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Estudiantes:
Sara Bottger Camacho
Felipe Calderón Monge
Elena Obando López
María Rodríguez Morales
Mariana Zeledón Charpentier
Fecha de entrega:
2 Mayo 2017
Introducción
Durante este periodo los animales presentan una alta susceptibilidad a diferentes factores que los
predisponen a enfermarse e incluso, posteriormente a la muerte. En el ámbito de la medicina
veterinaria es de suma importancia el correcto manejo del neonato a partir del momento de su
nacimiento, tomando en cuenta factores específicos de la especie que incluya desde su evaluación
médica hasta factores propios de la finca como su alimentación (Pérez, 2009).
El presente trabajo tiene como objetivo exhibir los cuidados básicos a partir del nacimiento de potros,
lechones, terneros y corderos, tomando en cuenta las diferentes características fisiológicas y de
comportamiento, que varíen entonces las técnicas a utilizarse para así asegurar su supervivencia y
por ende evitar pérdidas dentro de la finca.
1. Manejo del Neonato: Generalidades
Limpieza, estimulación y secado de la cría
En todas las especies es importante que la madre limpie a la cría, ya que esto estimula que se levante,
además de estimular la producción de leche. Sin embargo, si esto no llega a ocurrir se debe limpiar el
muco de la nariz y de la boca de la cría para limpiar las vías aéreas y evitar una broncoaspiración
(PESA, 2003; Pérez 2009).
Para facilitar el intercambio gaseoso se recomienda colocarlo en decúbito esternal y siempre es bueno
presionar gentilmente la tráquea para provocar el reflejo de tos (Smith, 2015). Es importante también
saber que si el neonato sigue teniendo problemas para respirar se puede tratar con fármacos como
metrazol, doxapram o cafeína (Rutter, 2010).
Hay que tomar en cuenta que al estar mojados la temperatura tiende a bajar y esto hace que pierdan
energía y que puedan entrar en una hipotermia (a menos de 34°C) por lo que se debe actuar rápido
(Pérez, 2009). Dicho secado puede hacerse frotando con paños, toallas descartables, o pasto seco
(Monge, 2005; Rutter, 2010).
Tabla 1. Distancia del corte del ombligo por especie a partir de la pared abdominal.
Especie Altura de corte desde abdomen
Bovinos 4-5cm4
Posteriormente, el muñón del cordón debe desinfectarse con una solución antiséptica que podría ser
tintura de yodo o una solución de clorhexidina (diluida 1:4). La concentración de yodo varía según
autores, Hoyloak & Freeman (1996) establecen que dicha concentración debería ser del 3%, mientras
que Arancibia-Berríos (2014) estipula que dicha concentración podría ser de hasta el 10%. Así mismo,
se recomienda repetir el proceso de desinfección de 2-3 veces al día durante la primer semana de
vida y hasta que se observe completamente seco (Sáenz, 2007; Hoyloak & Freeman, 1996).
Este muñón debe caerse en 8-10 días y es importante que el ombligo se revise todos los días para
detectar una posible onfaloflebitis (Figura 1) o la formación de abscesos. El animal no debe mostrar
signos de dolor al ser manipulado y no debe haber exudado o hinchazón en la zona. Este monitoreo
constante también es útil para diagnosticar otras complicaciones como uraco persistente o hernia
umbilical (Holtgrew-Bohling, 2016).
Hay diferentes patógenos responsables de la infección del ombligo enrumiantes, estos patógenos
pueden producir: tétano, pierna negra y colibacilosis (Sáenz, 2007). En porcinos los principales
agentes que producen la infección son Corynebacteriumspp, Streptococcusspp y Staphilococcusspp,
estos pueden generar septicemia y llevar hasta la muerte al animal.
Toma de calostro
El calostroes la primera leche de la madre, la cual es muy importante en la prevención de
enfermedades neonatales, además de proveer energía para proteger a la cría de la hipotermia (Winter
&Clarkson, 2012).
Los dos factores más importantes en el calostro son el tiempo que se administra después del
nacimiento y la cantidad de inmunoglobulinas que este contenga. Entre las funciones que tiene el
calostro se encuentran: es laxante ya que ayuda a que el animal pueda expulsar correctamente el
meconio (las heces que se forman en el periodo fetal, debido a que el feto deglute parte del fluido
amniótico, muco, bilis y células epiteliales, estos productos son procesados en tracto gastrointestinal
y se acumula en colon y recto), es altamente nutritivo y contiene inmunoglobulinas (Matthews, 2009).
Las crías deben de consumir el calostro en las primeras horas de vida para recibir todos los anticuerpos
necesarios para la adecuada sobrevivencia en los primeros meses de vida, después de 12 horas los
receptores del intestino no son capaces de absorber los anticuerpos(Vincent, 2005), además en el
caso de los rumiantes el pH abomasal durante las primeras horas de vida es más alto permitiendo así
digerir las proteínas presentes en el calostro y disminuyendo la capacidad de absorción posterior a
este plazo (Smith, 2015).
Se recomienda siempre tener un banco de calostro por cualquier eventualidad, dicho calostro puede
ser recolectado de una o varias madres y puede ser congelado y almacenado por máximoun año, un
calostro de alta calidad contiene por lo menos 50mg de inmunoglobulinas del tipo G por mililitro y se
prefiere una gravedad específica mayor a 1.029, se establece que a mayor densidad hay mayor
concentración de inmunoglobulinas y esta densidad puede determinarse mediante el uso de un
calostrómetro o calostrímetro (Matthews, 2009; Lazzaro, 2001).
La cantidad de calostro que debe consumir cada animal varía según la especie como se observa en
la tabla 2. En terneros se ha demostrado que suministrar el calostro mediante una sonda estomacal
da mejores resultados que con chupón o amamantamiento.Así mismo se deberá evaluar el reflejo de
succión para asegurarse que se esté alimentando (García &Marsi, 2011).
En caso que se desee utilizar un chupón para la administración del calostrola persona se puede
colocar sobre el animal, con las rodillas a los lados de la cabeza sujetándola de manera firme y
ofreciéndole el chupón de forma vertical (Elizondo-Salazar,2007).
1Gutiérrez, 2007; 2Estepa & Mendoza, 2007; 3Pérez 2009; 4Arancibía-Berrios, 2014.
También se pueden utilizar diferentes técnicas para determinar si el neonato tiene un buen estado
inmunitario después de la toma de calostro (Rutter, 2010). Según Arancibia (2014), entre las técnicas
más comunes para medir el estado inmunitario del ternero están:
Esta última técnica es la más utilizada en el país para determinar la cantidad de inmunoglobulinas
(Sánchezet al., 2012).
2.2 Equinos
El parto de las yeguas suele ser principalmente en horas de la noche, por lo que muchas veces no se
está presente durante el nacimiento y las primeras horas de vida del potro. Si se logró monitorear el
parto, evaluar los movimientos respiratorios que deberían iniciar después de 30 segundos y limpiar los
ollares del neonato. Si el parto se da en un lugar aseado no son necesarios cuidados especiales. El
medico a cargo debe de evaluar la relación de la madre con la cría, para asegurarse que no haya
rechazo (Garcia&Marsi, 2011).
Examinación física
Membranas mucosas: evaluar el color de las mucosas, debe ser salmón o rasado pálido, el
llenado capilar normalmente es menor a 2 segundos. Si están pálidas puede deberse a una
hemorragia o anemia. Si se observan ictéricas puede deberse a una destrucción masiva de eritrocitos
(eritrolisis neonatal).
Micción: la primera micción debe ser antes de las 10 horas de vida, el volumen promedio es
de 150 ml/kg/dia y la gravedad específica de 1.001 – 1.012. Pueden sufrir estranguria o dificultad para
orinar durante los primeros días de vida (Holtgrew-Bohling, 2016).
Sistema gastrointestinal: evaluar si hay distensión abdominal debido al cúmulo de gas y líquido
en el tracto gastrointestinal o a la acumulación de orina, sangre o líquido peritoneal en la cavidad
abdominal. Para dar un diagnóstico definitivo de alguna patología se requiere el empleo de pruebas
diagnósticas complementarias (radiología, ecografía abdominal, abdominocentesis, etc.) (Estepa &
Mendoza, 2007). También se debe realizar la evaluación de meconio, su expulsión se da entre las
primeras 12-24h de vida, es pastoso o granulado, duro y bastante oscuro (marrón o negro). Después
de su excreción, las heces del potro deben ser suaves y de color claro. Es muy importante la expulsión
de este, ya que la impacción del meconio puede generar cólico en los potros neonatos (Holtgrew-
Bohling, 2016).
Uraco persistente: El uraco es la conexión del feto entre la vejiga y la cavidad alantoidea. En
condiciones normales, esta estructura se debería de cerrar poco después del parto y luego
desaparecer por completo. En caso de que este no se cierre, la orina va ser excretada por la región
umbilical, se puede observar desde un leve humedecimiento en la región umbilical hasta un goteo
contante de orina (Garcia&Marsi, 2011).
Hernia umbilical: Usualmente se detectan por medio de la palpación abdominal o a simple vista. Es un
defecto en el cierre de la pared abdominal lo cual provoca la desubicación de alguna víscera abdominal
y la introducción de esta en la abertura. La corrección de la hernia va a depender del tamaño de esta,
en muchas ocasiones las hernias menores a 4cm se resuelven espontáneamente. Si al paso de los
meses esta persiste o es una hernia de gran tamaño, se puede realizar corrección quirúrgica
(Garcia&Marsi, 2011).
2.1 Bovinos
Desde el momento del parto los bovinos se enfrentan a una serie de factores desafiantes que tendrán
efecto en el desarrollo del animal y afectarán su desarrollo y éxito productivo. Factores ambientales
benéficos como un lugar limpio, una correcta asistencia veterinaria y manejo apropiado del parto son
vitales para que el ternero pueda sobrevivir. Animales provenientes de partos distócicos están
predispuestos a morir o presentar problemas a futuro (Arancibia-Berríos, 2014).
Una de las etapas más importantes en la vida de los bovinos es el periodo neonatal, debido a que los
animales bien desarrollados, sanos y con un sistema inmune competente serán los responsables del
éxito productivo en la finca (Arancibia-Berríos, 2014).
Examen General
Membranas mucosas: Las membranas mucosas deben de tener una tonalidad rosada, con un llenado
capilar de menos de dos segundos. Animales con mucosas pálidas deben de ser examinados pues es
común que sufran acidosis metabólica y las mucosas pálidas son características (Rutter, 2010).
Sistema cardiovascular: La frecuencia cardiaca en bovinos jóvenes varía entre 100 y 120 latidos por
minuto. En general, animales que nacen sin actividad cardiaca no se intentan resucitar, si hay algún
animal con bradicardia, se le puede administrar epinefrina (Rutter, 2010).
Auscultación pulmonar: También se recomienda tomar la frecuencia respiratoria, lo normal es que esté
entre 15 a 40 respiraciones por minuto (Arancibia-Berríos, 2014).
Micción: La micción debe de ser abundante, la cantidad varía según la ingesta de calostro. Lo más
importante es verificar si puede orinar o no y esta debe ser de color amarillo claro. Puede examinarse
utilizando una tira reactiva. Así mismo, la primera orina debe de darse en las primeras 12 horas
(Elizondo-Salazar, 2007).
Sistema musculoesquelético: todos los miembros deben ser examinados, se buscan contracturas en
tendones, se verifica que el animal tenga la cantidad de miembros normales, musculatura correcta y
ausencia de inflamación en articulaciones. Es muy importante recordar que cuando el parto es
distócico se deben descartar la presencia de traumas en extremidades, caja torácica y lengua
(Arancibia-Berríos, 2014).
A este nivel se evalúan también los posibles traumas y lesiones que se dan por un manejo inapropiado
del parto ya sea por golpes o por fuerzas de extracción excesivas. Puede haber fracturas en miembros,
costillas y columna vertebral, fractura mandibular, etc. Muchas veces no son evidentes en el momento
del parto, sino hasta varios días después (Rutter, 2010).
Sistema gastrointestinal: Primero se evalúa la cavidad oral, esto incluye el estado de la dentadura y la
lengua, además se deberá buscar anormalidades congénitas como paladar hendido (Arancibia-
Berríos, 2014). Con respecto a las heces del animal, el meconio debe ser evacuado el primer día de
nacido sin embargo, se ha observado que puede haber un atraso en la deposición de hasta 3 días. Se
ha reportado broncoaspiración de meconio durante el desarrollo fetal (Rutter, 2010)
Temperatura: Se debe tomar la temperatura del recién nacido, la cual debe mantenerse entre los
38,5°C – 39,5°C al bajar puede haber riesgo de hipotermia (Arancibia-Berríos, 2014).
Revisión neurológica: se puede hacer un breve examen sensorial que incluya percepción del sonido
al chasquear los dedos y se descarta que el animal sea ciego examinando sus ojos y observando si
presenta dificultad para evadir obstáculos al caminar (Elizondo-Salazar, 2007).
El alojamiento del ternero debe ser un ambiente limpio y seco, tener buena ventilación y prevenir
contacto con otros terneros. El sistema más recomendado es el de casetas, por la facilidad para
limpiarlas y para alimentar a los terneros, se puede utilizar borucha pero el material debe de recogerse
y mantenerse limpio o puede guardar humedad y cultivar bacterias y hongos. Con respecto a la
ventilación debe de ser suficiente para que los gases y amonio de las heces no afecten los animales,
que presentarían problemas respiratorios o tos (Rutter, 2010).
Artritis sépticas en terneros: son resultado de un manejo inadecuado de la desinfección y cuidado del
ombligo. Consiste de artritis que puede ser fibrinosa o purulenta causada principalmente por una
onfaloflebitis por Escherichia coli o secundaria a una enteritis (Smith, 2015).
Diarrea neonatal bovina: se presenta entre las 12 horas y los 35 días de vida (Figura 3). Se da
principalmente cuando hay un manejo inadecuado del ambiente, mala nutrición, mal manejo del
calostro, etc. La diarrea puede ser causada por una disminución en la absorción o por un aumento en
la secreción. El tratamiento depende del tipo de agente involucrado, pero lo más importante es la
prevención con un buen manejo de la higiene y la toma de calostro (Holtgrew-Bohling, 2016).
Síndrome de distrés respiratorio: se observan regiones atelectásicas en los pulmones del ternero,
estas producen una superficie de intercambio gaseoso inadecuada, y por lo que se aumenta el ritmo
respiratorio para mantener la ventilación y si esto no se logra se da hipoxia (Rutter, 2010).
Los rumiantes menores generalmente tienen una gestación de 150 días y paren de pie o acostados,
lo primero que aparece durante un parto normal es la cabeza y las extremidades anteriores. Cuando
las crías nacen, son capaces de levantarse rápido y seguir a la madre, en cuanto a las placentas estas
deben ser eliminadas en el plazo de tres horas después del parto (Ramírez et al., 2011), aunque
Gallegos et al., (2005) afirma que se debe esperar un plazo de 12 horas post parto para que la madre
elimine las placentas, de lo contrario debe darse asistencia.
Examen general
Membranas mucosas: normalmente es de un color rosa pálido, y su llenado capilar debe ser menor a
2 segundos (Mendoza et al., 2010).
Sistema cardiovascular: la frecuencia cardiaca en corderos debe ser de 115 latidos/minuto y en cabras
145-240 latidos/minuto, y este nos permite identificar trastornos circulatorios (Mendoza et al., 2010).
Sistema musculo esquelético: se realiza una evaluación estática y dinámica del animal; la estática se
realiza mientras la cría está de pie y se revisan articulaciones, pezuñas, huesos, músculos y tendones,
buscando cualquier situación fuera de lo normal, mientras que la dinámica se realiza cuando el animal
camina, donde se observan sus miembros y postura, así como cualquier tipo de claudicación
(Mendoza et al., 2010).
Peso al nacimiento: en general, se buscan cabritos que ronden los 2 a 5 kg dependiendo de la raza,
la alimentación que recibió la madre, el tipo de parto (gemelar o simple), así como el sexo (Cordero,
2007). Igualmente, en corderos, Perón et al., (2017), indica que los pesos pueden rondar hasta los
8kg en partos simples.
Entre los signos clínicos se observan heces desde pastosas a acuosas y el color varía desde café,
verde o rojo según los agentes implicados. También se observa que el animal se encuentra deprimido,
deshidratado, débil y puede encontrarse postrado, asimismo puede haber fiebre(Vincent, 2005;
Caballero et al, 2007).
Otra causa de diarrea común en ovinos y caprinos es la coccidiosis, esta enfermedad es muy
infecciosa y contagiosa caracterizada por la presencia de diarrea sanguinolenta y anemia,
presentándose de una forma aguda en animales jóvenes (Quirós, 2005).
Hipotermia: es una de las principales causas de mortalidad en ovinos y caprinos, en muchas ocasiones
debido a las condiciones en que viven estos animales, como, por ejemplo, en rebaños al aire libre sin
ningún tipo de techo o resguardo, también cuando las madres paren durante la noche (hipotermia
primaria) (Matthews, 2009). Los casos de hipotermia se dan ya que el neonato sale del canal de parto
mojado por los líquidos fetales y se expone a corrientes de aire. Cuando el animal nace y se somete
a mucho frío, consume sus reservas energéticas fetales tratando de recuperar el calor, a la vez, debido
al enfriamiento, hay un aumento en la producción de adrenalina, ocasionando una hipoglicemia por el
gasto metabólico, y al tener esta baja en el azúcar el animal no se quiere mover, no consume el
calostro y fallece (Caballero et al, 2007).También se puede dar una hipotermia secundaria cuando el
neonato no puede succionar la leche, ocasionando que no se alimenten y no repongan sus reservas
corporales, muriendo a causa de una hipotermia primaria. La hipotermia secundaria puede darse por
la muerte de la madre, agalactia, alguna lesión al nacimiento, que no le baje la leche a la madre, entre
otras (Matthews, 2009).
Inanición:se considera como un estado de deficiencia de energía y glucosa en los recién nacidos. Esta
complicación se da en neonatos mayores de 6 horas y sobre todo cuando los animales han estado
expuestos a condiciones de hipotermia, ya que sus reservas corporales son consumidas en búsqueda
de mantener la temperatura normal. Entre las fuentes de riesgos que se tienen esta: época del año,
edad de la madre, número de parto, tamaño de camada, alimentación de la madre, raza y habilidad
materna. Los animales se pueden ver débiles, hirsutos, indiferentes y con temperaturas menores a los
39°C (Caballero et al, 2007).
2.4 Porcinos
La especie porcina se caracteriza por presentar un porcentaje de mortalidad neonatal muy elevado
en comparación con otras especies como la bovina, ovina o equina, a pesar de que la producción
porcina cuenta con una de las más modernas tecnologías en producción animal (Pérez, 2009). Hay
ciertas medidas que se deben tomar para tratar de reducir la incidencia de muertes.
Corte de colmillos
El propósito del descolmillado es evitar lesiones en los pezones de las madres, además de prevenir
que los cerdos se lastimen entre ellos por peleas y también darle mayor seguridad al que manipulara
los animales. Este procedimiento se realiza en los dos primeros días de vida y se puede recortar la
punta de los colmillos o hacerlo al ras de la encía, en ambos casos se debe realizar fijo y parejo
(Reyes, 2014).
El corte como se observa en la figura 4 se realiza con pinzas o alicates, que se deben desinfectar con
una solución de yodo al 10% entre cada lechón descolmillado, teniendo la precaución de no arrancar
o quebrar los colmillos. A la hora de cortar los colmillos se debe tomar la cabeza del lechón con una
mano e introducir los dedos índice y pulgar junto a las comisuras labiales exponiendo los dientes. Con
la otra mano y utilizando instrumento bien afilado y desinfectado se hace un corte firme y rápido,
teniendo cuidado con las encías o la lengua. Lo ideal es cortar un tercio del diente. El corte se debe
realizar correctamente porque si se dejan dientes con trozos afilados pueden lastimar su propia lengua
o el aparato mamario de la madre (Monge, 2005; Pérez, 2009).
Figura 4. Descolmillado correcto (A) e incorrecto (B) en un cerdo. El sitio porcino. (2014)
Corte de cola
Esta es una práctica muy común en las explotaciones intensivas, cuyo objetivo es evitar el canibalismo
o mordeduras entre los lechones, que se da por poco espacio en los bebederos y comederos, así
como por una nutrición deficiente. El procedimiento (Figura 5) se debe realizar en los primeros 3 días
de vida, es muy sencillo, con un bisturí o tijera bien afilados se corta el último tercio de la cola, luego
se desinfecta con yodo 10%. Esta actividad se realiza solamente en cerdos estabulados (Reyes,
2014).
Administración de hierro
Los lechones nacen con escasas reservas de hierro (40-50 mg), la leche materna, no contiene la
suficiente cantidad de hierro para mantener las necesidades del lechón, a través de esta se adquiere
1mg/día aproximadamente y sus necesidades, en promedio, son de 7 mg de hierro, por lo que ellos
tienen una alta predisposición a padecer anemia ferropénica y morir. A modo de prevención se le
aplica al lechón en el segundo o tercer día de vida una dosis de 200mg de hierro dextrano por vía
intramuscular (Pérez, 2009).
Deficiencias de hierro también pueden provocar una predisposición a infecciones secundarias, un mal
desarrollo del animal por mal aprovechamiento del alimento y una menor ganancia de peso (Monge,
2005; Pérez, 2009).
Animales bajo condiciones de cría de campo pueden obtener el hierro que requieren a partir del suelo,
por lo que no es tan necesario la aplicación del mismo, esto va más para explotaciones en las que la
crianza se da en confinamiento (Monge, 2005; Pérez, 2009).
Examen General
Membranas mucosas: evaluar el color de las mucosas, debe ser salmón o rasado pálido, el llenado
capilar normalmente es menor a 2 segundos.
Sistema cardiovascular: la frecuencia cardiaca normal en un lechón debe estar en un rango 110 a 130
lpm (Brown et al, 2003).
Sistema musculoesquelético: la conformación musculo esquelética del lechón debe de ser evaluada
cuidadosamente, ver al animal de pie y caminando porque pueden presentar malformaciones de
nacimiento como el splayleg (Pérez, 2009).
Enfermedades y complicaciones
Splayleg: al nacer el lechón puede presentar esta malformación, también llamada síndrome de
abducción de patas (Figura 6), puede provocar una elevada mortalidad ya que aproximadamente un
50-80% de los lechones no sobreviven porque les impide movilizarse para alcanzar los pezones de la
madre o para evitar ser aplastados. Su etiología está relacionada con influencia de la alimentación
(avitaminosis de colina y tiamina), genética o partos prematuros con una inmadurez del sistema
neurovascular (McOrist, 2014).
Diarreas: es otro de los problemas comunes den lechones, usualmente este problema se trata de
prevenir con un correcto manejo del ambiente, el cual debe estar seco, cálido y libre de corrientes de
aire pero muchas veces este problema es inevitable ya que el lechón no posee un sistema
inmunológico desarrollado y si este no tomó calostro aumentan las probabilidades de enfermedad
(Pérez, 2009). Comúnmente son provocadas por E.coli, que produce deposiciones acuosas y
amarillentas. La colibacilosis es una gastroenteritis aguda, que se caracteriza por una diarrea blanco-
amarillenta, acuosa, con rápida deshidratación y que provoca la muerte de los lechones en pocas
horas. Es muy frecuente el desarrollo de una septicemia (Pérez, 2009).
Conclusiones
El manejo del neonato es una práctica importante en la medicina veterinaria, las primeras acciones
que se realicen con el animal determinaran en gran manera su evolución durante las primeras
semanas de vida y hasta el destete. De esta forma se garantiza que al invertir en el manejo inicial del
neonato se podrá obtener ganancias una vez el mismo entre a su etapa productiva.
Hay ciertas actividades que se realizan sin importar la especie con la que se está trabajando, como es
el secado inicial del neonato en donde el médico veterinario puede evaluar el estado del animal en
general, observando que esté respirando, que no presente lesiones y que sea capaz de levantarse
por sí solo.
El consumo de calostro es una práctica de suma importancia en donde el animal obtiene las defensas
necesarias para el mantenimiento de su salud durante las primeras semanas de vida, este presenta
ciertas características importantes como el momento del consumo inicial, que van a determinar el éxito
del mismo.
El cuidado del neonato incluye no solo factores clínicos sino también de manejo que pueden
determinar el estado de salud en general del animal y con ello el efecto positivo sobre su salud
facilitando así su desarrollo.
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