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Después de ver los testimonios reflejados en “Nunca invisibles, Mujeres farianas,

Adiós a la guerra” es muy impactante ver el error en el que hemos caído al juzgarlos
por escoger hacer daño, por creer que los pueblos sufrían el flagelo de personas sin
corazón, pero, ahora que tenemos la oportunidad de entender un poco más es
bastante evidente que la guerra no tuvo ningún ganador, ninguna persona logró
tener la victoria sobre sus causas, todo esto por un solo motivo, las causas que
perseguían a nivel personal era sobrevivir, tener una vida agradable y dejar los
horrores que otras personas dejaron en su infancia, viviendo siempre en la ciudad
para nosotros es muy fácil criticar, atacar y señalar que la guerra afecta a quienes
están lejos, sin embargo, somos un país y esto también nos afecta, debemos buscar
nuestro lado humano y ver con ojos de realidad que en nuestras manos también
está el ayudar, buscar la forma de hacerlo, los pequeños gestos también hacen
parte del cambio.
Ahora con la fase de inclusión a la paz se intenta concientizar a quienes no fuimos
participantes de la guerra, incluso quienes se encuentran en la política dan sus
puntos de vista sin haber participado de forma personal en las zonas del conflicto,
es muy fácil criticar, y reaccionar de forma negativa atacando los avances en busca
de no sólo la paz del conflicto pues esto también generará la paz personal.
De estos testimonios me ha marcado de mayor forma ha sido el de Yorli pues que
ella tiene aparentemente una edad similar a la mía, y aun así tiene su hijo, buscando
salir adelante y queriendo avanzar no olvidando sino aprendiendo y mejorando,
porque si de algo puedo estar seguro que he aprendido es que no olvidar el pasado,
las huellas tanto malas como buenas que nos ha dejado el camino que hemos
elegido y las variantes que hemos sido obligados a tomar son las que nos hacen
quienes somos, así en vez de guardar un rencor que jamás estalla tendríamos la
posibilidad de perdonar incluso crímenes tan grandes como los cometidos con todos
los afectados directos del conflicto.
Básicamente vemos que ellas entraron por iniciativa propia, sin embargo, ¿qué
motivo esta iniciativa?, ¿Qué motivó el querer entrar? Según mi punto de vista, han
sido obligadas por necesidad, por no sólo olvidar el dolor o la complicación de sus
infancias, sino buscando una salida de la monotonía, silencio y sometimiento que
vivían en sus pueblos. Como en todas las situaciones de la vida, rescatemos lo
positivo, porque no todo fue malo, ellas al igual que todos los integrantes de la
organización de las FARC tuvieron oportunidad de estudiar, terminar sus estudios y
aprender en otras áreas que son realmente importantes. A nivel de institución las
FARC dejaron atrás el poderío del hombre, podemos nosotros también aprender de
todo ello, el feminismo no busca imponer un régimen que dictamine la ley y el poder
absoluto de la mujer, busca eliminar las diferencias de género (lastimosamente la
aberración humana lo ha malinterpretado) y justamente eso se vio según los
testimonios en las filas de las FARC, una igualdad, una cooperación entre sus
“camaradas” y saber que las líneas de mando no dependen del género o contactos
para conseguirlo, cada puesto ha sido entregado por mérito propio, y
reconocimiento de ser el más capaz para cumplir su labor.
Estos testimonios no han sido la única ventana que he tenido para analizar el
conflicto, en este tiempo tuve la oportunidad de asistir al claustro de San Agustín en
el cual se tenía la exposición “El testigo. Memorias del conflicto armado colombiano
en el lente y la voz de Jesús Abad Colorado” En el cual este fotógrafo plasma 25
años de conflicto en el que no sólo las personas narran la historia, sus cuerpos
agotados de huir, lugares destruidos y zonas en que la naturaleza ha tomado
posesión completa, realmente hay que tener unas agallas enormes para estar cara
a cara en el conflicto, vivirlo por decisión y buscar encontrar el lado humano en cada
situación del mismo, aún no puedo olvidar el sentimiento de vacío que me producían
las miradas de los niños en aquellas fotos, definitivamente para mi ellos son los más
afectados puesto que su infancia ha sido brutalmente marcada y roída por la guerra,
ríos de sangre en sus calles y dolor inmensurable en el día a día, todo esto teniendo
en cuenta que algún día crecerán, teniendo ya sea grandes conflictos personales,
rencor hacia alguno de estos actores de violencia y quien sabe, en el mejor de los
casos crecen comprendiendo que nada de ello fue por elección y que sólo fue un
conflicto que cargó con una de las etapas más grandes de su vida así teniendo en
cuenta la posibilidad de perdonar al pasado.
Siendo muy sincera, siento impotencia, siento algo de dolor al no sólo no saber qué
puedo hacer por ellos sino que no conocí antes esta cruda cara de una guerra
interminable, me impresiona como Yorli al contar todo esto no se siente odio en sus
palabras, si un tanto de dolor por todo lo que perdió pero no tiene mayor carga para
el presente, logró salir con su hijo adelante incluso a pesar de los duros operativos
que cuenta haber pasado. Perdió mucho como también lo ha ganado, cuestión de
perspectiva y valentía, seguir adelante debe ser el ideal para avanzar, a pesar de
los días que podamos vivir, más que una lección sobre lo poco que conocemos en
esta guerra es una enseñanza de vida, algo de admirar y aprender sin tener derecho
a remilgar puesto que en caso de existir un comparativo nuestras vidas han sido
relativamente sencillas.
Quiero hacer un énfasis en la realidad que no hemos visto, en el punto de vista que
acoge no sólo este sino todos los testimonios de las excombatientes y de todos los
que sufrieron la guerra y la superaron, crecemos y durante toda nuestra vida
empezamos a quejarnos, a querer más y exigir a quienes no tienen la obligación de
algún subsidio, una ayuda o algún dinero que no necesitamos, hacemos pataleta a
nuestros padres por el último celular porque el que tenemos salió hace unos meses
y todas estas personas sólo quieren vivir en paz, no conocen los lujos y mucho
menos los que nosotros llamamos servicios básicos. El internet pareció un chiste en
su situación y ver como las personas derrochan el dinero mientras ellos racionan la
comida de un día en incluso semanas. Siempre podemos valorar mucho más,
siempre seremos capaces de ver que nuestras vidas son un lujo y agradecer por
ello, valoremos cada instante cada actividad que seamos capaces de realizar y
sobre todo la libertad con la que somos capaces de vivir.
Todo este conflicto, este proceso de paz me ha dejado a nivel personal mucho más
que una noticia lejana y aunque no viví nada de este tipo sé que quienes tuvieron
que vivirlo ya han sufrido bastante, nunca he sufrido nada así y para ser sincera
deseo con mi corazón seguir con mi estilo de vida, por ende, no comprenderé jamás
como sienten pero eso no significa que no pueda intentarlo, ese es mi aporte por
ahora a este post-conflicto, buscar la forma de comprender cada perspectiva en los
bandos puesto que sin importar si era un pueblo afectado, el ejército combatiendo
o los grupos al margen de la ley todos han perdido algo allí y se han convertido en
victimas espero que todos ellos sean capaces de tener una vida realmente buena y
conseguir la tan anhelada y efímera felicidad que todos buscamos.

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