bárbaros sobre cualquier espíritu al que
hayas dado a luz. Si puedes mantener tu voluntad en la Carga,
vibrando cada palabra con absoluta concentración e intención,
entonces los espíritus estarán atados a ella, sujetos a tus deseos
dentro de los límites de tu voluntad.
Podría ser útil si ofreciera algo de lo que Crowley escribió
sobre cómo atraer a estos espíritus a una posición en la que la
Carga pueda afectarles directamente. Crowley aconseja que el
Adepto asigne su voluntad a una forma fálica y después la lance
más allá de su círculo astral, brillando con “la Luz apropiada al
Elemento invocado”. Conforme pronuncia cada palabra, el sonido
debería correr a lo largo de la vara para que se expanda en el éter
y adquiera “autoridad” añadida. “Además, que el Adepto arroje
toda su consciencia allí. Después, en la Palabra final, que traiga
de vuelta su voluntad hacia su propio interior, fluyendo
constantemente y que se ofrezca a sí mismo en su punto, como
Artemisa a PAN, que esta concentración perfectamente pura del
Elemento le purgue por completo, y le posea con su pasión”. Así,
en unidad con el Elemento, el Adepto pronuncia la Carga,
afirmando dominio sobre él y toda la libertad y responsabilidad
que va con él.
Pero no estamos trabajando en términos de los cuatro
Elementos aquí, o al menos yo no. Personalmente encuentro que
Fuego, Agua, Aire y Tierra son tan arbitrarios como el Árbol de la
Vida, por lo que tienen poco que ver con mi alfabeto del deseo.
Incluso así, encontré la división en cuatro útil. Pero en lugar
de los cuatro Elementos, ordené mis letras sagradas en cuatro
categorías generales: 1) estructuras de mi inconsciente, 2) poderes

119
pasivos, 3) poderes activos y 4) aspectos del mundo externo. En
cada una de estas secciones en el rito llamaba a uno de estos
grupos –vibrando los nombres y visualizando las letras– y una vez
sentía la presencia del poder, usaba otra letra para reunirlos para
la Carga21. Así ataba mis diversos aspectos –poderes positivos y
demonios por igual– bajo el único mandato de mi voluntad,
poniéndome en disposición para poder ser digno de invocar la
bendita singularidad de mi Ángel.
La invocación del Ángel ocupa el resto del rito. Empieza
con otra lista de nombres.

Óyeme:–
AFT, ABAFT, BAS-AUGMN, ISAK, SA-BA-FT.

Crowley nos dice que el mago debería recitar estos nombres


a manera de adoración, no de mandato. Expande su voluntad
hacia arriba, pero con la última palabra no la trae de vuelta. En su
lugar imagina que en “la Cabeza de su Voluntad, donde su
consciencia está fijada, se abre una fisura (el Brahmarandra
Cakkra, en la unión de las suturas craneales) y exuda una gota de
claro rocío cristalino, y que esta perla es su Alma, una ofrenda
virgen a su Ángel, exprimida de su ser por la intensidad de su
Aspiración”.
Para el poseedor de un alfabeto del deseo, el problema aquí
es la composición de una secuencia para reemplazar a los
nombres bárbaros. Quizá lo mejor sería simplemente que
preguntara a su Ángel (en entrevista iniciada a través de un medio
como el que ofrecemos en el Capítulo XV) para describir (en
términos de letras sagradas) Su concepción de la conexión entre el
Ángel y el Hombre. Después el hechicero puede disponer los
nombres de las letras en un canto mántrico que pueda colocar en
esta sección para repetir mientras se esfuerza en elevarse, su
figura astral en la forma de la letra sagrada de su Ángel. Debería
seguir intentándolo hasta que empiece a sentir la presencia de su
Ángel. Debería entonces solidificar esta percepción recitando la
21
Aunque no la hice en absoluto a la forma en la que la hizo Crowley.

120
siguiente sección del rito:

Este es el Señor de los Dioses,


Este es el Señor del Universo,
Este es Él22, a quien los Vientos temen.
Este es Él, Que habiendo hecho la Voz de Su mandato es
Señor de todas las Cosas; Rey, Gobernante y
Auxiliador.
Óyeme, y haz que todos los Espíritus se sometan a Mí, de
modo que todo Espíritu del Firmamento y del Éter, sobre la
Tierra y bajo la Tierra, sobre Terreno seco y en el Agua, del
Aire en Torbellino y del Fuego que se precipita, y todo
Hechizo y Azote de Dios Me guarde obediencia.

Los “Dioses” son los espíritus que componen la psique del


Adepto. El “Universo” es todo fenómeno “externo” que pudiera
imponerse a sí mismo sobre sus circunstancias. Los “Vientos” son
sus pensamientos aleatorios, el “Yo” corriente que le mantiene
encerrado en su existencia separada. La “Voz” es el medio para
las palabras de poder –las letras sagradas– que el Ángel usa para
manipular los varios mecanismos de manifestación, y que el
Adepto puede usar para hacer su voluntad en la psique y, a través
de ella, en el mundo.
La Carga se pronuncia en un tono de súplica, no de mando,
y la voz del Adepto debería ser humana, no una vibración mágica.
Si el rito ha sido adecuadamente realizado, el Adepto
debería ahora estar en la presencia de su Ángel (especialmente si
ya se ha familiarizado con él a través de los sigilos y las letras
sagradas y por ello ya conoce Su nombre), y la energía de esta
presencia debería ser inmensa. Para elevar la intensidad, Crowley
sugiere que el Adepto debería resistir el acercamiento a su Ángel
hasta la última onza de fuerza, encerrándose dentro de su más
íntimo santuario de la personalidad, debiendo así su Ángel

22
De nuevo, Crowley no se suscribe a la teoría contrasexual. Y algunas veces me
parece que en los niveles más profundos el Ángel puede ser asexual. Para determinar
los hechos, cava hacia el fondo de tu propio ser y mira.

121
destruirlo para acercársele, rodando sobre su ego con todo su
poder. Mientras él se encuentra así sobrecogido, debería empezar
a pronunciar el último conjunto de nombres bárbaros, que
Crowley da así:

Óyeme:–
IEOU, PUR, IOU, IAFTh, IAEO, IOOU, ABRASAX,
SABRIAM, OO, FF, AD-ON-A-I, DE, EDU,
ANGELOS TON ThEON, ANLALA, LAI, GAIA,
AEPE, DIATHARNA THORON.

Crowley interpreta estos como siendo una celebración de la


unidad del Hombre con el Ángel, si usas letras sagradas, deberían
significar lo mismo. De nuevo, deberías repetirlas como un
mantra que no deja espacio para nada sino la Sagrada Unión.
Cuando la unión es completa, el Adepto tendrá la
perspectiva de su Ángel, y por lo tanto será capaz de hablar desde
su punto de vista. El rito continúa:

¡Yo soy Él! ¡El Espíritu No Nacido! que tiene vista en los
pies, ¡Fuego Fuerte e Inmortal!
¡Yo soy Él! ¡La verdad!
¡Yo soy Él! ¡Quien odia que el mal haya sido obrado en el
Mundo!
¡Yo soy Él, que truena y relampaguea!
¡Yo soy Él, de quien Llueve la Vida sobre la Tierra!
¡Yo soy Él, cuya boca siempre llamea!
¡Yo soy Él, el que Crea y se Manifiesta en la Luz!
¡Yo soy Él, la Gracia de los Mundos!
“El Corazón Ceñido con una Serpiente” es mi nombre.

El Adepto afirma su inmortalidad intrínseca, su libertad y su


poder. Afirma que como dueño de su psique es dueño de su
percepción y por ello puede ver la verdad. Afirma que es su deber
redimir al mundo, a través de cualquier poder que su voluntad
pueda permitirse. Afirma su unidad con la fuente de toda

122
creación, y por lo tanto de toda creatividad y belleza. Desde esta
posición es capaz de pronunciar la Carga de cierre a todos sus
espíritus:

Ven aquí y sígueme: y haz que todos los Espíritus se


sometan a Mí de modo que todo Espíritu del Firmamento y
del Éter, sobre la Tierra y debajo de la Tierra: dentro del
agua y sobre Terreno seco: del Aire en Torbellino, o de
Fuego que se precipita, y todo Hechizo y Azote de Dios, Me
guarde obediencia!
IAF, SABAF
¡Tales son las palabras!

Así tenemos el texto del Ritual del No Nacido y un relato de


los efectos que este texto debería producir en la mente del Adepto
mientras hace su camino a través del mismo. Pero los textos
rituales no se mantienen por sí mismos, si lo hicieran, cualquiera
que pudiera leer en alto sería omnipotente. El que recite el texto
debe usarlo no como un fin último, sino como un apoyo para
inducir los estados mentales que producen la magia real.
Por ello el que pronuncia el hechizo debe ser competente.
Debe ser, como Crowley lo califica, un Adepto. Cualquier
hechicero principiante puede diseñar un sigilo y –después de un
año o tres de yoga y tal– empezar a hacer viajes astrales y hacer
evolucionar su propio alfabeto del deseo. Pero solo después de
que se vuelva competente en todos estos, debería intentar un ritual
como el No Nacido.
Cuando el Adepto siente que está preparado, debería
empezar un intenso estudio del ritual, leyendo el tratamiento que
Crowley hace del mismo en Magick e incluso excavando en la
versión de Goodwin, si se es de persuasión académica. Una vez se
haya familiarizado con lo que otras personas han hecho con él,
debería adaptar el ritual a su propia situación, haciendo que todas
sus partes sean relevantes para su realidad interior, incluso si es
cuidadoso para mantener su efecto general. Debería memorizar
dicho texto personalizado, marcando cada frase y palabra de

123
poder en su memoria, porque el ritual debe hacerse en el plano
astral, un lugar en el que no se puede seguir una copia impresa.
Con el texto firme en su mente y sus pies astrales bien
calzados, el Adepto está preparado para comenzar.
Inmediatamente antes de empezar debería lavarse, ponerse
cualquier vestimenta u ornamento (túnicas, anillos, coronas, etc.)
que tenga poder para él, ungirse con aceite y encender el
incienso23. Si es experimentado en su uso, puede que quiera
fortificar su estado anímico con vino y extrañas drogas. Después
debería desterrar, entrar en el astral y empezar la invocación.
Cuando haya acabado de pronunciar “Tales son las Palabras”,
dará licencia para partir a cualquier espíritu presente, desterrará,
retornará a su cuerpo en espera y desterrará una vez más. Después
debería escribir todo lo sucedido en su diario.
Por supuesto nuestro Adepto podría no tener un éxito
completo en su primer intento, sus poderes necesitarán una
instrucción a largo término. Y mientras impone esta disciplina,
puede que descubra que tiene demonios dentro de él de los que
era inconsciente. Entonces necesitará preguntar a su Ángel sus
nombres y letras para poder atarlos, y también los nombres y
letras de los poderes que podrían ayudarle a contraatacar sus
influencias. Resumiendo, uno debe hacer una serie de ritos.
Crowley recomendó 560 repeticiones extendiéndose a lo largo del
tiempo de diez lunas. Yo he conseguido buenos resultados con
una décima parte de ese esfuerzo, en más o menos la mitad del
tiempo. Pero conocer el nombre de mi Ángel supuso una
tremenda ventaja.
Pero todavía tenía problemas vapuleando a todos mis
23
El Gran Mago Abramelin da fórmulas para el aceite e incienso, y los dos perfumes
juntos producen un aroma tan irresistible que constituye un excelente argumento para
la autenticidad de su libro. Para el aceite, combina cuatro partes de aceite de canela,
dos partes de aceite de mirra, una parte de aceite de galanga y tres partes y media de
aceite de oliva. Para el incienso, muele cuatro partes de olíbano, dos partes de
estoraque y una parte de serrín de ligaduras de aloe, rosa, o algunas otras maderas
olorosas. Calienta esta mezcla en un plato de metal caliente (sobre una vela o
carbón), de esta forma hierven los aceites sin ensuciar el templo con los humos
producidos cuando las resinas se carbonizan (por ejemplo, si pones el incienso
directamente sobre un carbón).

124
espíritus para ponerlos en línea, incluso después de tener sus
nombres y letras. Eran demasiado revoltosos, estaban demasiado
atrincherados, eran demasiado poderosos. Esta falta de disciplina
era más obvia cuando intentaba imponerles la Carga. El “Óyeme:
y haz que todos los Espíritus se sometan a Mí...” se resbalaba por
mis labios, pero no podía mantener mi mente en él, por lo que mi
voluntad no podía ser muy vinculante. Los poderes eran
demasiado perturbadores. Así que estando por debajo de los
cuarenta y en buena forma física, decidí arriesgarme a preceder
mi No Nacido con la Postura de la Muerte. Esto funcionó
maravillosamente bien, despojando a mis demonios de su
importancia y forzándoles a permanecer sujetos a la Carga. Por
otra parte, descubrí que usándola imponía una desagradable
irregularidad en mi ritmo cardíaco. No importaba cuándo hiciera
la Postura, al acostarme a dormir esa noche mi corazón empezaba
a patear como un potro salvaje. Todo estaba tranquilo,
difícilmente notaría mi pulso y entonces lub-dub... lub-dub... …
… PUM-PUM-PUM-PUM lub-du blub-dub lub-dub... … …
PUM-PUM-PUM y así hasta que me hiperventilaba un poco y la
cosa se calmaba. Por ello dejé de hacer la Postura de la Muerte
después de la novena, y en una semana mi corazón volvió a la
normalidad.
Pero incluso las meras nueve Posturas de la Muerte fueron
suficientes para dar a la Carga una oportunidad para hacer efecto,
y los demonios que se habían aquietado por la Postura de la
Muerte seguían así incluso sin ella. Hice tres o cuatro No Nacidos
más, después lo abandoné porque se estaba poniendo demasiado
visto.
Es correcto dejar una práctica porque la has hecho y se está
poniendo aburrida. Es cuando es difícil, o da miedo, o es aburrida
porque no puedes hacerla que tienes que forzarte a seguir
adelante. Es seguir adelante o volver atrás, y si vuelves atrás
demasiado lejos puede verte atrapado en la más tediosa trampa de
todas.

125
Todas las pinturas existentes en Robando el Fuego del Cielo
son de Austin Osman Spare. Las que no tienen atribución
pertenecen a su A Book of Satyr, publicado por primera vez por
John Lane en 1909 y reimpreso por 93 Publishing en 1979.

126
Sobre el Autor
Stephen Mace fue introducido al estudio de la hechicería en
1970, cuando una lectura de Tarot predijo un inminente desastre
en su vida. Tres días después la Policía del Estado asaltó su
apartamento, confiscó sus existencias y negocio, lo ató con
esposas y lo encerró en su tumba/útero durante seis semanas. En
los 35 años desde entonces se ha dedicado al descubrimiento de
las dinámicas fundamentales del arte, lo mejor para potenciar a
los individuos para oponerse a la opresión del Aparato del Estado.
A este fin ha escrito varios libros, incluyendo Robando el Fuego
del Cielo, Sorcery as Virtual Mechanics, Taking Power y Shaping
Formless Fire.

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