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¿Cual es la postura de Colombia frente a la política fiscal?

Para el desarrollo del segundo capítulo sobre la Política Fiscal y esta vez, denotar
su posición en el Estado Colombiano se hará énfasis en el hecho de que la política
fiscal es una actividad muy importante en la economía de un país y está relacionada
con el presupuesto del Estado, y sus componentes, el gasto público y los impuestos,
como variables de control para asegurar y mantener la estabilidad económica,
amortiguando las variaciones de los ciclos económicos, y contribuyendo a mantener
una economía creciente, de pleno empleo y sin inflación alta. Esta política tiene
como objetivo facilitar e incentivar el buen desempeño de la economía nacional para
lograr niveles aceptables o sobresalientes de crecimiento, inflación y desempleo,
entre otras variables.
El nacimiento de la teoría macroeconómica keynesiana puso de manifiesto que las
medidas de la política fiscal influyen en gran medida en las variaciones a corto plazo
de la producción, el empleo, y los precios.
Generalmente, lo palabra fiscal se confunde con impuesto, debido a que
precisamente, buena parte de los ingresos del estado provienen de los impuestos,
ya que por naturaleza, el estado no es un buen generador de riqueza como lo es la
empresa privada.
Las herramientas con las que cuenta la política fiscal para cumplir con sus objetivos
están relacionadas con los ingresos y los gastos sobre los cuales tiene influencia el
Estado. Desde el punto de vista del ingreso, el Estado puede controlar a quién y en
qué cantidad se le cobran impuestos, a la vez que puede desarrollar mecanismos
para garantizar el pago de éstos (evitar la evasión), etc. Desde el punto de vista del
gasto, el Estado puede tener influencia sobre el nivel de los salarios, el aumento de
éstos año tras año, las contrataciones y los dineros que se transfieren a los
departamentos y municipios o a otras entidades, etc.
En el capítulo anterior se desarrollan los tipos de política fiscal existentes, sin
embargo se hará nuevamente un breve énfasis en los más importantes para
contextualizarse en el tema:
 Política fiscal expansiva: Cuando el objetivo es estimular la demanda
agregada, especialmente cuando la economía está atravesando un período
de recesión y necesita un impulso para expandirse. Como resultado se tiende
al déficit o incluso puede provocar inflación.
 Política fiscal contractiva: Cuando el objetivo es frenar la demanda
agregada, por ejemplo cuando la economía está en un período de excesiva
expansión y tiene necesidad de frenar por la excesiva inflación que está
creando. Como resultado se tiende al superávit.
Los objetivos principales de toda política fiscal son:
 Acelerar el crecimiento económico.
 Plena ocupación de todos los recursos productivos de la sociedad, tanto
humanos como materiales y capitales.
 Plena estabilidad de los precios, entendida como los índices generales de
precios para que no sufran elevaciones o disminuciones importantes.
La manifestación principal de la política fiscal se materializa en los presupuestos del
Estado y consiste en el conjunto de medidas que toma un gobierno referente al
gasto público y a los ingresos públicos. En lo referente al gasto, se ha de determinar
su cuantía total, concretando la composición del mismo, y su destinatario, es decir,
si son compras directas de bienes y servicios por el Estado o transferencias de
fondos realizadas a las empresas y a los ciudadanos. En cuanto a los ingresos se
debe consignar la previsión de cuánto se espera recaudar, a través de qué
impuestos, y como síntesis la relación entre ingresos y gastos del Estado.
Según el modelo Keynesiano existen dos efectos intrínsecamente relacionados con
la política fiscal, los cuales son:
 Efecto multiplicador
Un aumento de la inversión eleva la renta de los consumidores, provocando una
cadena de aumentos del gasto en cascada pero cada vez menores. Las variaciones
de la inversión se multiplican, pues, traduciéndose en aumentos mayores de la
producción.
El mecanismo del multiplicador no se aplica sólo a la inversión sino que tiene un
carácter mucho más amplio. En realidad, cualquier variación del gasto público
también se traduce en una variación mayor de la producción
 Efecto expulsión:
El efecto expulsión o crowding out, también denominado efecto desplazamiento, es
una situación en la que la deuda pública desvía la inversión del sector privado. Los
inversores prefieren depositar e invertir su dinero en deuda pública que invertirlo en
deuda privada, por ofrecer un mayor rendimiento. Este efecto es perjudicial para el
sector privado, pues cierra una fuente de financiación vital para las empresas.
De esta manera encontramos que con una curva LM vertical (porque la demanda
de dinero es inelástica a la tasa de interés y a la renta real) y con la economía
operando al pleno empleo, un incremento del gasto público incrementa la demanda
agregada y la curva IS se desplaza paralelamente hacia arriba y a la derecha (tal
como se indica con las flechas en la Gráfica), observamos que la producción (Y) no
aumenta sino que únicamente se incrementa la tasa de interés de i a i , al aumentar
0 1

la tasa de interés (de i a i ) la demanda de inversión del sector privado disminuye


0 1

de I a I en el panel de la derecha, es decir, que en la medida en que el gobierno


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gasta más, el sector privado debe gastar menos dado que los recursos son escasos.
Es decir, el gasto del gobierno únicamente desplaza inversión privada por el mismo
monto en que aumenta el gasto público, de manera tal que la producción permanece
inalterada, permanece en sus niveles de pleno empleo.
Gráfica : Efecto expulsión total de un aumento del gasto público en el modelo neoclásico de
equilibrio general de pleno empleo en términos de IS-LM

Una vez aclarado todos estos conceptos si podremos adentrarnos en el tema del
desarrollo de la política fiscal en el Estado Colombiano y de esta manera observar
de qué manera influye en la economia del pais.
Desde el punto de vista macroeconómico, la caracterización de la política fiscal
envuelve tres elementos primordiales:
1) Su postura frente al ciclo económico;
2) Si es fuente de volatilidad macroeconómica, y
3) su sostenibilidad en el mediano y largo plazo.
Con estas tres dimensiones, usualmente se dice que una “buena política fiscal” es
aquella que es contra‐cíclica, es decir que no es fuente de volatilidad
macroeconómica y que es sostenible en el tiempo (Fatás y Mihov, 2009).
El Fondo Monetario Internacional expone las características que debería tener la
política fiscal de cada país para garantizar nuevamente el crecimiento de la
economía de cada país. Dentro de estas características podríamos encaminar el
desarrollo de la política fiscal colombiana, la cual no varía en gran medida de las
políticas adoptadas por los demás países latinoamericanos.
La primera característica es que debe ser una política fiscal contracíclica. El
director del Departamento de Finanzas del FMI, Vítor Gaspar, lo explica así: “En los
tiempos difíciles, se reducen los impuestos y se incrementa el gasto para poner más
dinero en los bolsillos de las empresas y los consumidores” y en las bonanzas el
Gobierno debe hacer lo contrario.
Otra característica de una política fiscal eficiente es su esfuerzo por fomentar la
inclusión y desarrollar el crecimiento del país. Según el Fondo Monetario
Internacional (FMI), “Los impuestos y el gasto público son instrumentos muy
poderosos para garantizar que los países repartan el dividendo de crecimiento entre
la población”. Para eso, las medidas tributarias y de gasto que el Gobierno adopte
se podrían utilizar también para apoyar los que el FMI califica como motores del
crecimiento a largo plazo que son: capital (como maquinaria, carreteras y
computadoras), mano de obra y productividad (cuánto produce cada trabajador por
hora).
De esta manera se expone que la política fiscal debe apoyarse en una buena
capacidad tributaria pues los Gobiernos necesitan los ingresos suficientes para
garantizar el desarrollo de políticas que permitan el cumplimiento de las otras
características.
Podríamos analizar datos históricos referentes a la política fiscal y las finanzas
colombianas así:
 Colombia es el séptimo país más desigual a nivel global según la Revista
Dinero, solo es comparado con países como Haití y Angola.
 Las finanzas públicas es uno de los aspectos que más ha cambiado en
Colombia en los últimos 35 años.
 El balance del sector público presentó un déficit considerable entre 1970 –
1985, llegando a representar el 7% del PIB.
 Entre 1985 – 1995 el balance tendió a ser neutro y su déficit fue inferior al
2% del PIB.
 Posteriormente, entre 1996 – 2005 vuelva a presentarse un déficit fiscal
llegando a ser superior al 5% del PIB y alcanzando hasta un 11%.

Los aspectos de los últimos años se centran en dos aspectos:

 El desequilibrio creciente e insostenible de las finanzas del gobierno central,


y dentro de esto, el crecimiento enorme de transferencias corrientes a entes
territoriales, el cubrimiento de las pensiones de los jubilados y el pago de los
intereses de la deuda pública. El gasto del gobierno pasó de representar el
10% del PIB en 1990 a 22% en el 2005. Las estrategias de corrección para
mejorar la situación anterior son la reducción del gasto público, el manejo de
la política de los pensionados, reforma de las transferencias, reforma
tributaria o aumento de la deuda externa.
 El déficit de las últimas décadas se ha financiado exclusivamente con emisión
de deuda pública tanto interna como externa, lo que ha llevado al país a
niveles de endeudamiento riesgosos; la deuda del gobierno en 1995 era
alrededor del 14% del PIB y en el 2006 fue cercana al 50% del PIB.
La financiación del déficit por emisiones monetarias trae como consecuencia otro
problema adicional que consiste en los inconvenientes de la inflación.

En Colombia, la política fiscal la elabora el Congreso Nacional y la política monetaria


la Junta Directiva del Banco de la República. Esta estructura, si bien es cierto no es
exclusiva de nuestro país, explica en gran medida la dificultad para que estas
políticas sean oportunas, complementarias y efectivas.
Por ejemplo, el presupuesto general de la nación, en el cual se fijan los ingresos y
los gastos del gobierno para cada año es aprobado por el Congreso, mediante una
Ley. Cualquier modificación de este presupuesto tiene que ser aprobada por este
órgano legislativo
La formulación de una buena política fiscal implica mejorar los problemas causados
en políticas fiscales anteriores, ya que pudieron generar superávit y déficit fiscal.
Por ejemplo, una buena política fiscal para Colombia hacia el 2019 implica conseguir
fondos para tapar el hueco fiscal producido en materia de Pensiones. (Restrepo, J.
2006)
Cuando el gobierno se endeuda con el público local se denomina acción fiscal pura,
en este caso, las Tesorería General de la Nación vende bonos u obligaciones de la
Tesorería al sector privado. Los particulares, los bancos y las empresas pagan los
valores con cheques que son depositados en las cuentas que la Tesorería mantiene
en el Banco de la República y la Tesorería puede girar sobre estos nuevos recursos
como si se tratara de recaudos tributarios. Debe entenderse que cuando el
presupuesto del gobierno presenta un superávit, la Tesorería retira deuda pública
procediendo a comprarle los bonos a sostenedores. Como el superávit implica un
exceso de los ingresos sobre los egresos, la base monetaria tenderá a disminuir
hasta que la operación de compra la restituya a su valor original.
(Restrepo, J. 2006) “La política fiscal exige reducir los gastos públicos a su límite,
es decir, el presupuesto para gastos no debe ser holgado ya que al aumentar el
gasto público, aumentaría la financiación de este gasto lo que implicaría reducir la
capacidad de compra de las personas, disminuyendo el crecimiento del país.

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