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A L .·. G .·. D .·. G .·. A .·. D .·. U .·.

Resp .·. Log .·. Sim .·. y Cent.·.


“ESTRELLA DE LAS PAMPAS” N°54
FUNDADA EL 1ro DE MAYO DE 1893
Punto Geométrico: C/Bolívar #27 Entre Zaraza y Rondón
Or .·. De: El Socorro-Estado Guárico-Venezuela.
Jurisdiccionada a la Muy Resp .·. G .·. Log .·. de la República de Venezuela
Monumento Histórico Nacional
S .·. F .·. U .·.

Or:. de El Socorro, 30 de Septiembre de 2018

Respetable Maestro
V .·. H .·. Primer Vigilante
V .·. H .·. Segundo Vigilante
Venerables Hermanos Todos

La Inmortalidad de la Acacia

Orlando Herrera.
M:.M:.
La Inmortalidad de la Acacia
La idea de la inmortalidad está muy unida en la mente del hombre con Dios, pues se
supone que él es inmortal, absoluto, perfecto e infinito entre otras cosas más. Pero:
“Sabed que ningún hombre vivo puede conocer a Dios más por el pensamiento; No
busquéis adivinar los atributos del creador, pues sólo podréis darle los que pertenecen al
hombre” . “Nadie ha visto jamás a Dios” Juan. 1:18

La acacia es un símbolo de la inmortalidad. Observamos el universo visible e inferimos la


existencia de “Dios la causa primera”, pero la parte jamás serán igual al todo, y Dios es el
absoluto. Entonces ante la imposibilidad de conocerle, le creamos como el ideal más
sublime que somos capaces de imaginar, y le asignamos atributos como: perfecto, infinito,
absoluto y eterno entre otros más. Como si el hombre imperfecto, finito, y relativo
pudiéramos ser conscientes de tales atributos. De tal modo que existen dos Deidades:
“Dios causa primera” y el “Dios-ideal” y ambos se definen mutuamente y evolucionan en
la mente del hombre en un proceso simbiótico hacia la mutua realización; Este es el ideal
al cual aspira el M,’, M,’, porque solo a través del “Dios-Ideal” es posible acercarse al
“Dios-Primero”… “Nadie puede llegar a los dioses solares o Cristos si antes no copula con
su musa”.

Se dice que además de la acacia, se encontró en la tumba de Hiram Abif un delta de oro
purísimo con el nombre de Dios. La tradición ancestral arcaica de los judíos, habla de la
destrucción del templo de Dios y en ese lapso se perdió el nombre original de la deidad,
adoptando como sustituto el de JHVH cada una de las letras hebreas que lo constituyen,
se relacionan con los cuatro elementos de la naturaleza: Tierra, Agua, Aire y Fuego, pero
también tienen relación con el hombre físico, emotivo, intelectual y espiritual.

Desde la óptica de la psicología mística, las letras del nombre de JHVH asumen el
siguiente significado: La primera letra es la “Yod” seria el “Yo” el alma y esencia del
hombre, la segunda letra y primera “He” seria el “No-Yo” la substancia o cuerpo físico, la
tercera letras seria la “Vau” el “Yo-Ego” un ser sincrético producto de la unión de dos
elementos, y sintético por no ser original, sino virtual y circunscrita existencialmente a la
presente encarnación. Este ser, es la parte de nuestra mente que nos relaciona con el
universo circundante. Esta triada se sintetiza en la última letra y segunda “He” que vendría
siendo el “hombre completo”, una nueva “Yod” en una octava superior que será origen de
un nuevo cuaternario.
Kadosch o Divinidad es perfección. Sin embargo lo absoluto es propio de Dios, y la mente
del hombre trabaja en forma relativa. De tal modo que cuando el retejador Masónico dice:
“Toma posesión de su propia divinidad”, se refiere al “Ideal-Dios”, y dentro de este
esquema, “El hombre completo” vendría siendo JHVH, y “ El hombre perfecto” seria
JHSHV, la diferencia estriba en la consciencia individualizada simbolizada por la letra No.
21 del alfabeto hebreo, la “Shin” que es relacionada con el fuego del espíritu santo, y que
ha aparecido en medio del tetragrama dando origen al pentagrama.

Hiram Abif viene representando la consciencia individualizada de la consciencia cósmica y


del alma universal, El ataúd en que se encuentra es el cuerpo físico, y el desierto es el
universo caótico.

La presente identidad y personalidad, es producto de nuestra formación idiosincrática de


la actual encarnación. Si tenemos existencia espiritual y aceptamos la palingenesia o
reencarnación como lo expresa la liturgia del M,’, M,’, obvio es pensar que cada ciclo de
reencarnación tendremos diferente identidad y personalidad, entonces: ¿Quiénes o Que
somos?… La respuesta es: “La palabra perdida”, que no es otra cosa que nuestra propia
alma y consciencia prístina, nuestra esencia o ser, pero leerlo o escucharlo no es saberlo,
alguien dijo: “Saber es experiencia, lo demás es información”.

Somos conocimiento de lo que creemos ser. Si tal conocimiento se pierde al morir nuestro
cuerpo físico, dejamos realmente de existir aunque nuestro cuerpo material continúe
existiendo en otros cuerpos de la naturaleza, y nuestra alma continúe existiendo en el
alma universal. Aún más, si renacemos, tendremos otra personalidad diferente a la
anterior y fundamentada en nuevos conocimientos idiosincráticos…Entonces, ¿Dónde
quedo la inmortalidad?

La consciencia no es el ser, sino una facultad del ser. La inmortalidad consiste en


conservar y ser consciente de cuanto fuimos, somos y potencialmente seremos. El
humano es un medio para que el alma despierte su autoconsciencia y evolucione, porque
el humano es finito y morirá, mientras que el alma, suponemos que es infinita y eterna.

El hombre posee cuatro cuerpos: El físico, emocional, intelectual y espiritual, y cada uno
de ellos posee su particular tipo de consciencia. Los ángeles y demonios que moran ahí,
deberán ser vencidos por el hombre, de lo contrario os seducirán y permanecerás cautivo
a su voluntad y caprichosos en su reino. Pero esto no lo puedes hacer suplicando con voz
trémula y plañidera como un mendigo que suplica por un migaja de pan, sino con fuerza y
poder para someterlos y os lleven sobre sus hombres al reino superior.
La verdadera inmortalidad es la unión del “Yo-Ego” con el “Yo-Alma”, es conservar
autoconsciencia de nuestra propia existencia, de cuanto fuimos, somos y potencialmente
seremos. … Recuerda: A la cena del Olimpo solo asisten los dioses.

Existen dos senderos para accesar la consciencia del alma. El sendero de la serpiente o del
teúrgo que utiliza el ceremonial para que por medio de la exaltación emocional llegar
hasta la consciencia del alma y ser uno con ella; El otro es el del vuelo de la flecha, o del
místico, que por medio de la meditación, inhibe los sentidos que nos ponen en contacto
con el mundo exterior, y silencia su mente para adentrarse en el reino interior, donde
libre de toda atadura material, une su “Yo-Ego” con el “Yo-Alma”.

Esto lleva tiempo y no es para todos, no porque sean menos uno de otros, sino porque
cada quien tiene su momento y su sendero, porque aún las personas que habitan en la
oscuridad profunda del amazonas, como aquellas mentes brillantes de la ciencia, teología
y mística, tienen su propio sendero… Pero ineludible e irrevocable, todos sin excepción,
estamos citados por la divinidad, para asistir a la apertura de la tumba de Hiram Abif, de
Christian Rosenkreuz o a la Bóveda Secreta de Enoc… y a nadie le es posible faltar.

Para conocer la inmortalidad que es el alma, primero debe ser un triunfador y dominador
de tu propia naturaleza animal, sensual e intelectual, ellas no son tus enemigas pero
debes aprender a dominarlos para que te conduzcan sobre sus hombros al siguiente reino
superior y así algún día llegar al reino del alma y desposarte con ella… Porque nosotros
somos el “Yo-Ego” el príncipe azul de los cuentos de niños, que ansía encontrar a la
princesa, la bella durmiente el “Yo-Alma”, y con un beso despertarla y unirse en
matrimonio con ella.

El sacerdote cuando oficia el ceremonial de un matrimonio dice: “Lo que Dios a unido, no
lo separe el hombre”, no se refiere a la unión del hombre y mujer, sino a la unión del
hombre físico con el alma, que es lo que verdaderamente unió Dios, este es el hombre
completo, y el hombre perfecto o divino, es la unión de nuestra alma individualizada con
el alma cósmica, y la inmortalidad es conservar siempre autoconsciencia nosotros mismos.

Es cuanto…

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