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30 Actividades para trabajar las

EMOCIONES con NIÑOS


[DESCARGABLES]
19 jun. 2018

Seguramente ya conoces la importancia de educar y trabajar las emociones


desde la más tierna infancia, pero quizás no sabes muy bien por dónde empezar
ni cómo ayudar realmente a los niños a entender y saber gestionar mejor sus
sentimientos y su mundo interior.

¡Te entiendo!

Tenemos un montón de información a nuestro alcance, pero estamos más


perdidos que nunca :(

Por eso he recopilado 30 súper ideas (muy fáciles de realizar pero muy
eficaces) para trabajar las emociones con los niños y niñas (en casa o en el
aula), para que aprendan a reconocerlas y diferenciarlas y adquieran el lenguaje
emocional necesario para entender qué les pasa en cada ocasión y así puedan
expresar lo que sienten a los demás.
Con estas 30 actividades y juegos podremos ayudarles a desarrollar todas y
cada una de las competencias emocionales básicas.

Lo mejor de todo: es que lo haremos de forma sencilla, divertida y ¡motivadora!

Porque estas actividades y recursos están basados en dos pilares básicos en la


infancia:

 El juego, que es el mecanismo diseñado por la propia naturaleza para


empujar al niño a aprender, así como un gran medio para practicar
habilidades y capacidades (y así poder aprenderlas de un forma eficiente).

 Y los cuentos, con cuyas historias ofrecen a los niños un marco de


entrenamiento emocional sin igual, pues el lector puede vivir experiencias
emocionales muy diversas pero desde una distancia de seguridad que le
permite sentir pero sin riesgos. Como te contaba en Cuentos de emociones
vs Cuentos que emocionan: los libros permiten la introspección, la
autoconciencia y el autoconocimiento. Además siempre es más fácil hablar
de lo que les pasa a los demás, que hablar de lo que le pasa a uno mismo.

Por supuesto a esto debemos añadir nuestra interacción respetuosa y amorosa.


Somos su ejemplo, el espejo en el que se miran. Por eso es importante empezar
por uno mismo y trabajar nuestras emociones y habilidades (sociales, personales
y emocionales), para luego poder ayudar a los niños a trabajar las suyas.

Sin más demora,...

Te muestro las actividades, dinámicas, juegos y libros que he seleccionado con


mucho esmero y que puedes poner ya mismo a la práctica (ya sea en casa o en el
aula) y así empezar a educar las emociones de los niños.

¡Ah! y comentarte que te he preparado un PDF CON TODO ESTE MATERIAL y


con los IMPRIMIBLES necesarios para realizar las actividades. Puedes
descargarlo ya aquí o al final del post.

Ya no hay excusa, ¡pasa a la acción! y empieza hoy mismo a dar más Inteligencia
Emocional a tus hijos o alumnos ;-)

ACTIVIDADES PARA APRENDER A RECONOCER Y


NOMBRAR EMOCIONES:

1. Crear un DICCIONARIO DE EMOCIONES propio:

Esta actividad puede realizarla a cualquier edad (a partir de unos 2 años), pues
puedes adaptarla tanto para niños de infantil o preescolar, de primaria o incluso
para adolescentes.

Consiste en coger varias fotografías con personas, niños o personajes


expresando una emoción y los niños deben identificar la emoción y clasificar
las imágenes.

Las fotografías las puedes buscar en internet e imprimirlas con anterioridad. Pero
te recomiendo que algunas las busquéis juntos en revistas o periódicos.

Para los más pequeños puedes empezar con un par o tres de emociones básicas
(alegría, tristeza, enfado, miedo, amor o asco) e ir ampliando progresivamente a
otras emociones más complejas.
Podéis pegar las fotografías en la página de una libreta y escribir bien grande
el nombre de la emoción que representan. Aprovechad para hablar de esa
emoción en concreto: cómo se manifiesta físicamente en nuestro cuerpo, qué
cosas nos producen dicha emoción, que pensamientos nos provoca, que podemos
hacer al sentirla,...

En función de la edad lo podéis escribir en la libreta y así vais creando un


diccionario propio de emociones. En el aula podéis hacer lo mismo o crear
murales para colgar en la clase.

¿Qué trabajamos con esta actividad?

Reconocimiento de las emociones, vocabulario emocional, consciencia emocional,


expresión física y no verbal de las emociones.

2. Leer CUENTOS de EMOCIONES:

Como ya he comentado antes, los libros pueden ser nuestros grandes aliados
en la educación emocional de los niños.

Por ejemplo: nos ayudan a tener mayor vocabulario emocional, a reconocer e


identificar emociones, a comprender nuestras experiencias vitales (pasadas o
futuras), a empatizar con los demás, a poner consciencia y palabras a lo que nos
sucede (eso nos ayuda a sobrellevarlo mejor), nos muestran modelos y
estrategias para resolver conflictos, nos reconfortan, fomentan el diálogo,...

¡Y un sinfín de cosas más!

Lo más importante es:

 Escoger bien el cuento para que nos ayude a trabajar las emociones de
forma correcta pero sin perder de vista al función básica de la literatura en
la infancia: que es entretener, divertir y enganchar al lector. Tienes las
claves y algunos ejemplos en Cuentos para la Educación Emocional (Parte
I).

 Su simple lectura ya es suficiente pero puedes maximizar el potencial


educativo del cuento si haces preguntas de curiosidad sobre aspectos
emocionales del libro, como por ejemplo: "¿qué crees que siente el
personaje?", "¿por qué, qué te lo indica?", "¿y si estuviera contento, cómo
lo sabrías?", "¿cómo crees que podría actuar?", "¿qué harías tú en su
lugar?", "¿qué otras cosas podría hacer?”, "¿cómo podría calmar su rabia o
enfado?",... Tienes más ideas en Cuentos para la Educación Emocional
(Parte II).

 Aprovechar la lectura para reflexionar con los niños en qué momentos


han experimentado ellos esas emociones a lo largo de su día y, si
procede, qué hicieron o podrían haber hecho para sentirse de otra manera.

Algunos cuentos que te pueden ser útiles:

 "El monstruo de colores" de Anna Llenas, en cartoné para los más


pequeños (+1 año). También puedes encontrar la versión normal y la
versión pop-up (estos para +3 años). Descúbrelo en mi reseña.

 "El bestiario de las emociones", a partir de 2 años: graciosos y expresivos


animales para ir identificando y nombrando emociones con los más
pequeños.

 "Las emociones de nacho", a partir de 3 años.


 Los mejores cuentos para trabajar las emociones con los niños: una
cuidada selección de libros sobre emociones concretas vistas a través de
grandes historias que nos ayudan a entenderlas mejor.

 "El emocionario del inspector Drilo" de Susanna Isern (+5-6 años): un


repaso por la emociones más importantes, cada una contextualizada en
una pequeña historia inicial y con consejos sobre cómo gestionarla y
reconocerla en uno mismo o en los demás. Más info en mi reseña.

 "El gran libro de las emociones" (+7-8 años): muy completo y con las
emociones contextualizadas en historias, leyendas o cuentos de diferentes
partes del mundo.

 "Recetas de lluvia y azúcar" (para pre-adolescentes y adolescentes): 25


recetas llenas de imaginación para 25 emociones descritas de forma muy
poética y metafórica.

TRUCO:
Cuando tengas un cuento nuevo, podéis hacer un pequeño juego muy divertido y
fantástico para fomentar la empatía y aprender sobre la expresión no verbal de las
emociones. Consiste en observar atentamente las imágenes del libro (sin leer el
texto) y tratar de averiguar juntos lo que está sucediendo y las emociones que
están experimentando los personajes y el motivo de las mismas.
3. Jugar con "EL TEATRILLO DE LAS EMOCIONES":

Esta actividad consiste en crear un pequeño guiñol o teatro donde


representaremos historias inventadas por los propios niños y donde
aparecerán diferentes emociones.

Para ello necesitamos:

 Algunos personajes: que pueden ser juguetes o figuritas (que tengamos


en casa o en el aula) o marionetas o peluches o títeres de palo que
podemos hacer de forma casera, por ejemplo con personajes de nuestros
cuentos preferidos. En el pdf final te incluyo algunos para imprimir y
colorear.

 Dos dados: uno con las emociones básicas y otro con objetos o lugares.
En el pdf final tienes el imprimible para armarlos.
Como se juega:

El niño escoge sus personajes y tira los dados dos veces. Ahora debe inventar (y
representar) una historia donde aparezcan las dos emociones que le han salido y
los dos elementos del otro dado.

VARIANTE: "Superhéroes en apuros"


Si tienes figuritas de superhéroes como Spiderman, Superman o similares, vamos
a inventar una historia donde estos personajes experimenten emociones
desagradables como tristeza, miedo, enfado,... Es importante que los niños y
niñas se den cuenta que todos experimentamos todas las emociones y que estas
no son malas. Puedes acompañar esta actividad del libro Tipos duros (también
tienen sentimientos) que nos ayuda a romper estereotipos de género.

4. Actividad "DIBUJAMOS EMOCIONES":

Esta es una actividad muy sencilla.

Ponemos un espejo delante del niño y le ayudamos a representar las


expresiones de cada emoción, luego las puede dibujar en un papel y escribir
cuándo se ha sentido así.

Y AL ACABAR...."Fotomatón emotivo":

Ahora que hemos trabajado las expresiones faciales de las emociones podemos
jugar a hacernos fotografías unos a otros expresando diferentes emociones con
los gestos y guiños faciales adecuados. ¡Será divertidísimo!

5. Juego "MEMORI DE EMOCIONES":

Con las fotografías de la actividad anterior podemos montar un memori casero de


emociones.

Necesitamos imprimir un par de fotografías del niño expresando cada emoción.


Luego las pegamos en tarjetas idénticas que podemos hacer con cartones
cuadrados. ¡A jugar!
Recuerda que se ponen las piezas boca abajo y cada participante las va
levantando de dos en dos. Si son iguales, se las queda y vuelve a tirar. Gana
quien tiene más parejas.

Podemos aumentar la dificultad añadiendo más emociones o colocando fotos de


dos niños distintos para una misma emoción.

Tienes más detalles de este juego en Manualidad: memori de emociones

TRUCO:

Plastifica las fotografías para que no se gasten con el roce de la mesa al ponerlas
boca abajo. Si no puedes plastificarlas píntalas con barniz transparente.
6. Actividad con MÚSICA, PINTURA Y EMOCIONES:

La música nos despierta recuerdos y experiencias, pero además nos evoca


emociones.

En esta actividad uniremos la música, la expresión artística y la educación


emocional.

Pintando la rabia

Pondremos a los niños piezas musicales diferentes y dejaremos que pinten


libremente las emociones que les provocan. Luego hablaremos de lo que han
experimentado y dibujado.

Te explico con más detalle esta actividad en Expresamos nuestras emociones con
música, pintura y el cuento "Lola se va a África".

Y AL ACABAR....

Podemos volver a poner las canciones y bailar expresando con todo el cuerpo la
emoción que nos evoca la música. Es importante que conozcamos como la
emoción afecta a las distintas partes de nuestro cuerpo, pues no solo se
manifiesta en nuestra expresión facial.

7. Juego "DOMINÓ DE LOS SENTIMIENTOS":

Este es un dominó especial donde en cada ficha tenemos: en la parte derecha el


nombre de una emoción y en la parte izquierda una situación que puede provocar
otra emoción. En esta fotografía tienes 2 ejemplos:

Se trata de ir juntando las situaciones con la emoción concreta que nos producen,
de forma que el juego se cierra sobre sí mismo y no sobra ninguna ficha.

Puedes descargar el dominó en la web de Orientación Andújar

8. Juego DIY "LABERINTO DE LAS EMOCIONES":

Con este juego trabajaremos varias emociones en función de la edad de los


participantes e iremos descubriendo más sobre ellas, cuándo las
experimentamos, qué nos provocan,...

Necesitamos construir un tablero parecido al de la fotografía, las tarjetas "?"


(donde escribiremos las emociones que queremos trabajar) y un dado normal y un
dado de opciones (en el pdf final tienes los imprimibles necesarios).

Cuando caemos en la casilla "?", lanzamos el dado de las opciones y en función


de lo que nos salga tendremos que adivinar la emoción de la tarjeta, dibujarla,
hacer una lista de situaciones donde la hemos vivido, hacer una pequeña
representación teatral o buscar la emoción en un libro de emociones.
Tienes todos los detalles y los imprimibles en el post Juego DIY: Laberinto de
emociones y también en el pdf que te he preparado para tener todas estas
actividades en un solo documento imprimible.

TRUCO:

Si hay niños de diferentes edades puedes preparar dos fajos de tarjetas, uno con
emociones más básicas y otro que incluya también emociones más complejas. De
igual modo, puedes ir aumentando la dificultad del juego a medida que los niños
vayan dominando más sus sentimientos y emociones.

9. Juego de "MÍMICA DE EMOCIONES":

Se preparan varias tarjetas y se escribe en ellas diferentes emociones (te dejo un


imprimible en el pdf final).

Luego el niño coge una tarjeta y debe representar la emoción mímicamente.


El resto debe adivinarla. Quien la acierta es el siguiente en salir. Si somos
muchos, podemos hacer grupos.

Podemos incrementar la dificultad poniendo emociones o sentimientos


menos conocidos por los niños. Con esta actividad tan fácil los niños aprenden
vocabulario emocional, a poner palabras a cosas que han sentido, a fijarse en
cómo se manifiestan sus sentimientos en todo el cuerpo, a observar a los demás,
a prestar atención a la comunicación emocional no verbal y a los gestos y
expresiones corporales de las emociones.

TRUCO:

Cuando el niño no sepa cómo representar la emoción podemos dejar que intente
explicarla, poner un ejemplo o contarnos una situación donde él mismo la
experimentó. También podemos aprovechar el cambio de turno para que cada uno
recuerde alguna experiencia relacionada con dicho sentimiento y reflexionar un
poco todos juntos.

10. Juego "BINGO DE EMOCIONES":


¡Un juego sencillo pero bien entretenido!

No tiene mucho misterio: cada jugador tiene un tablero y se van sacando las
tarjetas de emociones y poniendo una marca en la que es igual en nuestro tablero.
Gana quien primero tiene una línea (horizontal o vertical) llena. Lo puedes
descargar aquí.

Fuente

ACTIVIDADES PARA APRENDER A GESTIONAR


LAS EMOCIONES:

11. ENTENDIENDO NUESTRO CEREBRO EMOCIONAL:

El primer paso para poder gestionar bien nuestras emociones y lograr que no nos
hagan rehenes de la impulsividad del momento es conocer por qué se dan y qué
mecanismos se activan en nuestro cerebro cuando sentimos emociones
fuertes.

Te recomiendo la lectura el libro "El cerebro del niño", de Daniel J. Siegel. Para mí
es un súper imprescindible porque hubo un antes y un después en mi vida al
leerlo, me ayudó mucho a comprender por qué mis hijos actuaban cómo actuaban,
cómo se desarrolla su cerebro, la relación de todo esto con sus emociones,... fue
muy revelador y me ayudó a empatizar más con ellos y sus sentimientos.

De igual modo es importante que los niños conozcan todos estos conceptos.

Para saber cómo explicarlo a los niños te recomiendo este artículo en inglés
How to teach you kids about the brain o bien podéis ver juntos este vídeo que lo
expone muy bien y les ayudará a entender su mundo interior y saber gestionar
mejor sus emociones:

12. Recurso "RUEDA DE OPCIONES" de la DISCIPLINA POSITIVA :

Esta es una herramienta estupenda de la Disciplina Positiva que ayuda a los


niños a recordar opciones para canalizar emociones desagradables como la
ira, el enojo, la rabia, la frustración,..

Simplemente debemos sentarnos con el niño en un momento relajado y que esté


receptivo y elaborar una lista con las cosas que puede hacer cuando se enfada en
lugar de gritar o pegar. Es importante que dejemos al niño participar activamente y
que procuremos solo acompañar sin darle las soluciones.
Luego imprimiremos el círculo (lo tienes en el pdf final), escogeremos entre 4 y 8
opciones y dividiremos el círculo en tantas porciones como ideas hemos escogido.
Luego las dibujaremos y/o escribiremos en las porciones y armaremos la rueda
como en la fotografía.

Cuando el niño se sienta desbordado y a punto de explotar, puede recurrir a


su rueda para escoger una manera de gestionar esa emoción y ¡ponerla en
práctica!

TRUCO:

Aprovecha mientras hacéis la rueda para recordarle al niño que todas las
emociones son buenas y deben expresarse, pero que debemos esforzarnos para
encontrar la mejor manera de hacerlo y así no dañar a los demás ni a nosotros
mismos. No dudes en construir tu propia rueda y ¡dar ejemplo!
13. DIBUJANDO MIS EMOCIONES para regularlas:

Un recurso fantástico para regular y apaciguar las emociones fuertes es


dibujarlas mientras las estamos experimentando. Eso ayuda a reconectar
cerebro emocional con cerebro racional. Además de que paramos, cambiamos de
actividad y descargamos nuestra emoción de una forma sana y segura para todos.

Solo debemos colocar un bote de colores y una libreta o montón de papeles en un


lugar accesible para los niños. Les contamos con antelación que pueden acudir a
dibujar su emoción cuando lo necesiten.

Pueden garabatear o hacer dibujos más relajados. También pueden romper,


arrugar o rasgar el dibujo una vez acabado. Así como hacer más de uno si lo
necesitan. Todo se vale.

CONSEJO:

Está bien que acompañemos a los niños mientras dibujan y vayamos reforzando y
verbalizando sus sentimientos: "vaya, ¿así es cómo estás de enfadado? ¡eso es
mucho!"; "a ver muéstrame cómo de enojado estás, ¡carai!", "¿sigues disgustado?
a ver haz otro dibujo,... bueno parece que algo menos, ¿no?".

14. Actividad "DIARIO DE MIS EMOCIONES":

En niños más mayores (o para ti) en lugar de dibujar las emociones que estamos
experimentando, es un muy buen recurso usar la escritura expresiva.
Consiste en hacer una especie de diario donde intentaremos hacer un
pequeño balance del día, empezando por las cosas positivas y dejando para
el final las negativas. Haremos hincapié en cómo nos sentimos, qué
pensamientos tuvimos, cómo actuamos,…

Podemos empezar a hacerlo de forma conjunta adulto y niño (sobre los 7 años)
para que luego pueda ir haciéndolo él solo cuando crezca.

El diario nos ayuda a aumentar nuestro bienestar porque nos hace más
conscientes de las emociones que vivimos, sus causas, sus efectos, los
pensamientos que provocan en nosotros, cómo solemos actuar,... Además
podemos detectar patrones y nos ayuda a cambiar conductas o pensamientos
destructivos por otros más conciliadores y saludables.

Si no sabes por dónde empezar, una buena idea es usar una versión más guiada
como: "Diario de las emociones. Pon color a tus emociones" de Anna Llenas.

Te dejo un vídeo de Elsa Punset sobre la escritura expresiva:

15. Recurso "RINCÓN DE LA CALMA" Y "MESA DE LA PAZ":

El rincón de la calma es un lugar físico donde el niño puede acudir cuando


se ve desbordado por sus emociones. En él encontrará algunos elementos que
le pueden ayudar a recuperar la serenidad y la tranquilidad mucho antes.

Te conté con todo detalle los elementos a poner en el rincón de la calma, cómo
presentarlo a los niños y cómo usarlo en: Rincón de la calma + 5 cuentos
relajantes+ 2 libros de mindfulness para niños.

El rincón de la calma también puede usarse como mesa de la paz Montessori, es


decir, un lugar donde pueden acudir los niños que han tenido un conflicto,
para resolver su problema de forma civilizada y respetando a todas las partes.
Solo necesitas tener un objeto de la paz (planta, piedra, peluche,...) que se usa
para marcar el turno de palabra.

Se trata de expresar de forma respetuosa nuestros sentimientos, necesidades y/o


deseos, siempre recordando las normas de la casa o aula (no gritar, no
insultar,…).

CONSEJO:

Explica a los niños que siempre deben tratar de hablar desde el “yo” y no desde el
“tú”, es decir: “yo me he sentido enfadado cuando me has quitado el juguete” en
lugar de “tú me has hecho enfadar porque…”

Como adultos lo mejor es no intervenir en sus conflictos, aunque nuestra


presencia puede ser útil como moderadores (nunca jueces) y sobre todo cuando
los niños son pequeños o tienen poca práctica con esta herramienta.

16. Dinámicas de RELAJACIÓN para NIÑOS:

Solemos decirles a los niños que se relajen o que hagan respiraciones, pero: ¿les
hemos enseñado a hacerlo?, ¿nos hemos parado a explicarles exactamente cómo
se hace?, ¿les hemos dado suficientes oportunidades para practicarlo?

Si queremos que sean capaces de regularse en momentos de carga emotiva


elevada, necesitan practicar cuando están calmados y con buena
predisposición, para que luego les salga de forma más espontánea y fácil.

Para los niños resulta más sencillo concentrarse en la respiración si el ejercicio va


acompañado de algún movimiento repetitivo de poca complejidad. Aquí te dejo
dos buenas opciones:

 Reseguir laberintos de meditación. Se respira pausada y lentamente


mientras con el dedo reseguimos el laberinto desde el inicio (flecha) hasta
el corazón y vuelta atrás. Te dejo unos imprimibles en el pdf final.

 Respirar tres veces mientras hacemos el siguiente movimiento con


piedras: inspiramos lentamente mientras cogemos una piedra con la mano
derecha. Expiramos lentamente mientras pasamos la piedra a la otra mano
y la colocamos encima de uno de los pictogramas. Repetimos dos veces
más con otras dos piedras distintas. Te dejo un imprimible en el pdf final.
Otro recurso muy bueno para que los niños se relajen es practicar cada noche la
RELAJACIÓN DE "EL CUBITO DE HIELO".

Consiste en hablarle al niño y guiarle en la siguiente meditación: "eres un cubito de


hielo, rígido, sólido, duro y frío. Encógete con las piernas dobladas y agarradas
con los brazos fuertemente. Nota la tensión, aprieta todo tu cuerpo. Ahora observa
cómo poco a poco aparece el sol en el horizonte. Empiezas a notar su calor, cómo
te va calentado. Despacio ve soltando la tensión pues te estás derritiendo. Poco a
poco ve extendiendo el cuerpo hasta quedarte tumbado a medida que el sol te
calienta y te vas convirtiendo en un charco de agua líquida. Suelta y relaja todo el
cuerpo. Derrítete, suéltate, ya no eres un hielo duro y en tensión, eres agua que
fluye por todas partes."

TRUCO:

Cuando el niño se enfade o esté en tensión, puedes recordarle que está como el
cubito de hielo y que si cierra los ojos puede observar cómo sale el sol y derretirse
mientras se relaja y suelta toda esa tensión que tiene.

17. Dinámica de ESCENIFICAR CONFLICTOS:

Los juegos de roles o pequeñas representaciones teatrales son fantásticas


para que los niños practiquen la resolución de conflictos y se pongan en la
piel de los diferentes implicados, empatizando más con sus hermanos, amigos o
compañeros.
De este modo, cuando se encuentren en la misma situación (o parecida) tendrán
más recursos para afrontarla con éxito y serán más conscientes de las emociones
y sentimientos que experimentan todos.

Del mismo modo, si el niño debe afrontar una situación nueva que le provoca
angustia o miedo, es muy bueno escenificarla tantas veces como necesite para
coger confianza. Incluso puedes ayudarle con pequeñas meditaciones guiadas
donde él se ve en esa situación y logra superarla.

18. Recurso "TÉCNICA DE LA TORTUGA":

Podemos explicarle al niño el cuento de la tortuga y hacer una analogía con lo que
a veces le sucede a él, así cuando esté enojado o enfadado y a punto de actuar
de forma impulsiva (pegando, empujando, insultando, gritando o parecido) puede
acordarse de la tortuga y actuar como ella.

Es decir, resguardarse en un caparazón imaginario, para relajarse y pararse a


pensar antes de actuar. Así le será más fácil encontrar soluciones a sus
problemas sin dañar a los demás ni a él mismo.

Si practicamos varias veces la técnica junto a los niños, con el tiempo serán
capaces de aplicarla ellos solos cuando la necesiten y así ir ganando autogestión
de sus emociones, a la vez que disminuirá su impulsividad.

Te dejo un vídeo relacionado:

ACTIVIDADES PARA FOMENTAR LA EMPATÍA Y


LAS BUENAS RELACIONES CON LOS DEMÁS:

19. Juego "SOY TU" (para empatizar con el otro):

Este juego es fantástico para empatizar con los hermanos o compañeros de


clase. Es tan simple como hacer una serie de tarjetas con preguntas simples
como: "color preferido", "compañero con el que te gustaría sentarte en el colegio",
"comida que odias",... Te dejo algunas para imprimir en el pdf final.

Se trata de hacer un montón con las tarjetas boca abajo y por turnos vamos
cogiendo una tarjeta y debemos responder a dichas preguntas pero como si
fuéramos el otro, de este modo nos ponemos en la piel de los demás pero a la
vez fomentamos el conocernos más entre nosotros, así como el propio
autoconocimiento.

20. ME PREOCUPO POR LOS DEMÁS:

La neurociencia nos dice que cuantas más ocasiones demos a nuestros hijos o
alumnos para ejercitarse en el acto de pensar en los demás, más capaces serán
de sentir compasión y empatía por los otros.

Estas ocasiones surgen muy a menudo durante nuestro día a día, sólo debemos
hacerles preguntas sencillas que los puedan inducir a pensar en los
sentimientos ajenos: "¿por qué crees que se ha enfadado Carla en el parque?";
"¿por qué crees que llora este niño?"; “¿cómo crees que se siente tu
compañero?", etc.

Así que es nuestro trabajo ayudar al niño, desde bien pequeño, a darse cuenta de
los sentimientos ajenos, la comunicación no verbal y el lenguaje gestual de las
otras personas, pero también ayudarle a reconocer los actos que las personas
hacen por él, agradecerlos y corresponderlos, por ejemplo: "¿has visto el
conductor del autobús?, se levanta muy temprano cada día para llevarnos al
colegio y al trabajo, ¿se lo agradecemos con un "buenos días"?".

Esto junto a nuestro ejemplo es la herramienta más potente para enseñar empatía
y su utilidad.

Para dar más relevancia a esto podemos promover que el niño se preocupe por
sus familiares o compañeros de clase, porque la solidaridad empieza con
pequeños actos que luego podemos ir ampliando a otros ámbitos de nuestra vida.

Así que si sabemos que un familiar o amigo del niño está pasando un mal
momento o está enfermo, por ejemplo podemos animar al niño a mandarle un
mensaje de ánimo por whatsApp, a escribirle una carta o postal, a acercarse a su
casa con un libro o revista, a cocinar algo para él,...

IDEA:

Y en épocas remarcadas (como Navidad) podemos promover actitudes pro-


sociales como llevar la ropa o juguetes que ya no usamos a personas que puedan
necesitarlos.

21. CUENTOS PARA DESARROLLAR LA EMPATÍA:

De igual modo que en nuestro día a día tenemos muchas oportunidades para
fomentar la empatía en los niños, los libros son también una herramienta
fantástica para ello, pues suelen instar al lector a ponerse en el lugar de los
personajes y tratar de comprenderlos, así como observar las emociones que
experimentan y las consecuencias emocionales de sus actos, tanto en ellos como
en otros personajes.

Podemos reforzarlo si mientras leemos hacemos preguntas del tipo: “¿cómo crees
que se siente este personaje?"; "¿cómo crees que lo que hace el protagonista
afectará a su amigo?", etc.

Casi cualquier historia puede servirnos, pero aquí te dejo una recopilación de
cuentos que por sus características ayudan especialmente al lector a
ponerse en el lugar del otro y empatizar: 11 Cuentos infantiles para desarrollar
la empatía

ACTIVIDADES PARA MEJORAR LA


COMUNICACIÓN, LA ASERTIVIDAD Y LA
ESCUCHA ACTIVA:

22. Actividad "BOTE DE LA COMUNICACIÓN":

Este es un recurso muy potente para que cada uno exprese sus emociones,
pueda verbalizar delante de los demás las cosas que le gustan (y las que no)
y empatice con el resto de miembros de la familia o compañeros de clase.

Además ayuda a crear vínculos afectivos y emotivos fuertes, propicia la


comunicación y el diálogo respetuoso y refuerza la autoestima de todos los
participantes.

Es tan simple como tener un bote y papeles donde escribir esas cosas que los
otros han hecho por nosotros y que nos han hecho sentir bien, usando la frase:
"Me gustó cuando...".

Luego nos reunimos una vez por semana, abrimos el bote, leemos las frases y
tratamos de averiguar las personas implicadas. Luego dejamos que éstas
comenten lo que pasó y cómo se sintieron, dándoles espacio para que se
expresen libremente y sientan que nos importan las cosas que les suceden y los
sentimientos que experimentan en su día a día.

Te detallo más la dinámica y los beneficios de esta actividad en el post: Bote de la


comunicación.

NOTA:

Anímate a introducir este recurso a vuestro día a día en casa o en el colegio


porque con él los niños descubren que sus actos afectan a los demás y que está
en sus manos hacerles sentir bien con pequeñas acciones cotidianas.

23. ESCUCHA LO QUE TE RODEA:

Con esta actividad lo que pretendemos es que los niños practiquen la escucha
activa. En una conversación tan importante es hablar bien como saber escuchar
adecuadamente.

Para poder comunicarnos bien, tanto emisor como receptor deben esmerarse y
poner de su parte.

El problema es que con el ritmo de vida actual vamos a toda prisa y no nos
paramos a escuchar lo que nos rodea. Por eso, intenta a menudo pararte con los
niños, animarles a cerrar los ojos y escuchar muy atentamente los sonidos de su
alrededor. Da igual si estáis en casa, en el parque, en clase, en la calle, en la
playa o en medio de la naturaleza.

Verás que es un juego sencillo, que no requiere material y que nos


tranquiliza y reconecta con lo esencial.

24. Pregunta ¿QUÉ TAL TU DÍA? de forma diferente:

La forma en que nos comunicamos con los niños es clave, pues nuestras palabras
calan muy hondo y condicionan su vida presente y futura. Debemos esforzarnos
cada día por establecer una comunicación respetuosa y con unas bases fuertes.

Los niños necesitan saber que valoramos sus emociones y sentimientos,


que nos interesan sus opiniones y que se respetan sus decisiones porque
les queremos y son personas importantes para nosotros.

El problema es que normalmente cuando preguntamos a los hijos (o alumnos)


sobre qué tal les fue su día, generalmente contestan con un "bien" y poco más.

Así que te comparto una serie de preguntas abiertas con las cuales la cosa
suele cambiar bastante: 25 formas de preguntar a tu hijo ¿cómo ha ido el día en el
cole?

Verás que son ideales para mejorar la comunicación con tus hijos (o alumnos),
porque con ellas los niños ven que les valoramos, se sienten mejor consigo
mismos, aprenden a escuchar, a preguntar y a interesarse por los demás,
aprenden que sus opiniones importan, se sienten más respetados y se hacen más
responsables de sus actos y sus pensamientos.

RECUERDA:

Todos queremos que nos respeten y nadie aprende a respetar si no es respetado.

"La forma en la que hablamos a nuestros hijos se convierte en su voz interior",


Peggy O'Mara

25. Juego "DIBUJO DICTADO"

Esta actividad sirve para que los niños empaticen con el otro pero sobre
todo para que vean la importancia de esforzarse cuando queremos
comunicar algo a los demás. Se darán cuenta que es esencial expresar bien lo
que queremos decir, pero también escuchar con atención lo que nos dicen.

Se necesitan dos personas. Una dibujará siguiendo las instrucciones del otro y
luego se intercambiaran los papeles.

Necesitamos algunos dibujos que los participantes no podrán ver con antelación.
Podemos imprimirlos con anterioridad o usar ilustraciones de cuentos.

Uno de los participantes se sienta en una mesa donde poder dibujar. Detrás de él
colgaremos una de las ilustraciones. El otro participante deberá describir la
ilustración para que su compañero pueda reproducirla lo mejor posible teniendo en
cuenta que no la ve.
Uno deberá esmerarse en comunicar y describir con detalle la imagen, el otro
deberá agudizar su escucha.

¡Es muy divertido y revelador!

NOTA:

Es importante que luego los participantes intercambien los papeles para poder
empatizar con las dificultades del otro.

ACTIVIDADES DE AUTOCONOCIMIENTO PARA


FOMENTAR LA AUTOESTIMA Y EL
AUTOCONCEPTO:

26. Juego "MI NOMBRE, MIS VIRTUDES"

En esta actividad vamos a invitar a los niños a escribir su nombre en letras


grandes y en mayúsculas.

Luego deberán coger cada una de las letras y buscar una virtud o cualidad
positiva que posean y que empiece por esa letra. La escribirán en la hoja y la
compartirán con el resto de niños y adultos.
Esta actividad es fantástica para promover el autoconocimiento de uno mismo
pero también para ayudarles a mejorar su autoconcepto ("cómo soy", "cómo me
veo"), a partir del cual se construye la autoestima de uno, porque si mi
autoconcepto es bajo, nunca voy a poder tener una alta autoestima.

TRUCO:

Si el nombre del niño es muy corto, podéis hacer la actividad con nombre y
apellido.

Si queréis seguir jugando, cada niño puede hacer su propio nombre y el apellido lo
rellenán el resto de participantes. Así se promueve el conocimiento del otro, la
amabilidad y el vínculo afectivo entre los participantes.

27. Actividad "MI SILUETA, SOY ÚNICO"

Necesitamos un rollo de papel grande pues debemos reseguir en él la silueta del


cuerpo de cada niño. Si disponemos de poco espacio, podemos dibujar sólo el
torso.

Luego escribiremos en cada silueta las fortalezas, aptitudes, características,


habilidades,... de cada uno. Todos pueden escribir en la silueta de todos.

Al finalizar cada niño tendrá su silueta con todo aquello que le hace único y
especial.

Para ayudarles a encontrar sus fortalezas podemos hacerles las siguientes


preguntas: "¿qué haces bien?"; "¿qué haces solo/a?"; "¿cómo eres?"; "¿qué te
gusta hacer?"; "¿qué te gusta de tal persona?";...

CONSEJO:

Recorta las siluetas y ponlas en un lugar visible. Así cada niño puede volver a ella
si lo necesita, para recordar lo fantástico y único que es. Además es un recurso
vivo, porque podéis seguir añadiendo fortalezas en cualquier momento.

28. Crear "MI RECETA DE LA FELICIDAD"

En esta dinámica vamos a escribir cada uno nuestra receta para lograr la
felicidad.

Debemos primero pensar en que ingredientes necesita nuestra receta y luego le


pondremos las cantidades de cada uno.

Una vez estén hechas nuestras recetas podemos compartirlas y debatir con el
resto.

Con este pequeño juego propiciamos conocernos mejor a nosotros mismos y


a los demás y descubrir cuáles son las cosas importantes para cada uno.
29. Dibujar "MI ÁRBOL"

Esta es actividad que suele realizarse en el aula pero puede adaptarse


perfectamente al hogar.

Consiste en que cada niño dibuja un árbol.

En las raíces debe escribir las cualidades positivas que tiene, en las ramas
las cosas positivas que hace y en las hojas sus éxitos.

A continuación, en grupos de cuatro, lo comentan con sus compañeros y se


pueden añadir cualidades u otras cosas.

Por último, cada uno se pega su árbol en el pecho, se levantan y todos van
paseando por el bosque, diciendo las cosas buenas de cada uno de ellos.

30. Reflexionar con "MIS ERRORES, MIS APRENDIZAJES"

Es importante transmitir a los niños que los errores son grandes oportunidades de
aprendizaje. Según cómo gestionemos los errores en casa o el aula, los niños
sacarán mensajes muy diferentes.

Por eso debemos recordar no rescatarles cuando se equivoquen, sino dejar que
experimenten las consecuencias, para así poder aprender de la situación.
Tampoco castigarles, criticarles o sermonearles, sino ayudarles a encontrar la
forma de resolver el problema.

A la vez está bien que abramos espacios de diálogo donde reflexionar sobre
los errores que todos cometemos, pedir perdón y buscar qué podemos
aprender de cada caso.

Esta actividad es tan simple como tener un papel donde iremos anotando
nuestros errores pero sobre todo, los aprendizajes importantes que estos nos
han proporcionado.

CONSEJO:

Haz tu propia lista. Comparte tus propios errores con los niños (aunque no estén
relacionados directamente con ellos). Pide perdón si te equivocas y reflexiona
sobre cómo afrontas tus errores porque así aprenderán los niños a afrontar los
suyos.

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18 propuestas para trabajar la inteligencia emocional en
el aula
 Por Cristina Martínez Carrero
 16/11/2016
 Opinión

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Cristina Martínez Carrero

Psicopedagoga y Maestra de Audición y lenguaje cuya trayectoria profesional ha estado


orientada al diagnóstico e intervención de dificultades de aprendizaje en sentido amplio.
Directora y coordinadora de D-letras..

A menudo vemos en la escuela cómo niños y niñas tienen dificultades para reconocer y
gestionar las diferentes emociones. Les cuesta ponerse en el lugar del otro, hablar y
compartir opiniones de una manera asertiva… No saben cómo identificar las emociones,
cómo reconocerlas y cómo gestionarlas, de hecho, no es tarea fácil.

¿Están nuestros alumnos preparados para ello? No todos; son competencias que se dan por
adquiridas y a veces no están lo suficientemente desarrolladas. Competencias a las que no
se les suele prestar la atención que merecen. Adquirir y desarrollar una buena
Inteligencia emocional (IE) es imprescindible. Por esta razón en este artículo queremos
ofreceros algunos ejemplos y recursos materiales para que los podéis usar en el aula.
La
inteligencia emocional es la capacidad de identificar, comprender y manejar las emociones
en uno mismo y en los demás, es decir, la capacidad que tenemos para tratarnos bien y
tratar bien a los demás. Consta de tres procesos básicos que la engloban:

1. Percibir: Reconocer de forma consciente nuestras emociones e identificar qué


sentimos y ser capaces de darle una etiqueta verbal.
2. Comprender: Integrar lo que sentimos dentro de nuestro pensamiento y saber
considerar la complejidad de los cambios emocionales.
3. Regular: Dirigir y manejar las emociones tanto positivas como negativas de forma
eficaz.

Sabemos que los alumnos que desarrollan una adecuada inteligencia emocional
poseen confianza en sus capacidades; crean y mantienen relaciones satisfactorias,
comunicando lo que necesitan, piensan y sienten, teniendo en cuenta los sentimientos de los
otros; están motivados para explorar, afrontar desafíos y aprender, poseen una autoestima
alta y tienen un mayor número de recursos para la resolución de conflictos. Algo que
influye de forma positiva en todas las áreas de su vida.

En el colegio veremos que trabajando la IE aumenta el bienestar de los alumnos, se reducen


los conflictos escolares resolviéndose de una manera más asertiva. Pero, lamentablemente,
en muchos colegios no existe un rincón en la apretada agenda escolar para educar las
emociones. Son pocos los colegios que lo hacen. Comprendiendo lo complicado que es, se
puede partir de tutorías, a través de algún conflicto que haya surgido para poder trabajar la
IE, también se puede dedicar:

 10 minutos cada mañana antes de comenzar la “rutina” diaria. Estarán más


receptivos.
 10 minutos antes de acabar las clases, si es posible, se puede repasar cómo
estaban por la mañana, si algo ha cambiado, creando un espacio para que puedan
reflexionar individual y grupalmente.
 Asamblea: 1 vez por semana. Si por el estilo de las clases o la organización del
centro educativo, no es posible trabajar las emociones cada día, se puede dedicar
una hora a la semana y hacerlo en forma de Asamblea… Quizá suponga un trabajo
extra, pero los alumnos se sentirán mejor cada día.

Lo primero es dedicar unas sesiones a explicar cuáles son las emociones básicas (la
alegría, tristeza, asco, enfado, miedo y sorpresa), enseñar cómo puedo identificarlas y qué
hacer cuando las identifico.

El año pasado en mi centro escolar realizamos un taller de inteligencia emocional que


atraía mucho a los niños, era muy dinámico y les ayudó a fijarse más en que repercusión
podían tener sus actos y a estar más pendientes de ayudar a sus compañeros. Se fomentó la
empatía. En estas sesiones se presentaba tres imágenes, una que mostrase los rasgos
faciales de una forma clara, la misma emoción en un niño y en una persona adulta. Los
alumnos debían identificar la emoción a trabajar. Se les va preguntando por las
características físicas que pueden observar en la imagen; una vez identificados los rasgos
físicos preguntamos por las cosas que nos producen dicho sentimiento. Después, debatimos
y comentamos que soluciones podemos encontrar para ayudar a las personas que presentan
dicho sentimiento y por último, qué podemos hacer nosotros mismos para cambiar esa
emoción cuando la estamos manifestando. Os dejo un ejemplo del MIEDO.

¿Cómo podemos hacerlo? Os dejamos un listado de materiales que pueden serviros para
trabajar la IE y las emociones en el aula:

LIBROS

Es importante tanto distinguir lo que sienten y piensan ellos mismos, como lo que sienten y
piensan los otros. A través de cuentos o historias, siempre podréis agregar el componente
emocional:

 El emocionario, de Cristina Nuñez y Rafael Romero, Editorial Palabras Aladas. Es


un libro muy sencillo, presenta un itinerario a través de las distintas emociones que
tenemos cualquier ser humano. Lleno de ilustraciones muy llamativas y con un
texto sobre cada emoción que te invita a la reflexión. Es compatible con cualquier
programa emocional, y además dispone de sus propias fichas descargables.

 El monstruo de los colores, de Ana Llenas, Editorial Flamboyant. El libro trata de


un monstruo que se ha hecho un lío con las emociones y deberá aprender a poner en
orden la alegría, la tristeza, la rabia, el miedo y la calma. Es un álbum ilustrado y
gracias a sus expresivas ilustraciones permite a los niños identificar con facilidad las
distintas emociones que se viven durante el día. Aquí tenéis acceso para ver el
videocuento.

 Cuentos para educar con inteligencia emocional, de Clara Peñalver y Sara


Sánchez, Editorial Beascoa. Libro enfocado a los niños más pequeños con un
lenguaje cercano y sencillo. Es un manual perfecto para comprender y gestionar las
dudas que generan en nosotros las diferentes emociones.

 Paula y su cabello multicolor, de Carmen Parets Luque. Es un cuento que trabaja


las emociones más básicas: alegría, tristeza, enfado y miedo. Este libro te permite
descubrir cómo a Paula le cambia de color del pelo según la emoción que sienta,
a través de las transformaciones en el pelo de Paula vamos visualmente dando
nombre a las emociones que sentimos. A partir de hacernos preguntas como ¿Qué
nos provoca esa emoción?, ¿Qué nos hace sentir? y ¿Qué debemos hacer? vamos
proporcionando respuestas y soluciones para cada tipo de emoción. Aquí tenéis
acceso al videocuento.

VIDEOS
Los videos propuestos os pueden ayudar a jugar al “traje de detective”. El juego consiste
en analizar los estados emocionales de los personajes. Preguntarles cómo crees que se
sienten y cómo lo demuestran. Tienen que prestar atención tanto a la comunicación verbal,
como a la no verbal. Crear debates: ¿cómo reaccionarías tú?, ¿cómo son las reacciones?
¿exageradas, irreales?…

 Las emociones en diferentes situaciones con sus películas favoritas.


 Para trabajar la empatía.
 Vídeo para hablar sobre las repercusiones que puede tener meterse con una persona
por ser diferente.
 Para trabajar el enfado.
 Para trabajar asertividad.
 Para trabajar la Amistad.
 Para trabajar la tristeza.

JUEGOS ONLINE

 Descubre cómo eres es un juego con distintas actividades que permiten a los niños
descubrir cómo trabajar la propia identidad, experimentar sentimientos y reconocer
emociones.
 Pelayo y su pandilla tiene divertidas y variadas actividades sobre distintas
emociones, identidad sobre el propio cuerpo e incluso juegos sobre salud e higiene
personal.
 Conocerse y valorarse es una interesante herramienta de autoconocimiento para
niños a partir de 12 años.

JUEGOS GRUPALES DENTRO DEL AULA

 Dominó de los sentimientos: Aquí podéis descargarlo, además la página ofrece


ideas de más actividades que se pueden hacer.
 Diario de las emociones: El juego es una dinámica educativa que trata de favorecer
la reflexión sobre los propios estados emocionales. A través de esta dinámica vamos
a procurar que los niños y niñas dibujen sus estados emocionales y que tomen
conciencia de cuando sienten cada emoción, de los posibles desencadenantes y
consecuencias. De esta manera tendrán un rico collage de las propias emociones.
 Juego “El observador”: Deben observar las expresiones emocionales de otras
personas (familiares y amigos). Deben fijarse en los aspectos verbales (qué dice y
cómo lo dice) y en los aspectos no verbales: gestos faciales, muecas, tonos de voz,
tics, etc. Como ya se trabajó al principio, este juego les motiva mucho porque saben
en qué han de fijarse.
 ¿Qué estará pasando? A través del roleplaying podemos plantear diversas
situaciones, reales o imaginarias (preferiblemente reales), y han de dramatizar la
situación con todo tipo de detalles. El resto de compañeros deben tratar de adivinar
los estados afectivos en cada uno de los acontecimientos relatados. “Me imagino
que sentiste…..cuando”. Confirmar si ha acertado en los sentimientos.
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la música

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Emocionalmente prácticos – Actividades


para trabajar la inteligencia emocional
2 min. de lectura

¡Riiiing! Suena el despertador y debemos arrancar motores. Desayunar adecuadamente,


preparar los materiales, un aseo eficaz y siempre en mente los horarios. Y en el colegio, el
ritmo no para: mates, conocimiento del medio, lengua, música, educación física, inglés…
Siempre atareados.

Por supuesto que las rutinas y las materias son importantes de trabajar, pero no debemos
nunca olvidar que somos humanos y, como tales, tenemos sentimientos.

Todos tenemos la necesidad de expresar nuestras emociones, y ya desde la infancia se


deben favorecer espacios de tiempo en los que se fomente esta capacidad de expresión.
Por todo ello, os presentamos una selección de propuestas didácticas idóneas para
implementar en las aulas o en casa. Un rincón, una dinámica y un taller que seguro que
van a contribuir a crear un mejor ambiente en clase y a que podamos conocernos mejor.

¡Vamos allá!

1. Rincón de la escucha
¿Cómo crearlo?

Basta con un gran dibujo de una oreja o algo relacionado como cascos o auriculares,
algunos pictogramas de las emociones básicas, papel y lápiz.

¿En qué consiste?

Los niños y niñas pueden acceder a este rincón siempre que lo necesiten para analizar sus
propios sentimientos. Pueden expresarlo tanto por escrito, con lápiz, papel y pictogramas;
como a nivel oral. Si van solos pueden contarle su situación a la oreja del dibujo, pero, si lo
desean, pueden invitar a un amigo.

¿Por qué es interesante?

Este rincón de la escucha es muy beneficioso para los alumnos, ya que a través de él:

 El alumnado desarrolla la capacidad de autocontrol,


 Favorece la expresión libre de los estados anímicos,
 Ayuda a identificar las emociones.

2. Receta para la felicidad


Como si de un pastel se tratase, vamos a abordar este concepto tan abstracto y relativo en la
sociedad con mucha hambre. Para esto, contamos con esta divertida dinámica.

Para animar al alumnado, creamos varios grupos y les pedimos que anoten los ingredientes
necesarios para lograr la felicidad. Después, y en función de la edad de los destinatarios,
tienen que reflejar la cantidad requerida de cada ingrediente.

Por último, y ya en gran grupo, exponen y justifican el porqué de la lista que han elaborado.
Lo que nos queda es una rica receta que invita a la reflexión y sirve para familiarizarse con
los deseos de cada uno. Compartir el resultado en clase puede ayudar a que nos
comprendamos mejor unos a otros. ¡Igual que con un buen pastel!

3. El reloj de las emociones


Ahora proponemos un taller de plástica. Vamos a crear el reloj de las emociones.

Sobre una base circular de cartón o goma eva, dibujaremos las seis emociones
tradicionalmente aceptadas a escala mundial. Estas son:
 alegría
 tristeza
 miedo
 ira
 asco
 sorpresa
Después, con un encuadernador, fijamos una manecilla. Esta nos va a ayudar a marcar la
emoción que cada uno sienta en el momento en que lo trabajemos. Si se destina para
niños y niñas más mayores, podemos contextualizar la situación que ha provocado la
emoción.

Finalmente, como adaptación de la actividad, proponemos sustituir los dibujos de las


emociones por imágenes reales de los niños y niñas en las que destaquen sus rasgos
faciales. Así, nuestro reloj queda personalizado para nuestra clase.

Conclusión
A través de estas propuestas, hemos conseguido materializar las emociones, y así
podemos facilitar su asimilación para nuestros alumnos.

4 Juegos para Mejorar la Atención en


Clase – Rincón de los Juegos
3 min. de lectura

Uno de los factores que más influyen en el rendimiento escolar es la falta de atención.
¿Cuántas veces se comenten (o cometemos, incluidos nosotros) errores por un despiste o
por no fijarnos bien? Muchas. Problemas en la comprensión del enunciado por no leer con
atención, fallos en la resolución de problemas matemáticos por no fijarse en el signo de una
operación, errores por no escuchar atentamente… Es de lo más común.
Si es algo de todos conocido y presente a diario dentro del aula, ¿en qué momento, dentro
de nuestra programación, damos cabida para atender a dicha necesidad?

Pssst… La mejor forma de hacer que los alumnos estén atentos es conseguir
que se diviertan aprendiendo. ¡Los juegos educativos son especialmente
efectivos para educar!

Dentro de la distribución de las “grandes materias” seguro que puedes sacar un hueco para
trabajarla. A modo de ejemplo, te propongo estos 4 juegos, cuya finalidad principal es
favorecer y focalizar su atención. ¡Atentos!

1. Zoom
Les mostramos una serie de imágenes muy ampliadas de objetos que pueden encontrar en
su vida cotidiana. Observando minuciosamente y fijándose en los “pequeños-grandes”
detalles, los alumnos pueden adivinar el objeto en cuestión.

Con este juego, además de trabajar la atención, fomentamos el razonamiento a través de la


deducción. Además, la diversión está asegurada. Os sorprenderá ver la gran imaginación
que tienen vuestros alumnos, y que por circunstancias permanece oculta.

2. Escondite de palabras
En este juego deben leer con mucho detenimiento, ya que dentro de las frases se han
escondido unas palabras que a simple vista no se ven. Mirando dentro de cada palabra o
juntando la última sílaba de una palabra y la primera de la siguiente, vuestros alumnos
consiguen descubrirlas.
Esta actividad puede costarles un poco al principio, porque deben centrar su atención en
una lectura más exhaustiva y poco común a la que tienen ya mecanizada.
Podemos jugar de 3 formas atendiendo al nivel de dificultad:

 Mostramos las frases y les damos un listado de las palabras que tienen que buscar.
 Mostramos las frases, pero sólo les damos el tema a tratar.
o Tema: Los colores.

“Al final iremos, pero saldremos un poco más tarde.”

Solución = Rosa

 Mostramos las frases y les damos las definiciones de cada palabra a encontrar.
o Definición: Mueble con respaldo, generalmente de cuatro patas, que sirve de
asiento a una persona.

“No sé a qué hora llegaré. Si llamas antes sería mucho mejor.”

Solución = Silla

3. La Fotocopia (o la Copia-Foto)
Les mostramos una cenefa, o dibujo en cuadrícula, que deben reproducir exactamente igual
en un tablero con las mismas características.
Para esto, tienen que fijarse en los colores y en los huecos que hay que dejar entre una línea
y otra (Copia). Cuando terminen, les prestamos cualquier dispositivo con cámara para
“inmortalizar” el resultado (Foto).

4. Cambio de escena:
Uno de los juegos más fáciles para preparar, ya que el único material que necesitamos es la
imaginación de nuestro propio alumnado.

Cada uno de ellos elige un sitio y una postura cómoda dentro del aula. El “Elegido” debe
visualizar la escena con mucha atención y grabarla en su memoria.

Sale del aula por un breve espacio de tiempo. El tiempo suficiente para que dos de ellos se
cambien de sitio, o cambien de postura, o se cambien algún accesorio (dependiendo del
nivel de dificultad que queramos poner). Cuando vuelve a la clase, el que se la liga debe
descubrir el cambio de escena que se ha producido entre sus compañeros.

Este es un juego en el que todos participan de una u otra manera: o bien descubren el
cambio, o bien son los que ocasionan el cambio de escena, o bien son “testigos” de ese
cambio.
Con este pequeño recopilatorio podemos fomentar de manera eficaz la atención. No cuesta
mucho y los efectos se notan bastante. Esto vuelve a demostrar los beneficios del juego
dentro del ámbito de la educación.

Es por eso que creemos en la importancia de la creación de apps educativas al 100%.


Apostamos por una educación basada en el juego como parte fundamental de la
programación. Por eso, un grupo de profesores nos hemos adentrado en el mundo de las
aplicaciones, aportando nuestro grano de arena en la creación de recursos efectivos del
aula. ¿Que todavía no las conoces? ¿A qué esperas?

¿Y tú? ¿Cómo mantienes la atención de tus alumnos? ¡Cuéntanos!

Crédito de las fotos: Amaya Chamorro y Khyati Birmani

¿Empezamos por las vocales? Trucos para


aprender a leer y escribir
4 min. de lectura

Una de las tareas más bonitas que tiene un maestro, bajo mi punto de vista, es dotar de
significado a “unos signos raros” llamados letras. Ver cómo van avanzando por el proceso
llenos de expectación y poder alegrarse y enorgullecerse por sus logros es la mejor
recompensa. Y si, además, conseguimos inculcarles el gusto por la lectura… ¡genial! No
podríamos pedir más.

Esto parece difícil, pero no lo es tanto. Aprender debe ser divertido y no hay mayor
diversión para cualquiera que unos buenos juegos. Partiendo de esta premisa, comienza
mi tarea como educadora.

Con estas actividades, vamos a ayudar a nuestros alumnos a reconocer, trazar y


discriminar vocales, algo vital para aprender a leer y escribir. ¡Todo esto mientras se
divierten aprendiendo! Podemos distinguir estas actividades en cuatro pasos distintos,
dependiendo de qué aspecto queramos enseñar al alumno.

¡Vamos allá!

1 – Presentación de la letra:
Todos nos apoyamos en algún método de lectoescritura cuyo punto de partida es, por lo
general, un cuento con un personaje principal asociado a la letra que vamos a trabajar.

Podemos utilizar marionetas, imágenes interactivas, pequeñas representaciones teatrales, el


baúl de la imaginación… Con cada cuento, haremos que nuestros alumnos se familiarizen e
interesen por cada una de ellas.
Todos los personajes de los cuentos tienen asignados un personaje cuyo nombre empieza
por la letra elegida (el panadero P, el pirata Palo Palote…). A la hora de la lectura les
resulta difícil separar el personaje del fonema en cuestión. Por eso he creado un
“Fonemadario”:

Cada letra tiene asignada una imagen que representa su sonido (por ejemplo: la A es una
niña gritando, la H es el enanito mudito, la X dos espadas chocándose…). Crear imágenes
asociadas con el fonema reduce el esfuerzo del niño.

2 – Trazo de la letra – mayúscula y minúscula:


Una vez terminadas las presentaciones pertinentes, comenzamos con los juegos. Los
primeros irán encaminados al aprendizaje de su grafía. Que consigan el trazo y la
direccionalidad correcta será nuestro objetivo primordial.

Podemos utilizar muchos soportes distintos para aplicar nuestra metodología:

 Escribimos el trazo de la vocal en grande en el suelo. Deberán caminar o conducir


un coche de juguete, siguiendo el camino correcto.
 Lo realizamos con pinchitos siguiendo el orden adecuado.
 Utilizamos un punzón, pegamos gomets o incluso plastilina en el trazo de cada una
de ellas.
 Usamos la pizarra (física o digital) y un poco de papel continuo para ir
encaminándoles a la escritura en sí misma. Primero repasando la letra que nosotros
escribamos y más tarde sin ningún tipo de apoyo.

Pssst… Crear una pequeña frase para que puedan memorizar el recorrido es
lo más eficaz, y si hay un apoyo visual, mucho mejor. Por ejemplo con la
a: “Subo como me dice la señal, como no puedo pasar (por el muro) doy la
vuelta entera, le recojo y le llevo a su casa en un pispás.”

3 – Discriminación visual:
Es el momento de ir distinguiendo la letra escogida del resto. Para esto suelo ponerles
juegos de dos tipos según el siguiente criterio:

a – Letras sueltas

 Dictado al revés: Se les pide una letra en concreto. En lugar de tener que escribirla,
deberán rodear la letra correcta de entre todas las letras que hemos escrito con
anterioridad en la pizarra.
 Sopa de letras adaptada: Dentro de una sopa de letras deberán tachar la vocal que
se les pide. Además de la discriminación trabajamos también la constancia de los
alumnos.
 Juego de la silla: Se colocan por toda la clase las sillas de los niños, y en el respaldo
de cada una de ellas se pone una vocal al azar. Mientras suena la música se va
colocando en uno de los bolsillos un tapón con una letra. Hasta que no pare la
música no podrán ver el tapón, que les llevará a la silla adecuada.

b – Dentro de palabra

 Detective de palabras: Deberán buscar la letra que les pidamos en un texto sencillo,
¡con lupa incluida!
 Cartero por un día: En el caso que nos ocupa, que son las vocales, habrá 5 buzones
(uno por cada vocal). Se les repartirá sobres con 1 palabra escrita. Deberán fijarse
en la vocal que contiene porque será la pista para dejarlo en el buzón
correspondiente.
 A recoger: 2 cajas, una con la vocal que queremos consolidar y otra caja vacia. Se
les entregará una serie de palabras, y ellos han de guardarlas en la caja idónea,
dependiendo de si estas llevan la vocal o no.

4 – Discriminación auditiva:
El último paso de este proceso puede ser el más complicado, pero también, por lo tanto, el
más divertido.
El último paso de este proceso puede ser el más complicado, pero también, por lo tanto, el
más divertido.

 Aros saltarines: Colocamos unos aros en el suelo y dentro de cada aro escribimos
una letra. Ponemos música para moverse por el aula y cuando deje de sonar,
decimos en alto una de las vocales. Los alumnos deben buscar el aro que la
contenga y saltar en ella.
 Sigue el camino correcto: En cada baldosa del suelo escribo con tiza las letras
conocidas, por ejemplo, las 5 vocales (repetimos el número de vocales las veces que
sea necesario para cubrir las baldosas). El niño al oír la vocal ha de saltar a la grafía
correspondiente.
 La rayuela de letras: Cambiando los números por las letras, recorrerán el camino
(en función del equilibrio o con los pies juntos o a la pata coja) diciendo en voz alta
el fonema de la grafía en la que se encuentren.

Sólo con estos sencillos pasos la atención del alumno ya está de nuestra parte. El resto es
como “coser y cantar”.

Para añadir un recurso tecnológico al proceso de enseñanza-aprendizaje, un compañero y


yo creamos una aplicación que engloba todos y cada uno de los pasos expuestos. Es un
elemento motivador por excelencia y que permite un aprendizaje autónomo.
¿Y tú? ¿Cómo enseñas tú las vocales a tus alumnos? ¡Cuéntanos!

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