I.

- El arte de decidir
¿Quién debe decidir?
Cuando nos hablan del significado de decisión nos habla acerca de la
importancia de ser autónoma y no heterónoma, debido a que la gran mayoría de
personas nos dejamos influenciar por otras para tomar decisiones , sin embargo
muchas veces esas decisiones producen consecuencias como estrés
aburrimiento, etc. Es por ello que se hace un comparativo con respecto a una
empresa
Una empresa progresa cuando se toma buenas decisiones de manera autónoma
y no influenciadas por otros.
La decisión correcta
Esto nos da a entender que al momento de tomar alguna decisión ya sea en el
ámbito profesional o social yo como ser humano debo tomar muy en cuenta los
valores que se han inculcad, ya que eso permitir que se puedan tomar una
decisión correcta.
El arte de renunciar
Las decisiones muchas veces generan dolor en nosotros, debemos tomar en
cuenta que una adecuada decisión se debe tomar con una debida serenidad y
evitar tomarla con un torrente de emociones.
Decidir por la libertad
Se dice que es libre auténticamente cuando somos capaces de decidir por
nosotros mismos, es decir que tenemos la capacidad y el poder de tomar una
decisión sin nadie nos imponga lo que deberíamos de hacer.
II.- El compromiso de vivir
¿Por qué nos resistimos al cambio?
En el mundo se presentan cambios cada día con más frecuencia y en los
diferentes ámbitos, pero existe un inconveniente las personas rechazamos y
otras nos resistimos a este cambio ya sea por miedo a lo nuevo o por las críticas
que puedan recibir. Es hora de probar algo nuevo y creo que la mejor forma es
irse por lo nuevo ya que nada se pierde intentando y se podría ganar mucho
probando.
La era ligera
Esta era se podría decir que es la era del facilismo es decir que para poner algo
no es necesario realizar ningún esfuerzo. También se dice que esta era se ve
enriquecida por la electrónica en donde las cosas materiales como nos facilitan
el trabajo ya no es necesario ni ponerse de pie y para colmo hacer movimiento,
de manera que inconscientemente vamos cayendo a vivir en una sin
compromisos en todos los campos.

La mediocridad como ideal

Un nuevo y moderno analfabetismo que aqueja a la humanidad es la
mediocridad como ideal. El asunto de la mediocridad se ha convertido en un
estilo de vida en las sociedades contemporáneas caracterizadas por el facilismo
y la mecanización. Actualmente le va mejor al mediocre que al idealista porque
el mediocre sabiendo arrastrarse y camuflarse puede sobrevivir sin muchas
ambiciones y sin mucho sentido.
Los libertinos
El libertino no necesariamente o no tan sencillamente es alguien que, tal como
suele pensarse desde el sentido común, lleva una “vida dedicada a los placeres
del sexo”, o es aquel personaje “impúdico, disoluto y libidinoso”, o un hombre
“que no cumple con sus deberes y obligaciones”.
El comportamiento libidinoso deriva en parte de ese ejercicio de la libertad
pregonado en el primado de la razón. “Puesto que los libertinos piensan, obran
y se comportan de manera libre, muchos de ellos suelen desobedecer las reglas
morales instituidas por la religión. Ante los ojos de las autoridades, esos sujetos
pueden comportarse de una manera inmoral. Y ese rasgo de inmoralidad fue
usado en muchas oportunidades para mancillar la imagen de los libertinos”.
Comenta Villalta.
La cultura del esfuerzo
La cultura del esfuerzo que diversos países se han empeñado en difundir en sus
pueblos, han dado como resultado una mayor riqueza y una juventud más
comprometida con trabajo y con ellos mismos.
La cultura del esfuerzo debe inculcarse desde pequeños, pero el último
momento hábil para imbuirlo, creo, es la universidad y debe acompañarte
siempre. Desde luego en el trabajo, la cultura del esfuerzo debe acompañarte
siempre. Que nadie se crea que, acabada la universidad empieza la buena
vida. Al contrario, acaba una etapa y empieza otra, más dura quizá, que es la
laboral. Es por ello que cada día tenemos que estar en constante estudio
puesto que nuestro esfuerzo servirá de mucho para nuestro desarrollo como
persona y como buen profesional.