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El Retraso Global del desarrollo se define como el retraso en 2 o más de las áreas del
desarrollo, dentro de las que se encuentran: motor fino y grueso; lenguaje y habla; funciones
cognitivas; desarrollo personal social y actividades de la vida diaria. En términos generales es
debido a una afección del Sistema Nervioso Central (encefálico). Este retraso en las
habilidades debe de ser de 2 desviaciones estándares en comparación con las habilidades
esperadas para su edad. Este término se aplica para niños menores de 5 años y es una
categoría diagnóstica provisional ya que establece que esta categoría se debe volver a
valorar después de un período de tiempo.
No hay nada intrínsecamente anormal en estos niños, pues los hitos madurativos se
cumplen en la secuencia esperada, solo que de forma más lenta. Se comportan como
un niño menor respecto a su edad cronológica.
Les resulta especialmente difícil la interacción con los iguales, por tanto, pueden tener
dificultades si no sé qué se adoptan medidas que les faciliten la relación social.
El nivel de motivación hacia las actividades puede verse afectado por una insuficiente
comprensión verbal, por hábitos de atención que no están suficientemente instaurados
o por la propia dificultad de la tarea que se le propone.
Suelen presentar retraso en sus estrategias para la reorganización y entendimiento de
las demandas del entorno social, mantenimiento y dirección de la atención, organización
de la información y adaptación de la conducta; lo que afecta al modo de realización de
algunas de las tareas.
Con una adecuada estimulación, muchos niños adquieren unas pautas evolutivas y un ritmo
similar al de los niños de su edad, ya que se trata de un retraso en la adquisición de
capacidades y destrezas. No obstante, en otros casos, a pesar de los avances conseguidos,
el retraso madurativo provoca un déficit de capacidad intelectual en edades futuras.
Como a cualquier otro niño, les gusta la actividad, los juegos, explorar objetos, moverse
en el espacio, etc. Para ello, es necesario que ajusten las actividades a su nivel
madurativo y que haya escasa posibilidades de error. De esta forma, responderán
positivamente a la interacción social y al aprendizaje.
Habilidades de autonomía.
Aprenden más fácilmente cuando se utiliza junto con la estimulación verbal la vía visual
como refuerzo para la comprensión de los mensajes.
Les gusta que se les refuerce todas las realizaciones positivas por pequeñas que éstas
sean.
Como a cualquier niño les gusta la actividad, los juegos, explorar objetos, moverse en
el espacio, pero es necesario adaptar los programas, tiempos y ritmos de las actividades
a su nivel madurativo.
Sus dificultades son globales y afectan a distintas áreas del desarrollo; surgen desfases
en el conocimiento, coordinación y control del propio cuerpo.
Pueden tener tendencia a aislarse del grupo cuando la interacción con los iguales les
resulta especialmente difícil, a no ser que se pongan en estas ocasiones medidas que
les facilite la relación social.
Sus estrategias para reorganizar y entender de modo adecuado las demandas del
entorno social, mantener y dirigir la atención, organizar la información y adaptar la
conducta pueden estar más retardadas y afectar al modo de realización de algunas de
las tareas escolares.
El nivel de motivación hacia las actividades puede verse afectado por una insuficiente
comprensión verbal, por hábitos de atención que no están suficientemente instaurados
o por la propia dificultad de la tarea que se le propone.
El área de lenguaje tanto comprensivo como expresivo puede estar más o menos
retardada, especialmente cuando no hay apoyo del contexto.
¿Cómo les podemos ayudar?
Lo habitual en estos casos es que tanto la organización del aula como los objetivos del segundo
ciclo de la Etapa Infantil, sean los adecuados; sin embargo, será necesario secuenciar y
adaptar los contenidos y actividades teniendo en cuenta sus aprendizajes previos.
Se les ha de dar mayor tiempo para que aprendan y para que puedan interpretar y
comprender el entorno en el que se desenvuelven, los objetos, las personas, su propio
cuerpo, etc.
Planteando actividades que estén en su zona de desarrollo y en las que haya mínimas
posibilidades de error.
Recurriendo a ayudas visuales y gestuales que les permita realizar las tareas con éxito.
Llevando una coordinación con la familia y las personas que colaboran en su atención.
Acordando los días en los que se tendrán reuniones con la familia para ver los avances
y/o dificultades que puedan surgir.