CTPA

Nombre: Lucía Arias

Fecha: 2019-07-09
Tema: Documentos de la Iglesia
“La fe católica mal conocía”
Cada día nos enfrentamos a un mundo que cada día está perdiendo la fe por todo lo que
lo que ofrece, por un discurso lleno de violencia, crítica, desprestigio, desesperanza y
humillación. Pero hay ocasiones en las que se da un despertar, un milagro en el que paras
un día, reflexionas, te das cuenta que estás viviendo y evalúas lo que estás viviendo y en
qué condiciones estas, es allí cuando uno se hace preguntas importantes como ¿cuál es el
sentido de la vida que estoy “viviendo”? ¿A dónde me estoy dirigiendo? ¿Cuáles son mis
proyectos y para que los hago? ¿Quién es Dios para mí? Y todas estas preguntas no
ocasionan un despertar, un abrir los ojos con nuevas perspectivas.
Eduardo decía “me dolió cuando me di cuenta que con mis talentos estaba ofendiendo a
Dios.” En parte debió sentir no solo decepción de sí mismo sino también de sus padres,
aquellos que sabían que su vida no andaba bien. Comenta que ellos sabían que
posiblemente sus palabras no llegaran a cambiarlo completamente pero si sus oraciones,
y he ahí donde admite la fuerza de la oración. Que en ocasiones es complejo, estar solo
en oración o tener una fe inamovible, porque los obstáculos son muchos o a veces nos
doblan el peso. Aun así no estamos en este mundo para rendirnos, para tirar la toalla, para
dejar que los problemas pasen por nosotros, sino que estamos aquí para cumplir una
misión en particular que Dios ponga en nuestro corazón. Él nos crea, nos construye, nos
enseña, nos acompaña, nos reta, nos ama infinitamente y nos encarga una misión, porque
el día que el corazón está listo, ese día te da retos más grandes, como se los ha dado a
Eduardo en la misma medida que él ha sabido responder y aceptar la voluntad de Dios.
Muy posiblemente su vida pudo tomar caminos distintos, y quizá ser más famoso y tener
más dinero, pero nunca habría encontrado como ser feliz o estar en paz, porque sabría en
el fondo que su obra iba a ser más grande que lo que él soñaba, y el día que puso sus
pequeños planes a Dios, él mismo los hizo más grandes. Es decir, depende de nosotros
si somos fieles a la Misión a la cual nosotros somos llamados, ¿Soy parte del problema o
parte de la solución? ¿Estoy destruyendo o construyendo? ¿Quién soy yo a los ojos de
Dios? Que sea Dios diciéndote lo que tienes que decir cada día de tu vida, ya que el
regalo es la fidelidad, nos estamos jugando la eternidad, la meta es llegar al cielo.