UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO

Filosofía en Colombia
Freddy E. Molina Manjarrez

EL ARAWAK, DESDE UNA PERSPECTIVA HERMENÉUTICA

Nos preguntamos ¿quiénes somos? ¿Cómo esta forjada nuestra historia? para responder y
comprender estas preguntas y entender nuestra realidad social es necesario remontarnos en
las culturas ancestrales, en nuestros antepasados que son los forjadores de nuestra cultura,
ahora bien, desde el mito es posible hacer una reconstrucción del saber y conocimiento que
deviene de sí mismo, reinterpretándose así mismo.

Desde la perspectiva de George Gadamer (Mito y Razón), y Mircea Eliade (Mito y

Realidad); Mito y razón de Gadamer, está orientado a dar una respuesta al cómo y al desde
dónde comprender el fenómeno del mito, inmerso en una sociedad aparentemente
desencantada y jerarquizada. Para Gadamer este desencantamiento es un hecho histórico
donde tienen cabida la magia y la religión; el paso del mito al logos; en cuanto a Mito y
Realidad de Eliade, habla sobre la importancia del mito considerándolo una realidad cultural
extremadamente compleja, exponiendo las principales características del pensamiento de las
sociedades que él denomina como primitivas o arcaicas mostrando como de alguna manera
este pensamiento que él llama “primitivo” aún pervive en nuestros días a través del mito
atribuyendo valor y sentido a la existencia humana.

Por las anteriores conclusiones tratare de demostrar como las categorías del mito según
Eliade y Gadamer se ven reflejadas en las comunidades ancestrales en especial en la
comunidad indígena Arawak, los cuales se dice que fueron los primeros nativos con quien se
encontraron los exploradores españoles, en sus primeros viajes a estas tierras de américa,
comandadas las exploraciones por el famoso Cristóbal Colón.

El término Arawak originalmente se aplicaba específicamente al grupo sudamericano que se

auto identificó como Arawak, un término que significa bueno o noble que algunos isleños
usaban para distinguir a su grupo de los vecinos caribes de las islas. Son por mucho la familia
lingüística más extendida en América del Sur estableciendo las áreas costeras de lo que ahora
es Guyana, Suriname, Granada y partes de las islas de Trinidad y Tobago; Colón en su
bitácora describe como fue la actitud y recibimiento de los Arawak hacia los europeos.
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“Nos trajeron loros, mochilas de algodón, lanzas y muchas otras cosas intercambiadas para
el vidrio y cascabeles cuentas. Trocaban de buen corazón todo lo que poseían. Eran bien
constituidos, con cuerpos armoniosos y hechos graciosos. No usaban armas, que no conocían,
pues cuando les mostré una espada, la tomaron por la lámina y se cortaron, por ignorancia.
No conocían el hierro. Las lanzas están hechas de caña. Darían buenos criados. Con cincuenta
hombres, se podría someter a todos ellos y hacer de ellos lo que se quisiera”.

Para entender un poco de a cultura de los Arawak y realizar una hermenéutica para permita
comprender esa verdad que deviene de esta cultura por medio de las categorías de Eliade y
Gadamer.

El Arawak y la hija de Anianima “Sobre los campos de la Guayana se ciernen,

majestuosamente, verdaderas bandadas de buitres reales, que cruzan con vuelo magnífico el
cielo. Y refiere la tradición que estas aves, cuando llegan a las alturas, sobre las nubes y los
aires, abandonan su plumaje y adoptan la forma humana, que es la que en realidad les
corresponde y que por algún extraño maleficio – o privilegio- no deben ostentar cuando
descienden a las bajas regiones terrestres. En cierta ocasión, un joven Arawak, valeroso y
hábil cazador, apresó a una de estas aves. Era un hermoso ejemplar, de magníficas plumas y
profunda mirada. El Arawak caminó hacia su casa, en donde su anciana y buena madre
esperaba su llegada. El afortunado cazador avanzaba, bien ignorante de que llevaba entre sus
brazos a una encantadora doncella: la hija de Anianima, el soberano de las celestes regiones.
Despertóse en la joven repentino y poderoso amor hacia su raptor. Deseosa de darse a
conocer, dejó caer el blando y espeso plumaje que la cubría y se ofreció a la vista del Arawak
bajo el aspecto de una muchacha de maravillosa y fascinadora belleza. Presa de apasionado
anhelo, que vencía a su poderosa turbación, la hija de Anianima declaró su amor al Arawak,
y él la tomó por esposa…”

Este es un mito de origen o cosmogónico según Eliade ya que, que trata del origen y la
evolución del universo, así como también en narración mitológica sobre la cual se pretende
establecer el origen del mundo, en este mito se ve reflejado como comprendían el origen el
mundo esta cultura, lo cual cuenta una historia sagrada, con entes sobrenaturales, encajando
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perfectamente con la estructura de los mitos de Eliade, que dice que los mitos parten de una
historia sagrada, un acontecimiento que ha tenido gran importancia y lugar en el tiempo
dando una explicación al origen, a ese “tiempo fabuloso de los comienzos”. Este mito no solo
otorga la posibilidad de conocer la explicación del mundo según los Arawak o lo que era para
ellos, sino que también permite conocer e interpretar las cosas que les rodean, conocer el
origen de la caza, de la enfermedad, de la cosecha o de su fin; dicho conocimiento solo se
encuentra inmerso en lo que se quiere transmitir a través de este mito. No en lo ciertamente
dicho sino en lo que se puede auto-interpretar a través de sí mismo, para así obtener “lo
verdadero” de este mito.

Consecuentemente, Gadamer retoma el concepto del mito y lo remonta desde la Grecia

clásica hasta la sociedad ilustrada de finales del siglo XVIII y comienzo del siglo XIX,
analizando el paso del Mythos al Logos, y como la razón se contrapone al mito al no poder
ser demostrada científicamente bajo demostración metódica es rechazada por la razón. Y es
entonces cuando Gadamer quiere rescatar con su trabajo, que el mito comunica una sabiduría
ancestral que a su vez es espiritual y trae consigo una moralidad.

Se ve reflejado el concepto de lo verdadero que está inmerso en el devenir del mito, que
verdad trae mito, al igual que en Mito y realidad de Eliade también vemos este concepto de
lo verdadero en medida de lo que se puede interpretar a través del mito, como sus creencias,
su forma de vestir, conductas morales, y su cultura.

Ya que el mito según Nietzsche, es portador de cultura del cual se desea obtener un
conocimiento histórico. Y para ello procede a caracterizar el aspecto formal del mito,
entendiéndolo como lo dicho; de tal forma que lo que está en lo dicho no admite ninguna otra
posibilidad de ser experimentado que la del recibir e interpretar lo dicho. Con esto se
entendería que el mito es un tipo de conocimiento distinto al científico, que debe ser
analizado e interpretado y no demostrado.

Por ello, puedo determinar que con estas categorías que plantean Gadamer y Eliade sobre la
forma en como está estructurado el mito y que verdad conlleva en sí misma, se puede realizar
una hermenéutica e interpretar lo que quiere transmitir el mito del Arawak y la hija de
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Anianima en las que se reflejan estas categorías, por ejemplo personajes sobrenaturales como
los “buitres reales”, estos personajes se encuentran latentes en los mistos de creación, que
siempre están tratando de dar una explicación y sentido a la vida y que además se encuentran
en todos los mitos de diferentes comunidades y regiones del mundo.

También se puede observar la cultura de los Arawak, su forma de entender la vida, sus
actitudes morales como la de ser “valeroso” y también para describir sus habilidades o
costumbres tales como la caza.