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La educación Inca - Tahuantinsuyo

La educación inca: En el tahuantinsuyo existieron los Yachayhuasi y Acllahuasi como centros de

formación para los hombres y mujeres privilegiados respectivamente . Durante el incanato la

educación fue uno de los aspectos fundamentales sobre el cual descansaron los aparatos

organizativos del imperio inca, y estuvo enfocado en mantener los aparatos productivos del incanato.

Existieron 2 tipos de educacion en el imperio incaico:

La educación administrada por el estado inca: Los Yachahuasis

La educación incaica estuvo destinada a la formación de una elite para planificar,

organizar, dirigir y cumplir los altos fines del imperio inca. Para el desempeño de los cargos

mas elevados se exigía una preparación rigurosa, de acuerdo a su responsabilidad futura . Por eso,

la sancion era mas severa a medida que el cargo del funcionario era mas elevado. Este tipo de

educación oficial se daba en los yachayhuasis y estaba a cargo de los amautas. A ella solo tenia

acceso la clase noble.

Los jóvenes de la nobleza iniciaban su preparación en el Yachayhuasi a partir de los 13 años;

completando su educación a los 19 años aproximadamente, luego de finalizar esta estricta

preparación se realizaba una ceremonia especial, que se llevaba a cabo en un lugar denominado

"Huarachico" ("Huara-Chicuy"). A esta ceremonia asistían altos funcionarios del Imperio, la cual

consistía en la realización de duras pruebas atléticas, en las que los jóvenes victoriosos

demostraban masculina formación, haciéndose acreedores, por ello, a llevar la huara o truza (señal

de madurez y virilidad).

La Educación Familiar : La educación del pueblo incaico se caracterizó, porque más que recibir

una educación llena de conocimientos científicos y teóricos, recibió una educación

eminentemente práctica, la cual tenía como punto de partida el hogar y en su misma

comunidad o Ayllu.

Este tipo de educación estaba a cargo de los padres y los miembros más antiguos, quienes

trasmitían de esta manera a los más jóvenes, sus conocimientos, sus experiencias, y habilidades,

sobre aspectos relacionados con la agricultura, las artes y la moral, la religión, la caza y la pesca,

así como toda manifestación cultural propia de su nivel social.

Los YachayhuasisEl yachayhuasi significa casa del saber, fue el centro de enseñanza para los

jóvenes integrantes de la realeza y de la nobleza que allí acudían para ser preparados como clase
dirigente a cargo de los maestros o amutas .El funcionamiento del Yachayhuasi empieza con inca

roca ,Quien fundo escuelas de este tipo en el cuzco.Con el correr del tiempo y a medida de la

expansión, la educación en este centro de estudios y preparación se oriento ,básicamente , a cuatro

aspectos Lengua(quechua) El estudio de la lengua abarcaba no sólo la grámatica sino también la

retorica, extendiéndose a la poesía y al teatro y llegando posiblemente a la música. El de la religión

giraba entorno a la teología, una filosofía cosmógonica y cierta astrología que debía presuponer

astronomía y derivar un dominio calendárico .Religion (Dios inti "Sol")


De las yachay huasis egresaban:

 Políticos: los que manejaban la administración del estado.


 Sacerdotes: los que se dedican al culto y a las sentencias morales.
 Guerreros: encargados de expandir el territorio.
 Quipucamayo: los que leían los quipus, eran una élite.
 Mitmac: llamados también mitimaes ellos eran encargados de traspasar la cultura incaica a
los pueblos conquistados.

Los Quipus

La enseñanza de Los Quipus equivalía al ejercicio de los números, interpretación de quipus

(Contabilidad y Estadística ) por lo que trataba de la ciencia matemática, extendiendosé la historia y

estrategia, inseparable de la geografía, política y derecho,. quedando para el estricto arte militar lo

referente a la construcción de fortalezas, uso de las armas y modalidades de lucha. y una historia

militar (Vinculada a las figuras y actos heroicos de los antepasados, Aspectos de educación militar

que servían para para la ceremonia del Huarachico que los habilitaba como nobles capacitados para

asumir funciones publicas.

Los amautas: Educadores en el imperio Inca

Los amautas eran considerados los hombres mas cultos del imperio .Eran hombres muy ilustrados,

que se hallaban en posesión del saber de su época. que conocían las artes y tenían bastos

conocimientos científicos. Estos maestros estaban encargados de impartir dichos conocimientos a

los hijos de la nobleza, en las escuelas (Yachayhuasi). Estos personajes gozaban de una elevada

consideración, debido a la importante misión que les tocó desempeñar.

El Acllahuasi la casa de la escogida

Las Acllas fueron las mujeres de mayor preparación cultural en el imperio. Eran mujeres

verdaderamente escogidas, procedían del tributo de su pueblo y vivían enclaustradas en el Acllahuasi


o Casa de las Acllas. Era el centro de Formacion femenina en el incanato. El acllahuasi significa casa

de las escogidas.

Al lado de la educación masculina existía una educación femenina, dada por las Mamacunas en el

acllahuasis

Acllas ajusticiados por cometer adulterio (izquierda)

Identificado por [Inca Garcilaso de la Vega hijo del inca Sebantian Garcilazo de la Vega] ; como la

Casa de las Escogidas, corresponde a los edificios residenciales de las acllas, que eran los grupos

de mujeres especializadas en actividades productivas, particularmente en la textilería y preparación

de chicha, y que estaban obligadas a prestar servicos laborales al Estado. Estos edificios,

comparados erróneamente por los cronistas con los conventos cristianos, se encontraban

distribuidos en todos los centros provinciales del Tahuantinsuyo.

Requisitos para ser un Aclla

Se tomaba 6 requisitos principales: virginidad, edad, hermosura, haber aprobado el “Quicuchico” y

aceptar libremente el nuevo género de vida y el último requisito era el elemento condicionante para

el futuro del Aclla. Sólo después de esta selección, las muchachas tomaban el nombre de “Huamac

Aclla”. Luego entraban al último período que duraba 3 años, cumplido dicho período iba el Huillac

Umu al Acllahuasi y, en gran reunión, les preguntaba a las muchachas si querían ser Vírgenes del

Sol o salir a casarse con quien el Inca ordenase. El acllahuasi más grande de todos fue el

acllahuasi de Santa Catalina.


Educación natural:
La educación del pueblo era asistida por el estado se fundamentaba en cuestiones filosóficas,
políticas y religiosas buscando la convivencia en comunidad, enalteciendo los valores éticos y
morales enfatizando el civismo.
Aspectos de la educación natural practica:

 Informal.
 Eminentemente práctica (aprender haciendo)
 Aprender en comunidad (aprender haciendo), los padres y ancianos enseñaban la
agricultura, la pesca y la caza.
 Arte (adornos corporales, medallones, etc.)
 Moral.
 Civismo (historia)
 Es práctica natural asistida.
 El estado organizaba grandes fiestas religiosas (siete días) en donde los amautas salían a
las plazas para enseñar moral, religión, civismo a través de socio dramas para lograr
conciencia social.
Educación sistemática:
Inca Roca fue el que fundo la primera escuela en Cuzco, los centros educativos se denominaban
“yachay huasi” (casa del saber) donde los Amautas (sabios) enseñaban a los hijos de los nobles tres
fundamentos:

1. Hablar bien.
2. Criar bien.
3. Gobernar la casa bien.

Hablar bien: Hace estricta relación a estrategias del lenguaje, la utilización apropiada del lenguaje
ya que presuponen que esto conduce a pensar bien.
Criar bien: Al lograr la formación de excelente ciudadanos se asegura una sociedad respetuosa.
Ser un excelente ciudadano implica ser una persona respetuosa de las leyes y de las norma de
convivencia.
Gobernar la casa bien: Se refiere a la buena administración del hogar con prudencia (paciencia,
cautela, etc.), con equidad (Igualdad) y con firmeza (hacer respetar)
La educación sistemática abarcaba de 13 – 18 años de edad.
Aspectos educativos de estado incaico:

 Nos hacen ver que poseen maestros, infraestructura y propósitos educativos.


 Que la acción educativa del estado incaico se produce a través de figuras principales: los
amautas cuya función es educar.
 Que es una educación sistemática clasista y machista.
 Unicidad – sistematicidad – organicividad.
 Permite ver que si hay educación sistemática se desarrolla paralelamente la educación
natural (pueblo).
 Poseían propósitos educativos ósea buscaban el tipo de hombre que querían formar
Propósitos temáticos:

 Lenguaje (1 año) el niño aprendía el dominio del idioma inca denominado Runa sini (lengua
del hombre).
 La religión que comprendía sentencias morales.
 Conocimientos y habilidades.
 Arte militar.
 Historia.

LAS CIENCIAS
Durante el incanato se cultivaron diversos aspectos científicos entre los cuales cabe mencionar:

 La filosofía, que buscó una interpretación del mundo y de la vida en base a sus creencias religiosas.
 La cosmología, que buscó interpretar la forma de la creación del mundo inca bajo la concepción del
hacedor Wiracocha.
 Astronomía, basada en el estudio de los movimientos de los astros como factores determinantes en el
proceso de siembra y cosecha.
 Medicina, pese a que estuvo ligada a la magia y a la hechicería, sin embargo, utilizaron el poder medicinal
de algunas plantas como la coca, la huamanripa, el jeto-jeto etc. Habían curanderos especializados que al
aplicar sus bebidas en los pacientes, obtenían excelentes resultados.
 Cirugía, fueron magníficos cirujanos, al igual que los hombres de la cultura Paracas, especializados en la
trepanación craneana. Esta clase de intervenciones en el cráneo se explica, sobre todo, por las acciones de
guerra y las armas de los ejércitos que ocasionaban contusiones y fracturas que motivaban la operación.
Como implementos de cirugía utilizaron finos enseres que tenían como base la piedra de obsidiana.
 Ingeniería, que se basó en cálculos y orientaciones de orden matemático para realizar las construcciones
arquitectónicas así como también para la construcción de los andenes y los canales.

LA EDUCACIÓN POPULAR
Ya hemos establecido que la educación fue clasista, puesto que sólo los hijos de los nobles podían acudir a los
Yachayhuasi. El pueblo tenía una educación eminentemente práctica y destinada a su quehacer en cumplimiento
de lo planificado por el gobierno inca, es decir, las labores agrarias, construcciones de todo tipo, actividades en
la minería, ganadería, guerras, etc.
Por esta razón, el mejor maestro del niño, adolescente y joven del pueblo fue su propio padre. A él ,le
acompañaban en las faenas agrícolas, para ir dándose cuenta, de la forma cómo éstas se realizaban; lo mismo
en todas las actividades que la comunidad o ayllu efectuaba. Alguna vez escuchaban de sus parientes más
ancianos, historias y relatos de la grandeza del imperio. A los 14 ó 15 años se ponían bajo el adiestramiento del
maestro de armas de la comunidad quien los ejercitaba para su ingreso a filas en las tropas imperiales. Su escuela
fue, pues, la vida misma; fueron austeros y sobrios, enseñados para obedecer, cumplir y confiar en sus
gobernantes a quienes debían la seguridad y el bienestar colectivo.

LA TRADICIÓN ORAL
Las grandezas del imperio fueron recogidas por los cronista españoles, por boca de los propios personajes del
Tahuantinsuyo. Esto nos indica que dieron gran preferencia a la tradición y al relato oral. Estos relatos se
trasmitían de generación en generación y servían, además de elementos perennizantes de la historia inca, para
lograr una mejor formación popular, ya que en ellos se hacía constar el origen epopéyico y legendario del
imperio, las hazañas y grandezas de sus gobernantes; las grandes batallas y las grandes conquistas, el triunfo
sobre los vencidos. También estos relatos, que conforman la tradición oral, iban referidos a la manera laboriosa
y paciente, pero, al mismo tiempo, grandiosa cómo habían construido sus grandes templos, sus palacios y sus
fortalezas. También incidíán en la religión y sus dioses, todos ellos de carácter superior. En ellos, pues, bebía
el pueblo y la nobleza la esencia misma del acontecer, magnífico y brillante, del poderoso Tahuantinsuyo.

LA MORAL Y LOS DELITOS Durante el incario todo estaba regido por normas o leyes, lo que constituye
un verdadero Derecho. Pero conviene añadir que este Derecho no estaba compilado, reunido en un código,
como sucede en la actualidad, era más bien un derecho impuesto por la costumbre y que se traducía por la
misma organización imperial. Cada uno sabía lo que debía y lo que no debía hacer.
El respeto, el amor y la estimación al prójimo, como elementos bases de la moral, estaban sintetizadas y
condensadas en sabias máximas que, no obstante ser simples y sencillas, eran lo suficientemente prácticas para
el ejercicio del hombre y su desenvolvimiento dentro de la colectividad.

 Estas máximas fueron;


 — Ama súa (no seas ladrón).
 — Ama kella (no seas perezoso)
 — Ama Hulla (no seas mentiroso).
.
La niñez en el imperio inca

Los niños incas estaban clasificados en dos grupos: los bebés y menores de 2 años que no producían
y los niños de 5 a 12 años que sí podrían producir.
Cabe la posibilidad que a los niños muy pequeños se les colocara en un orificio en el suelo a manera
de corralito para ayudarlos a pararse, a controlar sus primeros pasitos y para que jugaran con
su imaginación.
Estaba mal visto ver a un bebé cargado constantemente en brazos pues se tenía la idea que así se
malcriaba. Por lo cual, los bebés eran envueltos en telas desde los pies hasta los hombros con los
bracitos pegados al cuerpo, pues pensaban que así se fortalecían. Luego, con ayuda de una “lliclla”
o manto, se les colgaba en la espalda como si fuera una mochila. Incluso, cuando las madres tenían
que dar de lactar a sus bebés, no lo hacían teniéndoles en brazos, sino colgados en estas “llicllas”.

Rol de los niños


Los niños crecían muy libres dentro de sus grupos familiares y ayudaban en los cultivos y el
cuidado de animalesdomésticos.

Los niños incas eran educados según el papel que habrían de jugar en la sociedad cuando fuesen
adultos. A los varones, al cumplir los 14 años se les ponía por primera vez el taparrabo. Esta
ceremonia era muy especial entre los nobles pues ese día se organizaba una peregrinación al valle
de Cuzco, los sacerdotes sacrificaban llamas y embadurnaban la cara del homenajeado con
sangre del mismo animal. Luego se vestía al muchacho como un guerrero y se le hacía jurar
fidelidad al Inca. A partir de ese momento educación se orientaba según él puesto que le estaba
otorgado: como administrativo, como sacerdote o como guerrero.

Por su parte, la entrada a la pubertad de las niñas era acompañada de una ceremonia llamada
el "peinado de cabello", en la cual también recibían un nombre permanente.

Sus juegos
En cuanto a sus juguetes o materiales de entretenimiento, no han quedado mayores rastros de
juguetes, ni historias de sus juegos. Sin embargo, se han encontrado restos de los que podría ser
alguna muñeca o muñeco de tela con armazón de paja o palillos, así como figurillas de maderay
cerámica.
Los niños del Incario no tenían tiempo para el aburrimiento, ya que los niños más grandes aprendían
a realizar tareas cotidianas, ayudaban a labrar, a pastorear y a cazar pequeños animales; mientras
las niñas aprendían a hilar, cocinar y limpiar.

Diferencias sociales
Es muy probable que los niños no recibían el mismo trato por igual. Esto se debe a las diferencias
sociales que existían en aquella época. En el Incario había al menos dos clases sociales: los
Incas que gobernaban y los runas, los gobernadores que eran el resto de la población.

Los niños pequeños eran formados dentro de familias, donde aprendían a hablar el quechua, así
como también las creencias religiosas y los buenos modales, los principios morales y de
convivencia.
Todo niño debía de saber las tres reglas básicas del Incario:
Ama súa (no seas ladrón)
Ama llulla (no seas mentiroso)
Ama kella (no seas perezoso)
Los adolescentes iban a una especie de colegio llamado yachayhuasi o “casa del saber” y las
adolescentes iban al acllahuasi o “casa de escogidas”. Pero no todos los jovencitos tenían el
privilegio de asistir a estas instituciones. Solamente los hijos de los incas, gobernantes y curacas
eran educados por el amauta que significa maestro o sabio. La enseñanza de las jovencitas estaba a
cargo de la mamacona, que significa mujer importante y honesta. Esos jóvenes aprendían acerca
de las costumbres ancestrales, las ciencias, la magia y la astronomía, así como a gobernar
correctamente.
A los niños mayores y jóvenes que se comportaban incorrectamente se les castigaba con suma
severidad, a veces se les azotaba, se le arañaba la piel con plantas para escarmentarlos.

Los jóvenes que concluían su educación en los yachayhuasi, eso es alrededor de los 19 años, se
les perforaban las orejas y les ponían grandes aretes como símbolo de que ya eran adultos.
Juegos y entretenimientos en la época Inca

El trabajo era fundamental para mantener en alto la producción de los artículos de primera
necesidad para el sustento diario en el imperio Inca; para un estado agrícola, mantener los campos
de cultivo en continua producción era una labor que llevaba la contribución de todos.
Pero la distracción, la diversión y los juegos no eran ajenos a la civilización Inca. Había tiempo
para hacer vida social y visitar a los amigos y familiares o reunirse en alguna fiesta por la llegada o
partida de algún familiar o amigo. El Rotochikuy (primer corte de cabello y destete a los dos años
de edad) o Quicuchikuy (primera menstruación) eran acontecimientos que se celebraban con fiesta
en una casa junto a la familia y amigos; de igual forma el matrimonio era un momento de orgullo y
celebración.
El inicio de la siembra, la cosecha o el Inti Raymi eran celebraciones que se esperaban con gran
ansiedad. Para estas celebraciones no podían faltar la música, bailes, comida y la chicha de jora
(bebida).
Además de las celebraciones familiares, dos o tres veces al mes se juntaban los miembros de un
pueblo para comer juntos y pasar un día de entretenimiento con comida, juegos, cantos y bailes.
No sería raro ver en las calles a los niños jugando con trompos, lanzándolos por el aire
demostrando destreza; o verlos sentados en el suelo con muñecos de arcilla o madera simulando
labores en el campo, pastoreo con muñecos en forma de llamas o quizá batallas entre dos bandos;
las niñas también tenían diversión con sus muñecas de tela o madera o jugando en grupo con
otros niños.

A continuación presentamos algunos juegos.


Inventaron estos indios algunos juegos ingenioso, que corresponde al de los dados y a otros de los
nuestros; pero usaban más por entretenimiento que por codicia de la ganancia, si bien a veces iba
en ellos algún precio, como era mantas, ganados y otras cosas; más esto era poca cantidad y sin
picarse mucho al juego
APAYTALLA
Apay en el idioma quechua se refiere a la acción de llevar, transportar o conducir algo. Llevar,
conducir o transportar algo. T'alla significa mujer notable, matrona de la aristocracia inkaica (Diccionario
de la Academia Mayor de la lengua Quechua).
Apaytalla es un juego precolombino.
Su invención ha sido atribuida a la Coya Mama Anahuarque (esposa del Inca Pachacutec), pero tal vez fue
conocido en tiempos más remotos pues se ha creido verlo representado en la cerámica mochica. Se juega
sobre un tablero, uno de cuyos lados se fija en el suelo en tanto que el lado opuesto debía quedar levantado;
desde este dejaba correr unos frijoles redondos que debían de pasar debajo de ciertos arcos y cruzar los
agujeros, así como las rayas hechas al efecto en la superficie del tablero y se daba por ganadores a los que
más adelantaban (Alberto Tauro del Pino).
PISCOYNU O TROMPO ANDINO
En el quechua actual al trompo se le denomina con la palabra “taka” que significa golpe; en el
quechua antiguo se le denominaba “pisqoynu” y “pisqo” se relaciona con el pene; quizá por eso su
desuso en la época colonial.
El trompo andino fue un artefacto de juego usado sólo por los varones jóvenes y niños en la época
inca. No sería raro ver en las calles de las ciudades o pueblos a los niños jugando con sus
trompos, lanzándolos por el aire, o a las niñas con sus muñecas.
Piscoynu era cierto juego que corresponde al trompo o peonza (Bernabé Cobo, cronista español).
Peonça juego de niños que la açotan, Piscoynu (Diego Gonzáles Holguín, Vocabulario de la lengua Quichua,
tomo II, p. 623).
Guhzgui, n. Peonza o trompo hecho de un pequeño calabazo (Luis Cordero, Diccionario Quichua. Quichua
shimiyuc panca, Colección Kashcanchicracmi, Corporación Editora Nacional, Quito, 1989).
El cronista indígena Guamán Poma en su obra Nueva Crónica y buen Gobierno, en el capítulo de la Visita
General o Censo, en la página de la “octava visita o calle” en la que se refiere al niño de 5 años de edad,
pukllakuq, se puede apreciar el dibujo de un niño que en su mano sostiene un mango como un palo, seguido
de una soguilla o watu que arroja un “piscoynu” (trompo), hecho enteramente de madera con púa del mismo
material, sin metal (Foto).
Alfredo Alberdi Vallejo, en el reporte titulado, Puntualizaciones quechuas sobre el canto, el himno, el cuento
“Araranka” y la palabra “zumbayllo” en José María Arguedas, en la revista Tema y Variaciones de Literatura,
páginas 178 y 179, en la edición del semestre II, del año 2011, México, refiere: “el trompo no solamente era
fabricado de madera fuerte del árbol “waranway”, esculpido por los aprendices de carpinteros que iniciaban a
forjar los trompos junto a las cucharas y cucharones (wislla) de madera, muchas veces torcidas, asimétricas
(winku) como indica el mismo Arguedas; también había trompos fabricados de calabaza; éstos producían un
zumbido fuerte por las perforaciones que se hacían en el cuerpo cónico vacío de la cucurbitácea desecada, el
trompo se hacía girar (bailar) no con el cordel sino con las yemas de los dedos
AUKAY
Juego de tablero precolombino. Como todo entretenimiento era posible jugarlo con la participación
de dos o más personas; para esto sólo era necesario saber contar hasta cinco (número de cifras
que tenía el dado inca), un tablero dibujado en una madera, o en una tela, y frijoles de colores, es
probable que lo jugaran en varios estratos de la sociedad inca.
Awqaq significa guerrear combatir.
Awqa significa enemigo, contrario, rival, adversario. Ejemplo: payqa awqan, él es enemigo; awqa runa,
hombre enemigo. Sinónimo: cheqnikuq. Perú, Ayacucho: auja. || Ecuador: auka; guerrero, salvaje, rebelde,
sedicioso (Diccionario de la Academia Mayor de la Lengua Quechua).
Era una tabla con frijoles de diversos colores y dificultoso de jugar: echan también la pizca como queda dicho
el cual es un juego muy gustoso (Martín de Murúa).
Para jugarlo se empleaba un tablero rectangular, convencional dividido en casillas, y frijoles de diversos
colores, que eran colocados en casillas, según los puntos obtenidos al tirar la pishca (especie de dado con
cinco caras con puntos y una en blanco). El ganador llevaba los cuyes o las especies que al efecto hubiesen
puesto los jugadores (Alberto Tauro del Pino, Enciclopedia Ilustrada del Perú).
CHUNKARA
Chunka, en el idioma quechua se refiere al número diez (10). Decena. (Diccionario de la Academia
Mayor de la Lengua Quechua).
"Chunkara era otro juego de cinco hoyos pequeños cavados en alguna piedra llana o en tabla, lo
jugaban con frijoles de varios colores, echando al dado y como caía la suerte, los mudaban por sus
casas (ubicación en la tabla) hasta llegar al término; la primera casa valía diez, y las otras iban
creciendo un denario hasta la quinta, que valía cincuenta" (Bernabé Cobo).
El dado inca era hecho de arcilla o de hueso y sólo tenía cinco puntos.
"Porque llaman chunca a cualquier juego, porque todos se cuentan por números; y porque los números van a
parar al deceno, tomaron el número diez por el juego, y para decir juguemos dicen chuncásum, que en rigor
de propia significación se sirven aquellos indios de un mismo vocablo, por lo cual es muy dificultoso alcanzar
de raíz las propiedades de aquel lenguaje" (Garcilaso de la vega).
Los juegos individuales y de grupo eran parte de la vida diaria de los incas, estos eran jugados en las calles,
casas o palacios, por los niños, jóvenes o familias en las reuniones o en los momentos de ocio; la distracción y
disfrute no era ajeno a esta cultura.
Garcilaso en los Comentarios Reales, nos dice: “y mandaba que dos o tres veces al mes comiesen juntos los
vecinos de cada pueblo, delante de sus curacas, y se ejercitasen en juegos militares o populares para que se
reconciliasen los ánimos y guardasen perpetua paz, y para que los ganaderos y otros trabajadores del campo
se alentasen y regocijasen”.

La pesadilla de ser niño en el Imperio Inca Al igual que sucedía en otras muchas culturas de la
antigüedad ser niño en el Imperio Inca, era lo peor que a una persona le podía ocurrir, una etapa
que aunque relativamente corta era intensa y podía acabar drásticamente en cualquier momento
antes de llegar a los 5-9 años. ¿Quieres saber cómo era la niñez en el míticoImperio Inca?
La durísima infancia en el Imperio Inca
El nacimiento de un niño en el Imperio Inca era un acontecimiento muy bien recibido, pero la
crianza de los niños era otra cosa… Pues los pequeños eran utilizados frecuentemente para
honorar a los dioses, siendo cruelmente sacrificados, envenenados con alcohol y hojas de coca
para dejarlos en la montaña abandonados a su suerte, que terminaba siendo la muerte por
congelación. Así se han descubierto cantidad de pequeñas e inocentes momias que nos permiten
conocer mejor a este misterioso pueblo. Pero lo más llamativo de todo esto es que sus familias no
vivían este suceso como una desgracia, sino más bien como todo lo contrario, era un privilegio que
se celebraba por toda la comunidad con fiestas.

Tras el nacimiento y durante los primeros años de vida los niños permanecían al cuidado de sus
madres que los llevaban consigo a todas partes, como si de un atuendo se tratase, por lo general
atados al cuerpo con unas telas y para consolarlos cuando los pequeños lloraban los bañaban en
las aguas heladas de los torrentes, así o se callaban o morían. Más o menos cuando se producía
el destete, alrededor de los dos años de edad, se celebraba el Rutuchicoy una especie de
“bautizo” donde se le imponía el nombre al niño y se le cortaba por primera vez el pelo.

Desde este momento y hasta la pubertad, los niños de las familias humildes colaboraban en los
oficios de sus padres con tareas como el cuidado de los animales para los chicos, o como el
hilado para las chicas. Pero si eras hijo de un noble entorno a los ocho años comenzaba el
colegio, Amautas, donde recibían formación chicos y chicas, pero, eso sí, sólo las más bonitas.
Allí les enseñaban el Quechua, el idioma de los Incas, religión e historia mientras a las chicas se
les enseñaba la elaboración de la cerveza y los platos tradicionales.

Todo acaba con la llegada de la adolescencia a los 14 años aproximadamente, entonces se


celebra una fiesta en la que los chicos cambian sus vestidos por los de adultos y se encaminaban
hacia la montaña donde realizaban un ritual que podía durar tres semanas con el que daban la
bienvenida a su nueva vida de adultos

La madurez en el imperio inca

1.1- Rol de la mujer inca Se pueden diferenciar dos tipos de mujeres en el Imperio Inca, la mujer
hogareña dedicada a los hijos y a la agricultura y la mujer fuerte, guerrera y dominante.

Las mujeres del pueblo tuvieron que cumplir con las tareas agrícolas y textiles para su familia y el
Estado, el poder en decisiones y dominio que tuvo fue de gran importancia. La mujer era el símbolo
de la fertilidad.

Su labor primordial era ocuparse de las labores del hogar, cuidar a sus hijos, tejer las vestimentas
de la familia, ayudar en el campo, preparar la chicha y salir a trabajar.

Si una mujer estaba embarazada efectuaba una serie de rituales para esperar la buena marcha del
embarazo, invocaba a los dioses y multiplicaba sus ofrendas. Su trabajo laboral no variaba
durante este período y al tercer día después del parto la madre se incorporaba a sus labores.

La función principal de las mujeres de la nobleza era cuidar a sus hijos, tejer, hilar y preocuparse
de su aspecto personal.

“La mujer principal” del Inca, la Coya, tenía un gran prestigio entre las mujeres de la elite
cuzqueña, participaba en los rituales, ella dirigía el Cuzco en ausencia del Inca, pero como todas
las otras mujeres, ella también vivía en un estado de inferioridad muy marcada frente al Inca.

La mujer Inca era el símbolo de la fertilidad.


La mujer en la sociedad incaica

.Según esquemas cosmológicos elaborados por los incas, lo masculino y lo femenino


representaban fuerzas indisociables, cuya complementariedad hacia posible la constitución del
orden universal.

En materia religiosa, el rol que desempeñaban las diosas fue el de ser proveedoras de los
productos necesarios para la subsistencia, a diferencia de sus pares masculinos, estuvieron
mayoritariamente con fenómenos naturales (avalanchas, tormentas, etc.).

Entre las diosas principales estaban: Mama Cocha (el mar), Mama Quilla (la luna), y Urpayhuachac
(diosa de los peces y aves marinas).

La mujer inca solía tener su primer hijo de joven, normalmente entre los 18 y 21 años, las
relaciones sexuales entre los jóvenes no importaban, por el contrario, el hecho de mantenerlas era
un símbolo de atractividad de la chica, que era capaz de conquistar a varios varones, con lo que
conseguía prestigio, así como más facilidades a la hora de casarse. Asimismo, no era raro que de
estas relaciones naciera algún hijo, con ello, la mujer también demostraba cuanto valía, pues era
una prueba incuestionable de que era fértil. A la virginidad no se le daba el menor valor.

Desde que la mujer quedaba embarazada, efectuaba una serie de rituales para esperar la buena
marcha del embarazo: invocaba a los dioses y multiplicaba sus ofrendas; esta práctica religiosa se
extendía hasta el mismo día del parto. En cambio su existencia cotidiana no cambiaba en nada. Si
durante el embarazo pudiera existir riesgo de aborto, inmediatamente se ponía en manos del
hechicero para evitarlo. El hechicero practicaba una ceremonia muy complicada sobre el cuerpo de
la mujer. En el ponía una pasta que se ponía encima del vientre de la embarazada; esta pasta
curativa tenía varios ingredientes; el principal era el maíz, pero para que esto surgiera efecto tenía
que haber sido masticado previamente por jovencitas vírgenes o por mujeres que cuidaran de
permanecer castas y que no hubieses ingerido ni sal ni pimienta durante la preparación de dicha
pasta.

Durante su embarazo, seguía trabajando al mismo ritmo que antes y paría allí donde se
encontrara. Cortaba el cordón umbilical con un trozo de cerámica o con las uñas, y se lavaba ella y
la criatura, pero sin sumergir al pequeño, bebía agua en su boca y rociaba el delicado cuerpo de su
hijo.

La vida cotidiana se desarrollaba de una manera monótona y muy sencilla. Desde el mismo día de
su nacimiento, era amorosamente atendido por su madre, que solía llevarlo en una cuna portátil,
llamada “quiran”.

El marido permanecía junto a su mujer durante los primeros días que seguían al alumbramiento. El
niño es instalado en una cuna, de la cual no se le sacará ni siquiera para comer.

Las mujeres, mientras criaban a sus hijos, se abstenían del coito, porque creían que era malo para
la leche. El destete se efectuaba a partir de los dos años y entonces se celebraba una fiesta. Al
niño se le cortaba el cabello por primera vez y se le ponía el nombre propio que debía tener hasta
que fuera adulto, Se le escogía un padrino que era el encargado de dar el primer tijeretazo,
dejando su ofrenda y después todos los demás. Esta minuciosa ceremonia se llamaba “rutu-
Chicuy”.

Desde que empezaban a caminar los pequeños eran educados por sus padres y acompañaban a
todas partes a la madre. A partir de los seis o siete años se producía la división sexual del trabajo,
a partir de la norma: si era niño, la educación corría a cargo del padre, quién lo instruía en sus
principales tareas como hombre. Si era niña la educación corría a cargo de la madre.
Los hijos de los runas o gente humilde, no asistían a la escuela que estaba reservada
exclusivamente a los hijos de las clases privilegiadas, estos eran educados en las escuelas del
Cuzco llamadas “yachayhuasi” por los sabios, instruidos en los que se concentraba toda la ciencia,
formándolos para el mando y la administración de alto nivel. También recibía instrucción sexual.

Por su parte las hijas de las clases privilegiadas, o bien permanecían al lado de sus madres, que
les enseñaban las tareas de una mujer o entraban en las casas de las escogidas donde aprendían
con maestras expertas y pasaban al rango de Vírgenes del Sol.

Estas chicas eran sacadas de sus lugares de origen para llenar los aclla huasi o casa de las
escogidas, a partir de las edades de 8 a 10 años. Una o dos veces al año, los apopanascas
pasaban por la ciudad y se llevaban unas cuantas. Se las llevaban a unas casas, donde aprendían
educación de tipo doméstico y ceremonial durante cuatro años

Las mujeres del Tahuantinsuyu (a excepción de las hijas o hermanas de los incas, quienes
gozaban de una vida privilegiada) significaban para el estado fuerza de trabajo para la fabricación
de textiles, la preparación de la chicha para los ritos y una provisión de esposas para cuando el
inca quería congraciarse con determinados curacas.

Se presupone que esta institución tuvo un origen cuzqueño, ya que en la costa quienes se
encargaban de las labores mencionadas anteriormente eran los ayllus con grupos especializados
en estas labores.

Estas mujeres, una vez terminada la enseñanza, eran usadas para diferentes cosas y se dividían
en diferentes categorías siguiendo diferentes criterios, entre los cuales están su belleza, su pureza
y sus habilidades domésticas:

Yurac acllas: Eran mujeres de cercanía familiar con el Inca y eran consagradas o donadas a su
dios, por ello se les llamaba “Vírgenes del Sol”.

Huayrur acllas: Según los cuzqueños, eran las mujeres más bellas del Tahuantinsuyu y eran
seleccionadas por el Inca para ser sus esposas secundarias.

Paco acllas: Ellas con el tiempo s convertían en las esposas de los curacas y jefes militares a
quienes el Inca quería agradar.

Sumac acllas: Elaboraban tejidos y cuidaban de las tierras agrícolas que pertenecieron a las diosas
o huacas.

Taqui acllas: Escogidas por sus aptitudes de cantoras, tocaban tambores y otros instrumentos,
alegrando las fiestas de la corte que vivía en el Cuzco.

Yanac aclla: Eran chicas que no destacaban ni por su rango, ni por su belleza y cumplían las
funciones de sirvientas de las demás.

Por lo que se puede apreciar, solamente las pertenecientes a la primera categoría permanecían
vírgenes al ser consagradas al Sol; las demás no eran recluidas en las acllas huasi, por el
contrario, podían entrar o salir durante el día.

La instrucción de las clases humildes, se limitaba a los conocimientos más elementales.

Cuando se llegaba a la pubertad se introducía un cambio: chicos y chicas recibían un nombre


definitivo. A la edad de doce años más o menos, en los chicos de forma más indefinida, en las
chicas en forma más concreta al llegar la primera menstruación. Se llegaba a la pubertad, que se
consideraba como el umbral hacia el ser adulto. En el orden laboral no había ningún cambio
fundamental, pero en el orden social si significaba una perspectiva hacia el matrimonio y la
formación de la unidad económica: la familia. En el caso de ser chica, la joven es objeto de una
ceremonia cuando aparece la primera menstruación y la joven guardaba ayuno durante dos días,
toma un poco de maíz crudo al tercer día, se lava al cuarto día, recibe sus vestidos nuevos y se
trenza los cabellos, dándole su nombre definitivo de mujer.

A partir de ahí su vida transcurre ayudando a su madre en las labores cotidianas, hasta la edad de
18 o 20 años que cuando se solía casar, institución a la que la sociedad Inca daba gran
importancia. Una vez casada podía abandonar el ayllu. Si la chica tenía habilidad para la belleza,
era llevada a la capital provincial; de esta forma podía llegar a convertirse en la mujer de un alto
funcionario o en concubina del Sapa Inca. Pero por lo común la mayoría de las mujeres nacían y
morían dentro del ayllu.

Este grupo privilegiado de mujeres que abandonaban el ayllu era el de las mujeres escogidas o
“acllas”, seleccionadas desde la pubertad, entre las hijas del pueblo y junto a las de las clases
aristocráticas, eran educadas y preparadas para cumplir importantes misiones. Durante cuatro
años recibían una educación esmerada bajo la dirección de las llamadas “mamacunas”, que
abarcaba desde el perfeccionamiento del idioma y las artes domésticas hasta la iniciación en los
secretos de la religión y el culto.

Los jóvenes del pueblo (runas), no podían casarse antes de los 24 años los hombres, y antes de
los 18 las mujeres.

La sociedad Inca le daba una gran importancia al matrimonio, tanto así, que es un paso
determinante. Era un elemento muy diferenciado que estaba de acuerdo con la jerarquía social;
una característica fundamental que tenía el matrimonio era que el de una mujer y un hombre del
pueblo era estrictamente monógamo, en cambio el de las clases privilegiadas o del Sapa Inca, era
polígamo.

A la familia campesina no les estaba permitido trasladar su residencia, ni cambiar la forma o los
colores de su atuendo, por los que podía identificarse su origen, siempre se casaban con gente
perteneciente al mismo status social.

La relación se consolidaba cuando la pareja se sometía a lo que se le ha llamado “matrimonio de


ensayo” (servinacuy), que tenía como principal función constatar que ambos se entendían y eran
rentables en sus tareas; era en definitiva un ensayo, ya que una vez realizado el matrimonio
definitivo, la separación era muy difícil, a no ser por adulterio femenino o por infertilidad. (Cosa
injusta porque si el adulterio era masculino, ¿Qué pasaría?, ¿tendría ella el mismo derecho o no?,
creo que no).

Este ensayo permite a la pareja darse cuenta de las aptitudes de su futura y eventual esposa, que
debe hacer su comida, confeccionar sus trajes, ayudarle en los trabajos agrícolas. Además, y a
título secundario, permitía a la joven apreciar el carácter de su pretendiente y evitar su existencia a
la de un borracho o un bruto.

Si los interesados no se llegaban a entender, la joven volvía con sus padres y no suponía ningún
perjuicio moral, en el caso de que de esta unión naciera un hijo, este se quedaba con la madre.

En cuanto al lugar de residencia del nuevo matrimonio, entre los runas, las casas eran construidas
por sus parientes, quienes también reunían el ajuar ofreciendo cada uno una pieza. Entre los incas
no existieron los muebles, se comía en el suelo y la cama era un lecho hecho con piel de llama.
Los enseres, ropa, amuletos y herramientas se guardan en cestos y tinajas y en una especie de
nichos abiertos en las paredes. El menaje y adornos del hogar consistía en los productos de la
alfarería, ollas negras adornadas con dibujos, platos, cucharas de madera y de calabaza, cántaros
y tinajas decoradas.

La mujer Inca, una vez casada proseguía su vida, efectuando las mismas labores que de pequeña
le había enseñado su madre, en su nuevo hogar hasta que de mayor, le sobrevenía la muerte.

Las mujeres viudas y con hijos guardaban abstinencia y no se volvían a casar. En cambio los
viudos intentarán volverse a casar rápidamente.

La mujer dentro de la sociedad incaica tenía un trabajo específico, determinado a partir de una
división sexual, que no solo arraigaba en el mundo laboral sino que invadía todas las esferas
dando una diferente importancia al hombre y a la mujer dentro de la sociedad.

A pesar de todo, el hombre estaba considerado superior a la mujer. Por ejemplo la mujer no podía
comer del mismo cazo que el marido, pero si se le permitía meter el morro a las llamas y otros
animales domésticos.

A pesar de todo, la mujer tenía un papel fundamental: se ocupaba de la casa, se dedicaba a tejer
los vestidos de toda la familia, ayudaba en el campo, cuidaba a los hijos, y se ocupaba de la
comida y de preparar la chicha.

La mujer, ejercía su trabajo en forma muy intensa, hacía tres o cuatro cosas a la vez, incluso
intentaba no perder ni un solo momento de su tiempo, cuando por fuerza tenía que ir a visitar s una
parienta de un barrio a otro o ir a trabajar al campo y su hijo era lo suficientemente pequeño para
no caminar todavía, pero lo suficientemente grande como para ir en la cuna, lo llevaba en la
espalda, además se llevaba trabajo para hilar y tejer, por el camino iba efectuando el hilado.
Además si el viaje duraba más de media jornada llevaba la comida para toda la familia, e incluso
los palillos para encender el fuego.

La Coya: La primera interrogante a responder seria: ¿como era elegida?, al igual que el Inca, su
futura esposa principal debía pertenecer a la elite cuzqueña y a su misma generación, además
debía ser hermana del Inca, no obstante, esto último parece más una referencia a la generación a
la que pertenecen que al parentesco real, ya que el término “hermano”, que se suele apreciar en la
documentación colonial, cuando se trata de una alusión al sistema de parentesco incaico, hace
referencia a la pertenencia a una misma generación por parte de dos o más individuos.

Aparte de esto, parece también que dicha elección estaba relacionada con la celebración de
provechosas alianzas por parte de las panacas que arreglaban el matrimonio entre el Inca y la
Coya.

Se supone que la mujer que se convertía en Coya lo hacía el mismo día en que el Inca tornaba la
borla, pero el proceso de elección de esta mujer era anterior a su matrimonio con el Inca (hay que
tener en cuenta que la Coya influenciaba en la posición de su marido dentro del proceso
sucesorio), ya que el matrimonio era el que definía el inicio de la vida productiva en la pareja
andina, por ello, era lógico que el Inca y la Coya iniciaran sus actividades como gobernantes luego
de celebrado su enlace.

Es muy probable que el matrimonio se celebrase muchísimo tiempo antes del día en que el nuevo
Inca tomase la borla, y lo que los cronistas describen como el matrimonio del Inca el día en que se
convierte en tal, sea simplemente el ritual de formalización de la pareja principal del
Tahuantinsuyu. Existen referencias importantes que indican que la unión se celebraba en el tiempo
del Inca anterior. Por ejemplo Inca Roca se casó con Micay Coca cuando su padre era el Inca y
que su hijo Inca Yupanqui, se casó con Mama Chiquia cuando Roca aún gobernaba.
Llegado el momento y establecidas las respectivas alianzas, la Coya y el Inca, actuarían como un
solo grupo tanto en el proceso sucesorio como en el ejercicio del poder.

Es bastante obvio que al ser la “mujer principal” del Inca, la Coya tuviese gran prestigio entre las
mujeres de la elite cuzqueña, pero este iba más allá del grupo femenino. Entre el Inca y la Coya
existió una jerarquía similar y una de los aspectos que nos da una idea de ello es la celebración
dentro del calendario incaico, de las fiestas del sol y laguna (Inti Raymi y Coya Raymi), las cuales
se hallaban asociadas con el Inca y la Coya respectivamente.

En una crónica se relata como el Inca Pachacutec entrega acllas a la Coya, con el fin de que ella
organice la producción de objetos rituales destinados a la redistribución.

Una de las tareas primordiales de estas acllas era la de tejer, y el tejido era uno de los objetos
rituales más preciados en el mundo andino y por tanto era infaltable en la ejecución de la
redistribución. Además, estas mujeres estaban relacionadas con la producción de chicha y zancu
(una especie de pan), y estos productos eran muy empleados en los rituales cuzqueños.

Todavía no se descifran las funciones políticas que pudo haber ejercido la Coya, pero se sugieren
algunas pautas para definirlas como la participación de esta en los rituales cuzqueños, así como su
carácter sagrado puede confirmar su participación en la política. Se puede apreciar, pero de una
manera menos directa que el Inca, que la Coya tendría probablemente ciertas atribuciones
políticas (Inca Yupanqui, estando anciano, encargó que se respetase a su mujer Mma Ocllo y que
se haga lo que ella dijese de ser conveniente para el Cuzco) y en ocasiones que aparentemente
constituían situaciones de crisis, ejercía cierta autoridad en el Tahuantinsuyu.

En el imperio incaico, las autoridades, eran consideradas como seres sagrados o huacas y que por
lo tanto es muy probable que la Coya poseyera dicha sacralidad.

Hay una crónica que relata como una Coya llamada Chimpu Ocllo, salía a pasear y delante de ella
iban sus criados de dos en dos y estos colocaban mantas en el suelo para que ella no pisase la
tierra. Aquel traslado de la Coya con mantas en la tierra para que ella no la pisase, se identifica con
un ritual de aislamiento el mundo, el Inca era trasladado del mismo modo, por el mismo motivo, y
todo ello a su vez se identifica con el traslado de seres sagrados.

Otro punto interesante es que quien se convierte en Inca, luego realiza un proceso de conquista
ritual del Tahuantinsuyu, y la Coya también efectuaba una actividad similar y esto hace suponer
que ella realizaba una suerte de “conquista” de su propio espacio de poder. Todo ello coincide con
la idea de dualidad sexual operando entre el Inca y la Coya, y en general entre lo masculino y lo
femenino al hablar sobre el poder.

Tanto el Inca como la Coya eran considerados huacas o seres sagrados. El Inca era considerado
el Sol de la tierra, la Coya podría ser considerada como la Luna de la misma, con lo cual su
presencia en el poder correspondería formalmente con la figura del Inca.

La celebración de la Coya Raymi se hacía entre los meses de agosto y septiembre y era
considerada la fiesta de la reina. Cuatrocientos guerreros, distribuidos de cien en cien en función
de los cuatro suyus, portando sus boleadoras con fuego encendido en sus extremos, salían de la
plaza Huacaypata por los cuatro caminos reales. Caminaban hasta llegar a los ríos principales que
llevan sus aguas fuera del valle del Cuzco. Era el tiempo en el que la tierra, luego de haber
“descansado” en la temporada seca, era “volteada” y alistada para la siembra. Este acto constituyó
un gran ritual de purificación, que estuvo orientado a expulsar simbólicamente los males
provenientes del mundo subterráneo. Así se preparaba a la Pachamama (Madre Tierra) para la
campaña agrícola, y así se festejaba el día de la Coya.
En cuanto a la vestimenta de la Coya, esta, lucía los emblemas de su panaca o grupo de filiación,
junto a los adornos propios de la mujer del Tahuantinsuyu, los cuales consistían en joyas de
metales y piedras preciosas, así como adornos de flores.

Las prendas que portaba eran: Sucupa o Ñañaza que era un cubre cabezas. Una Lliclla que era
una mantilla, un Tupu o alfiler, la túnica era el Acsu, las sandalias eran las Ojotas y una faja
llamada Chumpi.

1.2- Rol del hombre Inca


La educación del hombre se orientaba según el puesto que le estaba otorgado: como
administrador, como sacerdote y como guerrero.

El grupo no privilegiado de hombres eran agricultores y pastores de los pueblos dominados,


estaban dedicados a la domesticación de la llama y la alpaca, las que fueron utilizadas para
diferentes propósitos dentro del sistema de producción de los incas. Los guanacos eran apresados
por su carne que era muy apreciada.

Destacaron en la arquitectura, la simetría de sus construcciones y el uso de colosales piedras que


encastran perfectamente sin usar ningún pegamento han llamado la atención de los expertos,
también se destacaron por sus obras de ingeniería y sobre todo por la red caminera.

Podían casarse, tener una sola esposa, ellos llevaban una vida muy sencilla .Los hombres de 18 a
50 años participaban en la Mita.

Los hombres que se destacaban en la música, las artes, la guerra u otra actividad no tenían las
misma obligaciones que el resto, eran mantenidos por el Inca.

Los hombres que pertenecían al más bajo nivel social eran los sirvientes permanentes del Imperio
labor que debían realizar toda la vida y luego ser heredada por sus hijos.

Warachicuy, es una palabra quechua, que proviene de “wara” (taparrabo, calzoncillo, pantalón de
bayeta), es decir, que en un rito o ceremonia civil-social, recibían dicha prenda, que solo los
hombres podían usar al ser mayores de edad, ser nuevos ciudadanos, con rango y jerarquía.
Warachikuy podría ser equivalente a: “ritual o celebración para recibir la wara”, por supuesto
después de haber calificado, normalmente lo hacían jóvenes entre 18 y 20 años. En al
antiguo Tawantinsuyo, la disciplina social y el éxito militar se había logrado a través de ésta
competencia, constituyendo la buena organización y el poderío del imperio inca.

En la obra literaria “Los comentarios reales” del Inca Garcilaso de la Vega” precisa cada detalle, cada
etapa, de cómo se realizaba esta ceremonia del inicio de los jóvenes incas a la vida adulta, de igual
manera coadyuvaron la importancia de este acontecimiento, personalidades como: Bernabé Cobo,
Guamán Poma de Ayala, Cieza de León, Santa Cruz Pachacuti, Víctor Angles Vargas, Luis E.
Valcárcel, entre otros. En ello se basaron para la escenificación que hoy en día se admira cada año
en el mes de setiembre, fiesta grande después del inti raymi, realizado en el complejo arqueológico
de Saqsayhuamán.

Jóvenes demostrando habilidad

Actualmente, la escenificación del Warachikuy es promovido y realizado por el emblemático Colegio


Nacional de Ciencias de la ciudad del Cusco Perú, desde 1969 (primera vez), en la explanada del
complejo arqueológico de Saqsayhuamán, participan un total de 1500 jóvenes estudiantes que se
preparan con meses de anticipación. Normalmente se ejecuta el tercer domingo del mes de
setiembre de cada año, congrega a la multitud cusqueña, turista nacional y extranjero. Se observan:
ceremonias rituales, danzas guerreras, batallas como el chiaraje, competencias de valor, todos ellos
al son de los pututos tinyas y quenas.

La escenificación está compuesto en tres actos o etapas:

- Primer acto: ceremonial o ritual.

- Segundo acto: competitivo de valor y destreza.

- Tercer acto: festivo y expresión de danzas guerreras.

El inca y sus ministros

La primera parte, consiste en el ingreso de los cuatro suyos a la explanada, sus ejércitos
encabezado por el jefe militar (qollana) en trote ligero, arengando el “haylli”, que significa triunfo,
seguidamente hace su ingreso el inca, acompañado por la qoya (esposa), para dar el respectivo
saludo y la ceremonia protocolar al pueblo desde una plataforma muy especial (usnu), donde rinde
culto al dios sol, a la pacha mama (madre tierra), al fuego, a la llama (auquénido de gran veneración,
etc. después la t’inka de la chicha sagrada. El inca da su venia para dar inicio a las diferentes
competencias. También se puede observar danza y música.

La segunda parte, es el centro de atracción del certamen, donde se puede observar: danzas
guerreras, como el de “Amaru”, del “Kuntur”, K’achampa, etc. El maratón del chaski (mensajero veloz
del año), pruebas de velocidad por obstáculos, de resistencia, equilibrio, pruebas de puntería, sobre
fuego, combate cuerpo a cuerpo sobre obstáculos y fuego, de igual manera se representa la batalla
inka paq’areq , entre los guerreros del “Hanan Qosqo” (Zona norte del Cusco) y los “Hurin Qosqo”
(zona sur del Cusco), los cuales hacen uso de sus waracas (hondas), arrojándose proyectiles
(piedras) hasta que el inca supremo declare la paz. En esta fase los jóvenes competidores hacen lo
posible en demostrar sus habilidades y destrezas.

Lucha cuerpo a cuerpo

La tercera parte, está relacionado al reconocimiento de los jóvenes vencedores, al acto de


graduación, éstos al grito triunfal del “Haylli” hacen su recorrido victorioso, para luego dirigirse al inca
y recibir de sus manos la “Wara” y el “Champi” “chanpi” (arma, en forma de porra con punta de
estrella), en señal de ser dignos del inka o verdaderos hijos del sol. Finalmente la corte imperial
agradece al inti tayta (dios sol), mientras que los nuevos ciudadanos dan gritos de arenga y
agradecimiento al son de los pututos que completan la festividad.

El Colegio Nacional de Ciencias, busca revalorar el acervo histórico cultural del Perú, la identidad
nacional profundamente en el pensamiento de la juventud, concientización y sensibilización de la
conservación del patrimonio cultural. Cabe remarcar también, que gracias al gran entusiasmo de
directivos del Colegio y en especial y al gran promotor e iniciador: Profesor Braulio Santos Villasante,
(que en paz descansa), hoy en día se evoca este ritual incaico.

Acto de graduación De igual modo, está considerado como “Festival Ritual de Identidad Nacional”
e incorporada al Calendario Nacional de Fiestas y Eventos, igual que el Inti Raymi. Oficialmente es
reconocido Como Fiesta Inka del Warachikuy, como Festival de Identidad Nacional según ley N°
27708, R.D. N° 3121 de la Dirección Regional de Educación de Cusco y otros documentos legales.

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