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CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA

LIBERTAD
SEGUNDA SALA PENAL DE
PODER JUDICIAL APELACIONES
Avenida América Oeste s/n – Mz. “P” lote 7 - Urb.
CASO PENAL Nº : 04172-2014-34-1601-JR-PE-01
DELITO : ACTOS CONTRA EL PUDOR EN MENOR Y OTRO
PROCESADO : SEGUNDO SAMUEL VALENZUELA LLANOS
AGRAVIADAS : D.O.E.Z. Y OTRA
APELANTE : MINISTERIO PUBLICO
ASUNTO : APELACIÓN DE SENTENCIA ABSOLUTORIA

SENTENCIA DE VISTA

Resolución Nº Quince
Trujillo, diecisiete de junio de dos mil quince

VISTA Y OÍDA en audiencia de apelación de sentencia, por los


señores magistrados integrantes de la Segunda Sala Penal de Apelaciones
de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, señores Jueces Superiores
Juan Rodolfo Segundo Zamora Barboza (Presidente, director de debates y
ponente), Norma Beatriz Carbajal Chávez y Ofelia Namoc López de Aguilar;
audiencia en la que intervinieron la señora Fiscal Adjunta Superior Ada
Peñaranda Bolovich y el señor José Marcos Erazo Hidalgo, abogado
defensor del procesado Segundo Samuel Valenzuela Llanos, también
presente en la audiencia.

I. PLANTEAMIENTO DEL CASO:

1. Viene el presente proceso penal en apelación de la sentencia,


resolución número ocho - de fecha nueve de octubre de dos mil catorce -,
emitida por el Primer Juzgado Penal Colegiado de Trujillo, en la que se
absolvió al acusado Segundo Samuel Valenzuela Llanos como autor del
delito contra la indemnidad sexual, en la modalidad de actos contrarios
al pudor en menor de edad, en agravio de la menor de nombre de

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iniciales D.O.E.Z. y como autor del delito de violación de la libertad
sexual, en la modalidad de violación sexual en agravio de la menor de
nombre de iniciales K.J.R.E. con todo lo demás que contiene.

2. La representante del Ministerio Público formuló como pretensión


impugnatoria que se declare la nulidad de la sentencia y del
juzgamiento oral por afectación a la debida motivación, en el ámbito de
la valoración probatoria, solicitando que se ordene la realización de un
nuevo juzgamiento.

3. El defensor del procesado formuló como pretensión de contestación


impugnatoria que se confirme la sentencia por ser el resultado de una
debida valoración de la prueba actuada.

4. Como efecto de la apelación interpuesta, esta Sala Penal de


Apelaciones asume competencia para examinar los fundamentos de la
sentencia.

II. CONSIDERANDOS:

2.1 CONSIDERACIONES JURÍDICAS

5. Primero.- La competencia de este tribunal superior para decidir se


circunscribe al material impugnativo contenido en las pretensiones
formuladas por las partes y sus fundamentos, teniendo como
parámetros los principios de rogación y de límite del recurso; estando
habilitado también para pronunciarse por las nulidades absolutas o
sustanciales, incluso no advertidas por el apelante, tal como lo ha
referido el Tribunal Constitucional 1 y ha sido recogido por los artículos
149º y 150° del código Procesal Penal, disposiciones recogidas
específicamente en la regulación de la apelación de sentencias del
artículo 425° inciso 3 del código Procesal Penal. Asimismo, de
1
STC Exp. N° 02458-2011-PA/TC – AREQUIPA, Caso Empresa TRIARC S.A., del 14 de
setiembre de 2011, FJ.7.

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conformidad con lo establecido por el artículo 425° inciso 2 del código
Procesal Penal, este tribunal no puede otorgar diferente valor
probatorio a la prueba personal que fue objeto de inmediación por el A
quo, salvo que su valor probatorio sea cuestionado por una prueba
actuada en segunda instancia.

6. Segundo.- Desde la Constitución, Invocamos las garantías de debido


proceso y tutela jurisdiccional efectiva – previstas en el artículo 139 inciso
3 de la Constitución -, entendida esta última como la posibilidad de
reclamar a los órganos judiciales y obtener de ellos una respuesta justa
y legítima; de debida motivación de las resoluciones judiciales – artículo
139° inciso 5 de la Constitución – garantía que importa que “(…) los jueces,
al resolver las causas, expresen las razones o justificaciones objetivas que los
llevan a tomar una determinada decisión, razones que deben provenir no
sólo del ordenamiento jurídico vigente y aplicable al caso, sino de los propios
hechos debidamente acreditados en el trámite del proceso” 2, la motivación
debe dar cuenta de las razones mínimas que sustenta la decisión 3 - y de
presunción de inocencia, según la cual toda persona es considerada
inocente mientras no se haya declarado judicialmente su
responsabilidad, conforme a lo que establece el artículo II del Título
Preliminar del código procesal y el artículo 2° numeral 24) literal “e” de
la Constitución; “…tanto la presunción de inocencia como el in dubio pro
reo inciden sobre la valoración probatoria del juez ordinario. En el primer
caso, que es algo objetivo, supone que a falta de pruebas aquella no ha
quedado desvirtuada, manteniéndose incólume, y en el segundo caso, que es
algo subjetivo, supone que ha habido prueba, pero esta no ha sido suficiente
para despejar la duda (la suficiencia no se refier,;e a la cantidad de pruebas
incriminatorias, sino a la entidad y cualidad que deben reunir estas)”.4

2
STC en el Exp. N° 1480-2006-AA/TC - Lima (Caso Caja de Beneficios y Seguridad Social
del Pescador), 27 de marzo de 2006, F. 2.
3
STC en el Exp. n° 08605-2005-AA/TC – LIMA (Caso Engelhard Perú SAC (En liquidación),
14 de noviembre de 2005, FJ. 21
4
STC en el Exp. N° 00728-2008-PHC/TC – Lima (Caso Giuliana Flor de María Llamoja
Hilares), 13 de octubre de 2008, F.J. 37.

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7. Tercero.- La Constitución nacional reconociendo que la defensa de la
persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la
sociedad y del Estado, ubica en el primer rango de derechos
fundamentales de la persona, entre otros, los derechos a la integridad
moral, psíquica y física, así como a su libre desarrollo y bienestar. 5,
garantías y valores conjuntamente con la libertad se encuentran dentro
del ámbito de protección de las normas que protegen la libertad y la
indemnidad sexual. Con respecto a los delitos contra la libertad sexual,
en doctrina legal desarrollada en el Acuerdo Plenario Nº 04-2008/CJ-
1166, la Corte Suprema de Justicia de la República ha precisado que “es
de entender como libertad sexual la capacidad legalmente reconocida
que tiene una persona para auto determinarse en el ámbito de su
sexualidad, y como indemnidad sexual la preservación de la sexualidad
de una persona cuando no está en condiciones de decidir sobre su
actividad sexual: menores e incapaces. En ambos casos es evidente
que el fundamento material de las infracciones que las comprende es
el derecho a una actividad sexual en libertad…”

8. Cuarto.- El artículo 176-A7 del código penal, prescribe: “El que sin
propósito de tener acceso carnal regulado en el artículo 170º, realiza
sobre un menor de catorce años u obliga a éste a efectuar sobre sí
mismo o tercero, tocamientos indebidos en sus partes íntimas o actos
libidinosos contrarios al pudor, será reprimido con las siguientes penas
privativas de la libertad:(…) 3) Si la víctima tiene de diez años a menos
de catorce años con pena no menor de cinco ni mayor de ocho años. Si
la víctima se encuentra en alguna de las condiciones previstas en el
último párrafo del artículo 173° (…), la pena será no menor de diez ni
mayor de doce años de pena privativa de la libertad”. Al respecto, el
último párrafo del mencionado artículo 173° del código penal hace

5
Conforme a los artículos 1° y 2° inciso 1 de nuestra Constitución.
6
Adoptado con motivo del IV Pleno Jurisdiccional de la Salas Penales Permanente,
Transitorias y Especial, de fecha 18 de julio de 2008, F. J. 7.
7
Artículo modificado por el Artículo 1 de la Ley N° 28704, publicada el 05 abril 2006.

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referencia al supuesto en que el agente tiene cualquier posición, cargo
o vínculo familiar que le dé particular autoridad sobre la víctima o le
impulse a depositar en él su confianza.

9. Quinto.- Los tocamientos a los que alude el tipo penal deben


materializarse en las partes íntimas 8; en cuanto a los actos libidinosos,
Peña citando a Barrera Domínguez apunta que están constituidos por
“palmoteo de las piernas; tocamiento de los órganos genitales;
cualquier tocamiento obsceno; meter las manos por debajo de los
vestidos; palmoteos y besos; manoseos de los senos; aún sobre los
vestidos; acariciar, besar, manosear” 9

10. Sexto.-El artículo 170° del código Penal prevé, como típica, la
conducta de quien con violencia o grave amenaza, obliga a una
persona a tener acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal o realiza
otros actos análogos introduciendo objetos o partes del cuerpo por
alguna de las dos primera vías, ilícito que en su tipo base tiene una
sanción conminada no menor de seis ni mayor de ocho años de pena
privativa de la libertad; la conducta descrita en el tipo base se agrava
cuando la víctima tiene entre catorce y dieciocho años de edad,
supuesto para el que se conmina una sanción no menor de doce ni
mayor de dieciocho años de pena privativa de la libertad e
inhabilitación conforme corresponda. La violencia como medio comisivo
está referida al despliegue de actos materiales – (vis absoluta) fuerza
física - efectivos orientados a doblegar la resistencia de la víctima e
idóneos para conseguirlo10.

8
Partes íntimas o reservadas al pudor de la persona, comprende las denominadas zonas
erógenas o sensibles a la excitación sexual.
9
PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso Raúl. Derecho Penal. Parte Especial. T. I Reimpresión
actualizada. Julio 2009. p.752 – 753.
10
Cfr. MUÑOZ CONDE, Francisco. Ob. Cit. p. 203. CASTILLO ALVA, José Luis. Ob. Cit. p. 75.
citando a Giuseppe Maggiore. GARCÌA PEREZ, Octavio. La regulación del derecho penal
sexual en España. En: Los delitos contra la liberta de indemnidad sexual. Enfoque
dogmático y jurisprudencial. Primera edición. Jurista Editores, Lima 2005. p. 245-246.

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11. Sétimo.- Conforme al artículo 157° del código procesal penal, los
hechos objeto de prueba pueden ser acreditados por cualquier medio
de prueba permitido por la Ley. Según los cánones de valoración
probatoria, el juez debe observar las reglas de la lógica, la ciencia y las
máximas de la experiencia, exponiendo los resultados obtenidos así
como los criterios adoptados (artículo 158 inciso 1 del Código Procesal
Penal concordante con su artículo 393 inciso 2) ; asimismo, constituye uno
de los requisitos de la sentencia “la motivación clara, lógica y completa
de cada uno de los hechos y circunstancias que se dan por probadas e
improbadas, y la valoración de la prueba que la sustenta, con
indicación del razonamiento que la justifique.”(artículo 394 inciso 3 del
Código Procesal Penal). En cuanto a la valoración de la declaración del
testigo, destacamos el Acuerdo Plenario N° 2-2005/CJ-116 11 que
reconoció como garantías de certeza: a) Ausencia de incredibilidad
subjetiva. b) Verosimilitud, y, c) Persistencia en la incriminación,
reiteradas - en gran medida - en el Acuerdo Plenario N° 1-2011/CJ-116 12,
en el que se efectúa un exhaustivo desarrollo con relación a la
apreciación de la prueba en los delitos contra la libertad sexual, en
especial de los matices vinculados con la declaración de la víctima.

2.2. ACTUACIÓN PROBATORIA – ARGUMENTOS DE LAS PARTES

12. Octavo.- En juicio de apelación no hubo actuación probatoria ni


pedidos de oralización.

13. Noveno.- La señorita Fiscal Superior argumentó: Que si bien la


menor agraviada de iniciales D.O.E.Z. varió su versión, no se tuvo en
cuenta que en su declaración previa narró con lujo de detalles los actos
cometidos por el procesado en su agravio; en ese mismo sentido, la
imputación fue sostenida en juicio por Carmen Giovanna Espinoza
11
Adoptado en el Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitoria de la
Corte Suprema de Justicia de la República, de fecha 30 de setiembre de 2005.
12
Adoptado en el VII Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitoria de
la Corte Suprema de Justicia de la República, de fecha 06 de diciembre de 2011.

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Zelada, tía de la agraviada, específicamente, haber encontrado a la
menor con el calzón a la altura de las rodillas y al procesado con su
cabeza metida entre sus piernas, lo que se condice con la data del
reconocimiento médico legal. Que si bien el protocolo de pericia
psicológica N° 374 – 2014 concluye que la menor no presenta
indicadores psicológicos de afectación emocional, frente a la
retractación la perito refirió que obedecía a las consecuencias que
sufriría de parte del agresor al tener que declarar en su contra, además
de la presión del núcleo familiar. Que el delito de violación sexual en
agravio de la menor K.J.R.E. se acreditó con el examen del perito
médico - quien además refirió que la agraviada le manifestó que su tío
la violó -, y con el examen del perito psicólogo quien refirió que su
relato fue creíble sobre la forma y circunstancias como fue abusada.
Que pese a invocarse los acuerdos plenarios relativos al testimonio de
la víctima, no se realizó un análisis integral de la prueba actuada a fin
de verificar la concurrencia de sus presupuestos, por el contrario, se
privilegió la retractación de la menor dejando de lado pruebas
periféricas que corroboran el hecho como el testimonio de Carmen
Espinoza Zelada y el examen de los peritos, sin soslayar que el
procesado es padrastro de la menor, considerando por tanto que se ha
incurrido en vulneración del derecho a la debida valoración de la
prueba. Que en cuanto a la imputación por delito de violación sexual,
es incorrecta la conclusión del colegiado de que la actividad probatoria
- esencialmente la existencia de incredibilidad subjetiva -, genera duda de la
intervención del procesado en los hechos, ello por cuanto no se
valoraron las corroboraciones periféricas de la declaración de la víctima
aportadas por la tesis de cargo, como el reconocimiento médico legal
que concluye que la agraviada tiene himen con signos de desfloración
antigua, lo cual fue ratificado en juicio por el perito, y también el
protocolo de pericia psicológica practicada a la agraviada que concluye
que presenta reacción ansiosa depresiva leve moderada asociada
experiencias psicosexual, documento ratificado en juicio por el

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psicólogo forense; circunstancias que evidencian una valoración
sesgada de la prueba, infringiendo la garantía de debida motivación,
siendo aplicable lo dispuesto por el artículo 150°. d) del código procesal
penal.

14. Décimo.- El defensor del procesado expuso: Que la imputación por


delito de actos contra el pudor fue desvirtuada en juicio por la
agraviada, quedando establecido que su tía le hizo un ofrecimiento de
regalarle una bicicleta si sostenía su imputación, en tanto que su prima
Evelyn la amenazó con meter presa a su mamá si no lo hacía,
añadiendo que la primigenia de la víctima no fue recibida por un fiscal
de familia conforme lo ordena la ley, ni tampoco la menor acudió
acompañada de su madre sino de su tía Carmen; por otro lado, la
pericia psicológica tampoco concluye en la existencia de indicadores de
abuso sexual. Que en cuanto al delito de violación sexual la versión de
la agraviada no generó convicción pues incurrió en una serie de
contradicciones en cuanto a las fechas y a la forma y circunstancias en
que supuestamente se habrían producido los hechos. Que en juicio
quedó establecida la existencia de incredibilidad subjetiva, con la
evidencia de resentimiento en la tía de la menor por un cometario
efectuado por el procesado a su marido en el sentido que su mujer le
sacaba la vuelta con un vecino, son soslayar que la propia menor
declaró en juicio que no confiaba en su madre. Que la agraviada por
delito de violación sexual dijo que en el momento de los hechos estuvo
en compañía de su hermana de cinco años y su sobrinito, y además que
la visitaban familiares, entorno que no resulta propicio para la
perpetración de un acto de violación. Que al no haberse acreditado la
responsabilidad penal del procesado la sentencia absolutoria debe ser
confirmada.

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15. Décimo primero.- El procesado refirió ser inocente, que la menor
agraviada por delito de actos contra el pudor es como su hija, no le
podría efectuar tocamientos indebidos.

2.3. ANÁLISIS DEL CASO

16.Décimo segundo.- La resolución judicial de primera instancia ha sido


cuestionada por la representante del Ministerio Público invocando
afectación a la garantía de debida motivación, en el ámbito de la
valoración probatoria. Teniendo en cuenta que en juicio de apelación
no se produjo actuación probatoria, es del caso examinar la decisión
judicial venida en grado teniendo en consideración la actuación
producida en el juzgamiento oral del procesado, los argumentos de la
parte apelante - orientados a una pretensión de nulidad – y la
normatividad jurídica aplicable.

17. Décimo tercero.- Según la tesis de cargo, con relación al delito de


actos contra el pudor en menores de catorce años, se le atribuye al
procesado ser el autor del delito de actos contra el pudor en agravio de
su hijastra de nombre de iniciales D.O.E.Z. de nueve años de edad,
hecho ocurrido el veintiuno de noviembre de dos mil trece, en
circunstancias que la menor agraviada se encontraba sola en su casa
mirando televisión (dibujos animados), oportunidad en que llegó su
padrastro Segundo Samuel Valenzuela Llanos (el procesado), quien le
dijo que su perro “Duque” se había subido a la cama de su abuelita y
que vaya a arrearlo, a botarlo; hecho que ameritó que la menor fuera al
dormitorio donde se dio con la sorpresa de que el perro no estaba;
instantes en que su padrastro procesado la alzo y la echa en la cama,
procediendo a bajarle la pantaloneta y su calzón; con una de sus manos
cogió las dos manos de la menor y con la otra le cogió su vagina, no
siendo la primera vez que ha cometido tales hechos, pues tal como lo
relata la menor en una oportunidad le besó su vagina y en otra ingresó
sus dedos a dicha cavidad. Con relación al delito de violación sexual de

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menor de 16 años de edad, se le atribuye al procesado haber abusado
sexualmente por vía vaginal a la adolescente de nombre de iniciales
K.J.R.E. de dieciséis años de edad, hecho ocurrido un día martes del
mes de octubre de dos mil trece, a las nueve y treinta horas de la
mañana, en circunstancias que la agraviada se encontraba en su casa
cuidando a su sobrina Samantha Vera Rodríguez, de nueve meses de
edad, momentos en que hizo su aparición el procesado, quien además
es su tío y había accedido a la casa por la puerta principal, dirigiéndose
a la agraviada quien en ese momento cambiaba de pañal a su sobrina,
la abrazó, para luego arrojarla a la cama, donde la bajó el short que
llevaba puesto, se acostó encima de ella y la penetró con su miembro
viril, luego de hacerla sufrir el acto sexual la amenazó de muerte si
comunicaba lo sucedido a sus familiares, hechos que se suscitaron en
varias oportunidades, en proporción de una vez por semana, siendo el
último acto el ocurrido el quince de noviembre de dos mil trece.

18. Décimo cuarto.- Culminado el juicio oral, el juzgado penal


colegiado de esta ciudad emitió sentencia absolutoria; fundamentó su
decisión en la valoración individual y conjunta de los medios
probatorios actuados en el plenario; esencialmente, la prueba personal
constituida por la declaración de las víctimas, conforme a los
lineamientos de valoración desarrollados en los acuerdos plenarios N°
011-2011/CJ-116 y N° 02-2005/CJ-116, así como también el mérito del
examen y contra examen de los testigos y peritos que comparecieron al
juzgamiento oral; concluyendo que la actividad probatoria desarrollada
resultó insuficiente para enervar la presunción de inocencia del
procesado.

19. Décimo quinto.- De los argumentos expuestos por el impugnante en


su recurso y en la audiencia de apelación – en los que apoya su
pretensión de nulidad -, identificamos un cuestionamiento a la valoración
judicial de los medios de prueba por no reunir las exigencias de la

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debida motivación. En cuanto a la pretensión de nulidad, verificamos
que en el caso de autos se satisfacen los requisitos de oportunidad – al
haber sido planteada con ocasión del trámite recursal -, y de taxatividad -
en tanto la afectación al contenido esencial de derechos y garantías
constitucionales se encuentra expresamente prevista en el artículo 150°
inciso d) del Código Procesal Penal. En cuanto a la exigencia de lesividad o
trascendencia, es menester evaluar si con la valoración probatoria
plasmada en la sentencia se ha vulnerado el contenido esencial de las
garantías de debida motivación y presunción de inocencia, y sí ello
ocasiona una afectación insuperable a la parte apelante, por existir
elementos que posibilitarían una respuesta distinta del órgano
jurisdiccional. Ahora bien, Tratándose de un cuestionamiento
circunscrito a la valoración judicial de la prueba, resaltamos que por
disposición del artículo 425° inciso 2 del Código Procesal Penal, este
tribunal no podría otorgar diferente valor probatorio a la prueba
personal que fue objeto de inmediación por el tribunal A quo, salvo que
su valor sea cuestionado por una prueba actuada en segunda
instancia, lo que no ha ocurrido en el juicio de apelación;
correspondiendo, por tanto, evaluar la corrección del razonamiento
judicial plasmado en la sentencia, con relación a cada uno de los
extremos de las graves imputaciones formuladas contra el procesado.
Con respecto a la imputación por delito de actos contra el pudor
en menor

20. Décimo sexto.- Sostiene la fiscalía que si bien la menor agraviada


D.O.E.Z. en el juicio oral cambió su versión, el colegiado no tuvo en
cuenta su detallada sindicación inicial contra el procesado, corroborada
en juicio con el testimonio de Carmen Giovanna Espinoza Zelada - tía de
la víctima - y la data del reconocimiento médico legal, cuestionando
además el mérito del dictamen psicológico. Conforme puede
apreciarse, se cuestiona la valoración judicial de la retractación de la
víctima. Al respecto, ha quedado establecido que inicialmente la
agraviada le atribuyó al procesado la perpetración de actos contrarios

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al pudor (tocamientos y besos en vagina e introducción de dedos en dicha
cavidad), hechos de notoria gravedad de los que dio cuenta en su
declaración previa y que posteriormente fueron plasmados en la base
fáctica tanto de la formalización de la investigación como en el
requerimiento acusatorio. En el juicio oral, la menor agraviada
proporcionó al tribunal otra versión de los hechos, indicando “(…)pero
eso es mentira, porque mi tía camucha, mi prima Evelyn ha dicho que
si no hablas a mi mamá lo van a meter a la cárcel y lo van a mandar a
matar...”, que nunca le bajó su trusa y que estaban jugando; al
preguntársele si en la posta la atendió la enfermera de nombre Patty
contestó afirmativamente; añadió “(…) me dijeron que si hablaba así,
me compraban una bicicleta…” al preguntársele sobre hablar así
¿Cómo?, dijo “(…) Que él me ha tocado mis partes y ha querido abusar
de mí, pero no es cierto es mentira…”; evidenciándose por tanto que
existe una retractación en la declaración.

21. Décimo sétimo.- Del examen de la recurrida – específicamente en


los considerandos décimo cuarto a décimo noveno - verificamos que el
colegiado sí ha efectuado un análisis de la retractación de la agraviada
evaluándola conjuntamente con el integro de la prueba actuada. En
efecto, conforme a la doctrina legal desarrollada por la Corte Suprema
de Justicia de la República, contenida en el Acuerdo Plenario N° 1-
2011/CJ-11613, la retractación como obstáculo al juicio de credibilidad
en casos como el de autos, se supera en tanto se verifique a) ausencia
de incredibilidad subjetiva, b) corroboración periférica, c) verosimilitud
o credibilidad, d) coherencia, y e) flexibilización de cuanto a la
uniformidad y persistencia en la incriminación. Sobre el particular, la
agraviada en juicio refirió que su inicial imputación contra el procesado
fue motivada por ofrecimientos por parte de su tía “Camucha” (Carmen

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Acuerdo Plenario N° 001 – 2011/CJ – 116 de las Salas Penales Permanentes y
Transitorias de la Corte Suprema de Justicia de la Republica. Página 8. Desarrollo del
Segundo Tema: Declaración de la Victima.

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Espinoza Zelada) y por amenazas de su prima Evelyn Rodríguez
Espinoza (hermana de la otra agraviada – K.J.R.E) , lo que se corrobora con
el contenido del dictamen de pericia psicológica practicado a la menor
así como con el testimonio de Cinthia Saldaña Espinoza (prima de la
agraviada y sobrina de Carmen Espinoza) circunstancias que fueron
tomadas en cuenta por el colegiado en inmediación para afirmar la
existencia de incredibilidad subjetiva; por otro lado, precisamente fue
Carmen Espinoza – y no la madre de la víctima – quien la acompañó a que
brindara su primera declaración y con ocasión de su reconocimiento
médico legal.

22. Décimo octavo.- Por otro lado, en cuanto a la corroboración


periférica del relato de la víctima, verificamos que dos son las versiones
que proporcionó sobre los hechos, una primigenia respecto de la cual
coincidió en juicio la testigo Carmen Espinoza; y otra, la que
proporcionó la agraviada en juicio, la cual se condice y guarda
coherencia no sólo con el relato que brindó a la psicóloga que la
examinó, sino fundamentalmente con la conclusiones del protocolo de
pericia psicológica N° 000379-2014-PSC, específicamente en cuanto se
concluye que al ser evaluada no presenta indicadores psicológicos de
afectación emocional compatibles con una situación de abuso sexual.
En cuanto a lo referido por la representante del Ministerio Público de
que no se tuvo en cuenta lo consignado en la evaluación psicológica
sobre los móviles de la retractación de la agraviada, de la revisión del
dictamen correspondiente (apartado IV) constatamos que lo que se
consigna es una referencia a la literatura referente al abuso sexual y a
las motivaciones de una retractación – coincidente además con la doctrina
legal aludida precedentemente –; sin embargo, ello no tiene incidencia en
el resultado de su evaluación especializada producto de la cual se
estableció que no presenta sintomatología alguna compatible con una
situación de abuso sexual. Por otro lado, no se puede soslayar el
resultado del examen médico legal en el que se concluye que la menor

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no presenta lesiones, ano sin signos de acto contra natura e himen sin
signos de desfloración – lo que tampoco se condice con su primigenia
versión de que el procesado le introdujo el dedo en su vagina -. Por tanto, no
es atendible el argumento de la parte apelante de que el colegiado no
efectuó un análisis de la prueba actuada, pues conforme se ha
señalado, la inicial versión de la menor – sustento de la tesis de cargo –
no superó las exigencia de credibilidad, habiéndose expuesto
extendidamente en la sentencia las razones de la decisión de eximir de
responsabilidad penal al procesado.

Con respecto a la imputación por delito de violación sexual

23. Décimo noveno.- Sostiene la fiscalía que el tribunal A quo no


efectuó una valoración integral de los medios de prueba actuados
acreditativos de la intervención del procesado en la comisión del delito
de violación sexual, esencialmente, del testimonio de la adolescente
agraviada de nombre de iniciales K.J.R.E., corroborada por el mérito del
examen médico legal y del examen pericial que dio cuenta de
evidencia de abuso sexual. De la revisión de la sentencia verificamos
que el testimonio de la adolescente agraviada sí fue analizado por el
tribunal de instancia – conforme a los considerandos vigésimo primero a
vigésimo octavo – conforme a los parámetros desarrollados por la
doctrina legal de la Corte Suprema de Justicia de la República
contenida en el Acuerdo Plenario N° 2-2005/CJ-116 14. En efecto, en la
resolución impugnada se exponen las razones por las cuales se
concluye que en la versión de la víctima – apreciada en inmediación – se
evidencia incredibilidad subjetiva, fundamentalmente vinculada con
una circunstancia de rencor, específicamente referida a la referencia
formulada por el procesado a su padre - con quien frecuentemente se
reunía, conforme a lo expuesto la propia agraviada y por su prima Cintia
Saldaña Espinoza - de que su esposa Huida Flor Espinoza Zelada (madre

Adoptado en el Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y Transitoria de la


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Corte Suprema de Justicia de la República, de fecha 30 de setiembre de 2005.

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de la agraviada) le sacaba la vuelta, le engañaba con un vecino,
motivando las amenazas de ésta última en su contra, lo que habría
desencadenado las denuncias en su contra.

24. Vigésimo.- En cuanto a la verosimilitud del testimonio de la


víctima, el colegiado ha expuesto las razones por las que consideró que
no se satisfacía ese requisito, esencialmente por la existencia de
información contradictoria - en relación con su versión inicial, los
testimonios actuados en juicio, y el relato proporcionado en la pericia
psicológica - sobre aspectos trascendentes vinculados con la
oportunidad en que los hechos ocurrieron, la vestimenta de la que
habría sido despojada por el agente, las amenazas que le habría
proferido así como la forma y circunstancias como puso en
conocimiento los hechos a su madre y, además, como ésta se enteró.
Por otro lado, con relación a la persistencia en la incriminación,
coincidimos con el colegiado en que si bien la agraviada persistió en
atribuir al procesado actos de acceso carnal, la inconcurrencia de las
otras dos garantías de certeza imposibilitan afirmar su responsabilidad
penal.

25. Vigésimo primero.- Cabe indicar además, que si bien el examen


psicológico concluye que la menor presenta reacción ansiosa depresiva
leve a moderada asociada a experiencia de abuso psicosexual por
persona del entorno familiar, sin embargo, con relación a la inicial
imputación de violación que habría ocurrido según la tesis fiscal en el
mes de octubre de dos mil trece, existe un dato objetivo que no
permite afirmar con certeza la perpetración del delito, nos referimos a
que tratándose de una adolescente de más de catorce años de edad,
no solo se precisa del mero yacimiento sexual, sino que se exige,
conforme al tipo penal contenido en el artículo 170° 15 del código penal,
el empleo de violencia o grave amenaza como medios para obligar a
una persona a tener acceso carnal, en este caso por vía vaginal. En
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Modificado por el artículo 1° de la Ley N° 30076 del 19 de agosto de 2013.

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efecto, incluso en el propio relato de los hechos consignados en el
requerimiento acusatorio se ha consignado que el despliegue de
amenaza por el procesado habría tenido lugar con posterioridad al
yacimiento sexual, así también lo ha señalado la agraviada al declarar
en juicio, circunstancias que aunadas a la contradictoria información
sobre el contenido de las amenazas, genera serias dudas con respecto
a su configuración. Por otro lado, tampoco se acreditó con certeza el
despliegue de actos de violencia pues más allá del relato contenido en
el dictamen psicológico – distinto al brindado en juicio -, no existe
elemento que lo corrobore, pues aun cuando los hechos no fueron
denunciados de manera inmediata, en el reconocimiento médico legal
se da cuenta de la inexistencia de lesiones extragenitales o
paragenitales, así como también de himen con signos de desfloración
antigua. De modo tal que - conforme lo ha sustentado el A quo - las
circunstancias descritas aunadas a la evidencia de incredibilidad
subjetiva en las imputaciones formuladas contra el procesado por su
entorno familiar, no permiten establecer más allá de toda duda
razonable la responsabilidad penal del procesado.
26. Vigésimo segundo.-En consideración a lo expuesto, desplegando
el test de nulidad, concluimos que si bien en el presente caso concurren
las exigencias de oportunidad y taxatividad, sin embargo, no se revela
el requisito de trascendencia al no haberse causado una afectación al
contenido esencial de las garantías de debida motivación de las
resoluciones judiciales y presunción de inocencia; por el contrario
considera este tribunal que la prueba actuada y valorada por el juez de
instancia deviene en insuficiente para acreditar la comisión de los
hechos y la tipicidad de la conducta del procesado como autor de los
delitos imputados, consideraciones por las cuales corresponde
desestimar la pretensión de nulidad formulada por la representante del
Ministerio Público y consecuentemente confirmar la sentencia.

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27. Vigésimo tercero.- En lo que se refiere al pago de costas,
conforme a lo dispuesto por el artículo 499°. 1 del código procesal
penal, se encuentran exentos de pago los representantes del Ministerio
Público, por lo que no corresponde su imposición.

III. PARTE RESOLUTIVA

Por las consideraciones expuestas, analizando los hechos, las pruebas


y los argumentos expuestos, de conformidad con las normas glosadas en
la presente resolución, la Segunda Sala Penal de Apelaciones de la Corte
Superior de Justicia de La Libertad, POR UNANIMIDAD HA RESUELTO:

1. DECLARAR INFUNDA la pretensión de nulidad formulada por la


representante del Ministerio Público.

2. CONFIRMAR la sentencia, resolución número ocho - de fecha nueve de


octubre de dos mil catorce -, emitida por el Primer Juzgado Penal
Colegiado de Trujillo, en la que se absolvió al acusado Segundo Samuel
Valenzuela Llanos como autor del delito contra la indemnidad sexual,
en la modalidad de actos contrarios al pudor en menor de edad, en
agravio de la menor de nombre de iniciales D.O.E.Z. y como autor del
delito de violación de la libertad sexual, en la modalidad de violación
sexual en agravio de la menor de nombre de iniciales K.J.R.E. con todo
lo demás que contiene.

3. SIN COSTAS en segunda instancia.

4. ORDENARON que firme que sea la presente, los actuados se


devuelvan al juzgado de origen.

Interviniendo como director de debates y ponente, el señor Juez


Superior Juan Rodolfo Segundo Zamora Barboza.

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Juan Rodolfo Segundo Zamora Barboza


Juez Superior
Presidente

Norma Beatriz Carbajal Chávez Ofelia Namoc López de Aguilar


Jueza Superior Jueza Superior

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