Vous êtes sur la page 1sur 6

137-2007 Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia: San Salvador, a las doce horas

con cincuenta y dos minutos del día ocho de junio de dos mil once. El presente proceso de hábeas
corpus ha sido solicitado por la señora Cunegunda Peña Bonilla a favor del señor Manuel Peña
Martínez, por su presunta desaparición forzada, contra actuaciones de la Fuerza Armada de El
Salvador. Analizado el proceso y considerando: I.- La peticionaria expuso que “…Mi hijo Manuel
Peña Martínez nació el diecisiete de enero de mil novecientos cincuenta y ocho, en San Salvador.
Desapareció entre las seis y las ocho de la mañana del día tres de junio de mil novecientos ochenta
y uno, cuando se conducía de su casa de habitación hacia la Universidad Centroamericana José
Simeón Cañas, UCA, a una reunión. Entonces fui informada por un señor a quien sólo conocí por el
nombre de ‘Moisés’, que mi hijo se conducía en un autobús del transporte colectivo de la ruta
veintisiete (27), cuando a la altura de la Colonia Las Mercedes, hombres fuertemente armados
vestidos de civil obligaron a mi hijo Manuel Peña Martínez y a otros dos muchachos a bajarse del
autobús. Desde entonces se desconoce su paradero. Previamente, mi familia y yo habíamos sido
víctimas de allanamientos ilegales a nuestra vivienda y amenazas por miembros de la policía
Nacional. Mi hijo (…) era dirigente comunal de la Unión de Pobladores de Tugurios, había sido
detenido en otras oportunidades por miembros de la Policía Nacional, quienes actuando en
calidad de escuadrones de la muerte, le torturaron cruelmente y luego lo abandonaron en un
botadero de basura luego de realizarle varios disparos de armas de fuego, acción con la cual
creyeron asesinarle. Luego de sobrevivir a este incidente, fue que se produjo su desaparición
forzada. La información disponible que he relacionado permite concluir que mi hijo fue
desaparecido forzadamente por efectivos de la Fuerza Armada de El Salvador, quienes le
identificaron como dirigente comunal y probablemente como un detenido que trataron de
asesinar con anterioridad y sobrevivió…”. De igual forma, agregó copia certificada de la partida de
nacimiento a nombre de Manuel Peña Martínez, extendida por la sub jefe interina del Registro del
Estado Familiar el día tres de julio de dos mil siete. II.- Mediante resolución del día veintidós de
mayo de dos mil ocho se previno a la solicitante para que aclarara la autoridad a la que
demandaba en el presente proceso, debido a que en su petición mencionaba indistintamente a la
extinta Policía Nacional y a la Fuerza Armada de El Salvador como responsables de la restricción
ilegal a la libertad del favorecido denunciada. Para evacuar dicha prevención, la señora Peña
Bonilla presentó escrito el día veinticuatro de julio de dos mil ocho, en el que además de reiterar
los hechos indicados en su solicitud afirmó que “…es factible sostener que dicha desaparición
forzada fue ejecutada por miembros de la extinta Policía Nacional, entidad dependiente en ese
entonces del Ministerio de la Defensa Nacional y considerada como integrante de la Fuerza
Armada…”. III.- De conformidad a lo dispuesto en la Ley de Procedimientos Constitucionales, se
nombró como Juez Ejecutor al licenciado Víctor Manuel Coronado Chávez, quien se limitó a
señalar que “…al momento de intimar al señor Ministro de la Defensa Nacional, fuimos atendidos
por el señor oficial militar con el grado de mayor de apellido Rivera quien se desempeña como Jefe
del departamento de Derechos Humanos. Manifestando que en dicha cartera de Estado no existe
ninguna persona detenida no mucho menos a la persona favorecida en el presente proceso de
Habeas Corpus, y que no se cuenta con información documental referencia al caso, Asimismo en el
Estado Mayor Conjunto de la fuerza Armada nos atendió el Lic. Walter Cáceres, Quien se
desempeña como jurídico manifestando lo mismo. De lo anterior, no se han violentando los
derechos constitucionales que están regulados en los artículos 2, 4, 5, y 11 de nuestra constitución
de la Republica…” (sic). IV.- Como cuestión previa a analizar la pretensión presentada en este
hábeas corpus, resulta necesario hacer una relación de los elementos de convicción aportados
durante su trámite. Así se tiene: 1. Con el objeto de garantizar el derecho de defensa de la
autoridad demandada, así como de establecer si entre la supuesta desaparición del favorecido y la
práctica de desapariciones forzadas ocurrida en el marco del conflicto armado de nuestro país,
existió algún vínculo –pues de ser así, se estaría en presencia de violaciones a derechos
fundamentales, específicamente al derecho de libertad-, esta Sala mediante oficios números
137007-1-1, 137007-1-2 y 137007-1-3, todos de fecha treinta de julio de dos mil ocho, pidió para
mejor proveer: A. Al Jefe de la Unidad de Archivo Central de la Policía Nacional Civil, informe si en
los expedientes de los casos delincuenciales investigados por personal de la extinta Policía
Nacional, existen datos sobre la supuesta captura del señor Peña Martínez.
26-2003 Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia: San Salvador, a las doce
horas y seis minutos del día veintisiete de mayo de dos mil tres. El presente proceso constitucional
de hábeas corpus, ha iniciado por solicitud de la señora Berta Edith Castro Salazar, a favor de su
hijo Nelson Rutilio Castro, por su presunta desaparición forzada. Analizado el proceso y
considerando: I.- La peticionaria manifiesta que el ahora favorecido fue desaparecido por
miembros de la Cuarta Brigada de Infantería que operaba en el departamento de Chalatenango,
con fundamento en los siguientes hechos: En consecuencia de un operativo realizado por la
brigada en referencia durante los meses de mayo y junio de 1982, ella y su menor hijo huyeron de
su domicilio; por tal motivo se vio en la necesidad de dejar al menor Nelson Rutilio Castro al señor
Napoleón Ortega, quien era patrullero cantonal y vivía en el caserío San Cristobal, cantón
Potrerillo del Municipio de La Laguna. Después de quince días de haber dejado a su hijo retornó a
buscarlo y no lo encontró, siendo que el señor Napoleón Ortega y su esposa, le explicaron que
fueron obligados a entregar al menor a la Fuerza Armada, específicamente a la Cuarta Brigada de
Infantería. Además agrega que la esposa del señor Napoleón Ortega recordaba que éste fue
obligado a entregar al niño a la Fuerza Armada de La Laguna, y a firmar documentos en donde se
hacía constar que la entrega era realizada en el puesto de la Fuerza Armada de El Paraíso, y
supuestamente al niño se le remitió a la Tutelar de Menores. Por tal circunstancia, la peticionaria
señala que el día treinta de abril de mil novecientos noventa y tres, interpuso la denuncia
correspondiente en el Juzgado de Primera Instancia de Chalatenango, remitiéndose el proceso al
Juzgado de Primera Instancia de Dulce Nombre de María; pero el veintiuno de mayo de mil
novecientos noventa y siete la representación fiscal solicitó se archivaran las diligencias, en vista
de las dificultades presentadas para la tramitación de las mismas. Finalmente la señora Berta Edith
Castro Salazar invocó como precedente jurisprudencial, la sentencia proveída en el proceso de
hábeas corpus con número de referencia 379-2000 y fecha veinte de marzo de dos mil dos. II.- Tal
como lo ordena la Ley de Procedimientos Constitucionales se procedió a nombrar Juez Ejecutor, a
efecto de que diligenciara el presente hábeas corpus, quien en lo medular expresó: Que habiendo
intimado al Ministro de la Defensa Nacional y al Jefe del Estado Mayor conjunto de la Fuerza
Armada, éstos manifestaron que en los archivos respectivos, no aparecía registro alguno
relacionado con la desaparición del menor Nelson Rutilio Castro, y que éste no se encuentra
privado o restringido de su libertad en ninguna de las unidades que conforman la Fuerza Armada.
III.- Previo a emitir el pronunciamiento que corresponda, esta Sala estima necesario hacer la
siguiente consideración: Reiteradamente en resoluciones proveídas en los casos de desapariciones
forzadas –v. gr. sentencias de hábeas corpus con número de referencia 6-5-95 y 30-M-95–, este
Tribunal sostuvo una tesis restrictiva respecto al conocimiento de dichos planteamientos a través
de este tipo de proceso constitucional, en cuanto exigía como requisito para su procedencia, la
existencia de una detención real y comprobada; de tal forma, esta Sala manifestaba que las
desapariciones forzadas constituían un hecho delictivo, motivo por el cual dichas circunstancias no
podían someterse a su competencia, siendo la Policía Nacional Civil o bien la Fiscalía General de la
República las encargadas de realizar las averiguaciones pertinentes. Sin embargo el anterior
criterio jurisprudencial relacionado, cambió a partir de la sentencia emitida en el proceso de
hábeas corpus con número de referencia 379-2000 y fecha veinte de marzo de dos mil dos –
precedente invocado por la peticionaria– , en la cual se determinó: "Al ampliarse, en definitiva la
decisión de esta Sala, lo que se pretende es que no se limiten sus fallos al reconocimiento legal o
arbitrario de una detención, privación o cualquier restricción de la libertad personal, por cuanto
por Constitución, todas las personas pueden disponer de los medios eficaces para la protección
del resto de derechos y dado que el hábeas corpus ha sido instituido como uno de esos medio
constitucionales, está a disposición de las personas con la finalidad de que pueda reaccionarse
frente a la posible violación de su derecho de libertad física, siendo indefectible ampliar el radio de
control del mismo, a fin de poder conocer de los casos de desapariciones forzadas de personas,
cuyos efectos serán variantes en razón de las condiciones fácticas que acompañen cada caso en
particular". Así mismo, en la resolución citada se señalaron los rasgos característicos de la
desaparición forzada y el tipo de tutela a brindar a través del proceso de hábeas corpus: "(…) es
conocido que éstas constituyen una privación arbitraria de la libertad, cualquiera que sea su forma
–generalmente llevadas a cabo sin ningún tipo de orden judicial, administrativa, etc.- o
motivación, realizada por agentes del estado, por personas o grupos de personas que actúan con
el beneplácito del mismo; dicha privación de libertad va seguida de la desinformación o la negativa
de proporcionar datos que permitan la localización de la persona privada de su libertad, por parte
de los señalados como responsables o de quienes deberían brindarla, a fin de mantener oculto el
paradero de la persona afectada y evitar que se lleve a los autores ante las autoridades
encargadas de castigar su responsabilidad (…). (…) no obstante que esta Sala reconoce que debe
tutelarse a través del hábeas corpus el derecho de libertad de las personas desaparecidas, debe
señalarse que se trata de una tutela con carácter meramente formal; razón por la cual, para lograr
una efectiva tutela material se requiere de la actuación de otras instituciones del Estado, ya que
no es la Sala la que de forma exclusiva debe tutelar los derechos fundamentales. Y es que, debe
recordarse que existe un mandato para el Estado y sus diferentes instituciones, consistente en la
promoción y respeto de los derechos fundamentales; en tal sentido para que pueda darse una
tutela de carácter material a casos como el planteado, se requiere de aquellas otras instituciones
del Estado que cuentan con los instrumentos legales y técnicos por medio de los cuales se lograría
el desarrollo efectivo de investigaciones no sólo de campo sino científicas que permitan establecer
el paradero de los afectados de su derecho de libertad, y existiendo el referido mandato, no
pueden negarse a cumplirlo -aduciendo que se trata de una materia reservada a esta Sala-, en
principio, por su sujeción a la Constitución y porque legalmente es parte de sus competencias (…)".
A partir del pronunciamiento que antecede, esta Sala estimó poseer la facultad de conocer de los
casos de desapariciones forzadas por medio del proceso de hábeas corpus, con el objeto de
analizar y concluir si ha existido una violación al derecho de libertad de la persona desaparecida e
instar a las autoridades competentes a la investigación del hecho; debiendo concurrir para tal
finalidad los rasgos característicos apuntados y elementos de los cuales pueda desprenderse que
ha existido la desaparición involuntaria expresada por el peticionario en el proceso constitucional.
En corolario, dado que lo planteado por la peticionaria en el presente proceso está referido a una
supuesta desaparición forzada, y en atención al principio stare decisis conforme al cual ante
supuestos de hechos iguales la decisión de este Tribunal debe ser la misma que su precedente;
esta Sala entrará a analizar el presente caso. III.- Luego de haberse relacionado lo reclamado por la
peticionaria, lo informado por la Juez Ejecutor y el anterior criterio jurisprudencial, con el objeto
de realizar el enjuiciamiento constitucional que de esta Sala se pretende, se procederá a analizar
los argumentos esgrimidos en la pretensión de hábeas corpus; siendo para ello imprescindible
relacionar lo siguiente: 1) Consta a folios 5 de este proceso de hábeas corpus, la certificación de
partida de nacimiento de Nelson Rutilio Castro, documento con el cual se comprueba que
efectivamente éste nació y fue registrado ante la autoridad competente, sin que a la fecha se haya
establecido ante esta Sala su fallecimiento. 2) Como ha sido informado a esta Sala, se inició
proceso penal en el Juzgado de Primera Instancia de Chalatenango, con el fin de averiguar el
paradero de Nelson Rutilio Castro; en el expediente de dicho proceso –remitido a esta Sala por el
Juez de Primera Instancia de Dulce Nombre de María–, se encuentran agregadas declaraciones
testimoniales coincidentes en el hecho que el menor Nelson Rutilio Castro fue entregado
obligadamente por el señor Ortega al comandante Antonio López quien se encontraba en el
puesto militar de la Fuerza Armada ubicado en la población La Laguna, departamento de
Chalatenango. 3) A folios 54 del expediente del proceso penal en referencia, el Juez de Primera
Instancia de Dulce Nombre de María, por oficio numero 1221 solicitó al Jefe del Estado Mayor
Conjunto de la Fuerza Armada de El Salvador, informara el nombre de las personas que en el mes
de junio del año mil novecientos ochenta y dos, se encontraban destacadas como comandante
local y colaboradores en la población La Laguna departamento de Chalatenango. 4) A folios 55 del
citado expediente, se encuentra agregado el oficio número 0960 remitido por la Jefatura del
Estado Mayor Conjunto de la Fuerza Armada de El Salvador, por medio del cual se informa que en
los archivos llevados en la Dirección de Administración del Ministerio de la Defensa Nacional, el
comandante local de la Ex-Guardia Nacional durante el mes de junio de mil novecientos ochenta y
dos, fue el señor José Gregorio Vásquez Ibarra, sin encontrarse registros relacionados con el
personal de colaboradores. 5) En el expediente del presente proceso de hábeas corpus, consta a
folios 13 y 14 que en virtud de la intimación hecha por la Juez Ejecutor al Ministro de la Defensa
Nacional y al Jefe del Estado Mayor Conjunto de la Fuerza Armada, éstos manifestaron que al
revisar los archivos correspondientes no aparecían registros o antecedentes relacionados con la
posible restricción o privación de libertad ambulatoria del ahora favorecido. Con base en lo
relacionado, esta Sala puede advertir por una parte que la muerte de de Nelson Rutilio Castro no
se ha establecido, y por otra que existen elementos para sostener la existencia de la desaparición
forzada de éste último; por tal motivo, este Tribunal considera necesario efectuar la
contraposición del derecho de libertad del favorecido y la negación de la autoridad militar sobre la
existencia del hecho y de proporcionar datos del personal de colaboradores destacado en el sitio
La Laguna departamento de Chalatenango; así pues, al pretender tutelar en este caso el derecho
fundamental de libertad física, debe decidirse a favor de éste, reconociendo esta Sala la
vulneración al derecho de libertad del ahora favorecido. En virtud que el reconocer la afectación al
derecho de libertad de una persona desaparecida configura una protección formal –tema
expuesto en el romano III de la presente resolución– , para brindar también una tutela material es
menester señalar que la Fiscalía General de la República, es la institución que a instancia de parte
o de oficio por mandato constitucional deberá iniciar las acciones pertinentes con el objeto de
establecer la situación material de Nelson Rutilio Castro; siendo preciso enfatizar que este
señalamiento no significa que esta Sala califique los hechos planteados en la pretensión como
constitutivos de delitos, pues el mismo se realiza en atención a las atribuciones y obligaciones de
la Institución en mención. Esto último, ya que la Fiscalía General de la República al pertenecer al
Ministerio Público, conforme al principio de legalidad debe sujetarse no únicamente a la ley sino
también a la Constitución preferentemente, haciéndola prevalecer ante todo el ordenamiento
jurídico; y es que el contenido del artículo 193 ordinal 2° de la Constitución, le establece la
obligación de velar por la acción de la justicia en defensa de la legalidad; por lo cual y de acuerdo
al artículo 3 atribución segunda de la Ley Orgánica del Ministerio Público, no sólo le corresponde
dirigir la investigación del delito, sino procurar el cumplimiento del respecto a los derechos
humanos y garantías constitucionales. Por tanto, con fundamento en lo manifestado y contando la
Fiscalía General de la República de forma directa o indirecta con los medios técnicos o científicos
para coordinar investigaciones a través del Fiscal General de la República o por medio de las
comisiones nombradas por éste –artículo 4 Ley Orgánica del Ministerio Público y artículo 193
ordinal 7° de la Constitución- efectivamente a ésta Institución le compete iniciar las acciones
respectivas para dar eficacia a la tutela de los derechos humanos en los casos de personas
desaparecidas. Por las razones expuestas en el presente proceso constitucional de hábeas corpus,
esta Sala RESUELVE: a) reconocida la violación constitucional al derecho de libertad física del ahora
favorecido Nelson Rutilio Castro y en aplicación del art.11, 86 Inc. 3°, 193 ordinal 2° y 7° de la
Constitución de la República ínstese a la Fiscalía General de la República a fin de que tome las
medidas necesarias conforme a sus atribuciones constitucionales, a efecto de llevar a cabal
término el establecimiento de las condiciones en que se encuentran el favorecido Nelson Rutilio
Castro con el objeto de salvaguardar su derecho fundamental de libertad; b) certifíquese la
presente resolución y envíese junto con la copia certificada del proceso penal al Juzgado de
Primera Instancia de Dulce Nombre de María, departamento de Chalatenango; c) certifíquese ésta
resolución a la Fiscalía General de la República; d) notifíquese y archívese este hábeas corpus.- ---
R. HERNANDEZ VALIENTE---J. E. TENORIO---MARIO SOLANO---J. ENRIQUE ACOSTA---
PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN---S. RIVAS DE AVENDAÑO---
RUBRICADAS.

Vous aimerez peut-être aussi