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¿Cuáles son las amenazas que se ciernen en la Amazonia Venezolana
en el contexto del conflicto con Brasil?
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una manifiesta intensión expansionista de la economía brasilera, al tratar de
otorgar la exclusividad a una empresa brasilera de construir una carretera
transoceánica, a fin de facilitar el comercio de extracción para las empresas
brasileras hacia el océano pacifico, sin considerar las perdidas ecológicas y
las necesidades de las comunidades indígenas afectadas por el paso de esa
carretera. Vale señalar que en 1998 se culminó la pavimentación y
señalización de la Rodovia BR-174. En sus cerca de mil kilómetros atraviesa
regiones de la selva amazónica y la sabana venezolana; así como grandes
campos agrícolas. El BR- 174 termina en la frontera entre Brasil y Venezuela.
Su recorrido termina en la carretera troncal 10 de Venezuela, hacia la ciudad
de Santa Elena de Uairén; y desde este punto se puede acceder Caracas o la
costa caribeña, tal y como fue referido en el texto por parte del autor.
Si bien la justificación del proyecto IIRSA habla de integración entre los
países involucrados, desde sus inicios existen opiniones que acusan al
proyecto como parte de la estrategia de dominación de los Estados Unidos de
América, también se han hecho escuchar críticas que califican al proyecto
también como parte de la expansión de la potencia emergente de Brasil. Este
mega proyecto beneficia a grandes empresas chinas, estadounidenses y
brasileras. El tema de la biodiversidad, es tratado por Álvaro García Viloria al
momento de expresar el conflicto de esa construcción que no se concluyó con
la Amazonia Boliviana (1/3 de su territorio). ¿Debe entonces entenderse que
ese impacto ambiental y demográfico en el contexto geopolítico venezolano
no fue analizado debidamente?
Según cifras del Instituto Nacional de Estadística, en el año 2011
habitaban en los Estados Bolívar y Amazonas más de treinta comunidades
indígenas, albergando un número mayor a las 131.000 de personas, que en
términos estadísticos representaban en el Estado Bolívar al 9% de la población
que habitaba en los municipios rurales y en el Estado Amazonas al 40% de la
población que habitaba en municipios con características rurales. Estos
indicadores cuando se relacionan con la ubicación fronteriza de la carretera
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troncal 10, llaman la atención, por la enorme diferencia de población indígena
presente en el 2011 en el Estado Amazonas, en comparación con la población
indígena que habitaba ese mismo año en el Estado Bolívar. Donde desde 1998
hay una carretera transamazónica con similares características a las
proyectadas en el Plan de Acción para la Integración de la Infraestructura
Regional de América del Sur1.
A través del trabajo publicado por Álvaro García Linera, se dibuja que
la recomposición del poder en Bolivia fue el éxito obtenido por la identidad
indígena que descolonizó a ese Estado hoy Plurinacional, de los antiguos
intereses imperiales, al convertir a la nación de mayoría indígena en un sujeto
popular que, partiendo de su hegemonía y peso social, logró desplazar a la
identidad urbana-transclasista.
A pesar del triunfo obtenido, el autor llama a la autocrítica de algunos
sectores de izquierda que pretenden minimizar a los movimientos indígenas,
categorizándolos como “indígenas buenos” o “campesinos malos”, a la hora
de distribuir equitativamente las tierras producto de su reforma agraria,
creando figuras jurídicas como las representadas por las “Tierras Comunitarias
Originarias” o TCO.
Por otro lado, el autor identifica a cuatro actores en el juego de poder
de la Amazonia boliviana, que haciendo abstracción de sus características
consiguen sus homólogos en el caso venezolano, no solo en los Estados
Bolívar y Amazonas, sino también en la goajira venezolana, específicamente
en los casos de las empresas extranjeras que enarbolando la bandera de la
protección ambiental, acumulan capital que va a beneficiar a cualquier
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Lamentablemente no existen cifras oficiales, en referencia a la cantidad de población indígena
presente en la frontera amazónica que colinda con la Zona en Reclamación con Guyana.
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corporación, menos a quien realmente lo necesita; los hacendados que utilizan
el comercio de extracción como forma de producción para conformar una
nueva burguesía regional, con características de neo feudalismo en las tierras
otorgadas por el Estado para el aprovechamiento agrícola y finalmente la
presencia de Gobiernos Capitalistas quienes posicionan cerca de esos arcos
de poder, bases militares que faciliten su presencia en la región y les permita
transportar las mercancías extraídas del suelo patrio.
En comparación al caso de la Amazonía boliviana, Venezuela posee en
sus fronteras amazónicas (Estado Bolívar, Amazonas y más de la mitad sur
de la Zona en Reclamación con Guyana) grandes reservorios de agua dulce,
concentración de diversidad biológica, reservorios de petróleo y grandes
yacimientos de oro, níquel, hierro, uranio, entre otros minerales clasificados
recientemente como estratégicos. Todos estos recursos son “extraídos” y
posteriormente comercializados por el Gobierno venezolano, al tenor
constitucional de la siguiente forma:
Artículo 12. Los yacimientos mineros y de hidrocarburos, cualquiera
que sea su naturaleza, existentes en el territorio nacional, bajo el
lecho del mar territorial, en la zona económica exclusiva y en la
plataforma continental, pertenecen a la República, son bienes del
dominio público y, por tanto, inalienables e imprescriptibles. Las
costas marinas son bienes del dominio público. (subrayado propio).
Los mismos actores identificados por Álvaro García Linera, operan bajo
similares características en nuestro territorio. La diferencia diatriba
fundamentalmente que los movimientos sociales en Venezuela no han sido
conducidos por los grupos originarios (indígenas). Muy a pesar de los avances
sociales en materia indígena2, las consecuencias derivadas de los efectos
descritos por Álvaro García Linera, en su publicación, a mi entender han sido
puestos en marcha de forma tardía. Antes de 1998, los grupos indígenas en
Venezuela no tenían representación en la toma de decisión política a nivel,
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La CRBV destina el Capítulo VIII exclusivamente al desarrollo progresivo de los derechos a los
pobladores originarios en Venezuela.
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nacional, estadal o local. Las consecuencias se ven reflejadas, en el análisis
del autor, al dibujar al adversario capitalista que buscar obstaculizar o impedir
la nacionalización de la Amazonía, poniendo en juego sus enormes intereses
materiales privados. Es así que mientras el Estado se juega su soberanía, los
poderes opuestos se juegan su dinero, sus ingresos personales, sus negocios
y su dominación.
CONCLUSIONES
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REFERENCIAS