MIRANDO LA VISIÓN DE DIOS PARA NOSOTROS a. Ser Ciudadanos terrenales.
Lucas 9: 28-36
Al igual que a sus discípulos, Jesús nos va a llevar al lugar donde quiere
mostrarnos su gloria y nuestro destino, pero habrán situaciones como
nuestro deseo de dormir (Vs.32), cansancio u otra necesidad física que
nos echarán a perder la experiencia de ver la gloria de Dios.
Si bien es cierto que ellos estaban “rendidos de sueño (9:32)
Y Pedro y los que estaban con él estaban rendidos de sueño; mas
permaneciendo despiertos, vieron la gloria de Jesús, y a los dos varones que
estaban con él.
mas permaneciendo despiertos, vieron la gloria de Jesús…”, osea que
casi se pierden la experiencia, pero no sólo eso, EL VER ALGO NO
SIGNIFICA QUE LO ENTIENDAS.
Es como decir: no basta con vencer obstáculos para venir y
escuchar el mensaje, sino que tengas la atención del mismo y
logres captar la esencia del mensaje para tu vida.
Muchas veces tuviste barreras que venciste para venir a la iglesia,
o dificultades para leer la biblia, o para pasar un tiempo con Dios y
orar, pero cuando Dios te quiere mostrar algo, tu miras otras
cosas.
Satanás está interesado en que te distraigas, porque sabe que
cuando tu captas y tienes un encuentro con la Palabra de
Dios, tu vida va a cambiar, tendrás otro sentido de la vida.
Jesús había hecho milagros y ahora está muy cerca de cumplir el fin de
su ministerio en la tierra. Sus discípulos habían experimentado de
primera mano los hechos de Jesús, sin embargo de los 12, Jesús
escogió a 3 para enseñarles su visión celestial para ellos, pero se ve
enfrentado a una visión terrenal.
La Biblia nos enseña 2 posiciones de la vida, que se contraponen y son
una lucha permanente:
Pensar que sólo vivimos para las cosas del mundo sin esperar nada más
en la vida, es una muestra de tener una mentalidad limitada. Por eso
Pedro pensó en:
- Comodidad (v33)
“Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí; y
hagamos tres enramadas, una para ti, una para Moisés, y una para Elías; no
sabiendo lo que decía”
Pedro quería construir 3 cabañas, similares a carpas, para que los
visitantes se queden y se sientan cómodos. Sin embargo, ellos no venían
a quedarse, puesto que hasta el mismo Jesús hablaba de su pronta ida,
pues de eso se trató la conversación, sobre su pronta partida (vs.31)
“…hablaban de su partida…”
No me mal interprete, es bueno estar cómodo, pero 8 días antes de este
hecho, Jesús les había estado enseñando a sus discípulos de que pronto
iba a morir y así mismo, en el (vs.23) “si alguien quiere seguirlo debe
negarse así mismo”. Luego en el vs. 24: “perder la vida por causa de Él”.
Jesús se estaba despidiendo del mundo y que si queríamos seguirle
también pasaríamos por ese proceso, pero en la cabeza de Pedro, eso
no era posible.
Pedro esta contento de ver a Jesús reunido con importantes personajes:
Moisés, Elías y Jesús. Que privilegio, diría. Los hemos conocido por los
libros de historia, que nos enseñaron en la sinagoga y ahora los hemos
visto. ¿Te imaginas si les hubieran construido las 3 enramadas o
cabañas?... Se hubieran jactado de eso, porque querían comodidad
terrenal.
Sin embargo, Pedro no conocía la verdadera comodidad, con razón
Jesús dijo: Juan 14:1-3
No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. 2 En la casa
de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy,
pues, a preparar lugar para vosotros. 3 Y si me fuere y os preparare lugar,
 vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros
también estéis.
Mientras Jesús se muestra transfigurado, para que ellos vean cuál sería
su futuro. Pedro y los demás están pensando en la comodidad terrenal.
Una mujer con problemas con su hija mayor me decía. Yo estoy
dispuesta a pagar a los mejores médicos y a mis nietos ponerlos en el
mejor colegio, el dinero no es problema, el problema es que ella no
quiere.
Desde donde yo lo veo, la solución a su problema no es ella, ni el dinero.
La solución es Cristo.
Esta idea humana se contrapone a la idea divina de Dios, que
es la de ser ciudadanos del Reino.
b. Ciudadanos del Reino.
Jesús nos ofrece una visión de Dios para nosotros y cómo nosotros
deberíamos vernos a nosotros mismos y a los demás.
Pedro estaba mirando de manera terrenal, al querer hacer 3 cabañas, sin
embargo Jesús quería que vean quien realmente es y cuál sería su
destino, ser transfigurado.
No somos de aquí, sólo estamos de pasada, porque nuestra ciudadanía
está en los cielos .Pablo nos declara en Filipenses 3:20-21
20 Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al
Salvador, al Señor Jesucristo; 21 el cual transformará el cuerpo de la
humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por
el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.
hijos de su Reino, por lo tanto deberíamos comportarnos como tal,
practicando los valores del reino.
Filipenses 3:21
el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante
al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí
mismo todas las cosas.
El cuerpo que recibiremos cuando resucitemos será similar al cuerpo
resucitado de Cristo, SEREMOS IGUAL A ÉL, sin enfermedad ni
limitaciones físicas. 1 Corintios 15:40
Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los
celestiales, y otra la de los terrenales.
¿QUÉ TENEMOS QUE HACER HASTA QUE ESTO SUCEDA?
Filipenses 4:1
4:1Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estad
así firmes en el Señor, amados.
a. Estar firmes. Hebreos 12:2
b. Echar raíces: salmo 1:3
c. Un amor sin condición: Juan 13:34-35
Juan 13:34-35
34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he
amado, que también os améis unos a otros. 35 En esto conocerán todos que sois
mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.

Esa misma visión tiene Dios de los alcohólicos, los que consumen
drogas, delincuentes, ateos o de otra religión.
Jesús llevó a Pedro, Jacobo y Juan al monte para mostrarles quien era
en realidad y hacia dónde deberíamos aspirar nosotros.
La visión egoísta del mundo es pensar en sí mismo y disfrutar de los
placeres del mundo. Pero la visión celestial del Padre es que somos los