FALLA POR FATIGA

Si ponemos a un material a operar en el punto rojo, el material no debería tener

ninguna opción de fallar, esta afirmación es cierta solo si el material está sometido a
cargas estáticas (o con velocidades y aceleraciones muy pequeñas). Sin embargo, si
las cargas son dinámicas (velocidades y aceleraciones altas), es posible que el
material se rompa incluso antes en haber alcanzado su límite de fluencia. A este
fenómeno se le conoce como falla por fatiga. Este fenómeno se empezó a detectar
después de la revolución industrial, ya que antes de ésta las velocidades y
aceleraciones no eran altas. Con la invención de la máquina, se empezaron a notar fallas en los materiales
cuando éstos se encontraban a esfuerzos inferiores al límite de fluencia, estas fallas se caracterizaban además
porque las fracturas eran casi perfectas, es decir, las rupturas parecerían como si alguien hubiese cortado las
piezas, o como si los materiales fueran frágiles (no hacían cuello), aunque se tratara de metales dúctiles, por lo
que en un principio se creyó que se trataba de sabotaje.

Al reparar las fallas, al cabo de un tiempo, volvía a presentarse la falla, por lo que empezó a creerse
erróneamente que el material se “cansaba” luego de cierto tiempo, por lo cual se empezó a llamar este tipo de
fallas como “Falla por Fatiga”, término que se sigue utilizando hasta hoy, aunque sabemos que es imposible
que un metal se “canse”. Lo que realmente ocurre es que debido a las cargas dinámicas (movimiento a altas
velocidades y aceleraciones) y además que estas cargas son repetitivas (cíclicas), las micro grietas que se
encuentran en los materiales (límites de grano, impurezas, etc.) se van propagando lentamente a través de la
sección transversal del material, lo que hace que las áreas que soportan las cargas disminuyan hasta que el
esfuerzo crece y se presenta una ruptura súbita del material.

Si observamos en la figura anterior, vemos una grieta que se encuentra justo sobre el eje neutro del eje (en este
punto el esfuerzo es cero). Si el eje permanece quieto, la grieta permanecerá del mismo tamaño, pero cuando
el eje rota, la grieta va pasando alternativamente por las zonas de compresión (Esfuerzo mínimo) y de tensión
(Esfuerzo máximo). Cuando la grieta pasa por la zona de compresión permanece del mismo tamaño, pero cada
vez que pase por la zona de tensión la grieta va creciendo, de modo que el área neta va disminuyendo
progresivamente, hasta que el esfuerzo alcance repentinamente el valor de la ruptura. Por tanto para hablar de
falla por fatiga se requieren dos cosas:
a. Que las cargas sean dinámicas (velocidades y aceleraciones altas)
b. Que las cargas sean repetitivas (cíclicas).

Nota: Las cargas cíclicas no solo se presentan por rotación (como en el caso de los ejes), sino en elementos
que pasen de esfuerzos de compresión a esfuerzos de compresión repetidamente, como en el caso de las
bielas.
La falla por fatiga tiene tres etapas:
a. Generación de la grieta
b. Propagación de la grieta
c. Ruptura súbita

Es imposible atacar la falla por fatiga en la primera etapa (Generación de la grieta), ya que la grieta es innata a
los metales. Para los metales ferrosos (los aceros), es posible evitar la falla por fatiga bajos ciertas condiciones
o, en su defecto, predecir cuándo va a ocurrir la falla para cambiar el material antes de que ésta ocurra. Para
los materiales no ferrosos (aluminio, bronce, latón, etc.), es imposible evitar la falla por fatiga (siempre y
cuando estén sometidos a cargas dinámicas y cícliclas) y sólo es posible tratar de predecir la vida útil para
reemplazarlos antes de la ruptura.

Nota: Los materiales ferrosos (aceros) tienen una propiedad llamada límite de resistencia a la fatiga (Se), los
materiales no ferrosos no tienen límite de resistencia a la fatiga.

Los metales dúctiles son preferidos para la fabricación de ejes y otros elementos de máquinas debido a las
siguientes dos propiedades:

1. Los materiales dúctiles sufren una gran deformación plástica (notable a simple vista) antes se fallar
ante una eventual sobrecarga; ésta deformación nos da un aviso de que debemos cambiar el material
antes que se rompa.
2. Los materiales dúctiles retardan la propagación de la grieta, por lo cual tendrán una mayor vida útil
que los frágiles.

Laboratorio:

En el laboratorio deben construir la gráfica S vs N del material, donde S es el esfuerzo al que someterán el
material y N el número de ciclos que soporta el material. (Nota: la gráfica es logarítmica), si el material es
ferros0 deben encontrar el límite de fluencia (Se) y la ecuación de la recta. Si el material es no ferroso, solo
deben encontrar la ecuación de la recta.

Para realizar la práctica de fatiga véase la guía correspondiente en el moodle.