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LA INTEGRACIÓN SOCIAL COMO MODELO TEÓRICO METODOLÓGICO

PARA LA OBSERVACIÓN DE PROGRAMAS SOCIALES

Jaime Alfaro Inzunza


Ximena Báez Tuñón
Universidad Diego Portales - Chile

1. Introducción
Una primera discusión conceptual a la Integración Social (I.S.), muchas miradas a
un mismo objeto.
2. La Integración Social desde la mirada sociológica
3. La Integración Social, desde un enfoque psicosocial
a. Contexto del enfoque
b. El enfoque psicosocial.
c. Delimitación operacional de la noción Integración Social.
4. Algunas cuestiones que se despliegan sobre la I.S.
5. Referencias

INTRODUCCIÓN

Con creciente interés, distintos actores y principalmente el Estado, estructuran


programas y proyectos sociales tendientes a impactar favorablemente en la Integración
Social de los sujetos. Sin embargo, poco se ha discutido en cómo abordar conceptual y
metodológicamente tal noción.

Por otro lado, la reflexión teórica y los sistemas de observación metodológicamente


válidos y confiables, han permitido construir un campo de trabajo donde la Psicología
Social aporta con sus modelos y técnicas para el estudio de la Integración Social.

Finalmente, se desprende de esta reflexión la vinculación necesaria entre la política


social (tanto en sus programas y proyectos) con los modelos teóricos que aporta la
Psicología Social, y en otro plano se deduce una reflexión sobre el valor de la
Integración Social, como un deseo y aspiración de la sociedad, que sin embargo en el
escenario de la modernidad y los procesos de modernización se encuentra tensionada.

1. UNA PRIMERA DISCUSIÓN CONCEPTUAL A LA INTEGRACIÓN SOCIAL (I.S.), MUCHAS


MIRADAS A UN MISMO OBJETO

Llama la atención como el tema de la I.S. actualmente se asoma por distintos lados
de la realidad social como una demanda real que adquiere múltiples significados.
Sobretodo es llamativo el hecho que actores como el Estado y los servicios sociales que
se vinculan con éste, utilicen esta noción como parte de su imagen objetivo, que sin
embargo, tiene una muy reciente definición y discusión conceptual y metodológica

Tal es el caso de SENAME, que sólo a partir de 1995 define explícitamente a la


Integración Social como eje articulador de su Misión (SENAME, 1995). Además de ello
encontramos en otros estudios que aluden al tema de la Integración Social, por ejemplo,
el trabajo realizado por el Consejo Nacional para la Superación de la Pobreza "La
pobreza en Chile: un desafío de equidad e Integración Social", (CNSP, 1996), o los
estudios del INJUV en donde se analiza la Encuesta Nacional de Juventud de 1997 en
relación a los temas de educación y trabajo (INJUV, 1998) considerando uno de sus ejes
temáticos a la integración. Por último, también aparece en el trabajo a cargo del PNUD,
"Desarrollo Humano en Chile – 1998", la categoría de la integración como uno de los
ejes para analizar el tema de la modernización en nuestro país (PNUD, 1998).

Sin embargo, si indagamos los aportes de las ciencias sociales al estudio de la


Integración, podemos dar cuenta de que tal noción ha sido abordada hace ya bastante
tiempo y que además ha desarrollado discusiones que implican diferentes enfoques y
saberes disciplinarios.

En este sentido, es posible indagar estos aportes considerando un camino para tal
noción, específicamente tomando la mirada sociológica y el enfoque psicosocial, en la
cual se puede vincular énfasis diferentes al momento de observar programas y
proyectos sociales que busquen o que tengan como propósito la Integración Social.

1.1 La Integración Social desde la mirada sociológica.

La noción de Integración Social puede encontrarse en los trabajos de Durkheim,


que instala la discusión en torno al modo en que las sociedades modernas producen y
mantienen el orden social. Básicamente en el trabajo de Durkheim, la integración social
hace referencia a los medios y modos de organización y regulación de la sociedad;
partiendo de una concepción que define a la sociedad como un sistema de orden, que
incluye el complejo de normas reguladoras. Así la Integración Social, es una
consecuencia de la incorporación de normas y orden social, y en su reverso, se puede
ver a "una sociedad con carencia de normas en un estado de Desintegración Social"
(ALPERT, 1986).

Con esta primera aproximación al tema de la Integración Social, se han ido


construyendo versiones posteriores, más o menos cercanas a las corrientes estructurales
y funcionalistas de la disciplina sociológica. Básicamente el debate se centra en el tema
de forma y función de la acción de los sujetos en el orden social, o dicho de otro modo,
la referencia a los modos de articulación normativa de los sujetos en la sociedad a la
cual serán integrados.

Una de esas versiones se evidencia en el trabajo de Merton (MERTON, 1968)


donde se intenta explicar el estado de Integración Social a partir de cómo ciertas
estructuras sociales ejercen una presión definida sobre las personas para adaptarlos.
Tales modos de adaptación son funcionales al sistema, a pesar que puedan fluctuar
desde actitudes conformistas a no-conformistas.

Así la integración al orden social toma diferentes valores, en relación con la


articulación de medios y fines establecidos. Desde este punto de vista, interesa no sólo
los modos integrados al orden, sino que se incorporan como parte de la sociedad las
llamadas actitudes o modos de desviación, en donde se muestran el grado de
Desintegración Social en la que se instala un cierto modelo social. A diferencia de las
corrientes funcionalistas donde la integración era vista como un proceso armónico,
único y estable, Merton incorpora la idea de tensión al interior del sistema funcional,
donde cada manifestación o acción social esta referida igualmente al lazo entre sujeto y
sociedad.

Otras definiciones que tocan el tema de la Integración Social comprenden a ésta


como "un proceso social donde diversos elementos tienden a coordinar en un todo
unificado y homogéneo" (PRATT, 1987).También se ha comprendido como un sinónimo
de "interdependencia dentro de un sistema funcional que mantiene lo diverso en
unidad, orden y coherencia en un cierto tiempo y espacio" (SCIOVELETTO, 1986). Otra
definición apela a "la reunión de personas o grupos aislados, que forman una unidad o
unión social, donde la adherencia puede ser consensual o arbitraria" (SCHOECK, 1985).

En general, se puede ver en estas definiciones y tradiciones intelectuales el interés


por comprender a la integración social a partir de la incorporación de normas y orden
social por parte de los sujetos y, por otro lado, se comprende a la integración social
como un proceso tendiente a la unificación y coherencia de las partes, donde tales
partes pueden tomar diferentes valores.

De este modo se puede decir que la Integración Social es vista como un fin en la
medida que reporta un cierto orden societario, pero también es vista como un camino,
por el cual transitan los sujetos para incorporarse a tal estructura. En este sentido la
Integración social requiere de la capacidad de vincular individuo y sociedad en un solo
gesto. Es decir, la integración es un producto del proceso de vinculación social, en sus
diferentes planos.

Por ende, cuando existe un proceso de ruptura o debilitamiento de los vínculos


sociales nos enfrentamos a una estructura en desintegración social, o lo que es lo
mismo, a la exclusión social de los sujetos respecto de la sociedad.

Este proceso de debilitamiento o ruptura de los lazos que unen al individuo con la
sociedad ha sido explicado preferentemente en los planos materiales, para lo cual se
han construido categorías de análisis tales como la desigualdad o la pobreza, que sin
entrar en mayores detalles corresponden a dos modelos de comprensión de la
desventaja social de los sujetos en la sociedad.

En el caso de la desigualdad como categoría de análisis, se puede decir que


corresponde a la respuesta frente a la distribución de los ingresos, es decir, a la
repartición de los beneficios de una sociedad, en este sentido se fija en el acceso relativo
de los medios materiales para ciertos fines que, en última instancia corresponden al
logro del bienestar. Por su misma definición este concepto logra comparar el grado de
desventaja de unos sobre otros, permitiendo la observación de la tradicional dicotomía
que hay entre los de "arriba" y los de "abajo" o, dicho en otras palabras, entre los
monopolios y los monopolizados. Corresponde a un concepto que sitúa a los grupos en
un esquema jerárquico de participación de la riqueza social.

Por otro lado, en la categoría de pobreza se sitúa a un individuo respecto de una


cierta medida de comparación. Tal medida es una definición taxonómica en cuanto a
cantidad de ingresos y grado de satisfacción de las necesidades básicas; apunta
fundamentalmente a la condición de vida actual de los individuos, es un fenómeno
esencialmente económico que se asocia principalmente a formas de participación
incompletas o parciales dentro de la estructura social y se expresa en el subconsumo.

Si bien ambas categorías han respondido básicamente a la distancia material que


hay entre los sujetos, con ello se restringen las dimensiones de la vida social en la que
ellos se sienten cohesionados, o no alcanzan a abordar la vinculación que se requiere
para ser partícipe de la sociedad.
En la actualidad la discusión se centra en el uso de conceptos como
"desintegración", entendiéndolo como sinónimo de "exclusión" (MAC CLURE, 1995), el
cual adquiere diversas connotaciones, osea, se dice que "la exclusión es polisémica", y
"que tiene múltiples significados" (SILVER, 1994). Tales significados incorporan tanto al
intercambio material, como al intercambio simbólico, lo que alude a una variedad de
dimensiones en las cuales opera concretamente la observación de la desventaja social de
los sujetos.

Tales dimensiones consideran factores económicos, políticos, y sociales. Así en lo


económico se sitúa el problema de "acceder a los medios necesarios para participar en el
intercambio productivo" (DE LOS RIOS, 1995). En lo político, el punto central considera
"la desigualdad de derechos entre los miembros de una sociedad" (DE LOS RIOS, 1995).
Luego, en la dimensión sociocultural, la exclusión está referida a: "primero, la
precariedad o ausencia en la participación de personas en redes sociales, segundo, la
precariedad de la relación entre individuos e instituciones sociales, y tercero, la ruptura
entre ciertas personas o grupos con la cultura de la sociedad" (DE LOS RIOS, 1995).

De este modo la Exclusión Social comprende tanto "la denegación de los derechos
sociales como las privaciones materiales. Consiguientemente, abarca no sólo la falta de
acceso de bienes y servicios, vinculada con la pobreza, y la insatisfacción de las
necesidades básicas, sino también con la exclusión de la seguridad, la justicia, la
representación y la ciudadanía" (OIT, 1995).

Por otra parte, se dice que la exclusión corresponde a "un proceso que surge a
partir de un debilitamiento progresivo o un quiebre definitivo o duradero de los lazos
que unen a los sujetos a la sociedad a la que pertenecen, de modo tal, que se establece
una división entre los que están dentro y quienes están fueran de ella" (DE LOS RIOS,
1995). También, "la exclusión dice relación con la forma de integración que construye
cada sociedad, da cuenta de la sociedad y de como se realiza la relación entre las
personas y la sociedad" (DE LOS RIOS, 1995).

En síntesis, la noción de Integración Social ha transitado desde el trabajo de


Durkheim, a versiones más cercanas al estructural funcionalismo de Merton, pasando
por el uso de categorías que explican la desventaja social, bajo la noción de pobreza y
marginalidad, hasta el momento actual en que se considera el problema de la
integración haciendo referencia sinónima a la exclusión social en diversos planos y
dimensiones de la vida social.

Desde cada uno de estos puntos de referencia es posible aproximarse a tipos de


análisis diferentes dentro del campo sociológico. De este modo el aporte de la mirada
sociológica al estudio de la Integración es proponer niveles y categorías generales que
describen en sus partes esta noción y delimita ámbitos del problema, pensado sobre los
lugares en los cuales la Integración cobra sentido para las sociedades y para las políticas
sociales que construye.

1.2 La Integración Social, desde un enfoque psicosocial

Desde la disciplina psicológica el tema o la pregunta por la integración social ha


sido escasamente formulado. Sin embargo, existe un contexto en la disciplina que
permitirían aludir a tal fenómeno por medio del uso de algunos conceptos psicosociales
afines. Tal contexto nos ayudará a situar tales conceptos en una aproximación
preliminar de índole psicosocial al tema de la Integración Social en planos individuales.

1.2.1 Contexto del enfoque

El llamado enfoque psicosocial, que se sitúa entre los polos psicologicista y


sociologicista, sugiere no sólo una aproximación de la disciplina, sino que da cuenta de
una serie de tensiones que cruzan niveles ontológicos, epistemológicos, metodológicos
y teóricos de la Psicología Social. Al mismo tiempo, el enfoque se sitúa en una serie de
debates, no resueltos completamente, y paralelamente, ha permitido la construcción de
conocimiento útil para la descripción empírica de ciertos "problemas sociales".

Es en estas tensiones que se podría delimitar un contexto, desde el cual el enfoque


psicosocial dialoga o disputa con otros modos de acercamiento al conocimiento de la
realidad social.

Respecto de la tensión ontológica o metateórica, esta se ha centrado en el debate


entre el predominio de la filosofía de la ciencia positivista y las formulaciones de la
hermeneútica y fenomenología. Con esta primera cuestión se ha puesto de relieve la
discusión por el fundamento filosófico en la construcción de conocimiento científico,
delimitando miradas que van desde un carácter explicativo-descripitvo, que se
aproxima a los fenómenos o a los objetos desde un cierto objetivismo, a uno más
comprensivo, en la cual se va incorporando la mirada del investigador en lo
investigado.

Además, este debate ha cuestionado "la inexistencia que los datos sean
independientes de las teorías que los demandan y en parten construyen" (PAEZ, 1992).
Con ello ha quedado de manifiesto que el papel de las explicaciones heredadas,
impregnadas del empirismo y el positivismo lógico que no han logrado generar la
formulación de leyes causales que permitan la predicción de la vida social, optando en
la actualidad más bien por "la reconstrucción de cualquier fragmento de la realidad
social partiendo de los elementos que los mecanismos estructurales aportan" (PAEZ,
1992).

Esto de alguna manera ha significado que los supuestos desde las cuales se
construye el saber científico cada vez están más sujetas a los intereses del observador y
que se han ido reconstruyendo los discursos en los cuales existía sólo un modo de hacer
ciencia, en otras palabras, en la actualidad se asume al enfoque psicosocial como una de
las variadas formas de pensar metateóricamente la realidad social.

En el plano epistemológico, el principal debate ha tenido relación con explorar la


relación sujeto-objeto y el método científico como mediador de esta relación. En pocas
palabras, lo que se ha cuestionado es que ese modo de definir la relación de
conocimiento y el método científico han sido pensados preferentemente para las
ciencias naturales, en tanto que las ciencias sociales, al asumir pasivamente esta forma,
han quedado limitadas frente a la naturaleza misma del objeto de estudio, el cual
corresponde a otro sujeto social y como tal porta las mismas complejidades y riquezas
del sujeto que conoce. Desde aquí surgen una serie de debates que van desde el valor
ético de los modos de conocer hasta una reflexión sobre las metodologías y las
cuestiones sobre los procedimientos técnicos.

Por otro lado, el plano metodológico es quizás en la actualidad uno de los de


mayor controversia para la disciplina, porque la discusión metateórica cede en la
medida que se asumen distintos referentes filosóficos; también la discusión
epistemológica cede, pues a pesar que se encuentra implicada en todo el proceso de
conocimiento, en verdad su problematización esta puesta fuera de los mismos
dispositivos de investigación; en cambio, la discusión por la metodología surge desde la
propia investigación de la realidad social.

Para algunos autores inclusive, al momento de diseñar la investigación social se


manifiestan las preguntas y la información cristalizada del nivel metateórico
(ideológico) y epistemológico. Desde este punto de vista la elección de alguna
perspectiva (sea esta cuantitativa o cualitativa) no es totalmente azarosa sino que se
comportan como metáforas de una cierta ideología (IBAÑEZ, 1992). Sin embargo, para
otros la elección de un método cuantitativo o cualitativo tiene que estar en relación con
el problema que se quiere resolver, con lo cual las "guerras metodológicas" pierden
sentido, siendo más relevante explorar las condiciones de producción del saber positivo,
sea este entregado por un método u otro (IBAÑEZ, 1992).
Finalmente en el plano de las teorías, brevemente, la Psicología Social en la
actualidad se puede describir dentro de dos polos: los modelos de tipo analíticos
operativos de alcance medio, y los modelos eclécticos con un carácter más especulativo
y ensayístico que buscan preferentemente la comprensión.

En el caso del primer polo, se encuentran los desarrollos de una psicología


aplicada a problemas sociales, con énfasis en la intervención social, articulando
parcialmente niveles de realidad entre lo psicológico, con lo microsocial y macrosocial.
Desde el otro polo, está la búsqueda de modelos que logren asumir sustancialmente la
complejidad de la realidad social, por lo cual se han aproximado más a otras disciplinas
y corrientes teóricas nutriéndose tanto de las discusiones que en estos campos se han
desarrollado como de algunos conceptos que incorporan las dimensiones simbólicas y
representacionales de los colectivos, ancladas principalmente en el uso, por ejemplo, de
las categorías de representaciones sociales, discursos sociales y sujetos colectivos. En
otras palabras, se pueden distinguir estos polos como lo que Moscovici describe de la
visión psicosocial en cuanto a una "lectura binaria o una lectura ternaria" del objeto de
la Psicología Social (MOSCOVICI, 1988).

Con todas estas tensiones descritas un enfoque psicosocial se sitúa en el marco de


una disciplina que tiene un carácter "multiparadigmático y multimetodológico" (PAEZ,
1992). Sin embargo, en esta variedad de posibilidades de estudio de la realidad social,
parece ser habitual y más sencillo estudiarla con modelos de causación simple que de
causación recíproca y de naturaleza socioconstructivista, mostrándose más simple el
abordaje metodológico para la generación de teorías explicativas del objeto y temas de
estudio de la Psicología Social (MORALES, 1994).

1.2.2 El enfoque psicosocial

Dado el anterior contexto queda por reflexionar sobre la descripción del enfoque
que será usado para el estudio de la Integración Social, que como ya se dijo no está
desvinculado de las preguntas y tensiones que posee la disciplina.

Para el estudio de la Integración Social se considerará un enfoque psicosocial que


se sitúe en el interjuego entre el individuo y la estructura social, concibiéndose la
relación entre lo individual y lo social desde una dinámica de mutua constitución. Tal
relación entre un sujeto individual o colectivo y un objeto social no es concebible como
una simple sumatoria de ambos elementos, o una interacción mecánica de dos objetos
preexistentes e independientes (no afectados o condicionados significativamente por la
dinámica de interacción), sino que corresponderá principalmente a la interacción social
dinámica entre ambas dimensiones.

En esa interacción se releva el papel de los procesos de percepción subjetiva en la


dinámica de construcción de objetos sociales, con lo cual la Integración Social no sólo es
abordada en sus planos "objetivos" o fácticos (propio de la mirada más sociológica antes
expuesta), sino que también en planos subjetivos o representacionales. De este modo se
incorpora la mirada del proceso que surge en la dinámica de los distintos contextos
sociales y el desarrollo del individuo dando importancia a dimensiones subjetivas.
(ASUN, ALFARO Y MORALES, 1994).

El valorar la subjetividad permite considerar la especificidad de los fenómenos


observados, al mismo tiempo que resulta ser lo suficientemente comprensiva en lo
estructural para dar cuenta del fenómeno social en general. Centrándose
fundamentalmente en cómo se desarrolla la negociación entre el sujeto, su
problemática, sus recursos y su entorno socio-histórico (ASUN, 1994).

Esto quiere decir en definitiva que la Integración social desde una ópitca o enfoque
psicosocial incorporará no sólo los planos de oportunidad y acceso a la estructura
económico-social, sino que también considera el intercambio que realiza el individuo
con su entorno simbólico y cultural.

Desde esta perspectiva la Integración Social se constituye en la relación que hay


entre subjetividad y estructura social en diferentes ámbitos, en cuanto a dimensiones
macro y micro sociales, en un cierto contexto histórico/cultural, en el cual se pone en
juego la posibilidad de pertenencia a un todo social.

1.2.3 Delimitación operacional de la noción Integración Social

En consideración de los aspectos antes revisados, se concibe la noción de


Integración Social desde su constitución en planos subjetivos y objetivos, a la vez que en
planos micro y macro social.

Se aborda la noción de Integración Social como una posición, estado o forma de


relación entre sujetos colectivos o individuales y el conjunto social, que ocurre en
distintos planos de la organización social, económica y cultural. Individualmente esta
posición social se constituye y es constituida por formas de percibir subjetivamente y de
relacionarse concretamente con lo social.
Respecto de estas distinciones analíticas de la I.S. (Subjetiva – Objetiva; Micro –
Macro) es posible articular los siguientes conceptos que permiten una primera
operacionalización de la variable, para observar programas sociales con un enfoque
psicosocial:

Integración Social Dimensión Macro Dimensión Micro

Dimensión Objetiva PARTICIPACION SOCIAL ESTRUCTURA DE RED


SOCIAL

Dimensión Subjetiva PERCEPCION DE ANOMIA PERCEPCION DE APOYO


SOCIAL

El interjuego de estas variables comprende, en síntesis, una operacionalización de


la integración social en categorías psicosociales, las cuales corresponden a una situación
subjetiva en la cual el entorno (la sociedad y las relaciones interpersonales significativas)
son vivenciadas consistente y positivamente (cercanas, comprensibles y coherentes) y
como una situación fáctica en que los sujetos mantienen vínculos reales (acorde con las
tareas del desarrollo y necesidades) en los planos familiares, educativos, laborales,
sociales e interpersonales. Así entendido, la Integración Social ocurre en la subjetividad
y objetividad de los vínculos. Por ende, es desde esta configuración que los programas
sociales deberían tender o estimular su trabajo, al mismo tiempo que les permitiría
observar su desempeño, logro e impacto.

2. ALGUNAS CUESTIONES QUE SE DESPLIEGAN SOBRE LA I.S.

Al ver este desarrollo de la noción de I.S. surgen una serie de preguntas e ideas
que tienen que ver fundamentalmente con:

La continuación del debate de esta categoría de análisis, quizás desde una


perspectiva que profundice en los procesos de construcción subjetiva, ahora ya no tan
ligado a los procesos de percepción individual, sino más bien situado en la subjetividad
en tanto actor y constructor de los sentidos y significados de la Integración. Esto de
alguna forma revela la necesidad de abrir una mirada diferente de lo psicosocial.
Por otro lado, queda por explorar nuevas aproximaciones metodológicas
articuladas en los modelos de estudio elegidos, dado que en este estudio sólo se exploró
una aproximación psicosocial del tipo ambientalista que tiene una estrecha conexión
con un enfoque positivista y empiricista desde donde las metodologías cuantitativas
surgen como el dispositivo más indicado para su estudio, es decir, con este estudio no
se clausura la posibilidad de abordar el estudio de la I.S. a partir de los modelos
naturalísticos, que por cierto su mejor complemento metodológico reside en la
aproximación cualitativa

Con los aportes entregados desde nuestra disciplina al estudio de la I.S. también se
abre un nuevo campo de trabajo donde se vinculen los temas o problemas sociales de la
I.S. con los modelos y técnicas de Intervención Psicosocial, pues a pesar que en las
Instituciones y ciertos actores como el Estado circula una opinión sobre tales temas,
estos aún no han construido un soporte teórico y metodológico para la formulación de
diseños de intervención y sistemas de evaluación de programas y proyectos sociales
afines con sus objetivos políticos. También al lograr poner en juego los modelos y
técnicas psicosociales, junto con el uso del campo de la evaluación, se abre una
posibilidad creciente de retroalimentar y evaluar los logros de la política social que ha
sido conceptualizada.

Por último, una de las preguntas que más sugiere el insistir en la importancia de
este tema tiene que ver con las grandes transformaciones que esta teniendo actualmente
el tejido social como producto, quizás, de la globalización y la modernización de la
sociedad, al parecer estos dos aspectos han repercutido significativamente en los lazos
entre el individuo y la sociedad, por lo que la integración aparece no como una tarea
menor sino como el deseo de afianzar una sociedad que se percibe cada vez más
fracturada y excluida en los planos sociales, políticos y económicos, allí existe un interés
por comprender ¿cómo entonces se construye este vínculo que permite la vida social y
colectiva?

REFERENCIAS

- ALPERT, H. (1986): Durkheim. México: Editorial Fondo de Cultura Económica.


- ASÚN, D. (1994): "Acerca del Enfoque Psicosocial o la superación de una visión
biomédica de los Fenómenos Sociales" En: Primer Informe Nacional de Juventud.
Santiago de Chile: Editorial Trineo.
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estrategias para el estudio e intervención psicosocial con jóvenes en Chile" Revista
Chilena de Psicología, Vol. 15 Nº 1.
- COMISIÓN NACIONAL PARA LA SUPERACIÓN DE LA POBREZA (1996): La pobreza en Chile:
un desafío de Equidad e Integración Social. Santiago de Chile: CNSP.
- DE LOS RÍOS, D. (1995): "La exclusión Social en Chile", Mimeo, OIT.
- IBÁÑEZ, J. (1992): "Perspectivas de la investigación social: el diseño en las tres
perspectivas" En: El Análisis de la Realidad Social. Madrid: Editorial Alianza
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- INSTITUTO NACIONAL DE LA JUVENTUD (1998): "Educación y Trabajo". Cuadernillo
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Latina", OIT.
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Chile – 1998. PNUD.
- PRATT, H. (1987): Diccionario de sociología. México: Fondo de Cultura Económica.
- SCHOECK, H. (1985): Diccionario de Sociología. Barcelona: Herder.
- SCIOVELETTO (1986): Diccionario de Sociología. Santiago de Chile: Ediciones Paulinas.
- SERVICIO NACIONAL DEL MENOR (1995): “Misión Institucional". SENAME.
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