Vous êtes sur la page 1sur 9

Universidad Pedagógica Nacional

Facultad de Educación

Lic. En Psicología y Pedagogía VIII semestre

Eje. Educación, cultura y sociedad

APORTES TEÓRICOS Y CONCEPTUALES DEL EJE A LA ESTRUCTURA Y


DESARROLLO DEL ANTEPROYECTO
LA PATERNIDAD EN LA LITERATURA INFANTIL Commented [biz1]: Nota: 4.7
Muy buen trabajo. Los desarrollos que hacen de Norbert
Elias y Héctor Gallo son muy importantes, pero no recuerdo
si los alcanzaron a incluir en su proyecto.
En el presente escrito se tomarán autores como: Elizabeth Badinter en “¿Existe el amor
maternal?”; Linda Pollock desde su texto “Los niños olvidados”; Jacques Donzelot en “La
policía de las familias”; Héctor Gallo con “Desear un niño hoy”, Norbert Elías en “La
civilización de los padres” y Martha Lamas en sus textos “Cuerpo e identidad” y
“Cuerpo: Diferencia sexual y género”, quienes de una forma u otra enriquecieron desde
sus perspectivas el objeto de investigación en la(s) comprensión(es) de la paternidad(es)
inscrita en algunos libros de literatura infantil colombiana.

¿EL SER Y HACER EN LO SOCIAL?

Para comenzar, Badinter (1981) planteó en el apartado de su texto “el amor por la fuerza”,
cómo la maternidad, -que no es biológica-, en siglos pasados pasa de ser una preocupación
por sólo el embarazo a ser una responsabilidad que abarcaba la educación de los hijos,
asignándosele a la mujer/madre mayor cantidad de responsabilidades sobre estos.

Retomando inicialmente los planteamientos de Rousseau, la autora ejemplifica con las


figuras de Sofia y Emilio los diferentes roles que en la sociedad se le otorgaban a la mujer
y al hombre. Figura débil y pasiva como complemento del hombre ideal, que se consideraba
activo, fuerte, valeroso e inteligente. Tiempo después, tras golpes feministas y cambios en
la estructura social de la familia, lo que planteaba Rousseau al decir que “la maternidad es
un sacerdocio, una experiencia feliz que implica necesariamente dolor y
sufrimiento”(p.208) se transforma en el momento que posibilita la distribución de
responsabilidades frente a los hijos por igual a madre y padre.

Badinter (1981) nos permitió comprender que lo real va cambiando a través del tiempo, en
la medida en que las formas de ser y hacer que tenían otorgadas las mujeres se fueron
transformando con el paso del tiempo. Aunque tal vez sea difícil de concebir como era que Commented [biz2]: Indaguen cuándo esta palabra tiene
tilde y cuándo no.
se pensaba a la mujer o al hombre de antes, en comparación con la realidad actual, no se
puede suprimir que existe una influencia dinámica frente al orden social establecido.

Además la autora indica cómo al hombre históricamente se le asignó la incapacidad de


asumir las necesidades de los hijos, de ser quién llevaba el sustento económico al hogar y
quién en la familia cumplía la función de autoridad. Éste planteamiento alimentó nuestros
cuestionamientos sobre el papel del padre en la familia y aumentó nuestro deseo por
investigar y comprender la paternidad en nuestro contexto. Para llegar a la comprensión
de lo que ocurre en la cotidianidad y las posibilidades de cambio, pero además de cómo se
transforman las actitudes de los hombres y las mujeres en función de su rol como padres,
en la tarea de la crianza de sus hijos en los entornos más inmediatos como el hogar, la
escuela y otros.

Por otra parte, teniendo en cuenta que el tema que nos concierne en la investigación implica
al hombre como padre, Lamas (1995) nos permite cuestionarnos sobre las prácticas, ideas,
discursos y representaciones sociales que se atribuyen como naturales, de acuerdo con el
orden social, al hombre y la mujer (para nuestro caso al padre y la madre), pero que no
solo se pueden diferenciar por su distinta anatomía masculina o femenina, que suele ser el
proceder común socialmente.

Siendo la sociedad quien construye las ideas sobre lo que hombres y mujeres deben hacer
según su sexo, se establece una simbolización cultural que atañe la manera en que se percibe
lo social, político, religioso y cotidiano, organizando las conductas objetivas o subjetivas
de las personas en función de su sexo (Lamas, 1995)

Así mismo, Lamas (2002) propone el pensamiento simbólico que implica la producción del
lenguaje y las representaciones, fundamental en las estructuras psíquicas y culturales que
nos permiten ser sujetos sociales.
INFANCIA Y FAMILIA: UNA MIRADA RELACIONAL

Si bien, el espacio formativo se ha dedicado a realizar un rastreo histórico para lograr


entender las distintas formas de cómo se ha llegado a concebir la infancia en un espacio y
tiempo determinado. La sociología contemporánea no ha sido ajena a este fenómeno de
estudio, ya que han realizado múltiples aportes desde distintas metodologías de
investigación y algunos de los autores a tratar a lo largo del texto se circunscriben bajo esta
perspectiva, presentando un panorama general sobre la infancia misma, pero también sobre
las diversas relaciones que se teje con el entorno.

Dicho lo anterior, en el presente apartado se trabajarán los postulados de Linda Pollock y


Jacques Donzelot frente a las categorías: infancia y familia, ya que es ésta la primera
institución en la cual se encuentra inmerso el niño desde el nacimiento[1] realizando
procesos relevantes como el de la socialización. Puesto que, históricamente la familia se ha
agrupado dentro de una serie de relaciones humanas que se basan en vínculos afectivos
como de parentesco, ambas categorías conceptuales están sujetas a una serie de
reestructuraciones dentro de lo social que en muchas ocasiones irrumpen con las ideas
tradicionales.

Para el desarrollo de este escrito, primero se tomará la familia como la categoría más amplia
desde la perspectiva de Donzelot ya que esta constituye “un plexo de relaciones de
dependencia indisociablemente privadas y públicas, una red de hilos sociales que organizan
a los individuos en torno a la conservación de una condición […] otorgada y reconocida
por grupo sociales más amplios” (1998, pg. 51) es decir, no existe una estructura única a la
cual pueda denominarse familia y esto está muy relacionado con lo que postula Alonso
(2008) ya que señala que la familia tiene multiplicidad de formas y por tanto diferentes
maneras de organizarse, funcionar y relacionarse, pero que además se puede definir su
configuración a partir de la conyugalidad y la reproducción (p.22) por lo que se enmarcan
tipologías de familia según los tipos de hogares (uniparentales, sin núcleo, con núcleo).

Y es por ello que la familia tendrá un papel fundamental ya que se establecerá como policía
porque “tiene como misión asegurar el bienestar del estado mediante la sabiduría de sus
reglamentos, y aumentar sus fuerzas y su poder tanto como sea capaz […] de tal forma que
contribuya al bienestar de los miembros que la componen” (Donzelot, 1998, pg. 10) y este
lo pone en tensión cuando se pregunta por la infancia (en la conservación de los hijos) y
se remite a establecer tres causantes que se ven reflejados en las altas tasas de mortalidad:
los hospicios, la crianza de los niños por parte de las nodrizas y la ineficiente educación de
los niños ricos que no cumplen con ese estado de preservación.

Por lo cual, el autor establece que las dinámicas estructurales que se van dando en la
familia, así como sus prácticas repercuten fuertemente en lo social y estos sujetos infantes.
Esto se centró especialmente a elementos relacionados con el cuerpo y a la madre quién
tiene el poder interno del hogar siendo la figura que educa restándole una gran importancia
al padre ya que este está presente generalmente de manera externa.

Actualmente es muy común escuchar que los niños han sido mal tratados, abandonados, o
no han recibido la atención que ellos necesitan o simplemente han sido entendidos como
un adulto miniatura, a este grupo de elementos que se mencionaron es a los que Linda
Pollock denomino “los niños olvidados”. La autora nos brinda otra mirada acerca de la
concepción de infancia, ya que su aporte lo realiza desde las relaciones filiales desde las
actitudes que tenían los padres hacia los niños por lo cual toma como fuentes primarias
para dicha investigación en diarios privados y periódicos que se ubican desde el siglo XVI
al siglo XIX.

Linda Pollock, en particular realiza fuertes críticas a los medios y a las generalizaciones
que se hacen sobre las conductas que tenían los padres hacia sus hijos, ya que indica que
ciertas prácticas se dan en situaciones particulares, es decir,

“sí ha experimentado cambios en el tiempo es la existencia de un discurso sobre la


infancia y el contenido del discurso, pero la conducta real de los padres hacia los
hijos y la experiencia concreta de los niños y adolescentes no registran cambios tan
dramáticos” (Cortés,2000) Commented [biz3]: Las citas largas no van en comillas

Aquí se evidencia una fuerte refutación a las múltiples tesis teóricas que le han
antecedido a esta, en temas como el cuidado paterno o la crianza (educación,
sentimientos, alimentación, entre otros) donde ella postula que se debe entender ciertas
alteraciones que han posibilitado estas formas de pensar y ser padre desde la voz de ellos
mismos y sus actitudes frente a sus hijos que de una forma u otra han sido resistentes al
cambio en la historia, ya que muchas conductas parecen mantenerse como lo son: la
atención, el cuidado y el amor a los hijos, sin llegar a caer en el error de dar ideas falsas
ni generalizar.

Finalmente, Pollock concluye que:

Sólo una parte muy pequeña de la tesis de los historiadores es correcta: algunos
padres del pasado carecieron del concepto de niñez y algunos fueron también crueles
con sus hijos... pero parece ser imposible, si consideramos la evolución y función
de los cuidados paternos para proteger la descendencia, que todos y ni siquiera la
mayoría de los niños hayan sido maltratados. Para justificar este supuesto, De Mause
y otros tendrían que explicar cómo y por qué se presentó el maltrato; y por qué, si
los padres hoy en día poseen un concepto de niñez, el maltrato de los hijos sigue
estando presente en la sociedad del siglo XX (Pollock, 2004:49).

En sentido, existen elementos esenciales que fortalecen el anteproyecto el primero de ellos


es: ver elementos que se dan en la paternidad en relación con sus hijos desde sus actitudes,
vínculos, proceso de socialización y formas de ser (que se modifican o mantienen), sin dejar
de lado el desarrollo y cambios sociales que se presentan en la realidad colombiana y están
plasmados o reflejados en la literatura infantil.

En segundo momento, entender la familia en sí misma como una variable que está
condicionada a muchas circunstancias y que es parte fundamental (también) de la historia
del niño, esto discerniendo como se ha ido transformando la institución familiar, pero
también la paternidad, creando una irrupción a esas formas tradicionales instauradas que se
han ido restaurando, pero que también pueden seguir plasmadas.

La tercera, es la existencia de dos elementos importantes, el primero podría denominarse


objetivo e indispensable ya que hace referencia a la relación biológica procreativa y
segundo, uno subjetivo que son todos aquellos valores que se van instaurando desde lo
social que se van estableciendo como una exigencia irrenunciable motivada a la protección
y cuidado a la familia y al padre.
Finalmente, al igual que Pollock en este trabajo no se pretende generalizar sobre la
paternidad sino por el contrario aprender y comprender cuál es el desarrollo que se le está
dando a la paternidad dentro de la literatura infantil de manera particular y como está
presente o ausente como un eje que está inmerso tanto en unas dinámicas familiares como
a un contexto particular, y es desde esta relación dialógica que permite ver el sentido que
se van otorgando la una a la otra.

PARENTALIDAD Y DESEO

Si bien, nuestra investigación se enmarca dentro de la teoría sociológica, también retoma


algunos elementos de la teoría psicoanalítica, en la comprensión de la dimensión subjetiva
de los sujetos que pasa por el andamiaje simbólico de la sociedad. Es por esta razón, que
los planteamientos de Héctor Gallo (1999), nos posibilitan pensar sobre lo que moviliza y
motiva el deseo en un sujeto, particularmente en su deseo de convertirse en padre o madre
y lo que implica inscribir a un nuevo ser humano en el andamiaje cultural.

Gallo (1999) se pregunta por el hecho y las implicaciones de desear un niño en la


contemporaneidad, asunto que pasa por el deseo humano es decir el deseo del otro. El niño
nace cuando empieza a tener una existencia histórica más allá de su existencia física y
orgánica, dada por la inscripción en la cultura a través del lenguaje. Aquella inscripción
simbólica lo registra en una historia generacional y posibilita su reconocimiento dentro de
la colectividad humana.

El autor se cuestiona por el ideal de familia en cada época, aquel que pasa por el -deber
ser-, fundamento de la legislación, aquel que se sobrepone al deseo del otro, en este caso
al deseo de dos sujetos por traer al mundo un tercero. -deber ser- que procura por el
bienestar armónico de todos los miembros de la familia, haciendo de ella una institución
protectora y amorosa, proveedora de las necesidades del niño pero que entra en
contradicción con los hechos dentro de lo real de la experiencia humana, los cuales
interpelan verdaderamente el deseo del otro.

Gallo ubica un punto importante en torno a la forma de inscribir al niño en el vínculo social,
es decir en la vida en común con otros sujetos. La familia viene a operar como el sistema
que le brinda al sujeto las posibilidades de recibir la cultura de su época, a través de la
transmisión la ley y la norma, elementos que demandan un sujeto preparado para vivir en
sociedad. Este es uno de los elementos no menos importante dentro de la investigación, ya
que esta función, se asocia al lugar del padre dentro de la constitución histórica y subjetiva
del niño.

En términos de funciones parentales, Gallo (1999) indica que la importancia de la filiación


del genitor con sus hijos que pasa por la relación dialógica entre el amor, el deseo y la ley.
Si bien, la legislación obliga a aportar un apellido al niño y lo inscribe simbólicamente en
una historia generacional, éste se convierte en una nueva experiencia simbólica para los
padres, así como la atención a las necesidades biológicas y la función proveedora garantiza
esta filiación. Sin embargo, el autor no precisa las diferencias en torno a la figura y las
funciones parentales y se refiere a estos elementos de manera indistinta. Commented [biz4]: Revisaremos esto conjuntamente
porque no considero que sea así, más bien los articula,
porque estos no se presentan por separado.
Por otro lado, Gallo vislumbra una cierta crisis familiar actual, en la que se pregunta cuáles Por el contrario, creo que esta reseña que hacen del autor
aporta a su invest6igación, deberían incluirlo en la
son las formas contemporáneas de desear un hijo, teniendo en cuenta las transformaciones fundamentación conceptual de la paternidad, dado que el
autor lo hace claramente desde la mirada histórica y de la
por las que ha pasado la familia a lo largo del tiempo. Transformaciones que cuestionan la función de la ley (simbólica y del deseo) pero también en
relación con la madre.
idea heteronormativa de familia y que presentan otros modos de traer un hijo en donde no
prima el deseo compartido de dos sujetos, así como la sexualidad y el hecho reproductivo,
dadas las posibilidades que brinda la ciencia médica.

El no deseo es un asunto que presenta el autor, en términos de la superposición del ideal


social de la parentalidad que va más allá del verdadero deseo del sujeto por ser padre o
madre, asunto que acarrea serias consecuencias desembocando insatisfacciones,
hostilidades y violencias frente a un sujeto que no cumple con las condiciones para
satisfacer una falta.

Sobre este punto, Elías (1998) inserta el poder dentro de las relaciones entre padres e hijos,
en la cuales las dinámicas de dominación y obediencia fueron muy características en siglos
pasados, sin embargo, no desconoce sentimientos de buen trato y afecto entre padres e
hijos. Cuando las relaciones de poder son desiguales, se ejercen sin la más mínima
preocupación por el otro, según Elías, los hijos representan el cumplimiento de
determinados deseos y necesidades (1998, p. 419) para sus padres, pero ¿qué ocurre cuando
éstos no representan absolutamente nada?, lo que pone también en tensión el hecho de sí el Commented [biz5]: Muy importante este aporte de Elías,
sobre todo si lo articulan con Hector Gallo. No recuerdo si
amor y el afecto son elementos dados por naturaleza en una suerte de instinto paternal o ya lo tienen en su marco teórico de anteproyecto.

maternal, y si éstos serán uniformes y permanentes en el tiempo.


Estos interrogantes, nos llevan a poner en cuestión el ideal social de familia, es decir lo que
la sociedad espera de esta primera institución -velar y garantizar por el bienestar y el
desarrollo armónico de todos sus miembros-. Ponerla en cuestión frente a lo que surge en
lo real de la experiencia de los sujetos, más específicamente en lo que concierne a la
paternidad y a sus implicaciones en términos de presencia y ausencia dentro de la
constitución familiar.

Presentado por:

YULY KATHERINE AROS CASTRO

JHENNY LORENA BARBOSA GAMBOA

GINNA PAOLA LOPEZ SARMIENTO


BIBLIOGRAFÍA

Alonso J. (2008). Conceptos transformación y políticas familiares en Latinoamérica, en:


Las familias en Bogotá. Realidades y diversidad. (2). Bogotá: Editorial Pontificia
Universidad Javeriana, pp. 17-40

Badinter, E. (1981). ¿Existe el amor maternal? Historia del amor maternal. Siglos XVII AL
XX. Barcelona: Paidós/Pomaire.

Cortés, J. (2000). Principales visiones sobre la construcción socio histórica de la infancia.


En Infancia y derechos humanos: discurso, realidad y perspectivas: Santiago:
LOM/Opción.

Donzelot, J. (1998). La conservación de los hijos. En la policía de las familias. (pp. 13-50).
Valencia: Pre-textos.

Elias, N. (1998). La civilización de los padres. En La civilización de los padres y otros


ensayos (pp. 410-450). Bogotá: Norma.

Gallo, H. (1999). Desear un niño hoy. En: Usos y abusos del maltrato: una perspectiva
psicoanalítica. (p.p. 39-63). Editorial Universidad de Antioquia.

Lamas, M. (1995) Cuerpo e identidad. En M. L. Luz gabriela Arango, Género e identitdad


Ensayos sobre lo femenino y lo masculino, Bogotá: Tercer mundo editores.

Lamas, M (2002). Cuerpo: Diferencia sexual y género. México: Taurus.

Pollock, L. (2004) Los niños olvidados: relaciones entre padres e hijos de 1500 a 1900, 1ª
ed. 3ª. Reimp. México: Fondo de Cultura Económica.

[1] Aunque no siempre pasa ya que algunos de estos se ven relegados a otras instituciones dedicadas al cuidado y protección de estos.

Vous aimerez peut-être aussi