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CASO DE LOS NEGOCIOS FAMILIARES.

Presentado por
DIEGO ALBERTO HERNANDEZ CAICEDO
3GH

Docente

Abogado

UNIVERSIDAD LIBRE SECCIONAL CUCUTA


FACULTAD DE DERECHO, CIENCIA POLÍTICA Y SOCIALES
PROGRAMA DE DERECHO
CÚCUTA, COLOMBIA
2018

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TABLA DE CONTENIDO.

1. Introducción……………………………………………………………………… 3

2. Hechos Jurídicamente relevantes del caso de los negocios familiares……………4


2.1 ¿Qué norma procesal es aplicable para adelantar la investigación penal?..... 5
2.2 ¿El delito de Fraude Procesal esta prescrito?..................................................7
2.3 ¿la señora Tulia Vargas es responsable del delito de fraude procesal?.......... 9

3 Conclusión…………………………………………………………………………….9

4 Bibliografía…………………………………………………………………………..10

2
INTRODUCCION.

3
HECHOS JURIDICAMENTE RELEVANTES.

PRIMERO: El señor JUSTINIANO BARRERA y la señora TULIA VARGAS


contrajeron matrimonio en el Estado de Paraguay en el año 1975.
SEGUNDO: En el año 1997 el señor JUSTINIANO BARRERA otorgo, mediante escritura
pública, poder general y amplio y suficiente a la señora TULIA VARGAS para la buena
administración de sus bienes.
TERCERO: El señor JUSTINIANO BARRERA y la señora TULIA VARGAS elevaron a
escritura publica N° 1994 de 9 de julio de 1999, la liquidación y disolución de la sociedad
conyugal existente hasta el momento. En dicho instrumento se llevaron a cabo inventarios,
participación y realización de hijuelas, entre las cuales se destacan las siguiente:

 Derechos otorgados por la compraventa del inmueble ubicado en la avenida 4# 12-


17 del barrio Blanco; que hiciera JUSTINIANO BARRERA con el señor JULIAN
PARRA por el valor de $234.133.400 a favor de JUSTINIANO BARRERA.
 Acciones de la sociedad comercial Mi primer proceso S.A. avaluadas en
$200.133.400 a favor de TULIA VARGAS quedando esta con el 98% de las
acciones.

CUARTO: Se emitió la escritura 2786 del 17 de septiembre de 1999 ante la notaria 2 de


Cúcuta en la que el señor JUSTINIANO BARRERA aparece vendiendo el predio ubicado
en la avenida de Cúcuta el 20 de septiembre de 1999.
QUINTO: Según informe de perito grafólogo de la firma dubitada del señor en la escritura
N° 2786 del 17 de septiembre de 1999 JUSTINIANO BARRERA no corresponde a la
firma no dubitada.
SEPTIMO: Mediante actas de asamblea de socios N°66 y N°69 se aprobó la disolución y
liquidación de la sociedad comercial Mi Primer Proceso S.A.
OCTAVO: Se emitió la escritura 489 del 15 de febrero del 2006 ante la notaria 2 de
Cúcuta en la sesión de pago, a favor de TULIA VARGAS, el dominio de los bienes de la
sociedad avaluados en 200.000.000. Dicha escritura fue registrada en oficina de
instrumentos públicos el día 18 de febrero de 2006.
NOVENO: El señor JUSTINIANO BARRERA, el dia 23 de agosto del 2010, interpuso
querella por el delito de fraude procesal, señalado en los hechos que:

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DECIMO: Fue engañado para firmar el poder con el que se suscribió la escritura publica
N°1994 del 9 de julio de 1999, con la excusa que el poder era para solucionar su situación
de extranjero ante el DAS.

 Que nunca recibió el dinero de la venta del inmueble del barrio Blanco de Cucuta
 El dia 10 de julio del 2010 pregunto por sus acciones de la sociedad Mi Primer
Proceso S.A. recibiendo la respuesta de la señora TULIA VARGAS, que: todo era
de ella y que el no tenia nada’’.

¿QUE NORMA PROCESAL ES APLICABLE PARA ADELANTAR LA


INVESTIGACION PENAL?

Para empezar a responder esta pregunta tan compleja, empezaremos diciendo que según
Fernando Velásquez en su libro ‘’Manual de derecho penal’’ en su capítulo séptimo nos
habla de los ámbitos de la validez temporal de la norma penal. En donde empieza su obra
con la frase ‘’La primera de las limitantes en torno a la vigencia de la ley penal es la atinente
al tiempo durante el cual ella se rige’’.
Queriendo decir con la anterior frase que las normas penales, como todas las que componen
el ordenamiento jurídico, son obligatorias desde que nacen a la vida hasta su desaparición,
por lo cual se puede afirmar que tienen su propio ciclo vital. Ello quiere decir que el periodo
durante el cual impera la ley se extiende entre dos momentos distintos: la promulgación y la
derogación. Teniendo muy claro lo anterior cuando la ley entra en vigor, es decir cuando ya
fue promulgada y lista para regir, se deben imponer las consecuencias jurídicas contenidas
en ella a la conducta humana regulada; por eso, el deber de aplicarla se excluye cuando un
hecho se presenta antes o después de su vigencia, en pocas palabras hablamos del tiempo de
realización de la conducta punible.
Para hablar del tiempo de realización de la conducta punible es necesario precisar el momento
en el que se entiende cometido el hecho, el llamado ‘’tempus comissi delicti.’’. Cuando el
suceso se realiza durante la vigencia de una de las dos normas en conflicto en este caso la ley
600 del 2000 y la ley 906 del 2004 , no hay ninguna dificultad, pues se aplica la imperante al
instante de la comisión del comportamiento punible ‘’tempus regit actum’’ como por ejemplo
el homicidio, aquella persona que mate a otra en un tiempo, espacio y ocasión determinado,
se le aplicara la ley imperante al instante de la comisión de la conducta, es decir que si
cometió el delito de homicidio antes del 2005 se le aplicaría la ley 600 del 2000 y si los
hechos jurídicamente relevantes pasan después del 2005 se le aplicaría la ley 906 del 2004.
Sin embargo, la situación es distinta cuando se piensa en ciertas figuras delictivas cuya
realización comienza en un tiempo determinado y que, por sus propias características,

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termina ejecutándose en otro (delitos a distancia); o por que trasgredan una norma mediante
la ejecucuin de la misma acción penal en diversos segmentos de tiempo y con un mismo
cometido (delitos continuados); o bien, la acción realizadora del precepto penal no se cumple
de forma instantánea, sino que es mantenida por el agente durante largo tiempo (delitos
permanentes, en este caso el fraude procesal) etc. Se trata, en otras palabras, de una serie de
acontecimientos cuya realización puede implicar el trascurso de una cantidad de tiempo
suficiente para que durante el tenga lugar una sucesión de leyes penales, como por ejemplo
una carta injuriosa puede recibirse meses después de escrita o como sucede en los hechos
jurídicamente relevantes del caso.
Y es aquí donde nace un problema jurídico bastante grande y es ver como aplicar o plantear
el problema de establecer cuando se entiende realizada la conducta punible y si existe un
conflicto entre normas, ¿Cuál se debería aplicar?, si se trata de un delito de distancia, el
suceso se entiende llevado a cabo en el instante en que se manifiesta la voluntad del agente,
con base en el cual se decide la ley penal aplicable, es decir si el delito se manifestó antes del
2005 se aplicaría la ley 600 del 2000 y si los hechos jurídicamente relevantes sucedieron
después del 2005 se entendería que se aplicaría la ley 906 del 2004, si es un delito
continuado, el comportamiento se considera cometido bajo la vigilancia de cualquiera de
leyes en conflicto en este caso la ley 600 del 2000 o la ley 906 del 2004, pues en cada una de
ellas se ha manifestado la voluntad del agente, que puede optar por una o por otra, atendiendo
sus intereses, si es un delito permanente (en este caso entraría el fraude procesal o el
aprovechamiento de error ajeno o caso fortuito), el tiempo de comisión de la acción penal
comprende todo el lapso trascurrido desde el instante de la manifestación de la conducta hasta
que cesa de ejecutarse. En supuesto en no saber que norma aplicar o estas entren en conflicto
o consagren términos diferentes, el interesado podrá por la que señale el lapso más breve.

Es aquí donde debemos comparar la ley 600 del 2000 y la ley 906 del 2004 y después de ello
ver cuando se manifestaron los hechos. La norma procesal aplicable en el caso es la ley 906
del 2004 ya que las consecuencias de los hechos jurídicamente relevantes se manifestaron el
día 23 de AGOSTO de 2010 a modo de querella a demás de ser la ley con el lapso mas breve,
también estábamos hablando de un delito permanente, donde no se importa tanto la
manifestación de los hechos si no la consecuencia relevantes de la manifestación de los
hechos, es decir en el momento en el que el señor JUSTINIANO BARRERA presenta la
respectiva querella y según el ART 533 del código de procedimiento penal ley 906 del 2004
aclara que todo delito cometido con posterioridad al 1 de enero del año 2005 se entenderá
regido por la ley 906 del 2004, es decir como las consecuencias relevantes pasaron el día 23
de AGOSTO de 2010, se le aplicaría la ley 906 del 2004 con argumento de la irretroactividad
de la ley.

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¿EL DELITO DE FRAUDE PROCESAL ESTA PRESCRITO?

Creería que, para empezar correctamente, la sustentación de si el delito de fraude procesal


está prescrito o no, debemos comenzar diciendo que se entiende por el fraude procesal. Según
el código penal colombiano, en su capítulo VII ‘’del fraude procesal y otras infracciones’’,
en su artículo 453 expresa lo siguiente ‘’ El que por cualquier medio fraudulento induzca en
error a un servidor público para obtener sentencia, resolución o acto administrativo
contrario a la ley, incurrirá en prisión de seis (6) a doce (12) años, multa de doscientos (200)
a mil (1.000) salarios mínimos legales mensuales vigentes e inhabilitación para el ejercicio
de derechos y funciones públicas de cinco (5) a ocho (8) años.’’
Es aquí donde damos nuestra primera definición de fraude procesal, una definición con una
apariencia un tanto inequívoco, pues el proceso interpretativo comienza con el tenor literal
de la ley y avanza el momento de su finalidad; por ello esta definición como tal del código
se queda corta, aumentando la muy tradicional creencia de que ‘’ lo que es claro no necesita
ser interpretado’’, donde debe ser tomado como una autentica falacia, con esto se conlleva a
buscar una definición más allá que la que da expresamente el código y es donde nos referimos
a la Corte Suprema de Justicia.
La Corte Suprema de Justicia en sala de casación penal, se pronuncia con la Sentencia de
casación numero: SP17352-2016 del día 30 de diciembre del 2016 a cargo del magistrado
ponente GUSTAVO ENRIQUE MALO FERNÁNDEZ, expresando una definición de fraude
procesal la cual es la siguiente ‘’ El propósito buscado por el sujeto activo es cambiar, alterar
o variar la verdad ontológica con el fin de acreditar ante el proceso que adelante el servidor
público una verdad distinta a la real, que con la expedición de la sentencia, acto o resolución
adquirirá una verdad judicial o administrativa. Para que se configure esa conducta punible
es preciso que exista una actuación judicial o administrativa en la que deba resolverse un
asunto jurídico, y que, por ende, sea adelantada por las autoridades judiciales o
administrativas. Incurre en ella el sujeto -no calificado- que por cualquier medio fraudulento
induzca en error al servidor público para obtener sentencia, resolución o acto administrativo
contrario a la ley. Si bien no se exige que se produzca el resultado perseguido, se entiende
consumado cuando el agente, de manera fraudulenta, induce en error al servidor. Pero
perdura mientras se mantiene el estado de ilicitud y aun con posterioridad si se requiere de
pasos finales para su cumplimiento ‘’

Ya con una definición clara de que es lo que se entiende por fraude procesal, debemos
avanzar en el siguiente paso. La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia reiteró que el
fraude procesal es una conducta de carácter permanente que implica que la lesión al bien
jurídico se prolongue durante el tiempo en que la conducta produzca efectos en el mundo
jurídico, si bien no se exige la producción del resultado perseguido, se entiende consumada
cuando el agente, de manera fraudulenta, induce en error al servidor (CSJ-SP, 4 dic. 2013,
42552, (AP), E. PATIÑO CABRERA). No obstante, perdura mientras dura el estado de

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ilicitud y aun con posterioridad si se requieren pasos finales para su cumplimiento. El carácter
permanente del delito implica, entonces, que la lesión al bien jurídico tutelado se prolonga
durante todo el tiempo en el que la autoridad se mantenga en el error y aun después si se
requiere de actos de ejecución.
Según todo lo teórico anterior, ya que el notario de la notaria 2 de Cúcuta se encuentra en
error por elevar la escritura 2786 el 17 de septiembre de 1999 incurre en el tipo penal de
fraude procesal y es aquí donde nos podemos dar cuenta que los hechos ocurrieron en 1999
y se interpuso la querella en el 2010, por lo tanto, han pasado 11 años desde la presentación
de los hechos, hasta la presentación de la demanda, por lo tanto, nace la gran pregunta. ¿Está
prescrito el tipo penal de fraude procesal?
La respuesta es que NO ha prescrito el tipo penal, la jurisprudencia ha aclarado que ese
término empieza a contarse, no a partir de la firmeza del acto administrativo, este caso, sino
“del último acto de inducción en error, entendiendo éste no como aquel momento histórico
en el que el servidor público dictó el acto contrario a la ley -cuando ello alcanza a
materializarse- sino hasta cuando la ilícita conducta ha dejado de producir sus consecuencias
y cese, en consecuencia, la lesión que por ese medio se venía ocasionando a la
administración”.
Por lo tanto, en los hechos jurídicamente relevantes, no se sabe con certeza si el notario de la
notaria segunda de Cúcuta ya ha salido del error, al no saber si se ha salido del error lo más
prudente que yo haría sería preguntarle al notario cuando salió del error y desde ese momento
en específico se empezaría a correr el término de la prescripción, por lo tanto como en los
hechos jurídicamente relevantes no se tiene con certeza que día se sale del error, el delito no
ha prescrito y continua en vigencia, se podría deducir que a través de la querella se ha puesto
en conocimiento al notario y este ya ha salido del error, pero también podría deducirse que
si el notario ya ha salido del error y tiene conocimiento de la acción punible, este tiene la
obligatoriedad de denunciarlo y hasta el momento no se ha hecho, presumiendo que si no ha
denunciado es porque no ha salido del error, es aquí donde nos podemos dar cuenta que lo
que hace falta para determinar la prescripción es una prueba contundente de cuando se salió
del error, pero como esta prueba no está en conocimiento, se presume que el delito sigue
vigente.
Para sostener el anterior argumento la Corte Suprema de Justicia ha manifestado que “debe
tenerse en cuenta la fecha hasta la cual los efectos del acto fraudulento se extendieron o la
del cierre de investigación si fueron más allá de él, como límite de la comisión del punible’’.

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¿LA SEÑORA TULIA VARGAS ES RESPONSABLE DEL DELITO DE FRAUDE
PROCESAL?

Ya llegado a este punto y deduciendo todo lo anterior, podemos decir que la señora Tulia
Vargas SI responde por el delito de fraude procesal y es a partir de aquí implementaremos e
interpretaremos el artículo 453 del código penal. Para empezar, debemos tener en claro que
el fraude procesal solo se configura si se busca inducir a error al funcionario, es decir que el
sujeto activo acuda al dolo teniendo plena certeza de que su propósito es inducir a error al
administrador o al funcionario judicial, como ocurre en el caso, ya que la señora Tulia Vargas
tenia toda la certeza que esa escritura publica era un medio de prueba fraudulento y aun asi
introdujo en error a un servidor público para obtener un beneficio propio e imparcial

La Corte Suprema de Justicia expresa en la Sentencia de Casación SS67765-2014 del 4 de


enero de 2014 magistrado ponente DIEGO ALFONSO CARRASCAL URIBE, expresa que
para que determinado comportamiento configure el delito de fraude procesal, se requiere que
quien pueda inducir a error a una autoridad tenga el deber jurídico de decir la verdad o de
presentar los hechos en forma verídica, esto es, el fraude procesal se presenta cuando una
persona interesada en resolver determinado asunto que se adelanta ante alguna autoridad
judicial o administrativa, provoque un error a través de informaciones falsas, todo ello con la
finalidad de obtener un beneficio, el cual no habría sido posible si la información ofrecida
hubiere correspondido a la verdad” y es aquí donde la actuación de la señora Tulia Vargas
encaja en la explicación del tipo penal ya que ella tenía toda la intención dolosa de apropiarse
de el inmueble y la sociedad y lo consiguió en medida de acciones fraudulentas, por lo tanto
SI RESPONDE POR EL DELITO DE FRAUDE PROCESAL.

CONCLUSION.

Se podría sacar la conclusión mas importante es que el tipo contentivo del delito de fraude
procesal sea de conducta permanente porque el autor carece de dominio de la voluntad sobre
la permanencia del tipo penal, siendo entonces un delito de estado en la que el resultado
previsto en el tipo penal crea una situación jurídica o fáctica ilícita pero se entiende dicha
situación como agotamiento del delito posterior a su realización, ejemplo de ello para
Jescheck (2002, ibídem) son los tipos de usurpación del estado civil, la bigamia y los daños
materiales
Otraconclusión que se podría destacar es que la interpretación de la Corte Suprema de
Justicua es que el sujeto agente no podrá desistir en la conducta punible a pesar de que el
servidor público no haya aún tenido acceso alguno a los medios fraudulentos y el sujeto
activo realice todas las actividades necesarias para evitar la ocurrencia del resultado típico.

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BIBLIOGRAFIA.

Jescheck, H. (2002). Tratado de Derecho Penal Parte General, Granada, Quinta edición
Maurach, R. (1962). Tratado de Derecho Penal, Tomo II, Barcelona, Ariel Mir Puig, S.
(2002) Derecho Penal Parte General, Barcelona, Corregrafic. S.L. Quinta reimpresión
Reyes, A. (1981). La Tipicidad., Bogotá, Colombia, Universidad Externado de Colombia,
Quinta edición ROXIN, C. (1997). Derecho Penal. Parte general. Tomo I,CIVITAS
Fernando Velasquez. (2010). Manual de Derecho Penal, Parte General. Colombia. Tomo I.

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