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Libro: Bendición o maldición

Autor: Derek Prince


Ivonne Bello

Sección 1 - Bendiciones o maldiciones

1. Luchando contra sombras

Una maldición se puede comparar con un largo y maligno brazo que se extiende desde el pasado,
como una sombra negativa sobre la vida de alguien que causa circunstancias negativas,
usualmente se extienden de generación en generación y cada área de la vida e incluso las
relaciones. La maldición ocurre como consecuencia del pecado o de la desobediencia ya sea
propias o de generaciones anteriores.

2. Barreras invisibles

Hay barreras o fuerzas invisibles que impiden avanzar en algo específico en la vida, el capítulo
habla de esas cosas que uno puede concebir en su vida y no es consciente que pueden atraer
una maldición, como objetos por ejemplo, y esa maldición se manifiesta por medio de enfermedad,
fracaso, frustración o ruina, etc. Dios me llevaba a revisar mi vida y mi familia analizando qué
cosas han traído maldición a mi vida.

3. Cómo operan las bendiciones y las maldiciones

Hay fuerzas espirituales que influencian lo que ocurre en el plano visible o material. Las cosas
que pertenecen al plano visible son temporales pero en el plano invisible se encuentra la realidad
verdadera y permanente porque allí encontramos las fuerzas que moldean nuestro destino, estas
fuerzas espirituales son las bendiciones o maldiciones que revelan un poder sobrenatural sobre
nuestras vidas. Las bendiciones producen resultados buenos y beneficiosos y las maldiciones
resultados malos y dañinos.

El principal causante de las bendiciones o maldiciones es la lengua, ya que la vida y la muerte


están en el poder de la lengua, y esto se refiere a las palabras declaradas con nuestra boca que
activan ese poder sobrenatural sobre nosotros. También pueden ser causadas por el buen o mal
uso de objetos.

4. La lista de Moisés de bendiciones y maldiciones

Causas de las bendiciones: escuchar a Dios y obedecer


“Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra
todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas
las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la
voz de Jehová tu Dios. Deuteronomio 28:1-2

Causa de las maldiciones: rebeldía, no escuchar o desobedecer a Dios


Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus
mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones,
y te alcanzarán. Deuteronomio 28:15

Maldiciones identificadas en mi vida o mi familia:


- Humillación
- Esterilidad
- Enfermedad física
- Desintegración familiar
- Fracaso
- Desempleo
- Escasez
- Opresión

5. Siete indicaciones de una maldición

- Colapso mental o emocional: identifico en mi vida y en mi familia episodios de depresión,


confusión, tristeza y diferentes luchas internas.
- Enfermedad repetida o crónica: en mi familia ha habido mucha enfermedades y algunas
son heredadas, en mi caso no se me ha diagnosticado ninguna enfermedad hereditaria,
sin embargo anhelo poder cortar estas maldiciones sobre mi descendencia.
- Esterilidad, tendencia de abortar, problemas femeninos: hace unos años tuve un problema
hormonal en el que dejó de llegarme el periodo por alrededor de un año, pasé por
diferentes exámenes y nunca se identificó la causa, de repente volvió a llegar, pero en
uno de los exámenes con ginecólogo, él me dijo que yo no iba a poder tener hijos
declarando esa maldición sobre mi vida. Además, mi abuela paterna tuvo muchos
embarazos en los que perdió al bebé o los bebés morían al nacer.
- Desintegración del matrimonio y distanciamiento familiar: esta indicación ha estado muy
presente tanto en mi núcleo familiar, como en mis demás familiares y es claramente una
maldición que viene de generaciones pasadas.
- Insuficiencia económica: en mi familia materna y paterna se evidencian muchos problemas
financieros y escasez.
- Propensidad a los accidentes: no es algo notable en mi familia.
- Una historia de suicidios o muertes prematuras: el único caso es la hija de una tía que
murió a los 5 días de nacida.

Sección 2: No hay maldición sin una causa

6. Falsos dioses

Quebrantar los dos primeros de los 10 mandamientos es otra de las causas de las maldiciones,
es decir que reconocer a otro dios por encima de nuestro Dios y hacer o adorar cualquier
representación artificial, “No tendrás dioses ajenos delante de mí”.
Vengo de una generación que ha adorado a falsos dioses, tanto a santos, a la virgen maría o a
imagenes, como a diferentes cosas materiales que han tomado el lugar de Dios. Todo Esto ha
traído maldiciones fuertes sobre mi vida y mi familia.

7. Varios pecados morales y éticos

Algunos pecados morales identificados en mi vida y familia son:


- Reconocer y adorar falsos dioses
- No respetar a los padres
- Opresión e injusticia
- Pecados sexuales
8. Antisemitismo

“Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti
todas las familias de la tierra.” Israel es una tierra especialmente bendita por Dios y todo el que la
trate con desprecio u hostilidad desatará maldiciones sobre su vida.

9. El legalismo, la carnalidad, la apostasía

La carnalidad es buscar ser independientes, siendo guiados por nuestra naturaleza y no guiados
por el Espíritu Santo, las prácticas de la carne son detestables para Dios y esta es también una
maldición fuerte sobre mi familia. Por otra parte, el legalismo hace que veamos la ley por encima
de la gracia de Dios, dice la Palabra “todos los que están bajo las obras de la ley están bajo
maldición. El libro dice “confiar en las obras de la ley (legalismo) y hacer de la carne nuestra fuerza
(carnalidad) culminan en una maldición. Como resultado, el pueblo de Dios se encuentra viviendo
en sequedades y en tierra despoblada.”

10. El hurto, el perjurio y el robar a Dios

Zacarías 5: 1-4 describe una maldición que viene por robar a los hombres y jurar en falso. También
se desata una maldición cuando robamos a Dios negando los diezmos, sin embargo el
arrepentimiento y la restitución atraen nuevamente la bendición.

Malaquías 3:8-10: ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En
qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque
vosotros, la nación toda, me habéis robado. Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en
mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de
los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.

11. Las figuras de autoridad

Un factor decisivo y central en la esfera de las bendiciones y maldiciones es la autoridad. Nuestra


máxima autoridad es Dios pero él delega a otros que él escoge para que la ejerzan. Es un
mandamiento obedecer y someternos a las autoridades que Dios nos ha dado, como nuestros
papás, gobernantes, autoridades espirituales, etc. Las personas con autoridad pueden ejercerla
para bendecir o maldecir, sus palabras tienen poder sobre la vida de las personas a quienes las
declaran. Fue muy frecuente en mi vida con palabras negativas e hirientes de las personas más
cercanas, como mis papás o hermanos.

12. Maldiciones autoimpuestas

Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el
día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado. Mateo
12: 36-37

Cada palabra negativa que declaramos con nuestra boca encontra de nosotros mismos, aun
inconscientemente, puede traer un efecto negativo a nuestras vidas. Dios toma muy en serio
nuestras palabras aunque nosotros mismos no lo hagamos.
Los pasos para librarse de una confesión equivocada: arrepentirse, revocar, reemplazar. A lo largo
de mi vida me he juzgado a mi misma por varias cosas de mi físico y mi personalidad, declarando
cosas negativas sobre mí misma.
13. Los servidores de Satanás

Satanás es el enemigo de Dios que busca destruir su pueblo y sus propósitos, para esto tiene
servidores que operan usando también las maldiciones como las armas principales en contra del
pueblo de Dios. Sin embargo, como leímos también en el libros de “Cerdos en la sala”, Jesús no
dio la autoridad y potestad de echar fuera demonios, por el poder de su nombre y de su sangre.
Debemos reprender constantemente a los demonios y ser libres, usando la autoridad que Jesús
no dio y aun más para deshacernos de las maldiciones que nos han oprimido.

14. La conversación engendrada en el alma

“Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el
día del juicio.” Mateo 12:36
Hay fuerzas espirituales que provienen del comportamiento de los mismos creyentes, ya que
usualmente en la iglesia hay murmuración, queja o chisme, lo que causa división en la iglesia o
heridas entre los creyentes, todo esto está prohibido en la palabra ya que causa heridas y desata
palabras de maldición sobre la vida propia o sobre otros creyentes. Reconozco que muchas veces
he caído en palabras ociosas en contra de la iglesia o en contra de otros creyentes, lo cual según
el libro y la palabra se llama blasfemia.

15. Las oraciones engendrada en el alma

No solo las palabras que declaramos en contra de otros tienen poder, también las oraciones que
hacemos guiados por nuestra naturaleza carnal y en contra de la palabra y la voluntad de Dios,
cuando oramos fuera de la dependencia del Espíritu Santo podemos orar incorrectamente y hacer
que nuestra oración se abominable, como lo describe la palabra, además que cuando oramos así
estamos siendo guiados también por las motivaciones incorrectas. En este capítulo Dios me habla
directamente ya que muchas veces no sé cómo o qué orar y en vez de dejarme guiar y confiar en
el Espíritu Santo, empiezo a hablar confiando en mi propia sabiduría y Dios me muestra que estoy
equivocada y que esas oraciones no tienen validez. Dios me enseña que para orar debo
humillarme ante el Espíritu Santo y reconocer que lo necesito, entonces permito que me limpie de
mi motivaciones equivocadas y mis actitudes egoístas, para orar con amor y sinceridad por mi
misma y otras personas.

16. Resumen de la sección 2

Maldiciones identificas en mi vida por causa de mis propios pecados o maldiciones generacionales
al leer la sección 2:
- Reconocimiento o adoración de falsos dioses
- Participación en ocultismo
- Faltar al respeto a los padres
- Opresión o injusticia
- Legalismo y carnalidad
- Sexo ilícito
- Robo y perjurio
- Robar a Dios con los diezmos y ofrendas
- Palabras declaradas en contra de las autoridades
- Maldiciones auto impuestas
- Maldiciones que proceden de los demonios
- Oraciones con malas intenciones en contra de otras personas
- Conversaciones acusadoras en contra de otras personas

Sección 3 - De la maldición a la bendición

17. El intercambio divino

“Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová
cargó en él el pecado de todos nosotros.” Isaías 53:6

Todos nos apartamos de Dios, le dimos la espalda y pecamos, trayendo el castigo o las
maldiciones sobre nuestras vidas, sin embargo Dios en su misericordia, tomó esos pecados y los
puso encima de Jesús para que pudiéramos ser libres y recibir la bendición, dice la palabra que
Jesús se hizo maldición y tomó nuestro lugar para redimirnos, sobre él recayó el castigo que debía
caer sobre nosotros. Esto solo lo podemos recibir gracias a la gracia de Dios y por medio de la fe
en Jesús y su obra.

18. Siete pasos para liberarse

La base para toda bendición en cada área de mi vida está en el intercambio que Jesús hizo en la
cruz.

Los 7 pasos aconsejados por el autor para la liberación son:

- Confesar mi fe en Cristo y el sacrificio que él hizo para mi beneficio confesando conforme


a la palabra de Dios, por ejemplo, Jesús fue herido para que yo fuera sanada.
- Arrepentirme de todos mis pecados y mis rebeliones contra Dios.
- Reclamar el perdón de todos mis pecados, solo puedo obtener ese perdón cuando he
confesado todos mis pecados y renunciado a ellos.
- Perdonar al que me haya herido u ofendido, la palabra dice que si yo no perdono entonces
Dios tampoco me perdonara y necesito ser libre de todo resentimiento.
- Renunciar a cualquier contacto con el ocultismo.
- Hacer la oración de liberación declarando el intercambio que Jesús hizo en la cruz, porque
él se hizo maldición para que yo fuera bendecida
- Creer que he recibido la liberación y la bendición de Dios.

19. De las sombras a la luz del sol

Ahora que he recibido liberación y el perdón de Dios, puedo reclamar las bendiciones que Dios
ha prometido, estas son reveladas en la Palabra por medio del Espíritu Santo y están disponibles
para mí ahora puedo creerlo y disfrutarlas. Ahora estas maldiciones no afectarán mi descendencia
pero las bendiciones si la tocaran. Mi actitud hacia Dios debe ser gratitud y fe en que sus promesas
están vigentes para mí.

20. Los hombres esforzados lo arrebatan

La entrada a la tierra prometida o al cumplimiento de la promesa no es fácil, pero Dios promete


estar conmigo todo el tiempo pero me pide que sea “esforzada y valiente”, que no me quede quieta
esperando que las cosas pasen, sino que demuestre mi fe y mi compromiso, aun en medio de las
dificultades porque es allí en donde Dios me está probando para poder demostrarme su poder.
21. Más allá de la confesión: la proclamación, la acción de gracias y la alabanza

Por cada dificultad por la que pasamos, debemos proclamar la palabra de Dios declarando sus
promesas, de esta manera se activa el poder de Dios a nuestro favor y podemos obtener su ayuda.
Tenemos tres salidas pero la mejor es declarar palabras positivas junto con la palabra específica
de Dios, sin embargo, no puedo pedirle a Dios que cumpla su promesa si antes yo no he hecho
lo que él me ha pedido, además la confesión de la palabra debe producirse con fe en el corazón,
creyendo que en realidad Dios lo va a hacer porque él no miente y siempre cumple. Además,
debemos dar gracias a Dios por lo que él va a hacer, sin esperar hasta que la promesa se cumpla,
sino desde el momento que él hace la promesa confiando en que él va a cumplir y debemos
alabarlo por sus cualidades, por lo que Él es y lo que él representa a mi vida.

22. Proclamas para victorias constantes

Como se mencionó en el capítulo anterior, es muy importante proclamar la palabra de Dios para
cada situación que enfrente, por una parte la proclamación atrae la bendición y ayuda de Dios,
por otro lado nos protege de los planes de satanás. La palabra debe ser proclama con sabiduría,
aplicándola a la situación específica y sin tergiversarla. Mi fe no debe estar en la proclamación,
sino únicamente en Dios, porque la proclamación solo demuestra nuestra fe en él.

Gálatas 3:13-14: Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque
está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero, para que en Cristo Jesús la bendición
de Abraham alcanzara a los gentiles, a fin de que por la fe recibiéramos la promesa del Espíritu.

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