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El constitucionalismo El Constitucionalismo fue un proceso político-jurídico que tuvo por objeto establecer

en cada Estado, un documento legal llamado “Constitución”, con supremacía sobre el resto de las normas. A
partir de este proceso, nace la idea de que cada Estado tenga su Constitución como Norma Suprema. Este
movimiento constitucionalista surge a partir del siglo XVIII, se lo conoce como Constitucionalismo clásico o
liberal, y tuvo como objetivo principal limitar el poder del Estado. 2

3. El Constitucionalismo clásico surge a finales del siglo XVIII con la Revolución Norteamericana de 1776 y la
Revolución Francesa de 1789. Hasta ese momento, el sistema típico de gobierno en la mayoría de los Estados
era el Absolutismo monárquico, bajo el cual, el poder del monarca no tenía prácticamente límites y las personas
eran víctimas constantes del ejercicio abusivo del poder por parte del Estado. Las personas necesitaban con
urgencia que sus derechos fueran reconocidos de algún modo para evitar que el Estado continuara abusando
de su poder.
4.  Revolución Norteamericana, que estableció: 1. La Declaración de Virginia (1776) 2. La Declaración de
EEUU (1787-Filadelfia)  Revolución Francesa, produjo: 1. La declaración de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano (1789) 2. La Constitución Francesa (1791)
5. La consagración del constitucionalismo clásico a través de las cartas y constituciones de las colonias
inglesas, se realizó sin grandes construcciones teóricas o filosóficas y sobre la base de las tradiciones y el
espíritu práctico anglosajón. Sin olvidar los aportes de Hamilton, Madison, Jefferson, etc.  Pero en cambio, en
Francia, los teóricos de la Revolución Francesa le dieron a este movimiento un fundamento racional,
derivándolo principalmente de la teoría del Contrato Social de Juan Jacobo Rousseau.
6. La Constitución de EEUU es la primera en establecer la División de poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial)
para evitar la concentración y el abuso de poder. A partir del Constitucionalismo clásico, muchos Estados
crearon su propia constitución escrita. Los Estados debieron ajustar su conducta a lo que establecía la
Constitución, ya que ésta pasaba a ser la ley suprema y nadie puede violarla.
7. Quedaron reconocidos un conjunto de derechos civiles y políticos, llamados “derechos individuales”, por ej.:
el derecho a la vida, a la libertad, a la dignidad humana, a la salud, a trabajar, a la propiedad, etc. El Estado
debe abstenerse de violar estos derechos, por eso, a este tipo de estado se lo llamó “Estado Abstencionista”.
Además el Estado debe vigilar que los individuos no violen entre sí, sus derechos; por eso también se lo
denominó “Estado Gendarme”.
8. Así quedó configurado un Estado que reconoce y respeta formalmente los derechos individuales del hombre
pero que no ayuda a llevarlos a cabo. Ej.: El Estado le reconoce al hombre el derecho a trabajar, pero no le da
trabajo ni le otorga las posibilidades como para que lo consiga. Este rol pasivo del Estado comienza a cambiar
a fines del siglo XIX. Se trata de una nueva etapa del Constitucionalismo, llamada Constitucionalismo Social.
9. A partir de la segunda mitad del siglo XIX, se comienzan a producir en el mundo grandes crisis sociales y
económicas que hacen necesaria la intervención del Estado en la vida social de las personas. La gran
desigualdad económica y la acumulación de riqueza en manos de algunos sectores llevaron a que no todas las
personas pudieran gozar realmente de aquellos derechos civiles y políticos reconocidos durante el
Constitucionalismo clásico. Ej.: Si bien todas las personas tenían reconocido el derecho a la salud, los sectores
más pobres no podían ejercer realmente ese derecho por no contar con el dinero suficiente. Existían dos
clases sociales bien diferenciadas: 1. El empresario (dueño de los medios de producción) 2. El trabajador
(empleado).
10. La relación entre ambas clases sociales era abusiva y desproporcionada, especialmente en los países más
industrializados. Ej.: En algunos países era común hacer trabajar a menores de 4 o 5 años; o hacer trabajar
durante jornadas larguísimas a adolescentes y mujeres pagándoles salarios exiguos. Esta situación de
desigualdad llevó a que algunos países comenzaran a crear normas destinadas a proteger al sector más débil:
al trabajador. Los derechos proclamados en este tipo de normas y otros derechos endientes a lograr el bien
común y un orden económico social justo, se llamaron derechos sociales.  Ya no se ve al hombre como
individuo aislado, sino que los legisladores comienzan a ocuparse de regular la existencia de distintos grupos,
como los gremios, las asociaciones y la familia.
11. Las primeras constituciones que consideraron estos derechos sociales en su texto fueron la de Querétaro
(Méjico) en 1917 y la de Weimar (Alemania) en 1919. Este movimiento ideológico tendiente a lograr una mayor
igualdad entre las personas se llamó Constitucionalismo Social y a partir de él, surge un nuevo tipo de Estado,
el Estado Benefactor. El Estado abandonaría su rol de simple espectador en la vida económica y social de las
personas y pasó entonces a intervenir activamente. Su nuevo objetivo consistió en fomentar la igualdad de
oportunidades y lograr un equilibrio económico y justo en el que no existan los abusos.
12. Así, las necesidades mínimas de las personas, como la salud, vivienda, educación; pasaron a ser la nueva
preocupación del Estado que intentó resolverlas a través de la creación de una legislación que contemplara
estas cuestiones y mayor intervención en la vida social de las personas. Ej.:  Dictó leyes de protección al
trabajador,  Creó planes de vivienda,  Promovió la educación gratuita,  Consagró derechos para la familia
como el instituto del bien de familia o el derecho de habitación establecido para el cónyuge supérstite, 
Estableció derechos para la ancianidad (seguridad social)  Consideró la “función social de la propiedad”, el
capital y la actividad privada, es decir la llamada “cuestión social”.

Cuando nace el constitucionalismo social?

El constitucionalismo social comenzó con la sanción de la constitución de México en el año 1917 como
producto de la revolución mexicana.
En la República Argentina el constitucionalismo social nace con la constitución de la provincia de Mendoza en
el año 1916.
En Alemania nace con la constitución de la república de Weimar en 1919 y en España con la constitución
española de 1931.
Las constituciones que fueron sancionadas en el siglo XIX y al que responde también la Argentina de 1853
seguían el modelo liberal y solamente consideraban los derechos de los individuos sin tener en cuenta la
posición o el lugar que tenían estos en la sociedad.
Pero las constituciones sociales que aparecieron en el siglo XX se encargaron de agregar los derechos
sociales en los cuales se contemplaba el lugar que ocupaban los individuos en la sociedad y sobre todos
aquellos que tenían caracteres de ser trabajador.
¿Cuando se incorpora el derecho del trabajo a las constituciones?
El derecho del trabajo se incorpora a las constituciones con el objetivo principal de reconstruir la sociedad
después de la posguerra.
En Francia en el año 1946, en Suiza en el año 1947, en Italia y Luxemburgo en 1948. Pero Estados Unidos fue
el único que incorporo la carta de la seguridad social.
En Latinoamerica se incorporaron los derechos sociales, sobre todo en México en 1917, en Perú en 1933, en
Uruguay en 1934, en Cuba en 1949, Brasil 1946 y en la República Argentina en 1949,1957.
¿Que es la OIT?

La OIT es la organización internacional del trabajo que se creó en 1919 conformada por una dirección tripartita
de gobiernos, sindicatos y también empleadores. La creación de la OIT ayudo a fortalecer el reclamo de todos
los trabajadores del mundo y la inclusión de los derechos sociales a las constituciones nacionales

Los tratados internacionales de derechos humanos en la Constitución


Los tratados internacionales son acuerdos firmados por dos o más Estados soberanos. Muchas veces surgen
por iniciativa de los propios Estados; otras tantas, esto sucede en el marco de organismos internacionales
como, por ejemplo, las Naciones Unidas. Debido a que involucran a varios países, constituyen leyes
internacionales.
Como sabemos, la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) ocasionó la muerte de millones de personas, muchas
de ellas en campos de exterminio en los que fueron sometidas a torturas físicas y psíquicas. Nunca antes la
humanidad había atravesado por una tragedia semejante. El horror de la guerra y sus dramáticas
consecuencias incrementaron la acción de muchos Estados y organismos internacionales para asegurar, en el
futuro, el respeto de los derechos humanos en una mayor cantidad de países. En nuestros días, es cada vez
más ampliamente aceptada la idea de que un gobierno que viola los derechos humanos, no sólo atenta contra
su pueblo sino que lo hace contra toda la humanidad.
Simultáneamente, poco tiempo después de finalizada la guerra, se fueron gestando, primero en Europa y luego
en otras partes del mundo, procesos de integración entre diferentes países que se proponían lograr un mayor
desarrollo económico, el aumento del nivel de vida de sus ciudadanos y relaciones más estrechas entre los
Estados. La Unión Europea, que comprende a gran parte de los países de Europa, y el Mercado Común del
Sur -Mercosur-, que reúne a Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay y que nació en 1991 con el Tratado de
Asunción, sirven para ejemplificar este fenómeno contemporáneo de integración.
Estos dos procesos (aquel que llevó a muchos Estados a coincidir alrededor de la necesidad de reconocer y
defender los derechos fundamentales en el mundo entero y este último, tendiente a que los diferentes Estados
se unan en forma democrática y consensuada) estimulan el hecho de que los países respeten criterios
comunes en sus legislaciones, incluso en aquellos aspectos que se relacionan con los derechos humanos. Los
tratados internacionales de derechos humanos contribuyen en este sentido. Al comprometer a los diferentes
países que los suscriben, los dotan de un mayor respeto y confiabilidad frente a la comunidad internacional. El
acuerdo cada vez más amplio con respecto a la necesidad irrenunciable de respetar los derechos humanos se
suma a las dramáticas experiencias vividas por los argentinos. En efecto, la violación sistemática de los
derechos humanos que ha ocurrido en nuestro país, en especial durante la última dictadura militar (1976-1983),
y sus consecuencias terribles en lo que se refiere al sufrimiento, torturas, desaparición y muerte de millares de
personas, dejaron profundas huellas en muchos argentinos.
Todos estos argumentos fueron tenidos en cuenta por los convencionales que reformaron la Constitución en
1994 para dar a ciertos tratados internacionales de derechos humanos sus criptas por nuestro país, jerarquía
constitucional. Esto significa que son superiores a las demás leyes, ninguna otra norma puede oponerse a ellos
y no pueden ser derogados mediante las leyes comunes. La Constitución establece que sólo pueden ser
denunciados por el Poder Ejecutivo, previa aprobación de los dos tercios de los votos de cada Cámara. La
enumeración de los tratados con jerarquía constitucional se halla en la Segunda Parte de la Constitución (art.
75, inc. 22).

Ellos son:
Declaración Universal de Derechos Humanos.
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre.
Convención Americana sobre Derechos Humanos, también conocida como Pacto de San José de Costa Rica,
por el lugar en el que fue suscripta.
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo.
Convención sobre la Prevención y la Sanción del delito de Genocidio.
Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial.
Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer.
Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes.
Convención sobre los Derechos del Niño.
La Constitución establece los mecanismos necesarios para incorporar otros tratados internacionales con
jerarquía constitucional.

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