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Tema. El Evangelio según San Juan expone los hechos y palabras que
prueban que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios. La Primera Epístola de Juan
expone los hechos y las palabras que son obligatorias para quienes creen esta
verdad. El Evangelio trata de los fundamentos de la fe cristiana; la Epístola,
de los fundamentos de la vida cristiana. Se escribió el Evangelio para dar el
fundamento de fe; la Epístola, para dar el fundamento de seguridad. El
Evangelio nos conduce a través del umbral hacia el Padre; la Epístola nos
hace sentir dentro de la casa del Padre.
1. Andando en la luz (1:5-7). Había falsos maestros en los días de Juan que
estaban procurando inducir a los cristianos a dejar la iglesia y unirse al grupo
hereje de ellos. Entre otras cosas, enseñaban que si la mente de un hombre
estaba iluminada con el conocimiento celestial, no importaba cómo fuera su
conducta; podía cometer todos los pecados que se le antojara. Juan dice
que dicha doctrina derribaría toda santidad y verdad, y eso estaba
enteramente opuesto al cristianismo.
El que anda en la oscuridad del pecado voluntario, miente al decir que tiene
comunión con Dios.
Propósito
El propósito de esta carta está claramente indicado en el versículo 5:13: .Para
que sepáis que tenéis vida eterna y para que creáis en el nombre Hijo de
Dios.. Juan escribe para demostrar que no es posible conocer verdaderamente
a Dios sin que medie un compromiso con el Hijo de Dios.
Esta carta enfatiza que Dios el Hijo realmente se hizo hombre en la persona
de Jesucristo. Por medio de este Cristo, Dios y hombre, se le ofrece vida
eterna a la humanidad. Su muerte ha provisto perdón para los pecados. Su
amor expresado en Su muerte por nosotros es ejemplo y poder para nuestras
vidas. Recibimos perdón, amor y vida eterna si confiamos en que Él es el
Hijo de Dios que se hizo hombre.
El Espíritu Santo nos da poder para amar y vivir santamente. Como Cristo
nos ha mostrado que Dios es luz o santidad, no podemos vivir en Él y
practicar el pecado a la misma vez. Las marcas del verdadero cristiano son
la obediencia, el amor y una fe continua en Cristo.
En sus últimos años, el discípulo a quien Jesús amaba. (Juan 21:7, 20) les
escribió a las iglesias de Asia Menor. Era un tiempo de controversia
ideológica. Los gnósticos habían dividido a las iglesias con conceptos
elaborados de seres sobrenaturales y negando la deidad de Jesús. Era
necesario reafirmar a los cristianos sobre las verdades básicas de la fe y la
vida en Cristo.
Juan había caminado y hablado con Él. Había visto sus milagros. Lo había
visto morir en una cruz. Había visto la tumba vacía y las mortajas dejadas
atrás, de manera que estaba convencido que Jesús se había levantado de entre
los muertos.
La convicción central de los que seguían a Jesús era que Dios estaba en
Él. Sin importar quiénes lo hubieran aceptado, la vida de Dios fue hecha
visible en Cristo y fue conocida como vida eterna.
Juan dice que escribió la carta para que el gozo de sus lectores sea completo.
Es el gozo de ingresar a la vida plena, el gozo de entender aquello para lo
cual fuimos hechos.
Los que responden con una vida santa son los que caminan en la luz. Son los
hijos de la luz. Decir que uno tiene comunión con Dios, sin obedecer Sus
mandamientos ni hacer Su voluntad, es mentir, dice Juan. Pero caminar en
la luz es confesar los pecados bajo el juicio moral de Dios. Es pedir y recibir
Su perdón.
Él no sólo nos comprende, sino que pagó el castigo por el pecado. Él cargó
los pecados de todo el mundo y de todas las épocas en Su cuerpo en la cruz.
Amó al mundo y se dio a Sí mismo por él. Su muerte es el testimonio eterno
de Su amor y de la eficacia de Su expiación por el pecado.
Así como muchos dicen que caminan en la luz cuando en realidad caminan
en oscuridad, hay algunos que afirman conocer al Señor, pero no viven de
acuerdo con Sus mandamientos.
Caminar en la luz significa amar al hermano (1ª de Juan 2:9-14)
Una tercera característica de caminar en la luz y tener comunión con el Padre,
es amar al hermano. Uno sabe que camina en la luz por el amor que siente
por el hermano. El que odia es ciego y tropieza, pero el que ama camina
sobre terreno firme y confía.
El cristiano vive en un mundo que está bajo el poder del pecado. Pero la
voluntad de Dios es que el cristiano viva sin pecado.
2ª de Juan.
Tercera de Juan
Tema. Esta breve epístola presenta una vislumbre de ciertas condiciones que
existían en una iglesia local en el tiempo de Juan. La historia que puede
recogerse de la epístola parece ser como sigue: Juan había enviado un grupo
de maestros itinerantes con cartas de recomendación a las diferentes iglesias,
una de las cuales era la asamblea a la cual pertenecían Gayo y
Diótrefes. Ya fuera por envidia de los derechos de la iglesia local o por
alguna razón personal, Diótrefes se negó a recibir a estos maestros, y
excomulgaba a aquellos miembros que los recibían. Gayo, uno de los
miembros de la iglesia, no se dejó intimidar por este autócrata espiritual y
hospedó a los rechazados y desanimados misioneros, quienes más tarde
informaron de su al apóstol.
Por qué se escribió. Para elogiar a Gayo por hospedar a estos obreros
cristianos que dependían enteramente de la hospitalidad de los creyentes, y
para denunciar la actitud carente de hospitalidad y tiránica de Diótrefes.
Judas.
Esta breve carta es una gema muy abandonada en las Escrituras. El contenido
de Judas es poderoso y el mandato a ser fieles en el compromiso es tan fuerte
como cualquier otro mandato del Nuevo Testamento. El problema que esta
carta trata sigue vivo en medio nuestro y debemos escuchar de nuevo las
soluciones. La epístola de Judas ha sido llamada un libro de sorpresas.
Esta carta sorprende porque revela cuánto se habían infiltrado los apóstatas
en la comunidad de fe. Los falsos profetas itinerantes habían sido aceptados
en la congregación (v. 8) y evidentemente había apertura a sus enseñanzas.
Esto nos recuerda la sorpresa que expresa Pablo a los gálatas que tan pronto
se habían alejado de la sana doctrina y de la libertad que habían recibido de
Cristo Jesús.
Judas le dirigió esta carta a un grupo de cristianos que le era muy querido y
que estaba siendo desviado por falsos maestros. Les urge a luchar por la
verdad (v. 3). Estos falsos maestros han rechazado incluso la autoridad de
Cristo (v. 4). Dios los juzgará igual que como hizo con los rebeldes de antaño
(vs. 5-7. 14-15). Judas describe su orgullo, su egoísmo y su inmoralidad
sexual. Lo que deseaban era obtener todo lo que posible por sus propios
medios (vs. 8-13, 16). Judas concluye con instrucciones sobre cómo lidiar
con estos maestros.
En medio de los peores tiempos los cristianos deben recordar a quienes los
precedieron y supieron que esos tiempos vendrían. Judas les recuerda a sus
lectores que los apóstoles del Señor Jesucristo fueron por Él advertidos que
vendrían enemigos de la fe. Jesús mismo dijo que esas experiencias eran
inevitables.