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* Pá(í8.
LA
ESPAÑA MODERNA
O l r e o t o r : J O S É I>E LAZAnO
JUNIO 1907
/v-
MADRID
aSTASLEClMlENTO TIPOGRÁFICO DE IDAMOR MORENO
Calle áel Tutor, 22.—Teléfono S.OOO.
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ción contra Doña María Cristina; especie de acusación que fué la que dio
lugar á que se decretase el secuestro de los bienes de la exgobernadora.
1,A. ESPAÜA MODKKNA
las vicisitudes por que había pasado el clero desde 1837 hasta
el Concordato de 1851, para evidenciar las dificultades que se
encontraron siempre para satisfacer convenientemente la do-
tación del culto y clero; y ponía de manifiesto cómo en el mis-
mo año en que se firmó dicho Concordato «no se pudo cumplir
el compromiso de más importancia y trascendencia, cual es la
imposición sobre las propiedades rústicas y urbanas consigna-
da en el párrafo 4.® del art. 38; y así fué que, en vez de la con-
tribución que debía recaudar y administrar el clero por sí,
hubo de subrogarse al Tesoro público con una cantidad equi-
valente al déficit que resultaba del producto de los bienes de-
vueltos, de las limosnas de la S a n t a Cruzada y de las rentas
de las encomiendas y maestrazgos de las Ordenes militares».
Añadía que desde que por el Real decreto de 5 de Octubre
de 1856 se adoptó la disposición de que el Estado satisficiese
por mensualidades las dotaciones del clero y subviniese de una
manera periódica y uniforme á las necesidades del culto, se ha-
llaban estos sagrados deberes mejor atendidos que nunca. «Es,
pues, en vano—decía—fundarse en lo concordado en 1861 para
insistir en que el clero ha de ser propietario de propiedades te-
rritoriales: ni el clero sensato y conocedor de sUs verdaderos
intereses lo quiere, ni el Grobierno español puede de manera
alguna sostenerlo; porque, lo repito, no hay hoy en España
ningún hombre político de acendrado patriotismo, de recta
conciencia y de corazón libre de pasiones que se atreva á sos-
tener bajo su responsabilidad el sistema de hacer al clero pro-
pietario.»
P a r a realizar el de dotación de culto y clero que el Go-
bierno prefería, fijaba luego las reglas que habían de adoptar-
se; pero incurriendo en una gravísima contradicción, que in-
útilmente pretendía explicar con argumentos más aparatosos
que sólidos, consignaba que se reconocería á la Iglesia el de-
recho de adquirir y poseer toda clase de bienes. Además seña-
laba las gestiones que debían realizarse cerca de la S a n t a Se-
de para fijar la suerte de las capellanías de sangre y de las co-
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do por la Santa Sede; pero al vfer que no se hacia otra cosa que anunciar
á Su Santidad el propósito de reconocer el reino de Italia, declaró que no
estaba conforme con los propósitos del Gabinete ni con la forma y modo
de llevarlos á cabo, y presentó su dimisión (despacho de 12 de Julio de
1865). Mon fué reemplazado por el marqués de Lema.
(1) Despacho del ministro de Estado al embajador en Eoma, fecha 26
de Junio de 1865, comunicado el mismo día á los demás representantes
de S. M.
LAS EELACIONE8 DE ESPAÑA CON LA SANTA SEDE 29
JERÓNIMO BÉCKEH
J o S ± EOHEQABAT
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LAS SUPERSTICIONES
LA8 SUPEKSTIOIONES 45
los como animales sagrados, idea que hoy existe entre los ha-
bitantes de las islas Molucas. E n Alemania y los países es-
candinavos, es general la idea de que existen ciertos espíritus
bajo las aguas, unas veces benéficos, otras malignos, revis-
tiendo la forma de encantadoras náyades y ondinas: la exis-
tencia de las sirenas, seres monstruosos con cuerpo de mujer
y cola de pescado, ha sido sostenida en multitud de ocasiones:
J o r g e de Trebisonda, entre otros, asegura que él mismo vio
una vez, hallándose á la orilla del mar, cómo emergía de las
aguas una bellísima figura de mujer, que dejó ver su hermoso
cuerpo hasta la cintura, desapareciendo después bajo el ele-
mento líquido. Damián Goes, autor portugués, habla de la
presencia de dos tritones cerca de la desembocadura del Tajo,
los cuales, al verse perseguidos, se apresuraron á internarse
en el Océano. Y como estos testimonios, otros muchos; pero
ninguno, claro está, apoyado en datos concluyentes.
Finalmente: la parte selecta de la superstición hállase for-
mada por las hadas, que se subdividen en multitud de clases,
entre las que se distinguen las nereidas, ó ninfas del mar; las
náyades, de las fuentes; las dríadas, de los bosques; las orea-
des, de los montes; y las napeas, de las florestas y los valles:
todas se representaban generalmente bajo la figura de jóvenes
doncellas medio desnudas. Las hadas son, por regla general,
bondadosas: ellas se interesan por los niños desvalidos; pro-
porcionándoles cuidados en su infancia y brillante porvenir al
llegar á la juventud. L a literatura popular está pletórica de
sucedidos más ó menos ridículos, y algunas veces ingeniosos,
en que juegan las hadas papel principalísimo, destruyendo en-
cantamientos, proporcionando talismanes, y procurando, en
fin, premiar al bueno y castigar al malo. No todas las hadas
son, sin embargo, benéficas: también las hay con perversos
instintos, y de ellas son ejemplo las brujas, cuyas malignas
hazañas son fraguadas los sábados en el aquelarre.
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48 LA USPASA MOUICUNA
LA DBMONOLOGIA
50 I'A K S P A S A MODKRNA
(1) Era creencia popular, recogida por Gaspar de los Eeyes, la de que
los monarcas de Francia y los de Aragón tenían facultad para curar á los
endemoniados y á los que padecían lamparones,
LAS SUPERSTICIONES 51
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LA ASTKOLOGIA JÜDICIAKIA
54 LA KSPASA MODKKNA
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« *
sí,í/;!íS¡;,K;|i|p|!;;i|gi5^
LAS SUPERSTICIONES 55
EL F I N DEIi MUNDO
II
Hubo un momento en que la idea del fin del mundo llegó á
revestir gigantescos caracteres: tal fué el período que con el
nombre de terror milenario se conoce en la Historia.
La supina ignorancia de la sociedad durante el siglo x por
una parte, y por otra el fanatismo inculcado por el elemento
eclesiástico, fueron causa de que en aquella época se creyese
como cosa indudable que, al dar la última campanada de las
doce en la noche del 31 de Diciembre de 999 (1), las trompetas
del juicio final dejaríanse oir de los mortales, teniendo lugar
el fin del mundo. Con tan firmes raíces había prendido tal
creencia, que con g r a n anticipación al momento señalado para
la hecatombe paralizóse la vida de las sociedades europeas;
considerando inútil todo pensamiento que no se encaminara á
prepararse convenientemente para el tránsito al otro mundo,
atrofiáronse las actividades de todo género para rendir culto á
un ascetismo tan ridículo como exagerado. Los ricos despojá-
banse de sus tesoros para cederlos magnánimamente á los po-
bres ó á los monasterios; los generosos abandonaban el arnés
belicoso, sustituyéndolo por el cilicio del penitente; las hermo-
sas prescindían de sus galas y atavíos, y, en fin, todos, olvi-
dados de mundanales preocupaciones, arrojábanse en brazos de
la religión con propósito de desocupar el saco de sus culpas y
encontrarse aptos para ser objeto de la estimación divina. Mu-
(1) Uno (ie los más activos promotores de la profecía terrible fué Ber-
nardo, ermitaño de Turingia, que fljó el término fatal para el día en que
!a Anunciación de la Virgen coincidiera con el Viernes Santo. Druthmar,
monje de Corbia, anunció de nuevo la destrucción del globo para el 25 de
Marzo del año 1000; pero la creencia más general era la de que el cataclis-
mo se veriflcaria al finalizar el año 999.
LAS SUPERSTICIONES 59
III
LAS sépEBSTIOIONES 61
E L BANCO Y LA OPINIÓN
N U E S T R O M E R C A D O . V A L O R E S I N D U S T R I A L E S Y D E COMERCIO
LA O A E T E B A DEL BANCO
B i N C O Y TESORO 83
EL BANCO Y E L PÚBLICO
LAS SUCURSALES
ANTONIO GAKCÍA A L I X
DIEGO VELiZOÜEZ Y SU SIGLO
(CONTINUACIÓN)
AUTORRETRATOS
EN LA VILLA DE MÉDICIS
(1) Beruete quiere colocarlo por su «más libre y aérea factura» del
año 1636 á 1638. En su Velázquez, pág. 57 y siguientes, lo considera con
toda seguridad un duplicado ulterior. Pero concediendo que los rasgos ar-
monicen con su edad de entonces (treinta y un años), ¿cómo es posible
fijar su fecha seis ó siete años más tarde sólo por tan vago argumento co-
mo el de que la factura es más libre y aérea? El ejemplar concluido re-
galado á Pacheco encontrábase entonces sin duda en Sevilla. ¿Por qué
había de haber copiado en el autorretrato ocasional de 1638 otro retrato
anterior en vez de mirarse al espejo? ¡Y esta reproducción había de haber
hecho casualmente el viaje de Madrid á Roma, donde nació el original!
Por otra parte, es erróneo representarse el trabajo de un maestro en línea
recta de progreso constante de libertad; las variaciones del estilo pueden
depender de muchas circunstancias.
DIEGO VKLÁZQUEZ ¥ 8U SIGLO 109
z a c i ó n y el e l e m e n t o c ó m i c o q u e y a r e s u e n a e n l a fina i r o n í a
d e H o m e r o , l a i n v e n t i v a p o é t i c a n t i l i z a b l e , los m o t i v o s d e
la a n t i g u a e s t a t u a r i a . S e n t í a irresistible anhelo de t r a d u c i r
é s t o s . S u t r a d u c c i ó n fué e n rimas sueltas, n o e n h e x á m e t r o s , e n
los c u a l e s t a n t o n o s o r g u l l e c e m o s d e h a b e r a m a e s t r a d o n u e s t r o
p a c i e n t e i d i o m a (1).
A d e m á s del V u l c a n o , t r a j o V e l á z q u e z , t a m b i é n d e R o m a ,
la T ú n i c a de J o s é (2). T i e n e el m i s m o t a m a ñ o y n ú m e r o d e
figuras, la m i s m a c o m p o s i c i ó n , - y e s t á p i n t a d o , e n g r a n p a r t e ,
c o n los m i s m o s m o d e l o s . Sólo h a y dos figuras d e s n u d a s : l a so-
l i d e z de su m o d e l a d o h a sido s i e m p r e a d m i r a d a (3). L a e s c e n a
se d e s a r r o l l a e n u n a g r a n s a l a , c o m p l e t a m e n t e v a c í a , con suelo
e m b a l d o s a d o d e m á r m o l , c o m o le g u s t a b a á T i n t o r e t t o . D o s a n -
c h a s v e n t a n a s á b r e n s e s o b r e l a s v e r d e s calles d e u n j a r d í n . E n
el e x t r e m o d e la d e r e c h a , e n la f r i a l d a d d e l a m e d i a s o m b r a ,
(1) Algunos han querido de.zir que estos pastores... son algunos de los
Hermanos de Joseph; y la razón que dan, es que le oyeron dezir al autor
que uno de los que pintó aquí es Euben, que se mostró más piadoso que
sus hermanos...; y otro Simón, y assi los demás. Ibídem.
122 LA KSPASA MODERNA
ÑAPÓLES
LA EEINA MABÍA
J O S É RIBERA
ñol fué tomada por los viajeros por un trabajo del maestro (1).
Este fué el primer Españoleto. Sólo que desde Correggio el
gusto había cambiado. E l público de aquel siglo pedía más vi-
gor que poesía de luz, más serena reproducción de las leyen-
das religiosas, sólo según los libres cánones de la belleza y
gracia. L a nueva manera también lombarda bacía en la misma
escuela de Bolonia una impresión raás fuerte que los sublimes
modelos del pasado. Guido, Guercino, desertaron en ocasiones
á la manera plástica y pastosa. E n verdad los asuntos preferi-
dos del creador, eran los ingenuos trozos de la vida según la
manera holandesa, era feliz cuando podía elegir modelos fres-
cos, juveniles y bellos. Pero la mayor parte de los comprado-
res pedían realidades de otro estilo. E r a n los tiempos de la cá-
mara del tormento. Agustín Caracoi representó el despelleja-
miento de San Bartolomé con la flema de u n a lección de ana-
tomía; Poussin, con el arte más exacto, ganó la palma de lo
espantoso en su destripamiento de San Erasmo; Guido, en la
crucifixión de Pedro, dio el modelo del verdugo, y DomenicM-
no, en la conmovedora escena de la última comunión de S a n
Jerónimo, representó al padre de la Iglesia en terrible decre-
pitud. Ribera, que al principio sólo seguía sus impulsos pictó-
ricos, tenía que luchar con la necesidad, y enseñaba que el que
quiera dominar á su tiempo debe servirle. Estudió al Cara-
vaggio, sin conocerle personalmente, y llegó á ser su más aven-
tajado discípulo. Como buen español, su concepción realista y
su devoción melancólica flotan en sangre, por lo que pronto
se puso á la cabeza del ascetismo naturalista. Dio á su mar-
tirologio tal tono patibulario, á sus cabezas y figuras tal fuer-
za de relieve y ciencia escultórica, á las actitudes tal poderosa
tranquilidad y t a n profunda emoción, que es fácil comprender
que hiciese época; elevó un monumento pictórico al espíritu y
CAKLOS J Ü S T I
Por la tradacción,
EDUARDO OVKJERO
(Continuará.)
á Vaccaro; pero es, asi como la Epifanía, de Palacio (núm. 574) y la Resu-
rrección de Cristo en el Prado (núm. 517), una obra de PIKTRO NOVBLLI,
llamado IL MORRBALKSB, el más fecundo pintor siciliano de aquel siglo.
MEMORIAS DE UN HUÉRFANO
PRIMERA PARTE
(CONTINUACIÓN)
X . MABMIEB
De la Academia Franoega,
{Continuará.':
CEONICA LITERARIA
E. GÓMEZ DE BAQUKKO
REYISTA DE REVISTAS
OFtlJMIlVOlliOGIA
ros que separan al loco del que lo es u n poco menos, á éste del
que lo es á medias, y á éste del que tiene una chifladura cual-
quiera, sosteniendo que del estudio del libro de Grasset se de-
duce precisamente la existencia de esa serie de grados de
irresponsabilidad; del perseguido al inconstante, pasando por
el inventor, el ambicioso j el excéntrico, se recorre toda la esca-
la que separa al archiloco del hombre de cabeza poco firme
simplemente.
'EAperseguido es realmente un loco, sin sentido de la reali-
dad, pues la ve siempre á través de un medio que la deforma;
el inconstante, que Grasset clasifica entre los semilocos, es sen-
cillamente un hombre con escasa fuerza de carácter, y , con po-
cas excepciones, casi todos entramos en ese grupo. E l hecho
de que los diversos tipos de semilocos, tan distantes unos de
otros, se clasifiquen con el mismo título, prueba que la teoría
en que se funda tal clasificación es, por lo menos, muy discu-
tible, siendo más conforme con la realidad la que distribuye la
humanidad en una infinidad de grados que van desde la
pura demencia hasta la simple debilidad de espíritu. El len-
guaje corriente mismo consagra este parecer al utilizar pala-
bras distintas para denominar al loco, al demente, al monoma-
niaco, al maniático, al imbécil, al bobo, al tonto, al estúpido,
al guillado, al chiflado, al necio, al simplón, al excéntrico, al
aturdido, al fatuo, etc.
F a g u e t querría que la cuestión de la responsabilidad se de-
j a r a á un lado al t r a t a r de la locura más ó menos caracteriza-
da; la responsabilidad psicológica ó moral es cosa muy com-
pleja, de la que apenas sabemos nada. El buen sentido popu-
lar resuelve las cosas netamente, diciendo cuando se t r a t a de
u n perverso: «Tened cuidado, que no es u n loco, sino u n mal-
vado, que sabe muy bien lo que hace». Sópalo ó no lo sepa, es
indudable que ese malvado es un loco, pues hay que estar loco
para ser malo, y no hay estupidez peor que la maldad; todo
criminal es un loco; por eso no debe hablarse de responsabili-
dad, tratándose de criminales. E l criminal no es nunca res-
KEVISTA DE REVISTAS iTl
B E L L A S A U T E S
OltlTIOA
ni puede estar bien más que en un diario francés. Allí sí, y esa
es la madre del cordero: nuestros periodistas, altos y bajos,
están amamantados (unos directamente y otros de segunda
mano) en la literatura francesa; en novelas y en periódicos
están hartos de leer monsieur Gladstone, monsieur Bülow, mon-
sieur Oamhetta, y creen que esto, perfectamente lícito en fran-
cés, porque cada uno de esos señores es en efecto en francés
un monsieur, sea cualquiera su origen, puede y debe seguir
siendo un monsieur en castellano, como se lo hacen creer los
malos traductores de folletines. No: en castellano cada uno de
esos caballeros es un señor, como en francés es un monsieur y
en alemán es un Herr y en inglés es un mister. Hay, pues, que
decir, en buen castellano, el señor Gladstone, el señor Bülow,
el señor Gambetta, como decimos el señor Maura, él señor Mo-
ret, el señor Canalejas; ó suprimir el señor, diciendo lisa y lla-
namente Gladstone, Bülow, Gambetta, como decimos Maura,
Canalejas, Moret, en esta nación de alma tan esencialmente
individualista y democrática. Sólo en el caso de querernos dar
tono, podría pasar el decir Mister Gladstone, Herr Bülow, Mon-
sieur Gambetta; pero como esto, erigido en regla, nos obligaría
á conocer la fórmula de tratamiento de cada país, cosa inacce-
sible al público, que es para quien escribimos, lo verdadera-
mente correcto es llamar señor, señora á, los extranjeros, exac-
tamente lo mismo que á ios nacionales.
Otro vicio, también del mismo origen, y que se va exten-
diendo de tal modo que mucho tememos no se pueda y a cortar,
es el de escribir y decir el sud-exprés, el Sud-América. ¿De
dónde sacan esos arregladores de telegramas y esos gacetille-
ros expresión tan desdichada? ¿No han aprendido en la escuela
á conocer el Norte, el Sur, el Este y el Oeste? ¿Quién dice Sud
en lugar de Sur, si hasta cuesta trabajo decirlo? Y si dicen
Sur y no Sud en la palabra simple, ¿por qué lo han de conver-
tir en Sud en la compuesta? ¿No comprenden que, sobre faltar
á las leyes de la composición, como procedimiento neológico,
forman una palabra malsonante, antiestética, completamente
182 LA ESPAÑA MODERNA
FILOSOFÍA
OOUíLiTISlMCO
aire, ante él, y entre las cuales paseaba su mano. E n plena luz
ha visto una nube luminosa flotar sobre un beliotropo, romper
una r a m i t a y llevarla á u n a señora; y más de una vez le h a
ocurrido que u n cuerpo sólido, fosforescente y cristalino, h a
sido puesto en su mano por una mano que no pertenecía á nin-
guno de los presentes, y ha visto una especie de nube lumino-
sa condensarse en forma de mano y transportar objetos de un
lado á otro. Todo ello, según afirma, en condiciones de abso-
luta seguridad, con todas las precauciones necesarias para no
ser j u g u e t e de ningún engaño.
7." Escritura directa (casos semejantes á los citados).
8.° F o r m a s y figuras de fantasmas; son fenómenos muy extra-
ordinarios, y Crookes sólo cita dos casos que le merezcan con-
fianza: al declinar el día, vio en casa de Home agitarse las cor-
tinas de una ventana á ocho pies de distancia de Home; una
forma sombría, semitransparente, semejante á una fignra hu-
mana, fué vista por los asistentes agitando las cortinas con su
mano; mientras la miraban, se desvaneció. Otra vez una figu-
ra de fantasma se adelantó desde un rincón de la habitación,
cogió un acordeón y «se deslizó á través de la pieza tocando
aquel instrumento»; el fantasma fué visible durante varios mi-
nutos para todos los presentes, que tenían también á la vista
al Sr, Home; se acercó á una señora, que lanzó un pequeño
grito, y se desvaneció.
9.° Fenómenos que indican la acción de una inteligencia
exterior. E n t r e los más notables figuran el de una regla de que
se había servido Crookes para las comunicaciones por escrito;
esta regla atravesó la mesa y fué en plena luz hacia Crookes,
dictándole palabras por medio de golpecitos en la mano.
Crookes deletreaba, y al llegar á la letra necesaria la regla le
daba un golpe, estando el otro extremo en la mesa; los golpes
eran tan claros y precisos, que Crookes preguntó:
—La inteligencia que dirige los movimientos de esta regla,
¿podría darme por medio de golpes en la mano un mensaje t e -
legráfico con el alfabeto Morse?
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BEVISTA DE KBVISTAS
I]Vir>RESIOIVE!lS Y IVOTAS
FERNANDO ABAÜJO
NOTAS BIBLIOGRÁFICAS
lUl
BIBLIOTECA DE JURISPRUOE NLI4, F I L O S O F Í A É H I S T O R I A
.-AKUtiiiiio.—l'a Oéiiení» y la l<;vohiuión det I <i«iiirlati.—Los errores .iurtlcialea, 7 pesetas.
Derecho Oivil, lo pe ehia.— I,ti Uetoniiit ín-
teK'*"l *^*-'> I"' le^iHlíH'ióii Civil (HeKniiHa par- (j<Í<l4li»]^i^.—Principios
—Sociología inductiva, 6 pesetas,
de Soctott^gia. lOuta.
te (le I-». ÍÍÓIICHÍH), 4 peaetns.
A le(>riil'ti,il<>.-~ Oni'ttiH ituititot'ittH, i! peHettiB. 4"l«rts»t«ne,—Los grandes nombres, 5 ptas.
Aiiil«l-—Diario i n ü m o , 9 peaefnií. 4)<4»el:li4.^.—Memorias, 5 pesetas.
A n ó n i m o . — ¿ A c a d é m i c a s ? , 1 peseta.—Curri- 4>;oiili1aMfiC-—Historia general de la literatu-
t a Albornoz, 1 peseta. ra, 6 pesetas.
Antoliifí,—('Ui-Ho íle ICconoim'a sociíil, 2 vo- <iioucoHi*t.—Historia de María Antonieta, 7
It'inieiieiií, IB pesetas. pesetas.—Historia de la Pompadom-, « ptas.
Ai*aiiJ<» KáiirJieas.—tSoya, H pesetas. — Las Favoritas de Luis XV H pesetas.—I^a
A i*«Mnl.- I'il Dereelio de Gracia, H ptn.— Kl vi- du-Harry, 4 pesetas.
<»iin>il l i o IV-—Derecho administrativo com-
sitador (1«1 preso, Jí.-Kl Delito Colectivo, 1,50. parado, dos tomos, 11 líeselas.
A riKi.—ServidHinl»res rúatieuH y urbanas, 7 p. 4n«>iiK]ile9>:.—Dcrecbo usual, 5 petuetae.
As«ei*.—Derecho ínter niiciona) privado, ti pt,H. 4n«»N4*.lieii. Teoría «ohre los eanihioH ext.VRti-
K a g e l i o í . — I - a Ooiistitncióii ing^lesa, 7 ptas. jeros, 7 pesetas.
—Leyes científicas del desarrollo de laa na- •>)pav«.—La Sociedad futura, 8 pesetas.
ciones, 4 pesetas. Oreen.—Historiadel pueblo inglés, 21., IB ps*
l í a l d w i n . — E l e m e n t o s de Psicología, 8 p t a s .
•Iin»,car*l«,—Historia del Comercio, de la lii- <»ír»í4»,—Al anual del.hiew, 12 pesetas.
dusíria y »Íe la Economía política, 10 ptas. <jÍHni|>l«tTlcK.~-Dereclio político tílosóttco,
B o l H s i e r . — C i c e r ó n y sus amigos: estudio de lOpesetas.— lincha de ra'/.as, 8 pías.—Com-
la sociedad romana en tiempo de César, 8 ptfl. pendio de Sociología, 9 pesetas.
—La Oposición bajo los Césares 7 pesetas. ÍMnyaii.—La ICducaeíón y la herencia, 8 ptas.
B i ' é a l . — E n s a y o de Semántica, 5 pesetas. — i.a Moral inglesa Contemporánea, 12 ptas.
H a n i i l t o n . — L ó g i c a parlamentaria, 2 ptaí^.
K r é d i g . - L a elocuencia política en Grecia, 7. llaiiNNOn v i l i c — L a .Hiventud de Lord Hy-
I t r e t Í i a r t e . — I í l o q u e a d o s p o r Ianieve,iíps, ron, 5 pesetas.
Itni^MOii,— La lOdncación popular de los H e i b e r g : , — N o v e l a s danesas, 3 pesetas.
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Ilnr(ír*^s«-—*^íieneia política y Deieclio cons- H u n i e . — Historia del Pueblo Español, 9 p t a s .
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i t i i y l l a , níl<;tiniann, H l n i í t w a e l i t e i ' , IIII nf>4^r.—Sumario de Derecho ronnt.no, 4 pts.
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i7a»tro.—lÜl Libro de los Galicismos, H ps. —Estudios de Higiene general, ü pesetas,
O o l o n i b e y . — H i s t o r i a anecdótica de el due- I C o v o l e i i k o . — E L desertor de Sajalín, 2,50.
lo, 6 pesetas. J i i ' O p o t U l n . — C a m p o s , f á b r i c a s y talleres, 6.
i í o l l l n s . — U e s u m e i i de la íilosofíade Üerbert iivllgei*.—Historia, fuentes y literatura riel
Spencer, 2 tomos. 15 pesetas. Derecho llomano, 7 jiesetas.
l i a i i t í ; « . ~ L n Í s Vives, 2'50 peseías.
C o m t e , — P r i n c i p i o s de Filosofía positiva, 2, liar4^ll«E* y F , J . J u U i e n . — Opiniones
U o u p e m s . — S u Majestad, 3 pesetas. acerca del matrimonio y del celibato, 5 p t a s .
I»ai"wfn.— Viaje de un naturalista alrededor I . í a v e l « y « . — E c o n o m í a política, 7 pi.u».—El
del inundo, dos tomos, 15 pesetas. SocitUísmo contemporáneo, 8 pesetas.
O o e l l i n g ^ e r . — E l Pontificado, 6 pesetas. I^entO'l<e.-~Estética, 8 pesetas.
O o i ' a < l o J Y l o u t e v » . — Problemas Jurídicos I ^ e n i o n n i e v . — L a Carnicería (Sedán), Ü pls,
contemporáneos, ;í pts.—El Jlel'ormatoriode | j « i * o y - l t u a u l l c u . - E c o n o m t I I política,8pfs.
Elmira (ICstudio de J)erecIio penal), 3 p t s . l i C i v i s - P a t t e e . — H i s t o r i a de la L i t e r a t u r a
l>owrt**n. —Historia de la literatura fran- de ios Estados Unidos, 8 ptas.
cesa, 9 pesetas. l í i e s s e . — E l Trabajo, 9 pesetas.
] > n i n a N : Actea, 2 p t a s . J j o m b v o s o . — M e d i c i n a legal, dos tomos con
Kltüsliacliei*.—El Anarquismo según sus más multitud de grabados, 15 pesetas.
ilustres representantes, 7 pesetas. |j«Mnbi-u»o, F e r » ' 3 s ^navtftralw y i r i o r < ' -
R l l i » m t e v e n s . — L a Constituei-in de los Es- t t i . — L a Escuela Criminológica Positivista,
tados Unidos, 4 pesetas. 7 pesetas.
R n i e i ' ^ o n . — l ^ a Ley de la vida, 5 ptas.—Hom- l ^ u l i h o v k . — E I empleo de la vida, H pesetas,
bres siml>óliccs, 4 ptas. — Ensayo sobre la Ü l a c a n l a y . — La educación, 7 pías.—Vida,
Natm-aleza, 3,50 ptas.—Inglaterra y el carác- Memorias y Cartas, dos tomos, 14 ptas.—Es-
ter inglés, 4pta8.—Los veinte ensayos, 6ptas. tudios jurídicos, 6 pesetas.
K n g e l s . — O r i g e n de la familia, de la propie- M a c - l > o n a l c l . — El criminal tipo, 3 pesetas.
dad privada y del Estado, íi pesetas. m a n d u c a . —El Procedimiento Penal y su
i r t e l i t e . — Discursos á la ^Mación Alemana, desarrollo cieniíttco, 5 pesetas.
regeneración y educación de la Alemania
moderna, 5 pesetas, n i a v t c u s - — D e r e c h o Internacional, 4 t., 3 0 p .
Iflnot,—Filosofía de la longevidad, 5 p t a s . M a i ' W n . — L a moral en China, 4 pesetas.
P l t z n i a u í ' í c e - l í t í l l y . — H i s t o r i a de la Lite- Max-¡1lllllt'!ir.-~0r¡gen y desarrollo de la re-
r a t u r a española, desde los orígenes h a s t a el ligión, 7 ptas.—Historia de las Keligiones,
año 1900, 10 pesetas. 8 ptas.—I^a Ciencia del lenguaje,6 ptas.—-La
P l i n t . — L a Filosofía de la Historia en Ale- Mitología comparada, 7 p t a s .
mania, 7 pesetas. i l i e n e v a l y i / l i a n t : « l a i i < ! c — M a r i a Estuar-
Ij^onillée.—Novísimo concepto del Derecho do, 6 pesetas.
en Alemania, Inglaterra y Francia, 7 ptas. n i e r e i e v . — Lógica, 8 pesetas.— Psicología,
—lia Ciencia social contemporánea, 8 p t a s . a tomos, 12 pesetas.— Ontología, 10 pesetas.
—Historia de la Filosofía, 2 tomos, 12 p t a s . —Criteriología general ó t r a t a d o de la cer-
—La Filosofía de Platón, 2 tomos, 12 ptas. teza, 9 pesetas.
F o n r n i e r . — E l Ingenio en la Historia, H pts. I W e y e r . - I j f t Administración y la organiza-
K r a m a r i n o , — I l ó g i c a de las pruebas, 2 to- ción administrativa en Inglaterra, UVancia,
mos, 15 pesetas, Alemania y Austria. Introducción y exposi-
ción de la Organi'/.aciín administrativa de
€!abl>a.—Derecho civil moderno, 2 ts., 15 ptas. España, por Adolfo Posada, 5 pesetas.
<itarnel:.—Historia de la Literatura italiana, M e r e . | k o w B l t y . — L a Muerte de losDÍ08es,2.
9 pesetas.
Cilarofalo.—La Criminología, 10 pesetas.— M e r k e l . — D e r e c h o penal, 10 pesetas.
Indemnización á bis víctimas del delito, 4 lflii-as:li».--Í*'tl<>8(>fi« <lei Derecho, 2 t . , 15 p
pesetas.—La sociales,
•Seorffe.—i'roteeción
—Problemas superstición socialista, 95 ptas.
y5librecambio,
pesetas. ptas, IVIoniniHen.—Derecho
] | I—l)ei-echo
o n t o n . — Epenall deber de publico
romano,2 castigar, romano,
tomos, 12 p».
4 pesetas.
18 ptas,
Hriirra.v.—Ilietoi'ia He la LitcvíiUira clásica Í4í,ea<l.—El Cobierno de Nueva York, 3 ptHa.
griej^íi., 10 peaetas. Wtalil.—Historia de la Kílowofía del Derecho,
3*JaiiS4Mi.™ÍIacia el l'olo, 6 péselas. 12 pesetas.
R í e e r a . — T e r e s a , 3 pesetas. S i t a r U í i . —La Familia en las diferente^ socie-
nüeiiiiinnii.—Derecho Iiiternacioiial piibliro dades, f) pesetas.
moderno, 6 pvjseias. í*(;lrner.—ICI Único y su propiedad, 9 jUas.
MietzstilM'!.—Así hablaba Zarat-nstra, 7 pías, Ntoiiriii.—1-os Presupuestos, 2 tomos, 15 nta.
—l>a (JenealoKÍa de la Moral, B ptas.—Más í ^ t i i a r t 31.111.-Estudios sobre la Keligión, 4.
allá del hieii y del mal, ñ pesetas.—Iliimano, fi4ii4lerniiiiiii. —I«:t Deseo, 3^50 ptas.
riemaHÍailo humano, 6 ¡itas.—Aurora,? ptas. MHMiiiei*-:Tlaiiic—l<il Antiguo Derecho y la
—tlltimos opúacnlos, 5 pesetas.—La Gaya costumbre primitiva, 7 pesetas.—La Guerra,
ciencia, 6 pesetas, según el Derecho iiitertuicional, 4 pesetas.—
Movlcoiiv.—Los deapilfarros de las Socieda- Historia de! Derecht., 8 peatitaa.—liaa iiíjati-
des moderiiíis, 8 pesetas.—Til! Porvenir de la tuciones primitivas. 7 posofas.
Itaza blanca, 4 pesetas.—Coneiencia y vo-
Unitad sociales, B pesetas. í!íii|»i««.—Derecho Meicantil, 12 peseta»,
••osntlii.—La Admiiiitítración política y 1» H i i t t n e i - ' . - H i g h - I - i f e , 3 pesetas.
Admiu'stríición social, 5 pesetas. Taliiíf.—-Historia de ia literatura inglesa: B
P o t a i » e i i U o . — L a Novela de mi hombre sen- vols. 34 pesetas.— Los orígeitesde la Francia
sato, a pesetas. contemporánea, 10 pesetas. — Los filósofo»
••rév«ístt-l*ai'Si<!ol. —Historia Universal, del siglo XIX, 6 pesetas.— La I n g l a t e r r a ,
3 tomos, 16 pesetas. 7 pesetas.—-Notas sobre París, 6 pesetas.
<tiiiii«t.—Kl Espíritu nuevo, 5 pesetas. T a i ' d « . — L a s Transformaciones del Derecho,
Keiiiiii.—Kstudios de Historia RelíKiosa, 6 B pesetas.-I<:i Duelo y el deUto político, 3
pesetas.—Vida de los Wanios, H pesetas. pesetas.—La Criminalidad comparada, 3 pe-
K i b l t i i i g . — L a higiene sexual, 3 pesetas. setas.—Fstudios penales y sociales, 3 píaa,
Kio-ci.—'J'ratado de las pruelias, dos tomos, 'l'oMd.—1Í31 Go})¡erno parlamentario en Ingla-
20 pts.—Derecho Civil, 10 tomos, 71 ptas. terra, dos tomos, 15 pesetas,
lli»a:«rH.—Sentido económico de la llistoria, T c l i e l í l i o f . - U n duelo, 1 p t a .
10 pesetas. T i i r g H e n e f f . — T i e r r a s vírgenes, 6 pesetas.
liíort.—El silencio, 3 pesetas, U r i e l . — H i s t o r i a de Cliile, h pesetas.
K o j j í u i n . — L a s reglas jurídicas, 8 pesetas. Vai'iofit a n t o B ' e » . — (Aguanno, Altamir»,
H o o s e v e l t . — N u e v a - Y o r k , 4 pesetas. Aramburu, Arenal, liuylla, Carnevale, Do-
H o z a n . — L o c u c i o n e s , proverbios, dichos y rado, Fíoretti, Ferrí, Lombroso, Pere/., Oli-
frases, 3 pesetas. va, Posada, SaUUas, Sauz y ICscartin, Siiió,
I l i i ^ k i a i . — l i a s siete lámparas de la Arquitec- Tarde, Torres Campos y Vit^t\..)~La Nnevn
tura (ICI sacrificio.—La verdad.—La fuerza. Ciencia Jurídica, dos tomos, 15 pesetas. Con
— lía belle ,a.—La vida.—ICI recuerdo.—La tiene grabados.
obediencia), y La (loromi de Olivo Silvestre í d e m . — ( A g u a n n o , Alas, Axcárate, Uaiicei,
(ICI trabajo.-—1*^ comercio.—La guerra),7 pe- Benito, liustamente, ItuyUa, (íosta, Doraíio,
setas.—Obras escogidas, 2 tomos, 13 p t a s . F . P e l l o , F . Prida, García Lastra, Gide,
Giner de los 1Í.Í0S, Ooníále?, Serrano, Gum-
S a i n t e - B e u v e . — E s t u d i o sobre Virgilio, 5. plowicK, liópcK Selva, Menger, Pedregal,
HlfHíiHOiiett'i.—Derecho Constitucional, 9 ps. Pella y ForgAs, Posada, lUco, Uicbavd, Se-
Sliiv¡K«.V-—1*« !"• vüiMición de nuestro siglo la, Uña y Sarthou, etc.)—E£ Derecho y la
para la legislación y para la t^'.iencia del de- Sociolotfia contevtporáneos, 12 pesetas.
recho, 3 pesetas. I<lem.—Novelas y CapricboH, 3 pesetas.
Slclio|»eiiliini«r.—Fniulamento de la mo- I J O S g r a n d e i s dÍ8CUi*HOi>i <le l o s i m i x í -
ral, 5 pesetiis,— ICI mundo como voluntad y i i i o é o r a d o v e i s Íiig;1e8eH n t o d e r n o s
como representación, 8 vols. 30 pesetas.— ,(Sullivan, Oockburn, 8heil, Cobden, Morley,
Estudios escogidos, 3 ptas.—Eudemonologia Chamberíain, Randolph Churchill, Beacous-
(tratado de mundologíaó arte de bien vivir), fleld, Macaulay, Brougham, O'Oonnell, Fox,
5 pts.—Estudios de Historia Filosófica, 4p8. l l a r d y , Ellemborough, Buíver Lytton, Par-
S * i e i i l i l e w i « z . — O r s o . En vano, 2 pesetas. nell, Brigbt, Conde de Ilussell, B r a d l a u g h ,
S i e r o s K c w s l t i . — Y a n g - H u n - T s y , novela, 2. Gladstone, Oowen, M'Carthy, Lowe y Butt),
W¡¡iíli<»l<í.—líU Delito de don, 4 pesetas.—1-a 7 pesetas.
Muchedumbre delincuente, i í)esetas.—La V i i ' g i l i l . — M a n u a l de E s t a d í s t i c a , 4 peseta».
'J'eoria positiva de la complicidad, 5 pesetas. V i v n n t í í . - D e r e c b o Mercantil, 10 pesetas.
S o i H l í i i r t . — E l Socialismo y el Movimiepto V o c l t e . — P r i n c i p i o s fundamentales de Ha-
B»cial en el siglo xix, 3 pesetas. cienda, dos tomos, 10 pesetas,
Hollín.—Dereclio privado rouumo, 14 ptas. I V a l l a c e . — R u s i a , 4 peí-etas.
íl*|»euc«r.—I^a .lusticia, 7 ptas.—La Moral, W i t t . — H i s t o r i a de Wasliington, 7 pesetas.
7 ptas.— lia Iteneficencia, 4 ptas.—Las Ins- W a l i S K C i v a k l . - H i s t o r i a de la Literatura
tituciones eclesiAsticas 6 ptas,—Institucio- rusa, 9 pesetas.
nes socinles, 7 ptas.—Instituciones políticas, W e ^ t e r i i i a r e l c — E l Matrhnonio en la espe-
dos tomos, lü p t a s . El Organismo social, cie humana, 12 pesetas.
7 ptas. —ICI Progreso, 7 ptas.—Exceso de le-
gislación, 7 ptas.—De las Leyes en general, I V l i l t m a m . — L a Alemania Imperial, ñ ptas.
8 ptas. —Ktit'a de las prisiones, 10 ptas.—Los WillaujBThby.—La legislación obrera en loa
dalos de la Sociología, dos tomos, 12 ptas.— Estados Unidos, 3 pesetas.
Las Inducelonee de la Sociología y las Insti- I V i l s o i i , — E l Gobierno Congreeional, 5 ptae.
tuciones domésticas, 9 ptas.—Instituciones I V o l f . — L a Literatura castellana y portugue-
profesionales,
OBRAS RECIÉN 4 pesetas.—Instituciones
PUBLICADAS por lain-Administración
sa, con nof.jvs de LA M. y Pela,y o, doH vols,, 15 p8,
dustriales, H ppsetas. W n n d t . — C o mde p e n d i oESPAÑA MODERNA
de Psicología, 9 ptas.
M a x - j | I i i H e r : La Mitología comparada, 7 ptas.— Riisci: Derecho
—Hipnotismo y sugestión, civil, tomo IX, 8 ptas.;
2 pesetas.
tomo X, S p í a s . — K n i e r s o i i : Los veinte ensayos, 6" ptas.—íireeii: Historia del pueblo inglés,
2 tomos, iS p í a s . — « I c l i o p e n l i a u e r : Estadios de historia fllosóflca, 4 ptas.—üac-nonalá:
El criminal tipo, 32^tas.
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Esta l{,ev¡stfi,e.soritíi por los más eminentes publicistíis,qTie cuenta diez y nueve
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