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Oncología.
(Palabras clave: embriogenesis, Sindrome de Adaptacion General, linfocitos NK,
macrofagos, oncogenes, somatomedinas, stem-cells pluripotenciales...)
Es cierto que las neoplasias tienen ciertos rasgos genéticos distintivos, pero
resulta que los proto-oncogenes y oncogenes se expresan no solo en el cáncer (3)
sino también en el embarazo, el desarrollo embrionario, la sanación o cicatrización
de heridas, y también en la síntesis de factores de crecimiento y reparación en la
respuesta de adaptación al ejercicio intenso. Todo lo cual sugiere que el producto
de estos genes está implicado no solamente en las neoplasias sino en muchos
otros procesos fisiológicos normales que involucran lo que hemos denominado
bio-regeneración.
La noción del cáncer como tejido funcional útil implica un gran salto conceptual.
Desde esta nueva perspectiva puede cambiarse todo el abordaje terapéutico que
hasta ahora estaba basado únicamente en cruentas “técnicas de guerra”. Esta
revolución conceptual va a producir cambios análogos a los del abandono de la
cauterización con hierro al rojo por la sutura con hilo, o el paso de las sangrías y
sanguijuelas de antaño a los antibióticos y las medidas higiénicas.
Pero sigamos el análisis. Cuando la herida original (sea de origen químico, físico o
biológico) persiste debido a una incapacidad de sanar, estamos frente a una lesión
crónica que puede -a lo largo de años o incluso décadas- terminar por agotar las
células-madre de los tejidos vecinos. Las fases de esta guerra local son
exactamente las mismas que las del Síndrome de Adaptación General (G.A.S.)
descubierto por Hans Selye, a saber: Alarma, Resistencia y Agotamiento. Solo que
en este caso –en el comienzo- se trata de una reacción local.
Fig. 3 Tomando como modelo la reparación de una herida aguda (en este caso en
la piel) se puede establecer con claridad la semejanza entre las fases de sanación
de una lesión y los procesos pre-patológicos que conducen eventualmente al
cáncer clínicamente activo. En el primer cuadro se describe la intensa activación
primaria que tiene lugar como respuesta aguda a una herida: se forma un coágulo
de fibrina, las plaquetas arman un tapón (trombo) para sellar los capilares rotos y
parar la hemorragia, los leucocitos neutrófilos y los macrófagos (células
defensivas) inmigran de inmediato al sitio y comienzan a segregar señales
químicas que inducen el crecimiento de los vasos sanguíneos hacia la zona que
necesita ser reparada (angiogénesis), así como a los fibroblastos –las células
responsables de fabricar la matriz de colágeno- para garantizar el armado del
tejido conectivo o de sostén. El tercer cuadro describe el fracaso del intento de
sanación frecuente en los ancianos o las personas con diabetes avanzada.
La noción de que las células “malignas” son un último recurso desesperado del
organismo para sanar una lesión crónica resulta cada vez más congruente, y se
evidencia en el hecho de que las células tumorales segregan muchos de los
factores funcionales de reparación que se producen en los procesos comunes de
sanación (18).
Tanto los factores de crecimiento y reparación (factores CR) como las células-
madre se expresan abundantemente en todo tejido canceroso. Pero, ¿puede el
organismo hacer frente a las demandas biológicas resultantes de la lesión? A
menudo, no. Esta es la clave del asunto. Según esta hipótesis, si la lesión original
se cura por completo las células cancerosas simplemente se disuelven por medio
de la apoptosis o se rediferencian –dejando así de ser un problema- porque ya no
es necesaria su presencia. Esto implica que, si una persona cuenta con la vitalidad
y los substratos biológicos necesarios para una rápida sanación de cualquier
lesión, nunca llegará a surgir un cáncer clínico. El hecho de que las autopsias
rutinarias a personas fallecidas por otras causas revelen muchas más neoplasias
asintomáticas y en estadios primarios que neoplasias clínicas evidentes sugiere
que muchas veces las lesiones crónicas son sanadas por medio de “cánceres”
subclínicos, y la persona nunca llega a darse cuenta del proceso tumoral en sí
(19). El ganador del Premio Nobel P.D. Medawar ha dicho que “todas las personas
desarrollamos cáncer cientos o quizá miles de veces a lo largo de nuestra vida,
pero rara vez surge un tumor, y eso es cuando el organismo falla en su función de
protección”. (20)
Una solución a este problema son las revisiones médicas periódicas. Las
transformaciones precancerosas de los tejidos anuncian la posible progresión de
muchas clases de tumores sólidos, algunas de los cuales son relativamente fáciles
de localizar y extirpar. Algunas otras son sencillamente reversibles con técnicas
terapéuticas no invasivas.
Seguramente conoce usted a alguien que se halla extirpado algún pólipo del
colon. Si bien no todos los pólipos adenomatosos del epitelio intestinal terminan
por transformarse en un tumor invasivo, lo cierto es que todos los cánceres del
colon tienen que pasar por esta fase primero. Otro ejemplo es la prueba citológica
(ideada por G. Papanicolau en 1928) que detecta cambios pre-malignos en las
células del cuello uterino. Esta sencilla prueba, por cierto, seguida del tratamiento
quirúrgico de cualquier lesión seria encontrada, ha bajado la incidencia de cáncer
de cuello uterino un 79% (28) desde que comenzó a realizarse sistemáticamente
en los años cincuenta. Desde la hiperplasia benigna de la próstata (aumento de
tamaño e inflamación crónica), y el reflujo esofágico causado por el Helicobacter
pylori hasta las displasias mamarias, la bronquitis crónica del fumador, o la
hiperqueratosis (precursora frecuente de los cánceres de cabeza y cuello) todas
las situaciones donde existe una displasia sospechosa deben ser tomadas muy en
serio de inmediato para garantizar la reparación orgánica antes de llegar a la fase
de agotamiento en la respuesta reparadora o Síndrome de Adaptación Local.
Referencias:
1-CANCER: Principles & Practice of Oncology. (De Vita, Hellman, Rosenberg.)
6-Risk factors for precancerous lesions of the cervix. (Murthy, NS) Eur J Cancer
Prev
7-Relation between gastric cancer and previous peptic ulcer disease. (Molloy, RM)
Gut 1997
8-Patterns of persistent DNA damage associated with sun exposure and the
glutathione S-transferase M1 genotype in melanoma patients. Steinberg ML,
Hubbard K, Utti C, Clas B, Hwang BJ, Hill HZ, Orlow I. Department of Chemistry,
The City College of the City University of New York,
17-a Stem cell factor and macrophage colony stimulating factor in patients with
pancreatic cancer. (Mroczko, B. et al) Clin Chem Lab Med 2004
18-In vivo. The Case for Supramolecular Biology. (Selye, Hans.) Liveright
Publishing Corp.
21-a Incidence Survey of Leukemia in China. (Yang, C et al.) Chin Med Sci 1991