Los servicios públicos son el conjunto de bienes y actividades, por lo general
de tipo esencial o básico, que a través de la administración directa, de subsidios o de otros mecanismos regulatorios, un Estado le garantiza a su población, con el fin de brindar un mejor nivel de vida y proteger la igualdad de oportunidades entre sus ciudadanos.
Los servicios públicos suelen costearse con el dinero de los contribuyentes, es
decir, con erario público (gasto público), razón por la cual suelen limitarse a los indispensables para la vida contemporánea.
Dichos servicios, entonces, suelen estar protegidos por el Estado y son
considerados un bien de interés nacional, incluso cuando se otorga concesiones a la empresa privada para que administren dicho servicio. En algunas constituciones, incluso, se los declara propiedad inalienable del Estado.
Este tipo de servicios juegan un rol importante en los modelos de economía
mixta, es decir, que controlan el libre mercado mediante reglas de juego que tiendan a proteger al más desfavorecido, como ocurre en las economías sociales o en los Estados de bienestar. De hecho, el acceso a los servicios públicos es uno de los múltiples factores tomados en cuenta a la hora de medir los índices de desarrollo humano (IDH).
En ocasiones puede hablarse de servicios semi-públicos cuando se trata de
servicios privatizados pero que cuentan con cierto margen de subsidio o protección del Estado. El criterio para la diferenciación entre los servicios que han de ser públicos y los que han de ser privados a menudo constituye el debate entre las posiciones liberales (o neoliberales) y las proteccionistas o desarrollistas.
Algunos ejemplos de servicios públicos son:
Servicios de emergencia: seguridad ciudadana (policía), bomberos, cuerpos
militares, urgencias médicas, rescatistas, protección civil, etc.
Servicios burocráticos: servicio de identificación y extranjería, administración de
la justicia, registro de títulos universitarios, registro civil, notarías, atención turística, registro mercantil, archivos históricos, gestión cultural pública, etc.
Servicios básicos: luz eléctrica, servicio de gas, agua potable, acceso
a Internet, transporte público, servicio postal, educación pública, servicio de sanidad o salud pública, recolección de desechos sólidos, etc.