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EL COACHING COMO HERRAMIENTA DOCENTE EN LA TUTORIA

ACADEMICA
Luz Marina Maldonado Mantilla *
Claudia Carolina Fuenmayor Tovar **
Universidad de Los Andes Núcleo Universitario “Dr. Pedro Rincón Gutiérrez”

RESUMEN

El coaching aplicable a muchas acciones humanas, es presentado como una


herramienta docente, para hacer del trabajo del tutor académico de pasantías, una
actividad enriquecedora, que propicie el desarrollo de múltiples destrezas al
generar experiencias de crecimiento personal y profesional para todos los
involucrados. La metodología para su aplicación en este ámbito de la educación
formal es aquí expuesta, presentando sus beneficios, y las principales
competencias a desarrollar por parte del tutor-coach y del pasante-coachee en la
búsqueda de propiciar un espacio de reflexión y análisis.
Palabras claves: coaching, tutor, competencias.

ABSTRACT

The coaching applicable to many human actions, is presented as a teaching


tool, to make the work of the academic mentor of internships, an enriching activity,
that fosters the development of multiple skills by generating experiences of
personal and professional growth for all involved. The methodology for its
application in this area of formal education is presented here, presenting its
benefits, and the main competences to be developed by the tutor-coach and the
intern-coachee in the search to foster a space for reflection and analysis.
Keywords: coaching, tutor, competencies.

RÉSUMÉ

L’entraînement appliqué à plusieurs des actions humaines é présenté comme


un outil d’enseignement pour faire le travail de tuteur académique des stages, une
activité enrichissante que propice le développement des multiples expériences de
croissance personnel et professionnel pour tous les impliqués. La méthodologie
d´application dans cet environnement de la éducation formelle est exposé ici en
présentant ses avantages et ses compétences principales pour être développer
par le tuteur à la recherche de concilier une espace de réflexion et d’analyse.
Mots clés: entraînement, tuteur, compétences

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* Profesora Categoría Asociado adscrita al Departamento de Ciencias
Administrativas y Contables Universidad de Los Andes Núcleo Universitario “Dr.
Pedro Rincón Gutiérrez”

* Profesora Categoría Asistente adscrita al Departamento de Computación e


Informática Universidad de Los Andes Núcleo Universitario “Dr. Pedro Rincón
Gutiérrez”

1. INTRODUCCIÓN

Los pensum de las Carreras de Administración y Contaduría en la Universidad


de Los Andes, Núcleo Universitario “Dr. Pedro Rincón Gutiérrez” contemplan como
último requisito, previo a la titulación de sus estudiantes como licenciados, el
realizar pasantías, lo cual hace referencia a aquellas actividades que ejecutan los
mismos en una empresa, institución u organismo público o privado, con el
propósito de ejercitar los conocimientos teórico - prácticos obtenidos durante su
formación en la universidad.

Como facilitadores de este proceso y para posteriormente aplicar la evaluación


del mismo, el estudiante cuenta con el apoyo de dos tutores: por un lado el tutor
empresarial, representado por el jefe inmediato, quien forma parte de la empresa
donde el pasante lleva a cabo sus pasantías, el cual lo orienta y supervisa en el
desarrollo del trabajo en la organización y por otro lado cuenta con un tutor
académico, miembro del cuerpo docente de la universidad, quien guía
metodológicamente al pasante en la elaboración de su informe de pasantías, y lo
asiste en esa transición entre el dominio del conocimiento teórico y su aplicación
en la práctica.

Durante este período, y de acuerdo a la normativa interna que regula las


pasantías del Departamento de Ciencias Administrativas y Contables de la ya
mencionada universidad, se busca, entre otras cosas, dar al estudiante la
oportunidad de adquirir experiencia laboral, que lo acerque al ejercicio de su
profesión, desarrollando y fortaleciendo valores implícitos de su formación como el

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sentido de la responsabilidad, la autonomía y la disciplina profesional,
indispensables para el ejercicio de la misma, entre otras cosas.

En la búsqueda de analizar el rol que actualmente cumple el tutor académico en


el desarrollo de las pasantías, desde la percepción del estudiante, se aplicó una
encuesta a un grupo significativo de pasantes en los dos últimos períodos
académicos (U-2015 y A-2016) observando que más del 90 % de los estudiantes
ven en su tutor académico a un docente que le asignaron para guiarlo en la
formulación y desarrollo de un informe de pasantías y un 100 % lo percibe como el
evaluador final de este requisito formal, lo que conlleva a concluir que la actuación
del tutor académico es percibida como limitada a solo a estos dos elementos, el de
guía para redactar el informe y el de evaluador final.

Ante esta realidad, y en la búsqueda de aprovechar al máximo la oportunidad


de acompañamiento de los futuros profesionales, el presente artículo persigue dar
a conocer el potencial que tiene el coaching como herramienta docente para que
el tutor académico propicie un aprendizaje significativo y potencie las capacidades
del estudiante a fin de que este pueda desenvolverse de la mejor manera ante el
reto que significa su inserción laboral.

2. ORIGENES Y DEFINICIÓN DEL TERMINO COACHING

Aunque existe una creencia generalizada de que el término coaching es un


anglicismo, por provenir de un vocablo de la lengua inglesa, tal creencia resulta
ser falsa, ya que según lo afirmado por Ravier (2005) desde el punto de vista
etimológico, el término surge entre los Siglos XV y XVI en Hungría,
específicamente en la ciudad de Kocs, donde la creación de un transporte con
suspensión y gran comodidad, sobre todo si se les comparaba con los
tradicionales, da origen al término “Kosciszeker”, el cual era símbolo de excelencia
entre las personas que de manera común se trasladaban hacia otras rutas
turísticas de la época. Dicho término podría traducirse como “carruaje de Kocs”

3
constituyéndose en el primer antecedente del término que se conoce en la
actualidad, ya que se empezó a hablar del kocsiszeker y el término kocsi,
pronunciado cochi, pasa luego al alemán como kutsche, al italiano como cocchio y
finalmente al español como coche.

En relación a sus orígenes, se puede afirmar que aún se mantiene vigente su


significado, vinculado al traslado cómodo de una persona de un lugar a otro, como
Bou (2007) afirma:

El coaching actualmente, también transporta a las personas de un lugar a


otro, de donde están hoy, a donde les gustaría estar mañana, siendo el
coach, simplemente un facilitador de este viaje, un acompañante de lujo en
ese provechoso camino, pero nunca el máximo responsable de las
decisiones que se van tomando, ni quien asume la pesada carga de cada
paso. (p.13)

Al analizar la cita anterior, puede notarse que el coaching, si bien es cierto que
permite a la persona interesada, el coachee, obtener ayuda y asesoramiento
oportuno en un determinado momento, no lo exime de la responsabilidad de la
toma de decisiones y el desarrollo de las actividades requeridas para asegurar el
éxito, pues su finalidad como lo señala Whintmore (2003) es mejorar el
rendimiento de las personas, para lo cual busca liberar su potencial y así
incrementar sus posibilidades de éxito a través de los factores que pueden
potenciarlo y del estímulo de su capacidad de aprender a aprender.

Desde esta perspectiva y con atención en lo señalado por Bou, J (2007, p. 11)
el coaching puede definirse como un proceso “…sistemático de aprendizaje,
focalizado en la situación presente y orientado al cambio, en el que se facilitan
unos recursos y unas herramientas de trabajo específicas, que permiten la mejora
del desempeño en aquellas áreas que las personas demandan.”

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Por su parte Hall y Duval (2010), señalan que el coaching es la capacidad de
refinar y perfeccionar las mejores habilidades de los individuos, a través de
actividades que buscan dar a conocer las fortalezas personales eliminando
aquellos aspectos que están en el camino y sabotean la excelencia.

Vilallonga (2003) lo percibe como un proceso que lleva a poner en práctica el


despliegue de potencialidades y el desarrollo de las capacidades profesionales.
Igualmente, Rosinski (2008) lo describe como un arte, el de facilitar el desarrollo
del potencial de las personas para alcanzar objetivos que para sí mismo sean
importantes y significativos.

De todas estas definiciones se observa en común, que el coaching es visto


como una herramienta de crecimiento personal, que tiene como objetivo principal
propiciar el logro de las metas de un individuo a través de la identificación y
potenciación de sus capacidades y de la eliminación de sus debilidades, tras la
clara identificación de estas y la generación de procesos de cambio.

Y para terminar de definir el contexto donde se circunscribe el coaching es


importante destacar lo presentado por Bou (2009), quien señala que el coaching
comprende a su vez tres conceptos claves: el primero hace referencia a “la
palabra o el lenguaje”, ya que es a través del dialogo entre el coach y el coachee
que se identifican, entre otras cosas, las potencialidades de este último y sus
puntos débiles a eliminar. El segundo concepto hace referencia a “el aprendizaje”,
ya que como se señaló previamente el coaching perfecciona el arte de aprender a
aprender, más que el de enseñar y en tercer lugar se maneja el concepto de
“cambio”, porque el coaching es la disciplina que trata del cambio, de cómo
facilitar ir de una situación actual a o una deseada.

3. COACHING EDUCATIVO

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El termino coaching ha sido frecuentemente utilizado en los campos del deporte
y de los negocios, por tanto, se tiende a pensar en estas actividades cuando se
habla de un coach, sin embargo, aunque las experiencias de coaching en estas
disciplinas son muy diferentes, los principios y objetivos suelen coincidir, por lo
que es utilizado en otras áreas como la educativa y de ahí su inserción en el
presente artículo, ya que es perfectamente aplicable en todos los ámbitos del
quehacer humano, Al respecto Dolan, M (2012, p.28), textualmente indica “la
palabra coaching, en el sentido de instructor o formador, se utilizó por primera vez
en 1830 en la Universidad de Oxford para referirse al tutor que acompañaba a los
alumnos en la preparación de sus exámenes.”

Por su parte Bou (2009) señala:

El docente debe ayudar al alumno a que defina sus objetivos académicos,


pero sobre todo y mucho más valioso, debe dotarle de recursos que le
permitan reflexionar sobre su realidad en el momento presente con el fin
de poder diseñar su futuro. (p.65)

El coaching educativo puede entonces ser definido como un proceso sistémico


de aprendizaje, e intercambio, que se focaliza en una situación presente del
estudiante, en este caso del pasante, orientado al cambio, que se evidencia ante
su inmediata inserción laboral, dirigido a facilitar esta, en la búsqueda de lograr el
más óptimo desempeño, a través de la identificación y desarrollo de sus
potencialidades, fortalezas y capacidades. Y es precisamente aquí donde juega un
papel primordial el tutor, ya no solo como guía para el desarrollo de un requisito,
en este caso el informe de pasantías, y su posterior evaluación final, sino como el
facilitador de esta experiencia de crecimiento personal inducido.

4. METODOLOGIA PARA LA APLICACIÓN DEL COACHING EN EL PROCESO


DE PASANTIAS

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Para aplicar el coaching debe tenerse presente en primer lugar el método
socrático, que consiste en una técnica para adquirir conocimiento por medio de la
conversación y la formulación de preguntas y que está plasmado en las obras de
Platón, escritas en forma de diálogos, donde aparece Sócrates como protagonista
preguntando a sus interlocutores, para que estos adquieran conocimiento y así
llegar a la verdad de las cosas.

De estas enseñanzas socráticas parte la idea principal de la metodología del


coaching, al entender que el conocimiento no está en el coach sino en sus
coachees y es esta idea fundamental para reconocer el buen coaching y
diferenciarlo de otras intervenciones como son la consultoría, el asesoramiento, la
formación o la tutoría.

El método socrático, arte de la mayéutica o método de la partera, como


comúnmente se le denomina, constituye la base metodológica del coaching,
opinión que se desprende de lo afirmado por Dolby (1995) quien señala que así
como la madre de Sócrates ayudaba a las mujeres a dar a luz, pero ella no paría,
así mismo Sócrates ayudaba a encontrar respuestas en sus discípulos o
interlocutores, pero no daba el las respuestas o soluciones. Y es de esa misma
manera que debe ser entendido el coaching, como herramienta docente en la
tutoría académica, pues no es más que una medio para que el tutoreado, en este
caso, logre resultados mediante el despertar inducido y el reconocimiento de sí
mismo.

Si bien, la mayéutica, parece ser muy obvia y simple, requiere de un buen


interlocutor que tenga la habilidad para formular preguntas correlacionadas,
siguiendo un hilo conductor, que le permita extraer de la mente del individuo en
cuestión, la reflexión deseada. Es así, como se debe formular una pregunta a la
hora de hacer reflexionar a un joven estudiante, que tiene en su mente diversos
temas, e ideas que no puede dilucidar. Acompañar a este estudiante pasante
marcándole el camino, pero dejando que el recorrido lo realice por su cuenta, para

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que pueda sostenerse por sí mismo, contribuye a su crecimiento como ser
humano pensante, y por lo tanto, como futuro profesional.

Para Villa & Caperán (2010) el proceso de coaching se puede describir como un
acuerdo mutuo suscrito entre coach y coachee, bajo unos principios éticos-
profesionales consistentes en lograr unos objetivos profesionales y personales,
definidos previamente de común acuerdo mediante un plan de trabajo, que al
adaptarlo al abordaje de las pasantías, se puede describir en dos fases

1. Evaluación, diagnóstico y planteamiento de objetivos.

El tutor-coach debe orientar al pasante-coachee en la evaluación de la situación


actual a la cual se enfrenta, diagnosticando las oportunidades y amenazas que
estén en el entorno presentes, propiciando la definición de metas en función de las
competencias y fortalezas personales, reflexionando sobre las actitudes que debe
evidenciar para alcanzarlas.

En esta primera fase, es muy importante que el tutor-coach diferencie aquellos


pasantes, que se inician en el mundo laboral, a través de las pasantías, de
aquellos que previamente ya están inmersos en él, requiriendo los primeros un
trabajo de coaching más intenso, ya que pueden ser muchas las trabas o
dificultades con las que se puede conseguir el pasante en este primer encuentro
con la realidad del mercado.

No obstante, el pasante con experiencia previa en el ámbito laboral, puede a su


vez también necesitar potenciar ciertas destrezas, capacidades o habilidades, que
quizás no identifica aún, pero que subyacen en sí mismo, siendo esta tarea del
tutor-coach, entre otras.

Sea cual sea, entonces la experiencia previa que el pasante tenga, el trabajo
del tutor-coach en esta primera fase será ayudar al pasante-coachee para que

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identifique claramente ¿qué espera de este proceso de pasantías? y defina con
claridad sus objetivos y metas, tras una evaluación de sus fortalezas y debilidades,
y la detección temprana de las oportunidades y amenazas presentes.

2. Entrenamiento, plan de acción, aplicación, feedback.

En esta fase, el tutor-coach debe en primer lugar generar un clima adecuado y


una excelente comunicación bidireccional, con el objeto de lograr que el pasante-
coachee se sienta seguro de sí mismo, y exponga con confianza su situación
presente y deseada. De igual forma, debe promover la creatividad y potenciar la
capacidad de criterio, para que el pasante-coachee deduzca las consecuencias
positivas y negativas de algún comportamiento o actitud en específico.

Seguidamente y en función de los objetivos y metas trazados por el pasante-


coachee, el tutor-coach debe conducirlo a formular y aplicar su plan de acción, el
cual periódicamente, en las posteriores sesiones de tutoría, irán conjuntamente
evaluando, para seguir incorporar nuevas habilidades, destrezas o conocimientos
en la búsqueda de mejorar el desempeño y de gestionar el cambio, mediante una
motivación constante que impulse al pasante-coachee a seguir dando lo mejor de
sí mismo.

De esta forma, el coaching permite, entre otras cosas, forjar en la mente del
coachee la firme creencia de que es una persona de éxito, al diseñar tareas y
acciones que lo lleven a desarrollar hábitos y mecanismos de pensamiento,
preparándolo para concretar ideas y soluciones, y permitiéndole proponerse y
alcanzar retos cada vez más grandes.

La metodología de coaching como herramienta docente planteada debe ser


desarrollada en el tiempo que dura el período de pasantías, un semestre
académico, lo que la hace perfectamente aplicable a este ámbito, al estar en los
lapsos señalados por Villa & Caperán (2010, p.26) quien señala “… el tiempo

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mínimo aconsejable es de tres a seis meses, distribuyendo el número de sesiones
en función de la etapa del programa de coaching en la que se encuentra.”, a tal
efecto su aplicación se llevará a cabo en las sesiones que previamente acuerde el
tutor-coach que al ser personalizadas podrán variar de un pasante a otro, en
función de las necesidades particulares de cada uno, por otra parte las sesiones
de coaching deberán ser diálogos entre tutor-coach y pasante-coachee de una
duración entre 60 y 90 minutos, duración de una clase en el aula, dónde el tutor-
coach guía al pasante como coachee, por medio de preguntas estratégicamente
planteadas hacia sus objetivos y deseos ayudándole a clarificar sus ideas y la
búsqueda de recursos y soluciones.

5. ASPECTOS A CONSIDERAR EN LA PRÁCTICA DEL COACHING

Adaptando lo señalado por Sánchez y otros (2013), el coaching aplicado a la


práctica de la tutoría académica incluye los siguientes tres aspectos relevantes:

1. Por parte del tutor-coach exige creer incondicionalmente en el pasante-


coachee, demostrarle esta creencia y tener en cuenta sus deseos y
aspiraciones respetándolas.

2. Requiere animar al pasante-coachee a tener fe en su potencial,


alimentando consistentemente su autoconfianza de forma que le ayude a
creer en sí mismo, lo que hará que aumente, en consecuencia, la confianza
de los demás en él.

3. Demanda que el pasante-coachee defina su propio plan de acción que le


lleve a alcanzar sus metas y deseos. Para lo cual este deberá sentirse
apoyado en todo momento por su tutor-coach, quién acordará la
realización de tareas y desafíos durante el proceso.

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En este contexto el tutor-coach debe tener claro que el ejercicio del coaching
requiere de su parte, de la adhesión a una serie de valores fundamentales que
hagan posible el avance de los coachees, valores que se relacionan con:

• Honestidad.
• Humildad.
• Respeto.
• Actitud mental positiva.
• Tolerancia.
• Empatía.
• Paciencia.
• Comprensión.
• Solidaridad.
• Escucha activa.
• Consistencia.
• Flexibilidad.
• Coherencia.

Por su parte el coaching exige por parte del pasante-coachee que también
adopte los siguientes valores:

• Sinergia.
• Proactividad.
• Honestidad.
• Responsabilidad.
• Autonomía.
• Confianza en sí mismo.
• Humildad.
• Respeto.
• Orientación al logro.
• Empatía.
• Paciencia.

En todo caso la aplicación del coaching exige un compromiso de ambas partes,


en la que se busca el desarrollo de las potencialidades del coachee, siempre y
cuando el mismo esté dispuesto a propiciar el ambiente donde el intercambio se
de en forma franca, permitiendo al coach desplegar todas sus herramientas para
alcanzar ese logro conjunto.

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6. COMPETENCIAS QUE DEBEN ESTAR PRESENTES EN EL PROCESO DE
COACHING

Al igual que con los valores, en el desarrollo del coaching deben estar presentes
las siguientes competencias, de acuerdo a lo señalado por Bou (2007).

En el tutor-coach:

1. Saber escuchar y atender, esta es una de las cualidades principales que


debe tener el coach, pues esta competencia constituye uno de los
principales elementos desencadenantes, en el pasante, de motivación y
confianza en la guía del coach. Por su parte, el tutor que funge como coach,
debe tener conciencia de que alguna deficiencia en la capacidad de
escuchar y atender a los planteamientos del participante, puede ocasionar
problemas de compresión que lo lleven a sugerir un curso de acción poco
conveniente, que conlleve en sí mismo a la obtención de un resultado poco
productivo.

2. Ofrecer total disponibilidad, de manera tal que el participante pueda


acceder, como lo señalan O’Connor y Lages (2005), a la ayuda requerida
para hacer frente a la situación que así lo demande, a través del uso de sus
propios recursos y no de soluciones pre elaboradas que partan del coach,
ya que su función no es, en definitiva, resolver los problemas del pasante,
sino ayudarlo a que el mismo en base a sus potencialidades, de respuesta
a las diferentes situaciones en las que puede verse envuelto.

3. Saber hacer su trabajo, el cual es en definitiva trabajar un problema


presente, bien delimitado y con un objetivo a la vista suficientemente
atractivo y realista, para movilizar la motivación del tutoreado.

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4. Ser competente, lo cual requiere un conocimiento del entorno y de la tarea
que realiza el pasante.

5. Tener una metodología de trabajo precisa que le permita alcanzar una


visión clara del problema, así como las diversas alternativas que podrían
constituir cursos de acción para potenciar la creatividad, la autonomía y la
toma de decisiones conscientes para el logro de las metas preestablecidas.

6. Desarrollar una capacidad de análisis y síntesis, que le permita disgregar


situaciones para evaluarlas y descubrir sus relaciones y entender la relación
sinérgica existente.

Por su parte, Bayon (2010), señalan que desde el plano psicológico son
necesarias las habilidades de inteligencia emocional (IE) que consisten en la
capacidad de percatarse de los propios sentimientos, así como de los de los
demás, y gestionarlos de forma beneficiosa. y que comprenden cinco dominios: el
conocimiento de las propias emociones llamado conciencia de sí mismo, el
control de las propias emociones, la auto motivación o motivación interna, el
reconocimiento de las emociones en los otros y el manejo de las relaciones.
Además el mismo Bayon hace referencia a la necesidad de las fortalezas
resilientes de resistencia o de robustez y de afrontamiento que incluyen el
compromiso, el control, y la capacidad de asumir retos, que pueden desde la
acción modeladora, ayudar a las personas a ser menos vulnerables en el plano
adaptativo.

Como competencias aptitudinales deben también hacerse presentes según Bou


(2013) el establecimiento de una visión, que comprende la capacidad de lograr
una apreciación global de un fenómeno en sus dimensiones temporal y espacial,
que permita percibir situaciones en el corto, el mediano y el largo plazo,
considerando los detalles en sus diferentes manifestaciones.

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Adicionalmente, el tutor coach debe tener buen ánimo y una actitud mental
positiva, para que refleje sus atributos principales como deben ser la habilidad, el
conocimiento y el servir de ejemplo. La habilidad, que no es más que la dimensión
que le permite “saber hacer”, ser capaz de actuar, y de propiciar el cambio. El
conocimiento que contempla la dimensión que le permite “conocer”, al desarrollar
una capacidad de aprendizaje y una gran curiosidad por todo lo que le rodea. Y
por último, el ser modelo para otras personas, mediante el fortalecimiento de la
dimensión del “ser”.
Cabe destacar, que el tutor que actúa como coach debe tener conciencia clara
de que su acción debe estar orientada a acompañar al estudiante como coachee
para el mejoramiento de su aprendizaje, mediante el desarrollo de una práctica
que le incline a tomar conciencia progresiva sobre sus capacidades investigativas
y potencial creativo, permitiéndole además tomar las decisiones acertadas y con
responsabilidad para el logro de sus objetivos o metas, para que pueda
alcanzarlos de manera exitosa y en el tiempo previsto; a la vez que alcance su
constante desarrollo personal y profesional, mediante el fortalecimiento de sus
habilidades sociales y de automotivación, entre otras.

Emocionalmente, también es importante que el coach sea capaz de lograr


manejar de manera efectiva su autoconciencia, el equilibrio afectivo, el optimismo
y la creatividad, así como saber interpersonalmente establecer relaciones basadas
en la empatía, y la asertividad.

Por su parte el pasante-coachee debe manifestar las siguientes competencias,


de acuerdo a lo señalado por Cardona y Garcia-Lombardia (2009) y elementos
propios incorporados a este artículo:

1. Comunicación oportuna, veraz y efectiva, que le permita compartir sus


emociones y experiencias para descubrir todo aquello que dentro de si está
presente, pero que quizás no ha reconocido aún.
2. Toma de conciencia progresiva sobre sus capacidades.

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3. Toma de decisiones acertadas y con responsabilidad para el logro de sus
metas.
4. Búsqueda y logro constante del desarrollo personal y profesional.
5. Fortalecimiento de sus habilidades sociales y de automotivación.
6. Materialización del pensamiento en acciones concretas que contribuyan al
logro del éxito.
7. Adaptación al medio físico y social en el que le corresponde desenvolverse.

El coaching, así concebido, constituye una herramienta que empleada en forma


adecuada, permite combinar la acción profesional del tutor-coach que provoca una
visión motivadora, con el espíritu inquieto del pasante-coachee que enfrentará una
nueva faceta en su vida universitaria, que definitivamente lo marcará para su
posterior desarrollo profesional, permitiéndole que sea capaz de desenvolverse
con algo más allá que su conocimiento.

7. ERRORES QUE DEBEN EVITARSE EN LA APLICACIÓN DEL COACHING


EN LA PRÁCTICA DE LA TUTORIA ACADEMICA.

Durante las sesiones de coaching se debe prestar especial atención en evitar


las siguientes situaciones que pudieran ser generadas por el tutor-coach:

1. Establecer metas y logros excesivamente genéricos y/o ambiciosos, en el


momento de la definición de los objetivos

2. Definir qué hay que planificar, pero no analizar el cómo hacerlo.

3. Generar falsas expectativas que pueden presionar e influir negativamente


en la motivación del pasante-coachee.

4. Entrenar desde la propia experiencia, no desde la experiencia del pasante.

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5. Dar pautas constantes durante la actuación, no propiciando libertad de
acción ni el descubrimiento desde la propia vivencia del coachee.

6. Enfocar la mejora del rendimiento sólo desde el error.

7. No reforzar las mejoras observadas en el rendimiento del coachee.

8. No potenciar las nuevas habilidades que se identifiquen y evdencien.

9. Abandonar el proceso justo cuando el pasante empieza a ser el guía de su


propio desarrollo.

10. No dejar que los pasantes-coachee generen su propio aprendizaje y


autogestión.

11. No retroalimentar el aprendizaje.

12. Transferir o proyectar consciente o inconscientemente su


autorrealización en el pasante-coachee.

8. BENEFICIOS QUE OTORGA EL COACHING EN EL PROCESO DE


PASANTIAS

Entre los beneficios que otorga el coaching y basándose en lo presentado por


Bou (2013) se puede indicar:

1. Contribuye a identificar y conseguir los objetivos, retos, y metas que el


pasante-coachee se plantee, ya que lo orienta en el logro del éxito.

2. Facilita la toma de conciencia del pasante-coachee (conocerse mejor,


identificar sus fortalezas y debilidades) e incrementa la conciencia respecto

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a los demás (conocer mejor a los otros a través de la escucha y la
empatía).

3. Permite la reflexión y la meditación que son las bases del


autoconocimiento.

4. Mejora la comunicación verbal y no verbal, ya que propicia espacios de


dialogo entre las partes, permitiendo el intercambio de vivencias y
experiencias que buscan enriquecer al otro de manera significativa.

5. Permite eliminar creencias limitantes, como “no puedo hacer esto, no me


atrevo a…”

6. Propicia la alineación de la escala de valores a los objetivos planteados.

7. Fomenta la responsabilidad y autonomía en los tutoreados, haciéndolos


responsables de sus propias decisiones y de las consecuencias de las
mismas.

8. Enseña a dar y recibir feedback de manera adecuada.

9. Contribuye a ampliar los horizontes de todos los involucrados, ya que busca


diferentes alternativas para dar soluciones a un problema.

10. Incita a la acción, ya que aquellas decisiones que han sido pensadas y no
ejecutadas por alguna u otra razón son impulsadas a realizar, si implican
beneficios para su desempeño futuro.

11. Aumenta el autoconocimiento, la motivación y la autoestima de todos los


participantes en el proceso.

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En resumen, se tiene que el coaching aplicado como herramienta a la tutoría
académica en el proceso de pasantías conlleva a un sinnúmero de beneficios, ya
que permite alcanzar con mayor significado los objetivos propuestos durante el
período en el que se experimenten las pasantías de manera más sinérgica para
los involucrados, orientando hacia el éxito, propiciando el fortalecimiento de la
responsabilidad, la autonomía y la proactividad, al generar variedad de
soluciones, interpretaciones y opiniones, que permiten estimular el ejecute de
acciones, que facilitan finalmente el aprendizaje colectivo.

9. A MODO DE REFLEXION. ¿TODOS LOS TUTORES ACADEMICOS DEBEN


EMPLEAR COACHING?

Al conocer todos los beneficios que para los involucrados conlleva la práctica
del coaching, se puede afirmar que todos los tutores académicos deberían
aprovechar la oportunidad de hacer algo que beneficie a sus tutoreados, más allá
de la orientación hacia la elaboración del informe y la evaluación del mismo.

Pero no todos los docentes pueden aplicarlo y lograr los resultados que el
mismo en esencia persigue, ya que no basta con querer ser un tutor-coach, sino
que el tutor debe capacitarse, debiendo estar comprometido consigo mismo para
hacer una labor encomiable en beneficio de los demás.

El tutor-coach debe ser un docente que sienta y viva sus emociones, que crea
en las transformaciones y en los cambios, y que este convencido de que todas las
personas poseen recursos para alcanzar sus metas a través del descubrimiento
de nuevos y mejores caminos.

En la esencia del ser, un tutor-coach debe también apasionarse por lo que


hace, creer en lo que hace, esmerarse por dar lo mejor de sí, y estar sediento de
aprendizaje para aprender y enseñar, lo cual solo conseguirá estudiando
constantemente, actualizándose, esforzándose, e investigando en un afán por

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enriquecer su intelecto y desarrollar cada dia nuevas competencias, que entre
otras cosas, le permitan perfeccionar sus habilidades conversacionales y de
intervención, aportando con creatividad nuevas y mejores formas de llevar a cabo
el mismo.

Para logar ser un buen tutor-coach se hace necesario primero ser un buen
coachee, para tratar de entender que emociones siente este, cuáles son sus
expectativas, qué herramientas necesita en las diferentes situaciones que puedan
presentársele, cual es el tipo de conversación que puede convencerlo, cuales son
los elementos motivadores con los que puede incitarse a la acción, en fin
colocarse en la posición de un coachee y permitir que un coach lo oriente.
Finalmente a modo de orientación como estrategias comunicacionales, de las
que puede valerse el tutor académico que quiera desenvolverse como tutor-coach,
se presentan las siguientes y se incluyen a modo de ejemplos los recursos que
podría emplear y como aplicarlos

ESTRATEGIA RECURSOS APLICACION


Preguntar. Replanteo de revisión. Cuando el coachee deje de
hablar, anímelo repitiendo lo
dicho por él.
Ejemplo: así que tu jefe
inmediato quiere que…
Resolver Replanteo reflejo. Ante un problema manifestado
problemas. por el pasante-coachee, intente
que sea el mismo quien
presente las alternativas de
solución, replanteando usted lo
dicho por el, desde diferentes
ópticas, en la búsqueda de que
el coachee genere múltiples

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respuestas.
Interpretar. Replanteo y resumen. Para no perder el hilo de la
esencia de lo que se está
hablando, si surgen muchos
elementos que desvían el tema,
es importante tomar nota de lo
más importante dicho y
plantearlo nuevamente en forma
de resumen.
Comprender. Escucha y replantea. Muéstrate con empatía y acepta
la opinión del pasante-coachee,
buscando siempre librarse de
prejuicios y colocarse en la
posición del mismo.
Fuente: elaboración propia (2016)

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

El docente asignado para cumplir las funciones de tutor académico en el


proceso de pasantías de los estudiantes que culminan sus carreras universitarias
puede propiciar en los pasantes, el hacer de este lapso académico, una
experiencia de aprendizaje significativa, mediante el ejercicio de un rol de tutor-
coach que permita facilitar el aprendizaje basado en un modelo de observación,
interrogación, escucha activa, reflexión y acción, o actuar simplemente, durante
este período, como un tutor guía para la elaboración del informe de pasantías y su
posterior evaluación.

Escoger la primera opción, a criterio de las autoras, debería de ser lo adecuado,


ya que se está frente a una oportunidad de crecimiento, para ambas partes, que
permitirá entre muchas otras cosas, por un lado que el pasante-coachee

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identifique sus capacidades, las potencie, desarrolle su autonomía, su autoestima,
y sus destrezas de comunicación, resolución de problemas y trabajo en equipo,
propiciándosele una inserción en el mundo laboral más efectiva y por otra parte
que el docente que funja como tutor-coach desarrolle capacidades múltiples que
van más allá de un mero proceso evaluativo, al permitirle cultivar las propias
competencias comunicativas y aprender sobre la naturaleza humana, además de
aprovechar diferentes oportunidades de crecimiento personal y profesional.

No obstante, y aun cuando se ha dejado muy claro los beneficios que otorga el
coaching, es importante destacar que no dependerá solamente de la buena
disposición del tutor el convertirse en coach, ni de la receptividad y disposición de
los pasantes de ser pasantes - coachees, sino que para su aplicación efectiva
debe también exigirse un compromiso que debe ser demandado a la institución
educativa, en este caso a la Universidad, quien debe propiciar el entrenamiento
de su cuerpo académico, en la búsqueda de formar tutores que amplíen sus
propósitos como formadores, a fin de que sepan focalizar sus intereses, para ser,
además de guías en la elaboración de un informe, orientadores de ese proceso
que conduzca hacia verdaderas transformaciones personales y profesionales en
los destinatarios que se constituyan en experiencias y oportunidades de lograr
resultados favorables en la aplicación de un coaching educativo.

En este sentido, toda institución educativa que busque la formación integral de


su estudiantado, deberá plantear entre sus objetivos para la formación de
profesionales competentes, responsables, éticos, con espíritu emprendedor, que
encaminen sus desempeños profesionales al servicio de la nación, de sus
empleadores, y de su propio desarrollo personal, la aplicación de la metodología
del coaching educativo en el área de pasantías que permitirá la concreción
curricular, debiendo propiciar espacios de formación de tutores-coach que
acompañen al pasante, durante el lapso de tiempo en que cumple con sus
pasantías.

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Además se hace necesario que el número de pasantes asignados al tutor
académico sea reducido, no mayor a 10 pasantes por tutor, para que el proceso
de coaching se realice con efectividad, ya que requiere de tiempo y dedicación por
parte del docente, quien deberá programar actividades semanales de atención
personalizada con sus pasantes-coachees.

Finalmente, aun cuando este artículo se circunscribió a una metodología de


coaching para ser aplicada en los pasantes de la Carrera de Administración y
Contaduría del Departamento de Ciencias Administrativas y Contables de la
Universidad de Los Andes, por las vinculaciones que ambas autoras tienen con el
mismo, su aplicación es perfectamente factible en todas las carreras de esta
universidad y de cualquier otra universidad, donde se exija la realización de
pasantías y se le asigne al pasante un tutor académico.

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