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Coordinación de Humanidades
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'''liTA DI L. ,"1"!lIIUO U(IOU' . .'ONO.' 01 .. 110(0
Consejo editorial: Raúl Benftez Zenteno, Rubén Ilonifuz Nuño, Alberto Dallal, Juliana González, Humberto Muño.,
Enriqueta Ochoa, Herminla Pasantes, Manuel Peimbert Sierra, Ricardo Pozas Horcasitas, Josefina Zaraida Vázquez
POIrTADk 1"'" losa" ",., . . . . piel (detalle), 1993, óleo/tela/mcKMro, 120 x 160 cm
IfYIH ... l)( l.&. UNIV!ISIOAO N",CIONU ",.II0NO/U O( /IIhlcO
DICIEMBRE 1998
NÚM. 575
Indice
• 32 • Presentación
MAYA RAMOS SMITH
• • El "silencio" del cuerpo
,
I
PEDRO ÁNGEL PALOU
• 97 •
en la época virreinal
Hugo Sánchez: escribir el cuerpo
LA EXPERIENCIA CRíTICA
CARLOS SERRANO,
MARiA VILLANUEVA,JESÚS Luy,
KARL F. LINK, ARTURO ROMANO • 61 • Las rasgos faciales del mexicano
y 105 retratos habladas
por computadora
GUSTAVO EMILIO ROSALES
• 64 • Aproximaciones a la crítica
de danza en México
I
I FRANCISCO JAVIER CASILLAS
• 69 • La medicina del deporte en México
I
ALBERTO DALLAL
• 73
71 • Inhabitual Tongolele
• • Colaboradores
- - - - - - - - - - - - - Ilustraciones: R U B ÉN ROSAS - - - - - - - - - - - - -
Presentación
•
•2.
El silencio" del cuerpo
11
en la época virreinal
•
MAYA RAMOS SMITH
Todos los deleites corporales te los documentos dedicados a normar y juzgar los lenguajes
son incentivos de vicios...
extraliterarios o no verbales que integraban el espectáculo:
Fray Juan de Mariana movimiento, gestualidad, danza y vestuario. En ellos se ob-
serva un esfuerzo constante por expurgarlos de su contenido
n el siglo XVI, una vez consumada la conquista, el tea~ erótico que, encamado en el cuerpo de comediantes, can-
+3+
U NIVERSIDAD DE MÉxICO
raba dos o tres horas, contra esa danza que no pasaba de tres
o cuatro minutos, ese pie que se asomaba fugazmente o esa
cadera que ondulaba por unos segundos...
La transgresión y la afrenta se magnificaban al pasar al
escenario. En 1589, un enemigo del teatro catalogaba así en
España a las mujeres de teatro:
En general, los censores se mostraron atentos, en todas za, "cundirá esta langosta en todo e! reyno, que se destruiya
las épocas, y reclamaron una vigilancia especial para to- e! cristianismo".
das aquellas características de la representación "que no El colmo de la transgresión ocurría, naturalmente, cuan-
se advierten al leer y sí al verlas representar". do ese cuerpo tan temido, vestido de manera llamativa y
La preocupación por el cuerpo se extendía, natural- lujosa, se ponía en movimiento, expresándose, sobre todo,
mente, al vestuario que lo cubre y al movimiento que en aquellos bailes populares en los que el indio, e! negro,
ejecuta pues, en opinión del censor y el mojigato, multi- e! mulato, e! mestizo, e! criollo y e! español habían puesto su
plicaban las posibilidades de pecar. El travestido se prohi- calidez, su picardía, su salero y su erotismo. El obispo de Pue-
bió, y todo vestido que descubría o ponía de relieve las bla Palafox y Mendoza hablaba de algunos bailes "impúdi-
formas femeninas era denunciado asiduamente. Pero el cos", pero no mencionaba sus nombres para no "manchar
teatro era una empresa comercial, cuyos productos habían con ellos el papel sobre el que escribo"; por su parte, en un
sido destinados por los monarcas españoles para diversas edicto contra ellos, el obispo de Oaxaca los consideraba,
obras pías, y las autoridades, conscientes de ello, aplica- en 1782, "indignos de nombrarse entre cristianos",
ban medidas y reglamentos, pero por lo general se hacían Durante la segunda mitad de! siglo XVIII y e! primer
de la vista gorda ante la constante lluvia de denuncias y cuarto del XIX, Iglesia e Inquisición libraron una encarni-
quejas. zada batalla contra la danza novohispana; prohibieron por
En 1803 un piadoso denunciante -por cierto, aboga- edictos inquisitoriales antiguas danzas de contenido religio-
do de la Real Audiencia- se nos pinta de cuerpo entero so como Voladores y Santiaguitos (1769), así como muchos
al describir e! efecto causado por las actrices de! Coliseo al bailes populares: e! Chuchumbé (1766), El animal (767),
aparecer travestidas: el]arabe gatuno (1801) y otros de salón como e! vals, prohi-
bido por edicto arzobispal en Durango en 1820,
mientras que bailables como e! Suán, el]arabe
o La cosecha fueron, al presentarse en el tea-
tro, objeto de acaloradas controversias.
Cuando los bailes populares subieron al
escenario y se convirtieron en parte medular
de la representación -tanto en los interme-
dios y "fines de fiesta" como dentro de la come-
dia-, las autoridades trataron de reglamentar
su ejecución: ordenaron que "al compás de los
instrumentos se hagan mudanzas honestas,
formando con ellas vistosas y agradables figu-
ras" y prohibieron "cualquier agregado que se
haya inventado como el que llaman cuchilla-
da, salto u otros movimientos provocativos"
(Reglamento Teatral de 1786).
bestidas las representantes del trage de hombre en un todo Sin embargo, en vano trataron los censores de eliminar
actuaron sus papeles, pero con qué espectacion del publi- tales danzas y las autoridades de reglamentarIas pues, a pesar
co, con qué curiosidad y con qué ... pero a donde voy, qUan- de la asistencia al teatro de censores, jueces de Teatro y al-
do ya se puede colegir la ruina que ocacionaria en los especta- caldes del Crimen, el discurso transgresor se expresaba por
dores, y aun en los que no concurrieron al Patio de Comedias medio de los cuerpos en libertad, ante los cuales los austeros
pero sí tuvieron noticia de esta fea e inmoderada accion, defensores de! orden se encontraban indefensos:
por no decir lujuriosa...
es factible pensar que, una vez revisados y expurgados los li-
No sólo mirar sino también oír hablar de la transgre- bretos, al iniciarse la función, poco o nada se pudiera hacer
sión constituía, para ese denunciante, una calamidad capaz contra la improvisación o la intención dada al texto, a la le-
de destruir el orden social pues, si no se atajaba con firme- tra de la canción o a los pasos del baile; menos aún contra el
UNIVERSIDAD DE MÉxICO
brillo de una mirada, el meneo de una falda ola ondulación de sion pecaminosa y detestable, por el escandalo que resulta
una cadera o de unos hombros. (Lamadrid, 1998.) asi en los buenos, prudentes yjuiciosos, como en los impru-
dentes y relaxados; ydiversion, por último, la mas culpable,
Similar destino corrieron los bailes de salón, pues en tanto por el daño de tercero, que resulta de sus gastos super-
ellos se condenaba igualmente la exhibición del cuerpo como fluos ycrecidos, como por las muchas ofensas a Dios Nuestro
atractivo principal de la fiesta de carácter profano. El sen- Señor, que de ellas se originan.
tir de los moralistas, tanto contra esos bailes como contra las
academias donde se enseñaba a personas de uno y otro sexo, Para el proyecto Fuentes y Documentos para las Artes
se hace patente en el anónimo Avisos métricos a las almas Escénicas Novohispanas, realizado en el Centro Nacional de
contraalgunos vicios comunes, compuesto "a devoción de los Investigación, Documentación e Información Teatral Ro-
Padres Misioneros de Pachuca" yeditado en Puebla en 1790: daifa Usigli (Citru) -al que ahora se une Cenidi-Danza-
por Tito Vasconcelos, Luis Armando Lamadrid yyo, hemos
En menuet y contradanza, recopilado más de trescientos expedientes relacionados
en seguidillas y juegos, con la censura a las artes escénicas y a la danza popular y
se ocasionan execrables de salón de la época virreinal, que pronto aparecerán en
retozos y manoceos... forma de antologías precedidas de ensayos introductorios
en los volúmenes Censura y teatro rwvohisparw ( 1539-1821)
Un acento más épico -a ratos apocalíptico-- se ob- YCensura y danza rwvohispana ( 1539-1821).
serva en otro opúsculo poblano: la reimpresión, hecha en Allí se ofrecerá al investigador y al lector moderno la
1793, de la Carta a una señora..., de fray Diego de Cádiz, oportunidad de realizar, a su vez, múltiples lecturas, así co-
uno de los mayores enemigos que el teatro tuvo en España. mo el reto de penetrar en diversos niveles, desde los rela-
A fines del siglo XVIII se observaba una mayor libertad tivos a lo que nos dicen los documentos y lo que podemos
de costumbres -considerada "relajamiento" por los mora- interpretar a la luz de los conocimientos de nuestra época,
listas-- que se ,expresaba principalmente en las nuevas hasta los referentes a aquello intangible que no podemos
mooas y los nuevos bailes. El bolero destacaba no sólo en sus reconstruir: los signos y códigos que, plenos de significado
múltiples variantes sobre el escenario, sino también en los sa- para los hombres de su época, son, en gran medida, indes-
lones. Yno precisamente en los de aquel populacho definido cifrables para nosotros....
como "de color quebrado", sino en los de la mejor sociedad,
contra los que fray Diego de Cádiz se expresaba así:
odo santo tiene una iconografía que surge de sus épo- Circo Chino de Pekín que de un estadio de futbol diera
.7.
U NIVERSIDAD DE MÉxICO
al delgado cuerpo de nuestro santo. Y ahí, creo, inicia la vez Hugo entra al área chica y anota. Una antología no
transformación. Hugo Sánchez se da cuenta de que para podría contener la gama de goles, los tantos movimientos
firmar con rúbrica exquisita varios sonetos de gol necesita de ese cuerpo, la chilena, la tijerilla, tantas y tantas formas de
la escritura del cuerpo. De su cuerpo. Cada músculo es un cabecitas al marco. Y anota. Una y otra vez anota. Se lleva
laboratorio de formas. Trabaja, se le ve evolucionar así, el primer Pichichi. Pero insisto, no hay compendio que los
con denuedo en la progresión. Tiene todo para ser un contenga, esos goles sólo caben en unas obras completas en-
ídolo mundial, y lo sabe. Fuerza, garra, coraje. Sólo le fal- cuadernadas en doce o trece tomos.
ta cuerpo. Horas yhoras de gimnasio, dieta especial, el hom- Pareciera que el cerebro en unos cuantos segundos lo-
bre se empieza a construir a sí mismo. grara mover los músculos exactos, tensar los tendones pre-
Es loable que un intelectual lea y asimile a cuanto autor cisos. Y prepara, apunta, fuego. No he mencionado los goles
vivo y muerto le permite el tiempo y la tradición. Es mara- a balón parado, los famosos madruguetes del mexicano
villoso ver cómo hace una voz propia con ellos, cómo se que regresaría a México con todos los trofeos que caben en
construye un espacio. Un atleta como Hugo pasa por las un hombre y, ah qué caray, con una mujer que fue miss Es-
mismas etapas. (A ningún mexicano le importa el título paña. El manito conquistó la península y regresó a una tierra
de dentista ni los anuncios de colgate.) Se trata de ver, de en la que no ha encontrado cabida aún. N i como comen-
captar como esponja lo que hace fuertes e invencibles a los tarista ni como autopromovido entrenador nacional. Sin
otros, asumir esa fuerza, hacerla y asimilarla en cada palmo embargo un homenaje como el que se le rindió no es gra-
del cuerpo. Escribir la heroicidad en unas piernas -las tuito. Hugo se despide. ¿Qué ha pasado con su cuerpo? De-
fotos no me dejarán mentir- que se han vuelto árboles de clara a los periodistas que no jugó para dejar a la selección
tule para iniciar la conquista del suelo español. Una y otra su camino libre. Todas las cámaras se accionaron frente
a ese cuerpo al que el descuido ha vuelto mal-
trecho. No se ha perdido totalmente, pero la
barriga se adivina descomunal bajo la camise-
ta de la selección que viste por última vez. Na-
die es profeta en su tierra, pero algo debiéramos
hacer para que nuestro mayor apóstol regrese a
la cancha como entrenador. Lo imagino adel-
gazado, enseñando los trucos que lo convirtie-
ron en el prestidigitador del gol, compartien-
do con los jóvenes los retazos de una gloria que
nunca será superada. Y, retomado al cuerpo
aquel, en cualquier entrenamiento lo imagi-
no acariciando el balón con el empeine, al-
zándose majestuoso del suelo, volando por el
aire para golpear un balón, dirigirlo a la por-
tería y colocarlo "ahí donde las arañas ponen
su nido".
¿Se lo imaginan? A nadie le queda mejor el
silbato de entrenador nacional, nadie podría
inyectarle a cada jugador mexicano más ánimo
guerrero. Si no es así, por lo menos me queda-
rán sus goles, todos sus goles. Parafraseando a
Roland Barthes, puedo decir que los goles de
Hugol (el epíteto del héroe homérico) son una
muerte; transforman la vida en un destino,
el recuerdo en un acto útil y la duración en un
tiempo dirigido y significativo.•
•8.
-
us siete años, María desea convertirse en bailarina. Su Lo que no sabían María y Juan, y mucho menos Emilio
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U NIVERSIDAD DE MÉxICO
A lo largo de su proceso de aprendizaje, María siempre actitudes cercanas a las del asceta, lo cual no impide que
escuchó afirmaciones de que era afortunada al ha,ber em- muchos intérpretes fumen al grado de confundirse con chi-
pezado su entrenamiento a tan temprana edad. meneas o tengan un estilo de vida más hedonista.
*** ***
Juan no pasó por un examen de ingreso. Al contrario de Lo cierto es que, sea cual fuere el estilo de vida del bailarín
la reacción de su familia, la escuela casi lo recibió con los bra- o la bailarina, tomar una clase de danza se convierte para
zos abiertos porque sólo había dos varones en un salón re- los iniciados en un acto ritual: es transfigurarse, retar las le-
pleto de muchachas. yes de la gravedad, buscar el elíxir de la eterna juventud,
La técnica de danza contemporánea "más antigua" inmolar la condición humana para liberar el espíritu, aun-
no llega aún al siglo de práctica. Pero Juan se dio cuenta de que puede llegar a ser para algunos un proceso doloroso, como
que no por ello es menos rigurosa. lo cuenta Isadora Duncan, en su autobiografía, respecto a
Aprendió los principios primigenios de la contracción Anna Pávlova, a quien veía tomar su clase diaria:
y el release. Tardó años en dominar su cuerpo para que el
motor del movimiento surgiera adecuadamente de la región Se diría que su cuerpo era de acero y elástico. Su hennoso ros-
pélvica y se irradiara hasta la punta de sus extremidades. tro tenía los rasgos severos de una mártir. No se detenía ni
Pero la fisiología le tendría preparada una realidad que no un momento.
fue de su agrado. En él, había finalizado el proceso natural Toda la tendencia de su entrenamiento consistía, al pare-
de calcificaciónenhuesos, cartílagos y tendones; ello, amén de cer, en separar del alma los movimientos del cuerpo. El alma,
su personal tono muscular, se convirtió en una terrible des- por el contrario, sólo padece cuando se le mantiene tan rigu-
ventaja. Así, no pudo "modelar" su cuerpo conforme al ideal rosamente separada del cuerpo por una disciplina muscular
establecido. Tampoco le fue posible alcanzar una punta per- de aquel género.
fecta o una abertura de ciento ochenta grados en su segunda
posición al piso. "Alargar" su región lumbar para tener la lí- El espíritu libérrimo de Isadora nunca estuvo de acuer-
nea correcta básica en cualquier postura fue su máximo lo- do en el rigor académico destipado a "educar" el cuerpo. Pero
gro. Todo esto lo motivó a fincar su carrera profesional en otros creadores consideran que ello es una condición in-
valores situados más allá de la perfección técnica. dispensable.
La coreógrafa Gloria Contreras opina que la técnica es
*** para la danza algo tan esencial como la gramática y la sin-
taxis lo son para la lengua: "Para escribir hay un lenguaje
María yJuan siempre supieron que en el verdadero camino que debe conocerse, saber su ortografía y gramática. No se
de la danza profesional siempre surgen peculiares espinas puede escribir un poema o una novela si no se tiene un co-
y piedras, no sólo por las torceduras, esguinces, desgarres nocimiento del lenguaje."
musculares o fracturas sufridos por la insuficiente prepa- Por su parte, la coreógrafa y maestra de danza contem-
ración del cuerpo para el ejercicio, por actos irreflexivos y poránea Rossana Filomarino tampoco considera que la téc-
aun por indicaciones de maestros poco capaces, sino tam- nica sea un lastre: "Yo creo más bien que es un elemento
bién porque el ambiente comPetitivo de la danza profesional esencial. Cuanto mejor preparado esté uno técnicamen-
y las modas y tendencias del gusto estético pueden propi- te, más posibilidades creativas tendrá."
ciar, en casos extremos, problemas de stress y desnutrición, Filomarino considera que el perfeccionamiento técni-
y, particularmente en ciertas mujeres, anorexia, bulimia, co debería ser una tarea fundamental y permanente para
dismenorrea (dolor en el periodo menstrual), amenorrea quien se dedica de lleno a la danza.
(ausencia de menstruación) y oligomenorrea (disminu-
ción en la frecuencia de la menstruación). ***
Sus respectivos maestros siempre les dijeron que la ver-
dadera danza era una actividad difícil y competitiva, suje- De todas las artes, la danza es la única en donde el creador
ta a los ideales de juventud y fuerza, y que llega a demandar no puede prescindir del cuerpo humano como esencia, pese
• 10 •
p
U NIVERSIDAD DE MÉxICO
• 11.
-Dos poemas
•
JULIAN PALLEY
• 12 •
-
Christian Morgenstern
así como los primeros pasos & the first steps as well
de la criatura humana ofhuman babies
esencial essential
para el rezo la acrobacia for prayer, acrobatics,
y la yoga yoga
• 13 •
indispensable indispensable
para fregar los pisos for scouring floors
plantar las semillas planting seeds
y escarbar las raíces digging beets
.14.
-
La expresión de la estética
corporal en el toreo
•
ENRIQUE GUARNER
• 15 •
UNIVERSIDAD DE MÉxICO
en movimiento, se aprecia fácilmente la función estética mínima impresión de crueldad. Para el hispánico no hay una
que debe haber formado parte principal de esa ceremonia. recreación del sadismo en la tortura del animal y vale la pena
Los historiadores romanos aseguran que el régulo Oris- recordar la frase de José Ortega y Gasset cuando afirmaba: "el
son expulsó a las tropas cartaginesas del centro de España único lugar en que la sangre escurriendo al brotar no pro-
hacia el Ebro y que para ello se valió de toros cuyos pitones duce repugnancia o miedo es en el morrillo de un toro".
portaban teas encendidas. Pronto esta astucia fue apren- La danza taurina comienza a perfeccionarse en el mo-
dida por Aníbal, quien la utilizó con inteligencia cuando mento en que un diestro utiliza su cuerpo como una forma de
invadió la península itálica. También sabemos, a través de los expresión. Psicológicamente, a partir de ese momento adver-
relatos de Plinio, que Julio César practicó algunas de las pri- timos el exhibicionismo de sus poses y todos los pasos del
mitivas suertes taurinas al invadir la Tesalia. desarrollo descritos por Sigmund Freud desde la infancia
A pesar de lo anterior, hemos de afirmar que el toreo, hasta la adolescencia: elementos orales en los desplantes o al
como lo conocemos hoy en día, no es otra cosa más que la morder el cuerno de un toro. La analidad queda demostrada
conjunción de los pueblos ibéricos para medir sus fuerzas en los pases por la espalda, que denotan el contacto del toro
frente al ganado bravo. Por ello, si seguimos adentrándonos con las nalgas del torero. Sin embargo, la mayoría de las suer-
en la historia, hallaremos a Rodrigo Díaz de Vivar, mejor tes se realizan de frente: el animal pasa a una ínfima distancia
conocido como el Cid Campeador, actuando en corridas. de los genitales, e incluso los espectadores se irritan cuando
Asimismo, sabemos que Isabel la Católica gozaba en los fes- el diestro no verifica los pases todo lo cerca posible de la bes-
tejos y las malas lenguas indican que también le gustaban tia. El lance final lo constituye la penetración del toro con
los toreros. En Valladolid, puede observarse, en un cua- la espada, portadora de una connotación fálica, puesto que
dro, a su nieto el Emperador Carlos V que, montado sobre el torero debe tirarse hacia lo alto del morrillo y no se acep-
un caballo, clava rejones a un cornúpeta. Esta situación no ta ninguna estocada que pueda quedar caída.
resulta extraña en un pueblo como el español, donde siem- El público asistente a las corridas no concurre como a
pre se ha compaginado la seriedad de las ceremonias reli- otras diversiones, porque participa colectivamente. Se pue-
giosas con el paganismo representado por las corridas de de incluso decir que se asemeja al coro de una tragedia grie-
toros. Aunque nadie sabe la fecha exacta, se puede preci- ga, que manifiesta a gritos su aprobación o rechazo de lo que
sar que a partir del siglo XIII los festejos se transforman en sucede en el ruedo. Por ello, el espectáculo taurino se con-
espectáculos públicos y que para realizarlos se cierran las vierte en un teatro vivo donde se responde al menor estí-
plazas de las ciudades, por lo que hasta la actualidad con- mulo. El aficionado siempre resulta expansivo y alegre, y
servamos la palabra plaza como una manera de designar los puede tomar partido. En México se cae en furibundos na-
cosos. Los ;lctores de la época son principalmente aristó- cionalismos y una lucha sin cuartel contra cualquier ex-
cratas, quienes desde sus equinos alancean a los astados. tranjero que pudiera derrotamos. Incluso se tiene la sen-
Esta costumbre ha continuado hasta el día de hoy con los sación de que el enemigo no es el animal, sino el torero que
rejoneadores. debiera ser compañero del connacional.
Sin embargo, por esta misma época, en las riberas del Desde el punto de vista psicoanalítico, en el drama
río Ebro alcanzan fama los "matatoros", a los que los mo- taurino hay dos hechos fundamentales: el salto del toro
narcas de Navarra pag~en forma espléndida por sus ser- hacia la arena sin saber lo que va a sucederle y la reacción
vicios. La tauromaquia moderna, o la lidia semejante a la del público al valorar de inmediato lo que llamamos trapío
que vemos hoy en día, no tiene una antigüedad superior a o musculatura del animal. En otras palabras, los espectado-
tres siglos. Los Borbones, que desatan en Francia la mayor res estudian al astado como si se tratara de un atleta, por;
revolución de la historia, engendran en la península Ibérica que se lo ha criado durante varios años con el exclusivo fin
el toreo a pie. A Felipe V le desagrada la participación de los de que participe en la ceremonia. Quienes hemos tenido
aristócratas en las corridas y decide que éstas sean exclu- oportunidad de verlo en el campo sabemos que su tranqui-
sivas del populacho. Es a partir de este momento cuando lidad sólo es aparente: pronto se revela su nerviosismo al
la estética se incorpora como base de los festejos taurinos y correr constantemente de un lugar a otro, huyendo del sol,
el público reconoce al artista que los protagoniza. de la lluvia o del viento. Inclusive lo definiríamos como un
Al contrario de lo que acontece en el mundo sajón, el animal autista que se comunica poco, pero que se prepara
martirio del toro por parte de los españoles no provoca la para un ataque final.
• 16 •
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U NIVERSIDAD DE MÉxICO
Cuando el toro salta a la arena sufre el primer engaño, nómico. Por ello la pobreza inicial de los diestros resulta un
pues se le permite corretear tras los capotes. Incluso pode- rasgo común, que nunca podemos dejar de tomar en cuen-
mos notar una diferencia en la salida del astado que alcan- ta. Algunos mencionan la palabra afición, que puede ser otro
za la edad debida o adulta y el novillo. El primero tiende a factor, pero nunca el único, puesto que a un buen número
vagar observando lo que acontece, mientras el segundo, que de los amantes de los festejos taurinos les basta la satisfac-
suele lidiarse en México, galopa sin cesar de un burladero ción de observar el espectáculo.
al otro. El inicio del ballet tiene lugar cuando el burel se en- En mi opinión resulta más importante la idea de la in-
frenta al matador, quien realiza las suertes de capa buscando conformidad ante el anonimato y del ensueño de adquirir
la primera sensación estética. El sufrimiento del animal se la fama, surgida de un yo miserable que rompe sus lazos con
inicia en el momento en que aparece el picador montado a una sociedad injusta, cerrada y llena de contrastes.
caballo, ante el cual se arranca a veces desde largo, sin tocar Con el paso del tiempo, los grandes toreros muestran
directamente al adversario, que se halla guarnecido e inmu- su forma original de interpretar las suertes y, aunque tengan
ne. El dolor lo ocasiona la lanza que se entierra en sus carnes sus cuerpos cosidos a cornadas, siguen sintiéndose super-
provocando una intensa rabia; es a esta ferocidad a la que hombres. Por ello, para Juan Belmonte "la emoción es lo
los aficionados taurinos llamamos bravura. Producto de este que debe traspasar el juego de la lidia". Para Rafael Gómez,
combate, el burel entra en un estado melancólico; es enton- El Gallo, en el momento de ejecutar alguna de sus grandes
ces cuando nuevamente es sometido al c~tigo, en esta oca- faenas sentía "que se le soltaban las lágrimas". Por último,
sión por el banderillero, que lo excita sin causarle un dolor José Gómez, loselito, nos habla de "una plenitud espiritual
intenso. Los actores de este tercio, aunque pueden ser segun- como un estado de posesión divina o diabólica que des-
dones, también se lucen realizando la suerte a cuerpo limpio. pierta una borrachera de entusiasmo". Esta emoción nun-
El desenlace de la tragedia comienza cuando el matador ca puede confundirse con el miedo ante el riesgo mortal y
brinda su actuación y oculta la espada bajo un corto trapo al por ello Luis Miguel Dominguín llegó a afirmar: "si éste no
que llamamos muleta. Así se inicia una nueva fase artística desaparece al salir el toro nunca se podrá torear".
o faena, la parte donde más se aprecia la estética del cuerpo Cuando mencionamos la palabra gracia dijimos de la
del torero, pues el tamaño de la muleta y el uso que se le da misma que constituía un elemento propio de la mujer y no
a ésta permiten apreciar su figura. Algunos cronistas han es extraño que en el toreo la utilicemos sin cesar, porque en el
descrito la presencia de dos líneas geométricas: una vertical, fondo el toro representa el elemento masculino con atribu-
representada por el diestro, y otra que consideraríamos tos fálicos, como sus pitones y su musculatura. En cambio, el
horizontal, trazada por el desplazamiento del toro en dis- torero se viste con ternos ajustados, con frecuencia claros,
tintos círculos. sus bordados se han cosido sobre la seda, sus medias son de
Un aspecto difícil de definir es la gracia del torero, la color rosa y sus zapatillas de bailarina. Las poses que adopta
cual confiere un atractivo especial a la lidia. Señalaré aquí son las propias de una mujer que danza alrededor del burel
que los críticos de danza emplean este vocablo para des- buscando su conquista en las embestidas. Incluso el desafío
cribir sobre todo el baile de la mujer, dado que en varones suele tener implicaciones eróticas, pues se seduce al ene-
predomina la agilidad y al atletismo cuando ejecutan sus migo para tener un triunfo estético y gozar con el mismo.
movimientos. El adjetivo gracioso en el arte de torear tie- La culminación no es otra más que el exterminio del ani-
ne una especial connotación, pues se invoca en relación mal, que podría representar al padre, como una solución de
con una danza tan peligrosa que a veces culmina con la la etapa edípica. Por ello las estocadas tienen que ser en lo
muerte de un ser humano. alto y lanzándose el diestro entre los pitones. Si esto sucede
Muchos nos hemos preguntado sobre el misterio de y el diestro sale ileso, se produce una escena apoteótica, en
que alguien se haga torero y la respuesta es una sola: la bús- que el público enardecido se entrega al victorioso.
queda de la omnipotencia. Aquel que se entrega al oficio Quisiera finalizar este artículo citando una frase de la
sabe de antemano que luchará en un círculo cerrado con obra de Sigmund Freud "Un recuerdo infantil de Leonar-
un enemigo de talla seis veces mayor que la propia y, a pesar do da Vinci", publicada en 1910: "todas las imágenes her-
de ello, rápido y ligero. Entre las razones que llevan a al- mafroditas de los dioses expresan la idea de que solamente
guien a hacerse matador se encuentra la rebeldía social, en la unión de lo masculino con lo femenino se produce la
que puede conducir al final al triunfo en lo social y lo eco- perfección divina".•
• 17 •
Procesos espontáneos y procesos
inducidos ~n el arte dancístico
•
ALBERTO OALLAL
obre todo, nos atrae, llegamos. a amar y nos sentimos discernir o adivinar inferir técnicamente sus aspectos sub-
• 18 •
pa
U NIVERSIDAD DE MÉxICO
México. y aunque en otras o las mismas situaciones his- significa que la danza se reproducía, se multiplicaba y se
tóricas y comunales sobrevienen narraciones lingüísticas, recreaba anteriormente como una herencia, geométrica
mitos, leyendas, formas literarias que en algo describen es- y coreográfica, como una noble, ilustrada y apreciada cos-
tas y otras danzas, el acto dancístico no aparece completo tumbre relativa a los ejercicios del cuerpo. Es obvio que
en nuestra conciencia ni podemos reproducirlo o proponer- las danzas específicas de cada lugar, de cada país, perdu-
lo para su recreación en la época actual porque la verdadera raban sólo por la repetición, por el establecimiento de
consistencia, el acaecer real de las danzas primigenias y una tradición dancística, por medio de la enseñanza direc-
muy antiguas ya se ha diluido en el espacio histórico de tal ta, por la observación y copia de pasos y por la aceptación
manera que de las danzas ancestrales sólo podemos invo- y la imitación tanto de los trazos coreográficos como de sus
car, si acaso, imágenes de sus respectivas naturalezas, sus cargas simbólicas y sus objetivos espirituales. Por ello aún
• 19 •
•
UNIVERSIDAD DE MÉxICO
pueden percibirse comunidades que arriban al estableci- trucción guerreras. Tal vez han resultado más fácilmente
miento de un código de escritura sin antes haber institucio- localizables y registrables ya que se trata de verdaderas ce-
nalizado sus prácticas dancísticas. Mediante la danza han remonias en las que cada comunidad trababa vínculos, de-
descubierto procesos de simbolización y de expresividad seados o no, con otras comunidades. Se danzaba como acto
colectiva muy importantes y significativos, idóneos para de invocación para iniciar o ganar una batalla. O también
unir o marcar su paso de una etapa cultural a otra. Casi siem- para acelerarla. ii Por tanto, al mismo tiempo que se inten-
pre estas danzas son colectivas -tal vez porque todavía taba sorprender, impresionar y hasta maravillar a la comuni-
resultan insuficientes nuestras metodologías para detectar dad beligerante, se buscaba también garantizar la interven-
danzas individuales prehistóricas y muy antiguas- y en ellas ción, en favor de los danzantes, de las fuerzas sobrenaturales
encontramos el origen mismo del arte coreográfico: pre- que habrían de salvaguardar la vida de lo integrantes de
concepción y ordenamiento mental, montaje, realización la comunidad. La enorme complej idad de los objetivos de es-
y registro de los trazos y movimientos dancísticos realizados te tipo de danzas y sus complicadas maniobras indican el
en un espacio determinado. enorme desarrollo de la energía ubjetiva que producía en
En estas danzas primigenias, espontáneas y colectivas, los participantes. Tal vez en la -poca actual un coreógrafo
también descubrimos los primeros encauzamientos de los avezado y profesional tendría dificultad para estructurar
impulsos dancísticos. Las danzas colectivas primigenias pue- una danza con tan variado y multif, rm demento pero
den ser expresiones de 10 erótico, lo carnal, verdaderas reu- sobre todo hallaría im ibl lurinar y organizar a toda
niones de excitación colectiva que, a la manera de los gran- una comunidad para tal ef, t .
des rebaños animales, desencadenan la experiencia humana Las danzas d e lebración re ultan la m s Ji ·tinguibles
con objetivos sociales inmediatos, casi instintivos: desfo- y lasque, a la larga, ale nzan un mayor influ n i en la evo-
gue, diversión, cumplimiento de ciclos biológicos, etcétera. lución de las danzas c 1 tiv . i una omunidad I graba
Aun tomando en consideración la idea de que el ser humano objetivo ocial , c nómi y ulturale. tendía a cons-
primitivo -o el niño- bailó por primera vez adjudi- truir una estructura tiv - ubj tiva 4ue 1 permitiera
cándole a sus danzas una carga simbólica,91a transformación incluir, en e paci para tI, cf, t ,ejer-
del impulso en estructuras rituales o en formas simbólicas cicios repre entaci n 1 li qu permiti ran la
no anula, de ninguna manera, la energía biológico-sexual participación de 1 má notabl y gu rrid< dirig ntes
del acontecimiento. El acto dancístico surge, de todas ma- ysacerdote . También tarían me l micmbr de la
neras, como resultante de una carga sexualizada. A la pos- comunidad que hubi ran int rv nid y I sta ad en los
tre será viable el descubrimiento del impulso, su control y logros. Mediante ejercici y trazo imbóli s e invocarían
la aplicación de normas, por así decirlo, razonadas o racio- fuerzas sobrenaturale que upu tamem hubie en apoya-
nales, para efectuar estas evoluciones de grupo. Es decir, do y dirigido la hazaña. Habría car d al gría, de regocijo,
aparecen reglas, recorridos y trazos que se volverán códigos de entusiasmo, por lo meno en ci rto m mento de la re-
aplicables a los movimientos y celebraciones de la comuni- construcción. La institucionalización d tas celebraciones
dad. Estas danzas pueden ser también acondicionamien- tiende, desde luego, a establecer calendario, ciclo y"pro-
tos espaciales para atraer a los animales y realizar así las gramas". En Las leyes Platón explica cómo e indispensa-
maniobras de la caza, situaciones y estructuras que, repeti- ble determinar qué himno se habrá de cantar al sacrificar
tivas y repetidas, desembocan en un corijunto de procedi- a los dioses, y con qué danzas habrá que honrar tal y cual
mientos registrados en la memoria colectiva. Son tinglados sacrificio. Esta regulación se confiará a algunos... 12
que se construyen para iniciar en los complicados secre- Una vez asentadas, estas danzas de celebración, al hacer-
tos, vericuetos y procedimientos de la caza a los miembros se cíclicas, se convirtieron en danzas conmemorativas que
más jóvenes de la tribu, lo cual las erige en las más antiguas a la vez repetían, registraban y narraban de nueva cuenta los
y operativas danzas didácticas y "tecnológicas". 10 ciclos superados. Son dartzas circulares por cíclicas y, sobre
De índole semejante, pero con una mayor carga mítica todo, astrales. 13 Por último mencionaremos las danzas agríco-
y mágica, serían las danzas de suscitación¡ actitud y recons-
.20.
p
U NIVERSIDAD DE MÉxICO
las, de invocación de lluvias y de cosechas. Los integrantes res no sólo por las enseñanzas que reciben sino también por
de la comunidad se reunían, al principio espontáneamente, su participación en los trabajos civiles y en los espectácu~
para enmarcar y medir el ciclo biológico y agrícola funda~ los sagrados. 15 Platón establece la instrucción, por ley, de
mental: el intervalo dentro del cual se prepara la simiente la danza como un requerimiento para el desarrollo adecuado
para la reproducción y la recolección de la cosecha y de los de la república. 16 Dentro del espectáculo mismo, los movi~
frutos. Tanto desde el punto de vista biológico como del mientas del coro van adquiriendo y expresando una sim~
agrícola estas danzas resultaban imprescindibles en el pro- bología tácita y el tipo de coreografías incorporadas a los es-
ceso de subjetivación y simbolización colectivo. Lógicamen- pectáculos acentuará al fin el manejo de los juegos y de las
te, se puede suponer que al principio fueron danzas de gru~ danzas de júbilo, energía social que debe ser constatada y
pos reducidos pero tan numerosas como tipos de cultivo se sancionada en forma controlada pero con métodos y siste-
iban incorporando a las habilidades del trabajo organizado mas establecidos. Así habrá de producirse, aun simbólica~
de las comunidades. mente, cierto grado de desfogue colectivo. 17
Con el advenimiento de las danzas sagradas (danzas La importancia del arte de la danza en la vida social se
específicamente montadas y presentadas para exaltar a los hace evidente. Aunque era observable en todas las comuni~
dioses o a la fuerzas del más allá) el arte de la danza se pro~ dades y pueblos de la Antigüedad, a partir del establecimien-
fesionaliza. 14 En primer término porque la separación y la to de los ejercicios sagrados y de su erección como espec-
utilización del espacio sagrado hace surgir plenamente al táculo social, las danzas ahora pasan a ser parte del conjunto
arte coreográfico: preparación, trazo racionalizado y erec~ de instituciones que cohesionan y salvaguardan al Estado~
cilÍn de estructura y espacio temporales específicos; pero nación. Gracias a las características mismas del ejercicio
también porque sobreviene la división social del trabajo dancístico, la organización y la presentación de los espec-
dancístico: danzarán los capacitados para hacerlo, los que táculos representan o, más bien, simbolizan la variedad de
se han preparado largamente para hacerlo, los que han sido los trabajos de la población y asimismo la obligatoriedad
ensei'lados por los sacerdotes y guerreros y que han perma~ del desempeño de las tareas civiles. Los espectáculos dancís~
neciJo viviendo en el ámbito sagrado. Los trazos coreográ~ ticos no sólo resguardan y muestran la cultura del cuerpo18
ficos y las evoluciones dancísticas responderán a necesidades de una comunidad sino también las jerarquías religiosas, los
rituales y míticas concretas. Las presentaciones comenza~ niveles del poder político que pesan sobre la comunidad y
d. n a rea lizarse en fechas fijas y en ciclos marcados, dentro las habilidades físicas de la población. Las competencias
de atmósferas y espacios montados ex profeso, adecuada- que habrán de realizarse entre los grupos de jóvenes para
mente previstos para que los espectadores conserven la aten- llevar a cabo las tareas dancísticas concentrarán los esfuer-
cilín y el respeto esperados. zos de los dirigentes de la comunidad por concebir y aplicar
El público se convertirá en grupo de espectadores, ex~ pruebas que los orienten adecuadamente; de esta manera
pectantes contempladores que, al permanecer en silencio, se establecen normas de capacitación de los más aptos fí-
cumplen también con los requerimientos rituales. Aquellas sica, intelectual y científicamente, para erigir estructuras
procesiones, ceremonias y desplazamientos participativos representativas del poder religioso y del gobierno.
desembocan en un espacio que se dedicará a efectuar un La organización de los ejercicios dancísticos sobrevive
espectáculo preconcebido, preparado, que se realizará bajo en las danzas folclóricas, campiranas y de imitación; son dan-
normas establecidas y ahora inmutables. Desde el punto zas contagiosas; representan una prolongación del proceso
de vista cultural, el espectáculo indicará la naturaleza y la de simbolización de los espacios. En efecto, el establecimien-
preeminencia del Estado-nación como operativa estruc~ to de reglas precisas para efectuar las danzas rituales había
tlIra social. Marca, asimismo, las relaciones con y entre los ya señalado con creces la separación de ámbitos: por una
feligreses ciudadanos. Establecerá de igual manera el naci~ parte, el espacio de los sacerdotes-dirigentes, representan-
miento de concentraciones y acontecimientos indispensa~ tes de la elite de especialistas y, por otra parte, el espacio de
bIes para el buen desenvolvimiento de la población. También
explicará la necesidad de incitar, de capacitar a los jóve~ 15 Alberto Dallal, "Incrustaciones. TIempo y persistencia mítica en
nes, los cuales han de convertirse en ciudadanos ejempla- la danza oaxaqueña de La pluma", en varios autores: TIempo y arte, p. 240.
16 Platón, op. cit., pp. 1392 y 1 393.
17 Curt Sachs, op. cit., pp. 243 y 244.
14 ¡bid., p. 222. 18 Alberto Dallal, C6nw acercarse... , pp. 21·24.
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UNIVERSIDAD DE MÉxICO
los feligreses o espectadores, aquellos que en principio per- convertida en espectáculo ritualizado, o bien en ritual es-
manecerán en la contemplación del rito y que sólo en su mo- pectacularizado, se halla bajo el amparo económico de un
mento serán llamados a incorporarse activamente, en la patrón, padrino o mayordomo que ofrece la suficiente sol-
parte final, al acto programado. Esta última parte significa vencia económica para la completa y feliz realización de
el rompimiento de ambos espacios para desatar, a veces, la este acto social. 20
orgía o la fiesta. Significa también que, dentro de los cáno- Las variadas formas de organización de las danzas co-
nes establecidos por el proceso de institucionalización, los munitarias se han desarrollado de manera paralela indistin-
sacerdotes y jefes permiten la noción de juego improvisa- tamente en las comunidade y culturas del mundo. Duran-
do, de espontaneidad fructífera y productiva. La sociedad te los siglos XVI y xvlllas repetitivas formas de organización
acepta e instala la fiesta y el juego. Sus integrantes pueden de las fiestas y celebracione de las cortes europeas esta-
vivir jugando, y jugando a juegos tales como son los sacrifi- blecieron la necesidad de acoge a un lo código que de-
cios, los cantos, las danzas, que nos harán capaces tanto de vino la técnica clásica. 21 La operatividad de tos ejercicios
conseguir el favor de los dioses como de rechazar los ataques preliminares de lo j6ven impu al mismo
de nuestros enemigos y de vencerlos en el combate. 19 tiempo la necesidad de apoyars n maestros que enseña-
La adquisición de significaciones, o sea la elección de ran las rutinas, que I
símbolos, impregna simultáneamente a los espacios, los en- bién que cuidaran de
seres utilizados, la utilización del tiempo-espacio y finalmen- Como ocurri6 n t
te la consecución de movimientos dueños de intensidades, ballet clásico urg, d . rroll y xp~nd m ~Iiante un pro-
que equivalen a movimientos acentuados o movimientos ceso de orden da y v riad tap: 1) rcal iza i n d ejer-
con carga simbólica. La programación y la división misma cicios dane( tic n p io' y tinglados sclc ionad y
de los espacios plantea la racionalización de tiempos, espa- arreglad (c mpu t );2) I nd'losjóv n ycua-
cios y movimientos. Representa la aparición cabal del arte dro más apt que pr viam n y (n la sufi i 'nr ante-
coreográfico pues éste no es otra cosa que el arreglo del tiem- laci6ncapacitarán u u m ianr> 'j i'j yc ig
po-espacio de acuerdo con determinados trazos (desplaza- ad hoc; 3) tabl cimient d di ñ . t mroral-cspaciales
mientos colectivos) y movimientos de los cuerpos huma- medido mediant m y ritmos mu ic I
nos en precisos instantes, en lapsos medidos, ya sea por medio leccionad d anteman ;4) garantf dIos f< t . Yr ulta-
de ritmos, ya sea por medio de música escogida ex profeso; dos visuale por m di d I man j d' la mbinaci n luz-
todo esto con la garantía que implica una experiencia vi- oscuridad; 5) salvaguarda, d ntr d la' ompo iciones
sual de espectadores que son, al mismo tiempo, posibles par- generales, de la e pontaneidad d n r ti ,ya ea través
ticipantes. de la ejecuci6n de m vimienr inr realadas,
Naturalmente, este arreglo de las actividades dancís- improvisadas, de lucimienr pe nal yc le tivo; ya sea ga-
ticas adquiere fisonomía propia según la cultura en que se rantizando un final de participación c I ctiva y efusiva o
realice. Las actividades dancísticas programadas devienen fin de fiesta; 6) inclusi6n, dentr de la rganizaci6n gene-
precisamente parte predominante de la cultura de una ral del evento, de la creatividad plástica de la confecci6n
comunidad cuando los preparativos y los ejercicios preli- y factura de enseres auxiliares; 7) asimismo, la clara interven-
minares quedan integrados a las rutinas específicas de la "dan- ción de los miembros de la comunidad como auxiliares del
za de la comunidad". Así, en las danzas indígenas de nues- espectáculo o como imprescindible conjunto de especta-
tro país, en las experiencias dancísticas, además de los trazos dores activos.
coreográficos (secretos que han pasado de una generación En cada uno de estos variados fen6menos dentro del
a la siguiente durante varios siglos), se halla incluida la con- establecimiento del evento dancístico, a la largo de la his-
fecci6n del vestuario, de los alimentos y de las bebidas que toria, es posible hallar un denominador común que nos in-
han de utilizarse y consumirse; asimismo, los jóvenes parti- dica la existencia de un proceso de institucionalización que
cipantes han sido seleccionados con suficiente antelación hoy con claridad podemos denominar creación o actividad
y han realizado ejercicios de preparación tanto físicos como
20 Alberto Dallal, "El estudio de la religiosidad en las danzas indfge-
espirituales. Finalmente, la práctica del arte de la danza,
nas", El aura del cuerpo, pp. 123-134.
21 Lincoln Kirstein, op. cit., pp. 156-158. Juan Jorge Noverre, op. cit.,
+22+
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U NIVERSIDAD DE MÉxICO
ello es siempre parte de sus elementos o ingredientes- él La necesidad de la experiencia artística queda eviden-
crea, fabrica o transforma su propio espectáculo: la obra ciada en estas acciones. Las manifestaciones artísticas y las
de arte. La maravillosa idea de inventar a sus dioses le per- experiencias del arte no sólo contienen la posibilidad de
mitió' en un principio, no sólo asignarle nombre a fenóme- la carga y la descarga subjetivas; el usuario, el consumidor
nos y ciclos de vida aun no comprendidos cabalmente por del arte puede arribar por sí mismo, ante la obra de arte, al
él; cada dios era asimismo la representación de funciones conocimiento de su realidad o de la realidad a secas. 24 Crea,
que él mismo podría desempeñar en la medida en que de- por así decirlo, su propio espectáculo. De ahí que la edu-
sarrollara sus facultades concretas. Estas funciones queda- cación artística no sea sólo un signo de "avance" cultural; es
ban representadas simbólicamente en las estructuras ri- también una necesidad comunitaria en la medida en que
tuales. 22 En la historia o biografía asignada a cada dios, a los integrantes de la sociedad entran en comunicación pero
sus cualidades y símbolos, podía registrar y discernir, con- también en vivencia y en conocimiento de otras realida-
templar los procesos de la naturaleza y sus relaciones con "lo des culturales, sociales e históricas. Y también en nuevos
humano", es decir su historia, sus modos de vida y las rela- procedimientos de interpretación. En suma: gracias a la
ciones entre ambos protagonistas. El hecho de "creer" en participación en la experiencia artística, se llega al conoci-
uno o varios dioses le permitía delegar en ellos las cargas de miento por otros medios. El artista, el creador, el ejecutante,
irracionalidad, de realidad no entendida que le salían al paso el organizador de las actividades artísticas tiene como fi-
de su vida individual y colectiva. En el proceso de esta asig- nalidad ofrecer y proponer obras y experiencias en las que
nación plural de nombres y de esta iniciación en la com- opere cierto grado de verosimilitud, en las que entren en
prensión de los fenómenos de la realidad y del mundo, el ser juego ciertas formas, ciertos elementos que "hagan creer"
humano penetró en las posibilidades del pensamiento abs- al espectador, al usuario, creador de sus propias estructuras
tracto. La generalización extrema de un solo asunto habría mentales y procedimientos subjetivos. De otra manera, de
de conducirlo a esa aprehensión de lo más general, de lo no existir medios o vehículos de accesibilidad, de verosi-
menos concreto, sencillamente de lo abstracto. O bien lo lle- militud, la obra o la experiencia no podrá tener impacto o
varía de la mano hacia el descubrimiento o la asignación de ejercer la influencia buscada o requerida. La forma o el con-
una característica única relativa a un sinnúmero de obje- junto de formas no llega a ofrecerse al mundo de las per-
tos. El fenómeno también dio pie y hasta la fecha se aseme- cepciones. 25 La obra de danza que se mantiene en la mente
ja al establecimiento del lenguaje discursivo, el cual utiliza del coreógrafo puede ser proyecto o hipótesis pero si no se
signos aplicables a todo lo concreto posible siempre y cuan- monta y exhibe no tendrá efectos en espectadores cómpli-
do cada objeto o fenómeno o persona pertenezca a la misma ces. Puede mantenerse como literatura o hipótesis de trabajo
especie. La palabra silla o la palabra madre pueden referirse pero no ha alcanzado a realizarse en las formas específicas
a todas las sillas o madres posibles y e~ el usuario de la pala- (movimientos significativos del cuerpo en el espacio) que
bra el que recrea en su mente una silla o una madre en par- requiere para hacerse real, para penetrar en la realidad. Sin
ticular. Dentro de la mente de cada individuo, las imáge- el montaje y la exhibición no se hará realidad la experien-
nes, y las formas artísticas, reales e inmediatas, desatan un cia dancística.
proceso semejante al de las palabras. 23 Como puede apre- Vivimos una época difícil en la que una muy rica sobre-
ciarse, sucesivas cargas de subjetividad han permitido que información ha querido sustituir a la experiencia artística
los seres humanos dominen sectores cada vez más amplios en la mente y en la conciencia de los espectadores, sin per-
y profundos de una realidad que ha trascendido lo con- catarse de que las materias primas, los vehículos que utiliza
creto, lo tangible, lo real para penetrar en ll;na realidad que esta acción informativa pueden por sí mismos convertirse
no se ve ni se toca, en una realidad virtual llena de objetos y en formas artísticas, novedosas por cierto. En otras ocasio-
actividades que a su vez posee cargas, intensidades, aspec- nes he denominado a este fenómeno "cultura sustitutiva".26
tos subjetivos e inmateriales que suscitan o prenden innu- Consiste en apartar al consumidor, al usuario, al espectador
merables procesos en la mente de sus observadores, de sus
contempladores y usuarios.
24 Alberto Dalla\, La danza en México. Segunda parte: épocas prehis-
pánica y colonial, pp. 46 y 47.
22 Susanne K. Langer, op. cit., pp. 156 y 157. 25 Susanne K. Langer, op. cit, pp. 128 y 129.
23 Ibid., p. 142. 26 Alberto Dallal, La danza en México. Segunda parte ... , pp. 13-16.
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UNIVERSIDAD DE MÉxICO
del contacto directo con la obra de arte y sustituir a este taria, la danza es un arte que posee sus prototipos o modelos
fenómeno con una información incapaz de propiciar el en cada grupo humano y para cada momento histórico.
arrebato, la creencia, el fenómeno verosímil, cargado de sub- Las danzas tradicionales y las danzas autóctonas tien-
jetividad, que propicia en el espectador-participante la den a repetir sus rutinas y ejercicios dancísticos; también
obra de arte real, contante y sonante. Esta información, sus formas dancísticas. Sus ejecutantes, jóvenes o viejos, se
indispensable para la reconstrucción histórica o para el hallan capacitados objetiva y subjetivamente para cum-
ejercicio de la crítica de arte, no es, sin embargo, la experien- plirlas. En realidad, son los únicos capacitados para reali-
cia artística directa y por tanto no desencadena los efectos zarlas. Sus acciones repetitivas tienen larga trayectoria y
que permiten el advenimiento de la sustancia estética. Si una enorme carga social; además, cada movimiento resul-
vemos la grabación televisual de una danza autóctona de ta un elemento de relación con el espacio cósmico. Para rea-
alguna comunidad indígena, tal vez podremos percatarnos lizar estos movimientos es indispensable hallarse prepara-
de la enorme carga religiosa que la danza contiene pero no do mentalmente pues los ejecutantes entran en contacto
podremos experimentar la cadena de significaciones sagra- con energías o fuerzas que no sólo cubren el espacio o tin-
das o cósmicas que la experiencia ritual posee puesto que glado de la danza sino que lo superan, lo rebasan. 28 La dan-
no estamos viviendo, entre otras cosas, el espacio real ni el za contemporánea, en cambio, busca la aplicación de una
espacio virtual que la danza desencadena. En el plano de inventiva coreográfica que permita la multiplicación y reno-
la literatura y la poesía ocurre un fenómeno semejante: po- vación de las formas, de los ofrecimientos en cada programa
demos saber de oídas o por lecturas adicionales la enorme y función en el espacio escénico. Azuza al espectador para
riqueza del contenido del Quijote o del poema "Los amoro- que sus cargas o descargas subjetivas resulten variadas, mul-
sos" de Jaime Sabines. Sin embargo, no podemos sustituir tiformes, expansivas. Le han asignado al bailarín un papel
las experiencias subjetivas que desatará o estructurará la lec- recreativo en el que, desempeñándose como prototipo, mues-
tura directa de estas obras puesto que lingüísticamente am- tre sus aptitudes y su versatilidad y pueda pasar de recreador
bas se hallan elaboradas de tal forma que nos hacen des- a creador;29 es decir, que al apoderarse literalmente del tra-
plazamos hacia una realidad virtual o una realidad-otra que zo coreográfico, de las evoluciones asignadas a su cuerpo,
expande nuestros sentidos, nuestras emociones, nuestros haga suyo el papel de tal manera que lo convierta, ante el
pensamientos más allá del mero entendimiento o compren- público, en una creación propia. La carga subjetiva que pue-
sión de la trama o de la historia o de las imágenes apresa- den mostrar los bailarines en la danza contemporánea rebasa
das lingüísticamente. en ocasiones la simbolización y aun la representación pues el
El asentamiento histórico de los ejercicios dancísticos, ejecutante tiene la oportunidad de dominar el espacio, de
los procesos de institucionalización de cada uno, indican el buscar y lograr los nexos orgánicos que permitan que el es-
advenimiento de los géneros. Los géneros dancísticos no son pectador perciba, sienta la liga orgánica con el bailarín y la
otra cosa que lenguajes dancísticos asentados históricamen- trascienda. Coreógrafo y bailarines, de esta manera, promue-
te. Cada lenguaje dancístico posee objetivos definidos dentro ven una especie de diálogo de organismos, de instintos, de
de las comunidades o las culturas que le dan vida, y la codifi- naturalezas, de pensamientos, de culturas del cuerpo. La ex-
cación de los ejercicios de capacitación de los bailarines (las periencia dancística deviene así experiencia insustituible
técnicas) no surgen por casualidad sino que son resultado de y única. Por ello se aduce que la danza contemporánea ha
la operatividad, de la funcionalidad de sus rutinas. Las téc- trascendido la relación o el relato de anécdotas o sucedi-
nicas son los procedimientos de capacitación codificados. dos y ha penetrado en el mundo de las imágenes: cuerpos,
Llenan los requisitos de preparación de comunidades de luces, espacio y ritmos (música) producen imágenes que en el
practicantes o de bailarines específicas. 27 Ycuando hablamos espectador perduran como sensaciones ycomo conocimien-
de bailarines nos referimos a ejecutantes concretos que cum- to. La sucesión de imágenes en el escenario nos permite a
plen con los papeles que impone la naturaleza de la danza los espectadores de los umbrales del siglo XXI percatarnos
real, concreta de cada comunidad. Como acción comuni- de y asimilar todo un conjunto de formas que pertenece a
nuestro universo cotidiano y que suscita en nuestra men-
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U NIVERSIDAD DE MÉxICO
te una serie de pensamientos que corresponde a nuestra tos provenientes de otros ámbitos sociales y de otras nacio-
época y no a otra.30 Ocurre, pues; una experiencia cultural nes o regiones geográficas.
única e irrepetible. Las variadas técnicas dancísticas desarrolladas simultá-
En el surgimiento de la danza urbana popular también neamente por los géneros clásico, moderno y contempo-
podemos darnos cuenta de la enorme riqueza de formas y ráneo han permitido también las búsquedas simultáneas y
de manipulación de ele~entos y estructuras que ha acumu- al fin los logros de sus coreógrafos. Se ha ampliado notable-
lado el arte de la danza a través del tiempo. Los que denomi- mente la que podríamos llamar gramática de cada lenguaje
namos ritmos populares -por hallarse vinculados ciertos dancístico. Incluso podríamos afirmar que la inventiva de
movimientos de los cuerpos a específicos ritmos musica- cada coreógrafo se ha visto desafiada, desarrollada y recono-
les-- son trazos y movimientos surgidos espontáneamente cida de acuerdo con sus aptitudes para evitar las repeticiones
de la vena popular en comunidades poseedoras de una cul- gramaticales, las formas, los estilos. La expresividad coreo-
tura del cuerpo determinada, en la cual interviene la confi- gráfica tiende a medirse ahora según la originalidad de los
guración ósea y fisiológica, las rutinas alimentarias, los rit- trazos y movimientos que cada coreógrafo pueda inducir en
mos y la música que anteceden y en boga, los deportes que los bailarines, según las aptitudes de asimilación e interpre-
se frecuentan, etcétera. Resulta de gran importancia la tra- tación adquiridas por ellos. Algunos casos de la danza con-
dición dancística popular puesto que en los ritmos que an- temporánea indican cómo, en qué grado se intenta y se logra
teceden a cada danza hay elementos objetivos y subjetivos incorporar el cúmulo de movimientos comunes, cotidia-
que le son caros a la comunidad, estructuras materiales e in- nos, o bien actitudes y evolucion ,s ya '~rogramadas, como
materiales que ya son parte de su cultura, incluso de su "ma- movimientos deportivos o militare~ r ·I.:l'tas obras de fac-
nera de ser" .31 Aunque los tiempos que corren han acelera- tura contemporánea se ha buscad, reproducción de
do el proceso de globalización de los ritmos, existen y tienen movimientos antiguos o de actitudl ·jale primitivas o
gran importancia las búsquedas formales y estructurales primigenias. Por otra parte, la sobreinformación acerca de
dentro de las tradiciones propias, ya que en ellas hay ele- los códigos, de las técnicas ha inclinado a los espectadores a
mentos de expresividad s{Jficientes para recrear rutinas y ser más exigentes en lo que a originalidad coreográfica se
efercicios, para establecer y desarrollar las experiencias dan- refiere. Si en una coreografía hay evidencias de movimien-
císticas de cada grupo humano y de cada comunidad. En las tos codificados (técnica clásica, técnica Graham, técnica
piezas de danza urbana popular que van surgiendo paulati- Limón, etcétera) entonces los ejecutantes deben ser sus im-
namente cuentan considerablemente 1) la capacidad de pecables dominadores y casi alcanzar el virtuosismo; de otra
abstracción que las formas 'dancísticas dé ese lugar permi- manera, el público considerará que los trazos y movimien-
ten y producen y 2) las proezas y los desafíos físicos surgi- tos llegan a ser repetitivos, poco originales y las interpreta-
dos en el momento. Ambos elementos o niveles de acción ciones deficientes. Esta situación, tanto de la danza popu-
indican la energía y la inventiva de los jóvenes de la comu- lar urbana como de la danza contemporánea, representa
nidad, principalmente, puesto que son estos núcleos los un gran desafío para los nuevos coreógrafos, toda vez que los
que van a servir de modelo para sectores y estratos más am- públicos desean ver reflejados en los ritmos, las coreogra-
plios de la población.32 Aun así, podemos percatarnos de que fías y las ejecuciones, los temas, los problemas y las imáge-
los grupos y clases sociales tienden todavía a crear sus propias nes que llenan sus cabezas, sus conciencias, sus situaciones,
danzas puesto que la cultura del cuerpo resulta diferente para sus circunstancias estéticas, históricas y sociales.
diversas comunidades en el mundo. En algun~s sectores de En sentido estricto, ningún género dancístico, ninguna
la población mundial pueden percibirse recato o respeto modalidad ni estilo del arte de la danza carece de técnica.
por las formas de acción dancística tradicionales, mientras En las actividades dancísticas la técnica es el conjunto de
que en otras existe mayor flexibilidad para la invención procedimientos que ha resultado eficiente y ha sido pro-
de formas nuevas, o bien para la asimilación de movimien- bado por la experiencia para capacitar a un grupo de baila-
rines en un lenguaje dancístico específico. Son los ejerci-
30 Alberto Dallal, "Literalidad, simbolismo y abstracción en la dan- cios y rutinas con los que se capacita al bailarín. Se trata
za", en El aura del cuerpo, pp. 13-16. J.
de un corpus o sistema de secuencias físicas que van funda-
31 Alberto Dallal, "Inventiva y recreación en la danza mexicana", en
El aura del cuerpo, pp. 111-113. mentando la estructura del cuerpo hasta hacerlo flexible
32 Alberto Dallal, "A bailar se ha dicho", en EIauradelcue¡p:¡, pp. 115-117. y adaptable para efectuar los movimientos que cada len-
.26 •
p
UNIVERSIDAD DE MÉxICO
• 27.
•
El cuerpo en la sociedad
pancapitalista: entre la perfección
del ci&org y la eugenesia
•
NAIEF YEHYA
El ejército de los trabajadores infatigables novedad de los artefactos tecnológicos. Parecería que en
vez de utilizar la tecnología, estas personas están siendo uti-
Cientos de miles de hombres y mujeres recorren hoy en día lizadas mediante ella. En cierta forma se han transformado
el mundo equipados con poderosas laptops, teléfonos celu- en cibargs o bien organismos cibernéticos que fusionan una
lares, bipers, agendas electrónicas y hasta geoposicionado- parte biológica (el cuerpo) con una serie de accesorios tec-
res orbitales, entre otros vistosos y versátiles dispositivos nológicos. Este modelo de máquina de carne ha sido deno-
electrónicos. Algunos de estos afortunados viajeros son re- minado como ciborg de segundo orden, un ser que tiene
presentantes de grandes corporaciones, otros son emplea- una infraestructura orgánica equipada con sistemas tecno-
dos de empresas medianas y pequeñas con cierta libertad lógicos integrados pero removibles. Siguiendo está lógica
económica y unos más trabajan por su cuenta, pero todos el ciborg de primer orden sería una entidad que tuviera una
forman parte de una nueva clase ejecutiva internacional, plataforma orgánica totalmente integrada a una superes-
la cual Arthur Kroker y Michael A. Weinstein denomi- tructura tecnológica. Este último híbrido ha poblado de-
nan la clase virtual. 1 Son miembros de una elite de la era de cenas de películas, novelas y cómics de ciencia ficción, y
la información que sabe cómo manejar las herramientas aunque todavía está lejos de existir en el mundo real es un
tecnológicas que están invadiendo todos los ámbitos de la protagonista importante en la especulación tecnocientífica
cultura en el umbral del siglo XXI: las computadoras y los sis- y se ha erigido en la inspiración de muchas corporaciones
temas de comunicación, que en teoría hacen más eficiente civiles y militares que están diseñando nuestro futuro.
casi cualquier trabajo intelectual. Pero en general dominar Lejos de rechazar a la tecnología en general o de tratar
estas máquinas no los hace más libres. Gracias a sus herra- de culpar a la ciencia por nuestras tragedias, este texto trata
mientas de trabajo, casi todos estos ejecutivos se han trans- tan sólo de presentar una perspectiva de la relación entre el
formado en sucursales en movimiento que pueden trabajar cuerpo y la tecnología en el contexto del pancapitalismo
las 24 horas de los siete días de la semana y ser "activadas" voraz que es el modelo económico dominante y práctica-
de manera remota en cualquier parte del mundo durante mente sin competencia en el planeta. N o es el objetivo de
los 365 días del año. Estos trabajadores son en cierta forma este ensayo extenderse en las características de este sistema,
el modelo del empleado del futuro, personas autónomas, pero sí es importante señalar que la tecnología no es un fenó-
inteligentes, con amplia disposición para sacrificar su indi- meno neutral ni está fuera de control ni es autónomo como
vidualidad y tiempo libre a cambio de mantener su status suelen manifestarlo algunos tecnoentusiastas. Podemos ar-
y en ocasiones debido a la fascinación que les provoca la gumentar que el método científico por definición no tiene
ideología pero tal no es el caso de quienes dirigen los institu-
1 Arthur Kroker y Michael A. Weinstein, DIJU1 Trash: the Theory ofthe tos, laboratorios y corporaciones científicas. Por lo tanto la
Virtual Class, Saint Martin Press, Nueva York, 1994. orientación y los objetivos de investigación reflejan los de-
.28 •
U NIVERSIDAD DE MÉxICO
seos, necesidades e intereses de esa elite tecnoburocrática siendo nosotros? Quizás la única forma de responder estas
que constituye una parte fundamental de la estructura pan- preguntas sea experimentando en carne propia la gradual
capitalista internacional, la cual a su vez es una compleja red desintegración del cuerpo. Pero de llevar a cabo esto hasta
de intereses privados y públicos que compiten, colaboran y sus últimas consecuencias difícilmente podremos saber si las
depredan persiguiendo la maximización de las utilidades. respuestas que encontremos corresponden a las preguntas
originales. ¿Cómo sabremos que seguimos siendo los mis-
mos, si nuestros parámetros sensoriales habrán cambiado
¿Quién es el ciborg? de manera definitiva y radical?
El ciborg es un producto de la era de la guerra fría que se
Desde hace siglos el hombre utiliza una variedad de dispo- ha vuelto el representante de los deseos y fantasías "pos-
sitivos, extensiones y prótesis tecnológicas del cuerpo, des- modernos". El ciborg, como ciertos héroes de historieta, es
de artefactos pasivos (como ropa o zapatos) y dispositivos en general un personaje fantástico que ha perdido parte de
removibles que sirven para registrar datos (termómetros, re- su "humanidad" a cambio de obtener poderes sobrehuma-
lojes y otros sensores) hasta aparatos destinados a reparar nos (a veces de manera voluntaria pero la mayoría de las
alguna función biológica deficiente o compensar mediana- veces tras una catástrofe). Algunos de estos seres utilizan
mente una carencia del cuerpo (lentes, extremidades arti- sus atributos especiales para defender a la justicia (o una
ficiales, auxiliares auditivos, articulaciones metálicas y mar- idea simplista y maniquea de ella) y otros más los emplean
capasos, entre otros). El progreso de estos aparatos se juzga para cometer crímenes. Pero en todos lo casos son seres que
de acuerdo con su capacidad de integrarse al organismo, de han logrado superar lo que percibimos como las limitaciones
volverse invisibles y de imitar el funcionamiento de aque- emocionales y corporales de los meros mortales. Los poderes
llo que reemplazan con la mayor fluidez posible. Año con sobrenaturales del ciborg constituyen una fantasía de om-
año cientos de miles de personas reciben algún tipo de im- nipotencia infantil. Como apuntan Kevin Robins y Les Le-
plante artificial. Podríamos decir que en un sentido muy vidow, 2 imaginamos como ciborgs es una estrategia para
amplio estos individuos se han convertido en ciborgs al negar nuestra dependencia de la naturaleza, de nuestra pro-
incorporar dispositivos tecnológicos a su organismo. Pero pia especie y del "caos sangriento" de la materia orgánica.
en realidad estos aparatos no han sido diseñados para ex- Otra forma de entender al ciborg es la que propone
tender las capacidades del cuerpo humano más allá de lo Donna Haraway,3 quien lo define como una imagen que
considerado normal, es decir que desde las piernas de palo condensa elementos de la imaginación y de la realidad ma-
hasta los implantes destinados a controlar la incontinencia terial y que es capaz de determinar toda posibilidad de trans-
tratan de conformar al cuerpo para que cumpla en la mejor formación histórica. El ciborg es el hijo pródigo del capita-
medida posible con los estándares de lo que se considera lismo patriarcal occidental y la carrera armamentista. No
socialmente aceptable. Su función es mejorar el nivel de obstante el ciborg no es un ser respetuoso de su herencia,
vida del individuo al tratar de "regresarlo" a su condición óp- no sueña con pertenecer a una comunidad, no tiene deseos
tima y al ayudarlo a reintegrarse a la sociedad. Quizás los úni- edípicos, así como tampoco distingue entre los ámbitos per-
cos implantes que tienen la función de "mejorar" los atribu- sonal y privado. La autora feminista de Primate Visions con-
tos originales del cuerpo son aquellos meramente cosméticos sidera que para bien o para mal todos somos de una u otra
(como las bolsas de solución salina que se usan para aumen- manera ciborgs, criaturas que habrán de poblar un mundo
tar el volumen de los senos) y que tienen por único obje- posgenérico y posracial. Haraway escribe:
tivo hacer que la persona se asemeje más a los modelos de
belleza de mayor éxito. Desde una perspectiva el mundo ciborg es la imposición final
La posibilidad de reemplazar partes de nosotros por de una red de control en el planeta, es la abstracción final que
aparatos manufacturados nos hace planteamos una serie
de preguntas. ¿En qué parte del cuerpo reside nuestra iden-
2 Kevin Robins y Les Levidow, "Soldier, Cyborg, Citizen", enJames Brook
tidad? ¿De qué porcentaje del cuerpo podemos desprender-
e ¡ain A. Boal (eds.), Resisting tite Virtual Ufe, The Culture and Politics of
nos sin dejar de ser lo qué somos? ¿Hay órganos que valen lnfarmation, City Lights Books, San Francisco, 1995.
más que otros? ¿Si logramos instalar nuestra mente en un 3 DonnaJ. Haraway, Simians, Cyborg, and Women, che Reinvention of
"en'v'ase" más robusto y duradero, el resultado seguiremos Nature, Routledge, Nueva York, 1991.
• 29 •
U NIVERSIDAD DE MÉxICO
ciudades, las fábricas y otras creaciones de la cultura, pue- 7 Así como las partes físicas de la computadora se denominan hard-
de (y hasta cierto punto debe) ser reconfigurado, perfec- ware y los programas se conocen como software, denominamos wetware a
aquellos dispositivos orgánicos de procesamiento de información como
cionado y dirigido para que cumpla con las normas y los
pueden ser el cerebro y los biochips.
valores imperantes. 8 Critical Art Ensemble, "Posthuman Development in the Age of
Pancapitalism", en Flesh Machine Cyborgs, Designer Babies, and the New
4 El sistema de defensa antinuclear que resultó ser un fiasco reagania- Eugenic Consciousness, Autonomedia, Brooklyn, N .Y., 1998 [http://www.
no destinado únicamente a asustar y desmoralizar a los soviéticos. autonomedia.org].
• 30.
U NIVERSIDAD DE MÉxICO
a las tecnologías que permitirán en un futuro no muy dis- sos medios sociales, económicos e intelectuales hablando
tante que los soldados lleven implantados chips que man- con entusiasmo del inminente desarrollo de dispositivos co-
tendrán a sus comandos al tanto de su posición y condición, mo el intemet-intercraneal, que nos permitiría estar conec-
asimismo se hacen experimentos con sistemas de visión tados en línea permanentemente sin necesidad de tener
nocturna que podrán ser incorporados a los ojos de manera una computadora a la mano. Paradój icamente, estas mis-
quirúrgica. Los laboratorios militares se han mostrado muy mas personas en muchas ocasiones tienen reservas y te-
interesados en el desarrollo de la nanotecnología, que es el mores acerca de las nuevas tecnologías y del impacto que
campo dedicado a la creación de máquinas de tamaño mo- tendrán éstas en sus trabajos y vidas. Para aprovechar estos
lecular que podrán a su vez moldear a otras moléculas para sentimientos contradictorios las corporaciones han lan-
fabricar una gran variedad de cosas. De concretarse las pro- zado dos estrategias distintas para atraer al público en gene-
mesas de esta tecnología, pronto será posible fabricar en- ral a las tecnologías de la información y a la ciborgización.
granes y otras piezas del tamaño de unos cuantos átomos y Por una parte está la promesa de que la computadora y
elaborar máquinas capaces de autorreplicarse para construir demás sistemas de comunicación abren las puertas a uni-
cosas de mayor tamaño (desde una manzana hasta un avión) versos de conocimiento (donde aparte de sabiduría se pue-
al conformar molécula por molécula. Entre otros muchos den encontrar soluciones prácticas para cualquier tipo de
usos, millones de estos nanorobots podrían inyectarse en problema) y entretenimiento (especialmente del tipo in-
el torrente sanguíneo de los soldados para protegerlos de teractivo), además de que se ofrece el acceso a un podero-
armas biológicas, químicas y hasta radiactivas. Gracias a so foro donde uno se puede expresar con toda libertad al
estas y otras tecnologías, el soldado no solamente amenaza respecto de cualquier tema. A su vez, uno de los atracti-
con volverse el primer ciborg de primer orden realmente vos más importantes del mundo virtual es el ofrecimien-
existente, sino que también es un modelo de cómo el cuerpo to de una nueva sexualidad más satisfactoria, intensa y
puede ser mejorado para cumplir con tareas específicas. Así segura. Como sabemos, desde la invención de la impren-
como el ejército puede necesitar mejores francotiradores o ta la representación de la sexualidad ha sido un importante
soldados especialmente resistentes a los cambios bruscos de motor del consumo y la invención tecnológica. Por otra
clima, otras instituciones pueden requerir de personas "me- parte se amenaza, de manera bastante brutal, a quienes no
joradas" que puedan servir más eficientemente a sus estra- pueden y a los que rechazan aprender a usar las tecnolo-
tegias comerciales y las condiciones de su mercado. gías digitales de cómputo y comunicación, con la afirmación
Ahora bien, al soldado se le da todo el equipo que re- de que sus días están contados y que las nuevas genera-
quiere para llevar a cabo su labor y volverse un ciborg. ciones pasarán encima de ellos. Esta estrategia de conven-
Algo semejante sucede con los empleados de grandes cimiento y conversión dual recuerda la manera en que la
corporaciones que reciben de sus patrones computado- iglesia católica conquistaba creyentes para la fe emplean-
ras portátiles, teléfonos celulares y demás accesorios. En do tanto la palabra (la promesa del Paraíso y la salvación)
cambio el civil común y corriente que tiene que comprar como la espada. Curiosamente, las campañas propagan-
con su propio dinero sus accesorios tecnológicos es uno dísticas han tenido tanto éxito que han seducido tanto a
de los objetivos más preciados de las empresas que fabri- los tecnófilos, que creen ver finalmente materializado su
can y venden este tipo de equipo y que moldean nuestra sueño de hacerse uno con las máquinas, como a muchos
visión del mundo de acuerdo con sus productos. El di- jóvenes inadaptados que tratan de usar las nuevas tecno-
nero de estos consumidores va a financiar en buena medi- logías para subvertir el sistema. El rango de fantasías y
da más investigación y desarrollo de nuevas tecnologías mitos que evoca la máquina de pensar y las tecnologías de
y su utilización en la compra de éstas es un indicador veraz comunicación es tan amplio que puede ilusionar tanto
de la manera en que la gente asimila la cultura digital. Las al anarquista más radical como al más severo de los agen-
mismas empresas que se han lanzado en una vertiginosa tes de la represión. Como apuntan los miembros del Cri-
carrera tecnológica se han dedicado desde hace algunos tical Art Ensemble: "Esta combinación de mito y hard-
años a promocionar lo deseable que es volverse ciborg. ware establece los cimientos del mundo posthumano del
Aunque esta campaña ha estado dirigida mayormente a ciborg."g
las dases medias y acomodadas, con cierta educación uni-
versitaria o técnica, no es raro escuchar a gente de diver- 9 Critical Art Ensemble, op. cit., p. 8.
• 31 •
UNIVERSIDAD DE MÉxICO
Neodarwinismo 'Y eliminación de los indeseables Al aplicar la idea de "la supervivencia del más apto"
las clases poderosas no se refieren a un concepto evolucio-
Kathleen Woodward escribe nista sino a una estrategia ideológica. La dinámica de la
cultura, a diferencia de la naturaleza, no funciona de mane-
Si entendemos la revolución agrícola en términos de la ex- ra accidental ni ciega sino que está estructurada por otros
tensión del brazo por la herramienta y la revolución indus- factores, en particular la distribución del poder. El hom-
trial en términos del incremento del poder y la destreza del bre no ha evolucionado prácticamente en nada en lo que
cuerpo humano al unirlo a máquinas complejas, entonces concierne a lo biológico en los últimos diez mil años, por lo
lo que sigue sería que la revolución postindustrial se define tanto es absurdo pensar que la evolución haya jugado algún
en términos de la extensión de nuestra mente por las tecno- papel considerable en los doscientos años que han pasado
logías de la información. 10 desde la Revolución industrial. Los experimentos euge-
nésicos de esta primera oleada, que tuvieron lugar y flore-
Pero una cosa es mejorar la manera en que hacemos al- cieron en numerosos estados industrializados, consistían
gunas tareas mentales y otra muy distinta es lo que afirman fundamentalmente en las esterilizaciones obligatorias, la
algunos profetas del pancapitalismo y otros tecnoentu- reproducción selectiva y la institucionalización del ase-
siastas, quienes nos quieren hacer creer que el hombre no sinato. Estas prácticas fueron suprimidas casi en su totali-
ha evolucionado únicamente en lo cultural, sino también en dad tras la derrota de los nazis. En buena medida como una
lo biológico. Esta supuesta evolución del humano a post- forma de distanciarse de las políticas inhumanas de ese ré-
humano no tiene nada de biológica, en el sentido de que no gimen. Pero la fascinación con la eugenesia nunca desa-
es el resultado de fenómenos aleatorios ni de contingen- pareció del todo y no es una exageración asegurar que hay
cias ambientales, sino que es un proceso orientado por las indicaciones en la cultura contemporánea de que esta fi-
ficciones hollywoodenses y dirigido a responder a los inte- losofía reposa en animación suspendida, esperando que las
reses de la sociedad pancapitalista, la cual cree en esa malo- condiciones sean las adecuadas para volver a saltar en esce-
grada colecciónde ideas y prejuicios que han dado en llamar- na. Ejemplos de esto son, por una parte, la mencionada
se darwinismo social y que consiste en adaptar y aplicar las campaña que trata de convencer a grandes sectores de la
reglas de la evolución de la naturaleza a la cultura. población que se han quedado atrás en la carrera tecnoló-
Desde el siglo XlX han aparecido varias filosofías e ideas gica de que resultan obsoletos en la nueva era cibernética
seudocientíficas que han trátado de justificar prácticas se- y, por otra parte, la reaparición de guerras de purificación
~cionistas, genocidas y eugenésicas. Thomas Malthus racial en diversos lugares del mundo.
por su parte argumentó que la mano de Dios se encargaría "La eugenesia es el complemento perfecto del impera-
de eliminar el excedente humano a través de hambrunas, tivo político económico capitalista de control autoritario
epidemias y catástrofes naturales. Sin intervención humana a través del incremento racionalizador de la cultura", escri-
la naturaleza haría el trabajo de purgar y liberar a la huma- ben los autores anónimos del Critical Art Ensemble. 11 Es de
nidad de sus especímenes "no aptos". Estas ideas fueron esperar que cuando llegue la segunda oleada eugenésica se
complementadas por el positivista británico, Herbert Spen- desarrollarán nuevas técnicas que seguramente se aplica-
cer, quien creía que los más fuertes y aptos eran elegidos rán de manera distinta. También es previsible que en vez de
naturalmente por el ámbito social. Spencer preparó la que los gobiernos impongan políticas eugenésicas se le darán
disposición ideológica para que se aplicaran modelos de al pueblo las herramientas para que ellos mismos las deseen
selección social como política de Estado, tanto durante la y las exijan. Es decir que la eugenesia deberá implantarse
década de los veintes en los Estados Unidos (en forma de como una propiedad emergente de la cibersociedad, de esa
políticas de inmigración y de tratamiento de los deficien- manera dejará de ser percibida como una práctica mons-
tes mentales) como en la Alemania nazi con los ideales de truosa. Un ejemplo de un procedimiento eugenésico que
pureza racial que dieron lugar a la "solución final" y otras tor- ha sido asimilado por la cultura es la prueba de la amnio-
tuosas fantasías criminales. centesis, la cual es una operación quirúrgica que consiste
en hacer una perforación transabdominal con una aguja
I°Kathleen Woodward, "From VirtualCyborg¡ to Bio\ogicalTune Bombs:
Technocriticism and the Material Body", en Bender y Druckrey, op. cit. 11 Critical Art... , op. cit, p. 8.
• 32 •
p
U NIVERSIDAD DE MÉxICO
para obtener líquido amniótico del útero. Este análisis sir- dos O más seres compartan una consciencia. Esta idea nos
ve para detectar de manera temprana, entre los tres y cinco evoca imágenes de terror, desde las relativas a La invasión
meses de embarazo, las posibles anormalidades en los cro- de los usurpadores de cuerpos (de la serie de Jack Finney y las
mosomas así como otros defectos genéticos y congénitos películas de Siegel, 1956; Kaufman, 1978, y Ferrara, 1994)
del feto. En algunos países la amniocentesis se realiza de hasta toda clase de zombis y monstruos.
manera rutinaria en todos los embarazos problemáticos y Moravec 13 afirma que el hecho de que los primeros sis-
cuando la madre tiene 40 años o más. Si bien un aborto es temas biológicos no hayan aparecido conectados se debe
considerado inmoral por muchos, abortar un feto con defor- a que la naturaleza tardó mucho en desarrollar estándares
midades es una idea aceptable para gran parte de la gente. eficientes de codificación y transmisión de datos, y para
cuando lo hizo la evolución estaba demasiado avanzada y
era muy tarde para cambiar el diseño. Para él, los avances en
Cuerpos distribuidos computación y sistemas de comunicación que han dado
lugar a estos robots en red podrían engendrar a una enti-
Los progresos en materia de inteligencia artificial, robótica, dad superinteligente, omnipresente, omnisciente y omni-
vida artificial, redes de comunicación y miniaturización de potente. De manera que los hombres jugaríamos un papel
componentes en general nos anuncian que en un futuro cer- en la teogénesis o la creación de un dios. También podría-
cano contaremos con una nueva "ecología biomaquinal". mos crear una sociedad de seres distribuidos sin cuerpos per-
De cumplirse el sueño del director del laboratorio de robots manentes pero con excelentes sistemas de manejo de in-
móbiles de Camegie Mellan, Hans Moravec, pronto habrá formación, los cuales podrían aprender cualquier cosa con
robots que puedan aprender de la experiencia, adaptarse a tan sólo copiar o accesar un archivo de otro banco de datos.
medios cambiantes y eventualmente adquirir inteligencia Nos queda el consuelo de que la aparición de seres multi-
real que se aproxime e incluso supere a la humana. Moravec celulares no determinó el fin de los organismos unicelu-
considera que una red de robots inteligentes puede desarro- lares; también, de que los mamíferos no aniquilaron a los
llarse y evolucionar en muy poco tiempo. Los humanos apren- reptiles, por 10 que es posible que los hombres no seamos ex-
demos la mayor parte de nuestro conocimiento por experien- terminados por las máquinas. Moravec afirma que temer
cia y de las conclusiones de otros, a pesar de que tenemos que estas máquinas nos esclavicen es bastante absurdo ya que
una memoria limitada y falible, una velocidad de comuni- es claro que nos considerarían ineficientes e ineptos hasta
cación baja y una inhabilidad para transferir el conocimien- para realizar sus tareas más insignificantes. En cualquier caso
to de forma directa. Una red de robots eficiente en donde es difícil imaginar que tengan muchas consideraciones con
cada individuo sumara su experiencia y conocimiento al de nosotros por lo que no sería demasiado descabellado pen-
la comunidad eliminaría los cómputos redundantes y apren- sar que el siglo que está por comenzar sea el último de la es-
dería a velocidades fabulosas. Podríamos tener decenas o pecie humana como la conocemos.
millares de robots semiinteligentes y semiautónomos fun-
cionando en red y enriqueciendo una base de datos común.
Como escribe Alexander Chislenko en su artículo ''Net- La pequeña fábrica de prodigios 'Y horrores
working in the Mind Age, Some Thoughts on Evolution
of Intelligence and Distributed Systems",121a idea de que Ahora bien, el ciborg es una combinación de órganos bio-
nuestros herederos puedan ser criaturas "conectadas" a un lógicos y tecnológicos, pero un ciborg también puede ser un
cerebro central resulta difícil de asimilar y aceptar debido cuerpo completamente biológico que ha sido creado a través
a que tenemos la tendencia "automómca" de creer que tanto de procesos tecnológicos. La biotecnología no es un campo
los animales como las máquinas son siempre autónomos. nuevo, la ingeniería genética y las técnicas reproductivas
Nos parece natural que la frontera entre nosotros y todo lo han sido estudiadas y utilizadas con diversos fines desde hace
demás sea la piel. Nos parece extraño y hasta macabro que más de seis décadas. Desde entonces estas tecnologías han
sido percibidas como una amenaza y como una causa posi-
12 Incluido en su página personal http://www.lucifer.com/-sasha/ y
en otras páginas de la red dedicadas a temas relacionados con éste como lJ Hans Moravec. Mind Children: The Future of Robot and Human
http://www.transhuman.com. InteUigence. Harvard University Press, Cambridge. 1988.
• 33 •
+
U NIVERSIDAD DE MÉxICO
ble de desastres de proporciones godzilianas. No obstante, nocidas y aún parece remoto encontrar remedios para viejas
desde la década de los treintas se utilizan con gran éxito enfermedades que asolan a la humanidad. John Horgan, el
técnicas de manipulación genética, como la creación de autor de The End of Science, cita un ejemplo interesante:
granos híbridos (un ejemplo clásico es el maíz que crearon a pesar de los avances tecnológicos y de gigantescas in-
Edward East y Donald Jones que sextuplicó la producción versiones en investigación y desarrollo, las estadísticas de
anual del grano). Asimismo, se han creado bacterias que mortalidad por cáncer han permanecido prácticamente
protegen los cultivos de una variedad de amenazas, desde estables desde 1971.
plagas hasta la congelación. No obstante, en fechas recien- Como apuntábamos antes, los gobiernos no tendrán
tes y debido a ciertos avances notables en este terreno (es- que forzar a nadie para "mejorar" la especie como plantea-
pecialmente la clonación de la oveja DoUy en Edimburgo, en ba Aldous Huxley en El mundo feliz, sino que los mismos
febrero de 1997), nos hemos visto obligados a reconsiderar padres harán lo posible para tener mejores hijos, aunque el.
nuestra idea del hombre, en especial de la singularidad del precio sea transgredir los criterios éticos dominantes y aun-
mismo, y forzados a replanteamos una serie de interroga- que implique modificar el "diseño original" de su descendien-
ciones éticas. Como propone Lee M. Silver,14 es posible que te. Una escena en la película Gattaea (Andrew Niccol,
en poco tiempo veamos aparecer un auténtico mercado 1998) resume esto de manera brillante. Un médico habla
negro de genes en el que tendría lugar lo que él denomina con unos futuros padres y les explica que su hijo "será de us-
el "escenario Michael Jordan", en donde una enfermera po- tedes, tan sólo de lo mejor de ustedes. Pueden tratar de pro-
dría robar unas cuantas gotas de la sangre del astro durante crear por la vía tradicional mil veces y nunca tendrán este
un chequeo de rutina paÍa venderlas con el fin de ser usadas resultado". Debido a estos cambios, la reproducción humana
por personas que quieran que su hijo sea una copia clona- se vuelve súbitamente un proceso obsoleto y es desplazada
da del deportista. También puede darse el caso de que una de su lugar central en la cultura. Asimismo, la posibilidad de
pareja de lesbianas tenga hijos que reúnan características que el esperma humano sea producido en los testículos de un
genéticas de ambas, a través de la técnica de fusión de em- cerdo pone en tela de juicio la supuesta singularidad del
briones. Óvulos y esperrrui podrán ser retirados de cualquier hombre. Por aterradoras que parezcan estas perspectivas,
sujeto vivo o muerto para crear bebés. Muchos órganos estamos en un momento histórico en que con cualquier
humanos podrán ser reemplazados por órganos de animales prohibición, moratoria o límite impuesto a la investigación
producidos con genes humanos. Se especula con horror y científica se corre el riesgo de perjudicar aun más que un
morbo que podrían crearse verdaderas granjas de clones que hipotético monstruo de Frankenstein que pudiera salir tam-
serían mantenidos con vida únicamente para utilizar sus baléandose de un laboratorio. El pánico en general no es un
órganos como refacciones. Pero la tecnología que amenaza buen asesor de la investigación científica y sería un error la-
con volverse un éxito es aquella que pueda ofrecer a los fu- mentable impedir que se siguieran buscando curas y trata-
I
\.
turos padres un menú de opciones de características de sus mientos a algunas enfermedades mortales simplemente por
hijos. Así como actualmente se considera inmoral negarle temor a "atentar contra la naturaleza".
una vacuna a un niño, podemos anticipar que en un futuro Tradicionalmente, quienes se han preocupado por la
cercano será criminal no manipular sus genes para brindar- pureza de su herencia genética son las clases poderosas, ellas
le todo tipo de protección y para tratar de garantizarle una serán quienes tengan mayor acceso a las costosas tecnolo-
vida mejor, aunque esto implique hacer que se parezca a gías de manipulación genética. Son ellas quienes podrán
Marilyn Monroe o a Matt Damon. En todo caso no debemos elegir las mejores opciones para que sus hijos tengan una
olvidar que a pesar de que estos prodigios están supuesta- configuración genética superior. Y podemos imaginar jun-
mente a la vuelta de la esquina, en realidad pueden estar to con Silver que en un futuro la brecha entre pobres y ricos
mucho más lejos de lo que parecen. Muchas otras prome- se ampliará de manera tan dramática que la gente que per-
sas que ha hecho la ciencia (en particular la medicina) han tenezca a una clase no podrá reproducirse con la de otra.
quedado sin cumplirse. En la actualidad desconocemos las Tras generaciones de practicar una variedad de modificacio-
causas de más de la mitad de las deficiencias genéticas co- nes genéticas y no mezclar sus genes fuera de su entorno
social, las clases más privilegiadas se irán transformando en
14 Lee M. Silver, C/oning and Beyond in a Bralle New Warld, Avon lo que los aristócratas a través de la historia siempre so-
Books, New York, 1998. ñaron ser: una especie diferente.•
• 34.
Nacer, hacer, perecer:
la pintura de Rubén Rosas
•
LUIS CARLOS EMERICH
Figura obra dibujística reciente de Rubén Rosas (Ciudad de México, 1958) viene a confirmar que su mo-
de vanguardia 11,
1997, tivación creativa principal es la urgencia de comunicar mediante imágenes una sensación de do-
ólea/tela,
[
lor y temor extremos. Si en su pintura de los últimos cinco años Rosas recurrió a la mitología pre-
190 x 270 cm
hispánica para sugerir que sólo en tal dimensión era simbolizable la magnitud de ese dolor, en sus
dibujos esta mitología se refiere al fracaso de la civilización para encauzar o sublimar el potencial irra-
cional destructivo del ser humano, el cual aflora brutalmente cuando las condiciones de vida se tor-
nan tanto o más precarias que en los orígenes mismos de la humanidad.
• 35.
,..
U NIVERSIDAD DE MÉxICO
Hambre, miseria
y guerra,
1994,
óleo/tela,
140x200cm
Algunas de las viñétas que ilustran esta revista son variaciones dibuj ísticas de una figura femeni-
na en un trance, por una parte, promisorio, puesto que se trata de un alumbramiento, y, por otra, fatal,
puesto que su paroxismo se debe a la violencia de dar la vida. Rosas toma como modelo una figura
escultórica del horizonte posclásico mexica - Tlazolteotl- para sugerir que el tema del dolor como
único atributo a ultranza de la condición humana ha traspasado todos los tiempos hasta el presente,
y tal parece que su energía trascenderá a la vida del planeta. El dolor activará por siempre su atmós-
fera polvosa como un material radiactivo.
La intención proyectiva de Rosas a partir de Tlazolteotl puede interpretarse como la de un im-
pulso transfiguratorio y resignificador estimulado por el rictus de dolor de un rostro que parece sinteti- I
~
zar la condición humana actual con tanta o mayor intensidad que El grito de Edvard Munch -puesto
\
que su trance es físico e ineludible- e, incluso, como una apuesta a que el dolor es el tema por exce-
lencia del arte de la presente década, sea como reflejo del padecer colectivo, sea por la declaración de
su propia agonía como lenguaje, sin saber si se duele de sí mismo o porque el final del presente mile-
nio ha renovado el concepto de fatalidad a propósito de cualquier cosa.
El rostro femenino crispado, la mirada vacía elevada al cielo y la tez tensa como delgadísimo
forro de su propia calavera son extraídos por Rosas del contexto de la representación escultórica de
una ley natural, la procreación, para metaforizar ahora las fuerzas de la continuidad de la vida, pero
como un perpetuo alumbramiento de la muerte.
En la obra de Rosas, lo que podría parecer un ej ercicio formal a causa de la fascinación que provo-
ca contemplar las pruebas de la existencia del expresionismo milenios antes de su definición, cons-
tituye en realidad la introducción en lo más hondo de la cultura milenaria del dolor. A ésta alude al
igual que a la violencia humana externa, sobre todo aquella ejercida entre hermanos, misma que
representa, por ejemplo, por medio de un cuchillo que atraviesa el viente de una mujer encinta. La
imagen se erige en un símbolo de la irracionalidad del mundo y remite a acciones que se llevan a cabo
ya no más por necesidad de apagar la sed de sangre de los dioses, es decir, ya no más como un ritual. Con
este y otros de los dibujos presentados, Rosas muestra su indignación ante la brutalidad colectiva ac-
tual, la cual se hace evidente tanto en la masacre de Acteal, Chiapas (en diciembre de 1997) --en que
• 36 •
U NIVERSIDAD DE MÉxICO
Espantapá;aros,
1994,
óleo/tela,
180 x 280 cm
fueron asesinadas veinte personas, entre ellas niños y mujeres embarazadas-, como en la aún más
reciente de Ruanda. Con el tratamiento de estos hechos el pintor hace referencia en general a un es-
tado de sacudimiento mundial periódicamente intestificado por carnicerías injustificables en contex-
to alguno, que confirman la virtualidad del progreso.
Por supuesto, Rosas no intenta, de ninguna manera, denunciar o conscientizar social o políticamen-
Noctámbulo,
1993, te. Su arte, más bien, resulta un reflejo condicionado, un eantrarrictus por la amenaza permanente, con-
óleo/tela/
firmada casi a diario, de la consumación de la condena perpetua a repetir las constantes del pensamiento
madera,
122 x 150cm mítico (es decir, de la irracionalidad cuyas áreas y matices adquirieron figuras de dioses y demonios).
En el caso de Rosas estas constantes son
las de la mitología prehispánica, fun-
dada en la inmemorial lucha entre dos
poderes antagónicos igualmente colo-
sales, que compendian la vida humana
en sólo dos actos: nacer y perecer. En su
obra, además de confirmarse la partici-
pación simultánea de estos dos pode-
res, aparece un tercero: hacer, específi-
camente, pintar, que se erige en vínculo
de esperanza entre la vida y la muerte.
La necesidad de recurrir a la mito-
logía para tratar el tema de la violen-
cia actual obedece al hecho de que las
magnitudes de esta violencia superan
a la razón, situación que evidencia la in-
capacidad de los valores rectores para
contenerla; por tanto, a la manera de
una regresión al primitivismo, sólo que-
• 37.
-
U NIVERSIDAD DE MÉxICO
Actea/u,
1998,
óleo/tela,
190 x 280 cm
.¡
Vaho de muerte,
1997,
óleo/tela,
190 x 270 cm
.38 •
-
UNIVERSIDAD DE MÉxICO
ji
F
,¡
Actea/, Por tanto, la obra dibujística y pictórica de Rosas resulta perfectamente situable en el actual contexto-
1998,
óleo/tela, de debate entre tradición e innovación; tiene un pie puesto en el hecho de que la irracionalidad se inten-
190 x 270 cm sifica y aflora al mismo ritmo que la tecnología reduce lo humano a esquemas computables, y el otro
en una idealidad más allá de la kantiana, en lo sublime entendido ahora como la elevación del dolor
a dimensiones míticas.
En este punto, se puede decir que Rosas tomó a través de una sola figura femenina esencias de la
mitología prehispánica, ya no más para interpretar, mediante un lenguaje actual, modelos figurativos d~l
arte prehispánico y demostrar la intemporalidad de lo fantástico (como Carlos Mérida, entre 1938 y
1945, o Rufino Tamayo, toda su vida), sino para poner de manifiesto un continuo perpetuo en cierta
medida sugerido por el neoexpresionismo alemán, especialmente por la obra pictórica de Anselm Kiefer,
pero a diferencia de él, mediante la conjuración de las fuerzas primordiales de la naturaleza. De allí
su rechazo de lo novedoso (pues la novedad -la noticia- será un hecho de sangre) y la justificación
del pesimismo, por vivir en lo que el sociólogo Jürgen Habermas llamó la "nueva oscuridad".
En lugar de asumir la creación artística como un impersonal trabajo de laboratorio-como lo ha hecho
una buena parte de sus compañeros de generación al aceptar ciegamente la muerte de la pintura junto
con la del milenio--, Rosas opta por explorar el potencial expresionista con que José Guadalupe Posada
trató con humor popular los malestares sociales, que José Clemente Orozco elevó a tragedia universal.
En esto, evidentemente se ve estimulado por el "triunfo" en los años ochentas del neosalvajismo ale-
mán en su conjunto, al proyectar el desenlace actual de la historia de Alemania como un síndrome
mundial; paralelamente tiene lugar la victoria de la transvanguardia italiana, que por su lado y quizás con
mayor razón reactivara parafrásticamente el arte del Imperio romano como posesión universal. Rosas
recibe estas influencias en un clima de recuperaciones iconográficas bajo nuevas luces críticas y ante
una de las peores épocas presagiadas y anunciadas racionalmente a través de 13 historia.
• 39 •
U NIVERSIDAD DE MÉxICO
El sueño,
1994,
óleo/tela/
madera,
122 x 160 cm
Tal vez por su origen xochimilca, es decir por haber nacido y vivir aún en un suburbio de la Ciu-
dad de México cuya subsistencia dependió y depende directamente de los productos de la tierra, haya
sido natural para Rosas tomar la tierra, el agua, el calor y la luz como lo que han sido siempre: ge-
neradores de vida a partir de la semilla, a la par que creadores de mitos tanto propiciatorios como
mortales. De allí que la materia pictórica de Rosas resulte una especie de costra sensible, sin sosiego,
húmeda si los sepias la oscurecen, seca si los blancos o amarillos se agrisan al aflorar de la negrura
de su entraña. En ambos casos por acción conjunta de los cuatro elementos naturales, que se vuel-
ven un vientre femenino de dimensiones planetarias, convulsionándose lo mismo para dar a luz fi-
guras humanas, animales y vegetales que para absorber y descomponer de inmediato los cadáveres
que que le dan consistencia.
La aspereza bruta de esa costra (seno materno y sepultura por igual) se debe a un laborioso proceso
de empaste con base en múltiples aplicaciones de capas de color que a medida que se suman, se mez-
clan, se establecen constrastes entre ellas o unas anulan a otras, van "oxidándose"; con ello, emana
una atmósfera terrosa, oscura, rota ocasionalmente por destellos, que da a entender que la acción del
tiempo equivale al proceso mismo de realización de la pintura, y que a esta acción se deben las rela-
ciones (de poder) entre las figuras. Como emanaciones telúricas espontáneas, como fuegos fatuos,
como "voces" de la tierra, las figuras brotan del fondo de los tiempos, en movimiento perpetuo.
Figuraciones de la fertilidad y la muerte, de la divinidad y lo subterráneo, de la domesticidad y la
ritualidad, e incluso de la inocencia original y la rapacidad, parecen manifestaciones desesperadas
de un ser primitivo, o como quiera que se le llame a quien, al afrontar la penosa problemática social del
presente desde su contrapartida mitológica (humanista, por añadidura), sólo le queda el (último) re-
curso de invocar iconografías que entrañan los bienes y los males del mundo en lucha constante (ar-
quetipos de la cosmogonía mexica equivalentes a los de todas las cosmogonías), para explicarse el
acontecer inmediato, a falta de razones convincentes para entender la generalización de la violencia
y de su consecuente daño psicológico irreversible.
.40.
U NIVERSIDAD DE MÉxICO
Fertilidad,
1994,
óleo/tela
140 x 200 cm
• 41 •
U NIVERSIDAD DE MÉxICO
Par de lunáticas,
1995,
óleo/telo/
modero,
122x160cm
propuesta, pero siempre en sintonía con su medio, es decir, atento a las convulsiones de un país que no
logra superar aún su condición económica "emergente", impedido por sus conflictos interiores; por otro,
porque confirma la vigencia del arte pictórico y el rechazo de Rosas a la invasión extranjera de fórmulas Pareja lunática,
1995,
de lenguajes plásticos sustentadas en las premisas -más industrialistas que estéticas- de la muerte de
óleo/lelo,
la pintura y la escultura como tales y, sobre todo, al propósito de lograr así una uniformidad global, en 140x160cm
.42.
Cuerpos escénicos
•
PATRICIA CARDONA
os artes en relación, danza y teatro, se dan la mano en el escenografía o imágenes mentales ubicadas fuera del cuer-
.43 •
UNIVERSIDAD DE MÉxICO
• 4.4.
UNIVERSIDAD DE MÉxICO
dónde empezó la canción. Tal vez se dio en el momento de tas, como las descritas por Grotowski. TIene el poder de ex-
alimentar el fuego en la montaña, donde alguien cuidaba presar la voz profunda del inconsciente colectivo.
a los animales. y para calentarse con ese fuego alguien empe- La música no es ficción. Es un estímulo real que, sin em-
zó a repetir las primeras palabras. Aún no era la canción, si- bargo, provoca la visualización de imágenes provenientes
no la encantación, como un mantra. Una encantación de nuestra memoria individual ycolectiva. En este sentido, es
primaria que alguien repitió. Tú observas la canción y te un catalizador de la ficción. Cuando se le exige dramatur-
preguntas: ¿dónde se encuentra esta encantación primaria? gia al bailarín, se le exige hacer ficción, que no es anécdo-
¿En qué palabras? ta. Recordemos el Bolero de Ravel, interpretado por Jorge
Grotowski llega a la conclusión de que si alguien es ca- Dono, del Ballet Siglo XXI de Maurice Béjart. La música
paz de ir con esa canción hacia el comienzo, ya no es la abue- despierta sentidos y emociones que el bailarín organiza en
la quien canta, sino alguien de la estirpe de quien canta, de una serie de estímulos orientados al crecimiento paulatino
su país, de su pueblo, del lugar donde se encontraba el pue- de su energía ipterpretativa hasta llegar al clímax.
blo de sus padres, de sus abuelos. El bailarín es actor cuando entra en la dimensión de
En la misma manera de cantar está codificado el es- la ficción y trasciende el conteo de pasos. Los pasos sola-
pacio. Se canta de manera diferente en la montaña y en mente son un proyecto, no son la danza, no son la metáfora
el llano. En la montaña se está en un lugar muy eleva- del cuerpo. Como en la música, las notas son sólo proyec-
do. La voz se lanza en forma de arco hacia otro lugar ele- to. Por el contrario, la dramaticidad es encarnar. A ello
vado. Se encuentran así las primeras encantaciones. Se están regresando el cantante y el bailarín que se alejaron,
reencuentra el paisaje, el fuego, los animales. Tal vez em- absurdamente, de los principios dramatúrgicos hace mu-
pezaste a cantar porque le tenías miedo a la soledad. ¿Bus- cho tiempo.
caste a los otros? ¿Ya los viste? ¿Esto sucedió en las mon- Lo más común es ver al actor-bailarín atropellar al
tañas? ¿Quién era la persona que cantó así? ¿Era joven o personaje o entidad de energía con sus propios clichés de
vieja? Finalmente vas a descubrir que eres de alguna par- intérprete. Esto sucede cuando sólo se persigue la forma,
te. Como se dice en una expresión francesa: "tú eres hijo ajena a todo sentido y propósito. El bailarín-actor drama-
de alguien". turgo, por el contrario, primero se enfrenta a los hechos,
No eres un vagabundo, eres de algún sitio, de algún país, como Sherlock Holmes, o como lo ha hecho Grotowski con
de algún paisaje. Había personas reales a tu alrededor, cer- la canción, que es lo mismo. Resuelve el misterio de la iden-
ca o lejos. Eres tú hace doscientos o trescientos años, pero tidad del personaje o energía. En cuanto sabe por qué y para
eres tú. Porque quien empezó a cantar las primeras palabras qué suceden las cosas, se entrega a la acción. El resultado
era hijo de alguien y de algún sitio. Grotowski advierte: es una presencia orgánica eficaz.
"si no reencuentras eso, eres hijo de nadie, estás cortado, El sentido está en la causa-consecuencia de todo lo que
estéril, infecundo". hacemos. Ya nos lo dijo Grotowski: somos hijos de alguien.
A partir de lo anterior se plantea el asunto crucial de Stanislavski lo resumió en varias preguntas: ¿Quién soy?
todo actor y bailarín: la credibilidad. "Detrás de ti está la cre- ¿De dónde vengo? ¿Qué persigo? ¿Lo consigo? Responder
dibilidad artística y delante de ti hay algo que no exige una a estas interrogantes es crear la estructura dramática. Intro-
competencia técnica, sino una competencia de ti mismo." ducir el conflicto es crear la tensión estructural necesaria
Ésta es la propuesta de Grotowski sobre la ejecución para liberar la energía del cuerpo. No es otra cosa que acer-
de un oficio, de una vocación. Y la respuesta se encuentra, car los contenidos a la forma de manera orgánica y con-
como siempre, en el cuerpo, en su memoria, en los impul- gruente. Es introducir al bailarín y al actor en el ámbito de
sos físicos que atraviesan lo emocional y lo mental. la ficción, es decir de la estimulación mental, es decir de la
Ser hijo de alguien es, finalmente, ser hijo de uno mis- dramaturgia.
mo. Uno es el cúmulo de memorias personales y heredadas. La presencia de la dramaturgia en la danza garantiza la
Esas memorias representan una identidad. Y toda identidad integración de todas las potencialidades creadoras (físicas,
está caracterizada por acciones concretas. Éstas alimentan sensibles, imaginarias, emocionales) del bailarín-actor. Pre-
la dramaturgia del bailarín-actor. para el corazón del intérprete. Propicia un cuerpo genero-
Hay coreografías hechas a partir de la música solamen- so, capaz de albergar lo humano y lo técnico, así como la
te. La música excita y suscita reacciones y memorias infini- metáfora de la vida.•
• .45.
Tres poemas
•
MIGUEL LEÓN-PORTILLA
.46 •
Yohualli, Ehecatl
Noche, Viento
In itzcuintli
El perro
.047.
Magníficos, perturbadores
cuerpos déco
•
CARLOS OCAMPO
• .48 •
p
U NIVERSIDAD DE MÉxICO
peas y, de manera muy enfática, la egipcia, encumbrada una cuerpo inscrito en el ajetreo (en la línea de producción) pro-
vez más gracias al descubrimiento de la tumba de Tutan- pio del tráfico urbano: trabajan en oficinas bien equipadas,
kamon- o mitifican, en nuestras latitudes, la grandeza hacen deporte, viajan en tranvías y automóviles, caminan
prehispánica. El eclecticismo inherente a la sensibilidad por calles atestadas de viandantes. Han conquistado el de-
déco expropia lo que le apetece del legado de estas civiliza- recho a disponer de sus cuerpos gracias a su intervención
ciones; ávido de formas suntuosas, acopia los recursos esti- decidida en la vida productiva.
lísticos de las artes del pasado y los despoja de cualquier Ellas abandonan el confinamiento hogareño y el ni-
connotación histórica para encajarlos en el contexto de un cho exquisito que las exhibía como muñecas de porcelana
cosmopolitismo que además de geográfico es transtemporal. en parálisis permanente por la abundancia vegetal de sus .
Esta pulsión hacia el imperio del ornamento que renie- atavíos; en sentido inverso, hacen de la pasión por el dina-
ga de la austeridad del funcionalismo encuentra en el pasado mismo que emana de la música del jazz y de la fiebre citadina
legendario la invaluable sustancia capaz de brindar sopor- el fundamento sobre el que se edifica un proyecto erótico
te a las ideologías que cohesionan segmentos sociales con- donde los pechos y las nalgas compactas, la estatura alarga-
trapuestos por definición. Como complemento, este deseo da o las articulaciones dislocadas son los signos inequívo-
de forma vuelve su otra cara a la fe en las potencias del pro- cos de un higiénico neoapolinismo. La mecenas mexicana
greso y en las virtudes casi milagrosas del proceso de moder- por antonomasia durante los años veintes, Antonieta Rivas
nización. El futuro áureo, en el periodo de entreguerras, es Mercado, renueva su apariencia y se transmuta en el proto-
una realidad que influye con un poderío imbatible en el tipo de la mujer activa; sus amigos la aplauden y su imagen
presente. La sensibilidad déco amalgama, con una insólita deviene icono trágico de esa Diana implacable empecina-
capacidad de síntesis, el futuro y el pasado en la oferta de da en fundar utopías culturales y políticas.
confort actual al alcance de todos. La masculinidad, por su parte, también apela a la geo-
metría como garante de pulcra elegancia. Su figura se ensam-
bla a partir de una superposición de triángulos que alude a
III un helenismo despojado de cualquier impulso hedonista;
sustituye esta presunta vocación suicida orientada al placer
Las urbes europeas devastadas se recomponen, Alemania por el estereotipo nórdico de la belleza corporal que expre-
se prepara para intentar de nuevo dominar el mundo que sa una espiritualidad en tensión perpetua. Esta espirituali-
le circunda, los Estados Unidos consolidan su papel protagó- dad se finca en la lucha que el hombre debe desplegar para
nico en la faz occidental del planeta y México ingresa al imponerse a una naturaleza adversa y dura, una naturaleza
concierto de las naciones despojado de sus lastres porfiristas que se opone a la voluntad humana y le exige un desplie-
en pos del ideal de desarrollo y bienestar que acompaña gue ciclópeo de esfuerzo corporal.
los preceptos posrevolucionarios. Al inaugurar la nueva
sede de la Secretaría de Educación Pública, en 1922, José
Vasconcelos, bañado en la luz de su propio mesianismo, IV
habla de promover una nueva cultura amorosa y sintética
que explica así: "Una cultura que sea el florecimiento de lo Literalmente, un significativo segmento de la espiritualidad
nativo dentro de un ambiente universal, la unión de nues- sustentada en la sensibilidad déeo deriva del germen fas-
tra alma con todas las vibraciones del universo en ritmo cista implícito en el concepto de la victoria de la voluntad.
de júbilo..." Ningún documento resulta más elocuente para aquilatar
La cultura corporal aporta, por ende, un molde que con- el correlato corporal de este ingrediente ideológico que los
tiene todos los elementos estéticos derivados de las trans- magníficos filmes dancístico-documentales de Leni Rein-
formaciones descritas de manera tan sumaria. En el imagi- festahl: El triunfo de la voluntad y ü/impia son, además de
nario corporal de esos años la languidez queda desterrada obras de arte por derecho propio, manifiestos de un ideario
para siempre. A cambio, el arquetipo del momento encuen- que ha vuelto el cuerpo y la masa las contrapartes que ex-
tra en el vigor cultivado por la disciplina gimnástica una de plican y justifican, de manera paradójica, el afianzamiento
sus premisas fundamentales. Las tubulares, cilíndricas muje- demencial de la individualidad exacerbada que desembo-
res del momento son ya dueñas (al menos en teoría) de un có, sin remedio, en el delirio nazi. Habrá que preguntarse,
.49.
U NIVERSIDAD DE MÉxICO
de paso, si el reavivamiento de la
sensibilidad déco no guarda una
hennandad sospechosa con la ex-
pansión de los neofascismos con-
temporáneos.
Reifenstahl fue bailarina y
estudió con Rudolfvan Lavan; de
manera paralela, cultivó con es-
mero una apasionada relación con
el deporte y con el alpinismo. Es-
tos atributos la empujarían, como
actriz primero y directora después,
a la cinematografía alemana. En
esta industria sus roles y sus ar-
gumentos condensan una disqui-
sición sobre el ascenso a las más es-
carpadas montañas en pos de la
luz. Ya como encargada de filmar
las cintas emblemáticas del régi-
men nazi, hace desus faraónicos
desfile~e la rigurosísima composición visual que recrea con las partículas ideológicas y estéticas que flotaban en
los mítines"cI~artido y de las coreografías impecables de el humus cultural de su tiempo.
sus deportistas ---captados en el grado extremó del denuedo
muscular y en el registro heroico del esteticismo corporal-
el más persuasivo, poderoso y seductor camino para exhi- v
bir al cuerpo humano como resultado de un proceso de auto-
construcción que se proyecta al edén del futuro. La corporalidad afianzada en los lustros de entreguerras se
Atenta a las implicaciones de este sÚffimum de belle- expresa en los productos dancísticos de esa etapa con la mis-
za humana, Susan Sontag previene sobre su aparente ino- ma marca simétrica que imprime la sensibilidad déco en to-
cuidad: dos los campos de la cultura. A la danza que se factura bajo
la luz de la sensibilidad déco confluye, sin solución de con-
Presentar a Reinfestahi en el papel del artista individualista tinuidad, un manojo riquísimo de vertientes. Las resumo
que desafiaba a los burócratas filisteos ya la censura del Esta- enseguida:
do es algo que parece absurdo a cualquiera que haya visto 1. El decorativismo iridiscente propio de Loie Fuller
El triunfo de la voluntad, película cuya concepción misma con su apelación a los recursos técnicos como soporte in-
niega la posibilidad de que la cineasta hubiese tenido una dispensable del espectáculo escénico.
concepción estética independiente de la propaganda. 2. La libertad individualista que se nutre del pasado
griego reinventado y de la fe en la naturaleza de Isadora
.En el México posrevolucionario que haría del art déco Duncan.
un signo grandilocuente (verificar su arquitectura oficial) 3. La inversión cuantiosa, y siempre multiplicada, de
de su masivo poderío, Vasconcelos emprende su propia David Velasco en el concepto de show itinerante que satis-
partitura filosófica y coloca, a la par de la raza aria, a su ra- face los gustos de una masa iletrada y ansiosa de exotismo
za cósmica, crisol de las virtudes del hombre americano y efectismo visual.
que abreva en el esplendoroso pasado universal. Además 4. La visión vanguardista que no conoce tregua, prac-
de los explicables desencantos derivados de su agitada bio- ticada dictatorialmente por Sergei Diaguilev, con sus ballets
grafía, la simpatía por el nacismo del último Vasconcelos y sus potreros de bailarines, inverosímiles y dementes, co-
se comprende en gran medida por esta afinidad espiritual mandados por coreógrafos iluminados y artistas de todos los
+50+
•
UNIVERSIDAD DE MÉxICO
ramos que son la punta de lanza del cambio de piel exhaus-- La sensibilidad déeo también se suma a este proceso.
tivo como paradigma del creador moderno. Ello lo documenta Elizabeth Kendall de manera oportuna
S. El esquematismo bucólico-orientalista-neoclásico al describir la obra que lleva por título Lamentaei6n ( 1930):
de Ruth Saint Denis y Ted Shawn. Más el aporte que él
añade, una vez divorciado de la bailarina, con esos ballets La danza era poderosa no solamente porque estaba bien
masculinos que ensalzan el esplendor corpóreo del hom- construida rítmicamente, sino porque abstraía la densidad,
bre en interacción orgánica con la máquina y la hermo- ritmos y formas de Nueva York, en 1930. La pirámide de
sura del garañón sudoroso que conquista la naturaleza. La ]ersey [hoy ese instante congelado fotográficamente es em-
de Shawn, hay que remarcarlo, es la fantasía viable --él blema indispensable del mito Graham, digo por mi cuenta]
y sus discípulos la vivieron durante unos pocos, dorados, recordaba la grandeza de una torre art déeo levantándose
años- de una virilidad que no niega, en ningún caso, su sobre su base triangular; un rascacielos tambaleante...
homoerotismo feraz.
6. La síntesis expresionista de Mary Wigman, dueña de Por los mismos años y en nuestro país, Rebeca Viamon-
una alquimia que atiende con equidad el impulso indivi- te -según nos ha instruido César Delgado-, conocida
dualista volcado en un lirismo neorromántico o se aven- como Yol-Izma también hacía suya, quizá sin saberlo, esta
tura en las demoniacas y oscuras habitaciones del miste- sensibilidad. Con una fuerte inclinación al expresionismo,
rioso comportamiento humano, de ese proceder ignoto que la bailarina rebautizada por el Doctor Atl como Mujer de
simboliza sus deseos y terrores con máscaras de simplicidad Corazón Sensible --que eso significaba su nombre de artis-
aterradora. Por si esto no fuera suficiente, Wigman revalora ta- funde legados prehispánicos con las incipientes técnicas
los coros anónimos --que devendrán masivos en México que derivarían en la danza moderna. Pasado y futuro en aco-
con ballets como el 30-30- que adquieren el cariz de per- plamiento fértil, como lo soñó Vasconcelos. Yol-Izma -sólo
sonajes colectivos: entes múltiples con aspiraciones es- siete letras, para incrementar su prosapia cabalística, decía
culturales y esa vocación arquitectónica que tiende hacia ella-, redescubierta por Delgado, abre una rica veta para la
las alturas inconmensurables (cotejar el manifiesto estéti- investigación de la danza mexicana; veta que, por otra par-
co total del momento: la incomparable Metrópolis, de Fritz te, se encuentra a la vista ~n la copiosa muestra de revistas
Lang). reunida en la exposición que dio motivo a estas reflexiones.
7. Sin clausurar una lista que se podría extender aún Antes de concluir, dejo constancia de que en los dece-
más, cierro con las alucinantes visiones caleidoscópicas nios déeo, como nunca después y con resultados plásticos de
imaginadas por Busby Berkeley en la primera apoteosis primer orden, la nueva corporalidad asumida con gozo por
del musical fílmico estadounidense en pleno acopio, asi- las bailarinas que llenaban tanto los teatros de revista como
milándolo a la retórica del espectáculo, de todo lo dicho los foros consagratorios del llamado arte culto fue objeto de
antes. un registro exuberante y feliz. La ilustración y la fotografía,
según se apreció en las salas del Munal dedicadas al espec-
táculo, proveen una sabrosa ydesbordada colección de imá-
VI genes que piden a gritos ser estudiadas y difundidas.•
• 51 •
Reflexiones para un pensan1iento
. iurídico no racista
•
ANA MESSUTI
• 52 •
s
UNIVERSIDAD DE MÉxICO
Lévinas concluye afirmando que el racismo no se opo- da" del horno sacer. A éste, en el derecho romano arcaico,
ne solamente a talo cual punto particular de la cultura por haber cometido delito o por otras causas, se le podía dar
cristiana y liberal. No es talo cual dogma de la democra- muerte, aunque no inmolar en sacrificio. El horno sacer se
cia, del parlamentarismo, del régimen político o religioso encontraba en realidad tanto al margen del derecho divino
lo que el racismo cuestiona. Es la humanidad misma del como del derecho humano. Agamben recuerda que varios
hombre. autores se han referido a la ambigüedad de las cuestiones sa-
gradas, que inspiraban tanto veneración como horror. A di-
ferencia de las cosas que eran objeto de una consacratio, cere-
II. La vida que no merece ser vivida monia que las hacía pasar del ius hUTTUlnum al ius divinum, el
horno sacer era un ser humano puesto fuera de la jurisdic-
2
G. Agamben, en su libro Horno sacer, se refiere a una pu- ción humana sin traspasar a la jurisdicción divina. Por lo
blicación de 1920 titulada "La autorización de la aniqui- tanto, tenía lugar con él una doble exclusión, y era ésta la
lación de la vida indigna de ser vivida" ("Die Freigabe der que lo exponía a la violencia insancionable.
Vernichtung lebensunwerten Lebens"), de Karl Binding Agamben traza un paralelo entre la nuda vita del homo
y Alfred Hache. Este opúsculo estaba concebido para jus- sacer y la vida de los detenidos en los campos de concentra-
tificar la impunibilidad del suicidio, alegando la necesidad ción. El ingreso en ellos significaba la definitiva exclusión
de que el derecho reconociera al hombre como soberano de de la comunidad política. La privación de todos los dere-
su propia existencia. chos y expectativas que suelen atribuirse a la existencia
Ahora bien, de esta soberanía del hombre sobre sí mis- humana. Pero los excluidos, los despojados de derechos y
mo Binding deriva la necesidad de autorizar el aniquila- privados de expectativas estaban aún biológicamente vi-
miento de la vida indigna de ser vivida. Con esta expre- vos. Por ello se situaban en una zona límite, como el homo
sión se refiere solamente a la licitud de la eutanasia; sin sacer, entre la vida y la muerte, entre el interior y el exterior.
embargo, G. Agamben hace notar la importancia decisiva No eran nada más que vida desnuda. En el campo de con-
de la aparición en la escena jurídica europea del concep- centración, con una frontera extratemporal y extraterrito-
to de vida que no merece ser vivida. Y, por consiguiente, del rial, el cuerpo humano perdía su estatuto político y jurídico
concepto correspondiente de vida que merece ser vivida. normal y, en un estado de excepción, quedaba abandona-
La importancia que atribuye a ambos conceptos obedece do a las circunstancias más extremas.
a que los considera la primera articulación jurídica de la
estructura biopolítica fundamental de la época moderna:
la decisión sobre el valor y el disvalor de la vida. lII. El reconocimiento
La posibilidad misma de pensar en una decisión de esa
índole implica admitir de la existencia de vidas humanas En realidad, ese cuerpo que había sido despojado de sus
que han perdido hasta tal punto la cualidad de bien jurídi- atributos jurídicos quedaba al margen del derecho. Había
co que su cpntinuación, tanto para el que lleva esa vida como sido excluido de la comunidad jurídica y estaba librado al
para la sociedad, ha perdido todo valor. Binding aplica el con- mundo fáctico, al mero hecho. Ya no se lo reconocía como
cepto de vida sin valor a los individuos "incurablemente miembro de la comunidad de personas. Yen esa falta de re-
perdidos", que por enfermedad o heridas desean absoluta- conocimiento comenzaba su vida desnuda, su mera vida bio-
mente la "liberación", a los idiotas incurables, aunque éstos lógica, su instrumentalización, su cosificación. Los hebreos
no tengan la voluntad de morir. Es importante observar eran desnacionalizados antes de ser enviados a los campos
que en este último caso no encuentra ninguna justifica- de concentración. Porque la nacionalidad alemana signi-
ción, ni moral ni jurídica ni religiosa, para que no se les dé ficaba el reconocimiento de una serie de atributos vincu-
muerte, desde el momento en que estos seres son "la ima- lados a su condición de sujetos de derecho.
gen invertida de la humanidad auténtica". El reconocimiento puede ofrecemos una pauta en la bús-
Esta nueva categoría jurídica de vida sin valor corres- queda del sentido y el fundamento del derecho. B. Roman03
ponde puntualmente, señala Agamben, a la "vida desr..~-
3 B. Romano, Il riconoscimento come relazjone giuridica fondamentale,
2 G. Agamben, Horno sacer, Einaudi, Turín, 1995. Bulzoni Editare, Roma, 1986.
• 53 •
U NIVERSIDAD DE MÉxICO
• 54.
r
I U NIVERSIDAD DE MÉxICO
• 55 •
U NIVERSIDAD
• 56 •
f
Yen seguida se convocaron los dioses. con vida, conseguir que llueva, lograr una mejor unión entre
Dijeron: "¿Quién vivirá en la tierra? hermanos; todo eso bien merece una cuarentena, una nove-
Porque ha sido ya cimentado el cielo,
na o al menos una noche de baile continua.
y ha sido cimentada la tierra
¿quién habitará la tierra, oh dioses" ... En el origen, la gran mayoría de los hombres -si no es
que todos ellos-- hicieron de la danza un vehículo de comu-
Miguel León·Portilla l
nicación con los espíritus y un enlace con la deidad prin-
cipal; a unos y otra ofrecían todo aquello que los satisficie-
anza, acto propiciatorio, rito para entrar en annonía con ra, incluso la vida misma si fuese necesario. Los pueblos
• 57.
11
U NIVERSIDAD DE MÉxICO
I
nos muestran la relación del hombre mesoamericano con
sus dioses tutelares, y la obligación de brindar su propio cuer-
II po para el beneficio de la comunidad.
En la actualidad, gran parte del esplandor y fastuosi-
dad de las alegorías coreográficas se ha perdido, entre otras
cosas por las ideas religiosas traídas por los conquistadores
espirituales o, más recientemente, por el contacto con otros
movimientos cristianos que prohíben todo tipo de culto y
conmemoración, lo cual trae en consecuencia no sólo la su-
I
presión del festejo, sino el desmembramiento de la misma
comunidad.
Sin embargo, con todo y globalización económica, cul-
tural y tecnológica, en gran parte del territorio nacional aún
se pueden observar algunos remanentes de esa arraigada
te o gurú ha establecido como parte del ceremonial, puesto costumbre de prometer una danza a cambio de una gracia
que ya no es solamente el propio cuerpo el que se ofrece en divina. Esto se traduce en la participación en la danza de
. el acto propiciatorio. la localidad o la contratación de un grupo de danzantes para
Entre nuestros ~tepasados, leyendas cOmo la del sacri- que festeje la "aparición" o "asunción" de la virgen, o en su
ficio de Quetzalcóatl, quien realiza un viaje al Mictlan en caso un aniversario más del santo patrono.
busca de la; ''huesos precia;a;" que servirán para la formación La intervención en estos iconos rítmicos respondía sin
de los hombres y enfrenta a Mictlantecuhtli, señor d~ la excepciones, y aún responde, a la obligación de pagar el be-
región de los muertos, quien trata de evitar que aquél res- neficio recibido, ya que con la danza o mediante ella se está
taure a los hombres destruidos en los cuatro anteriores soles ofreciendo el sudor, la sangre o la vida misma con tal de cum-
y se lleve los huesos de las generaciones pasadas, explican la plir con la promesa dada en garantía; de esta forma el cuerpo,
razón por la que los macehuales deben ofrendar su cuerpo con toda su carga emocional, se expone a las inclemencias del
y su sangre para la continuación de la vida. clima y a los prejuicios de clase, para al final eliminar impure-
De diversas formas y medios, los cronistas indios o mi- zas físicas y mentales, de tal manera que renazca un nuevo ser.
sioneros señalan los sacrificios que los primitivos pobla- En el caso concreto del estado de San Luis Potosí, des-
dores de estas tierras debían consumar para cumplir con de las ancestrales danzas tradicionales, también llamadas
la obligación de mantener satisfechos a los dioses. Pasajes indígenas, hasta las ejecutadas por las comunidades mes-
como el de aquella "diosa que llora alguna vez por la no- tizas, conservan todavía gran parte de ese espíritu de sacri-
che, anhelando comer corazones de hombres y no quiere ficio que les dio origen. La Danza de los chichimecas, practi-
quedar en silencio en tanto que no se los dan, y no quie- cada por los nativos del Altiplano potosino, es una muestra
re producir frutos, si no es regada con sangre humana",5 palpable de la forma como los macehuales de hoy ofrecen
o el que señala el cuidado de los sacerdotes de comprar ni- en sacrificio o penitencia a sus santos patronos el esfuerzo
ños suficientes físico que representa danzar durante largas horas y en oca-
siones durante varios días. En este último caso, los bailarines
que bastassen para que en los primeros quatro meses de su se friccionaban antiguamente los músculos de las piernas
año fuesen sacrificados á los Dioses del agua Tláloc, y á Chal- con infusión de peyote. En la actualidad algunos consumen
chiuhicue su hermana, y á Quetzalcóatl, Dios de los vien- grandes cantidades de bebidas etílicas. En cuanto a las mu-
tos, para que no dexasse de desperdiciar las aguas, sino que
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UNIVERSIDAD DE MÉxICO
jeres, se pudo observar que cortan sus largas trenzas y bailan sus hondas. Es categ' rico al afirmar que, así como los chi-
durante varias horas con los pies descalzos bajo temperaturas chimecas andan a diario con sus arcos y flechas, así los ma-
de más de treinta grados. tlazincas con sus hondas. Torquemada, por su parte, habla
El origen de la Danza de los chichimecas y la historia mis- de un juego "a manera de matlachines" en el cual un hom-
ma de su nombre tienen explicaciones diversas: por un lado bre carga sobre sus hombros a otro y éste a su vez sostiene a
dicha danza se confunde con la de matlachines, quizás por la un tercero. El acto consistía en realizar toda suerte de mala-
semejanza del vestuario de una y otra: penacho de plumas bares con esta torre humana.
de guajolote, chaleco bordado con chaquira y lentejuelas, y En cuanto a la posible filiación azteca, es más que im-
con la orilla rematada con carrizos, camisa de manga larga posible por dos razones: la primera porque en las danzas de
de colores fuertes, pantaloncillo corto cubierto por una far filiación nahua no se registra el elemento arco y flecha. La
dilla también bordada y con remates de carrizo. Los bailarines segunda -y creo que de mayor trascendencia- es que,
calzan guaraches y cada uno lleva en la mano izquierda un para la pacificación y aculturación de los chichimecas, se
arco de madera con su respectiva flecha; con la derecha suje- trajeron tarascos y tlaxcaltecas. En virtud de esto último,
tan una sonaja de guaje adornada con cintas de colores. resulta más probable que la danza de chichimecas sea un
Algunos afirman que esta danza es de origen azteca, de- producto mestizo surgido del contacto establecido entre co-
bido a la incapacidad de los nativos para crear una manifes- lonos tlaxcaltecas, las nuevas condiciones físicas y geográ-
tación de esta naturaleza... "por no haber tenido política, nin- ficas de las desérticas tierras y los guerreros guachichiles que
gún género de civilización los pobladores de la región.. .'>7 sobrevivieron a la guerta y la política de exterminio. 8
Sobre la primera versión, habrá que tomar en cuenta Respecto al vestuario, se observan varias modifica-
que, por la forma como describe fray Bemardino de Saha- ciones, aunque se mantienen el arco ylas flechas, así como
gún a los matlazincas, no hay visos de elementos que los el penacho "cresta de gallo". La sonaja en algunos casos es
identifiquen con esta danza. El cronista dice que el nom- un simple flotador de baño. A veces este elemento está pin-
bre de matlatzÍncatl deriva de mátlatl, que es la red en la que tado y tiene un trozo de madera como base; en otras, se
echaban las mazorcas de maíz. Pero también se llaman ma- utiliza en su presentación comercial. A la pregunta respec-
tlatzincas los muchachos que acostumbran traer de ordinario to al porqué de su empleo, un grupo de la comunidad de
Real de Catorce responde que por su mayor durabilidad.
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DE MÉxICO
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lonial varios fueron los nombres que se asignaron al lugar: La colocación de los danzantes debe ser en parejas y
las Salinas del Peñón Blanco, Santa María de las Salinas, las en dos filas, encabezando éstas dos monarcas que son quie-
Salinas de Santa María o Reales Minas de Santa María de nes van señalando los pasos que han de llevarse y al ritmo
Peñol Blanco. que han de ejecutarse...9
Salinas de Hidalgo, como se llama hoy día, es la tierra
del grupo considerado como el más antiguo de danza chichi- Su vestido consta de calzón y camisa confeccionados
meca (fundada en 1920). Ahí, el primer viernes de marzo, de la misma tela, un chaleco y una enagua de distinto co-
don Jesús Sauceda y su grupo, desde hace 77 años, ofrenda lor del calzón y la camisa. Anudada a la cintura, se usa una
su danza a la imagen en bulto de Nuestro Padre Jesús. banda blanca de algodón. El chaleco y la enagua lucen bor-
SanMiguel MexquiticTepequispaque de la NuevaTlax- dados de lentejuelas ychaquira con motivo religiosos o pro-
cala de la Nueva Galicia, o Valle de Mexquitic y actualmen- fanos, de dibujo simétrico. La enagua va adornada, además,
te Mexquitic de Carmona, es otro de los municipios del con delgados canutos de carrizo que rematan en una borla
Altiplano que practican esta danza; aunque de estambre de variados colore , entre lo que predominan
los fuerte y brillant .
Com tocado usa una copa de som-
brero de palma, n I que se in ertan va-
rill d alambre t r id l(U van ad ma-
da c n plum de guajolotes teñida de
div c I . Aunqu no hay regl pa-
ra I t n u d ben cmpl arse para te-
ñirla pluma, I bailarines Je la Danta
de lo chichim cas. o '[umbran Iv rd y
I guinda.
La c pa d I mbr r) esto) forrad de
de bu na Iida d
I h I o.
d
11
man capri h a gr
calzanguarach duela on rre n-
cillas y cubr ni piem on medias de
algodón de col r caf, encarnad y lle-
van en la mano izquierda un arco de ma-
muchos datos de esta danza se pierden en el tiempo se pue- dera de encino decorado con vistoso ciare , m¡entra en
de afirmar que ésta era una ofrenda que un grupo de pueblos la derecha sostienen una sonaja de guaje con pi drecitas de
nómadas habitantes del Tunal Grande (parte norte del Mu- hormiguero en su interior, que al sonar ayudan a marcar el
nicipio de Mexquitic de Carmona, San Luis Potosí) ofrecían ritmo de los sones y pasos ejecutado durante el baile.
a sus ídolos para agradecer o pedir buenos frutos que re- Comprende la Danza de los chichimecas tre ones: El
colectar. venadito, El meco y El bautizado. Al fmalizar cada uno de ellos,
... A partirde la conquista de estos territorios por los es- se intercalan juegos rítmicos y monÓtonos como "La esca-
pañoles ysu evangelización, estas tribus siguen manteniendo lera" y "Cuatro en fondo". El número de parejas que inter-
la tradición de esta ofrenda, pero ya no a los ídolos indíge- vienen es ilimitado. En la actualidad se pueden ver varios
nas, sino al Santo Patrono de la población que es San Mi- grupos de chichimecas fonnados sólo por mujeres. En prin-
guel, siendo asíque el 29 de septiembre de cada año una danza cipio se considera inapropiada su participación, ya que esta
de este tipo acompañe las entradas de cera ala iglesia dellu- danza posee un sentido guerrero.•
gar, siguiendo el ritmo de un tambor o teponaxtle. El ritmo
que debe llevar es algunas veces rápido y otras monótono 9 Informantes: HipóLito Garcfa (responsable y tocador) y Mayra
según sea que la peregrinación avance o están parados. Obregón (danzante), 1997.
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n el ámbito forense, es una práctica co- Villanueva Sagrado, como responsable Este tema se ubica en el campo de la an-
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Formación
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ser el crítico de una sección específica. Durante el Encuentro de Crfticos cha con la creación en la medida en que
Otro es el académico, con opciones for- se habló de que el Centro Nacional de el cr(tico también le descubre al artista
males en el campo de la historia del arte Investigación, Documentación e Infor- un mund, por I men much ele-
o de la práctica de casi cualquier rama maciónde la Danza José Limón (Cenidi- ment ,de la propia bra que, d otro
del espectáculo. Y, por último, el autodi- Danza), ubicado en el Centro Nacio- m , n r(an tom d en cuenta por
dacta: no necesariamente eres periodista nal de las Artes, debería ser el principal él. La tradi i n d • la danza > nstruye
o académico pero te gusta mucho deter- encargado de inaugurar uno o varios es- r medi d l lenguaje que l cr(ticos
minado tipo de manifestación artística, de pacios académicos que coadyuven a la ela ran en tela i n di t3 n I
modo que empiezas a informarte al res- formación profesional de críticos. En
pecto hasta llegar aserun espectador espe- una entrevista realizada a mediados de
cializado. Ahora, todos los caminos.están diciembre de 1997, Lin Durán, enton-
abiertos, el problema es la responsabili- ces directora de este organismo depen-
dad de profesionalizarte. diente del INBA, comentó acerca de es-
te asunto:
De acuerdo con un planteamiento
de Patricia Cardona ~n el cual estable- ¡Pero cómo vamos a pretender brindar
ce que la percepción humana se rige por una preparación profesional si no la te-
cuatro determinantes fundamentales: ne- nemos nosotros mismos! Si los que labo-
cesidades físicas, necesidades emociona- ramos aquí somos autodidactas. Aún no
les, experiencia de vida y expectativas hemos logrado que se abra una licencia-
acerca del futuro-, el oficio del crítico tura en investigación ydocencia en dan-
se apoyaría en el análisis de "los princi- za contemporánea. Es una vergüenza. La I id da que I crfti os, umiéra-
pios biológicos de percepción", los cuales UNAM no ha querido colaborar tampoco, mos una titud mucho más abierta y aten-
son "universales, objetivos y permanen- no hay forma de que entre ah( la danza en diéram tOO I que u ede en danza;
tes". En suma, el crítico afinaría su labor su aspecto académico, tampoco Bellas pero d graci damente, por cu ti nes
en la apreciación minuciosa de elemen- Artes. Tenemos años y años luchando de tiempo, forma i6n y hasta por perspec-
tos indispensables en la construcción de por esto pero a los funcionarios no les tivas pol(ticas e ideológicas, uno se iden-
un lenguaje expresivo~nomía de me- importa (como no son artistas ni saben tifica más con cienos creadores que con
dios, sucesos imprevisibles, contrastes en nada de arte). A pesar de que hay tanta otrOS; es inevitable. Por ouo lado, muchos
la calidad de la energía y cambios de tono gente dedicada a la danza los avances son bailarines y coreógrafos, en caso de que
ydinárnie&-, asícomo en la consideración mínimos, cada pasito cuesta sangre. Es el texto no les favorezca, niegan o mini-
de "tres conceptos que otorgan unidad, cla- una tristeza. mizan la presencia de la crítica especia-
ridad y coherencia a la creación escéni- lizada en danza y, pasado un tiempo, se
ca: estructura, dramaturgia y técnica". Importante es recordar que la maes- quejan de que no hay nadie que escriba
Para el estudio de estos elementos, tra Durán fue relevada de su cargo en sobre ellos. Desgraciadamente, el baila-
según Cardona, el crítico debe nutrirse enero del presente año ---después de un rín que no tiene un biógrafo, que no tiene
con los conocimientos de diversas disci- lustro de estar al frente de esta dependen- quién le haga una crftica, no existe; ésa
plinas científicas y humanísticas; además cia-, poco después de que el Centro cum- es la triste realidad dicha sin afán de me-
de estar obligado a convertirse en un ob- plió su decimoquinto aniversario; su lugar nospreciar el trabajo del artista. Por eso
servador atento de los fenómenos natu- lo ocupa hoy la investigadora Maya Ra- creo que los creadores nos buscan, nos
rales. Por tanto, mosSmith. quieren conquistar o nos quieren aniqui-
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que cuando los críticos escriben bien so- ticos/investigadores de danza son, de acuer-
bre nuestro trabajo, entonces son nues- do con Dallal:
tros amigos. En resumen, no somos ob-
jetivos. Ambos bandos estamos muy nefastas para poder escribir una historia
necesitados de reconocimiento, al gra- de la danza. Éste es uno de los principa-
do de que estamos construyendo nues- les problemas con los que me he topado
tro propio club. como investigadorde la historia de la dan-
za en México: de inmediato me doy cuen-
Ante tal situación, Carlos Ocam- ta de que las fuentes son muy raquíticas,
po dice que que hay muy poca documentación -las
mejores fuentes que he tenido, en estos
cabría esperar que algunos artistas cu- casos, han sido programas de mano, do- .
riosos no creyeran que lo que dice la cumentos del Archivo General de la Na-
crítica es totalmente cierto pero que sí ción y testimonios de los participantes
pensaran que puede ser parcialmente de la danza-o Esto. se debe a que nues-
cierto yque en esa medida también so- tra tradición dancística no ha contado
metieran su práctica aun ejercicio auto- con una crítica vigorosa, ininterrumpi-
crítico a partir de las propuestas que da, decente y profesional; por tanto, es
consideren acertadas. Ytambiénque re- muy cuestionable toda empresa que in-
plicaran en caso de que consideraran tente reconstruir un desarrollo histórico
que la visión del crítico es errada, argu- en materia de danza. Es una situa~ión muy
mentando a partir de su propia expe- grave, que me preocupa mucho porque
lar, porque finalmente nos necesitan, riencia o de documentos de apoyo, para yo sícreo que en la medida en que hubie-
aunque sea para extenderles una carta de plantear las lagunas que pudiera tener el ra una crítica profesional y contir:lUa de
exi -tencia. crítico y, de este modo, colaborar para que la danza mexicana estaríamos en dispo-
su visión se amplíe. Pero esa respuesta, al sición de fuentes que, acumuladas en los
La apreciación de Delgado es refor- igual que la crítica, tiene que ser pública. distintos medios, nos permitirían ir hacia
zada por el comentario que, al respecto, De tal forma, uno espera ser leído crítica- la confrontación y ~orrobora~ión de lo
emiten dos coreógrafas de danza contem- mente y cuestionado públicamente para que realmente ha sucedido en este arre·,
poránea. La sonorense Adriana Castaños que, entre todos -artistas, lectores ycrí- a lo largo de siglos y años, por lo menos
sostiene que la relación entre críticos y ticos--, hagamos conjuntamente un ejer- en el ámbito nacional.
creadores es de dos tipos: cicio de creación.
Por otra parte, Carlos Ocampo con-
una de ellas es aséptica, diplomática; la sidera otros aspectos de la pobreza del pa-
otra, de recriminaciones mutuas: el coreó- Contrariedades drón de críticos e investigadores de danza
grafo confunde al crítico con un promotor en México:
y el crítico confunde la mala factura de Después de todo, independientemente
una obra con toda la danza. Ninguna de las del estado que guarden las relaciones en- Hay una situación que puede volverse
dos contribuye al crecimiento y desarro- tre ambos bandos, lo cierto es que el actual grave. Me refiero al crecimiento nar-
llo de la danza. número de críticos profesionales de dan- cisista, verdaderamente destructivo, de
za es insuficiente para el monto y la in- los miembros de la comunidad artística
Por su parte, Alicia Sánchez, de la tensidad de las actividades dancísticas en que, al no tener, en grado suficiente, in-
Ciudad de México, considera que México. terlocutores críticos con inteligencia,
Señala Alberto Dallal: estarán muy embelesados con su pro-
artistas ycríticos hemos caído en un jue- pioego.
go que vicia las posibilidades de la crítica Tendría que haber, por lo menos, en todo Otra consecuencia es que los fun-
como un medio de conocimiento preci- el país, un conjunto de setenta críticos yun cionarios crean que sus programas son
so de la tradición dancística, de su me- conjunto de ciento veinte investigadores perfectos, inobjetables; y que los pro-
moria histórica y su contexto actual. Se especializados en danza, para cubrir de ma- motores privados sientan que le están
escribe por preferencias personales, lejos nera eficiente todo lo que en México se haciendo un favor a la humanidad al
de toda objetividad, al grado de que si las hace en los diversos géneros de este arte. apoyar mínimamente a la danza. Ade-
obras transgreden la personalidad del crí- más, los diversos públicos también se
tico, entonces son malas. Pero también Las consecuencias de la exagerada encuentran perjudicados ante la caren-
los creadores caemos en este juego por- disparidad numérica entre creadores y crí- cia de un conjunto sólido de críticos
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pues no encuentran tantos accesos a cender hacia un mayor nivel de calidad tro país tiene el sabor de una certeza: care-
opiniones que muevan a una reflexión profesional. cemos de un número suficiente de críticos
capaz de suPerar las meras impresiones capaces de analizar y registrar las diferen-
sensoriales. La carencia de críticos es Si tienes un medio donde expresarte, yo tes voces del fenómeno dancístico. Ade-
un síntoma de empobrecimiento inte- diría que la limitación tú te la impo- más, aquí tenemos que recordar que la ma-
lectual y considero sumamente perju- nes. La máxima limitación que puede yor parte de los críticos en activo atiende
dicial esta estrechez entre quienes hace- tener un crítico es no conseguir dónde tan sólo los espectáculos de danza contem-
mos crítica de danza, aunque a nadie publicar; de ahí en fuera, si ya consiguió poránea ---dejando fuera géneros como
le importe. un medio de expresión, el universo le el baile flamenco, la danza clásica y neo-
pertenece, si no lo quiere explorar ya es clásica, las danzas autóctonas y la danza
Además de exponer esta situación, su problema. autogestiva de los grupos sociales metro-
los críticos señalan problemas específi- A los críticos nadie nos exige nada, politanos-- y lo hace de manera muy limi-
cos que deben enfrentar en la práctica ni eficacia siquiera. Estamos en libertad tada, pues en este terreno existe durante el
de su oficio. En primer lugar, César Del- absoluta de hacer lo que se nos pegue la año una oferta muy grande de espectácu-
gado menciona la falta de espacios para regalada gana. La única limitación es no los en contraste con el pobre número de
la manifestación pública del ejercicio crí- tener un espacio y de nada vale la queja artículos críticos al respecto.
tico, lo cual no sólo es un reflejo inme- de aquellos que se lamentan de tener tan Otros aspectos involucrados en la ci-
diato de nuestra incapacidad social para sólo una cuartilla ymedia. Si ése es el caso, tada conclusión: el oficio de la crítica de
cuestionar y analizar los fenómenos de pues ni modo, a ver si convertimos esa danza carece de reconocimiento social co-
nuestra cultura, sino también un conflic- cuartilla y media en oro o en cobre, eso ya mo una labor creativa y necesaria: así lo
to que refleja los intereses creados en la depende de nosotros. ¿Que nos pagan muy demuestran los pocos espacios de mani-
actual administración de las actividades poco? Pero, por Dios, ¿a quién no le pa- festación que este oficio ha conquistado a
artísticas en el país. "De repente, a una gan poco actualmente? duras penas en el medio editorial-pues
institución o a un funcionario no le pa- Cada quien se marca sus propios su presencia es casi nula en otros medios
rece que se cuestione el trabajo artístico límites. De eso estoy absolutamente de comunicación masiva- y la total im-
que promueve porque, directa o indirec- convencida. Por eso me irrito mucho posibilidad del crítico para vivir de su tra-
tamente, se le puede cuestionar su pro- cuando, en los encuentros de periodis- bajo debido a condiciones laborales poco
pia labor; preferiría que no se dijera nada tas culturales yde críticos, empieza siem- menos que paupérrimas.
al respecto". pre el mar de lamentaciones. Porque Se hace indispensable mencionar
Una limitación más para el crítico es yo tengo veinticinco años en esto y me que en nuestro país las condiciones son
señalada nuevamente por Delgado: "Los doy cuenta de que si en ese tiempo las más que propicias para el ejercicio pro-
críticos, como los obreros, estamos muy mal lamentaciones se refieren a que todo si- fesional de la crítica de danza: tenemos
pagados. En este sentido, nuestra activi- gue igual, entonces el que es sospechoso que son abundantes y constantes los pro-
dad profesional se parece a la del bailarín es el periodista y el crítico, no el medio; gramas dancísticos de géneros diversos,
pues tenemos que dedicarnos a otras cosas porque no es posible que en un cuarto sin olvidar las múltiples manifestaciones
para ejercer el oficio, incluso entrarle a la de siglo no cambie nada. Uno es el que dancísticas que son propias de cada re-
'jugada de las becas". debe cambiar; uno es el que hace el mun- gión de la República y las expresiones
En este sentido, Carlos Ocampo opi- do, uno es el que fuerza el medio am- del baile popular urbano. En suma, los
na que "gran parte de la pobreza del me- biente; y si hay limitaciones y proble- incipientes críticos no carecerán de mo-
dio crítico en México, por lo menos a mas, pues uno debe ver cómo los torea tivos para ejercer su oficio; ni siquiera
lo que a danza se refiere, se explica por la y supera. En este sentido yo creo en la tendJ:án que preocuparse por el acceso a
ignorancia del ámbito editorial y de los fuerza y en la energía del trabajo fecun- funciones e información, pues en estos
medios de comunicación en general". De do, constante ypermanente. No hay pre- aspectos casi siempre es posible encontrar
acuerdo con su comentario, aliado de la texto para nada y la quejadera es pura amable apoyo en el personal administra-
escasez de publicaciones especializadas fuga de energía. Este planeta es muy gran- tivo de las instituciones o de parte de los
se encuentra la falta de continuidad en de, aquí cabemos todos, ysi cada quien propios bailarines. De hecho, el requisi-
el trabajo periodístico de algunos críti- sabe conquistar su propio espacio, encon- to indispensable para profesionalizarse en
cos. Ambas situaciones restan credibili- trará ahí la respuesta. esta materia no difiere del que se necesi-
dad al ejercicio profesional de la crítica taría para emprender el estudio y ejerci-
de danza. cio de cualquier otra profesión u oficio: en
Por su parte, Patricia Cardona ofre- Conclusión este caso, el principio básico consistiría
ce una visión distinta del tema, que invo- en amar la danza con la suficiente cons-
lucra un aspecto no considerado aquí por El final de este breve recortido por el pano- tancia y esfuerzo como para convertirse
sus colegas: la voluntad individual por tras- rama actual de la crítica de danza en nues- en un especialista de sus temas. •
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en el escenario, el estudio, el espacio ca- la exótica bailarina. Entendemos la vo- Anuro García Hemández: No han matado
baretero, etcétera; la avidez de los jóvenes cación de trabajo y de desplazamiento a Tongolele, pr61ogode Carlos Monsiváis, La)or-
actuales por conocer, ver, tocar, admirar a de Yolanda (Finlandia igual que Chile) nada Ediciones, México, 1998. 20S pp.
Tongolele (y podríamos incluir en esta lis-
ta de circunstancias excepcionales la re-
ciente aparición del libro de Arturo García
Hernández) no se han hecho realidad ar-
tillcialmente: nadie induce de manera arti- 'J
,t
ficial a que reflexionemos en torno al fenó-
REVISTA DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
meno Tongolele; nada sino ella y su arte
obligan a tirios y troyanos, históricamente
Número extraordinorio 11 1998
-<:omo lo comprueba la ágil compilación
hilada de García Hernández- a emitir
un juicio de valor -asustados, algunos; Muieres:
entusiasmados, los más-- en torno a esta
asunto ancestral,
artista que es, asimismo, un bello, único
ejemplar de eso que por humana comodi- ideas nuevas '"
.re
dad llamamos creación.
Arturo García Hernández ha orde- + Literatura y género + El eterno femenino
nado los materiales en orden cronológi- como oferta y demanda + Género, una dimensión
co, intercalado los reportajes y entrevis- de la desigualdad social + Representaciones de la mujer
tas y, por último, incluido sus propias en la ficción fantástica + El trabajo femenino
reflexiones en torno al fenómeno Tongo- informal + Asimetrías socioeconámicas entre hombres
lele. Descubrirnos de dónde salió ese nom- , 1
y mujeres + Mujeres compositoras
bre pegajoso y certero. Nos sorprenden
+ Violencia contra las mujeres
fotos y aspectos desconocidos (como la
toma con los revolucionarios de Fidel
+ Poemas de Blanca Luz Pulido y Ana Belén López
Castro en La Habana, en donde se pre-
+ Farsa en una escena de Héctor Mendoza t.
sentaba Tongolele justo ello de enero
+ Ilustran: Aceves Navarro, García Estrada, Quintanilla, .1
de 1959) y las secuencias enteras de las
reaccionarias "reacciones" de iglesias e Rippey, Sauret, Venegas y otros
instituciones ante las presentaciones de
.72.
F
Alberto Blanco. Véanse los números otros. Su exposición individual más re- nes. En 1990 obtuvo el Premio de Crítica
511,521,528-529,536-537,551,562 y ciente es 50 años de Ballet Nacional (Uni- Dancística, otorgado por la revista Punto
573-574. Sus libros más recientes son versidad Autónoma de Querétaro, 1998). de Partida, yen 1993 el Premio Luis Bru-
Las voces del ver (CNCA), 42 ensayos dedi- no Ruiz, concedido por el Festival Nacio-
cados a las artes visuales, y El corazón del Sabino Cruz V. (TIerra Blanca, Veracruz, nal e Internacional de Danza Contempo-
instante (FCE), reunión de 12 libros de su 1961). Licenciado en historia por la Uni- ránea y Canal 13 de San Luis Potosí. Es
poesía. versidad Veracruzana ypasante de la maes- autor de Cortes selectos. Antologúl de crítica
tría en historia del arte por la UNAM. Formó de danza (Cenidi-Danza-INBA) ycoautor de
Patricia Cardona. Colaboró en el núme- parte del grupo de danza Módulo y de la Taller coreográfico de la UNAM. XX años
ro 528-529. En 1997 produjo el video Un Compañía TItular de Danza Contempo- de existencia (Difusión Cultural UNAM) y
siglo de cuerpos (Fonca/INBA). ránea de la Universidad Veracruzana, don- Mario Lavista. Textos en torno a la música
de es profesor invitado en las facultades de (Cenidim-INBA).
Francisco Javier Casillas (Ciudad de Méxi- Antropología e Idiomas. En 1996 fue be-
co, 1956). Médico cirujano por la Univer- cado por el Instituto de Cultura de San Luis Enrique Guamer (Barcelona, España,
sidad La Salle, maestro en rehabilitación Potosí para realizar la investigación Arte 1932~. Nacionalizado mexicano en 1942.
neurológica por la Universidad Autóno- Coreográfico Potosino: Danzas Autócto- Médico cirujano por la UNAM, psiquiatra
ma Metropolitana y candidato a doctor' nas y Mestizas. En 1997 organizó y dirigió por la Universidad de Washington (Saint
en administración pública por la UNAM, el Taller Coreográfico de la Escuela Estatal Louis, Missouri), la Universidad de Texas
donde es profesor de la ENEP-Iztacala. Ha de Danza del Sistema Educativo Estatal Re- y la Fundación Tmel y psicoanalista por la
sido director médico en las olimpiadas de gular del Gobierno del Estado de San Luis Asociación Psicoanalítica Mexicana. Es
Atlanta 96, juveniles 96, juveniles 97 y ju- Potosí. Es autor de La enseñanza artística profesor de maestría ydoctorado en la Fa-
venil e infantil 98. Actualmente es direc- en Xalapa (Danza/1936-1975) [Universi- cultad de Psicología de la UNAM y profe-
tor nacional de Medicina y Ciencias Apli- dad Veracruzana]. sor de psiquiatría dinámica en la Facultad
cadas al Deporte de la Comisión Nacional de Medicina de la Universidad La Salle.
del Deporte, director de Comunicación del Alberto Dalla!. Es director de Universi- Desde 1981 es cronista taurino del diario
Instituto Nacional de Pediatría y direc- dad de México. Su anterior colaboración Novedades. Es autor de Psicopatologúl clí-
tor médico de la Federación Mexicana aparece en el número 554-555. nica y tratamiento analítico (Porrúa) y Un
de Triatlón. homosexual ysus sueños (UNAM). Sobre toros
Luis Carlos Emerich. Véanse los núme- ha publicado, entre otros libros, Historia
Christa Cowrie (Hamburgo, Alemania, ros 556, 560-561 y Extraordinario I de del toreo en México (Diana) y Tauroma-
1949). Vive en México desde 1963. Estu- 1998. Actualmente prepara un libro sobre quia (INBA).
dió fotografía con el maestro Lázaro Blan- Enrique Guzmán y es curador de la obra
co en la Casa del Lago-UNAM. En 1975 de este artista que será presentada en una Miguel León.Portilla. Véanse los núme-
inició sus actividades profesionales en exposición retrospectiva el año próximo ros 532 y 569. En este año recibió el doc-
Excélsior. Forma parte del grupo de fun- en los museos de Arte Contemporáneo torado honoris causa por la UNAM.
dadores del diario Uno más uno, de cuyo de Monterrey y de Arte Moderno de la
suplemento Dosmiluno, salud y ecología, Ciudad de México. Karl E Link (Santa Clara, California,
fue coordinadora gráfica. Su obra ha sido EUA, 1969). Ingenieroenc6mputopor la
presentada en los Estados Unidos, Cana- Óscar Flores Martínez (Ciudad de México, Universidad de Oregón y licenciado en
dá, Cuba, Venezuela, Brasil, Italia, Fran- 1961). Crítico y periodista especializado programación por el Instituto Tecnológico
cia, Alemania y México. Sus fotografías en danza. Ha escrito críticas y reseñas para de Massachusetts. Estudió la licenciatura
aparecen publicadas en los libros Cantos fo- Novedades, El Universal, Vague-México, Tea- en arqueología en la Escuela Nacional de
tográficos de Christa Cowrie (Cenidi- Danza- tro, Nuestradanza, Danzaría y Ballet Interna- Antropología e Historia. Ha colaborado
lNBA) YAnatomía del crítico (Pórtico), entre tianal (Alemania), entre otras publicacio- en diversos proyectos antropológicos en
• 73 •
U NIVERSIDAD DE MÉxICO
el Instituto de InvestigacionesAntropo- Maya Ramos Smith (Ciudad de Méxi- Jerónimo Antonio Gil (ENAP-UNAM) yen
lógicas de la UNAM. co, 1947). Estudió actuación en e! Stella 1996 la Medalla de Plata Goya (Bienal Ibe.
Adler Conservatory of Acting de Nueva roamericana de Arte, Palacio de Bellas
Jesús Luy (Cumpas, Sonora, 1960). Cur- York. Recibió el título de ejecutante y Artes). Entre sus exposiciones individua-
só estudios de la licenciatura en antropo- maestra de danza clásica en la Academia les se cuentan Sobre la mesa (Casa del Lago-
logía física en la Escuela Nacional de An- de la Danza Mexicana-INBA ye! diploma de UNAM), Intemperie-Resguardo (Museo Uni-
tropología e Historia y de la maestría en profesora de ballet, estudios coreográficos versitario de! Chopo- AM) y Tenitorios
criminología en el Instituto Nacional de superiores en la Ecole Supérieure d'Etudes del abismo (Galería Drexe!, Garza García,
Ciencias Penales. Actualmente se desem- Choréographiques de París. Actualmente Nuevo León).
peña como antropólogo forense en los ser- es directora de! Centro Nacional de Inves-
vicios periciales de la Procuraduría Gene- tigación, Documentación e Información
ral de Justicia del Distrito Federal. de la Danza José Limón e investigadora del
Centro Nacional de Investigación, Do-
Ana Messuti (Buenos Aires, Argentina, cumentación e Información Teatral Ro-
1946). Abogada por la Universidad de Bue- dolfo Usigli. Es autora de El mundo ma-
nos Aires, con especialidad en filosofía de! ravilloso del ballet (Promexa), El ballet en
derecho por la Seuola di Perfezionamen- México y el siglo XIX (Alianza) y Censura
to de la Universidad de Roma. Fue profe- y teatro novohispano (Escenología, en pren-
sora en la Facultad de Derecho de la Uni- sa), entre otros.
versidad de Buenos Aires. Es colaboradora
permanente de! Instituto Vasco de Crimi- Daniel Rodríguez Barrón. Véase el nú-
nología de San Sebastián, España. Ha pu- mero 570-571.
blicado El tiempo como pena (Lerner Edi-
tores, Buenos Aires), De la exclusión a la Arturo Romano (Ciudad de Méxic ,
hospitalidad (Lerner Editores, Buenos Aires) 1921). Antropólogo físico por la Escu la
YEl tiempo como pena y otros escritos (Pon- Nacional de Antropología e Hi tria y
tificia Universidad Javeriana, Bogotá). maestro en ciencias antropológi r1
UNAM. Investigador en el Instituto Naci -
Carlos Ocampo. Colaboró en e! número na! de Antropología e Historia, adscri al
559. Este año fundó la revista Zona de Dan- Sistema Nacional de Investigad . Ac-
za, de la cual es editor. tualmente se desempeña como perito en
~antropología forense en la Procuraduría
Julian PalIey (Atlantic City, NuevaJersey, General de Justicia del Distrito Federal. María ViUanu va ( ¡ud d d México,
EUA, 1925). Poeta y traductor. Ha publi- Es autor de Estudio morfológico de la defor- 1946). Antr 1 a fí ica porla Escue·
cado sendas antologías bilingües con sus mación craneana en Tamuín, SLP, y en la la Naci nal de Anrr 1 gía Hi toria,
traducciones de poemas de Jorge Guillén Isla del Ídolo (INAH). ma traenci nci antr pológicasycan-
y Rosario Castellanos. En 1976 obtuvo e! didata a doct ra en antropol gía por la
Premio Jefferson Poetry Award por su libro Gustavo Emilio Rosales (Ciudad de UNAM, donde inve tigad ra en e! Ins-
Spinoza's StonearulOt1ler Poems (jNR, Nueva México, 1968). Periodista y crítico espe- tituto de Investigacion Antropológi-
York). Inevitable Press le publicó Family cializado en artes escénicas. Estudió la li- cas. Está adscrita al Si tema Nacional
Partraits y Pictures at an Exhibition (de éste cenciatura en literatura dramática en la de Investigadores. Es autora de Manual
hay una traducción de José Balza: Cuadros UNAM. Prepara su tesis sobre la relación de técnicas SOl'JUJtOopológicas (IIA-UNAM) y
de una exposición, Pequeña Venecia, Ca- entre técnicas de entrenamiento actoral y coautora de Human Biology (1929-1978).
racas). Otro de sus poemarios es Bestiary procesos de autoconocimiento. Responsa- Ensayo histórico bibliográfico (llA-UNAM) y
(Puertas Press), publicado en español por ble de las secciones de danza y música en 100 años de antropologúJ. física en Méxi-
Cuadernos de Malinalco bajo e! título de la revista Tle1TlPO libre. co. Inventario bibliográfico (IIA-UNAM, en
Bestiario. prensa).
Ruhén Rosas (Ciudad de México, 1958).
Pedro Ángel Palou. Colaboraciones su- Cursó la licenciatura en artes visuales Naief Yehya. Colaboraciones suyas apare-
yas aparecen en los números 506-507, en la Escue!a Nacional de Artes Plásticas cen en los números 546-547 y Extraor-
Extraordinario de 1993,556 y 564-565. de la UNAM. En 1985 obtuvo el Premio dinario II de 1998.
.74.
>
NOVEDADES EDITORIALES
COORDINACiÓN DE HUMANIDADES UNAM
Para informes y adquisiciones dirigirse a la Coordinación de Humanidades, Circuito Maestro Mario de la Cueva,
Ciudad de la Investigación en Humanidades, Ciuclad Universitaria, C. P. 04510, México, o. F. Tel. 622 75 88, Fax 622 75 90.
Correo electrónico (E-moil): jrios@servidor.unam.mx
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HIZO /"1
Los
Cuentos
de ü.CONACULTA Gabriel Garcla M'rquez. Voz d I Autor
GARABAZ· Presentación de Emm nlJel Carballo
Coordinación de Difusión Cultural, Dirección de Ul raMa
Historias fantásticas elaboradas sobre Colección Voz Viva de América latina
cuentos escritos por niños. Cuarta edición, corregida, 1998
Todos los viernes a las 5 de la tarde. Iñforrrn: Oirección General de Putlk:MIonft., Fon'leNo ~ Iw. dlltlMAH HUm. 5. ColIudMI Unf.erSltaIlI •
c.P.CMS1G. . . . .DF... liL 1Z2. SlOTIl. yfeL822 65 82
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La cu\ tu ra también se ve
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po: la fuerza en los músculos donde se
adivina la agilidad en la carrera o en el
salto; pero también el gesto, aunque .
revela todo el cuerpo, oculta la cabeza
de la cual sólo vemos la barbilla. Esta
• escisión entre cuerpo y cabeza es pro-
fundamente occidental-¿estaría pen-
sando Cowrie en esta dificultad que el
gesto del personaje subraya?-, fun-
damenta cierto angst que aún, a pesar
de las renovadas liberaciones sexua-
les, no se trasciende. La historia occi-
dental siempre ha estado dividida en-
tre el cuerpo y la cabeza; ¿la fotografía
se ve con el cuerpo o la cabeza?, entra
por los ojos y la completa, la formula la
cabeza; es al mismo tiempo una ima-
gen memal, pero una imagen que entra
por los sentidos, es sólo luz transforma-
da por la inteligencia en forma; la ima-
gen de Cowrie vuelve a dar vigencia a
Miguel Ángel Añorve (Bollet Nacionol de México) en Vc de . lo fí esta antigua dicotomía entre cuerpo y
de Rossano Filomarino oz Vlen, coreogra a
cabeza.
,
INDICE DEL VOLUMEN L111
ENERO-DICIEMBRE 1998
•
ÍNDICE TEMAneo
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ÍNDICE GENERAL
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NÚM. PÁG•
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UNIVERSIDAD DE MÉxICO
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U NIVERSIDAD DE MÉxICO
+IV +
UNIVERSIDAD DE MéxICO
U NIVERSID'AD DE MÉxICO
• VII.
U NIVERSIDAD DE MÉxICO
Poesía
• VIII •
pi
UNIVERSIDAD DE MÉxICO
Ensayo
+IX.
U NIVERSIDAD DE MÉxICO
+X+
1
U NIVERSIDAD DE MÉxICO
• XII.
•
U NIVERSIDAD DE M ~XICO
Ficci6n
• XIII •
UNIVERSIDAD D.E MÉxIco
Teatro
Crónica
Reportaje
Entrevista
. Plasencia Saavedra, Mónica Sin el pw10r del silencio: habla Jaime Sabines 567-568 22
Ciencia
Correspondencia
Reseña bibliográfica
Garda Jurado, Roberto Los usos del diccionario (Teoría del diccionario
monolingüe, de Luis Fernando Lara) 567-568 51
• XIV.
U NIVERSIDAD DE MÉxICO
TíTULO NÚM.
Nishizawa', Lu~
. .-,,', ' (Ilustra portada:páginas centrales
y número completo) 564·565
• XVI.