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ACADEMICA
Luz Marina Maldonado Mantilla *
Claudia Carolina Fuenmayor Tovar **
Universidad de Los Andes Núcleo Universitario “Dr. Pedro Rincón Gutiérrez”
RESUMEN
ABSTRACT
RÉSUMÉ
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* Profesora Categoría Asociado adscrita al Departamento de Ciencias
Administrativas y Contables Universidad de Los Andes Núcleo Universitario “Dr.
Pedro Rincón Gutiérrez”
1. INTRODUCCIÓN
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sentido de la responsabilidad, la autonomía y la disciplina profesional,
indispensables para el ejercicio de la misma, entre otras cosas.
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constituyéndose en el primer antecedente del término que se conoce en la
actualidad, ya que se empezó a hablar del kocsiszeker y el término kocsi,
pronunciado cochi, pasa luego al alemán como kutsche, al italiano como cocchio y
finalmente al español como coche.
Al analizar la cita anterior, puede notarse que el coaching, si bien es cierto que
permite a la persona interesada, el coachee, obtener ayuda y asesoramiento
oportuno en un determinado momento, no lo exime de la responsabilidad de la
toma de decisiones y el desarrollo de las actividades requeridas para asegurar el
éxito, pues su finalidad como lo señala Whintmore (2003) es mejorar el
rendimiento de las personas, para lo cual busca liberar su potencial y así
incrementar sus posibilidades de éxito a través de los factores que pueden
potenciarlo y del estímulo de su capacidad de aprender a aprender.
Desde esta perspectiva y con atención en lo señalado por Bou, J (2007, p. 11)
el coaching puede definirse como un proceso “…sistemático de aprendizaje,
focalizado en la situación presente y orientado al cambio, en el que se facilitan
unos recursos y unas herramientas de trabajo específicas, que permiten la mejora
del desempeño en aquellas áreas que las personas demandan.”
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Por su parte Hall y Duval (2010), señalan que el coaching es la capacidad de
refinar y perfeccionar las mejores habilidades de los individuos, a través de
actividades que buscan dar a conocer las fortalezas personales eliminando
aquellos aspectos que están en el camino y sabotean la excelencia.
3. COACHING EDUCATIVO
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El termino coaching ha sido frecuentemente utilizado en los campos del deporte
y de los negocios, por tanto, se tiende a pensar en estas actividades cuando se
habla de un coach, sin embargo, aunque las experiencias de coaching en estas
disciplinas son muy diferentes, los principios y objetivos suelen coincidir, por lo
que es utilizado en otras áreas como la educativa y de ahí su inserción en el
presente artículo, ya que es perfectamente aplicable en todos los ámbitos del
quehacer humano, Al respecto Dolan, M (2012, p.28), textualmente indica “la
palabra coaching, en el sentido de instructor o formador, se utilizó por primera vez
en 1830 en la Universidad de Oxford para referirse al tutor que acompañaba a los
alumnos en la preparación de sus exámenes.”
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Para aplicar el coaching debe tenerse presente en primer lugar el método
socrático, que consiste en una técnica para adquirir conocimiento por medio de la
conversación y la formulación de preguntas y que está plasmado en las obras de
Platón, escritas en forma de diálogos, donde aparece Sócrates como protagonista
preguntando a sus interlocutores, para que estos adquieran conocimiento y así
llegar a la verdad de las cosas.
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que pueda sostenerse por sí mismo, contribuye a su crecimiento como ser
humano pensante, y por lo tanto, como futuro profesional.
Para Villa & Caperán (2010) el proceso de coaching se puede describir como un
acuerdo mutuo suscrito entre coach y coachee, bajo unos principios éticos-
profesionales consistentes en lograr unos objetivos profesionales y personales,
definidos previamente de común acuerdo mediante un plan de trabajo, que al
adaptarlo al abordaje de las pasantías, se puede describir en dos fases
Sea cual sea, entonces la experiencia previa que el pasante tenga, el trabajo
del tutor-coach en esta primera fase será ayudar al pasante-coachee para que
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identifique claramente ¿qué espera de este proceso de pasantías? y defina con
claridad sus objetivos y metas, tras una evaluación de sus fortalezas y debilidades,
y la detección temprana de las oportunidades y amenazas presentes.
De esta forma, el coaching permite, entre otras cosas, forjar en la mente del
coachee la firme creencia de que es una persona de éxito, al diseñar tareas y
acciones que lo lleven a desarrollar hábitos y mecanismos de pensamiento,
preparándolo para concretar ideas y soluciones, y permitiéndole proponerse y
alcanzar retos cada vez más grandes.
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mínimo aconsejable es de tres a seis meses, distribuyendo el número de sesiones
en función de la etapa del programa de coaching en la que se encuentra.”, a tal
efecto su aplicación se llevará a cabo en las sesiones que previamente acuerde el
tutor-coach que al ser personalizadas podrán variar de un pasante a otro, en
función de las necesidades particulares de cada uno, por otra parte las sesiones
de coaching deberán ser diálogos entre tutor-coach y pasante-coachee de una
duración entre 60 y 90 minutos, duración de una clase en el aula, dónde el tutor-
coach guía al pasante como coachee, por medio de preguntas estratégicamente
planteadas hacia sus objetivos y deseos ayudándole a clarificar sus ideas y la
búsqueda de recursos y soluciones.
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En este contexto el tutor-coach debe tener claro que el ejercicio del coaching
requiere de su parte, de la adhesión a una serie de valores fundamentales que
hagan posible el avance de los coachees, valores que se relacionan con:
• Honestidad.
• Humildad.
• Respeto.
• Actitud mental positiva.
• Tolerancia.
• Empatía.
• Paciencia.
• Comprensión.
• Solidaridad.
• Escucha activa.
• Consistencia.
• Flexibilidad.
• Coherencia.
Por su parte el coaching exige por parte del pasante-coachee que también
adopte los siguientes valores:
• Sinergia.
• Proactividad.
• Honestidad.
• Responsabilidad.
• Autonomía.
• Confianza en sí mismo.
• Humildad.
• Respeto.
• Orientación al logro.
• Empatía.
• Paciencia.
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6. COMPETENCIAS QUE DEBEN ESTAR PRESENTES EN EL PROCESO DE
COACHING
Al igual que con los valores, en el desarrollo del coaching deben estar presentes
las siguientes competencias, de acuerdo a lo señalado por Bou (2007).
En el tutor-coach:
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4. Ser competente, lo cual requiere un conocimiento del entorno y de la tarea
que realiza el pasante.
Por su parte, Bayon (2010), señalan que desde el plano psicológico son
necesarias las habilidades de inteligencia emocional (IE) que consisten en la
capacidad de percatarse de los propios sentimientos, así como de los de los
demás, y gestionarlos de forma beneficiosa. y que comprenden cinco dominios: el
conocimiento de las propias emociones llamado conciencia de sí mismo, el
control de las propias emociones, la auto motivación o motivación interna, el
reconocimiento de las emociones en los otros y el manejo de las relaciones.
Además el mismo Bayon hace referencia a la necesidad de las fortalezas
resilientes de resistencia o de robustez y de afrontamiento que incluyen el
compromiso, el control, y la capacidad de asumir retos, que pueden desde la
acción modeladora, ayudar a las personas a ser menos vulnerables en el plano
adaptativo.
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Adicionalmente, el tutor coach debe tener buen ánimo y una actitud mental
positiva, para que refleje sus atributos principales como deben ser la habilidad, el
conocimiento y el servir de ejemplo. La habilidad, que no es más que la dimensión
que le permite “saber hacer”, ser capaz de actuar, y de propiciar el cambio. El
conocimiento que contempla la dimensión que le permite “conocer”, al desarrollar
una capacidad de aprendizaje y una gran curiosidad por todo lo que le rodea. Y
por último, el ser modelo para otras personas, mediante el fortalecimiento de la
dimensión del “ser”.
Cabe destacar, que el tutor que actúa como coach debe tener conciencia clara
de que su acción debe estar orientada a acompañar al estudiante como coachee
para el mejoramiento de su aprendizaje, mediante el desarrollo de una práctica
que le incline a tomar conciencia progresiva sobre sus capacidades investigativas
y potencial creativo, permitiéndole además tomar las decisiones acertadas y con
responsabilidad para el logro de sus objetivos o metas, para que pueda
alcanzarlos de manera exitosa y en el tiempo previsto; a la vez que alcance su
constante desarrollo personal y profesional, mediante el fortalecimiento de sus
habilidades sociales y de automotivación, entre otras.
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3. Toma de decisiones acertadas y con responsabilidad para el logro de sus
metas.
4. Búsqueda y logro constante del desarrollo personal y profesional.
5. Fortalecimiento de sus habilidades sociales y de automotivación.
6. Materialización del pensamiento en acciones concretas que contribuyan al
logro del éxito.
7. Adaptación al medio físico y social en el que le corresponde desenvolverse.
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5. Dar pautas constantes durante la actuación, no propiciando libertad de
acción ni el descubrimiento desde la propia vivencia del coachee.
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a los demás (conocer mejor a los otros a través de la escucha y la
empatía).
10. Incita a la acción, ya que aquellas decisiones que han sido pensadas y no
ejecutadas por alguna u otra razón son impulsadas a realizar, si implican
beneficios para su desempeño futuro.
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En resumen, se tiene que el coaching aplicado como herramienta a la tutoría
académica en el proceso de pasantías conlleva a un sinnúmero de beneficios, ya
que permite alcanzar con mayor significado los objetivos propuestos durante el
período en el que se experimenten las pasantías de manera más sinérgica para
los involucrados, orientando hacia el éxito, propiciando el fortalecimiento de la
responsabilidad, la autonomía y la proactividad, al generar variedad de
soluciones, interpretaciones y opiniones, que permiten estimular el ejecute de
acciones, que facilitan finalmente el aprendizaje colectivo.
Al conocer todos los beneficios que para los involucrados conlleva la práctica
del coaching, se puede afirmar que todos los tutores académicos deberían
aprovechar la oportunidad de hacer algo que beneficie a sus tutoreados, más allá
de la orientación hacia la elaboración del informe y la evaluación del mismo.
Pero no todos los docentes pueden aplicarlo y lograr los resultados que el
mismo en esencia persigue, ya que no basta con querer ser un tutor-coach, sino
que el tutor debe capacitarse, debiendo estar comprometido consigo mismo para
hacer una labor encomiable en beneficio de los demás.
El tutor-coach debe ser un docente que sienta y viva sus emociones, que crea
en las transformaciones y en los cambios, y que este convencido de que todas las
personas poseen recursos para alcanzar sus metas a través del descubrimiento
de nuevos y mejores caminos.
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enriquecer su intelecto y desarrollar cada dia nuevas competencias, que entre
otras cosas, le permitan perfeccionar sus habilidades conversacionales y de
intervención, aportando con creatividad nuevas y mejores formas de llevar a cabo
el mismo.
Para logar ser un buen tutor-coach se hace necesario primero ser un buen
coachee, para tratar de entender que emociones siente este, cuáles son sus
expectativas, qué herramientas necesita en las diferentes situaciones que puedan
presentársele, cual es el tipo de conversación que puede convencerlo, cuales son
los elementos motivadores con los que puede incitarse a la acción, en fin
colocarse en la posición de un coachee y permitir que un coach lo oriente.
Finalmente a modo de orientación como estrategias comunicacionales, de las
que puede valerse el tutor académico que quiera desenvolverse como tutor-coach,
se presentan las siguientes y se incluyen a modo de ejemplos los recursos que
podría emplear y como aplicarlos
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respuestas.
Interpretar. Replanteo y resumen. Para no perder el hilo de la
esencia de lo que se está
hablando, si surgen muchos
elementos que desvían el tema,
es importante tomar nota de lo
más importante dicho y
plantearlo nuevamente en forma
de resumen.
Comprender. Escucha y replantea. Muéstrate con empatía y acepta
la opinión del pasante-coachee,
buscando siempre librarse de
prejuicios y colocarse en la
posición del mismo.
Fuente: elaboración propia (2016)
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
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identifique sus capacidades, las potencie, desarrolle su autonomía, su autoestima,
y sus destrezas de comunicación, resolución de problemas y trabajo en equipo,
propiciándosele una inserción en el mundo laboral más efectiva y por otra parte
que el docente que funja como tutor-coach desarrolle capacidades múltiples que
van más allá de un mero proceso evaluativo, al permitirle cultivar las propias
competencias comunicativas y aprender sobre la naturaleza humana, además de
aprovechar diferentes oportunidades de crecimiento personal y profesional.
No obstante, y aun cuando se ha dejado muy claro los beneficios que otorga el
coaching, es importante destacar que no dependerá solamente de la buena
disposición del tutor el convertirse en coach, ni de la receptividad y disposición de
los pasantes de ser pasantes - coachees, sino que para su aplicación efectiva
debe también exigirse un compromiso que debe ser demandado a la institución
educativa, en este caso a la Universidad, quien debe propiciar el entrenamiento
de su cuerpo académico, en la búsqueda de formar tutores que amplíen sus
propósitos como formadores, a fin de que sepan focalizar sus intereses, para ser,
además de guías en la elaboración de un informe, orientadores de ese proceso
que conduzca hacia verdaderas transformaciones personales y profesionales en
los destinatarios que se constituyan en experiencias y oportunidades de lograr
resultados favorables en la aplicación de un coaching educativo.
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Además se hace necesario que el número de pasantes asignados al tutor
académico sea reducido, no mayor a 10 pasantes por tutor, para que el proceso
de coaching se realice con efectividad, ya que requiere de tiempo y dedicación por
parte del docente, quien deberá programar actividades semanales de atención
personalizada con sus pasantes-coachees.
REFERENCIAS BIBIOGRAFICAS
Bayon, F. (2010). Coaching hoy: teoría general del coaching. Madrid. España.
Editorial Universitaria Ramon Areces.
Bou, J. (2007). Coaching para docentes. Alicante. España. Club Universitario.
Bou, J. (2009). Coaching para docentes: el desarrollo de habilidades en el aula.
(3raEdición). Alicante. España. Club Universitario.
Bou, J. (2013). Coaching educativo. Bogotá. Colombia. Lid.
Cardona, P. (2002). El coaching en el desarrollo de las competencias
profesionales. Barcelona. España. Universidad de Navarra.
Cardona, P y Garcia-Lombardia, P. (2009). Cómo desarrollar las competencias de
liderazgo. Pamplona. España. Editorial Eunsa.
Dolan, M. (2012). Coaching por valores. Madrid. España: Lid.
Dolby, M. (1995). Sócrates en el siglo XX. Barcelona: Ediciones Internacionales
Universitarias.
Hall, M. y Duval, M. (2010). Meta coaching. Madrid. España. Ediciones Trillas.
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Urano.
Nelson; L (2008) El Método socrático. Cádiz. España. Editorial Hurqualya.
Ravier, L. (2005). Arte y ciencia del coaching: su historia, filosofía y esencia.
Buenos Aires. Argentina. Ediciones Dunken.
Rosinski, P. (2008). Coaching y cultura. Buenos Aires. Argentina. Editorial Gran
Aldea.
Sánchez, M., Suárez, M., Padilla, M., Bisquerra, R., Baelo, R., Martínez, I., &
Moreno, A. (2013). Orientación profesional y personal. Madrid. España. Editorial
Uned.
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las personas. Barcelona. España. Editorial Profit.
Vilallonga, M. (2003). Coaching directivo: desarrollando el liderazgo. Barcelona.
España. Ediciones Ariel.
Whitmore, J. (2003). Coaching: el método para mejorar el rendimiento de las
personas. Barcelona. España. Editorial Paidós.
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