Pequeño ensayo sobre la vida.

He redactado mi propia teoría de complejidad en conjunción con mi teoría de siete-más de violencia

partiendo de la física y la física quántica, en la que explico que aquello que es vacío no puede ser
existen-caso un adepto a la simplicidad. Me gustan las explicaciones de Carl Sajan sobre Era-
tostones y como este describe la curvatura de la tierra.

Prefiero la explicación que demuestra la paciencia, tenacidad, capa-ciudad de percepción y

sagacidad de un Eratóstenes a toda la parafernalia de lanas, el Silicón Valley, y toda la ignoran-cita
acumulada en la red y la creencia a la domesticación del salvajismo humano. Esta civilización
occidental en la que vivimos debe ser sustituida por la versión original de la civilización, la versión
original de por ejemplo Eratóstenes. No se trata de re-proceder en el tiempo. Se trata de volver a la
genialidad de la simplicidad, aquella que no es fácil, pero seductora, deductiva, lógica y libre

Instituto de Investigaciones de la Complejidad COBAWU, Ruperta, lunes 13 de agosto de 2018

No somos el agua de la que está hecho nuestro cuerpo. Es decir que aquello que somos, aquello que
existe es el patrón de comportamientos que nos caracteriza, re-saltado de emociones e inteligencia.
Lo único que somos es la razón de ser, re-saltado de emociones e inteligencia. La razón de ser de
nuestra existencia es aquello que acapara por una durada de tiempo li-mitad al sentido de nuestra
existencia, el agua, los minerales y las proteínas (para dar tres ejemplos) para formar un cuerpo.
Nuestra propia razón de ser -el sentido bueno atribuye a cada uno de nosotros lavada- es lo único
vivo en nosotros. Por lo tanto, solo vive y existe nuestro patrón de comportamiento. Eso es lo que
vive. Lavada es información (emocional y racional) y comportamiento. Y lo interesante es que esas
dos componentes vuelven a dejar un rastro matemático y calculable, aunque sea infinitamente
difícil su cálculo. El ser humano es un patrón de complejidad cuyo destino es crear diversidad dentro
delos patrones de complejidad. Resumiendo: somos diversidad. En este sentido, es difícil
comprender la re-ración entre individuo y especie, entre patrón de complejidad singular y el
universo de los patrones de complejidad que han existido y están por existir. Tal y como decía José
Ortega y Gasset deforma prosaica, yo soy yo y mis circunstancias, yo por lo tanto soy mi comporta-
miento en relación a mi entorno, pero con una raíz que se llama amor. El hecho de que tengamos
una razón de ser implica y permite que átomos de agua formen nuestro cuerpo. En esa razón de
existir el momento de la fecundación es el amor. La razón por la que existimos es el amor, no es el
sexo. Quien pretende que existimos por el hecho de que hay sexo, quien confunde sexo y amor, no
existe. Esa persona que reduce el amor al sexo dando fe de puro materialismo, se reduce a si misma
al estado del átomo. Esa persona ni vive ni muere. Esa persona es como el aguade la lluvia misma.
Esa persona carece de sentido de la vida humana. La naturaleza entera solo existe como una relación
de amor a la complejidad, complejidad que es la vida. Y lo interesante es que de momento seguimos
siendo los únicos seres vi-vos, capaces de reflejar toda esa belleza. En este sentido, la violencia
personal, es-fracturar, simbólica y espiritual cobran otro sentido, el sentido de acabar con
comportamientos, es decir no con la vida de la materia (el cuerpo) sino con el sentido de aquel
comportamiento que estamos eliminando. Asesinar a alguien es un acto de un patrón de
complejidad que elimina a otro patrón de complejidad por ser incapaz de asumir la diferencia, la
dialéctica, el día-logo, el respeto mutuo, es decir que son in-capaces de aprender el uno del otro (el
asesino y el que se deja asesinar y no prevé el asesinato, cosa que desgraciadamente no siempre es
posible). Eso es vergonzoso penoso. La violencia mata una manera de ser. La violencia acaba con el
sentido de una vida. Eso es muy curioso. En el fondo el asesino lo es, por falta de inteligencia. Perona
mata a una persona. Mata a un sentido, a una razón de ser. El código penal no esto-pula nada de
esto, naturalmente. El código penal es un atavismo grosero.