A lo largo de la existencia del ser humano y a medida que ampliaba su capacidad
de pensar y razonar a lo largo del tiempo, este se ha planteado una serie de interrogantes que surgieron a medida que analizaba su realidad, desde los más simples a los más complejos. Debido a la necesidad de resolverlas para su supervivencia y tranquilidad este se vio en la obligación de buscar herramientas, caminos, pasos y métodos que conlleven a la solventación de dichos problemas, empleando diferentes maneras para llegar a esta y así conseguir lo deseado. Es por ello que la observación, la investigación e interpretación fueron indicios que llevaron al hombre a desarrollar su lado científico. Uno de los métodos más desarrollados y aplicados por hombres de ciencia para la solución de problemas, además por ser una de las maneras más ordenadas para obtener un conocimiento, es el método científico el cual básicamente es una serie de etapas que hay que recorrer para obtener un conocimiento válido, desde el punto de vista científico, utilizando instrumentos que resulten fiables y verídicos que apoyen los resultados. Lo que hace este método es minimizar la influencia de la subjetividad del científico en su trabajo. El método científico está basado en los preceptos de falsabilidad (indica que cualquier proposición de la ciencia debe resultar susceptible a ser falsada) y reproducibilidad (un experimento tiene que poder repetirse en lugares indistintos y por un sujeto cualquiera). En concreto, se puede establecer que el citado método científico fue una técnica o una forma de investigar que hizo acto de aparición en el siglo XVII, incluso desde épocas anteriores, siendo empleado por grandes representantes y genios de la ciencia, siendo ejemplo de ello Leonardo da Vinci y Galileo Galilei, que siguiendo ciertos criterios llegaron a grandes descubrimientos permitiendo el desarrollo de la ciencia. Entre los pasos necesarios que conforman el método científico, se hallan la observación (el investigador debe apelar a sus sentidos para estudiar el fenómeno de la misma manera en que éste se muestra en la realidad), la inducción (partiendo de las observaciones, el científico debe extraer los principios particulares de ellas), el planteo de una hipótesis (surgido de la propia observación), la demostración o refutación de la misma y la presentación de la tesis (la teoría científica). [1] El método científico es racional, ya que se basa en juicios y opiniones de fuentes verídicas y de gran confiabilidad; el método científico también se destaca por ser analítico, debido a que trata de entender y englobar el tema en una forma total, y en términos muy claros, además se destaca por ser muy preciso. Este método es de gran utilidad puesto que permite el desarrollo de un planteamiento, idea o interrogante que surge para ser verificado y en muchos casos formarse como ley.