1.

La fibra muscular es la unidad contráctil del músculo esquelético; su medida máxima puede
llegar de unos milímetros hasta 30 cm (Lockhart, 1972), su estructura puede ser multinucleada
y su diámetro oscila entre 10 y 100 um; en cuanto al diámetro de las células individuales éste
puede variar a través de su longitud siendo frecuentemente más pequeño en las partes
terminales. La especie, raza, sexo, edad, tipo de músculo, ejercicio y estado nutricional son aquellos
factores que perjudican el diámetro de la fibra (Karlsson et al., 1999). Las fibras musculares suelen
dispersarse a lo largo de los músculos pequeños, pero en animales grandes se expanden solo en una
fracción de la longitud del músculo; éstas pueden dividirse paralelamente a la longitud del músculo, pero
a menudo se distribuyen en ángulo.

2. El tejido muscular es el encargado del movimiento que ejercen los organismos y sus órganos;
estructuralmente está formado por unas células llamadas miocitos o fibras musculares, las cuales tienen
la capacidad de contraerse. Los miocitos suelen organizarse en paralelo, de esta manera se van
formando en haces o láminas; su capacidad contráctil depende de la asociación entre filamentos de
actina y filamentos formados por las proteínas motoras miosina II presentes en su cito-esqueleto.

La miosina es la proteína fibrosa de importancia fundamental en dicha contracción muscular, ésta junto
a la actina hacen uso del hidrólisis del ATP como combustible. La cantidad de miosina cambia
considerablemente en los diferentes tejidos; por un lado, en el músculo estriado la miosina es la proteína
más abundante, púes constituye el 30% del total de la proteína de las fibras musculares. Por otro lado,
la miosina está presente solo en pequeñas cantidades en células no relacionadas con el movimiento.
Las cadenas de miosina tienen un peso molecular de 222.000 Dalton; éstas son las principales proteínas
estructurales de los filamentos gruesos, ya que están ligadas o asociadas con la generación de energía
necesaria para la contracción del músculo, exactamente son las que determinan la velocidad de
contracción (Lefaucheur & Gerrard, 1998).

3. El retículo sarcoplásmico (RS) es quien almacena el calcio intracelular en el músculo estriado y también
participa de forma importante en la regulación del proceso de acoplamiento, excitación y contracción en
el músculo esquelético y cardíaco; éste regula de alguna u otra forma las concentraciones intracelulares
de calcio durante la contracción y la relajación muscular. Esta regulación se da principalmente por la
interacción de las principales proteínas del RS que son el canal de liberación de calcio o receptor de
rianodina, la ATPasa de Ca2+, fosfolamban y calsecuestrina. Por la relevancia del AEC en la
fisiopatología de varias enfermedades cardíacas, se han realizado varios estudios sobre el papel que
mantiene el RS y sus distintos componentes proteicos en distintas patologías, entre ellas está la
 hipertrofia cardíaca, la insuficiencia cardíaca y en las arritmias hereditarias. Partiendo de lo anterior, las
proteínas del RS conforman un área de gran interés para el desarrollo de nuevas terapias.

4. Las miofibrillas establecen la unidad fundamental de la fibra muscular, éstas tienen una estructura muy
larga y filiforme, pueden obtener un diámetro de 2 micras; se encuentran a lo largo de los elementos
contráctiles, exactamente dentro de la célula muscular. Estas miofibrillas van directamente incluidas en
la matriz proteica y gelatinosa, las cuales son denominadas como el citoplasma celular o sarco-plasma
donde se encuentran las vitaminas, enzimas y mioglobina. Esta parte elemental de la fibra muscular está
cubierta por una delgada membrana no transparente denominada sarcolema (en cada fibra muscular de
60 um de diámetro hay cerca de 2000 miofibrillas de 0.1 um de diámetro (Bailey, 1972).

5. El músculo estriado o esquelético se llama así, debido a que al microscopio se observa una estructura
estriada distribuida regularmente a lo largo de las fibras musculares, las cuales son las unidades
celulares del músculo. Los músculos esqueléticos están compuestos de haces de fibras musculares
envueltas en tejido conectivo. Su principal componente es la célula muscular o fibra muscular; sin
embargo, hay otros tipos de células incluidas en el músculo, tales como las vasculares, conectivas,
adiposas y del tejido nervioso que están constituidas predominantemente por colágeno.

6. Un sarcómero es la unidad funcional fundamental del músculo estriado, es decir, del músculo
esquelético y cardíaco. El músculo esquelético se utiliza en movimiento voluntario y el músculo
cardíaco es el músculo que forma parte del corazón.
Decir que el sarcómero es la unidad funcional, quiere decir que todos los componentes necesarios
para la contracción están contenidos en cada sarcómero, de hecho, el músculo estriado está
compuesto por millones de pequeños sarcómeros que se acortan, individualmente, con cada
contracción muscular. Éstos son capaces de iniciar grandes movimientos al contraerse al unísono, ya
que su estructura única permite que estas pequeñas unidades coordinen las contracciones de los
músculos.
De hecho, las propiedades contráctiles del músculo son una característica definitoria de los animales,
dado que el movimiento de ellos es notablemente suave y complejo. La locomoción requiere un cambio
en la longitud del músculo a medida que este se flexiona, lo que requiere una estructura molecular que
permita el acortamiento del músculo.
Micrografía de un sarcómero (arriba) y su representación (abajo)
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