“Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido
perdonada, y cubierto su pecado. Bienaventurado
el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad,
Y en cuyo espíritu no hay engaño”. (Salmos 32:1-
2)
“Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi
gemir todo el día. Porque de día y de noche se
agravó sobre mí tu mano; se volvió mi verdor en
sequedades de verano” (Salmos 32:3-4).
“Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad.
Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; y tú
perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmos
32:5).
“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los
que están en Cristo Jesús…” (Romanos 8:1).
“…De cierto, de cierto te digo, que el que no
naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”
(Juan 3:3).
“…de cierto, de cierto te digo, que el que no
naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en
el reino de Dios” (Juan 3:5).
“Porque de cierto os digo que cualquiera que
dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y
no dudare en su corazón, sino creyere que será
hecho lo que dice, lo que diga le será hecho”
(Marcos 11:23).
“…porque de cierto os digo, que si tuviereis fe
como un grano de mostaza, diréis a este monte:
Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será
imposible” (Mateo 17:20).
17Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y
condenarás toda lengua que se levante contra ti
en juicio. Esta es la herencia de los siervos de
Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo
Jehová.(Isaías 54:17)
“Dios mío, tu perdón nos llega a todos como
una bendición;tu perdón borra
nuestros pecados y rebeldías.
2Tú bendices y declara inocentes, a los que no
actúan con malicia” .(Salmos 32:1-2)
3Mientras no te confesé mi pecado,
las fuerzas se me fueron acabando
de tanto llorar.
4Me castigabas día y noche,
y fui perdiendo fuerzas,
como una flor que se marchita
bajo el calor del sol.
(Salmos 32:3-4).
5Pero te confesé mi pecado,
y no oculté mi maldad. Me decidí a reconocer
que había sido rebelde contigo, y tú, mi Dios, me
perdonaste. (Salmos 32:5).
1Por lo tanto, los que vivimos unidos a
Jesucristo no seremos castigados. (Romanos
8:1).
Jesús le dijo:
Te aseguro que si una persona no nace de
nuevo no podrá ver el reino de Dios. (Juan 3:3).
Jesús le respondió:
—Te aseguro que si uno no nace del agua y del
Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
23Porque de cierto os digo que cualquiera que
dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y
no dudare en su corazón, sino creyere que será
hecho lo que dice, lo que diga le será
hecho.(Marcos 11:23).
20-21Jesús les respondió:
—Porque ustedes no confían en Dios. Les
aseguro que si tuvieran una confianza tan
pequeña como un grano de mostaza, podrían
ordenarle a esta montaña que se moviera de su
lugar, y los obedecería. ¡Nada sería imposible
para ustedes! (Mateo 17:20).
17Sin embargo,
nadie ha hecho un arma
capaz de destruirte.
»Israel, tú harás callar
a todo el que te acuse,
porque yo, el único Dios,
hago triunfar a los que me adoran.
Te juro que así será»..(Isaías 54:17)