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EL TIEMPO

Los peligros que corren quienes buscan poner orden


a los colados

14 de julio 2019 , 09:24 a.m.

Si las imágenes de una nevera metida a la fuerza en TransMilenio o los papás arriesgando la vida
de su bebé colándose con coche y todo en TransMilenio habían indignado a los bogotanos, lo
que sucedió esta semana fue la tapa: dos colados ingresaron al sistema con un perro de raza
peligrosa que terminó mordiendo salvajemente a un policía.

El hecho sucedió en la estación Flores. La situación, que se difundió a través de un video, es


angustiante: dos uniformados requieren a los jóvenes que se acaban de colar al sistema, discuten
y, de repente, el perro, estresado, muerde a uno de los agentes. Los dueños y la Policía forcejean,
logran separarse y los infractores huyen. Las autoridades van tras ellos, los alcanzan en la mitad
de la calle, con el perro enfurecido y sus dueños.

El asunto termina así: el uniformado queda herido en un brazo y una pierna, la pareja es detenida y
acusada de tres infracciones: violencia contra funcionario público, ingreso indebido al sistema y
transporte de un perro de raza peligrosa sin bozal. Por si fuera poco, la mascota, en medio de la
confusión, terminó extraviada. Entre tanto, las redes explotan solidarizadas con el agente.

Si bien las personas que ocasionaron esto pueden ser acusadas de violencia contra funcionario público
y podrían recibir entre cuatro y ocho años de prisión, lo cierto es que, como en otros casos, las cosas
pueda que no pasen de un mal recuerdo para los afectados.

Como el agente agredido por el perro, otros funcionarios y empleados del sistema también han llevado las
de perder al intentar poner freno a los colados, que suman más de 380.000. Recaudo Bogotá S. A. S.,
empresa que administra el dinero de los pasajes, reporta que en lo corrido del año se han presentado
90 casos de agresión a sus empleados. Todos por evitar que la gente ingrese sin pagar.
EL TIEMPO
En 17 meses, 263 mujeres fueron asesinadas en Antioquia

21 de julio 2019 , 06:15 a.m.

El 29 de octubre de 2016 fue la última vez que Evelyn Yarce Molina habló con su madre. Su
cuerpo fue encontrado el 9 de mayo de 2017, enterrado en una habitación de la fábrica de
calzado de su expareja. El dictamen de Medicina Legal indicó que murió por ocho golpes en la
cabeza.
La condena en contra del hombre por el delito de feminicidio agravado fue ratificada el pasado 9
de julio por el Tribunal Superior de Medellín y ahora está pagando 43 años y 7 meses de
prisión. Los investigadores determinaron que durante la relación, el hombre golpeaba a
Evelyn y lo siguió haciendo cuando ella le terminó.

Tras romper la relación, él llegó incluso a decir que la empalaría si conseguía otra pareja, le
escribía insultos en las paredes de su casa y pagaba para que la siguieran y le tomaran fotografías
con su nueva pareja.

Casos como este se siguen repitiendo en Antioquia, donde entre el primero de enero de 2018 y
el 31 de mayo de 2019 se cometieron 263 asesinatos de mujeres, según datos del Observatorio
de Asuntos de Género del departamento, que también informó que los municipios con mayor
número de casos son Medellín, Caucasia, Tarazá y Bello.
Ante esta problemática, la coordinadora del área de seguridad pública para las mujeres de la
Secretaría de las Mujeres de Antioquia, Patricia Martínez, dijo que es importante que estos
asesinatos se investiguen desde el principio como presuntos feminicidios.

“El feminicidio es un tipo penal autónomo y hay asuntos como la ira e intenso dolor que en vez
de ser un eximente se vuelven un agravante”, indicó la funcionaria. Por poner un ejemplo, un
feminicidio sería cuando una mujer es asesinada por terminar una relación, por celos o por
cualquier situación en la cual sea considerada una propiedad del agresor.

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