NOMBRE DE LA ENCÍCLICA : Laudato Si - Capítulo VI

AUTOR : Jorge Mario Bergoglio - Papa Francisco

FECHA : 24 - Mayo- 2015

NÚMERO DE CAPÍTULOS : del cap.202 al cap.246 y contiene 9 Apartados.

ANÁLISIS

I. Apostar por otro estilo de vida

En la actualidad el comercio va siendo de mayor importancia para las personas, ya que de

ahí sale para su consumo diario de alimentos, compra de aparatos u objetos que le sean de
utilidad, por el cual el ser humano esta consumido en su deseo obsesivo de hacer gastos
innecesarios y comprar muchos objetos que desean obtener solo para calmar sus ansias.

Tanto llega a ser la ambición del ser humano que tiende a pegarse a lo material, dejando al
lado lo espiritual, se enfocan más en comprar y seguir comprando aparatos que satisfacen sus
necesidades o deseos, a medida que va sucediendo esto empiezan a carecer de emociones,
siendo personas vacías, el cual creen que tener aparatos llenara el vacío de su alma. Además
de resaltar que aquellos aparatos que tienen causan males a otras personas y al medio
ambiente, pero no todo es malo porque así como el ser humano puede caer en lo más
lamentable, este a través de la reflexión puede reponerse y luchar por ser una mejor persona,
recobrando así el valor que este tiene. Tomando como iniciativa mejorar su entorno y el lugar
donde habita, reparando los daños que ocasionó los productos que compro, busca una salida
a la solución, reparar el daño que hizo, como vemos la contaminación ambiental causado por
el ser humano, quien ahora a través de la reflexión hace lo inevitable para poder recuperar la
salud de su planeta, dirigiéndose por un camino donde busque mejorar el planeta y la de su
sociedad.

II. Educación para la alianza entre la humanidad y el ambiente

Al haber realizado tanto daño al planeta tierra, el ser humano no consigue estar con la
conciencia tranquila, ya que presencia la gravedad de la situación en el medio ambiente, por
lo tanto busca la manera de reparar y sanar las heridas que ocasionó, es por eso que hoy en
día hay programas de protección hacia el medio ambiente, en especial los jóvenes que buscan
la manera de luchar por la defensa del medio ambiente, aunque sea una dura batalla ya que
hasta el momento el ser humano aún sigue en su constante deseo de comprar y consumir,
aunque eso no es impedimento, siempre habrá personas que lucharan por la defensa de los
derechos y protección del ambiente.

Es donde nace en nosotros un gran desafío, el de preservar y cuidar el medio ambiente, para
poder lograr esto se debe de practicar la educación con responsabilidad ambiental, para esto
“la norma jurídica produzca efectos importantes y duraderos”, es esencial que la sociedad
reaccione y acepte este cambio de bien que ayudara al planeta y hasta a ellos mismos, además
de “los educadores, instituciones tanto publicas y privadas, iglesias, comunidades cristianas,
empresas y las diversas familias” pongan en acto la de formar, desarrollar y fortalecer
“hábitos de amor y cuidado de la vida, además del medio ambiente”. Realizando charlas de
motivación y reflexión para ayudar al ser humano a comprometerse en este acto, se va lograr
aquel cambio si nos decidimos y actuamos. Se notara el cambio, que con nuestro esfuerzo y
dedicación se irá cambiando el mundo para que así futuras generaciones gocen del fruto de
nuestro trabajo y lleven consigo la educación que hemos fortalecido e inculcando el valor del
medio ambiente, ya que es mucho lo que está en juego necesitamos educarnos y controlarnos.
Si no tomamos a conciencia lo que está pasando nuestros esfuerzos serán en vano para esto
el ser humano, la vida, la sociedad y la relación con la naturaleza debe ser difundida.

III. Conversión ecológica

El ser humano goza de una gran riqueza otorgada por Dios, una de ellas es la gran riqueza de
la “espiritualidad cristiana, generada por veinte siglos de experiencias personas y
comunitarias”. El evangelio nos enseña que hay consecuencias en nuestra forma de sentir,
pensar y vivir, por ello el compromiso que nosotros hemos de hacer son algunas de las
doctrinas que son móviles que “nos ayudan, alimentan, impulsan, motivan y dan sentido a la
acción personal y comunitaria”. Al mostrar compromiso con el medio ambiente y la de querer
preservar y cuidar, además de cambiar y mejorar nuestra propia persona somos llamados a
una profunda conversión internar llamado conversión ecológica. Donde el ser humano tiene
un gran cambio en su ser, sintiéndose agradecido, lleno de ternura y movilizando con un
cuidado generoso, entendiendo que no todo se trata de reconocimiento de los actos que él
hace, sino hacer todo con generosidad y agradecimiento por lo que se le ha otorgado, tratando
de cuidar y preservar el medio ambiente, todo con agradecimiento y cuidado.

Un ejemplo claro a través de la historia tenemos a San Francisco de Asís. Así que no importa
los pecados que hallas cometido, ni los errores, maldades, vicios, entre otras cosas que hayas
cometido si te arrepientes de corazón, y sigues las enseñanzas que Dios otorgo y has de
seguirlo, y el cambio en ti sea duradero llegas así a la conversión ecológica como dicen “la
conversión ecológica nace de un corazón agradecido”

IV. Gozo y paz

Invita a todos a entender la calidad de vida que el ser humano lleva consigo, es decir gozar
de lo que la vida nos ha proporcionado sin la necesidad de obsesionarse por lo material y el
consumo. Es decir no importa lo más mínimo que nosotros tengamos, eso nos ayuda a valorar
y llegar espiritualmente a un crecimiento de gozo y paz.

Al realizar un alto a nuestra vida y entender el valor de cada cosa que poseemos, llegamos al
retorno de la simplicidad en la cual se agradece “las posibilidades que ofrece la vida sin
apegarnos a lo que tenemos ni entristecernos por lo que no se posee”. La cual evita la
monotonía del dominio y el aumento del placer.

Como se sabe aquellos que disfrutan y viven de la mejor manera cada momento de su vida
son aquellas que poseen poco, ya que ellos consiguen valorar cada momento único, cada
experiencia, cada persona o cosa, es decir llegan a ser humildes, este valor ayuda mucho a
las personas a disfrutar de la vida, son capaces de desarrollar aquello que los hace felices sin
la necesidad de tener un objeto que sea caro, disfrutan de los encuentros que tienen con sus
familiares, el amor que Dios les ofrece y la inmensa paz que llegan a obtener sin preocuparse
por lo material, ya que lo espiritual, el amor, la humildad, la compañía de amigos y familiares,
además de lo agradecido que estén por lo poco que tienen, llegan a experimentar aquello que
Jesús enseño la sensación de gozo y paz al tenerlo todo sin tener nada.

V. Amor civil y político

El planeta tierra es el hogar que Dios otorgo al ser humano, por lo tanto el ser humano tiene
la responsabilidad de cuidarlo, pero en los últimos años se vio el desinterés del ser humano,
contaminando el medio ambiente, para esto se nos hace el llamado a nosotros a cuidar la
naturaleza que es parte de nuestro estilo de vida que involucra la capacidad de convivencia y
comunión entre nosotros. Recordemos que Jesús nos dijo que Dios es como nuestro padre y
eso nos hace hermanos. El amor que Dios pudo ofrecer hacia nosotros nos hace capaces de
poder llevar a cabo un cambio con respeto a nuestro estilo de vida, recordemos que con el
amor se puede lograr muchas cosas, amar a nuestro enemigo, el medio ambiente, a los seres
vivos, la vida misma, y todo lo que nos rodea son el paso al cambio, para lograr algo grande
esto es la “fraternidad universal”.

Nos hace falta recordar que nos necesitamos los unos a los otros, tomando la responsabilidad
como familia que somos, que tenemos el deber de cuidar y proteger el mundo, velando por
la seguridad de todos y nosotros mismos, con el amor que nos tenemos llegamos a formar
algo indestructible siendo la solución al cuidado del ambiente. Recordemos a Santa Teresa
de Lisiex “nos invita a la práctica del pequeño camino del amor” la cual nos da muchas
oportunidades al desarrollo, civil y político, ya que toda acción que hacemos con amor lograr
ser algo duradero y permisible.

“El amor a la sociedad y el compromiso por el bien común son una forma excelente de la
caridad” por lo cual la iglesia propuso al mundo la idea “el amor social nos mueve a pensar
en grandes estrategias que detengan eficazmente la degradación ambiental y alienten
una cultura del cuidado que impregne toda la sociedad”.