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LERMO LARIGUET
1. Introducción
va" o "del acto de comercio". A estas ·teorías· se añaden Ross piensa que esta situación es una característica
con pretensiones másJuenes que las antCI;ores en la m idiosincrásica de la ciencia jurídica. Pese a que cabe dudar
en que pretenden lograr mayor alcance conceptual o ma de ellos. su reflexión es válida y exige analizar la razón e im-
der explicativo: se trata de teorías 'generales' del derec portancia que estas teorías puedan tener en el campo de la
ahora en adelante. tgd). ciencia del derecho.
Para entender la indole de esta pretensión. basten I Dado que los problemas son diversos y complicados. he
guientes ejemplos: en el Leviathan Hobbes sostenía "mi escogido la estrategia de sugerir vaIias de las líneas proble-
no es mostrar en qué consiste el derecho de aquí y máUcas generales que considero más importantes. De ellas,
interesa mostrar lo gue el derecho es en si mismo de la reservo una discusión más detenida de aquellas cuestiones
ma forma en que han hecho lo mismo Platón. Arístót básicas que pueden contribuir a tomar más manejable la
Cicerón". Bentham. por su parte. habla de una "uni\' noción de tgd, En este sentido. propongo una discusión sobre
jurísprudence" con la cual él examinará conceptos "que las siguientes tres cuestiones: La primera cuestión que anali-
susceptibles de una aplicación universal". Kelsen (y zaré se relaciona habitualmente con el "contenido" de las tgd
autores al igual que él) mantiene puntos de vista simil (sección 2). Este contenido se vincula con el significado ordi-
nario que la epistemología le concede al predicado 'teoria'.
La 'naturaleza' del derecho pareciera consUtuir el
Proyectado este sígnificado a las tgd. consideraI'é dos alterna-
primordial de estas teorias. Sin embargo. cuando nos de
tivas: conforme la primera. las tgd tienen contenido empírico
mas a pensar en la persistencia de teorías que tienen por
(sección 2.1), conforme la segunda. no (sección 2.2). Bajo esta
to este Upo de cuestiones. la cuestión deviene en peculi
cuestión se encuentra. por una parte. el problema que versa
esta peculiarídad la que conduce a Ross a reflexionar de
en deteI1l1inar qué noción de teoría subyace a las tgd y, por
guiente modo: "¿Quién pensarla en destinar el problema
otra parte, qué tipo de control se empleaI'á en su evaluación.
'naturaleza de los fenómenos psiquicos' a un tratamiento s
rado por una ciencia distinta de la psicología? ¿O el probl
de la 'naturaleza' a una ciencia distinta de las ciencias n
5 En realidad. es de gran ayuda reconocer los -pareCidos de familiaR
rales? ¿Qué más se podria decir de la 'naturaleza' d que esta situación de la cienciajllridica tiene con otras ciencias sociales
fenómenos psíquicos que lo que resulta de la descripcl como la amropolog[Q (Cfr. Geertz. Clifford: ihick Oescriplion: Toward
explicación de ellos hecha en la psicología? ¿O acerca de an Imcrpretative Theory of ClIlture~. en Readings in lhe Philosophy'oJ
Social Science. Michael Mamn and Lee C. Mclnlyre (eds.l. MIT Press.
fenómenos de la naturaleza que no esté dicho por las di Bradford Book. 1994). la sociología (cfr. Giddens. Anthony y Turner.
sas ciencias naturales?"4 Jonatl1an : Mlnlroducción~. en La Teoria Social Hoy. Alianza. Madrid. 1995.
p. 12) o la historia (Cfr. White. Haydcn: Metahistoria. Fondo dc Cultura
Económica. Ss. As.. 1998. pp. 11 :30). Asi por cjemplo. para el caso de la
historia. que puede extrapolarse perfectamente a la ciencia juridica. White
sostiene que los dos problemas filosóficos persistentes sobre los que
3 FAANDOERG. Ake: -An Essay on the Syslematics of Legal Cane desacuerdan los historiadores se reducen a responder en -qué consiste
A Study oC Legal Concepl Formalion -. op. Cil., pp. 104-105. el campo histórico~ y -cuál debe considerarse el mejor enfoque para ex-
e
4 Rass. Alf: Sobre el Derecho y la Justicia. Traducción. Genara
plicarlo-. Sajo estos desacuerdos. como concede While. se encuentran
Eudeba. Ss. As .. p. 6. desacuerdos ~normalivos~ de índole epistemológica o política.
232 GUILLERMO LARlGUt::T
ACERCA DE LAS LLAMADAS ~TEORiAS~ "GENERALES- DEL OEtlECHO 233
sis dogmático-juridicas de 'bajo rango' ideaLes expresiv relevantes. las proposiciones dogmaticas sobre existencia implicila
distinta clase de racionalidad, En un caso. una racionalidad de nonnas derivadas. Alchourrón y Bulygin se ocupan de dos clases de
rico-epistémica (sección 4.1) y en el otro una racionalidad proposiciones identificalorias de raigambre empírica. Las proposiciones
de identificación de 'existencia empírica' de nomlas y las proposicio 4
minentemente práctica (sección 4.2). Argumentaré que. s nes Idenlificatorias de 'significado' de formulaciones normativas. El co 4
como consideremos esta clase de explicaciones, sosten mun denominador de eslas proposiciones es que pueden traducirse. en
mas un tipo especifico de control racional para ellas. Res ultima instancia. a proposiciones empiricas. Por un lado. las proposi-
ciones de existencia empírica presuponen el uso de conceptos tales como
de las primeras, las hipótesis no reducibles a términos e pertenencia· legalidad. vigencia o eficacia de una norma. En este tipo de
ricos no son discutibles racionalmente, llevan a desac proposiciones se presupone cierta práctica factual que permite eslable-
cer empiricamente la existencia de una norma. Por otro lado. las propo-
234 GUILLERMO LARIGUET ACERCA DE LAS LLAMADAS MTEORIAS" "CENERALES
M
DEL DERECHO 235
cia, a enunciados factuales' sobre la existencia emp' . como categoría autónoma. distinta tanto de la ciencia formal,
nonnas8 . Por supuesto: se trata de una reconstrucción como de la ciencia elnpirica 9 . Sin embargo, podlia sostener-
nal "ideal" de la dogmática juridica que nos obliga a ser se que. pese a esta cauta admisión, Alchounón y Bulygin re-
cien tes acerca de los compromisos ontológicos yepistemo presentan al positivismo metodológico JO si se admite que, en
que estamos asum-iendo, asi con10 de los límites de ést última instancia, aspiran al ideal de una ciencia compuesta
este sentido. Alchounón y Bulygin. han admitido que la d por hipótesis reducibles a términos factuales que, se supone,
ticajuridica tiene. sin duda. sus rasgos peculiares quej son discutibles racionalmente a diferencia de hIpótesis de
calían tal vez su inclusión dentro de las ciencias no carácter axiológico>l.
Muchos juJistas. aún positivistas en otros sentidos de la pa-
labra 'positivismo' (como Kelsen), replicarian contra este in-
siciones sobre el significado de una formulación nonnativa son tento de reducción. Kelsen sostendria que las hipótesis de los
cas en la medida en que la atIibución de significado a los ténnl dogmáticos (al menos las referidas al sentido 'objetivo' de las
figuran en el antecedente de la norma (sujeto, matc¡;a, etc.) se
contexto de uso efectivamente empleado por la autoridad nonnaU acciones) son parte de una ciencia 'peculiar', esto es, una cien-
7 Que garantizarian la perspectiva de un observador externo. cia 'normativa' no reducible a una ciencia empírica 12. Por su
de que la discusión sobre el punto de vista del observador y el parte. un jurista no positivista como Dworkin, argüiria el carác-
~ante ~obrara auge con Hart, ya Wedberg llamaba a estos enuo
enunciados externos'. Cfr. WEDBERG, Anders: "Sorne Problems ter peculiannente n01mativo de la ciencia jUl;ídica, pero en un
Logical Analysis of Legal Science THEORlA. A Swedish Jo
M
, sentido diferente. Los dogmáticos qua teóricos deben emitir
Philosopl1y ruld Psychology. Edited by Me PetzaI, Vol. XVII, 19 proposiciones que presupongan los valores morales y políticos
247-249; 25l; 258-261.
8 Como he tratado de sostener en MLa Reconstrucción de las T< que justifiquen al derecho como integlidad.
D.ogm~tico-~~ri?icas como Cálculos Interpretados. El problema d
racter empmco de la identificación de nonnas trabajo disting
M
•
En este trabajo supondré hipotéticamente que las p~ Segun Riccardo Guastini. Tarello afirma que las hipóte-
siciones identificatorias de los dogmaLicos pueden ser re sis que componen una tgd. ademas de "analiticas". son "empí-
truidas en términos empínco-cientificos. Mi suposición es
ricas"": motivo por el cual, estas hipótesis podrían ser
para este tipo de positivismo empirista. las hipótesis no reconducidas a una metateoria analítica!J empirica.
vas en sentido kelseniano o en sentido dworkiniano son
Jicas. no científicas. y. por tanto, no discutibles en "té De acuerdo con Guastini una metateoria tiene contenido
efectivos" como las hipótesis dogmatico-juridicas enten empírico cuando su anaJisis toma en consideración ciertos
empiricamente. Para examinar esta suposición puedQ. datos empíricos. Un ejemplo nítido de este contenido en la
conveniente formularse una pregunta como la sigui obra de Tarello puede encontrarse en un estudio que efectuó
¿pueden ser deflnidas en términos empiricos las tgd? de la creación del derecho sindical en Italia en un periodo
determinado's. Su 'hipótesis' teórica sostenía que el derecho
Para responder esta cuestión. consideraré. sucesiv sindical no era producto de una creación legislativa sino una
te, dos alternativas: segün la primera, las tgd tienen con construcción conceptual de los dogmaticos mediante la cual
do empírico: segün la segunda, no. crearon el derecho que los jueces italianos debían aplicar. Para
'probar' esta hipótesis, Tarello reunió información acerca de
cómo argumentaban esos juristas, cuáles eran los argumen-
2.1 Tienen contenido empirico tos mas frecuentes, etc. La idea es que si lograba mostrar
que estos juristas hacían lo que su hipótesis sostenía. enton-
Un ejemplo instructivo de tgd con contenido emp ces la hipótesis resultaria empúicamente corroborada.
puede encontrarse en la obra de Giovanni Tarello. Au
Tarello no construyó en forma deliberada una teoria • Despejado el posible sentido del contenido empírico de una
ral". es posible reconstruir, a partir de su obra, una prop metateoría. ¿qué papel juega la 'parte analítica. del trabajo
metateórica empirista: propuesta que se combina con un metateórico tarel1iano? De existir esta instancia. ¿cómo in-
ground filosófico-analítico. Gran parte de la produccló terpretarla?
Tarello comparte un rasgo acusado: la necesidad de re Suponiendo que esta parte exista en la obra tarel1iana,
truir el modo efectivo en que los juristas trabajan, inten una interpretación posible podria ser la siguíente: la parte
explicitar los presupuestos ideológicos subyacentes a sus
cursosl 3 .
14 Véase GUASTINI. Riccardo: ¡arello: La FUosofia del Derecho como
MelaJurisprudencia~ Distinguiendo.... op. cit.. pp. 31 ~32: Guastini y
13 Esto puede verse claramente tanto en sus trabajos de tcoria
Rebuffa: ~Introducción~. CuJturaJuridica y Política deL Derecho. op. cil.. pp.
ral del derecho como en sus trabajos historiograficos. Valgan al 7·22.
ejemplos: "Actitudes Doctrinales y Cambios ESlrUcturales de la
15 Véase TARElU>. Giovanni: Teorie e IdeoLogie nel Diri.tlO Sindicale. L'
zación Juridica-. en Cultura JwídiJ;a !J Política del Derecho. Traduce
esperienza ílaliana dopo la constituzione. 2& edición aumentada. Milano.
Isidro Rosas AJvarado. Introducción de Riccardo Guastini y G
Comunita. 1972. pp. 7-9: ~Politica de Derecho del Trabajo-. Cultura Ju-
RebufTa. ,CE. 1995. pp.304-312: "La Sociología en la Jurtsprud ridica y Política del Derecho. op. elt. pp. 335-336: ~Dottrine del dirillo
op. cit.. pp.349-360: "Ideologias del Siglo XVJII. Sobre la Codifica
sindicaJe in Italia dopo la Costiluzione~. in Annuario bibliografico di
Estructura de los Códigos~. op. elL. pp. 39-56.
Filosofia del dirilto. vol. I 11965], Milano. GiufTré. pp. 315-409.
.'
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GUILLERMO LAR1CUET
ACERCA DE LAS LLAMADAS "TEORiAs
R
analítica de su tgd podría detem1inar que Tarello busque la Según la segunda inte/pretación, Tarello usaría la ex-
ma de aplicar los resuLtados de ese estudio a cualquier t presión 'empírico' en el sentido de los inptLts necesarios que
jwidica o sistema jurídico del mundo. Más allá de que inl cualquier tgd cmalílica debe tomar en consideración a fin de
mente se trata de una generalización ernpirica circuns elucidar conceptualmente su significado, es decir, a fin
espacio-temporalmente (a la Italia de cierto periodo histó de elaborar sus outputs. Si esto se admite, entonces, la teoría
la parte analítica de la meta teoría tarelliana'6 podría p de Tarello es una metateoria puramente analítica y no tiene
guir un mayor poder explicativo. a saber: que este caso contenido empirico. En otros términos, segun esta segunda
reconstruido como emblemático del modo de proceder de t interpretación la instancia analítica predomina sobre la ins-
los juristas qua dogmáticos o jueces". Si esto fuera a tancia empÍIica.
afirmación sobre el carácter metateórico y el contenido e
ca de estas hipótesis requiere ser aclarado. Conforme la primera interpretación. la metateoria
tarelliana describe cómo trabc¡jan efectivamente los cientf[I.COs
La expresión 'empiIico/a' usada por Tarello podría e del derecho. En términos radicales, se trataIia de una metateo-
derse en' dos sentidos opuestos; entendimiento que pare ria extemalista que promueve un conocimiento de segundo
depender de la interpretación que se otorgue a la parte cm orden que no intenta reconstruir racionalmente 19 el conocimien-
de su metateOlia.
to que realmente llevan a cabo los dogmáticos del derecho.
Segun la primera interpretación. la metateoría de T
tiene contenido empirico. Si fuera así, esto debiera cond
mant.ienen en tomo al carácter "empirico" o "racional" de las reconstruc-
al intento de elucidar con qué tipo de necesidadfactual e ciones de la ciencia. Los wempiristas" sostienen que para superar la
comprometidas las generalizaciones de Tarello. Llevada epistemologia que tonm racional la ciencia y, que en el peor de los casos.
metateoria a sus últimas consecuencias, de su hipótesis muestra una imagen falsa de ella, es menester disolver la epistemologia
normativa (puramente filosófica) en una ciencia mas. Es decir: en una
biera ser posible deducir un enunciado predictivo acerca ciencia acerca de las ciencias. Una ciencia psico-social empirica que
modo en que obrarán los juristas en tanto que dogmátic muestre las condiciones sociales globales y locales según las cuajes tos
jueces. De admitirse que esta elucidación sea posible, la actores justifican sus creencias acerca de la verdad de sus tcorias y la
objetividad de sus discusiones probatorias. Esto es posible si la nueva
puesta de Tarello implicalia disolver los enfoques tradicio epistemologia se toma en una ciencia naturalizada, es decir, transfor-
mente filosófico-conceptuales acerca de la dogmática jUli mada en empirica segun los cánones de las ciencias de la naturaJeza.
en un enfoque cientif!co-sociológico acerca de esta ciencia. Por supuesto: esta concepción tiene innumerables problemas que son
actualmente discutidos. Por ejemplo: si son reconstrucciones que captu-
una ciencia de la ciencia y no en una purafi.losojia de esa ren realmente la "peculiaridad" de la ciencia respecto de conocimientos
cia". En otras palabras. la plimera interpretación otorga no científicos, qué tipo de ciencia natural presuponen, etc. Véase QUINE,
yor peso a la instancia empüica de su metateoria. w. v. O: "Epistemology Naturalized", en NaturaliZing Epistemology. (edited
by Hilariy KornbUthJ, MIT. Bradford Book. 1994. pp. 15-31: KzM. Jaegwon:
"¿What is ~Natllralized Epistemology"?, en Naturali:zing Epistemology. op.
cU.. pp.33-52.
16 GUAST1NI, Riccardo: kTarello: La Filosofia del Derecho e
19 Para comprender el alcance de una metateoria externalista. pue-
Metajurisprudencia", Distinguiendo. op. cit.. p. 32.
17 GUAST1NI, Riccardo: op. cit., p. 32.
de consultarse BLOOR. David: Conocimiento e Imaginario Scxial, Gedisa,
18 La idea que subyace a esta interpretación de la propuesta tarel
Barcelona. 1998, p. 41. La defensa de una metateoria intemaJista puede
encontrarse. por ejemplo. en BUNGE, Mano: Sociologia de la Ciencia. Siglo
se Vincula con las discusiones contemporáneas que los epistemol XX. Bs. As" 1993.
240 GUILLERMO LARIGUET ACERCA DE LAS LLAMADAS -rEORIAS" kGENERALES- DEI. DERECHO 241
Conforme la segunda interpretación, la metate las reglas vigentes en una comunidad mediante su expli-
larelliana constituiría una reconstnLcción racional 20 de la citación. A su tiempo, esta explicitación se caracteriza corno
tructura de las teorias dogmático-jurídicas. Constituiria nom1ativa por mostrar la existencia de esas reglas como guía
reconstrucción "racional" porque lomaría "en serio"2l, e explícila de la actividad teólica o práctica de los dogmáticos.
Alchourrón y Bulygin, algunos de los ideales epistémico-, Esto permite entender la idea según la cual las tgd expresan,
nales 'implícitos' en una práctica detenninada. Sin embar en comparación con la tdj, el "más alto nivel de cientificidad"
como se verá enseguida, esta segunda ínterpretación, a de la ciencia del derecho. Según esta manera de hablar, estas
que es aplicable a Alchoun-ón y Bulygin, no se aplica aTar teorias estarian compuestas por postulados filosóficos acerca
de la "buena ciencia"23: postulados usados generalmente por
De cualquier modo, sobre la base de confrontar estas
los filósofos del derecho en forma más consciente que los dog-
interpretaciones, suele argumentarse que ciertos enfoq
máticos.
metateóricos son prominentemente descriptivos y otros pn
nentemenle racionales. Ante esta diversidad de interpretaciones, parece que los
teóricos generales del derecho emplean las expresiones em-
E:sta argumentación podria aplicarse a la primera inte
pirico, analítico, descriptivo y nonnativo con diuersos sentidos
lación de la metateoria tarelliana: ella es prominente
sin advertir que la distinción "descriptivo/normativo" es am-
descriptiua toda vez que intenta mostrar cómo operan e[¡
bigua porque todo modelo metateórico -en el que debería in-
vamen te los dogmáticos 22 , en este caso los laboralistas,
cluirse a los propugnados por AlchoulTón y Bulygin, por un
relación a la praxis judicial. Por el contrano, la segunda'
lado y a Tarello, por el otro- es en parte descriptivo y en parte
pretación, aplicable solo a AlchoulTón y Bulygin, sugeriria
normatiuo". Es posible que dentro de cada propuesta
no obstante tener éste un carácter prominentemente ra
metateólica una de estas operaciones tenga más presencia que
nal, también tiene una dimensión descriptiua.
laotra25 , pero nada más que esto. Esta confusión se ha agrava-
Sin embargo, el enfoque de AlchoulTón y Bulygin no do en la ciencia jUlidica, pero también en la epistemologia,
cribe cómo operan ejectiuamente los dogmáticos tal como lo debido a la polisemia de los ténninos 'descriptivo' y 'normati-
la metaleoria tarelliana. E:n realidad. describe ciertas regl VD',
tran implícitos. Para entender esto. podríanlos admiti una explicaCión filosófica como la construida por Alchourrón
las prácticas consislen en "convenciones", es decir. e y Bulygin. Su metateoría produce hipótesis empí¡icas -y no
conjunto de reglas que no fueron dictadas explicitament conceptuales- explicativas de cómo operan efectivamente los
una autoridad de manera semejante a como un legislador jUlistas qua dogmáticos y jueces. La diferencia entre una y
una norma. Las convenciones son reglas seguidas por otra interpretación est¡ibaría en el poder explicativo que tie·
comunidad de hablantes y, las más de las veces. se en ne su melateOlia. En el plimer sentido, su poder explicativo
tran implícitas en esa práctica. Cualquier metateona, está circunscripto a un tiempo y espacio determinado. En el
este punto de vista. describe y norma. ¿En qué sentido? segundo sentido. no.
be. pues informa acerca de las reglas vigentes en una c
nidad mediante su explicitación. Esta explicitación Siendo así. el carácter analítico de su teOlia estaría aso·
rotularse con la expresión 'nomlativa' pues de lo que se Ciado no tan to con una tradición analítica de reconsl111cción racional
es de usar esas reglas como guia explícita de las invesUg como con una tradición analíLica de reconstrucción teónco-socio-
nes de los teóricos. lógica deL derechd'7. Esta interpretación es más fiable que otras
contrarias si uno captura la importancia que para Tarello te·
Si esto es lo que quiere dectrse cuando se afirma q nia el constreñimiento a la práctica de uso que los juristas
tgd son empíricas o son nomlativas. analiticas o conce desarrollan. Esto se reneja. por ejemplo. en una discusión que
les2 •• no hay mayores problemas en admitir esto. Un m
puede enfatizar más en una u otra función. Conforme
Tarello mantuvo con ScarpeIJi acerca del status epistémico
de las tgd. Una de las ideas de TareIJo. sobre la que volveré
,
admisión. la propuesta de Tarello puede ser fuertemente I
más adelante. es que ciertos filósofos como Scarpellí. antepo·
criptiva pero presupone una reconstrucción analítica nen una "definición" de derecho "previa" a la investigación
de ciertas reglas implícitas en una práctica. La propues de los usos efectivos de la palabra 'diritto' que constituye el
Alchourrón y Bulygin puede ser fuertemente racional expticatwn de estas teorias". Aunque el argumento de TareIJo
presupone una descripción débil de la actividad de los JU parece apoyar la interpretación fiable a la que me refiero. eIJo
taso no impide dudar acerca del carácter pw-amente empirico de
Si lo que acabo de sei\alar resulta inteligible. la se su propuesta metateórica. Ello así porque, como he intentado
interpretación con la que examiné la metateoría de Ta sugerir más arriba al señalar la existencia de una recons-
indicaria que la instancia analítica de su propu trucción analitica débil presupuesta en el trabajo de Tarello.
metateórica liene un peso menor que su instancia empi la idea que él tiene parece presuponer también una norma
a diferencia del peso que tiene la instancia analítica en
propuesta de AlchoulTón y Bulygin. Si esto es así. enton 27 Esto mostraría. entre otras cosas. que la tradición analítica d.e la
la metateoría tareUiana tiene contenido empírico y la p filosofiajuridica no es monolitica. Por el contrario. es p.osible ~ncontr~r
"analítica" de su metateoría no debería identiftcarse con una versión prominentemente sociológica (la predomlOante IOstancla
empirica de la melateona de Tarello) y otra versión prominenlemente
carácter racional o normativo con que solemos caracteri racionalista o conceptual (la predominante instancia analilica de la pro-
puesta meta teórica de Alchourrón y Bulyginl. _. .
28 crr. -Sobre la Teoria General del Derecho-. Cultura Jur[cJ¡ca y Poh-
26 En este contexto todas estas e:x-presiones .resullan equivalen
Oca del Derecho. op. cil.. p. 347.
244 GUILLERMO LARICUET ACERCA DE lAS LLAMADAS ~TEOR¡AS" ~GENERAU:S" DEI. DERECHO 245
epistémica según la cual "no debeda anteponerse una detl den hallarse, por ejemplo. en Alchourrón y Bulygin. Hohfeld 31 ,
ción sino una investigación sociológica o lexicográfica so . Kelsen. etcétera.
el uso de los ténninos teóricos de los juristas"; motivo po Esta reconstrucción de las tgd. sin embargo. podria ser
cual resulta problemático afirmar que su propue disputable. Según Wittgenstein. las teOlías filosóficas (en las
metaleórica sea puramente empírico-deSCrip-tiva. Sto em que cabría incluir a las tgd) no constituyen. a diferencia de
go. como esto también puede ser controvertible. prefiero d las teorias científicas (en las que cabría incluir las tdj en tan-
abierta esta cuestión y considerar directamente. a conlín to conjunto de proposiciones identtficatorias). un sistema de
ción. aquellas metateodas filosófico-jurídicas que. de ac proposiciones ·filosóficas·. Las tgd consistirían en una serie
do con la filosofia analítica. no tendrían contenido empíli de actilJidades terapéu tiCqS orientadas a disollJer pseudo-
problemas". Los problemas conceptuales de los que se ocu-
pan las t~d no son genuinos sino producto de una confusión
2.2. No tienen contenido empírico
en el uso del lenguaje. De acuerdo con esta visión, las tgd
serian como "escaleras" (actividades). Una vez subidas (disuel-
Los filósofos analíticos han mostrado que las tgd, en t tos los pseudoproblemas). se arrojan (no existen proposiciones
teorías "filosóficas". son estructuras de un nivel superio filosóficas)33. La denominación de ·teorías' para estas cons-
las prácticas que explican.
trucciones se explica en la ambigüedad de la que adolece la
Las tgd no emplean un sistema de conceptos tendie expresión teOlia. "Teoría' es una e>...--presión que puede verse
a determinar el contenido empírico de proposiciones ide como "proceso" o como "producto". De confonnidad con esta
ficatorias. Su lenguaje-objeto -a diferencia de las tdj-está c distinción, podría pensarse que. para Wittgenstein, la dife-
tituido por laJonna lógica de las nonnas y de las proposicio
identtficatorias de nonnas que integran el contenido de
tdj. Sus conceptos son morfológicos'9. pues reconstru en última instancia. remiten a algún tipo de practica factual. Si bien
las normas y conceptos nonnativos en unidades elemen esto es admisible. este argumenlo no parece plausible desde que el co-
metido último de estas 19d no parece centrarse en la detclminadón de
les: o bien mediante términos abstractos (Ph. P, O. F) o b la existencia de estos conceptos en una cierta práctica. sino en su recons-
mediante la elucidación del significado y relaciones de trucción racional. Y. en todo caso. el control que intente determinar la
adecuación. plausibilidad o fertilidad de esta reconstrucción con res-
conceptos jUlídicos que emplean las tdj (obligación, delito.
pecto a los conceptos que fonnan el expHcandwn. no depende de una
trato. etc.). Se trata de proposiciones metalingüisticas que pnicUca puramente factual sino de ciertas reglas que se encuentran im-
remiten a la cxperienciaJO sino at modo en que los dogmát· plicitamente en ella: reglas que no tienen contenido factual. Cfr. van
WRlGJ-IT. George Henrik: Mlnlel1ectuaJ AUlobiography-. in The Philosophy
del derecho se refieren a ella. Ejemplos de este tipo de tgd p
01 George Henrik oon Wrighl. SchUpp. P y Hahn. L (eds). Open. IIlinois.
1989. p. 49.
31 HOIIFELD. W. N: ConcepwsJuridicos FUndame11lales. Traducción de
Cenaro Carnó. Fontamara. México, 1997.
32 STRAWSON. P. F.: Analysis and Metaphysics. An lnrroduclion to
29 FAANOBERC. Ake: op. cfr.. pp.lü4-10fi. Philosophy. OxIord University Press. 1992. pp. 3-4: 14.
30 Alguien podria cuestionar el por que de la ausencia de come :J3 WrrrcENSTEIN, Ludwig: Tracratus Logico·Philosophicus. Alianza. Ma·
empirico en estas 19d. argumentando que los conceptos menciona dJid. 2000. p. 183.
246 GUILLERMO LARIGUET
ACERCA DE LAS LLAMADAS "TEORIAS" "GENERAU;S" DEL DERECHO 247
de determinar un conjunto de criterios unívocos que Bl Frente a este circulo otra alternativa seria sostener,
tan elegir (y a la postre "conmensurar") cuál de estas t como de hecho sostiene van Wright. que el análisis filosófico
es la "mejor reconstrucción conceptual" de un mismo se ocupa de elucidar las "intuiciones conceptuales" de los cien-
nio temático de problemas conceptuales. Esto apunta. tificos; en el caso que me interesa especificamente, de los
tima instancia. a una importante dij1cultad para la fiI junstas. Con todo, aun admitiendo el atractivo de la respuesta,
determinar cuándo sabemos que una solución filosófica aun resta saber en qué consisten estas misteriosas entida-
respuesta al problema y cónw podenws controlar la racio des llamadas "intuiciones conceptuales", ¿Intuiciones
de las soluciones. Las respuestas sobre el por qué de es conceptuales son las sospechas de que se está discutiendo
cultad pueden ser varias. En lo que sigue. esbozo algun verbalmente? ¿Intuiciones conceptuales son aquellas que per-
miten establecer el significado de los conceptos mostrando
las relaciones lógicas que mantienen entre si? ¿Intuiciones
3. El problema del "control racional" de las teorías son algún tipo de facultad intelectiva que permite captar tram-
generales del derecho pas en el uso del lenguaje? Si las intuiciones conceptuales
son una respuesta a esta última pregunta, Wittgenstein ten-
Al La respuesta más obvia es la siguiente: no sab dria razón: las disputas filosóficas persisten interminablemen-
claramente aún en qué consiste un análisis conceptual. te debido a que los contendientes no se han dado cuenta de
samente, van Wright se pregunta acerca de cuál es el e que están pseudo-disputando o, si se han'dado cuenta. no han
que permite saber cuál es la mejor reconstrucción conc logrado aún disolver los pseudo-problemas. De esta forma, las
cuándo ésta ha sido realizada correctamente. La recon disputas persisten en la medida en que no han sido disueltos
ción, habitualmente. consiste en la explicitación del co los pseudo-problemas conceptuales. Siendo asi, las preguntas
.lo de reglas que rigen el uso de una expresión, P relevantes de los filósofos del derecho no serian más que
explicitación del filósofo puede no reflejar el uso habi pseudo-preguntas y hacer filosofia, en última instancia. es
incluso puede contradecirlo. Van Wright se pregunta: tratar de disolver los falsos problemas conceptuales. Las tgd
uso el criterio de éxito de la reconstrucción? Puede se serian un compendio de falsos problemas sostenidos por un
los miembros de una comunidad lingüística no usen las
bras de acuerdo a las reglas que hemos explicitado o rede
Pueden existir diversos usos aceptados o el uso pued
vacilante. Se pregunta van Wnght: ¿deberiamos decir
explicación conceptual o racional es la misma que afecta a la explica-
filósofo elucida el uso correcto? Pero ¿qué determina L
ción en general y ejemplos de este tipo de problemas se advierten fre-
rrección? Van Wright admite la circularidad de la respu cuentemente en las ciencias en general y en el conocimiento juridico en
dice: "parece que las reglas mismas"38. particular. Caracciolo lo muestra en el caso de la explicación que Hart
realiza de su regla de reconocimiento (CARACCIOLO. Ricardo: "La Noción de
Sistema J uIÍdico en Hart" en La Noción de Sistema en la Teoria del Derecho.
Fontamara. México. 1994. pp. 76-77). Para este problema de circularidad
. 38 Cfr. VON WRlGHT. George Henrik: -Intellectual Autobiograph
véase ESTRELtA. Jorge: "¿Qué Explican las ExplicacionesT. en Argumen-
tos F'ilOSÓflCOS. Andrés Bello. Santiago de Chile. 1984. pp. 112-133.
Clt .• p. 49. La circularidad de un análisis conceptual. esto es.
250 GUILLERMO LAKIGUET
ACE:RCA DE LAS LLAMADAS "TEORfAS" ~GENERAI.r::S" DEL DERECHO 251
gremio especifico definido por la actitud lúdica de sostener do de "revolución permanente" y es, en las revoluciones cien-
ser incapaz de resolver un sistema de falsos problemas". tíficas. sostenia Kuhn. donde los cientificos se vuelven hacia
C) La otra respuesta encuentra apoyo en las caraclens lafilosofia. es decir. hacia los desacuerdos". Si bien ésta ha
cas que suelen atribuirse a las teorías de las ciencias socO sido una reconstrucción filosófica pedagógicamente útil no deja
en las que podrian ser incluidas las teorías jundicas en ge de ser cuestionable y, ello, al menos, por tres razones. En pli-
ral. Como ha mostrado. entre otros. Schlick. las ciencias mer lugar. porque no es cierto que la filosofía no impregne (al
general no eran originariamente autónomas respecto de menos implicitamente) las discusiones de los cientistas na-
filosofía'o A medida. que las ciencias fueron eliminando turales. En segundo lugar. porque pensar en la existencia
problemas y desórdenes conceptuales. se fueron constituye paradigmática de acuerdos básicos sobre hipótesis de bajo y
en ciencias autónomas de la filosofía. Sin embargo. la idea alto rango en las ciencias naturales no es ITlás que una ima-
que las ciencias (especialmente las sociales) mantien gen distorsionada de éstas repetidamente desmentida por la
-aun hoy- una mayor dependencia de' la filosofía que o
ciencias como. por ejemplo. la física. Esta dependencia p
ce estar vinculada con la presencia de desacuerdos en ten a partir de Harl. Pues en ambos. Kuhn y Hart. existen presupuestos
ciencias sociales y juridicas. La misma ha permitido so similares tales como "acuerdos paradigmaticos", Mciencia normal" o "ca-
sos nommles··. "núcleos de los paradigmas My "núcleos de certeza-o etc.
ner que las ciencias sociales son fonnas debilitadas de cl La idea de que los juristas. y los cientificos. ante..situaciones que cues-
cia o manifestaciones no susceptibles de ser reconstrul tionan los núcleos de cerleza. se "vuelven filósofos Mes interesante para
la discusión contemporánea acerca de la interpretación de las nonl1as
como cientifícas (en el sentido fisicalista de la palabra).
bajo una lógica de condicionales delTotablcs (cfr. VrlA, Marisa 1: "El Posi-
muestra de esta rorma de pensar se ve representada en Ku tivismo Hartiano. El Problema del Seguimiento de Reglas~. Analisi e
El pensaba que la existencia de desacuerdos filosóficos Oiritto. 1998). La idea de Kuhn y Hart acerca de esta conversión a la
filosofia sc interpreta en el sentido de que la filosofia, para ellos, es
una característica mas que peculiar de las ciencias social equivalente con los desacuerdos. Los desacuerdos surgen en situacio-
En las cíencias naturales existían acuerdos básl nes que no resuelve un paradigma o el núcleo de las normas (y el núcleo
(paradigmáticos)" que no era posible encontrar en las el de un orden jurídico en el supuesto de revoluciones politicas que son las
que inspiraron a Kuhn en la elaboración de la noción de "revoliJciÓll
cias sociales. Estas. si se quiere. vivian. para Kuhn. en es científica"). Estos desacuerdos pueden llevarse a un cxtremo si nos con-
vencemos de la plausibilidad dc una intellJretación escéptica según la
cual las nocioncs dc paradigma. ciencia nonnal y casos nonnales son
ilusorias dado que en realidad yo puedo apoyar siempre la plausibilidad
39 Algunos podlian considerar que esta reconstrucción asigna car- de cualquier intellJretación de las normas, o de la ciencia, conformc un
negativo al análisis filosófico y no un carácter positivo caracterizado criterio detenninado. (Cfr. KRJPKE. Saul. A Wittgenstein onRules and.Privale
la posibilidad de encontrar sentido a las intuiciones conceptuale Language. Harvard University Prcss. Cambridge. Mass, 1982): Para la
los participes de una práctica detenninacia mediante la explicita discusión escéptica a pal·tir de Kuhn, puede verse Otero. Mario: "La
de la teona filosófica subyacente a esta. Para una discusión de estas Racionalidad Disuelta en la Explicación Sociológica". en Racionalidad
reconstrucciones del análisis filosófico puede verse Strawson. P.F: Epistémica. Edición de León Olive, TroUa. Barcelona. 1995. pp.253-255lJ.
cit.. pp. 1-14: VQN WRlGl-IT. G. H: op. cit .. p. 49 Y ss. A la postre. de tomar en selio este escepticismo, se produciría una situa-
40 SCHLlCK. Morilz: op. cit., p.282.
ción en la que convivirían múltiples critCI"ios interpretativos y donde los
41 A este respecto puede resultar esclarecedor dar cuenta del M
p juristas se comporlaJian como filósofos que no acord3..l;an.
lo" existente entre los problemas que los filósofos de la ciencia disc 42 KUHN. 1'hol113s: La Estructura de Las Revoluciones Cienlificas, F'CE,
a partir de Kuhn y los pl"Oblemas que los filósofos del derecho di México. 1992.
252 GUILLERMO LARJGUET ACERCA DE LAS LLAMADAS "'fEORiAS" "GENERALES" DEL DERECHO 253
historia de la ciencia". En tercer lugar,_porque la existe una relación estrecha entre la actividad de cla¡ificación con-
de discusiones filosóficas no conduce necesaJiamente a ceptual y la actividad descJiptiva. clasificatoria. explicativa o
tener la imposibiHdad de acuerdos mínimos o relativa predictiva 45 . Sobre esto volveré, más adelante, cuando aborde
estables y aunque éstos no fuesen posibles. la existenc la cuestión de las eX"plicaciones racionales.
debates refinados" en las ciencias sociales (y no de acuer
O) Otra alternativa se Vincula con una consideración so-
no deja de ser una alternativa de control racional. Los acu
bre el tipo de pretensiones que solemos tener con respecto a
en ciencias sociales son problenláticos (aún mayores
los criterios de control racional de las tgd. En este sentido,
caso de uso práctico de la razón) pero no necesariamente·
parecieran existir dos pretensiones distintas. Una muy fuer-
bIes. El hecho de que no existan procedimientos emp'
te que intenta concretar una doctrina u.nificada de cJitelios
para ·probar· la ··verdad·· de las teorías filosóficas no es
de control racional para las tgd. Otra más modesta que argu-
gumento idóneo que conduzca a sostener que las t
menta la existencia de múltiples cJite¡'ios. Confonne esta úl-
filosóficas no son discutibles racionalmente. Si la racio
tima pretensión, las tgd parecieran conformarse sobre la base
dad fuera definida de esta forma ni siquiera quedarían e
de distintos ··paradigmas" o ·'marcos lingüísticos'·. Estos
las teorias científicas.
paradigmas o marcos lingüísticos son los presupuestos teóli-
La dependencia de las ciencias respecto de la filo cos que definen que cuestiones van a considerarse 'proble-
dependencia sobre la que volveré más adelante para an mas· y cuáles van a ser las ··soluciones admisibles". En cierto
la idea de un continuumentre dogmática y tgd, se expli sentido. los conceptos que enlplean estas teorías son. C0I110
el hecho según el cual en estas ciencias se gasta en explicaba Kuhn o Carnap, ·internos' a estos paradigmas o
energia a elucidar problemas conceptuales. Las discu marcos lingüísticos. No advertir esta característica perm.iti-
persisten en función de aparatos conceptuales poco e ría explicar. en parte, la interminabilidad de las discusiones
Esta dependencia ha llevado a van Wright ha sostener qu conceptuales. Se trata de discusiones que atacan, por eleva-
-teorias cientifico-sociales son indistinguibles de las t ción, a los paradigmas o marcos lingüisticos mismos. Son, si
filosóficas". Se trata de una afirmación demasiado fuert esto se admite, discusiones 'externas·46 . La idea de discusión
puede ser mitigada por otra tesis -quizás más admisibl 'e>..1:erna' pemlitiría explicar ia naturaleza de los desacuerdos
gún la cual existe en toda ciencia -no sólo en las soc conceptuales existentes. por ejemplo, entre Raz y Dworkin
dogmática dada la recunencia de desacuerdos básicos. Pienso q les hace filosofía sin saberlo y un teórico general del dnecho al resolver
no es la discusión relevante para la dogmática. pero también que problemas dogmático-juridicos con instrumentos conceptuales explícitos
para cualquier dominio de la ciencia. De hecho. los cientistas na hace dogmática juridica sin saberlo.
por ejemplo. generan progresos explicativos pese a la existencia 46 PINCIONF.:, Guido: ~AcerCQ del 'Btatus Cognoscitivo de las Teorías
M
acuerdos básicos sobre la naturaleza de sus leyes (piénsese en la Generales del Derecho", Anuario de Filosofia Juridica y Social. Abeledo
entre la versión cntrópica del tiempo y la tesis del tiempo ca Perrot. Ss. As .. 181. pp.278-281. Pincione ejemplifica estas discusio-
flecha). nes en el debate que Kelsen y Ross mantuvieron en lOn"lO a la noción de
H Como sugiere GEE:lm. Clifford: "Thick Descl;pt1on: Ta validez como fuerza obligalolia y al carácter empilico o nonnativo de las
Interpretative Theory of Culture~, op. cii.. p. 230. proposiciones dogmatico-juridicas.
254 GUILLERMO LARlGUtrr ACERCA DE LAS U.AMADAS "TEORJAS- "GENERALES- DEL DEHECHO 255
en lomo a la noción de 'interpretación' del derecho o la di tencia de las discusiones conceptuales no se basa exclusiva-
sión en lomo al 'status' empiIico o normativo del conocimi mente en su carácter verbal. Detrás de esta superficie exis-
juridico". Entablada esta discusión. ¿cuál es el criterio len discusiones -en muchos casos genuinas- entre distinlas
elegir o conmensurar tgd? Una respuesta intuitiva sería 'Visiones del mundo" o. para el caso de la dogmática jurídica y
terminar frente a un mÍSmo dominio de probLemas. cuál t~ otras ciencias sociales como la historia o la sociología, acer-
resuelve mejor. Pero como no existe un procedimiento al ca de "cómo debe ser el mundo".
mico para determinar cuál leoría resuelve -mejor- el pI'
La existencia de estas distintas visiones determina que
ma. hablia que comenzar por "mostrar". entre otras cosas
las teOlias filosóficas configuren una urdimbre compleja de
inconsistencias 'internas' de una de las tgd en pugna o
proposiciones que se solapan recíprocamente". Así. solapadas
trar que una de ellas soluciona pWlcuaLmente el problema.
con proposiciones metalingüísticas de problemas conceptuales.
es. que el problema claramente puede incluirse en la
se encuentran proposiciones metafísicas. éticas, políticas. etc.
descriptiva de la teolia. En rigor. ambas cuestiones se re
Detrás de proposiciones -aparentemente conceptuales- como
ducen a mostrar qué tipo de cienciajwidica tendríamos y
aquellas que definen al derecho como un conjunto de normas
problemas ésta resolvería de ser reconstruida conforme a
"esencialmente" relacionadas con contenidos materiaJes de
otro paradigma o marco Lingü.ÍStico. Pero. ¿cómo 11l0stra
justicia. no parece encontrarse un análisis conceptual o des-
filosofia que la solución x es la solución al problema? ¿eu'
criptivo. Se trata de una propuesta acer..:;a de las relaciones
sabemos que estamos frente a la solución al problema?'·
entre el derecho y la moral y. por lo tanto, tiene indudable
El Una de las respuestas que hacen inteligible el pI' impacto en las decisiones prácticas que tienen que tomar las
ma es la siguiente: las tgd -como cualquier teolia filosó autoridades de creación y aplicación de n0n11as de un siste-
son estructuras complejas. Esta "complejidad- radica e ma. No son proposiciones descriptivas o estipulativas de cues-
hecho de que los enunciados filosóficos abarcan una va . tiones conceptuales50 .
mucho más amplia de la sugerida anteriormente. La pe
Así. detrás de la proposición "A es bueno". suele encon,
trarse inlplícitanlente una propuesta ético-nOrtllativa. Las
proposiciones éticas. al igual que las julidicas con las cuales
41 Cfr. MARMOR. Andrei: "ConstrucLive IdenUfication and
AulhorityH. Cap. VI de Law alld Legal Interpretatían. Oxford Unive muchas veces se mezclan, son, a lnenudo, aIllbiguanlente
Press. Oxford. 1994. especialmente la sección 3. pp. 113-123. fomlUladas. "A es bueno" puede expresar la descripción de
48 Este mismo problema se plantea en la aplicación del der
una norma o una recomendación nonnativa,
¿Cómo sabemos que las nonnas seleccionadas SOIl las que solucion
problema? ¿Cómo fundamentamos esta elección? Las respuestas a
preguntas indican que el problema de encontrar soluciones pe~en
ambilo de lajustifrcación externa y por eso se emplea la expresion 49 Cfr. CARNAP. Rudolf: op. cit.. pp. 294-305.
trar-. En rigor. en el ámbito de la justificación interna, cuand 50 Se trata de un uso Mesencialista- de los conceptos a tenor del cual
normas seleccionadas ya han sido sistematizadas. la solución se las tgd serian estructuras metafisicas que develarian la -verdadera- natu-
mueslra- en forma concluyente, pues, ahora, el procedimien raleza del derecho. Es claro que si aceptáramos este criterio (indexicalJ,
inferencia!. Pero el problema de mostrar cuáles son las soluciones y pudiéramos determinar cuál de todas las tgd es en este sentido
problema es importante porque es indudablemente previo a cu csencialista -verdadcra-. contariamos con un criterio (objetivo) de control
operación deductiva. racional y elección de teorias.
.'
I ¡
256 GUILLERMO LARIGUET M
ACERCA DE LAS LLAMADAS -TEOR!AS ··GENERALES" DEL DERI::CHO 257
lral' y por tanto 'cognoscitivo·. dados ideológicos y valorativos toda vez que sobre los primeros es harto
problemático pensar en la posibilidad de discusiones objetivas.
258 GUlLl...ERMO LARIGUET ACERCA DE U\S LLAMADAS wTEORiAS" ·'GENERAI.ES
M
DEl. DERECIIO 259
do sobre la primera clase de enunciados. pero no so Como la tarea de discutir los fundamentos de estas
segundos". En el primer caso existen procedimientos dicotomías no es aqui posible. sólo sugeJiré algunas cuestio-
cos de prueba acordados para decidir la suerte de un en nes muy básicas: en primer lugar, la dicotomia entre hechos
científico-factual. Por el contrario. los enunciados filo y valores y entre enunciados de hecho y de valor no es
en especial los de raíz a..xiológica. no son controlables conceptualmente absoluta. Aunque la distinción lógica está
forma: por consiguiente. carecen del aparente caráct necesariamente presupuesta siempre, el pragmatismo ha
c1usivo que exhiben las discusiones científicas. Toda insinuado que existen muchos casos en que los enunciados
dramática es la situación de los enunciados filosóficos factual es y evaluativos se compenetran 57 . Esta insinuación
lO que a..xiológicos o morales si se reconstruyen como puede ser importante para entender una afirmación de
funciones emotivas (subjetivas) del lenguaje. Sólo cie Dworkin que siempre le ha parecido extraña al positivismo:
se de valores puede ser decidida racional y objetiva..m la afirmación segun la cual no hay distinción entre teolia y
valores epistémicos propios de la racionalidad instrum praxis. La idea de compenetración (o continuidad) no significa
la ciencia: la completud. la consistencia. etc. Se tra que la intención del pragmatismo consista en negar la posibili-
se echa de ver, de una posición clara por su capacida dad y ulilidad de distinguir analíticamente. esto es. por definición,
nerar dicotomías (hechos/valores. enunciados de el status de uno u otro enunciados". La idea del pragmatismo.
enunciados de valor, enunciados científicos/enunciad y presumiblemente la de Dworkin. es que los enunciados evalua-
sóficos, procedimientos empíricos de prueba/procedi tivos no remiten a entidades que hagan imposible encontrar algún
no empiricos de prueba. racionalidad objetiva/racion tipo de control racional. Esta sugerencia puede explicar porqué
inacionalidad) subjetiva, etc.). Pero. detrás de est pienso que se puede discutir en ténninos pragmáticos el "dog-
tomías. ¿no se encuentra una posición notabl ma- 59 según el cual proposiciones "presCriptivas" de lege o
simplificadora? Las instituciones nIosóficas suelen sententia jerenda no son racionalmente controlables 60 . En
cuencia apoyar en forma burocrática "dicotomías" que segundo lugar. los enunciados o discusiones nIosóficas (con-
tan. para parafrasear a Wittgenstein. grandes "cal ceptuales o a..xiológicas) subyacen en todas las operaciones y
mentales-o pero esto no elimina nuestra pOSibilidad
carlas nIosóficamente, esto es. de sentimos incómod
ellas y admitir. por este -síntoma-, el carácter discu 51 Para un examen de estos casos. véase PUTNAM. Hilary: Razpn.
Verdad e HisLOria. Tccnos. Madrid. 1988, pp. 142-144.
sus fundamentos. Aunque existiese un filósofo que n
~ Véase Pt..rrNAM. Hilary: Razón. Verdad e Historia. op. cí!.. especial-
venciera definitivamente (fuera del hecho de que esto mente los capitulos 6-9: Pragmatismo. Gedisa. 1999. pp. 28. 31-33. 64:87-
por definición. posible en nIosoría) de la solidez inca 88 y 104-105.
~ Cfr. COMANDUCCI. Paolo: op. cit.. p. 24.
de estas dicotomías. siempre podremos encontrar ar 60Yeanse RUDNER. Richard: ihe Scientist Qua 5cienLisl Makes VaJuc
M
tos para criticarlas severamente. Judgments . Philosophy ofSciencc. Yol. XX. 1953: HEMPEl.. e.G: MSciencc
M
Philosophy oJ Science. The Free Press. New York. 1966. 2 a edición. pp.
~ Una discusión de esta cuestión puede encontrarse en e 81-96: APEl.. K. O: iypes of RationalHy Today~: The ConUnuum of
Paoto: Razonamiento Jurídico. Elementos para un Modelo. op. Reasons bctween SCience and Ethics en Th Geraets (ed.). Rationality
M
•
Cuestiones Metaéticas. especialmente. pp. 35-49. Todw). Ouawa. University of Ouawa Press. 1979. pp. 307.339.
M
260 GUILLERMO LARIGUE;'f ACERCA DI:: LAS LLAMADAS MTEORiAS- -CENERALES DEL DERECHO 261
productos cientificos: en la determinación del tipo de lugar, la opinión según la cual sobre los valores no es posible
empírica (condiciones de falsación) con que pondremos a p el controlo el acuerdo racional dista de ser obvia. Pese a ello,
ba nuestras afirmaciones. en la decisión de si una teori ha servido para reducir (sólo en apariencias) los problemas
encuentra justificada. etc. En términos kantianos p filosófico-juridicos a problemas empiricos o lógicos que pue-
decirse. a este respecto. que los conceptos y valores son ca dan ser discutidos en ténninos de la única racionalidad de
tilXlS de la actividad teórica con que organizamos la expe valores que garantiza objetividad: la de los valores epistémicos
cia. Si esto se admite. las discusiones fL!osóficas son promovidos por el progreso de las ciencias naturales. Sólo que
primordial de las discusiones de los juristas. Sólo hay el término "racionalmente- ha sido usado por la filosofia del
saber explicitarlas a partir de las discusiones que éstos derecho (en especial por Kelsen, Ross. Alchourrón y Bulygin)
tienen sobre la existencia de normas. sobre el significa para defender un tipo de racionalidad epistémica restringida a
las formulaciones normativas. etc. En tercer lugar, la descripción "neutral" y a la sistematización lógico deductiva,
es cierto que para todas las cuestiones científicas exis Se trata de una noción de racionalidad solidaria de la noción
deban existír) procedimientos efectivos. Todavia más: la de racionalidad Instrumental weberiana en la medida en que
trucción de una prueba para el dominio de demostra la ciencia deja "fuera" de ella las posiciones nonnativas (ex-
lógicas o matemáticas es un procedimiento relativ presadas por lo general en recomendaciones normativas de
creativo·! y esto es plenamente aplicable al caso en q lege o sententiaJerendal, para poder asi ~umplir su función
jUlistas deben consbLlir una prueba para mostrar si la instrumental: resolver problemas normativos sin el obstácu-
rencia de consecuencias lógicas (normas derivadas) lo de desacuerdos valorativos.
enunciados de base del sistema escogido (axiomas) se Esta restricción de la racionalidad es consecuencia del
no efectivamente. Sea como fuere. los argumentos cl éxito cientifico-tecnológico de las ciencias naturales, en es-
cos o factual es no son muy diferentes de los filosóficos pecial de la teoria fisica, la cual se justifica racionalmente
por la sencilla razón de que respecto de los primeros apelando a pruebas empiricas. La posición escéptica en ma-
tenemos pruebas definitivas: siempre existe la posibill teria axiológica o ética·' sostuvo que el hecho de que los tér-
encontrar evidencia empírica adversa62 que nos perml
minos éticos o axiológicos no pudieran constreñirse a estas
rrerlos del dominio de la ciencia: por tanto. no existen
mentos científico-factuales conciusivos 63 . En cuarto y
pruebas. detenninaba su irracionalidad. suponiendo. de Por Su parte. filósofos pragmatistas como Dewey"7. tam-
suerte. que las ciencias naturales agotaban el concept bién han argumentado en favor de la posibilidad de controlar
racionalidad. empiricamente los valores categóricos que para I-lempel eran
Sin embargo. esta restricción de la racionalidad ha incontrolables. La posibilidad se encuentra en el mismo
revisada por el mismo empirismo poSitivista. Una de Hempel porque. según los pragmatistas, uno podria efectuar
revisiones. encaradas por Hempel, mostró que no es la misma clase de razonamientos empíricos probatorios con
que todos los juiCiOS a>dológicos sean empiricamente in respecto a valores categóricos. infiriendo las consecuencias
trolables. Hempel mostró que de los valores instrumen empíricas a que dalia lugar su realización. Estas revisiones
era posible inferir juiCiOS a>dológicos susceptibles de c internas al mísmo empirismo, sobre las que no he pretendido
empíric0 6 ' . Mas alla de que la distinción entre val ser exhaustivo. sugieren que la reducción de la racionalidad a
instrumentales y categóricos es contingente y problem' un puro uso teórico-epistémico definido en términosftSicalistas
esta revisión elnpirista dio pie a una revisión nlayor qu sólo es posible dentro de un empirismo bruto o simple. Dentro
tenido lugar. por una parte, en la filosofia del derecho a de este empirismo bruto o símple. al igual que dentro del po-
de reconstruccíones como las suministradas por sitivismo juridico bruto o simple, resulta inteligible la oposi-
Niiniluoto. y por la otra. en la mosofia general a trav' ción entre la racionalidad teórica"" y la racionalidad práctica.
empilismo reconstruido en tenninos pragmatistas por De ser suficientemente vigoroso esté positivismo. la teo-
fos como Dewey. ría filosófica de Dworkin quedaria excluida de esta defensa
En tenninos de Nllniluoto, las proposIcIOnes de l específica de racionalidad pues defiende una racionalidad prác-
senten tia ferenda de los dogmaticos pueden ser enten tica que, al igual que en Kant, tiene primacía sobre la teóri-
como "nonTIas tecnicas" que integren un silogismo del ti ca69 , En ténninos kantianos, se trata de un uso práctico de la
desea obtener S: x es un medio para obtener S, A debe razón no independiente conceptualnlente de un uso teórico.
x", Las normas tecnicas para Niiniluoto, al igual que p
Wright, no expresan "genuinas" prescripciones, esto e 67 OI::W1:.1', John: El Hombre y sus Problemas. Versión Caslell~na de
nuinas órdenes o mandatos66 . Estas nonnas presupone E<!uard~ ~ictO. ~a~dós. Ss. As .. 1952. especialmente el capitulo referido
a Condl~10nes LógIcas d~. un Tra~ento Científico de la Moralidad", pp.
terios de justificación tecnica y de aqui deviene la posib 187-228. La ReconslnlCcLOn de la Filosofia. TradUCCión de Amando L.:lzaro
de controlarlas bajo los cánones de la racionalidad inst Rass. Planeta AgosUni. Barcelona. 1994. especialmente el capitulo VII
tal. ~La R~const~cción en los C~n.ceptos de la Morar. pp. 173-193.
. Detras de esta exclUSIVIdad de una razón teórica moldeada segun
~s cle~cias fisicas C,dSlC. para Putnam. una desmesurada imagen del
gra~o de ~cuerdos que sosLienen los fisicos sobre sus juicios factuales.
(metafisica) de la
fisica y su objetividad y una consideración subj Se~un est~ ~magen 10.5 ac.uerdos son obtenidos en fonna MaplastanteM por
proyectivisra de los valores (éSLOS son meras proyecciones sub ~ 1~;~ona de los clentificos. PlTI'NAM. Hilary: Razón. Verdad e HislOria.
PurNAM. Hilary: Razón, Verdad e Historia. op. cit.. p. 146.
65 HEMPEL discute esto con un ejemplo concerniente a la cd 69 KANT. Immanuel: Critica de La Razón Pura. Trad: Pedro Ribas. Alfa-
de los niños. Cfr. J-IEMPEL. Carl: op. cit.. pp. 84*85. guara. Madrid. 2000. A 797. 8 825: Critica de la Razón Práctica. Trad:
66 NlINlLUOTO. I1kka: -rruth and Legal Nomls~. en Rechtslh Robet.:0 Rodriguez Aramayo. Alianza. Madrid. A 4. A 216-219: señalado
1981. p. 183. lamblen por Putnam. especialmente en Pragm01.ismo. op. cit. p. 64 Y ss.
264 GUILLERl>lü LARJCUET ACERCA DE L\S LLAMADAS -TEORIAS~ ~GENERALES- DEL OEt<ECIfO 265
Prueba de esto último, es que este uso práctico de la r justificatorias, esto sólo se puede comenzar a entender una
-que no se divorcia de la racionalidad teórica- sugiere que vez que hemos dejado la tradición positivista y hemos entrado
posiciones normativas o justificatorias de los juristas que en la tradición epistemológica en la que Dworkin inscribe su
"dentro" y no "fuera"7o de la 'ciencia juridica'. reconstrucción de las teorias juridicas y las ciencias sociales
en general.
Sólo dentro de una tradición para la cual tiene primacía
razón práctica deberia ser posible entender propuestas co El problema es que la inscripción que Dworkin realiza,
la dworkiniana que mantiene Simultáneamente tesis que p principalmente en las notas 2, 14 Y 15 al capitulo 11 de Law's
el positivismo son contradictorias: por un lado, la tesis en Empire, es muy vagan Sólo se contenta con remitir a traba-
tud de la cual no pueden diStinguirse normas de proposic jos de Dilthey, Gadamer y Habermas, pero no va más allá de
nes acerca de normas: por otro lado, la tesis en virtud de un breve comentario a la noción, harto problemática, de "com"
cual tiene sentido hablar de .. teorias" justificatOrias. Por prensión". Esto vuelve espinosa la tarea de elucidar el signifi-
lado, Dworkin no distingue la labor de los teóricos de la la cado con que Dworkin usa la noción de teoria no sólo por las
de los participes, pero por el otro, hace pie en dos mundos q dificultades de inteligibilidad que rodean a la noción de com-
aparentemente él mismo discierne: el de las teorias, por prensión en ciencias sociales. La tarea es ardua, además,
parte, y el de la práctica, por la otra. porque aquél remite a autores cuyas raíces hermenéuticas
son' divergentes: en cienos casos se remontan a Hegel", en
Estas tesis no pueden entenderse dentro de la tradicl
otros casos a Kan t.
positivista: no advertirlo conduce a las discusiones exte
a las que me referi en el apartado D. De todos modos, este aspecto central de la propuesta de
Dworkin no ha sido explorado sistemáticamente por sus de-
Cada tradición, como ha mostrado Laudan, tiene sus
tractores. Aunque mi intención no es realizar esta explora-
pios compromisos "metafísicos" acerca del tipo de entidad
ción en el presente contexto, existe un componente de esa
procesos que constituyen un dominio de conocimiento det
minado y sus propias normas "epistémicas" y "metodológi tradición, no expliCitado por Dworkin, que parece estar en la
acerca de cómo van a someterse a prueba las hipótesis te base de la afimmción que él hace de tesis aparente~ente
cas, cómo ha de evaluarse la solución de los problemas, e contradictorias. Pone en duda la distinción entre teoria y
tera. 71
praxis: aunque, por contraposición, parece hacer pie en am-
bas ideas. ¿Cómo entender esta falta de distinción a la que
Con esto quiero decir que, aunque son ciertas las diflc
tades para entender qué significa que las .. teorías" s
72 DWORKIN. Ronald: Law's Empire. Fontana Press. London. 1986.
pp. 420-424.
73 Hegel. a su vez. es problemático porque puede ayudar o no a
70 Como para Ross. AlE op. cit., p. 313. El jurista actuaria Dworkin. según el caso. En un caso puede ayudarlo para entender una
técnico calificado para suministrar MinstrucUvos~a los Jueces sobre re~ación -dlaléctlc.a- entre teoría y praxis: en caso que Hegel sea
deberian justificar sus decisiones. pero no como representante d remlerp~~tadoen. tenninos marxistas. podria no ayudarlo dado que una
ciencia. concepclOn mar>.:Jsta de la justicia (a la que Dworkin se refiere en el
71 Véase especialmente el capitulo 111 de u..UOAN', L: Progress capítulo II) se opone a la reconstrucción de la noción de Justicia como
Problems. University of California. Berkeley. 1977. ~imparclalidadR a la que adhiere Dworkin.
266 GUILLERMO LARIGUET ACERCA DE LAS LLAMADAS "TEORlAS- *GENERAU:S" DEL DERECHO 267
alude Dworkin? Una respuesta posible para entender la 4, El problema de la estructura lógica de las teorías
mación dworkiniana, que tantos desvelos provocan al generales del derecho
vismo, puede encontrarse en la mosofia pragmatista a la
aludi anteriormente. La masona pragmatista sustentada Ahora bien, habiendo dedicado parte de este trabajo a un
Putnam parece sostener tesis parecidas a las de Dwo analisis del contenido y control racional de las tgd mi inten-
tesis cuyo propósito final es defender la posibilidad de ca ción ahora es concenlranne en problemas concernientes a
racional para los enunciados evaluativos. su estructura. Para hacerlo me parece conveniente fOlmular
la siguiente pregunta: ¿Las hipótesis 'explicativas' que com-
Si este parecido se admite, esta versión pragmatista
ponen una tgd estandar son generales y necesarias como las
de colaborar en la 'elucidación del modelo epistemológi
proposiciones de las ciencias empiricas?
teoria juridica que propone Dworkin. Esto es posible cu
se advierte que esta versión ofrecida por Putnam tien Para abordar esta pregunta consideraré, sucesivamente,
núcleo en una releclura y reincorporación de Kant al e el problema del caracter general y necesario de las teoriasjuri-
¡;smo: reincorporación cuyo objetivo consiste en campa dicas.
zar el uso teórico de la razón con el uso practico.
Aunque Dworkin no remite al pragmatismo", una e
4,1, El carácter 'general' de las teorías jurídicas
ración de la con lribución de Pu tnam al problema de la
ción entre teoria y praxis puede ser útil para comprend
Resulta clarificador reconocer que las teorias jurídicas
tradición en que se apoya Dworkin. Esta linea es viable
pueden ser generales en diversos sentidos. Por esta razón. dis-
vez que se identifica la "raíz común" a la mosofia herm
tinguiré dos significados en este término: por un lado, una
tica explicitada por Dworkin y a la mosofia pragmatista,
teoría es mas general que otra en la medida en que tiene
raíz se encuentra en KanF5.
mayor poder explicativo y, por el otro, en la medida en que tie-
Lo que es importante retener de esta tradición de la ne mayor grado ele aplicabilidad (alcance) en la sol ución de
Dworkin se siente participe es que, de confornlidad con problemas normativos que otras teorías jUIÍdicas.
las proposiciones evaluativas de los juristas no son contr
bIes en términos de una pu ra racionalidad teórlc
epistémica, pero esto no significa, en modo alguno, que A. Mayor poder e>.plicativo
sea posible reconstruir un control racional intersubjetl
partir de la instancia que Dworkin denomina "posint De acuerdo con A1chourrón y Bulygin, la actividad teóri-
pretativa". ca más relevante que realiza el juJista es la sistematización 76 •
pues la solución al problema se demuestra deducllvamente a
74En el Cap. V de La.w·s EmpiTe Dworkin critica una canee
~pragmá.ticaM del derecho que no tiene nada que ver con el si
del pragmatismo como coniente filosófica.
7~ Véase PtrrNAM, Hilary: El Pragmatismo. op. Ctl., especialme 76 Cfr. At.cIIOURRON. Carlos: MSyslematizaUon and Change in the
articulo -¿Wittgenstein era un Pragmático"? pp. 47-84. Science oC Law~, Rechtslheorie. 10. 1986. pp. 171-184.
268 GUILLERMO LARIGUET ~GENERALES- DEL
ACERCA DE LAS LLAMADAS -TEOR1AS- DERECHO 269
través de un 'sistema' de proposiciones desCliptivas de que los dogmáticos, mediante sus teorías. alcanzan solucio-
mas. Con todo, la reJonnulación es la parte más fuerte nes complejas con distintos grados de alcance. Pero no es tan
sistematización pues, de su mano, se deducen las soluc evidente que sus teorías tengan alto poder explicativo. En rea-
más generales. lidad, éste pareciera surgir de un proceso de deducción aun
Las soluciones más generales son alcanzadas medl mayor que el anterior consistente en encontrar una estructu-
, procesos sucesivos y graduales de reformulación del ma ra de conceptos generales que permitan 'explicar' en qué con-
normativo. Estas soluciones generales, alcanzadas en siste el derecho a partir de unas pocas unidades elementales
sucesivos. se denominan ·complejas·. Esta denomina fácilmente manejables desde el punto de vista teórico.
cubre 'parte' del significado de una expresión usada po Por supuesto: la duda sobre el carácter completo o incom.
jUlistas en forma multivoca: 'principios 'generales' del pleto de estas deducciones sigue en pie para este tipo de tgd.
cho·. Las normas o soluciones complejas también suelen Una tgd para ser considerada resultado de una deducción com-
contrarse solapadas en el uso de la expresión 'parte gen pleta debería tener, simultáneamente, carácter. como se verá
de la 'rama x' del derecho; vgr., del derecho civil, mari más adelante, 'conceptualmente necesario'. De lo contrarío,
penal". La característica definitoría de las normas ca no podría ser bloqueado el argumento que sostuviese el ca-
jaso como se apreciará en el apartado B. es su capacid rácter incompleto de estas deducciones toda vez que bastaria
solucionar una gran cantidad de casos. mostrar un solo sistema jurídico que desmintiese las carac-
En el modelo de A1chourrón y Bulygin estas deducclo terísticas morfológicas. conceptuales o lógicas que atribuimos
que concluyen en príncipios generales, tienen carácter a los sistemas jurídicos para que nuestra deducción fuese
pleto. No obstante en el modelo esto funciona nonnaC incompleta'" Una manera posible de bloquear este argumen-
asi, en la práctica. con intensa frecuencia. los dogmátl to sería construir una tgd conceptualmente necesaria. Pero
jueces suelen deducir principios generales de manera . esta salida podría ser considerada banal por aquellos que sos-
pleta. Usualmente ello suele verificarse cuando, con tuviesen que, fuera de los sistemas jurídicos cubiertos por
plincipios, intentan cubrir casos no reglados por el sls esta tgd, existen sistemas cuyas características conceptua-
juridico relevante, presentando sus deducciones como les no son alcanzadas por estas tgd'9.
derívasen válidamente del sistema de referencia.
78 Tal Ve'¿ por esto un positiVista decimonónico como Merkel creia
Con todo, el carácter general de estos principios c poder explicar la identidad de la ciencia juridica y de los sistemas juridi-
cos a través de una operación empirica basada en Mla agropación (induc-
del poder explicativo que esperamos de una tgd. Es evld ción incompleta o por enumeración) de notas comunes mediante la ob-
servación repetida de los fenómenos juridicos. Cfr. GONZÁLEZ VlctN. Feli-
pe: 1...as Direcciones de la FiJosofia del Derecho POSitivista M, Revista de
Estudios Políticos. N° 51. Madrid. 1950. pp.48-49.
77 La diferencia entre ambas expresiones. segün Aichou 19 La discusión puede no zanjarse nunca. Porque. en un caso. se
Bulygin. consiste en que mientras los principios generales son sostiene una posición iruemalista que enfatiza en los rasgos concep-
bies a distintas materias. la parte general es la reconstrucción de tualmente necesarios que pueden capturarse del explicandwn. En otro
materia detenninada del derecho. Cfr. Al..oIOURRON. Carlos y B caso. se sostiene una posición extemalista que erifatiza en los rasgos cul-
Eugenio: IntrodUCCión a la Melodologia de las CiencLas Juridicas y turales e históricos {no conceptualmente necesarios} que pueden
op. cir.. p. 123. capturarse del explicandum.
270 GUILLE:RMO LARIGUE:T
ACE:RCA DE LAS LLAMADAS "TEORíAS" "GE:NERALES" DEL DE:RE:CHO 271
bién son relatiuas a sistemas juridicos detenninados espae teorias que. circunscriptas a cierto sector del derecho. son
temporalmente. concreciones de éstas86 .
. Si esto es asi. el anhelo del positivismo de reconstruir Cabe destacar quc las teorías abstractas son tgd en un
ciencia del derecho como una ciencia empirica parece enfren sentido diferente a todas las metateorias que vengo analizan-
tar el riesgo de reconstruir una ciencia empírica en senti do. Estas últimas son expresión del modo estándar en que el
trivial pues, ninguna ciencia empirica -genuina", se com positivismo decimonónico (luego depurado por Kelsen, Ross.
ne sólo de enunciados existenciales: éstos. siempre, son fun Alchoun'ón y Bulygin) concebía la estructura lógica de las tgd.
cionales a una e>q)licaCión que poner a prueba.
Dwork1n desafía nuestro modo habitual de representar-
Frente a estos inconvenientes, una salida divergente nos tgd en la medida en que su tgd no intenta (al menos ésta
las anteriores ha sido propuesta por Dworkin. mediante es una interpretación posible) construir una teoria explicati-
cambio de eje del problem<L En el fondo, él, al igual que tod va en sentido estándar y, ello. al menos, pardos razones: prime-
estos fUósofos, está preocupado por buscar un enfoque q ro porque Dwork1n cree que detrás de una teoria explicativa
responda al problema de cómo reconstruir en lajonna del derecho subyace un esquema acerca de cómo debe ser el
plausible (y qué sea considerado "más plausible'" es otro derecho. Según esta idea. las teorias abstractas admiten un
problema) la actividad teórica de los juristas. Dwork1n bu postulado no anaUtico que prescribe que. frente a cualquier
mostrar la relevancia epistémica y social de la dogmática j problema normativo. se pone en juego'el derecho como "inte-
ridica por medio de una reformulación del modo en que gridad'" y no sólo una porción de él. Bajo la reconstrucción del
positivismo habitualmente considera las proposiciones teó derecho como integridad subyace, precisamente, la imagen
caso El argumento empleado podlia ser el siguiente: dado q de cómo debe ser el derecho.
reconstruir racionalmente las teorías juridicas como un ea
Segundo porque según algunos criticas de Dwork1n (me
junto de proposiciones descriptivas las tlivializa en sentl
estoy refiriendo concretamente a Soper") la teoría dwor-
epistemológico (ya que son existenciaUzaciones de bajo rang
k1niana es una teoría local aplicable al sistemajuridico norte-
la vía para expresar su relevancia consiste en sostener q
americano y no una teoría general aplicable a cualquier sistema
éstas no son distinguibles de una función axiológica
jwídico del mundo. Sin embargo, en su réplica a Soper, Dwork1n
justifícatolia o de lo que Alchourrón y Bulygin denomln
ha sostenido que. en realidad, el carácter abstracto de su teo-
"adecuación axiológica de los sistemas normativos: es
ria puede ser interpretado en un sentido opuesto al que Soper
las "existencializaclones'" de los juristas son subalternas
intenta adjudicarle y coincidente con la estructura estándar
estajunciónque para Dwork1n caracterizan enjonnapro .
de las tgd en la medida en que esta integridad del derecho se
te la pecLLliaridad epistemológica de la dogmátiC<L El carác
manifiesta en una necesidad de todo jurista de justificar el
descriptivo y particular de las proposiciones es desplazado
la función eualLLatiua o just!fkatoria de las proposiciones d
máticas.
86 DWORKIN. Ronald: Law's Empire. op. cit. p. 91.
Dwork1n diStingue dos tipos de teorias: las "abstrae 87 DWORKJN. Ronald: Los Derechos en Serio. Planeta-Agostini. 1993.
que dan cuenta de la práctica juridica en forma global. de I Barcelona. pp. 476-480.
274 GUILLERMO LARICUET . ACERCA DE: LAS LLAMADAS wTEORiAS" HCENERALES" DEL DERECHO 275
derecho bajo su mejor aspect0 8". Por consiguiente, su teo sivas especifICaciones conceptuales~J2 ("compradores", "esposos",
juridica no sería local sino general pues se aplicada a en "menores", "sociedades anónimas", "capitanes de buque", etc.)
quier sistema juridico. son reconstrucciones del ánlbito personal de un conjunto de
normas.
B) Mayor alcance
Estos grados de generalidad dependen del grado de alcance
o amplitud de la 'clase' de individuos (sujetos) y clase de com-
portamientos regulados (materia) por las normas jurídicas
Los dogmáticos emplean sus teOlias no sólo para iden
descriptas por las teolias jurídicas93 .
car la existencia empirica de normas mediante el uso de c
ceptos tales como pertenencia-legalidad, vigencia o efica Esta tarea de reconstrucción se relaciona con el proble-
También están interesados en identificar los ámbitos in ma de la aplicación del derecho en la medida en que los ámbi-
nos de aplicabilidad89 de éstas; identificación que contribuy tos de validez configuran ámbitos de aplicabilidad o alcance
la determinación del "significado" de la norma como produ de las normas a casos genéricos.
global 90
Como ya sugeli en el apartado antelior, mientras más
Kelsen 91 distinguió en las normas los siguientes ám generales o complejas son las normas o soluciones legales
tos: material (acción), personal (sujeto) y témporo-espac reconstnJidas por las proposiciones ide(ltificatoIias de la dog-
Los ámbitos de validez configuran uno de los caminos pq mática, mayor es su ámbito de aplicabilidad conceptual a pro-
bies en la conexión, para parafrasear a Kelsen, del mundo blemas nonnativos. Una teOlia dogmática TI (por ejemplo, la
las normas con el mundo de los hechos. teOlia general de la responsabilidad civil) es más general que
otra 1'2 (por ejemplo. la teolia de la responsabilidad extra-
Este hecho detennina que las llamadas 'teolias' julidlc
contractual del estado) si y sólo si soluciona mayor cantidad
puedan verse como "reconstrucciones parciales" -de dis
de casos o problemas elementales que ésta. Esto cuenta como
tos "grados de generalidad"- de los ámbitos de validez pos ,
un "cliterio" (cuya naturaleza 'descliptiva' o 'prescripthra' pue-
de las normas jurídicas o sistemas julidicos. Así, para e
de quedar abierta) que los dogmáticos suelen usar para resol-
un solo ejemplo: la "teolia de la personajLuidica" y sus su
ver conflictos entre varias normas potencialmente aplicables
a un luismo problema nonnativo94 . En el conflicto, sin. em-
88 DwoRKJN. Ronald: Law's Empire, op. ello. pp. 71:91. 92 Cada una de estos conceptos cumple, en la solución de proble-
89err. NAVARRO. Pablo y MORESO Jose. J: ~Aplicabilidad y Eficacia mas deónticos, la función récI:lica de delimitar un subconjunto abreviado
las NOlTnas Juridicas~. lsonomía. N° 5. México. 1996. pp. 126-128. de nomms relevantes mediante la conexión de antecedentes y conse-
90 Esta contribución de naturaleza semántica es la que cane cuentes que. en forma numerosa, se encuentran dispersos en el conjun-
gran parte de las disputas concepluales de los juristas: sobre todo. to de un orden jurídico.
aquellos casos. en que las disputas se mezclan con el problema de' 93 La deternlinación de los ámbitos de validez de las nomlas es un
fuerzajustifteatorta de las nom1aS identificadas como internamente a proceso paralelo a su cuantificación lógica. VaN WRlGl-IT, George Henrik,
cables. NomUlS. Verdad y Lógica, fontamara, México, 1997. p. 123 Y ss.
91 KELSEN. Hans: Teoría Pura del Derecho. 94 Una aplicación practica de esta discusión abstracta puede encon-
Vemengo, Porrua. Mexico. 1998, pp. 23-30. trarse en mi trabajo "Autonomía y Unidad en el Conocimiento JUI;dico H
•
276 GUILLERMO LARIGUET ACE~CA DE LAS LL.AMADAS ~TEORIASM ~GENERALES~ DEL DERECHO 277
bargo. suele prevalecer la teoría menos general cuando cont sistemas jurídicos determinados espacio-temporalmente. Esta
pla ciertas propiedades especificas y relevantes que la t tarea de reconstrucción se relaciona con el problema de la
más general no contempla; la teoría menos general defien aplicación del derecho en la medida en que los ámbitos de
en la resolución del conflicto de normas aplicables, la -pri validez constituyen ámbitos de aplicabilidad o alcance de las
dad" de las soluciones más especificas o -locales- al prob normas a casos genéricos. .
ma. 95
La cucstión de la existencia aparece en primer pla En algunos casos, el carácter factual de estos enfoques
cuando se afirma que los sistemas jurídicos cambian (en significa que el problema de cómo las sustituciones -legales
sentido de que son sustituidos) legalmente. Estos cambios ti o no legales- afectan la identidad de los órdenes jurídicos es
nen un impacto concreto en un problema central de los juris explicado desde un punto de vista -extemalista- a estos órde-
en tanto que teóricos o autoridades de aplicación: determin nes jurídicos. En este caso, para explicar el problema de la
qué conjunto de normas debe considerarse aplicable a un p identidad de los órdenes jllIidicos. ciertas tgd de alto poder
blema normativo. Y. para determinar esto. los dogmáticos explicativo, a diferencia de los recursos que emplean otras
enfrentan con problemas de pertenencia-legalidad, eficacia tgd que mostraré a continuación, priorizan factores socioeco-
vigencia de las normas en la medida en que se acepta la tes nóm.icos o sociopolíticos externos a los órdenes jUlídicos y no
según la cual sólo son aplicables aquellas normas que hay factores conceptuales internos a éstos'OO o a las tdj que los
superado algún tipo de test de pertenencia-legalidad. eficac reconstruyen.
o vigencia.
rías jurídicas -al igual que los sistemas Jurídicos de los q No haber advertido la importancia lógica de esta dimen-
se ocupan- son contingentes: característica que no debe sión en la noción de sistemas es otra de las razones que per-
prender dado el supuesto status de ciencia empiríca de la cl mite determinar que llevó a los juristas a buscar 19d de alto
cia jurídica.
poder explicativo. Se necesitaban hipótesis que no padecie-
De conformidad con este status empíríco se aftrma ran la miseria del cambio, esto es, hipótesis sobre el derecho
las tdj emplean hipótesis sobre el status deóntico de una o la cienciajuridica conceptualmente necesarías lO3 . Esto se ex-
se de acciones que. en última instancia, son traducible plica, entre otros motivos, por el hecho de que los juristas
enunciados que son relativos a entidades cuya existen (como van Kirchmann) tenian una visión desmesurada de a
empilica cambia en el tiempo por cierto tipo de actos que ciencia jurídica como ciencia empírica. Consideraban que
susceptibles de ser analizados en el contexto de una prác la física -adoptada como modelo de -verdadera- ciencia- era
social especifica. Pese a esto, es preciso reconocer que una ciencia con leyes cuya verdad debia ser asegurada para
carácter empírico es discernible de la dimensión conceptual siempre y. donde las distintas leyes, estaban unidas teórica-
los sistemas juridicos y teóricos. La verdad o falsedad de mente. La ciencia juridica Si quería ser una ciencia debía
hipótesis que componen una tdj -una vez establecida- es apoyarse. en última instancia, en las tgd que, a diferencia de
dependiente de cualquier cambio en el mundo empírico. las tdj, eran las genuinas teorías 'científicas' por estar des-
por ejemplo. la hipótesis que sostiene que la norma que provistas del carácter ·contingente- de a.quellas.
tiga el adultetio en 1999 es verdadera en la medida en que En otras palabras, los juristas barruntaban que, a dife-
norma pertenezca en ese momento al sistema o en la med rencia de las tdj. las tgd de gran poder explicativo mantenían
en que los jueces no hayan dejado de aplicarla. Esto es in en alto el principio de identidad de las teorías y sistemas juri-
pendiente, luego, de que la norma haya dejado de pertene dicos. Esto era posible si estas teorias se dedicaban a explicar
al sistema o no se encuentre vigente de acuerdo a la práctl racionalmente los aspectos "internos" y "formales" subyacen-
de reconociIniento judicial 1ol . tes a todo derecho y ciencia jurídica posible con prescinden-
Desde el punto de vista de la "dinámica" de los "siste cia de los aspectos "externos", "culturales" e "históricos" que
jUlidicos". los sistemas, estrictamente hablando, no camb afectan empíricanlente esta identidad.
son sustüuidos en una serie temporal discreta por ciertos En efecto, es la consideración de aspectos puramente
tos definidos por el criterio de legalidad (SO. SI, S2 ... Sn)'oo. formales la que hace posible explicar, mediante procesos cre-
menos. claro, que estemos pensando en cambios revoluc cientes, la wlidad del derecho. En última instancia, la preten-
narios o no legales.
sión de las tgd es explicar en qué consiste hacercienciajuríd' universalnlente estas explicaciones a todos los sistemas juti-
(unidad intema)'04 y en qué se conecta o desconecta cone dicos se enraíza en la tradición ilustrada,05 del análisis filosó-
tualnlente la cienciajuridica con otTas ciencias en el cont fico asentada en presupuestos prominentemente racionalistas
global del conocimiento (unidad extema). caracterizados por el fuerte a-contextualismo y ahistoricismo
de las explicaciones 106. La existencia de esta pretensión se
Para que esta pretensión de las tgd pueda ser satisfec
toma cuestionable cuando se advierte que la existencia lnis-
sus explicaciones deben constituirse a partir de un conjun
ma de hipótesis "dogmático-jurídicas" es contingente a una
de hipótesis conceptualmente necesarias aplicables, por de
cultura y tiempo determinadoslO 7 .
ción. a cualquier sistema jurídico. La pretensión de aplic
2. Córdoba. 2000, p. 53. Se trata de un razonamiento tipicamente enr clase y cuál debe ser su contenido (empírico. conceptual. etc.)
zado con la vieja Jurisprudencia de Derecho Comparado (perteneciente es una cuestión abierta en el debate filosófico.
positivismo decimonónico). Es un razonamiento que. a partir del su
mient? histórico de ordenamientos positivos contingentes. presupone Mi propósito ahora es concentrarme en las explicaciones
necesidad de encontrar en éstos rasgos conceptuales comunes. (e racionales y no en las eAplicaciones empiricas (como las suge-
GONZÁLEZ VICÉN. Felipe: op. cit. pp. 68-72). La idea según la cual las
son herramientas para la reconstn¡cción de la unidad conceptual inte ridas por la primera intetpretación que hice de la metaleoria
na de la dogmática presupone el objetivo de alcanzar una ciencia unlv tarelliana). Sugeliré, con todo, el alcance que puecle darse al
salrnente aplicable. Bajo esta idea subyace una pretensión raciona lis término 'racional' y admjtjré la existencia de dos usos dife-
propia de la Ilustración (BLOOR. David: op. cit.. pp. 110-114); pretensl
a la que le resultó indiferente el hecho de que la dogmática es u rentes de la racionalidad: dos modos diferentes de enfocar pro-
empresa teól-jea desarrollada sólo en ciertos tiempos y espacios hisl' blemas normativos que determinan dos tipos diferentes de
cos (NlNo. Carlos: Algunos Modelos Metodológicas ele ~Ciencia" Jurid'
explicación.
rontamara. MéXico. 1995. p. 14). En tal sentido. esta pretensión raet
nal es ejercitada por Kelsen cuando argumenta que Mdebe ser posible qu
los sistemas jUl;dicos nacionaJes sean considerados partes de un siste. 10~ Mientras que la existencia de explicaciones empíricas
ma de derecho internacional en la misma medida en que sea posible circunscripLas a detenninados tiempos y espacios (la de Tarello por ejem-
mostrar que la cienciajuridicaestá unijicada teóricamente-o Según Kelsen" plo) se cancelaría con una tradición -romántica-o Sobre la cone>..;ón enlre
~la tesiS?e la unidad conceptual entre los derechos nacionales y el derecho ciertas reconstrucciones epistemológicas y ciertas tradiciones ideológi-
uHemaClonal presuponía que la ciencia juridica debia representarse su. cas. véase BLOOR. David: Conocimienwe Imaginario Social. op. cit.. pp. 110-
objeto como una 'unidad' que. finalmente. se Mreflejara~ en la unidad de 128.
M
del Derccho-. en José Moreso y Pompeu Casanovas El Ambitod.e loJurid~ una metateoria ínlemalisla de reconstrucción racional.
CO. Lecluras del pensamiento jurídico comemporáneo. Crítlca-Grijalbo- 107 Como ha manifestado. entre otros. NINO. C.S: Algunos Mcxlelos
Mondadori. Barcelona. 1994. pp. 396-397. Meuxlológicosde -Ciencia~ Juridica.. op. cit.. p. 14.
284 GUILLERMO LARIGUET ACERCA DE lAS LtAMA.OAS -TEOR1AS- ~GENERAt.ES~ DEL Ot.:RECHO 285
4.3.1. Las explicaciones racionales o conceptuales. ricas (identificatorias) de bajo rango de las tdj"O Pueden, sí,
El uso leórico de la razón ser más o menos "adecuadas" al e>.plicandum en relación a l) si
preservan aspectos fértiles importantes de la idea implicita y
En estas explicaciones'08 el propósito es que el expl 11) si logra precisar el significado de la idea en un sistema de
explicite ciertos aspectos de los enunciados lingüísticos e significados que estén conectados con ella '" .
tidos por legisladores o los enunciados lingüísticos y m
Es cierto: las explicaciones racionales o conceptuales es-
lingüisticos de los dogmáticos del derecho -que se supon
tán. en la práctica cientifico-juridica efectiva. estrechamente
encuentran "implícitos" en una determinada práctica.
ligadas con las actividades de identificación y sistematiza"
explicación de esta clase involucra los siguientes pasos.
ción de proposiciones teóricas acerca del derecho. Esto es así
porque, antes de saber si las proposiciones dogmáticas son
-Toma una idea no conscientemente desarrollada y
verdaderas o falsas. debemos saber qué quieren decir. En efec-
explicita.
to, las tgd y las tdj forman un continuum en el sentido de que la
-Toma esta idea más precisa. actividad conceptual es parte de una actividad necesaria en
-Sitúa la idea en un sistema haciéndola consistente cualquier ciencia. Este continuumse explica en la idea de Hem-
otras ideas. pel según la cual la formación de conceptos y la formación de
teorias son aspectos que -en las prácticas científJcas- no es-
-Incrementa el significado de la idea con la intención tán disociados"'. Es una idea que permite entender. desde
hacerla más efectiva o manejable para propósitos teóri otro punto de vista, las confusiones que llevan a creer que las
prácticos 109 .
tgd (como las propuestas por Kelsen, Alchourrón y Bulyginj
son teorías cientificas y que las teorías cienlifico-sociales son
Las explicaciones metateólicas de esta índole son
jlcas y no son patrimonio exclusivo de los teóricos gener
del derecho. También se encuentran en la dogmática}
sólo que, frecuentemente, en forma implícita. \10 Actualmente esta posición es sumamente discutida por los pro-
gramas epistemológicos de -naturalización- de la razón. Estos programas
El hecho de considerar "filosóficas" a estas explicad
surgen como una critica a los programas epistemológicos raclonaJi.stas o
no es trivial. Su status determina el tipo de ·prueba" o ·co nonnativos que no se someten a una crítica basada en las prácticas his-
racional". Según una posición tradicional. las explicaciones tóricas y reales de los sujetos de una cierta practica_ En virtud de ello.
estos programas realizan reajustes en las relaciones entre los compo-
cionales de esta clase no son susceptibles de ser corrobar nentes descriplivos y nonnatívos de las epistemologías tradicionalmente
o falsadas de la misma forma en que lo son las hipótesis nonnativistas. Sea porque establecen una ~reducción de lo nonnativo a
M
'indiscernibles' de las teorias filos6ficas' 13 entendidas ca El carácter filosófico de estas explicaciones muestra algo
esfuerzos de clarificación, refinamiento y progreso canee importante: no existe un procedimiento efectivo para decidir
tual. Su ligazón con las tdj es tan fuerte en la practica cien cuando una explicación de esta índole debe considerarse más
fica que llega a creerse que se trata de explicaciones falsabl o menos "adecuada" al explicandum. La palabra "adecuada" es
Se trata de una confusión que, probablemente, hunda su r una vía idónea para que se inmiscuyan cuestiones valorativas
en Kant. En la Critica de la Ra26n Pura'!4 0 en sus Proleg6 sobre las que los jurístas qua filósofos desacuerden. Todavía
nos! 15 , Kant sostuvo una tesis algo oscura, según la cuall más: no es el caso de afirmar que, a diferencia de estas hipó-
enunciados filos6ficos (o metafisicos) podían ser reconstruid tesis. las hipótesis empíricas (identificatorias) o lógicas
como "científicos", Estos enunciados, que no son otros que 1 (sistematizadoras) de los dogmáticos estén sometidas a rigu-
conocidos sintéticos a priori, en realidad pueden ser refe rosos procedimientos efectivos.
muladas como presuposiciones conceptuales necesarias en
En realidad, el uso te6rico de la ra26n significa que las ex-
constitución y organización de la experiencia. Tal vez é
plicaciones que están constituidas por hip6tesis conceptuales
era una de las funciones que pretendía cumplir la no
son aplicables, por definición. a cualquier sistema juridico
hipotética kelseniana qua hipótesis sintética a priori: la ca
(de ahi devendria su caracter 'general' y por esto se denomina
tituci6n del derecho como fen6meno empirico en un fen6me
teorias 'generales' al conjunto de estas hipótesis). Estas hipÓ-
normativo. En iodo caso, la idea de Kant es que las temías ci
tesis conceptuales, confornle este uso tec;¡ico de la razón, deben
tificas siempre remiten a supuestos metafísicos últimos ("
expurgar todos los elementos que tornen más dificil el acuer-
tegorias" en ténninos de Kant o Kuhn, "marcos conceptual
do intersubjetiva taJes como aquellos conectados con propues-
en términos de Putnam) que hacen posible el conocimien
tas valorativas. El uso teórico de la racionalidad significa que
Pero, iluminada la tesis de Kant, surge la posibilidad, por
las explicaciones de esta clase son racionales porque se defi-
parte, de analizar las funciones epistémicas que estas te
nen como hipótesis controlables por valores normativos
rías efectivamente cumplen en la ciencia juridica y, por o
epistémicos que se apoyan, en última instancia, en distincio-
las relaciones conceptuales genuinas que mantienen con I
nes conceptuales tales como normas/proposiciones acerca
tdj. Juntas configuran un continuum de indudable impacto
de normas, actividad teórica, neutral o cognoscitiva/acti\~
la formulación de los problemas normativos y sus solucion
dad no teórica, no neutral o no cognoscitiva, etc. Son distin-
No obstante ello, -Iógicamente- pueden ser distinguidasll$o
ciones tajantes tendientes afacilitar acuerdos intersubjetivos.
Testifican las dicotomías que mencioné; principalmente, la
I
,
I
1-
288 GUILLERMO LARlGUET ACERCA DE LAS LLAMADAS "n:oRIAS" "CENERALES" DEL DERECHO
289
sostenida entre hechos y valores. En el fondo, se trata de de la práctica de los juristas l18 • Los elnbates contra esta clase
versión restringida de la racionalidad: restlicción que obed de positivisnlo sostienen, precisamente, el argulllento según
al escepticismo acerca de la posibilidad de acuer el cual este positivismo no es plausible pues "contrasta con la
intersubjetivos en las discusiones axiológicas mantenl práctica de los juristas"119. Asi. sostener que los juristas en
entre los juristas, por ejemplo, aquellas en que las hipót sus prácticas se ciñen estrictamente a la tesis de las fuentes
.de relevancia de los juristas qua teólicos discrepan con sociales sin invocar argumentos Illorales sería una Inanera
tesis de relevancia de los julistas qua legisladores [lagu de caer en la mira de estos embates.
axlológicas). Pero, ¿por qué deberiamos aceptar esta res
Una de las defensas más comunes contra estos embates
ción de lo racional?
se relaciona con el carácter "conceptual" o "filosófico" de es-
tas reconstrucciones. Esta defensa es posible en cuanto se
4.3.2. Las explicaciones racionales-axiológicas. El uso admite, sin discusión alguna, que este carácter vuelve "in-
práctico de la razón mune" a las teorías. Es claro que si concebilnos las tgd como
un repertolio de enunciados analíticos, o de definiciones pre-
Dworkin, sin duda, no la aceptaria. Él sostendria que vias como observaba Tarello a Scarpelli. no habría forma de
juristas no expresan sólo ideales racionales en sen atacarlas ni de discutirlas racionalmente. Más allá del hecho
epistémico. También expresan ideales axiológicos (susc de que esto produciria la paradoja de teOlías que ofrecen ex-
bies de consideración racional) y esto elqJlica que muchas plicaciones racionales que no pueden discutirse (lo cual se-
se presenten como intentos de abordar el problema de ria irracional). creo que.la alegada inmunidad de estas tgd es
derecho "justo" o "correcto" partiendo no sólo de posicio un argumento débil en su defensa. Es asi porque basar la
descriptivas sino también jusUficatolias. Nuevamente se inmunidad de las tgd en la existencia de proposiciones analí-
senta el problema de detenuinar en qué consiste el cará ticas sólo garantiza una inmunidad trivial. Esta inmunidad
"descliptivo". "conceptual" o "racional" de una tgd. Este pr trivial no impide que discutamos si las reconstrucciones con-
lTIa está en el centro de muchas discusiones de "tercer ceptuales ofrecidas por una tgd dan cuenta del modo en que
que los filósofos del derecho mantienen en tomo a có los participes de una práctica usan sus conceptos o pretenden
teorias deberian reconstmir las prácticas de losjuristas1J 7 • usarlos.
más: esta cuestión es una de las que subyacen plincipal
La idea de dejar de lado el argumento de inmunidad' para
al debate que los filósofos mantienen en tomo a la cues
estas reconstrucciones cobró impetu desde que Lakatos lan-
de si el llamado positivismo "duro" da cuenta adecuadam
zó una pregunta problematizadora. El se preguntaba cómo era
117 Para una discusión mas amplia de esta cuestión con rela
las ciencias sociales. puede verse rAYo BJian and OONALD MOON. J.: IIB Cuestión que se vincula actualmente COIl las discusiones "inter-
Would an Adequate Philosophy oC Social Science Look Like?~, en R nas" del positivismo (positivismo incluyente vs positivismo excluyente)
in the Philosophy oJSocial Science. Edited by Michael Martin and 119 Véase BAYON, Juan Carlos: "Derecho, Convencionalismo y Con~
Mclntyre. A Bradford Book. MIT Press, Massachusetts. 1994. pp. 2 troversia··. Inédito.
290 GUILLERMO LAR1GUET ACERCA DE LAS LLAMADAS "TEORiAS" -GENERALES" DEL DERECUQ 291
posible c,iLicar estas metodologías de reconslrucción racio "mostrar una práctica bajo su mejor aspecto" son arnbiguas.
esto es. si existían condiciones para falsarias "O . A partir Uno pod'-ia sostener que Alchourrón y Bulygin también inten-
allí, la epistemología ha revisado serial11ente la 'racionali tan mostrar la practica bajo su mejor aspecto. lo cual signifi-
de estos modelos y ha sugetido la necesidad de su reajuste ca describir y reconstruir ideales racionales epistemicos
lo que pasa efectivamente en el mundo l21 . Es claro que centrados. por ejemplo, en que los jutistas identifiquen el de-
recién comienzan los problemas. Dos filósofos pueden ofr recho por sus fuentes sociales en forma neutral. Para Dworkin.
distintas reconstrucciones de esta practica. Piénsese, por el contratio. mostrar la practica bajo su mejor aspecto,
ejemplo, en Puller y Hart 122 . Uno defendiendo' la import supone que los juristas den cuenta de ideales racionales de
de los "propósitos" en la interpretación. el otro. lo trascend índole practica.
te del "significado". Parte de esta diferencia reconstructiva Ambas tgd pretenden ser "descriptivas" de la practica123
apoya en la existencia de dos concepciones diferentes ac efectiva de los jutistas: en otras palabras, de los ideales im-
del significado y los valores. En Puller los usuarios del I plícita o explícitamente vigentes en la practica de los jutis-
guaje debaten cuestiones sobre el significado de las pala
taso Es claro. también. que ambas desctipciones se conectan
sin independizarse de los propósitos valorativos en juego. con reconstrucciones (o construcciones) que son "racionales"
Hart esta independencia es posible porque sus usuarios y "nomlativas- pero en sentidos distintos: una reconstrucción
lenguaje, en el fondo. aspiran a emplear un lenguaje con el se basa en ideales racionales epistémi~os y otra reconstruc-
ta autonomía semantica. Ambos mósofos. no obstante, pret ción se basa en ideales racionales en sentido practico. Por
den dar cuenta de una practica. esto es. de cómo los usu cierto: al igual que en las explicaciones filosóficas epistémicas.
emplean sus conceptos. en las explicaciones axiológicas no existen procedimientos
Sin embargo. ¿qué significa "dar cuenta de una pra efectivos para decidir cual es la mas plausible. Pese a esta
ca"? dil1cultad Dworkin ha argumentado que los juristas deben (y
pueden) encontrar las mejores justificaciones axiológicasl24
En el caso de Dworkin, ¿qué significa "mostrar una pr-
para el derecho'25. Este 'deben' muestra que el enfoque
tica bajo su mejor aspecto"? Aqui hay un nudo important
metateórico de Dworkin es, ademas de parcialmente descripti-
este nudo sólo puede empezar a deshacerse una vez que
vo de la existencia de ideales axiológico-racionales, nonnati-
vinamos que las expresiones "dar cuenta de una practica
VD. Pero no lo es sólo en cuanto a ciertas exigencias
epistémicas enderezadas a los juristas (por ejemplo la recons-
trucción del derecho como integtidad) sino en cuanto a exi-
120 BRONCANO. Fernando: "La Naturalización de la Razón". en R
naHdad' Epistemico. León ülivé Edito!". Trolla. Barcelona. 1995. p. 22
121 Esta perspectiva supone una relación diferente entre los com 123 Y no es una cuestión menor detenninar que entidades incluya esa
nentes descriptivos y normativos de una explicación racional.. 5e~ prriclica: discursos. creencias, uso de herramientas en detenninada di-
que establezca una reducción del primero al último, sea porqucJustt rección. etcétera.
la coherencia fáctica de ambos. sea. por último. porque defienda 124 Estas justificaciones pueden reconstruirse confonne un modelo
relación ontológica de dependencia o sobreveniencia de. lo nonna 'explicativo' hipótetico-deduclivo: sólo que la conclusión resulta en un
respecto de lo descriptivo. Cfr. BRONCANO, Fernando: op. ~il:. ~. _2~3. juicio normativo y no en uno descriptivo.
122 CEROIO HERRAN, Jorge: -Fuller v. Hart: ¿Un caso faed? , medl 125 DWORKJN, Ronald: Law's Empire. op. el!.. pp. 3- 1 1: 33-35: 94.
292 GUll,L.ERMO LARIGUET
se susciten desacuerdos. En este sentido, nadie se pro (Y CARLOS ERNST) AL MODELO DE RECONSTRUCCIÓN RACIONAL