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1. C o n los pees junto», las rodilla» estiradas y la cabeza bien metida haoa el pecho,
baja el tronco lentamente (muy relajado, como si fueras un mufteco de trapo) para
intentar tocar el suelo con las manos. Aunque no hayas conseguido tocarlo, llegará
un momento en el que la tensión no te permita segur bajando Ahí debes aguantar
2 minutos; al volver a tu posición, sube despacito flexión ando las rodillas porque
incluso puedes marearte un poco. Este estiramiento suele ser más efectivo si
cierras los ojos y te concentras en cómo la relajación de la espalda te permite bajar
cada vez más.