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info@phronesisvirtual.com
© 2019, Editorial Phrónesis

© 2019, ¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS?


EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

Cl. 25B #72 53 Bogotá, Colombia


www.elartedesabervivir.com

© 2019, Autor:
Luis Flórez Alarcón, PhD.

Corrección de Estilo
Luis Fernando Zamora Guzmán

Diseño y Diagramación
Luis Fernando Conde López
www.lightformconcept.net

ISBN: 978-958-59753-3-0
Primera edición: Bogotá D.C., mayo de 2019

Impreso en Colombia
Printed in Colombia

© Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción


y la comunicación pública total o parcial y la distribución, sin
la autorización previa y expresa de los titulares.
¿ÁNGELES CAÍDOS O
ANTROPOIDES
ERGUIDOS?
EL ENIGMA DE LA
MOTIVACIÓN HUMANA

EL ENIGMA DEL DESEO:


MI MADRE, MI MADRE,
MI MADRE
Salvador Dalí, (1929)
Múnich, Staatsgalerie
Moderner Kunst
Hacer o No Hacer, ése es el quid
¿Qué es lo que nos conduce a hacer
o a dejar de hacer?

Comprender la motivación humana


es tan fácil, o tan difícil, como
comprender la representación que
hace Salvador Dalí acerca de “el
enigma del deseo”

A mi nieto, Santiago Flórez Diaferia

iii
PRESENTACIÓN

El presente libro reedita y organiza por temas un


conjunto de veintisiete notas sobre motivación humana,
escritas en la página web Phrónesis entre 2015 y 2017.
Cada nota constituye una unidad independiente de las
demás, por lo cual su lectura es completamente auto-
contenida y el lector puede leerlas en el orden en que
desee, pues no existe una sucesión de dependencia
temática entre una nota y otra.
Hace varios años yo deseaba publicar un escrito
de divulgación amplia sobre tópicos de motivación
humana. Por esa razón, vi en la invitación que me hizo
Walter Riso en 2015 para  publicar una columna en
la página web Phrónesis una ocasión propicia para
llevar a la práctica ese propósito. Imaginé entonces la
columna como un conjunto de ensayos independientes,
pero unidos por un hilo conductor que era el tema
motivacional, con cada aparición de la columna como
una nota para tratar algún tópico selecto acerca de
ese tema, ilustrado, de ser posible, con asuntos de
actualidad en el acontecer de Colombia o del mundo.
A esa columna le di el título general que se recoge
en la primera parte del título de este libro: ¿Ángeles
caídos o antropoides erguidos?
La idea de titular cada nota con una frase alusiva a
expresiones populares y con otra alusiva a conceptos
motivacionales dio origen a la frase que aparecía en el
encabezamiento de la columna en Phrónesis, ya que
no se trataba de algo accidental, sino que obedecía
a una intención deliberada: “Escrita para que la lean
personas no-especialistas, con la intención de favorecer
la claridad y la utilidad; pero también para que la lean
personas especialistas, con la intención de favorecer
v
la fundamentación”. Fue una guía valiosa para tratar
de cumplir con el lema de la columna, respaldado en
mi desempeño como profesor del curso de motivación
durante varios años en el programa de psicología de la
Universidad Nacional de Colombia.

Pensé en cuatro temas centrales, alrededor de


los cuales escribiría cada nota a la manera de
tópico selecto dentro del tema central. Esos temas
constituyen la razón para haber organizado las notas
en el orden que se hace en la tabla de contenido de
este libro. Es un orden lógico pero arbitrario, por lo cual
ninguna nota se convierte en requisito para leer las
otras.

El primer tema fue el de la motivación en sí misma.


Popularmente se hace referencia a la “motivación”
exclusivamente como un acontecimiento puntual en
el que sucede algo que desencadena la ejecución
de una acción en respuesta a dicho acontecimiento.
Cuando no es evidente que haya acontecido algo que
explique razonablemente la acción, entonces se juzga
que ésta no tiene un motivo real que la desencadene
justificadamente.

Se piensa, por ejemplo, que recibir una ofensa es


una motivación que explica –con o sin justificación
razonable- el desencadenamiento de una respuesta
agresiva de parte del ofendido; si no existe la ofensa,
o si la misma no se considera como una justificación
razonable de la respuesta agresiva, entonces se
concluye que no hay un “motivo real” para la agresión.
Por supuesto ese “motivo real” sí existe en la cabeza
del ejecutante de la acción agresiva, más precisamente
en sus expectativas, y es preciso dirigirse a ellas para
encontrar no solo la explicación de la acción sino
también el aspecto clave para que su ejecutante logre
controlarla y modificarla.
vi
Como evidentemente la sola presencia de un
acontecimiento no explica (ni justifica) la realización
de una acción en respuesta, surge la necesidad de
analizar el proceso de desarrollo que tienen las
expectativas del ejecutante, encontrando cabida la
idea sobre la existencia de un Proceso Motivacional,
más que la de una motivación puntual y restringida a la
presencia de un acontecimiento específico. El “motivo
real” se conceptualiza apenas como el disparador o
desencadenante de un proceso, del cual dicho “motivo
real” constituye solo la fase inicial.
Esta especie de cuota inicial de la motivación no
completa todo su pago. Para pagar el costo total
de la acción es preciso recorrer todas las fases del
proceso motivacional, como la fase correspondiente
a la evaluación que la persona hace acerca de si es
capaz, o no, de ejecutarla. Muy importante, la fase
en que la persona hace las evaluaciones explícitas
o implícitas que la conducen a tomar la decisión de
ejecutar la acción. Por supuesto resulta de gran interés
el análisis de las evaluaciones que llevan a la persona
a realizar planes acerca del mejor camino que debe
recorrer para poder llevar  la acción hasta el logro
de su propósito, y de las evaluaciones puntuales que
va realizando sobre el cumplimiento de esos planes
a medida que ejecuta la acción, con el fin de adoptar
correcciones cuando los resultados se apartan de lo
previsto.
El término “evaluación” se repite constantemente
porque eso es lo que la persona realiza de manera
sistemática y permanente a lo largo de todo el proceso
motivacional, haciéndolo de forma deliberada o
automática, y lo que la lleva a mantenerse, a modificar,
o a abandonar el curso de comportamientos que va
ejecutando de manera sucesiva, hasta acceder a la
meta prevista en el propósito de la acción motivada.
vii
Surge de aquí el segundo gran tema tratado en la
columna: el tema del Monólogo Socrático.

Apunta este monólogo al descubrimiento de las


expectativas presentes en cada fase del proceso,
las cuales subyacen como razones que conducen a
mantener hasta la consumación el comportamiento
de la persona, convirtiéndose en los argumentos
que ella piensa y repiensa de múltiples formas
en su charla permanente consigo misma, sin que
necesariamente se dé cuenta que lo hace, es decir, sin
que necesariamente sea consciente de ello.

Para “darse cuenta” es preciso que reflexione, que


se llame de forma abierta a la tarea de analizar
ese monólogo tan difícil de ser detectado, que lo
transforme para convertirlo en algo socrático, en
algo permeado por la pregunta que expresa dudas
y cuestionamientos acerca de la veracidad de las
expectativas, en lugar de permanecer en el monólogo
inconsciente, pétreo e impenetrable, que asume
como verdaderas unas expectativas que no siempre
son veraces, que en ocasiones son expectativas
abiertamente falsas, y, muchas veces, son
expectativas originadas en creencias distorsionadas
por los sesgos y por los heurísticos del pensamiento.
La reflexión conducente a la clarificación de las
expectativas a través del monólogo socrático
se constituye en el fundamento principal para la
autodeterminación, la autorregulación y el autocontrol,
tercer tema del libro al que se le dedican varias
notas. La permanente evaluación de expectativas le
permite a la persona transformar las auto-instrucciones
automáticas que siempre guían al comportamiento, para
convertirlas en afirmaciones deliberadas; identificarse
con algunas de ellas en ocasiones, modificarlas
radicalmente otras veces, o asumirlas como propias e
viii
integrarlas de forma habitual a su sistema de creencias
y valores personales con mayor consistencia.
Estas expectativas, así clarificadas a través del
monólogo, se constituyen en el nuevo fundamento
para el control de las emociones, para nuevas
tomas de decisiones, para el surgimiento de nuevos
conceptos sobre uno mismo, para una revaloración
de las acciones, y para una nueva ponderación de
sus resultados, transformando así la dinámica del
ciclo motivacional que conduce al fortalecimiento, o al
debilitamiento de la motivación para repetir una acción,
o para abstenerse de hacerlo a futuro.
Se puede apreciar en este concepto la idea acerca del
proceso motivacional como un ciclo que se repite cada
vez que se reemprende la iniciación de una acción, pero
no arrancando de cero, sino arrancando de la evaluación
hecha acerca de los resultados obtenidos en las
anteriores ocasiones en que se ha ejecutado la acción.
En el funcionamiento del ciclo motivacional hay tres
aspectos diferentes que suelen confundirse y no es
fácil diferenciar: referentes a la autodeterminación, a la
autorregulación, y al autocontrol sobre una acción.
Estos tres “autos” diferenciales del ejercicio de la
libertad personal se analizan en algunas notas, en
las que se enfatiza sobre lo que se puede tomar
como el producto principal que los distingue, que
son las decisiones de actuar (producto principal de
la autodeterminación), los planes de acción y el
seguimiento a su cumplimiento (producto principal de
la autorregulación), y los automatismos en la ejecución
de la acción, una vez surge la ocasión para ejecutarla
(producto principal del autocontrol).
En realidad estos tres aspectos se combinan en una
sola función de control personal que subyace al
comportamiento voluntario, control que constituye una
ix
característica distintiva esencial de cualquier acción
motivada, basado en su propiedad propositiva que la
dirige al logro de algún resultado esperado. El control
es “maquiavélico”, en el sentido de que se ejerce en la
medida en que se tiene claro el objetivo o la meta en
cuya dirección se dirige a la acción.
El cuarto y último tema tratado en las notas de
esta columna se refiere a una conceptualización
motivacional del desarrollo humano, entendido como
el logro de la mayor satisfacción adaptativa de las
necesidades biológicas, psicológicas y sociales que la
persona puede obtener para sí y para el entorno social
en que vive.
El desarrollo humano se asume como un proceso
que se asocia directamente con el fomento de la
autodeterminación, en la cual la persona logra
aproximarse a la configuración y realización de un
sentido de vida en el que prima la motivación intrínseca
como motor de sus actuaciones, con base en la
satisfacción de necesidades psicológicas universales
de autonomía, competencia e interacción social.
Me resta explicar la segunda parte del título del
presente libro, “el enigma de la motivación humana”.
Esa frase, que no aparecía en la columna original
escrita en Phrónesis, explica la adopción de la pintura
“el enigma del deseo”, de Salvador Dalí, para ilustrar
la portada del libro. Lo justifico porque el “deseo” es
una característica esencial de la motivación intrínseca,
y porque el deseo sexual constituye una de las más
importantes motivaciones humanas.
Hago referencia al concepto “enigma”, término que
el diccionario de la Real Academia define como un
“…conjunto de palabras de sentido artificiosamente
encubierto…”, porque muchas veces el proceso
motivacional es algo difícil de entender. Por ejemplo
x
resulta difícil entender las llamadas motivaciones
inconscientes, como también es difícil entender las
llamadas adicciones, cuando una persona abusa
de alguna acción a pesar de conocer de manera
consciente los perjuicios que el ejercicio de esa acción
puede ocasionarle.
Aspiro a que a través de la lectura de estas notas el
lector descubra en el proceso o ciclo motivacional
la existencia de unos factores que ponen sobre la
mesa, al descubierto, lo que desconocemos cuando
llamamos “inconsciente” a una motivación, la cual se
vuelve consciente tan pronto lo hemos descubierto.
Igualmente, aspiro a que el lector encuentre en esos
factores subyacentes al ciclo motivacional la clave
para explicar el “enigma” y para acceder a un control
autorregulado de sus acciones, de una forma más
deliberada y accesible para él(ella).
Con el fin de orientar a los lectores en la consulta
de las temáticas tratadas en este libro, se incluye
a continuación una tabla de contenidos con la
clasificación de las  27 notas incluidas a manera de
capítulos, clasificándolas de acuerdo con el tema
particular y el subtema específico que se aborda en
cada una.

LUIS FLÓREZ ALARCÓN, PhD.


Enero de 2019

xi
AUTOR

El autor del presente libro es el psicólogo colombiano Luis


Flórez Alarcón. Graduado en psicología en la Universidad
Nacional de Colombia, se graduó también como magister
en Análisis Experimental de la Conducta, y como Doctor
en Psicología Experimental en la Universidad Nacional
Autónoma de México.
Ha sido docente e investigador en ambas universidades de
las cuales se ha graduado. Particularmente, en la Universidad
Nacional de Colombia fue profesor titular del curso de
motivación, y director del grupo de investigación Estilo de
Vida y Desarrollo Humano, lo cual le valió ser reconocido
como investigador emérito por parte de Colciencias.
En la actualidad es director de la línea de investigación sobre
Autodeterminación y Desarrollo Humano en el programa de
doctorado sobre Humanidades, Humanismo y Persona, de la
Universidad de San Buenaventura, sede Bogotá.
A lo largo de su extensa carrera profesional, el autor
ha hecho investigaciones y aplicaciones del tema de la
motivación humana en los campos de la psicología de la
salud y de la salud escolar. Entre la producción científica en
estos campos el autor destaca los libros Psicología Social
de la Salud: Promoción y Prevención (Manual Moderno,
2007), y Competencia Social y Salud Escolar (en prensa). Y
artículos como La intervención motivacional en psicología
de la salud (2014) y La intencionalidad de la acción en el
proceso motivacional humano (2018), ambos publicados en
la revista científica Psychologia, Avances de la Disciplina.
xiii
TABLA DE CONTENIDO

TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

SUBTEMA TÍTULO PÁGINA

Concepto de motivación El motivo y la razón 3


La ocasión no hace al
El proceso motivacional
ladrón: Las fases del ciclo 9
de una acción
motivacional
Después de rayo caído … sí
Motivación ante
hay Santa Bárbara que valga:
situaciones negativas 17
La función del afrontamiento
irreversibles
emocional
Ódiame por piedad, yo te lo
El inicio emocional de
pido: … El impulso emocional 23
todo proceso motivacional
de la motivación
Querer no siempre es
Confianza en sí mismo(a) y
poder: La relatividad de la 29
motivación personal
autoeficacia
Toma de decisiones y Lo barato puede salir caro: El
35
motivación personal costo real del afrontamiento
Hoy por ti, mañana por mí
Ayuda recibida y
(o a la inversa): El alivio del 41
motivación personal
soporte social
Donde fueres … ¿haz lo que
Influencia social negativa
vieres?: La energía nuclear 47
y motivación personal
de la presión social
La estabilidad de los Genio y figura hasta la
rasgos motivacionales de sepultura: La personalidad y 55
una persona la motivación

xv
SUBTEMA TÍTULO PÁGINA

Que muera lo viejo y nazca


Motivación personal
lo nuevo: La motivación
en situaciones de alta 63
humana en situaciones de
conmoción emocional
crisis personal

TEMA 2: EL MONÓLOGO SOCRÁTICO


Concepto de monólogo Pague dos y lleve uno: El
73
socrático monólogo socrático
¿Infidelidad, o relación
La fuerza motivacional de
extraconyugal? El anclaje de 79
una palabra
las palabras
Cada quien habla de la
Prejuicios y motivación: La feria según le va en ella:
sujeción a los argumentos Las atribuciones sobre 85
pre-existentes las consecuencias del
comportamiento
Amor a primera vista:
Motivación surgida de la
El sesgo de la primera 93
primera impresión
impresión
Optimismo desbordado y Después del gusto, el susto:
99
motivación El sesgo optimista no-realista
Con “cara” gano yo, con
Actuación en contra de las “sello” pierde usted: Cuando
105
propias creencias creo tener la razón, a pesar
de la evidencia en contra

TEMA 3: AUTODETERMINACIÓN, AUTORREGULACIÓN, AUTOCONTROL

El cura predica pero no


aplica: ¿Problema de
Conceptos básicos autodeterminación, de 113
autorregulación o de
autocontrol?
De buenas intenciones está
Autorregulación: El papel
empedrado el camino del
de las intenciones de 121
infierno: La función de la
implementación
autorregulación

xvi
SUBTEMA TÍTULO PÁGINA

Sin prisa pero sin pausa: El


Un método de
acrónimo de autorregulación 127
autorregulación
PRISA-NO

¿En mi casa mando


Decisión y
yo? Las formas de la 135
autodeterminación
autodeterminación
El que ríe de último ríe
Una visión diferente del mejor: El intercambio de
143
autocontrol beneficios, un aspecto clave
del autocontrol personal

TEMA 4: EL DESARROLLO HUMANO

Cuando el tiempo deja de


Concepto de desarrollo
ser oro, para ser dorado: Lo
humano fundado en la 153
útil, lo inútil y la motivación
motivación intrínseca
intrínseca

¿El hombre nace bueno y la


Interacción entre cultura y sociedad lo corrompe? Los
161
motivación orígenes culturales de la
motivación humana

Al son que me toquen bailo:


La adaptación saludable
La competencia social y la 167
al medio
salud mental

Al que le gusta le sabe:


Placer (hedonismo) y logro
El sentido de vida 175
(eudemonismo) en el sentido
de vida
Aunque se vista de seda
El humanismo y la ¿Mona se queda? La
183
motivación humana motivación humana y la crisis
del humanismo
Todos para uno y uno para
Colectivismo e
todos: Pero ¿quiénes son 191
individualismo
“todos” y quién es “uno”?

xvii
TEMA 1:
LA MOTIVACIÓN
Francisco de Goya y Lucientes
SATURNO DEVORANDO A UN HIJO
(1819-1823)

“Representa a Saturno,
dios romano de la
agricultura y la cosecha,
cuyo homónimo era el
griego Cronos, el joven
dios rey de los titanes
relacionado con el tiempo
y las estaciones. Se
representaba empuñando
una hoz o guadaña,
instrumento agrícola
que concretamente fue
usado por Cronos para
castrar a su padre Urano
y así destronarlo. Más
tarde, supo que sufriría
el mismo destino que su
padre y, para evitar correr
la misma suerte, decidió
Arte Selecto
devorar, uno tras otro y
http://www.arteselecto.es/ en cuanto nacieran, a sus
romanticismo/saturno-devorando-a- vástagos. Y efectivamente,
un-hijo-goya/ como no podía ser de otra
manera, Zeus, su sexto
Año: Entre 1820 y 1823 hijo, que había sido puesto
Tema: Mitología, arte figurativo a salvo secretamente por
Localización: Museo del Prado, su madre en la isla de
Madrid Creta, cumplió el destino”

…AUNQUE EL MIEDO ES ÚTIL, EL TEMOR EXCESIVO


PUEDE MOTIVARNOS A LO PEOR…
TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

El motivo y la razón1

Si a usted le gustan los boleros, tal vez el título que


le estoy dando al tema que trataré en esta ocasión le
recuerde el nombre de un bolero. Efectivamente, así es.
Motivo o razón es el título de un bolero compuesto en
la década de los años 60 por el portorriqueño Esteban
Taronjí González. Puede tararearla mentalmente;
para ayudarle le recuerdo un párrafo de la letra de
esa canción: “Para quererte yo tengo un motivo, para
adorarte tengo una razón. Quizás para odiarte será
mi castigo, queriendo olvidarte no tenga valor”. ¿Ya la
recordó? Con frecuencia los compositores musicales
son unos verdaderos filósofos, pensadores que
nos transmiten de forma poética ideas profundas,
racionales o irracionales, que suelen constituirse en
moldes que inspiran lo que pensamos en ocasiones
trascendentales de la vida.
El compositor acierta plenamente cuando llama “motivo”
a las situaciones que aparentemente nos conducen a
sentir y actuar, denominando “razón” a las verdaderas
causas que nos llevan a profundizar esos sentimientos
y esas acciones. Lo anota con toda claridad cuando se
refiere a que puede existir el motivo para odiar a alguien,
pero no lo hacemos porque nos falta el valor, es decir,
la razón para odiarlo. Tal vez la razón que construimos
irracionalmente nos conduce a otros sentimientos, por
ejemplo de esperanza en lugar de odio.
Podría alguien decirse, por ejemplo, “Sí, me maltrató
intensamente, pero fue algo pasajero, ya cambiará".
El motivo para alejarse existe realmente (“Me maltrató
intensamente”), pero la razón para quedarse también

1. http://elartedesabervivir.com/el-motivo-y-la-razon/

3
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

existe, aunque no necesariamente en la realidad


objetiva, sino en la realidad construida subjetivamente
por la persona en su pensamiento (“Fue algo pasajero,
ya cambiará”); así sucede, por ejemplo, cuando alguien
“piensa con el deseo”. Lo que era objetivamente un
motivo para odiar se ha transformado en una razón
para apegarse y esperar, todo por obra y gracia de
una razón subjetiva, de cuestionable respaldo en los
hechos y de muy cuestionable lógica (más adelante
me refiero al odio como sentimiento válido y a su
transformación en sentimiento enfermizo).
El asunto es muy interesante porque siempre, de
forma explícita o implícita, argumentamos razones
para todo lo que hacemos. Los motivos suelen
ser hechos realmente existentes, dentro o fuera
de nosotros mismos, que generan necesidades y
disparan el proceso de producción de argumentos
para hacer o para dejar de hacer algo; son hechos, o
percepciones de hechos, que nos colocan en estados
de ambivalencia acerca de hacer o no hacer algo. Pero
esos motivos, en tanto que solo funcionan para iniciar
un proceso de evaluación conducente a la acción, no
son la causa real de lo que hacemos; si así fuera, todos
nos comportaríamos de idéntica manera ante una
misma situación (ej. todos beberíamos agua cuando
sentimos sed; sabemos que cada persona piensa
diferente acerca de la forma como puede satisfacer su
motivación para aliviar la sed).
Es preciso buscar las causas de las acciones en las
razones, no en los motivos; todos los seres humanos
tenemos motivaciones similares de carácter universal
(sed, hambre, sexo, autonomía, logro, poder, etc. etc.)
que satisfacemos de maneras muy diferentes. La
diferencia está en las razones por las cuales actuamos;
ellas constituyen la esencia del proceso motivacional
que dirige al comportamiento en determinada
4
TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

dirección, que puede ser muy variable ante una


misma motivación. Y esos argumentos (o razones) se
constituyen igualmente en las verdaderas causas de
nuestros sentimientos, no solo de nuestras acciones;
pero eso lo hacen casi siempre de forma implícita, no
de manera explícita. Me refiero a una forma explícita
cuando somos conscientes de esas razones, cuando
las mismas son deliberadas. Por el contrario, me refiero
a la forma implícita cuando no somos conscientes,
cuando las razones no son deliberadas, sino
automáticas.
En algunas ocasiones, las razones son verdaderas,
mejor dicho, razonables; se producen en respuesta
a percepciones nítidas de la realidad, libres de
distorsiones, utilizando argumentos también libres de
distorsiones y construidos con una correcta lógica. En
otras ocasiones, son razones de muy dudoso valor,
mejor dicho, irracionales. Es curioso, hay razones
que incorporan argumentos llenos de distorsiones,
o producidos por una lógica incorrecta. En otras
ocasiones más, son razones completamente falsas,
carentes de toda veracidad porque se refieren a
motivos inexistentes, aparentemente inventados por
el que los percibe, por lo cual su existencia solamente
ocurre en nuestra mente, no tiene lugar en la realidad
objetiva.
Esto se convierte en un asunto complejo; los motivos
casi siempre existen, rara vez son inventados,
aunque sí muchas veces se basan en percepciones
distorsionadas de algo; lo que se inventa una
persona no es el motivo, como suele pensarse; lo
que se inventa es la razón, razón que no siempre
es razonable, peor aún si parte de una percepción
distorsionada y, muy grave, casi esquizofrénico, si
parte de hechos inexistentes por completo. Algo
grave debe estar ocurriendo en la realidad, porque
5
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

con frecuencia se escucha decir que alguien inventa


un motivo para actuar. Buena parte de la solución
puede empezar a encontrarse si diferenciamos
entre motivo (estímulo externo o interno), percepción
del mismo (recuerden el famoso “no es lo que
te imaginas”), y razón que justifica a la acción
(recuerden el famoso “lo hizo bajo un estado de ira y
profundo dolor”).

Le he dado a este texto el título general ¿Ángeles


caídos o antropoides erguidos? Lo hago con
interrogación porque en la vida frecuentemente nos
exigimos comportarnos según un deber ser construido
artificialmente por argumentos irracionales, o porque
desestimamos la naturaleza de la herencia biológica,
inspirados en una falsa naturaleza angelical atribuida
a los seres humanos, no porque dude acerca de
la respuesta a la pregunta, que ya nos la han
suministrado muchos sabios pensadores.
Ser antropoide erguido significa que el pensamiento,
para poder ser la guía permanente de todas nuestras
acciones, nos obligó a caminar sobre dos soportes,
no sobre cuatro, pues la bipedestación constituye
un requisito para llevar la cabeza en alto, la vista al
frente a fin de percibir la realidad y las manos libres
para poder afrontarla. Sin embargo, ese pensamiento
no siempre es un guía fiel y objetivo; con frecuencia
se convierte en un guía infiel y mentiroso. De esa
forma, el pensamiento, que es el mejor aliado del ser
humano, la máxima producción del antropoide erguido,
se puede transformar en su peor enemigo. Más grave
aún, no lo hace esporádicamente; sucede con mucha
frecuencia que se convierta en un enemigo que
transforma en desagradable lo que califica para ser
agradable, en grato lo que califica para ser detestable
o en insoportable lo que apenas califica para ser
doloroso.
6
TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

Así, aunque siempre miremos al frente, no siempre


percibimos la realidad como verdaderamente
es, ni las manos se encuentran libres, pues están
sujetadas por la irracionalidad. La bipedestación es
solo un requisito que nos permitió ser humanos. La
racionalidad es otro requisito indispensable que, a
diferencia de la bipedestación, no nos viene dado por
la herencia genética, sino que necesitamos aprenderlo
permanentemente. La herencia nos suministra unos
lóbulos frontales en nuestro cerebro que hacen
posible la racionalidad, pero esa función la podemos
ejercer de maneras muy diversas. Así como el mal
ejercicio de la bipedestación puede acarrearnos
problemas que vayan más allá de un feo estilo para
caminar, lo más seguro es que el irracional ejercicio
de la cognición nos produzca serios inconvenientes
en nuestras vidas. Posiblemente usted, lector, tiene
mucha familiaridad con este concepto. La pregunta
que surge es ¿cómo practica usted la racionalidad?
La intención del libro ¿Ángeles caídos o antropoides
erguidos? es analizar las motivaciones humanas a
la luz de algunos principios científicos acerca del
proceso motivacional, mirando este proceso desde
una perspectiva teórica de corte cognitivo. Se trata
de un enfoque que coloca el pensamiento en el lugar
de causa próxima más cercana de nuestras acciones
y de nuestros sentimientos, con la inmensa ventaja
de que es una causa próxima que podemos llegar a
aprehender y a modular con algún grado de control
efectivo, ejercido por nosotros mismos. Eso significa
que la anhelada autonomía de nuestras acciones y
sentimientos puede estar a nuestro alcance, en función
del ejercicio que hagamos de la racionalidad, a pesar
de las limitaciones y de las determinaciones externas.

La decisión aparece en este escenario como el


terreno en el que se libra la batalla cotidiana entre
7
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

la racionalidad y la irracionalidad. Tal vez sorprenda


observar que los hechos que antes eran impensables
ahora se convierten en materia de decisión. Alguien
decide tener o no tener una pareja de su mismo sexo,
abortar o no abortar e, incluso, la política antidrogas
empieza a transformarse en un asunto de decisiones:
los ciudadanos deciden consumir o no una sustancia.
Las decisiones subyacen a lo que es esencial en el
proceso motivacional humano: hacer o no hacer.

El asunto a analizar aquí es si los argumentos en


los que basamos nuestras decisiones o resolvemos
nuestras ambivalencias tienen suficiente racionalidad;
esos argumentos se refieren a nuestras expectativas, a
nuestros balances, a nuestras atribuciones. ¡Vaya tarea
tan importante y tan productiva que resulta ser esto
de reflexionar acerca de la racionalidad inherente a
nuestros pensamientos!

8
TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

La ocasión no hace al
ladrón: Las fases del ciclo
motivacional2

Solían recomendarnos nuestros educadores,


cuando estábamos en proceso de formación, que
nos alejáramos de las tentaciones para no caer en
algún problema; “la ocasión hace al ladrón”, nos
advertían. De esa forma nos proponían un sistema que
parecía casi infalible para evitar incurrir en acciones
indeseables; o deseables pero poco recomendables;
o deseables y recomendables, pero inconvenientes;
o deseables, recomendables, y convenientes, pero?
etc. Ya sabemos que muchas cosas que nos gustan
engordan o hacen daño, y tenemos que hacer algo
para evitarlas; pero no siempre podemos evadirnos de
la ocasión para hacerlas.
La ocasión no hace al ladrón; el ladrón lo es porque
decidió seguir ese modo de vida. Sin embargo no roba
siempre que existe una ocasión para hacerlo; antes
evalúa si la ocasión es propicia, y, entonces, toma
la decisión de hacerlo o de no hacerlo. No todos los
ladrones robarían en una misma ocasión; incluso un
mismo ladrón se comporta de manera distinta en un
mismo tipo de ocasión, dependiendo de aspectos
cruciales, o de lo que podríamos denominar “el
eslabón crucial”, como podría ser la respuesta a la
pregunta ¿me pueden pillar?
Si pudiéramos evadirnos siempre de las situaciones
en las que no queremos encontrarnos, la solución
a los problemas sería muy fácil. La única pregunta

2. http://elartedesabervivir.com/la-ocasion-no-hace-al-ladron-las-fases-del-ciclo-motivacional/

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¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

del monólogo socrático a la que tendríamos que


responder sería ¿cómo me evado?. Por supuesto nunca
nos acontecería algo adverso; siempre evadiríamos
la ocasión de la adversidad. Tampoco comeríamos
en exceso, ni fumaríamos cuando no quisiéramos;
seríamos fácilmente libres, si por libertad entendemos
al arte de saber darnos órdenes y obedecernos a
nosotros mismos.
Pero no es así; muchas veces no queremos comer
algo, nos damos la orden de no comer, pero nos puede
la gana, y comemos; sucede hasta en las “mejores
familias”, como la de Adán y Eva. Algunos fumadores
dejan de comprar cigarrillos como táctica para dejar
de fumar; pero fracasan porque, aunque dejan de
comprar, no dejan de recibir los cigarrillos que les
ofrecen los amigos fumadores; o, lo que es peor, dejan
de comprar, pero no dejan de pedir.
Es que evadir tampoco es posible siempre, pues las
situaciones en las que aparecen los motivos son
muchas como para poder evadirlas todas. Si el control
no podemos ejercerlo actuando sobre los motivos
ocasionales, pues son muchas las situaciones externas
e internas que nos motivan, entonces una alternativa
puede ser buscar el control en las razones. La fase
inicial de la motivación, o sea el impulso a actuar, se
activa automáticamente con la presencia de la ocasión
(lo que usualmente denominamos “el motivo”); pero la
razón, aunque empieza activándose automáticamente
con la ocasión, se construye sucesivamente y puede
modificarse siempre si se apela a la evaluación
consciente y deliberada.
Se pueden ubicar cinco fases perfectamente
distinguibles en el proceso que lleva a una persona
a decidirse por hacer o por dejar de hacer algo; esas
fases, en conjunto, conforman el ciclo motivacional de
una acción cualquiera. Es importante tenerlas en mente
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TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

con claridad, porque de lo que suceda en cada fase


va a depender en últimas la probabilidad de realizar
alguna acción, y en alguna fase se va a ubicar el
eslabón crucial conducente a la ejecución de la acción
en el momento actual, que puede ser diferente al del
pasado o al del eventual futuro.

1. La fase de impulso, originado en la presencia


de una situación externa (del medio) o interna
(de la persona); esa situación es la “ocasión”.
2. La fase de incertidumbre que antecede a la
decisión de actuar; es la fase de pre-decisión,
en la que la persona se cuestiona por su
capacidad para realizar exitosamente la acción
y por algunos asuntos más.
3. La fase de decidirse a hacer o a no-hacer algo
(se entiende el no-hacer, ej. no fumar, como una
acción propositiva); es la fase de la decisión,
en la que se hacen balances entre los costos y
los beneficios de hacer algo; pero no solo eso,
pues además es la fase en que se planifica
cómo se va a proceder para lograr hacerlo o
para lograr no-hacerlo.
4. La fase de la acción; es la fase de llevar a
la práctica lo decidido; de transformar las
intenciones en acciones.

5. La fase de las conclusiones; es la fase de la


post-acción, en la que la persona evalúa los
resultados; esa evaluación, punto final del
presente, será el punto inicial del futuro.
En cada fase del ciclo motivacional suceden asuntos
fundamentales, alguno de los cuales puede ser el
asunto crucial de la motivación para hacer o para
no-hacer una acción en el momento actual. Puede
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¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

darse la ocasión; pero no darse la confianza en la


capacidad para hacerlo; la opinión desfavorable o
la opinión favorable de otros puede influir mucho en
cierto momento; anticipar una consecuencia negativa
puede persuadir a la persona para no-hacerlo; las
conclusiones acerca de cómo le fue en el pasado son
decisivas para repetirlo o no en el presente.
Recientemente un ciudadano colombiano, don Ovidio,
se decidió por la eutanasia. Podría pensarse que
sentir fuertes dolores por la enfermedad terminal
que padecía fue la “causa” de esa decisión. Ese fue
el motivo, la ocasión desencadenante que le dio
impulso a su motivación por la eutanasia, movido por
la necesidad de aliviar el dolor; pero es fácil suponer
que existieron razones fundamentales que marcaron
cada fase del ciclo motivacional para someterse a la
eutanasia. Fue frecuente el calificativo “valiente” para
referirse a don Ovidio; eso puede significar que, en la
fase de incertidumbre, él sí tenía la suficiente confianza
en su capacidad para hacerlo con serenidad y con
entereza, como efectivamente lo demostró.
La decisión consciente fue incuestionable;
seguramente fueron amplios los balances que realizó
entre los costos de vivir sin calidad de vida por el
dolor y los beneficios de morir con dignidad. El plan
fue evidente; la eutanasia fue el medio elegido para
morir con dignidad; eso lo condujo a apelar ante los
tribunales para que se respetara su voluntad; un hijo
suyo lo afirmaba al señalar que su padre murió como
vivió, en la legalidad. Eso quiere decir que apelar
a la legalidad fue su estrategia, fue el heurístico de
disponibilidad que orientó el camino elegido. Tal vez
sus reflexiones lo condujeron a desechar el suicidio,
que es el heurístico de representatividad que marca las
razones de muchas personas para tomar una decisión
en situación similar.
12
TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

Probablemente sus conclusiones, a medida


que se aproximaba al logro de la autorización y
simultáneamente eran inoperantes los medicamentos
que le suministraban para aliviarlo, reafirmaron la
expectativa propia y de su entorno de que solo su
muerte acabaría con los intensos dolores que padecía.

Por supuesto se deben abonar las razones que


aportó su medio familiar, que lo acompañó con
gran racionalidad y control emocional, a pesar del
dolor inmenso que, estoy seguro, esto les producía.
Probablemente muchas personas no comparten la
decisión de don Ovidio; entre ellas podemos incluir a
quienes guían sus acciones por el principio “Dios es el
único Señor de la vida y de la muerte”, que les funciona
como heurístico de anclaje para sus decisiones en esta
materia. También será respetable, si llegara a suceder
el caso, que ellas no tomen una decisión similar en
circunstancias parecidas.

Lo que interesa aquí es ilustrar cómo operan los


factores que subyacen en las diversas fases del ciclo
motivacional, expresándose a través de esquemas de
pensamiento que se convierten en heurísticos, en luces
que guían por atajos conducentes a la adopción de
una solución en una situación problema, orientando al
comportamiento en una determinada dirección

Es evidente la diferencia que surge de pensar en la


motivación como un estado que emana de la presencia
ocasional e instantánea de una determinada situación
(ej. presencia de dolor intenso e incontrolable en el
contexto de una enfermedad terminal), y pensar en
la motivación como un proceso que se construye a
través de lo que sucede en una sucesión de fases
en las que el factor importante para decidir la acción
cambia de una fase a otra (ej. presencia de dolor,
más incertidumbre sobre la eficacia de una solución
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¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

tipo eutanasia, más incertidumbre sobre la capacidad


personal para afrontar con entereza la eutanasia, más
influencia familiar, etc.).
La segunda forma de conceptualizar la motivación, a
la manera de un ciclo con fases, invita a buscar cuál es
el eslabón crucial en la actualidad para desencadenar
una decisión, clarifica dónde se debe centrar la
intervención para modificar la disposición personal
acerca de hacer o de no-hacer algo, y orienta hacia la
mejor forma de prepararse para ejecutar la acción y
aproximarse a la meta esperada.
¿Cómo le suena lo anterior? ¿muy fácil? ¿lógico
pero impracticable? En realidad puede ser un poco
complejo. Por fortuna la gran mayoría de decisiones
que debemos tomar en nuestra vida cotidiana son
importantes, pero no tienen la trascendencia ni el
impacto de la decisión de recurrir o no a la eutanasia.
Le propongo el monólogo socrático como método de
solución; se trata de proceder con preguntas para
emprender la búsqueda del eslabón crucial. En los
párrafos precedentes se han sugerido dos campos en
los que se precisa buscar para encontrar respuestas
que destraben la toma de decisiones eficaces y la
planeación requerida para llevarlas a la práctica. El
primer campo es el de las fases; se requiere formular
preguntas que lleven a respuestas certeras acerca
de la fase motivacional en la que se encuentra un
comportamiento. El segundo campo es el de los
heurísticos; se requiere encontrar los esquemas de
pensamiento agazapados en la obscuridad, que
mantienen amarrado en un estado de inacción al
comportamiento.
Lo más probable es que el eslabón crucial de la
cadena que amarra el comportamiento no se ubique
en la ocasión. Contrariamente a lo que suponemos
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TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

cuando atribuimos nuestro comportamiento a un


“motivo”, hay que buscar ese eslabón en otras partes
de la cadena. Eso no quiere decir que la ocasión no
cuente; sí cuenta.
El hábito no hace al monje, pero sí determina que
sucedan algunas cosas que llevan a que el monje
tenga más probabilidad de cumplir con sus votos
cuando tiene el hábito puesto. Es posible que algunas
tentaciones se alejen del camino cuando el monje
porta el hábito; pero es más posible aún que los
heurísticos del monje sean unos cuando tiene el hábito,
y otros cuando anda sin él.

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TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

Después de rayo caído… SÍ


hay Santa Bárbara que valga:
La función del afrontamiento
emocional3

Con frecuencia nos encontramos frente a situaciones


o problemas que ya no tienen solución ¿han dejado
por eso de ser un problema? Lamentablemente, no;
toda situación, por mala que sea, es susceptible de
empeorar; así lo afirma la ley de Murphy. Cuando las
soluciones instrumentales que operan sobre el medio
ya no están al alcance, las soluciones emocionales
quedan a la orden del día. Parece no ser del todo
cierto el refrán que afirma que “después de rayo caído
no hay Santa Bárbara que valga”. Pero incluso, aunque
sí existan soluciones instrumentales para el problema,
siempre se requerirá acompañarlas de ingredientes
emocionales que se asocian con modificaciones en la
interpretación que se tiene acerca del motivo u ocasión
que ha dado origen al problema.
Es posible que usted haya pensado en la muerte de
un ser querido cuando leyó el párrafo anterior, pues la
muerte suele presentarse como sinónimo de situación
sin solución, por su carácter irreversible. Quienes
hayan vivido tal situación tienen claro que esa es
apenas la ocasión para que inicien nuevas cadenas de
problemas que pueden detenerse si al eslabón inicial,
la muerte del ser querido, se le da la única solución
posible, una solución emocional de aceptación,
aunque dicha solución tenga cero posibilidades de

3. http://elartedesabervivir.com/despues-de-rayo-caido-si-hay-santa-barbara-
que-valga-la-funcion-del-afrontamiento-emocional/

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¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

modificar instrumentalmente la situación que origina la


cadena.

Los ciclos motivacionales que enmarcan muchas


acciones tienen un sentido adaptativo si se fijan como
propósito esencial modificar el significado subjetivo
que se le atribuye a la ocasión que los dispara, más
que si se proponen transformar los hechos objetivos
de la situación, que ahora son inmodificables. Operan
adaptativamente porque al actuar sobre la persona, la
llevan a resolver su estado emocional negativo, que es
una parte esencial del problema.

Piense en algo menos grave, por ejemplo el robo de


su billetera en el autobús. Es un problema que tiene
soluciones instrumentales: usted puede recuperar el
dinero perdido, volver a obtener los documentos que
iban en la billetera, etc. Eso no resuelve el problema
del todo; también es necesario que usted resuelva la
reacción emocional que el hecho le produce. ¿Qué
tal si el miedo lo paraliza y piensa mejor en no volver
a tomar un bus? ¿Qué tanto altera a su organismo la
ira que le produce pensar en el hecho? Por eso afirmé
antes que siempre va a ser necesario acompañar las
soluciones instrumentales de soluciones emocionales,
tema central anunciado en el título.

Vivimos en medio de rayos que no siempre podemos


controlar, pues no hay para-rayos efectivos para
ellos; pero siempre podemos asimilarlos para que
no nos hagan tanto daño generándonos reacciones
emocionales intensas de manera sostenida. Si los
sucesos negativos son inevitables, y la solución de
los problemas no siempre es accesible, es preciso
apelar al afrontamiento emocional basado en la
transformación de los significados que les atribuimos
a los sucesos. No de manera artificial y arbitraria, sino
modificando lo que se requiere modificar, pues son
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TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

muchas las significaciones distorsionadas, incorrectas,


o abiertamente falsas, que solemos atribuirles a los
sucesos que nos marcan negativamente.
La solución emocional NO es algo intrascendente;
opera para disminuir la presión y para evitar que
explote la caldera interna. Ante acontecimientos
adversos que colocan a una persona en situación de
crisis, la reinterpretación de los hechos y la atribución
de nuevos significados más constructivos se convierten
en la válvula de escape más adaptativa. De lo
contrario, es inevitable que la crisis se transforme en
emergencia por el suceso de hechos más graves aún
que aquellos que la desencadenaron.
Pero el afrontamiento emocional no puede basarse en
cualquier reinterpretación de los hechos; no puede ser,
por ejemplo, la reinterpretación que se asimila a la de
la zorra en la fábula de Esopo que, al no alcanzar a las
uvas, concluye que “todavía no estaban maduras”.
No se trata de negar los hechos. Las reinterpretaciones
que son emocionalmente adaptativas pasan por la
aceptación de la adversidad y por la tolerancia a la
frustración. A fin de cuentas el dolor y la frustración
son muy frecuentes, tienen mayor vigencia de lo que
usualmente creemos. La denominada “resiliencia”,
o capacidad de un organismo para salir de un alto
estrés con menos deformaciones estructurales, es un
resultado natural de la capacidad de afrontamiento
emocional (le recomiendo hacer el ejercicio de mirar
en youtube algún video que amplíe el concepto
que usted tiene acerca de la resiliencia). Surge
necesariamente la pregunta ¿cuáles son las fuentes de
un mejor afrontamiento emocional?
El primer gran origen de un buen afrontamiento
emocional se ubica en la fuente misma de los hechos,
en la significación; si se quiere, en las palabras,
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¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

que usamos para percibir un hecho, especialmente


cuando se trata de un hecho adverso. La distorsión
del pensamiento suele ser el proceso que acompaña
la recepción de un “rayo” o mala noticia. Se trata
de la distorsión que lleva a atribuirles intenciones
negativas o culpabilidad a otros; de la distorsión que
en lugar de buscar responsabilidades y explicaciones
objetivas busca culpabilizar; de la que no observa
matices sino solamente ve en “blanco y negro”; o
no encuentra puntos intermedios sino solamente los
lugares del “todo o nada”; de la que transforma el
dolor y lo convierte en sufrimiento al magnificar y
absolutizar las pérdidas; de la que acepta las etiquetas
aparentemente ciertas (“trágico”, “lo peor”, “irresistible”,
etc.) para reemplazar con ellas la valoración
más realista, pero también más profunda, de las
situaciones.
El monólogo socrático es el método que puede
conducir a la persona al encuentro y a la corrección de
las distorsiones de forma y las distorsiones de lógica
que ensombrecen su pensamiento.

Es necesario e inevitable formarnos una perspectiva


de tiempo pasado y una perspectiva de tiempo
futuro acerca de los hechos reales o potenciales que
acontecen en nuestras vidas. Esas perspectivas se
plasman en palabras que tienen un impacto emocional
real en el presente. Decirse a sí mismo “no importa”
pueden ser las palabras que llevan a un estudiante a
sentirse tranquilo en el presente, después de recibir la
noticia de que ha perdido el curso; seguramente es la
expresión natural que encuentra para referirse a algo
(el curso) sobre lo que se ha formado una perspectiva
pasada de inutilidad (ej. “aprobar cursos no me ha
servido de mucho en la vida”) y una perspectiva futura
carente de expectativas positivas (ej. “estudiar es lo
que menos dinero produce en esta sociedad”).
20
TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

Esos son los heurísticos de representatividad que


dirigen la atención prestada y la reacción emocional
del estudiante al que muy poco le afecta perder un
curso. Otros muy distintos pueden ser los conceptos
o esquemas mentales (heurísticos) que orienten al
estudiante que reacciona con alteración emocional
y ansiedad excesivas ante la misma situación de
perder un curso. Uno (el estudiante negligente) y otro
(el estudiante ansioso) pueden  modificar y controlar
sus reacciones emocionales problemáticas, apelando
al análisis de los esquemas de pensamiento que
subyacen a las mismas.
Es posible que ocasionalmente se requiera de una
orientación para hacer este tipo de análisis y de
cambios en los esquemas de pensamiento; pero lo
usual es que uno aprenda el proceso, lo consolide, y
lo practique autónomamente. Los educadores, en su
cotidiana interacción con los estudiantes, los conducen
a aprender formas de analizar y denominar a los
acontecimientos; eso ha llevado incluso a proponer
nombres particulares a las formas en que un educador
moldea prototipos de reacción en un estudiante; el
llamado “efecto Pigmalión” es una ilustración de este
fenómeno: la aceptación pasiva de una sugerencia
lleva a que ésta se convierta en realidad, sin importar
el sustento real que la fundamente (ej. la sugerencia de
que alguien es “flojo para las matemáticas” lo conduce
a convertirse en “flojo para las matemáticas”) (ver video
de acceso gratuito sobre el efecto Pigmalión en https://
www.youtube.com/watch?v=QiXBtSnjhjQ).
Pero esto no solo acontece en el ámbito de la
educación; acontece en todos los ámbitos de la vida
como la amistad, la paternidad, la maternidad, las
relaciones de intimidad, las relaciones laborales,
etc. En todos esos ámbitos puede suceder que nos
comportemos y que reaccionemos ante los hechos
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¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

de acuerdo a lo dispuesto por “lo representativo”,


llevando a convertir lo “representativo” en una profecía
auto-realizada. Pero, ojo, lo representativo no son
verdades inmutables; son solo palabras que podemos
reemplazar por otras más realistas y más adaptativas.
En casos de adversidad, allí radica la esencia del
afrontamiento emocional.
Reflexione un poco y tal vez usted pueda encontrar
diversas ilustraciones personales de situaciones
en las que usted ha reaccionado emocionalmente
según lo dispuesto por lo representativo de su medio
cultural (lo “normal”), independientemente de qué
tan adaptativo sea el resultado de sus reacciones. Y
también encontrará que la modificación y el control
de sus reacciones emocionales, para obtener mejores
resultados, sobrevinieron cuando fue capaz de desafiar
a esa “representatividad” y atreverse a adoptar ideas
nuevas, un tanto alejadas de la “normalidad”.
Todo esto puede haber sucedido al margen de que
las cosas cambien o no objetivamente; el vaso puede
haber continuado lleno solo hasta la mitad, pero usted
pudo sentirse mejor al verlo “medio lleno” en lugar de
verlo “medio vacío”.

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TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

Ódiame por piedad yo te lo


pido… El impulso emocional
de la motivación4
Posiblemente cuando usted leyó el título de esta nota
recordó la letra de una canción popular que relata el
sentimiento de un hombre pidiéndole a su amada odio
en lugar de indiferencia. Pues, “el rencor hiere menos
que el olvido”.
Los sentimientos siempre son válidos, surgen para
promover un comportamiento adaptativo; pero su
valor adaptativo se pierde cuando el comportamiento
que sigue al sentimiento se extralimita. La
autorregulación emocional tiene como meta darle al
comportamiento  impulsado por las emociones una
dimensión que esté en coherencia con el sentimiento,
pero que sea proporcionada.
Cualquier situación a la que nos encontremos
expuestos siempre nos genera algún sentimiento, por
más neutral que esa situación pueda parecer desde
el punto de vista emocional. Hay sentimientos de
todos los matices; algunos son agradables, otros son
desagradables. Es diferente sentir felicidad que sentir
tristeza, sentir tranquilidad que sentir ansiedad, o sentir
amor que sentir odio; eso todos lo sabemos.
Pero no podría afirmarse que unos sentimientos son
“buenos” y otros son “malos”; que unos son “positivos”
y otros son “negativos”, pues todos los sentimientos
son válidos; a lo sumo podríamos decir que unos son
“deseables” y otros son “indeseables”. Esto  significa
que todos los sentimientos surgen para estimular

4. http://elartedesabervivir.com/odiame-por-piedad-yo-te-lo-pido/

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¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

comportamientos acordes con las situaciones que los


generan, con la finalidad de promover el afrontamiento
apropiado de esas situaciones. Podría ser incoherente
y poco adaptativo sentir alegría en presencia de una
pérdida, o tranquilidad en presencia de un peligro.
Por lo mismo, también es adaptativo sentir odio
(antipatía o aversión) hacia algo que nos produce
daño o dolor, y es coherente, pertinente, y relevante,
el comportamiento de defensa o de alejamiento
promovido por el odio. Pero resulta que el odio no
solo promueve defensa, también promueve ataque.
El diccionario de la Real Academia Española define
al odio como “antipatía y aversión hacia algo o hacia
alguien cuyo mal se desea”; la última parte de la
definición enfatiza el deseo activo de atacar al objeto
odiado, con el propósito de causarle mal.
La extralimitación sobreviene, entonces, cuando el
odio, como sentimiento que promueve la defensa, es
rebasado por el deseo de producirle el mal al objeto
odiado. Cuando el hombre de la canción Ódiame le
manifiesta a su amada que prefiere el odio al olvido, le
está manifestando que desea que lo recuerde, aunque
sea con rencor, pero que lo recuerde; con seguridad
no le está pidiendo que lo ataque o que le haga algo
dañino.
Todos sabemos del poder y la capacidad del odio para
movilizar conductas que le produzcan daño al objeto
odiado. Pero esta no es una propiedad exclusiva del
odio, es una propiedad de cualquier sentimiento. Piense
por un momento en el poder del amor, sentimiento
contrario al odio; se dice que “el amor mueve
montañas”.

Pues tenga presente que el odio también las mueve.


Uno y otro, amor y odio, son adaptativos; y para ser
adaptativos ambos demandan autorregulación. Las
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TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

extralimitaciones del amor pueden resultar dañinas;


igual las de odio o de cualquier otro sentimiento. Surge
pues la pregunta ¿cuáles son las claves para lograr
esa autorregulación del odio?
Se pueden proponer algunos factores claves
conducentes a la autorregulación de un sentimiento
con alta capacidad explosiva, como lo es el odio.
Primero, es preciso reconocerlo con precisión cuando
surge, para tener claridad que nos coloca en un estado
de alta volatilidad emocional que demanda particular
atención a las acciones que le siguen, impulsadas
por él, pues pueden tener consecuencias negativas
de gran impacto; obliga a realizar un esfuerzo de
vigilancia sobre la conducta que se va a emitir, similar
al que demanda un estado emocional como el de ira.
La forma de denominarlo al reconocerlo tiene que
ser muy precisa y directa, sin eufemismos; más vale
que nos digamos con precisión “odio a esta persona”,
en lugar de “me disgusta esta persona”, pues el
reconocimiento claro del odio nos puede alertar
sobre el potencial destructivo de las acciones que
emprendamos. Tal vez una de las primeras acciones a
emprender sea modificar el “odio a esta persona” por
“odio tal comportamiento de esta persona”.
En segundo lugar, una vez reconocido el sentimiento
en su esencia definitoria como “odio”, se impone
precisar los elementos del objeto odiado que nos
producen la reacción aversiva, para establecer la
racionalidad de los argumentos en que nos basamos
y para poder determinar si de verdad estos se refieren
a objetos que representan un daño potencial para
nuestra integridad o no.
Lo más probable es que podamos discriminar con
precisión qué es lo que nos produce ese sentimiento de
odio, y asimismo podamos también ponderar si amerita
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¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

defendernos y cuáles son las acciones de defensa


apropiadas, que generalmente se cumplen con la
evitación del objeto odiado. Puede ser que la causa
del odio se ubique en nuestra subjetividad (ej. celos,
envidia) y no necesariamente en lo que objetivamente
hacen otros.

En tercer lugar, algo fundamental es distinguir entre el


deseo legítimo de evitar o defenderse, y el deseo de
causarle mal al objeto odiado, deseo que puede ser
ilegítimo. Es esta parte de la cadena de reacciones
la que le puede generar los más altos costos al que
siente odio, por las consecuencias nocivas para
sus vísceras y para su organismo en general, por la
ausencia de utilidades o de beneficios reales (el único
objetivo es perjudicar al otro), por la incompatibilidad
con principios morales, por la inversión de tiempo y
esfuerzo, por las potenciales consecuencias adversas
en caso de retaliación, etc.

Hacer activamente algo que le cause mal a otro solo


puede ser válido cuando se realiza con justificación
establecida y mediante el uso de instrumentos lícitos
y legales (ej. apelando a la ley para que sus acciones
lesivas no queden impunes y tampoco se repitan).

Consideraciones como las anteriores muestran que


los sentimientos son válidos, por indeseables que
sean, pero siempre admiten autorregulación voluntaria
de la persona si así lo decide. Para lograrlo es
necesario formularse preguntas, en cuyas respuestas
se encuentra el camino de la regulación: ¿Cuál es el
sentimiento que me embarga? ¿Cuáles son los hechos
que me producen este sentimiento? ¿Es cierta la
interpretación que hago de esos hechos? ¿Cuáles son
otras interpretaciones alternativas? ¿Cuál puede ser
una forma adecuada de manifestar este sentimiento?
¿Cuál beneficio me aporta  esta forma de manifestarlo?
26
TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

Las anteriores pueden ser preguntas conducentes


para el monólogo socrático que lleve a la
autorregulación de un sentimiento como el odio, en
situaciones de celos, envidia, dolor legítimo y otros
casos similares que pueden sucederle a cualquier
antropoide erguido, de los cuales están libres
solamente los ángeles caídos.
Las alternativas para darle un final razonable al odio
son muy diversas; todo depende de las causas que lo
hayan generado, y del objeto de ese odio. La canción
popular que tomé para llamar la atención sobre el
tema de esta nota afirma que “tan solo se odia lo
querido”. Posiblemente eso no es cierto en términos
absolutos, pero sí es parte de la verdad.
Muchas veces odiamos a quienes nos hieren, y es fácil
que recibamos con mucho dolor algo lesivo que hacen
aquellos a quienes amamos; es más, en ocasiones nos
odiamos a nosotros mismos. El odio a sí mismo, que
reemplace al desprecio hacia una acción cometida
por uno, puede surgir de una confusión entre el todo y
la parte. Igual puede decirse del odio a otros, incluso
otros a quienes antes hemos amado.
La capacidad de anclaje de una palabra es demasiado
poderosa; no es lo mismo fumar marihuana que
ser marihuanero, y puede ser excesivo tratar como
“marihuanero” a alguien por el hecho de que fuma
marihuana. Es frecuente que confundamos el todo con
la parte y que identifiquemos a la persona total con
una acción suya; una cosa es odiar un comportamiento
de alguien, otra es identificar a la persona con un
comportamiento y odiarla a ella en conjunto, al grado
de negar sus aspectos positivos o sus derechos.
Por eso resultan tan perjudiciales los rótulos que llevan
a identificar a alguien con un término despectivo; en
Colombia durante algún tiempo se llegó a denominar
27
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

como “desechables” a los habitantes de la calle,


con la justificación implícita de la “limpieza” que
libraba de ellos a la sociedad, y la justificación de los
métodos que se usaran para “limpiarla”, por ilegales e
inhumanos que estos fueran.
Si el odio surge como un sentimiento válido que nos
permite reconocer situaciones lesivas y evitarlas o
enfrentarlas legítimamente, también tiene formas
posibles de resolverlo muy constructivas. Tal vez el
perdón es una de las alternativas más constructivas,
cuando el odio tiene fundamentos reales y conduce
a comportamientos adaptativos de quien odia, con
consecuencias reales de modificación sobre el objeto
odiado.
El perdón también tiene diversas interpretaciones;
no necesariamente significa desconocimiento de lo
sucedido, ni olvido. Pero siempre va a significar que
existe la posibilidad de continuar viviendo, de continuar
conviviendo, y de reemprender el tránsito hacia el
futuro por nuevas rutas de reconciliación.
El perdón es, en todo caso, una alternativa de
resolución muy plausible en situaciones de odio; por lo
general requerimos convivir con personas a las que no
queremos mucho; por otra parte, no hay que olvidarse
de lo que sugieren quienes afirman que “del odio al
amor solo hay un paso” (¿o a la inversa?).

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TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

Querer no siempre es poder: la


relatividad de la autoeficacia5
El voluntarismo ha sido una de las marcas culturales
más significativas de nuestra sociedad y de la sociedad
occidental en general. “Querer es poder”, les repetimos
a nuestros niños(as) y jóvenes, con el fin de animarles
a asumir compromisos que estimulen su creatividad
y a que se planteen metas altas de crecimiento
personal. Por supuesto, las personas adultas también
nos planteamos metas para cumplirlas en diversos
plazos. Hay periodos en los que ese planteamiento de
metas adquiere una mayor importancia, por ejemplo al
inicio de un año, pues se convierten en el faro que nos
muestra hacia dónde queremos o debemos caminar
en el periodo que se avecina. Este año voy a dejar de
fumar, este año me voy a casar, este año ascenderé
en mi empresa, este año conseguiré trabajo, este año
finalizaré la primaria, este año entraré a la universidad,
este año sí me divorcio, este año sí me jubilo, este año
sí voy a …
Plantearse metas parece ser un asunto sencillo y
de gran importancia. Pienso que la sencillez es algo
apenas aparente en el planteamiento de las metas; en
realidad es un asunto que tiene múltiples aristas que
lo convierten en algo complejo, a lo que se le debe
prestar una atención cuidadosa. La importancia de
plantearse las metas es incuestionable, si aceptamos
que todo lo que hacemos, todas nuestras acciones,
son “actos” precisamente porque tienen un propósito
que nos fijamos de forma pretendidamente libre, y
que realizamos de manera aparentemente voluntaria,
conforme a nuestro leal saber y entender.

5. http://elartedesabervivir.com/querer-no-siempre-es-poder-la-relatividad-de-la-autoeficacia/

29
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

Sin embargo, la libertad de la que disponemos al elegir


las metas, o la voluntad que se plasma en el esfuerzo
que realizamos para alcanzarlas, en muchos casos no
pasan de ser apenas una ilusión o una apariencia. La
realidad es que al plantearnos una meta, o al elegir
una forma de alcanzarla, dependemos de muchos
condicionantes internos y externos, sobre los cuales es
mejor tener algún grado de conciencia personal para
que la meta no se convierta en una frustración.

La presente nota está dedicada a analizar uno solo


de esos condicionantes, denominado técnicamente
la auto-eficacia, que a juicio de científicos altamente
apreciados en la psicología contemporánea constituye
el aspecto central que orienta la elección de las metas
y la toma de decisiones acerca de la forma como nos
disponemos a alcanzarlas.

El psicólogo canadiense Albert Bandura, profesor en


la universidad californiana de Stanford, ha sido el líder
de esta teoría acerca de la auto-eficacia como factor
interno central que orienta la toma de decisiones a
través de las cuales una persona maneja o agencia
su comportamiento en cualquier aspecto de su vida,
constituyéndose en el factor principal que modula la
influencia de otros factores internos o externos también
importantes a la hora de fijarse metas y de elegir
caminos para alcanzarlas. (Para un breve análisis sobre
el concepto de auto-eficacia puede observar en youtube
alguno de los múltiples videos que hay sobre este tema).

“Voy a aumentar mis ingresos” puede ser un ejemplo


de la meta que una persona se propone para el
presente año. ¿Es esa una meta realizable, o apenas
una ilusión ante la imperiosa necesidad de resolver
algunos problemas vitales? La respuesta válida puede
encontrarse en la auto-eficacia que tiene la persona
en relación con la meta; en otras palabras, la mejor
30
TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

respuesta puede encontrarse en la confianza que


la persona posee acerca de sus capacidades para
alcanzar la meta propuesta.

Una mala interpretación sobre el concepto de auto-


eficacia, de corte voluntarista, sería “si yo quiero
aumentar mis ingresos, y me lo propongo, lo lograré”.
Una mejor traducción podría ser “si yo creo que puedo
aumentar mis ingresos, y me lo propongo, lo lograré”.
Pero la mejor traducción podría ser “si yo creo que
tal acción es una manera eficaz de aumentar mis
ingresos, y confío en mi capacidad para realizarla, lo
lograré”. Una mala o buena situación externa (ej. un
panorama económico sombrío o resplandeciente para
el país durante el presente año), aunque es un factor
real que influye sobre el planteamiento de la meta,
actúa modulado por la expectativa de auto-eficacia
personal.

El planteamiento de la auto-eficacia podría resumirse


de la siguiente forma: la probabilidad de que una
persona se comprometa con la realización de alguna
acción, depende en gran medida de la confianza
que la persona tiene en su capacidad para realizar
esa acción eficazmente. En el presente ejemplo, si
una persona cree que cierta acción es de verdad
conducente para lograr su meta de mejorar los
ingresos, y a la vez cree que ella sí es capaz de
comprometerse con la realización de esa acción,
entonces la emprenderá; de lo contrario, no lo hará.

La primera parte del anterior planteamiento es la


expectativa de resultado, que es una valoración
referente a la acción (creencia de que esa acción sí
va a servir para lograr la meta). La segunda parte es
la expectativa de auto-eficacia, que es una valoración
referente a la persona misma (creencia en su propia
capacidad personal para realizar esa acción).
31
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

Por supuesto, no es igual la creencia en la probabilidad


de ganarse el baloto (una lotería), que la creencia en
la probabilidad de vender una habilidad personal (una
profesión) como medio eficaz que se puede ensayar
para aumentar los ingresos este año. Seguramente es
más confiable la eficacia de trabajar ofreciendo los
servicios profesionales, que la eficacia de comprar
el baloto como medio conducente al aumento de los
ingresos personales.

Lo anterior hace referencia a la expectativa de


resultado; nos comprometemos solamente con
acciones que consideramos eficaces para producir
cierto resultado (para alcanzar cierta meta). Entonces
empieza a contar un segundo elemento: ¿confía la
persona en su capacidad para realizar esa acción?
En el ejemplo que se viene dando, ¿confía la persona
en su capacidad para obtener un ingreso vendiendo
sus servicios profesionales? Esa es la pregunta
sobre la auto-eficacia, la cual va a determinar si la
persona emprende o no las acciones conducentes a la
consecución de un trabajo (o las acciones conducentes
a dejar de fumar, a casarse, a divorciarse, a terminar la
primaria, a ingresar a la universidad, a jubilarse, etc.).

La auto-eficacia no es absoluta. Puede oscilar


entre extremos. Sabemos que los puntos extremos
en cualquier dirección suelen ser “viciosos”; y la
auto-eficacia no es una excepción a esta regla. Tan
mala puede ser la ausencia total de confianza en
la capacidad para hacer algo, como la confianza
desbordada en la capacidad para realizarlo.

Lo primero me lleva a recordar una columna de opinión


que leí hace muchos años en el periódico mexicano
Novedades. El columnista era Mauricio González de
la Garza, y tituló a una de sus columnas “No hay peor
censura que la auto-censura”. Si es uno mismo quien
32
TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

coloca el obstáculo porque desconfía de sus propias


capacidades para hacer algo, es muy difícil encontrar
el remedio para remover ese obstáculo, lo que lleva a
la persona al punto “vicioso” extremo del pesimismo.
Hay que trabajar duro para removerlo, antes que todo.

Lo segundo me hace recordar el título de un libro


que me pareció muy sugestivo, “La estupidez de
los más listos”, en el cual su autor, Jim Nightingale,
analiza cómo el exceso de confianza conduce a un
pensamiento voluntarista que coloca a la persona
en el lado “vicioso” del optimismo excesivo, guiada
por la ilusión de que, por efectos de que así se lo ha
propuesto voluntariamente, puede hacer que las cosas
salgan bien. Seguramente todos recordamos historias
personales en las que el exceso de confianza condujo
al fracaso, ya sea en el deporte, en la salud, en el
trabajo, o en el amor.

El nivel intermedio de valoración de la auto-eficacia


parece coincidir con aquel criterio en el que el esfuerzo
se convierte en el fiel de la balanza. En otras palabras,
es aquel punto en el que la meta representa un reto
para la persona, pero un reto que, a su juicio, ella es
capaz de afrontar adaptativamente porque considera
que tiene las habilidades para hacerlo, siempre y
cuando despliegue el esfuerzo suficiente para lograrlo.

En ese caso, si fracasa, la ponderación de las causas


del fracaso debe conducirla a valorar dónde y cuánto
se necesita incrementar el esfuerzo. Y si acierta debe
concluir cuál fue el esfuerzo personal que permitió el
éxito. La razonable ponderación del esfuerzo que se
requiere desplegar para hacer bien algo, y la creencia
en la capacidad personal para realizar ese esfuerzo,
parecen ser los mejores criterios para establecer si
se es, o no se es, auto-eficaz en relación con alguna
acción concreta.
33
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

La relatividad de la auto-eficacia, en síntesis, radica


en dos aspectos cruciales. De una parte, en que sus
niveles óptimos se ubican en puntos intermedios, no
en extremos. Tan nociva puede ser la falta total de
confianza en uno mismo, como su contrario, el exceso.
De otra, la valoración de la eficacia debe ir de la mano
con la valoración del esfuerzo. Las acciones pueden
ser muy eficaces en sí mismas, pero de nada sirven si
no se despliega el esfuerzo requerido para realizarlas
adecuadamente. Los factores externos, y otros factores
internos diferentes a la auto-eficacia, también cuentan;
pero sus efectos son modulados por la confianza en la
capacidad personal para hacer bien lo que se necesita
hacer. Por ejemplo, de mucho puede servir la ayuda
de otros, siempre y cuando vaya asociada al esfuerzo
personal; ya lo dice la sabiduría popular: “Al que
madruga, Dios le ayuda”.

34
TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

Lo barato puede salir caro: el


costo real del afrontamiento6
Un refrán popular afirma que “lo barato sale caro”.
Seguramente no siempre es así, pero muchas veces sí
lo es. Eso ha llevado a muchos a suponer que si algo
es muy barato, entonces se trata de algo que no sirve,
y a caer en la posición contraria, de valorar como
bueno solo lo que es más caro.
Nuestra mente, siempre tan ocupada, evita inmiscuirse
en cálculos pesados y dispendiosos, y nos conduce
permanentemente a una toma de decisiones que
hacemos guiándonos por heurísticos o reglas de
juego bastante simples, que muchas veces nos
resultan útiles, pero que también pueden resultar muy
imprecisos.
Un heurístico básico que orienta nuestro consumo
cuando vamos a adquirir algo, por ejemplo, puede
ser “compro solamente lo que se encuentre dentro de
los límites del precio que puedo pagar de contado,
sin endeudarme”. Esa regla puede ser muy útil en la
mayoría de ocasiones; pero en algunas puede resultar
desastrosa. Es por eso que nos puede caer bastante
bien incluir en nuestro monólogo socrático, entre las
preguntas que nos formulamos de forma rutinaria, una
que se dirija a cuestionar el valor de los costos, no
tanto para evitarlos, sino para asumirlos, aunque eso
pueda parecer paradójico a primera vista.
Todo lo que hacemos, absolutamente todo, tiene
un costo. Nada podemos hacer gratuitamente. Si
obtenemos algo gratis, es porque el costo lo pagan

6. http://elartedesabervivir.com/lo-barato-puede-salir-caro-el-costo-real-del-afrontamiento/

35
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

otros, no porque no haya costado hacerlo. Muchos


viven de lo que les ha costado a otros, pues a ellos
solo les ha costado lo que vale aprender el arte de
apropiarse del trabajo de los demás.
Pero la intención de la presente nota no es la de
alertar contra la holgazanería, ni contra los hurtos o
los engaños que nos puedan hacer otros, sino contra
los que nos podemos hacer a nosotros mismos en
la desaforada carrera por evitar los costos. Es tan
desaforada esta carrera, que ya casi no se encuentra
algo que no esté “en oferta”.
El término inglés “sale” es tan vendedor que lo
observamos permanentemente en las vitrinas, pues
mueve a comprar todo lo que tiene “descuento”, no
importa si el producto se necesita o no; lo que importa
es que tiene un descuento en su precio, y eso podría
ser útil cuando algún día se necesite el objeto. El
señuelo es que ese valor aparentemente lo va asumir
el vendedor, ahora que el producto está “en oferta”.
La conclusión sugerida por la anterior reflexión es
resaltar la importancia de valorar los costos, para
asumirlos, no para evitarlos, pues hacerlo no es la
mejor regla que puede orientar la elaboración de
buenos balances decisionales.
Lo que la cultura nos enseña es a resaltar los
beneficios de hacer algo. Por supuesto eso es lo
mínimo en lo que podemos pensar cuando tomamos
cualquier decisión; todo lo que hacemos, lo hacemos
porque nos produce algún beneficio. Lo contrario sería
estupidez crasa. Pero no nos enseña con igual énfasis
a resaltar la importancia de los costos; por el contrario
nos enseña a disimular los costos. Lo normal es que
se propenda por “inflar” los beneficios y “desinflar”
los costos; en ocasiones esa operación resulta tan
descarada que se ha acuñado otro refrán popular
36
TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

para referirse a esos casos: “demasiado bueno para


ser cierto”, lo que obliga a sospechar de la bondad de
algunas ofertas.
Por definición, el afrontamiento adaptativo de algún
reto conlleva la presencia de costos ineludibles.
Si no hay costos, y no hay necesidad de esfuerzos
adicionales para asumirlos, entonces es porque
tampoco hay retos, ni se requiere creatividad o
superación en lo que se está haciendo. No tienen
que ser grandes retos; estoy pensando en los retos
sencillos de la cotidianidad.
No se trata de retos monumentales como, por ejemplo,
los que se impuso Steve Jobs, y le impuso a quienes
lo rodeaban, cuando se propuso miniaturizar los
computadores para hacerlos atractivos y útiles para
el común de la gente, lo que fue la base del éxito de
la empresa Apple. Por supuesto, los grandes logros
implican grandes retos; pero no estoy pensando en
esos grandes logros.
Estoy pensando en los retos de la vida cotidiana,
en los retos que nos mueven a los seres humanos
comunes y corrientes; retos que nos mueven a logros
como los de desempeñar bien un trabajo o una labor
productiva, construir una familia, o aproximarse a una
vivencia feliz.
Esos logros cotidianos, menores solo en apariencia,
son posibles gracias al afrontamiento, es decir, a través
de la creatividad y del esfuerzo para superar los retos,
por pequeños que éstos sean. Y el afrontamiento
siempre tiene costos que resulta mejor encarar
realistamente, sin operaciones artificiales que lleven a
tratar de inflar los beneficios y desinflar los costos.
La “utilidad subjetiva esperada”, como lo plantea
la teoría que lleva ese nombre, tiene sin duda una
37
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

importante capacidad para mover a la toma de


decisiones; pero no es recomendable que la utilidad
esperada omita o devalúe la importancia y la función
del costo, porque entonces la frustración va a ser
inevitable a la hora de valorar los resultados de la
decisión.
“No imaginé que esto me fuera a costar tanto”, “otra
promesa incumplida”, o “peor la medicina que la
enfermedad”, serán las conclusiones cuando se vayan
a evaluar los resultados de una decisión que omita
valorar realistamente los costos, y, en cambio, sí infle
la expectativa de beneficios. La publicidad engañosa
puede ser más perversa cuando se aplica a las
decisiones cotidianas que nos vendemos a nosotros
mismos, que al aplicarse a los productos comerciales
que otros nos venden.
El concepto de afrontamiento adquirió gran
importancia psicológica en la investigación científica
acerca del estrés y de su superación. Su más citada
conceptualización la proporciona el psicólogo
norteamericano Richard Lazarus, quien fue profesor
de la Universidad de Berkeley, y en ella enfatiza el
carácter desbordante de las demandas o exigencias
que el medio le plantea a la persona, en relación con
los recursos que la persona percibe que posee para
dar cuenta de esas exigencias del medio, es decir, para
afrontarlas.

Ese carácter desbordante de las demandas del medio


las puede percibir la persona de diversas formas, ej.
puede percibirlas como reto o como amenaza, lo cual
la va a obligar a desplegar esfuerzos adicionales a los
usuales para poder afrontarlas. No toda inversión de
energía conlleva afrontamiento; permanecemos activos
e invertimos energía en nuestras acciones siempre,
pero afrontar implica algo más, implica resolver
38
TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

situaciones problema, crear, o también modificar


nuestra propia situación frente a los problemas,
aunque no los podamos resolver objetivamente.
No hacemos afrontamiento alguno cuando seguimos
nuestra rutina diaria para preparar el desayuno
acudiendo a nuestra despensa llena. El afrontamiento
lo hacemos cuando trabajamos para poder surtir
nuestra despensa, o cuando necesitamos desayunar
pero nuestra despensa se encuentra vacía.

Es en esas ocasiones cuando realizamos acciones


de afrontamiento instrumental (las que modifican la
situación y resuelven el problema), o de afrontamiento
emocional (las que le cambian el significado que
le atribuimos a la situación y, aunque nos alivian
emocionalmente, no resuelven el problema).

Son diversas las modalidades que pueden asumir


ambas formas de afrontamiento. No es lo mismo ir al
mercado a comprar los alimentos para el desayuno
(solución autónoma), que acudir a alguien para que
nos lo suministre (búsqueda de soporte social); pero en
los dos casos se resuelve objetivamente el problema
(afrontamiento instrumental).
Tampoco es lo mismo pensar que en la mañana
siguiente se podrá tener un desayuno frugal (fantasía),
que dedicarse a hacer otra cosa que impida pensar en
el hambre (evitar), o pensar en que los niños de África
sienten igual o peor hambre (negar el problema); pero
en los tres casos se está haciendo algo que permite
aliviar el malestar emocional que genera la situación
(afrontamiento emocional).
Ya sabemos que no todos los problemas tienen
solución objetiva, por lo cual en algunas ocasiones
solo nos queda la posibilidad del afrontamiento
emocional. También sabemos que modificar
39
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

nuestras posiciones emocionales, siempre es


parte de la solución; que resolver los problemas
instrumentalmente no es suficiente para superar todas
las formas del malestar que esos problemas pueden
generar.
En ambos casos, ya sea al afrontarlos
instrumentalmente o al afrontarlos emocionalmente,
van a existir costos, pues será necesario desplegar
acciones. Probablemente las mejores acciones, en
términos de los resultados que produzcan, van a
tener costos superiores. Incluso en los casos en que
la solución del problema sea apenas una ilusión, una
fantasía, o un sueño.
Pero, podemos preguntarnos, si solo fantaseamos o
soñamos con las soluciones a un problema, y eso nos
basta, ¿estamos incurriendo en algún costo? ¿Acaso
no es cierto que soñar no cuesta nada? Yo no creo
que sea así. Es muy difícil soñar con lo que no se sabe
hacer; más difícil aún resulta tener eso que llaman
“sueños lúcidos”.
La diferencia entre soñar de forma agradable con
determinadas situaciones, en lugar de tener una
pesadilla, la marca la capacidad de lo que en realidad
hacemos cuando nos encontramos frente a esas
situaciones en estado de vigilia, o de la forma en que
las percibimos cuando nos encontramos despiertos.
¡Soñar sí cuesta!

40
TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

Hoy por ti, mañana por mí


(o a la inversa): El alivio del
soporte social7

La influencia social tiene un peso indiscutible sobre


la motivación humana, ya sea porque opera como
soporte social a favor, o como presión social en contra
del logro de nuestras metas. El asunto tiene raíces
filogenéticas claramente relacionadas con el mayor
poder de la manada si se junta para garantizar la
defensa y la supervivencia, o con la presión de los más
fuertes para dispersar la manada a fin de encontrar
más fácilmente el alimento necesario para pocos, que
de otra forma resultaría por completo insuficiente para
todos.
Pero no es fácil distinguir entre el soporte social a
favor y la presión social en contra. ¿Es una buena
recomendación la que le hace un amigo a otro,
cuando le sugiere utilizar el poder del alcohol para
ahogar las penas? Podría ser que sí, o que no.
Depende de que la recomendación tome en cuenta,
o deje de lado, la realidad de que las penas suelen
nadar bastante bien, y sería preciso ahogarse con
ellas para que la sugerencia llegara a funcionar
a largo plazo. Tampoco es fácil saber buscar
eficazmente o saber utilizar bien el soporte social
favorable, aunque se haya percibido con claridad
su valor; ni saber rechazar adecuadamente la
presión social contraria, aunque sea clara su función
perjudicial.

7. http://elartedesabervivir.com/hoy-por-ti-manana-por-mi-o-a-la-inversa-el-alivio-del-soporte-
social/

41
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

En esta nota me propongo revisar algo acerca


del papel del soporte social como estrategia de
afrontamiento a la que necesitamos recurrir con
frecuencia para poder dar cuenta de nuestras
necesidades. En un libro sobre motivación humana es
fundamental darle alguna cabida a la exploración de
la influencia social (una de cuyas caras es el soporte
social) como factor motivacional de gran importancia,
dado que esa influencia es muy determinante en
la elección de las metas que nos proponemos y en
la adopción de las estrategias que utilizamos para
alcanzarlas, lo cual es el asunto central de la temática
motivacional.
Se parte de la constatación de una realidad
autoevidente: necesitamos de los demás para poder
vivir y desarrollarnos. La solidaridad forma parte de
la esencia humana, pues tenemos una naturaleza
psicológica gregaria, tan real como nuestra naturaleza
orgánica. Si nos mueven las necesidades psicológicas
de autonomía y de competencia, también nos mueve
la necesidad de interacción social. Esa tríada de
necesidades conforman el cuerpo de necesidades
psicológicas que dinamizan nuestra existencia, de
acuerdo con la Teoría de Autodeterminación, una
teoría actual de gran impacto acerca de la motivación
humana, sobre la cual trato en otras notas de este
libro.
Seguramente nadie tiene dudas sobre la importancia
motivacional de la influencia social. Algo muy distinto
es la certeza acerca de cómo dar o recibir el soporte
social. Todos recibimos de forma permanente la
ayuda instrumental o emocional que nos suministran
múltiples personas que forman parte de nuestra red
social, ayuda que resulta imprescindible para el logro
de metas. No tenemos inconvenientes especiales para
hacerlo cuando esas ayudas forman parte de una
42
TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

transacción comercial, de un acuerdo contractual, o de


una interacción social dispuesta formalmente para la
ocasión.

Pero, ¿qué sucede si requerimos acudir a la solicitud


o al suministro de una ayuda solidaria, no formal,
ante alguien integrante de nuestra red familiar o
de amistades? Ahí es probable que cambie nuestra
expresión, y que ya no le hagamos  buena cara
al asunto. La mala cara puede surgir porque la
solidaridad implica inversión de esfuerzos y de
recursos. Pero también puede surgir de los prejuicios
que se tienen sobre el hecho mismo de ser solidario.
Dar solidaridad puede herir nuestro bolsillo o
nuestros “principios”; recibirla puede herir nuestro
orgullo, o producirnos ansiedad porque nos genera
“compromisos”.

Una primera condición que se requiere cumplir para


hacerle buena cara al soporte social, ya sea al darlo o
al recibirlo, es reconocer su necesidad. El ser humano
es un ser social por naturaleza, solemos reconocerlo
y vivirlo, no solo por la vivencia emocionalmente
extraordinaria de la amistad o de la familiaridad, sino
por la demostración incuestionable del papel de la
cultura al crear artefactos que podemos colocar al
servicio de la satisfacción de nuestras necesidades.

El problema es que ni la familia, ni la amistad, ni la


cultura, son asépticos; todos ellos pueden contaminar
en determinado momento y circunstancias. La
contaminación sobreviene cuando el soporte que
nos dan, o que nos demandan, se convierte en carga
pesada que contraría la autonomía, tanto de quien
suministra, como de quien recibe. Ni hablar de lo que
sucede si la interacción social ya no es ayuda sino lo
contrario, estorbo, cuando las presiones que ejercen
las influencias sociales nos llevan por senderos de
43
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

inadaptación y de infelicidad, convirtiéndose en causas


objetivas de malestar. Eso ya hace referencia a la otra
cara de la influencia social, a la presión, que no es el
tema central de la presente nota que está dedicada al
tema del soporte.
De aquí surge una segunda condición: el soporte
social, siempre necesario, no puede suplantar  a la
capacidad individual para solventar las necesidades
personales, a menos que las circunstancias biológicas
así lo decidan. El soporte social desempeña
adecuadamente su función si cumple un papel de
amortiguador de las cargas, o de engranaje para
facilitar el movimiento, pero nunca puede convertirse
en el motor ni en el combustible para sostener de
forma permanente el movimiento en pro del desarrollo
personal.
Hay bastante diferencia entre una función de
amortiguador y una de motor. Por otra parte, la única
garantía de abastecimiento para el desarrollo humano
es que la energía requerida provenga de fuentes
autónomas. Para todos nosotros son muy importantes
los demás; sin embargo, para cada uno, somos más
importantes nosotros mismos.
La Teoría del Amortiguador (Buffer Theory) acerca
del papel que desempeña el soporte social como
estrategia de afrontamiento de las situaciones
demandantes, aunque es tal vez la más favorecida
en la literatura psicológica contemporánea sobre el
tema, no está libre de vacíos y de cuestionamientos.
No obstante, en situaciones de alto estrés, o en
situaciones de crisis, el soporte social constituye un
medio vital como parte del camino hacia la solución.
No es solo un asunto individual; es un asunto social.
Así lo entienden las sociedades que tienen los mejores
indicadores de desarrollo humano, en la cuales
44
TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

se ubican también los mejores indicadores sobre


distribución de la riqueza económica y de menor
concentración de la pobreza; para constatarlo se
pueden consultar las clasificaciones de desarrollo
humano que realiza el Programa de Naciones Unidas
para el Desarrollo (PNUD).
Las sociedades con mejores índices de desarrollo
humano han sabido convertir en realidad la función
de un Estado capaz de brindar a sus ciudadanos
el soporte estructural requerido para su desarrollo
humano, traducible en términos de calidad de vida
representada en ingreso per cápita, niveles de
educación y expectativa de vida. Pero la presente nota
quiere enfatizar en el papel de otro soporte, de aquel
que ofrecemos las personas en la interacción cotidiana
dentro de nuestras redes sociales, soporte que es
necesario siempre, al margen de la abundancia o de la
escasez económica de la sociedad, y al margen de la
distribución de la riqueza.
El soporte social, visto como un amortiguador, es
respetuoso de la autonomía del otro. Se suministra
para facilitar y para fortalecer la capacidad de
afrontamiento del otro, no para reemplazarla. Su
producto adaptativo no debe ser la dependencia
del otro, mucho menos la holgazanería del otro. La
visión del amortiguador es contraria a la visión de
la limosna; el soporte no es una limosna, pues así
perdería su esencia de soporte  para el desarrollo
del otro. Menos aún encuadra la visión de limosna
si se hace referencia al soporte emocional, y no
solo al soporte instrumental. La compasión, si se
enfoca como una limosna, resulta denigrante de la
dignidad humana; si se enfoca como una vivencia
solidaria con el dolor del otro, como una verdadera
condolencia, se convierte en una potente fuente de
alivio.
45
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

El refrán popular que advierte que “el muerto se hace


más pesado cuando encuentra quien lo cargue” alude
válidamente a la necesaria pérdida de energía de
quienes cargan por largos trechos un peso muerto, que
no responde ni se ayuda a sí mismo; pero no es válido
si se refiere a otras situaciones en las que se soporta
transitoriamente una carga con el fin de fortalecer y de
dinamizar su propia capacidad de movimiento.
Todos pasamos por momentos en los que las
situaciones problema son de una alta exigencia de
afrontamiento, en las que debemos mirar a nuestro
alrededor de forma abierta y consciente en búsqueda
de soporte social, para poder salir adelante, no solo
con la solución al problema presente, sino con mayor
capacidad o competencia, y con mayor autonomía
para afrontar el futuro. En nuestras redes más próximas
(entre el “prójimo”) hay personas que nos demandan
y que nos suministran soporte con funciones de alivio
y de fortalecimiento emocional e instrumental. Es ahí
donde se hace realidad la expresión popular ¡Hoy por
ti, mañana por mí!

46
TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

Donde fueres… ¿haz lo que


vieres?: La energía nuclear de
la presión social8

La buena educación recomienda hacer en un lugar


que sea nuevo para uno aquello que se observa que
los demás hacen; es riesgoso ensayar modales en
un lugar desconocido. Es preciso afinar el monólogo
socrático allí donde se desconocen las costumbres,
pues se podrían cometer imprudencias costosas al
decir o hacer algo que pueda resultar ofensivo para
los de ese lugar. Sin embargo, cabe preguntarse
¿Hasta dónde debe llegar la complacencia con los
lugareños? ¿Debemos probar un alimento que no nos
guste de ese lugar, o que nos haga daño, para evitar
vergüenzas? ¿Qué hacer cuando la presión parece
insalvable?
El sentido común nos indica que la imitación puede
constituir la mejor alternativa de solución en algunas
situaciones de incertidumbre, siempre y cuando
estemos seguros de la pertinencia de los modelos,
de que hacemos una buena interpretación de las
señales del medio, y de que poseemos las habilidades
mínimas necesarias para imitar a los modelos. ¿Se
imaginan ustedes el ridículo en que habría incurrido el
presidente Obama, bailando tango en Buenos Aires,
si antes no hubiera adquirido un mínimo conocimiento
de los movimientos más elementales de ese baile?
Con seguridad él sospechó que iba a recibir presiones
para bailar la danza típica del lugar, y se preparó
convenientemente para el momento.

8. http://elartedesabervivir.com/donde-fueres-haz-lo-que-vieres-la-energia-nuclear-de-la-pre-
sion-social/

47
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

La presión social ha sido un fenómeno ampliamente


estudiado en psicología social. Es un buen recurso
para disimular nuestros errores o para culpar a los
demás. Los padres suelen atribuirle a las “malas
compañías” los errores de sus hijos, y los maestros
le atribuyen a “la influencia familiar” las conductas
negativas de sus estudiantes.

En una serie clásica de experimentos sobre influencia


social, realizados a mediados del siglo pasado, el
psicólogo polaco Solomon Asch demostró que la
presión social llevaba a dar respuestas incorrectas
a una alta proporción de estudiantes en una tarea
tan sencilla como comparar tres líneas para decir
cuál era, por ejemplo, la de mayor tamaño, ante
muestras que no dejaban duda de cuál era más
grande y cuál más pequeña. Sin embargo, cuando
los sujetos experimentales eran precedidos por
otros aliados con el investigador, que respondían
adrede de forma incorrecta, los experimentales
contestaban erróneamente en un 37% de los casos,
cuando en condiciones normales, sin presión
social contraria, la probabilidad de error no era
superior al 1% (Ver https://www.youtube.com/
watch?v=tAivP2xzrng&feature=youtu.be).

La presión social es una realidad permanente


a la que nos vemos sometidos en cada acto de
comunicación dialógica que establecemos con los
demás. En primer lugar, en razón de la necesaria e
inevitable carga de subjetividad que nos transmite
cualquier mensaje que recibimos o que emitimos.
Porque si lo recibimos, el mensaje nos llega cargado
con la interpretación que el otro, el emisor, realiza
acerca de la realidad sobre la cual nos comunicamos.
Si lo emitimos, porque el mensaje le transmite al
receptor la carga de nuestra propia interpretación
acerca de esa realidad.
48
TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

El mundo es un mundo de palabras, de mensajes


simbólicos con esquemas de pensamiento que
expresan lo que cada quien entiende e interpreta
acerca de la realidad, con cuya confluencia se crea la
cultura, a través del aporte y la interacción de todos.

Pero, en segundo lugar, la presión social es una


realidad en razón de que la cultura creada propende
por imponerse y reproducirse moldeando el
pensamiento de los miembros del grupo social (la
cultura de un país, la cultura de una institución, la
cultura de una comunidad, etc.). Esto significa que
la presión social no es espontánea y desinteresada.
Por el contrario, se propone el mantenimiento y la
satisfacción de algunas metas o intereses del grupo,
explícitos e implícitos, de una forma que se auto-
sostiene y se auto-reproduce a través de esquemas
de pensamiento. Esos esquemas de pensamiento
constituyen la energía nuclear de la presión social.

Se expresan de muchas maneras diferentes, en


canciones, en refranes, en tradición oral y escrita, en
costumbres, en normas subjetivas (códigos implícitos
de comportamiento, ej. normas de grupo), en normas
objetivas (códigos explícitos de comportamiento,
ej. reglamentos), y de muchas otras formas. Tienen
un poder similar al de la energía nuclear, solo
que son Energía Nuclear Mental poderosamente
estructurada e integrada. Tal vez por eso Einstein
hacía la afirmación acerca de estos esquemas, cuando
sostenía que “es más fácil desintegrar un átomo que
un prejuicio”.

La energía que liberan los esquemas de pensamiento


sostenidos por una cultura es demasiado poderosa;
tiene una gran capacidad de irradiación y de
penetración; su presión es muy difícil de repeler, por lo
cual termina imponiéndose. Y reproduciéndose, porque
49
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

integramos esos esquemas de pensamiento a nuestra


personalidad, con ellos construimos nuestros Egos (Yo,
más o menos consciente) y SuperEgos (SuperYo
normativo, más o menos inconsciente, por encima
de Mí), los conservamos, los hacemos nuestros, y los
difundimos.
Los reproducimos al costo que sea; no importa si
eso nos lleva a un exabrupto como el observado
recientemente en un partido de fútbol en Colombia,
cuando los hinchas de una barra brava agredieron a
dos niños y a su padre porque no portaban la camiseta
de su equipo, símbolo máximo de su cultura, y los
obligaron a irse del estadio. “Hay que” (… “debemos”
… “tenemos que” …) hacer respetar los símbolos de
nuestra cultura (religiosa, política, sexual, futbolística,
patriótica, tribal, etc.). Por supuesto, algo de ese
comportamiento debió ser previamente promovido por
los fabricantes y vendedores de camisetas; o por los
dueños del equipo.
Esa dinámica de creación, sostenimiento y
reproducción de la cultura se fundamenta en la
capacidad de la palabra, artefacto por excelencia, que
expresa el pensamiento de cada persona en torno
a cualquier realidad; es decir, se fundamenta en los
esquemas de pensamiento que mantenemos acerca de
la realidad. Las “barras bravas” constituyen la realidad
de un grupo de hinchas que mantienen unos esquemas
de pensamiento explícitos en torno a lo que significa
seguir a su equipo, apoyar a su equipo, restarle poder
a los rivales, ser fiel a su equipo, etc. Esos esquemas
se mantienen y se refuerzan expresándose de forma
explícita, a través de coros, de símbolos,  de lemas,
de acciones (agresivas y no-agresivas), etc. Lo mismo
podemos encontrar si analizamos la cultura de una
familia, de una institución, de una etnia, o de cualquier
otro grupo social.
50
TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

El monólogo socrático que permite analizar la presión


social para controlarla invita a preguntarse por
esos esquemas, a explicarlos, a mantenerlos, o a
transformarlos críticamente. No es sencilla ni rápida la
tarea de transformarlos. En lo individual, es muy difícil
porque los esquemas pre-existentes están ligados a
reacciones emocionales favorables/desfavorables
muy fuertes; por eso se afirma que los seres humanos
tendemos a ser bastante conservadores y refractarios
al cambio.
La camiseta de un equipo (como el nombre de un
caudillo, la marca de un producto, la simbología de
una prenda, o el sabor de un alimento) despierta
reacciones emocionales con gran capacidad de
impacto motivacional.En lo social, es titánica y
dispendiosa la tarea para hacer que la cultura se
apropie de nuevos esquemas de pensamiento; eso
implica una importante inversión de creatividad y de
esfuerzo.
Pensemos, a manera de ilustración, en el hecho de
que las empresas productoras de algo (un jabón, una
bebida, una prenda de vestir, un partido político, etc.)
invierten la mayor parte de sus recursos en marketing
para “colocar” alguna idea favorable a su producto
dentro de la cultura del grupo social al que han
convertido en su target. La cultura crea sus propios
“deberías”, sus propios “hay que”, sus propios “tengo
que”, que convierten esos esquemas de pensamiento
en verdades irrefutables; la misma cultura se encarga
de reafirmarlos con dichos, refranes, canciones,
tradición oral/escrita, metáforas, etc.
Muchas veces son “deberías” racionales, o expresan
verdaderas necesidades; son intercambiables por un
“es preciso” o “es necesario”. Otras veces son pseudo-
necesidades emanadas de la irracionalidad, no son
intercambiables por “es preciso”. Es preciso disponer
51
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

de un medio de transporte eficiente, eso es necesario,


no “debemos” tener un carro; mucho menos “hay que”
tener un carro de tal marca, o de tales características.
Sin embargo, la cultura (lo que recibimos en nuestros
grupos de referencia) nos presiona muchas veces
a convertir esas pseudo-necesidades en necesidades
apremiantes.
Tenemos incorporados a nuestro sistema de
creencias  esquemas poderosos de pensamiento
que nos motivan a actuar en determinado sentido,
muchas veces sin ser conscientes de la existencia
de esos esquemas. En lo referente al papel que la
presión social ejerce para la formación de estos
esquemas, son pensamientos propios de nuestra
cultura que incorporamos de forma progresiva y
automática a nuestra propia conciencia, los repetimos
espontáneamente sin cuestionamiento; algunos
son pensamientos con capacidad de irradiación
bastante circunscrita (“necesito un carro de estas
características”), pero otros tienen gran capacidad de
irradiación y de penetración (“debo ser el mejor en lo
que haga”).
El medio nos presiona de muchas formas; los otros
significativos nos dicen cosas (“papá, cómprate otro
carro, mis amigos te llaman el del arca de Noé”); la
publicidad nos inunda; nuestros pares nos indican
cómo deben ser las cosas; las “normas sociales” son
bastante opresivas (qué es estar in, pertenecer al
jet set, ser triunfador y exitoso, ser perdedor, cómo
parecer joven, cómo no-ser viejo, cómo ser atractivo/a,
etc.). Tarea compleja para el monólogo socrático es
esa de filtrar las pseudo-necesidades.
La presión social es tan fuerte y omnipresente, que el
refrán popular “Dime con quién andas, y te diré quién
eres” la ha elevado al carácter de norma predictiva.

52
TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

Hay mucha tela para cortar sobre este tema de la


presión social, tomada como la presión que ejerce
la cultura para conducirnos a comportarnos de
determinada forma. La unidad de análisis propuesta
por la psicología cognitiva para comprender, explicar
y transformar esta presión es el esquema de
pensamiento, que es la unidad portadora de lo que
he denominado, metafóricamente, la Energía Nuclear
Mental.
Por eso, no me digas con quién andas, para saber
quién eres; mejor dime qué piensas, para saber con
quién andarás y cómo actuarás.

53
TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

Genio y figura hasta la


sepultura: La personalidad y
la motivación9

El refrán popular considera que desde el nacimiento


conservamos invariables hasta la sepultura nuestra
forma de ser o nuestra personalidad, al igual que
nuestra figura. La personalidad se ha dibujado,
especialmente en consonancia con las ideas de
Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, a la
manera de una fuerza invariable e incontenible de
motivaciones inconscientes que pujan por expresarse
en medio de fieros combates entre los poderes del
Ello, el Yo, y el Super-Yo.
Se considera a esta oscura e inconsciente, pero
permanente y poderosa fuerza motivacional, como
la causa de muchas de nuestras acciones, en
especial cuando esas acciones tienen algún tinte
de anormalidad. La pintura de Salvador Dalí “el
enigma del deseo”, tomada para la portada de este
libro, dibuja cómo opera uno de esos “monstruos”
predilectos de la motivación inconsciente, el complejo
de Edipo, al que representa de forma tan bella como
subjetiva y apabullante, formándose en un laberinto
de relaciones escabrosas entre el niño, su madre y su
padre. ¿Es tan misteriosa, inmodificable e insondable
la influencia de la personalidad sobre la motivación
humana?
Existen diversas teorías muy distintas acerca de la
personalidad; cada teoría aporta ideas sobre los

9. http://elartedesabervivir.com/genio-y-figura-hasta-la-sepultura-la-personalidad-y-la-motiva-
cion/

55
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

factores que concurren para explicar la estabilidad


del comportamiento individual. Obviamente no aspiro
siquiera a mencionarlas en esta nota; tan solo me
referiré una de ellas que es la teoría cognitiva. En la
presente nota espero poder presentar un concepto
aproximado acerca de los sistemas de procesamiento
de la información que alojamos en nuestra mente
desde niños, dándole a nuestra personalidad una
estructura estable y una apariencia de inmodificable
figura, la cual parece ubicarse en el centro de
nuestras motivaciones, centro que por fortuna puede
desplazarse si se modifican algunos vetustos, y poco
adaptativos, sistemas personales de producción de
pensamiento.
La psicología diferencial se ocupa de una materia
de estudio muy propia de cada uno de nosotros,
de la personalidad, ese conjunto de características
psicológicas que nos hace únicos y diferentes a los
demás.
La personalidad, ese “algo” que le confiere integralidad
y totalidad a nuestro ser, al tiempo que le aporta
estabilidad y permanencia a nuestro comportamiento.
La personalidad suele describirse con términos simples,
aunque de sobra sabemos que esos términos ambiguos
no se ajustan suficientemente a la descripción de
todo lo que somos, ni explican todo lo que hacemos.
“Extrovertido”, “neurótico”, “tímido”, “ansioso”,
“malgeniado”, “depresivo”, “brillante”, “hiperactivo”, y
un sin número de términos de ese estilo, más adjetivos
que sustantivos, se utilizan para describir nuestras
características estables de comportamiento. Sin
embargo, a pesar de la estabilidad relativa de nuestras
formas de actuar, nuestros comportamientos suelen
variar entre situaciones, de un escenario a otro, o de
un momento a otro; no siempre nos comportamos, por
ejemplo, con timidez, aunque nos consideremos tímidos.
56
TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

¿Se origina la estabilidad del comportamiento en


factores internos de la persona? Es sólida y muy
atractiva la intuición que nos lleva a afirmar que
eso es muy posible; pero, en ese caso, ¿cuáles son
esos factores? De hecho las representaciones de la
personalidad suelen ser circulares en la referencia
a rasgos internos. Se afirma, por ejemplo, que una
persona prefiere evitar ciertas situaciones porque es
tímida (rasgo interno), pero al mismo tiempo, se afirma
que esa persona es tímida porque prefiere evitar
ciertas situaciones; las argumentaciones circulares de
ese tipo carecen de lógica.
Otras argumentaciones apelan a factores internos
de tipo biológico para explicar la estabilidad del
comportamiento. Si alguien es agresivo de forma
sistemática, se apela a su posible temperamento
colérico para explicarlo. Se trata de argumentaciones
circulares muy similares a la anterior, sin desconocer
la operación de otros factores de tipo biológico, en
este caso representados por el temperamento (factor
diferente a la personalidad), y sin desconocer la mayor
posibilidad de observación objetiva de que gozan esas
variables biológicas.
Con frecuencia, sobre todo en casos extremos
de tipo clínico, la personalidad adquiere carácter
etio-patogénico, es decir como causa de algunos
trastornos de comportamiento. Suele pensarse en
la presencia de “desórdenes de personalidad” para
explicar comportamientos considerados anormales.
Sin duda, algo hay de objetividad en las hipótesis
psicopatológicas que explican la motivación a incurrir
en ciertos comportamientos (ej. cometer crímenes)
a partir de desórdenes de personalidad. Pero esas
hipótesis no parecen adecuadas para explicar la
motivación inherente al cotidiano comportamiento
“normal” de la gran mayoría de personas, incluso
57
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

cuando se trata de comportamientos problema.


Sin embargo, ha sido una tradición pensar en
la personalidad como fuente de la motivación a
incurrir de manera estable en comportamientos que
representan problemas para la persona, como puede
ser, por ejemplo, un comportamiento adictivo.
Coherente con los argumentos expuestos en la
presentación de este libro, asumiré aquí una postura
en favor de la corriente teórica que explica la
personalidad como la estabilidad del comportamiento
que surge de la estabilidad del pensamiento. Esto
significa que la estabilidad de las ideas (los productos
del pensamiento) o la estabilidad de los procesos
que se siguen para producirlas (el procesamiento de
la información) contribuyen de manera significativa
a explicar la estabilidad del comportamiento, tanto
del comportamiento considerado normal como del
considerado anormal. Con la consecuencia lógica
de que es posible acceder a una fuente importante
para la modificación del comportamiento si se
modifican las ideas o los procesos que se siguen para
producirlas.
No se trata de reducir la complejidad de la
personalidad para afirmar que ésta tiene una
naturaleza solamente cognitiva; se trata de enfatizar el
papel del pensamiento como una especie de alimento
psicológico que fortalece o debilita la posibilidad de
manifestación de un rasgo o de un comportamiento
aprendido. Reducir toda la explicación a la presencia
o ausencia de ideas sería tan ingenuo como pretender
que la salud o las enfermedades físicas dependen
exclusivamente de los hábitos alimenticios. Pero los
hábitos de pensamiento modulan la manifestación
de un rasgo de personalidad, como los hábitos
alimenticios pueden hacerlo con la manifestación de
un rasgo físico.
58
TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

Una idea o “esquema” es un producto del pensamiento


que puede irradiarse para afectar pocos o muchos
comportamientos. Algunos esquemas se irradian
ampliamente y se consolidan radicalmente; pueden
ser esquemas muy sobresalientes por su forma de
conferir estabilidad al comportamiento personal, y, por
lo mismo, pueden tratarse como esquemas nucleares
relevantes que llevan a configurar una estructura de
personalidad. Piénsese, a manera de ilustración, en
el esquema que lleva a sobrevalorar la importancia
de recibir apoyo de otros como medio necesario para
poder hacer algo importante; ese esquema hace
que, en muy diversas situaciones, la persona solicite
el apoyo de los demás para poder comprometerse
con algo, y culmine exhibiendo lo que se denomina
una “personalidad dependiente”. En realidad lo
estable o permanente sería la idea que sobrevalora
el apoyo de otros, la cual motiva a la persona a la
búsqueda permanente de ese apoyo, configurando el
comportamiento dependiente.
Algunos esquemas de pensamiento muy frecuentes,
que se encuentran detrás de muchos comportamientos
disfuncionales que son recurrentes en la vida cotidiana
fueron propuestos por el psicólogo norteamericano
Albert Ellis (1913-2007), creador del sistema
psicoterapéutico denominado Terapia Racional Emotiva
Conductual. Esos esquemas se ajustan a su propuesta
sobre las once formas tradicionales de pensamiento
irracional, que se enuncian a continuación:
1) Necesidad de aprobación, 2) necesidad de
competencia o capacidad para considerarse valioso,
3) necesidad de culpabilizar y castigar, 4) necesidad
de que las cosas sean como uno cree que deben
ser, 5) creencias en la imposibilidad de controlar
emociones dolorosas originadas en hechos externos,
6) preocupación excesiva por los peligros, 7) creencia
59
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

de que es preferible evitar que afrontar las dificultades,


8) necesidad de depender de los demás, 9) creencia
en que las influencias del pasado son inmodificables,
10) preocupación excesiva por los problemas de los
demás, y, finalmente, 11) la idea de que existe sólo una
solución perfecta para los problemas humanos.
Una explicación de los anteriores esquemas de
pensamiento irracional se puede consultar en
el siguiente video: https://www.youtube.com/
watch?v=fdw3L07XhT8
Algo similar a lo afirmado acerca de los esquemas
producidos por el pensamiento puede afirmarse acerca
del proceso de producción de las ideas. Piénsese en
la presencia de las llamadas “distorsiones cognitivas”,
a manera de ilustración de lo que es el proceso. Se
trata de formas sesgadas de procesamiento de la
información, consistentes en focalizar la atención
en aspectos parciales de la realidad, por lo cual
necesariamente la sesgan y no permiten representarla
de una forma que sea más integral y objetiva. La
recurrencia frecuente en este tipo de distorsiones, y
en otros errores de carácter lógico, lleva a que las
realidades representadas por las ideas distorsionadas
se vuelvan tan subjetivas y enigmáticas como las del
complejo de Edipo que se representan en la pintura de
Dalí que se mencionó antes.
El siguiente video nos aproxima de forma lúdica a la
comprensión del significado de las distorsiones más
frecuentes que operan en el proceso de producción de
pensamientos, como son las distorsiones consistentes
en adivinar, magnificar, crear catástrofes imaginarias,
prescribir “deberes”, etiquetar, “leer” el pensamiento
de los demás, minimizar, extremar los puntos de vista,
personalizar, razonar emocionalmente, y generalizar
excesivamente (Ver video en la siguiente dirección:
https://www.youtube.com/watch?v=8ZlZDBBHmCM).
60
TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

Se puede razonablemente esperar que si se modifica


un esquema de pensamiento (ej. la idea de que uno
debe preocuparse excesivamente por los problemas de
otros), o un proceso de pensamiento (ej. la tendencia
a imaginar catástrofes ante la posibilidad de un
resultado adverso), entonces también se modifiquen
los comportamientos, incluso algunos considerados
“anormales”, que muestran la estabilidad de nuestra
personalidad. Si se asume que la estabilidad de los
sistemas de procesamiento de información tiene un
papel importante en la determinación de las emociones
y del comportamiento, entonces el monólogo socrático
que cuestiona esos sistemas de creencias y cuestiona
esos sistemas de procesamiento de la información,
surge como una gran posibilidad a mano para
modificarlos.
El monólogo socrático, que hace uso de la duda
sistemática y de la pregunta permanente para
cuestionar el fundamento de lo que pensamos, y para
cuestionar la corrección del proceso que seguimos
para producir nuestras ideas, surge entonces como
herramienta potente para evitar que lleguemos con
el mismo genio hasta la sepultura, algo que también
puede ser deseable para que suceda con nuestra
figura.

61
TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

Que muera lo viejo y nazca lo


nuevo: la motivación humana
en situaciones
de crisis personal10

Las situaciones de crisis personal sobrevienen al


suceder alguna adversidad conducente a que algo que
existía, y venía funcionando, repentinamente reciba
algún golpe o sufra algún daño que le causa lesiones
irreparables. Salir de una crisis siempre obliga a
otorgarle registro de nacimiento a una situación nueva,
que permita afrontar una adversidad, no siempre
con soluciones para los daños recibidos, y expedirle
registro de defunción a las situaciones antiguas, donde
la adversidad no existía. Los aires motivacionales por
los que se desplaza ese proceso no son calmados;
poseen una enorme turbulencia.
Lo que antes funcionaba, durante mucho o poco
tiempo, después de la crisis ya ha caducado, ya no
existe; la superación de una crisis exige permitir,
propiciar, y aceptar, la presencia de un nuevo estado
de cosas. No se sale indemne de una crisis; asimilar la
pérdida es un requisito para poder, primero, cicatrizar
las heridas y, luego sí, volver a crecer. La presente nota
se propone describir de forma global el cuadro de las
transformaciones motivacionales que surgen en la vida
de una persona que afronta una situación de crisis
circunstancial, que la mueven a tratar de escapar del
dolor y a evitar su profundización, con implicaciones
de afrontamiento emocional e instrumental coherentes

10. http://elartedesabervivir.com/muera-lo-viejo-nazca-lo-nuevo-la-motivacion-humana-situacio-
nes-crisis-personal/

63
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

con esa descripción motivacional de la situación de


crisis.

El término “crisis” tiene múltiples connotaciones; en


esta nota se utiliza para referirse al estado de excesiva
conmoción emocional y motivacional que acontece
en la vida de una persona a la que le ha sucedido una
adversidad incuestionable, tal como el diagnóstico
de una enfermedad grave, la pérdida de su trabajo,
la muerte de un ser querido, un desastre natural, el
encarcelamiento, una quiebra económica, una pérdida
afectiva, o cualquier acontecimiento que represente
una pérdida que la persona considere significativa.

Se trata de crisis circunstanciales precisas. Se hace


referencia a situaciones agudas o repentinas, bien
identificables y definibles, causantes de un profundo
dolor emocional a las personas que las padecen,
con consecuencias notables de alteración en sus
comportamientos usuales en múltiples áreas vitales
(el trabajo, el estudio, la interacción social, etc.), y con
riesgos de consideración para su salud física y mental.
No se hace referencia a situaciones ambiguas como la
de una “crisis existencial”; tampoco se hace referencia
a situaciones crónicas como, por ejemplo, “una vida
de pobreza”, o “la crisis del humanismo”. No se niega
que esas también son situaciones de crisis; solo que en
esta nota no se hace referencia a ellas.

En cualquier caso, considero que al término “crisis” le


ajusta bien la frase atribuida al dramaturgo y poeta
alemán Bertolt Brecht (1898-1956): “La crisis se produce
cuando lo viejo no acaba de morir y cuando lo nuevo
no acaba de nacer”; esos dos acontecimientos, la
muerte de lo viejo que se ha perdido, y el nacimiento
de lo nuevo por venir después de que se acepta la
pérdida, delimitan el periodo de duración de una crisis.
Una crisis es un periodo oportuno para que nazca algo
64
TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

nuevo que restaure la adaptación, reemplazando a


lo viejo que era funcional antes, pero que ha dejado
de existir por la presencia de la adversidad. Aunque
no se debe olvidar que la gestación y el parto de la
criatura “restauradora” también abarcan un periodo
de gran riesgo, ya que pueden ocurrir múltiples
malformaciones en el “neonato” si no se adoptan las
necesarias precauciones, o si se le obliga a nacer
prematuramente.
Escuché al hermano de una mujer muerta durante
el atentado con explosivos a un centro comercial de
Bogotá declarar que “perdonaba a los terroristas”,
apenas al día siguiente del atentado. Creo que ese
tipo de soluciones, en este caso el temprano perdón,
corren el riesgo de convertirse en criaturas nacidas
prematuramente, a las que  no se les ha permitido
el necesario tiempo de gestación. Pero no quiero
prejuzgar, pues también puede tratarse del firme
comienzo de una actitud personal conducente a la
verdadera solución; hubiera sido negativo escucharlo
declarar “no descansaré hasta vengar la muerte de
mi hermana”. Lo usual es que entre el acontecimiento
adverso y la solución final de la situación, que
implica la aceptación de la pérdida, transcurran
etapas. Bien podría ser que la persona de la anterior
ilustración estuviera pasando por una etapa preliminar
de negación inconsciente de la pérdida; también
podría ser que sintiera tristeza por la muerte de su
ser querido, pero sin configurarse una situación de
conmoción emocional que lo colocara en un estado de
crisis como tal.

El núcleo definitorio de la situación de crisis es el dolor


emocional intenso causado por la percepción que la
persona tiene acerca de la pérdida sufrida, percepción
que la lleva a calificar el acontecimiento en términos
que amplifican y profundizan el impacto emocional
65
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

negativo,  y la conducen a un doble proceso de


afrontamiento de la situación, uno de tipo emocional
y otro de tipo instrumental, en medio de un estado
de relativo caos y perturbación del comportamiento
individual.

El afrontamiento emocional se dirige hacia la


modificación de la percepción que la persona tiene
acerca de la situación, de tal forma que la transforme
en términos que le permitan aliviar el dolor, sin esperar
una modificación objetiva del daño padecido. Se
trata de una natural motivación defensiva dirigida
a preservar la integridad orgánica y psicológica en
momentos en que se ha recibido un fuerte traumatismo;
“podría haber sido peor …” es una de las formas típicas
de afrontamiento emocional.

El afrontamiento instrumental se dirige a la realización


de acciones que objetivamente puedan resolver el
problema, revertir de alguna forma el daño acontecido,
o evitar que este daño se profundice aún más; se trata
de una motivación dirigida a la disminución real del
daño, lo que necesariamente va a redundar en alivio.

Tanto el afrontamiento emocional como el instrumental


se combinan para producir un resultado protector,
mediado por el alivio del dolor emocional que
impulsa a la crisis. Se trata de un alivio fundamental
y necesario para evitar que, dentro de la crisis,
sobrevenga una situación de emergencia caracterizada
por la desorganización total del comportamiento
cuando la crisis se agudiza por la presión desbordada.
Esta agudización surge cuando hay pérdida de toda
perspectiva de alivio del dolor, con las consiguientes
manifestaciones de agotamiento físico y psicológico
asociadas a un estado de estrés severo ocasionado
por el dolor intenso que se percibe como inescapable,
con amenazas de empeoramiento inevitable, dándole
66
TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

paso a manifestaciones de desesperanza, y al


surgimiento de comportamientos erráticos altamente
destructivos.
Desde el punto de vista cognitivo, la situación de crisis
puede definirse como un estado de gran confusión
mental y de concentración total de la atención sobre
el daño padecido, con la consiguiente dificultad para
atender otros asuntos diferentes a los relacionados con
la misma crisis. Confusión acerca de la profundidad
que alcanzará el daño sufrido (¿podré tolerarlo?),
confusión acerca de las causas responsables de
lo sucedido (esta confusión suele originar caídas
en trampas como la culpabilidad irracional y las
explicaciones supersticiosas), y confusión acerca de
los significados inherentes a los apoyos que se reciben
(temor a la compasión), lo cual puede entrabar la
búsqueda y la recepción del necesario apoyo social
durante la crisis. La confusión imperante origina una
alteración significativa de la capacidad de toma de
decisiones y marca los objetivos hacia los cuales
se puede dirigir el monólogo socrático en estas
situaciones.
La teoría psicológica contemporánea acerca de la
resiliencia y del crecimiento post-traumático subraya
la posibilidad no solo de superar el daño emocional
sufrido durante una crisis, sino de acceder a niveles de
funcionamiento cognitivo y emocional superiores en
adaptación vital a los que existían antes de la crisis. Tal
vez sea conveniente sustentar la anterior afirmación en
el pensamiento de un clásico de la literatura universal,
Fiódor Dostoievsky, acerca del dolor.
Dostoievsky, tratando de encontrarle sentido
al sufrimiento, hace una afirmación que ilustra
vívidamente el papel del afrontamiento emocional, al
reformular el significado del dolor: “El verdadero dolor,

67
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

el que nos hace sufrir profundamente, hace a veces


serio y constante hasta al hombre irreflexivo; incluso
los pobres de espíritu se vuelven más inteligentes
después de un gran dolor” (ver http://www.proverbia.
net/citasautor.asp?autor=305).
Esto lo afirmó el genial escritor, desde una posición
ideológica cristiana acerca del dolor, probablemente
en búsqueda de sentido a las penurias que sufría en
su etapa de trabajo forzado en Siberia. Dostoievsky
perdió a su madre, quien murió de tuberculosis, cuando
él tenía 15 años, y a su padre, brutalmente asesinado,
a los 18. También perdió a una hija recién nacida.
Después de pagar su condena a trabajos forzados en
Siberia, por causa de su actividad política socialista,
escribió casi toda su voluminosa obra en la que retrata
literariamente la dinámica del afrontamiento emocional
y de la irracionalidad en situaciones extremas de crisis,
como la que vive Raskolnikov, el protagonista de la
novela “Crimen y Castigo“.
Algunas analogías o refranes populares que suelen
recordarse en los momentos de crisis deben asumirse
con beneficio de inventario. ¡Un clavo saca otro
clavo!, es cierto, si el viejo clavo se ha ablandado
suficientemente, de lo contrario, el nuevo clavo
toma un curso colateral al del viejo para formar un
abultamiento más grande y evidente sobre la madera.
¡Ojos que no ven, corazón que no siente!; alejarse,
negar la crisis, evitar su afrontamiento, o fantasear
soluciones irreales, solo sirve para paliar el dolor
agudo al inicio, pero no para evitar el desastre a
largo plazo. Un alejamiento definitivo, algo así como
la negación permanente de lo sucedido, convertiría a
la persona en  un receptor activo, no ya pasivo, de la
profundización del daño.
Es aquí donde adquiere sentido el pensamiento de
Bertolt Brecht acerca de las  crisis, pues su solución
68
TEMA 1: LA MOTIVACIÓN

implica permitir que muera lo viejo y que nazca lo


nuevo. Dejar morir lo viejo significa reconocer el
daño, aceptar la continuidad de la vida a pesar de la
pérdida irrecuperable. Permitir que nazca lo nuevo
significa activar la racionalidad del monólogo socrático
para generar un estado mental que le dé curso al
surgimiento de nuevas posibilidades de crecimiento
personal y de calidad de vida, sin la presencia de lo
que antes era pero ya no es.

69
TEMA 2:
EL MONÓLOGO
SOCRÁTICO
Auguste Rodin
EL PENSADOR (1903)

“Creado ya en 1880 en
su tamaño original, unos
70 cm, para decorar el
tímpano de La Porte de
l’Enfer [La Puerta del
Infierno], Le Penseur [El
Pensador] se titulaba
entonces Le Poète [El
Poeta]: representaba a
Dante, el autor de La
Divina Comedia que
inspiró La Puerta, inclinado
hacia delante para
observar los círculos del
Infierno, meditando sobre
su obra.”

Museo Rodin

http://www.musee-rodin.fr/es/
colecciones/esculturas/el-
pensador-0

… LA REFLEXIÓN, FUNDAMENTO PRINCIPAL


DE LA RACIONALIDAD …
TEMA 2: EL MONÓLOGO SOCRÁTICO

Pague dos y lleve uno: el


monólogo socrático1
¿Quién compraría un producto que anuncian con el
mensaje “pague dos y lleve uno”? Si la oferta es así,
a secas, nadie compraría; solo un tonto lo haría. Pero
si se trata de una situación en la que un vendedor
ingenioso parte de llamar la atención con una oferta
absurda, no hará la oferta a secas, la planteará en un
contexto de incertidumbre; por ejemplo dirá “lleve uno
que dura un año por el precio de dos que solo duran
un mes”.
Entonces, probablemente tendrá algunos compradores
que a “ojo cerrado” le crean lo que dice, y otros
que deciden hacerlo solo después de responderse
satisfactoriamente algunas preguntas como las
siguientes: ¿Es cierto que el más barato dura solo un
mes? ¿es cierto que el más caro dura un año? ¿cuáles
beneficios me ofrece el más barato que no me ofrezca
el más caro?, etc.
También es posible que le compren aquellos que
regulan su comportamiento por la economía a mediano
plazo; y, definitivamente, no le comprarán quienes en
el momento solo tienen dinero para adquirir el más
barato. Es poco probable que alguien se dedique a
hacer cálculos complejos acerca de la magnitud del
ahorro, pero probablemente sí habrá muchos que
se guíen por justificaciones simples para comprar el
menos económico: “qué importa si dura menos, ese es
el que me gusta”, “más vale malo conocido que bueno
por conocer”, “alguna trampa debe existir en esa oferta
tan buena”, etc.

1. http://elartedesabervivir.com/pague-dos-y-lleve-uno-el-monologo-socratico/

73
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

Todos sabemos que las situaciones de conflicto


en las que se precisa una toma de decisiones en
la vida cotidiana son situaciones de incertidumbre,
donde buena parte de la información está ausente y
tenemos que inferirla de alguna manera; resolvemos
los conflictos “pequeños” que nos plantea el diario
vivir apelando a la información de la que disponemos,
moviéndonos en un contexto en el que suele
predominar la intuición o el sentido común. La intuición
es un razonamiento ligero que nos lleva a decidir
y hacer lo que nos resulta más viable, guiados por
impresiones que reemplazan a los juicios, aunque
eso que decidamos y hagamos diste de lo óptimo en
términos de poder conducirnos a obtener lo que nos
hayamos propuesto lograr (economía, cumplimiento
de metas laborales, buenas relaciones con otros,
satisfacción, evitación del malestar, un matrimonio feliz,
etc.).
Herbert Simon, premio nobel de economía en 1978,
obtuvo ese preciado galardón por sus análisis acerca
de la forma en que nos comportamos los humanos en
esas situaciones de incertidumbre, actuando al amparo
de lo que él denominó “principio de racionalidad
limitada”. La esencia de la racionalidad, bajo esta óptica
de análisis, radica en tomar decisiones eficaces, por
su capacidad de conducir al logro de alguna meta,
en condiciones de mayor eficiencia, es decir, al menor
costo posible.
Ante el reconocimiento de la imposibilidad de hacer
lo más racional debido a las inmensas limitaciones de
nuestros cálculos y de nuestras capacidades, hacemos
apenas lo más “razonable”. Todos tratamos de hacerlo
con la mejor intención; con toda seguridad no hay
ninguna mala intención en la persona que decide aliviar
su dolor tomando licor, ni en la que decide educar con
castigos a sus hijos, o en la que opta por hacer lo que
74
TEMA 2: EL MONÓLOGO SOCRÁTICO

el medio social le aprueba; con razón un refrán popular


afirma que de buenas intenciones está sembrado
el camino del infierno. Aunque debemos reconocer
que, si hay intención, es decir, decisión, siempre será
menos probable que haya estupidez; se incrementa
la probabilidad de la estupidez cuando se hace algo
sin siquiera haberlo decidido, pues la decisión implica
hacer balances previos.
¿Cuál podría ser una especie de guía para la
racionalidad? Si existen algunas guías para jugar
bien ajedrez o damas chinas, también puede haber
algunas para pensar un poco más racionalmente.
Creo que Sócrates trazó un camino para la búsqueda
de la racionalidad a través del cuestionamiento; por
eso pienso que ya no el diálogo socrático, sino el
“monólogo socrático”, puede ser una guía factible.
Considero el monólogo, no porque descarte la bondad
del diálogo, sino porque la mayor parte del tiempo
sólo dialogamos con nosotros mismos; es lo que
permanentemente hacemos. Por supuesto se trata de
un monólogo que necesitamos planificar de alguna
forma, con el fin de que nos ayude a valorar el alcance
de nuestra racionalidad limitada.
El asunto puede hacerse sencillo, pero no es algo
elemental. La metáfora del monólogo socrático es
una figura que sugiero para representar un sistema
de preguntas que conduzcan a fijar la atención sobre
aspectos claves de la racionalidad en la toma de
decisiones; es una especie de homúnculo dentro de mi
cerebro que actúa para sugerirme preguntas claves, de
cuyas respuestas van a depender mis decisiones.
No se trata de las preguntas clásicas a las que
obliga la racionalidad limitada, que se refieren a la
justificación de las ocasiones en que se amerita una
toma de decisiones, de ponderación de las posibles
75
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

soluciones a un problema, y de elección de una


alternativa razonable.
Son otras preguntas, que se van a formular desde
la perspectiva del proceso motivacional. Es un
monólogo porque está diseñado para practicarse
en el auto-diálogo; es decir, es un sistema de auto-
instrucciones. Es socrático porque se basa en el uso
sistemático de la pregunta, es decir, es un sistema de
cuestionamientos.
El monólogo socrático está constituido, precisamente,
por un conjunto de reglas simples cuya práctica nos
conduce a pensar mejor. Si se deben practicar reglas
simples para jugar mejor ajedrez, también es preciso
hacerlo para pensar mejor.
Otro premio nobel de economía, Daniel Kahneman,
quien obtuvo ese galardón en 2002, ofrece una
perspectiva de análisis sobre el proceso de toma
de decisiones que me parece útil para planificar el
monólogo socrático. Este investigador, junto con Amos
Tversky, propone la Teoría del Prospecto, en la cual
resalta la existencia de un sistema de pensamiento
rápido, necesario para poder funcionar en la vida
cotidiana, que debe ser controlado por otro segundo
sistema, de pensamiento más lento, que es el que
puede garantizar un mejor funcionamiento del sistema
de pensamiento rápido, para que este sea más eficaz y
más eficiente.
El monólogo socrático es una guía de preguntas que
conduce al cuestionamiento sobre aspectos básicos
que deben cumplirse cuando aplicamos el sistema de
pensamiento lento para controlar al de pensamiento
rápido, a fin de garantizar una mejor racionalidad. El
aporte que se deriva de la Teoría del Prospecto radica
en que nos suministra los blancos u objetivos a los
cuales se pueden dirigir los cuestionamientos.
76
TEMA 2: EL MONÓLOGO SOCRÁTICO

Esos blancos, desde el punto de vista motivacional, son


los esquemas de pensamiento en que nos basamos
para formarnos una perspectiva de tiempo pasado
y una perspectiva de tiempo futuro acerca de algo.
En la Teoría del Prospecto, a esos esquemas se les
denomina sesgos y heurísticos. Hacer preguntas
acerca de los sesgos y de los heurísticos que están
detrás de nuestras decisiones, puede ser una guía
válida para el monólogo socrático.
Aclaremos: en una situación problema cualquiera nos
motivamos a hacer lo que creemos que funciona mejor
de acuerdo con nuestra experiencia pasada, directa o
indirecta, y lo que creemos que nos va a redituar los
mejores frutos, de acuerdo con nuestras expectativas
hacia el futuro. ¡Más claro no canta un gallo! Pero, ojo,
ese gallo puede tener disfonía a la hora de dibujarnos
el pasado y de pintarnos el futuro. Veamos.
Requerimos del pensamiento rápido para responder con
agilidad, pues esa agilidad es un principio adaptativo
básico. Pero la agilidad del pensamiento puede ir en
detrimento de su racionalidad, más aún si en la situación
hay elementos de incertidumbre. El pensamiento
automático proporciona la agilidad, pero, en casos de
incertidumbre, incrementa la probabilidad de error.
Allí es cuando entra en juego el pensamiento lento. Sin
embargo, éste no entra a jugar espontáneamente; solo
entra cuando lo llaman y el árbitro lo autoriza; entrar
sin autorización es privilegio del pensamiento rápido.
¿Qué hacer? Lo necesario: llamarlo y autorizarlo para
que reemplace al pensamiento rápido.
Esta es la función del monólogo socrático; es un árbitro
que, utilizando cuestionamientos, llama y autoriza a los
juicios producidos por un pensamiento más lento pero
más atinado, para que reemplacen a las impresiones
automáticas, más rápidas pero más erráticas.
77
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

Unos (los juicios) y otras (las impresiones) tienen gran


valor y capacidad adaptativa. ¿Se imaginan ustedes lo
que sucedería si tuviéramos que razonar mucho para
decidir si en determinada situación frenamos, o no,
cuando conducimos un automóvil? Probablemente en
esas situaciones es muy baja la ambigüedad, por eso
los automatismos no fallan.
No sucedería lo mismo a la hora de acertar en la
forma de responderle a alguien que nos lanza un
insulto. La ambigüedad acerca de las características
de la situación, de la gravedad del insulto, o de la
adaptabilidad de la respuesta automática, ameritaría
pensarlo un poco antes de actuar. El monólogo
socrático, siempre presente, es necesario en ambos
casos; en el primero para darle paso a una respuesta
automática, pues no hay tiempo para pensarlo; en el
segundo, para pensarlo dos veces antes de actuar.
La motivación humana es un proceso en el que están
presentes factores distintos en etapas diferentes. El
monólogo debe atinarle a todos esos factores. Tiene
que ser un proceso ágil, pero rápido, que apunte en
diversas direcciones: cuestionamientos acerca de las
consecuencias de hacer algo, cuestionamientos acerca
de la propia capacidad para hacer o dejar de hacer,
cuestionamientos acerca de lo socialmente aceptable,
cuestionamientos acerca de la forma de hacerlo.
Como es algo complejo, exige práctica. Lo curioso es
que permanentemente lo hacemos, aunque no nos
demos cuenta de ello, pero no siempre lo hacemos
bien. Más vale practicarlo deliberadamente para
hacerlo bien; tal vez así lleguemos algún día a tener
la habilidad del que recibió en la calle un insulto de
otro que le dijo “yo no saludo a un hp”, y se limitó a
responderle “yo sí”, y lo saludó.

78
TEMA 2: EL MONÓLOGO SOCRÁTICO

¿Infidelidad, o relación
extraconyugal?
El anclaje de las palabras2

Imagine que una pareja en conflicto porque alguno de


los dos ha descubierto que el otro mantiene relaciones
con una tercera persona acude a consulta con un
terapeuta, quien les sugiere que a esta situación no
van a referirse como “infidelidad” sino como “relación
extraconyugal”. ¿Usted qué opina acerca de esta
sugerencia del terapeuta? ¿Le parece lógicamente
aceptable? ¿Moralmente admisible?
Es interesante que el solo hecho de intentar responder
a estas preguntas puede determinar que cambie
la reacción emocional que esta sugerencia haya
generado inicialmente en usted. La transformación
se puede dar en algún sentido, no tiene que ser para
que cambie de sentido, puede ser para reafirmar la
reacción original; pero siempre para consolidar el
fundamento racional de su reacción emocional.
Cómo denominemos a una situación, no es algo
indiferente. Esa denominación va a generar una
reacción emocional que es el principio motivacional
que da impulso al inicio de cualquier acción. Quizá es
más probable una reconciliación si el hecho se toma
como una “relación extraconyugal” asimilable, que si
se toma como una “infidelidad” inaceptable. Incluso,
la primera denominación podría invitar al análisis de
las causas subyacentes, mientras que la segunda solo
invita a la condena irremediable.

2. http://elartedesabervivir.com/infidelidad-o-relacion-extraconyugal-el-anclaje-de-las-palabras/

79
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

Los políticos son muy hábiles en la selección de la


forma en que presentan una noticia. No es lo mismo
informar de entrada que un desastre previsible y
prevenible “produjo hasta ahora 15 víctimas”, así al final
sean 15.000, que informar que “se calcula que pueden
ser miles de víctimas”. El ancla inicial va a determinar
que la opinión pública juzgue menos grave el hecho,
así sea que al final se informe acerca del número real
de víctimas.

Esto es lo que el nobel de economía Daniel Kahneman,


en sus trabajos con Amos Tversky, denominó heurístico
de anclaje. En Colombia es famoso el caso de unos
crímenes cometidos por militares que sacrificaban
personas inocentes y luego las hacían pasar por
guerrilleros muertos en combate; a esas víctimas
las empezaron a denominar “falsos positivos”,
enmascarando la gravedad del crimen y modulando la
reacción emocional que el hecho podría suscitar en la
opinión pública.

Las situaciones que dan inicio a cualquier acción de


una persona tienen siempre su capacidad de impulsar
el comportamiento, al principio básicamente por
razones emocionales. Parece difícil de aceptar que en
el origen de cualquier acción existen primariamente
razones emocionales y solo posteriormente
sobrevienen los argumentos y los juicios racionales,
pero así es; el impulso de la acción es inicialmente
emocional. Por eso son válidos los llamados a “pensar
antes de actuar”, pues invitan a explorar y profundizar
en los juicios que mueven a actuar siguiendo algún
sendero diferente al trazado inicialmente por la
emoción.

Tal vez el inicio emocional de nuestras acciones es


bastante claro en algunos casos, por ejemplo cuando
tenemos comportamientos de ira, de miedo, de odio, o
80
TEMA 2: EL MONÓLOGO SOCRÁTICO

de amor. Pero no es tan claro en otros casos; alguien


podría preguntarse ¿qué de emocional tiene que yo
prefiera leer un periódico que tiene artículos noticiosos
más ligeros en vez de una revista que por lo general
trae escritos más pesados?
La razón de que el inicio de nuestras acciones sea
emocional es que nuestra mente tiene una historia,
no es una tabla rasa, o un papel en blanco en el que
la experiencia escribe los sucesos según acontecen
como si fuera la primera vez que sucedieran; se trata
de una historia como especie (herencia genética)
que es la gran historia del homo erectus y del homo
sapiens; de una historia como cultura, que es la
historia que nos hereda el medio social (si se quiere,
la historia del homo sapiens-sapiens, no ya por su
apariencia anatómica sino por el extraordinario
desarrollo de la ciencia, la tecnología, y la información
en la post-modernidad); y de una historia como
individuos, la historia personal, la historia de nuestros
aprendizajes a través de toda la interacción con
el medio a lo largo de nuestra vida (si se quiere, la
historia del homo ludens, del homo fáber, y de las
demás identidades personales significativas) que es la
que enfatizo en este escrito.
En virtud de toda esa historia, nuestra mente le
proporciona a los sucesos el color del tinte emocional
con el que van a quedar escritos; ella es como una
poderosa memoria electrónica con inagotables gigas
de capacidad que almacena información sobre todas
las situaciones con las que tenemos contacto directo
o indirecto en el transcurso de nuestra existencia
(como especie, como cultura, y como individuos), y
luego recupera esa información, con diferentes grados
de conciencia y de precisión, cuando estamos de
nuevo expuestos a esas situaciones. Y lo primero que
recupera es la información que señala si los sucesos
81
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

son agradables o desagradables; si son seguros o


inseguros; si aproximan a la obtención de placer, y
alejan de la exposición al dolor, caso en el cual nos
sentimos atraídos. O, al contrario, si alejan del placer
y aproximan al dolor, caso en el cual nos sentimos
repelidos.
Haga un pequeño ejercicio en este momento. Recuerde
algo que en el pasado le haya generado un estado
emocional intenso (ira, miedo, amor, vergüenza, odio,
etc.). Piense en la situación que le generó esa reacción
emocional intensa; trate de que su recuerdo sea lúcido,
deteniéndose en los detalles de la vivencia original.
Ahora observe si su estado de ánimo se transformó
instantáneamente, llevándole a experimentar un
sentimiento similar al original. Pues bien, lo mismo
sucede ante cualquier situación, obviamente con
grados distintos de lucidez o de conciencia.
La persona del ejemplo, que se siente más atraída
por la lectura de reportajes en el periódico que por
la lectura de artículos en las revistas, no tiene que
dedicarse a explorar detalladamente el esfuerzo que
debe hacer para asimilar los escritos más voluminosos
y un poco más “profundos” que traen las revistas,
en comparación con los escritos más “superficiales”
e ilustrados con imágenes que traen los periódicos.
Simplemente condensa todas las características
que les atribuye a los artículos de los periódicos en
una palabra (“ligero”), y las características que les
atribuye a los artículos de las revistas en otra palabra
(“pesado”). Esos dos términos se convierten en el
heurístico orientador del camino que va a seguir su
toma de decisiones cuando se presente la necesidad
de leer algo, mostrándole un sendero sesgado cuando
se encuentre frente a las dos alternativas,  pues va a
determinar que una le guste y la otra le disguste de
antemano.
82
TEMA 2: EL MONÓLOGO SOCRÁTICO

El gusto y el disgusto, el placer y el displacer, la atracción


y el rechazo, son las formas más usuales de reacción
emocional que impulsan en un determinado sentido la
motivación de la persona hacia la realización de una
acción, en este caso la acción de leer o de no leer un
artículo según sea de un periódico o de una revista.
Solo cuando la persona tenga claridad sobre este tipo
de sucesos, y cuando explore con más detenimiento
los argumentos que la impulsan en principio hacia
una toma de decisión (ej. no leer), podrá superar el
impulso emocional inicial de su comportamiento, para
orientarlo por otros argumentos más racionales y menos
emocionales; es decir, podrá transformar su motivación
para hacer o para no hacer algo.
El “monólogo socrático”, uno de mis personajes
favoritos, es el protagonista llamado a intervenir para
darle un rumbo más certero, menos improvisado,
incluso más inteligente, al ciclo motivacional.
Finalmente la persona no tiene que sentirse obligada
a hacer lo uno o lo otro (ejemplo a leer o no leer los
artículos en las revistas); pero sus acciones podrán
estar mejor fundamentadas y, por lo mismo, ser
siempre más adaptativas si las conduce orientada por
argumentos más reflexionados.
Por supuesto no tenemos que haber estado expuestos
directamente a una situación para tener una
información acerca de ella guardada en la memoria;
con seguridad la gran mayoría de personas que
sienten miedo a viajar en aviones (o a otros objetos),
jamás han estado expuestas directamente a un
siniestro aéreo; han estado expuestas indirectamente,
a través de las noticias sobre siniestros aéreos. Los
seres humanos vivimos en un mundo de palabras,
no en un mundo de realidades “verdaderas”. Nuestra
“realidad” son las palabras que usamos para
representarnos  todas las situaciones posibles que nos
83
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

afectan; no son esas situaciones en sí mismas las que


nos afectan, sino la representación que nos hemos
formado acerca de ellas. Y la representación que
tenemos acerca de algo incluye, de forma inevitable,
la producción de reacciones emocionales que ese algo
genera en nosotros.
Dos libros de un mismo autor tratan con mucho detalle
dos conceptos que he expuesto en la presente nota.
El autor es Steven Pinker, un psicólogo que trabaja
como profesor e investigador en la universidad de
Harvard. Un libro se titula La tabla rasa: La negación
moderna de la naturaleza humana (Ediciones Paidós,
2003; ver video de libre acceso en https://www.
youtube.com/watch?v=L39sDqqGDSI). El otro libro
se titula El mundo de las palabras: Una introducción
a la naturaleza humana (Ediciones Paidós, 2007; ver
video de libre acceso en https://www.youtube.com/
watch?v=fcSNpVv8uTY).
En los subtítulos de estos dos libros se representan
las ideas que he querido exponer: que nuestra
naturaleza humana no es la de una tabla rasa en la
que la experiencia puede escribir lo que sea; escribe
lo que nuestras ideas pre-existentes, materializadas
en palabras que constituyen auténticos prejuicios, nos
permiten asimilar. Si es así, el camino de la adaptación
debe ir hacia una transformación de nuestras ideas,
si se quiere, de nuestros prejuicios; puede ser una
transformación para fortalecerlas, no necesariamente
para desecharlas; pero, siempre, para darles un mejor
sustento. Mi personaje favorito, el monólogo socrático,
es el héroe de esta transformación. No es una tarea
fácil para el héroe.

84
TEMA 2: EL MONÓLOGO SOCRÁTICO

Cada quien habla de la


feria según le va en ella:
Las atribuciones sobre
las consecuencias del
comportamiento3

Los comportamientos se aprenden gracias a su valor


adaptativo; se conservan los que son útiles y se
desechan los que resultan inútiles; el problema es que
el valor adaptativo no lo tasamos siempre en función
de las consecuencias objetivas del comportamiento,
sino en función de lo que esperamos desde antes
que suceda, es decir, guiándonos por atribuciones
subjetivas pre-existentes que pueden distorsionar la
realidad de lo acontecido, convirtiendo en útil lo que
en realidad es inútil, o a la inversa.
Es una costumbre muy difundida valerse
sistemáticamente del manejo de las consecuencias
para motivar a otros a repetir algunas acciones
deseables, y a no repetir otras indeseables. Algunas
veces se logra; en otras ocasiones el efecto obtenido
es contrario al que se esperaba obtener. La presente
nota está dedicada al análisis del papel que juegan las
expectativas de tiempo pasado y de tiempo futuro para
modular la función motivacional de las consecuencias
del comportamiento, provocando que no siempre una
consecuencia opere en la dirección esperada para
controlar el comportamiento.

3. http://elartedesabervivir.com/cada-quien-habla-de-la-feria-segun-le-va-en-ella-las-atribucio-
nes-sobre-las-consecuencias-del-comportamiento/

85
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

Sin duda, las consecuencias de un comportamiento


operan para que un organismo (humano o no-humano)
lo aprenda o lo desaprenda. La selección natural
darwiniana no solo opera para la biología; también lo
hace para el comportamiento. Ese es un planteamiento
distintivo de la corriente teórica en psicología que se
conoce como “conductismo”; en particular constituye
la esencia del planteamiento conocido como
“condicionamiento operante”.

Su autor, el famoso psicólogo norteamericano


B.F. Skinner (1904-1990), lo propuso en su teoría
acerca de la denominada “triple relación de
contingencia”. Esta teoría propone un ABC para
entender el comportamiento: A (de antecedente),
B (de comportamiento, o behavior en inglés); y C
(de consecuencia que sigue al comportamiento). El
planteamiento asume que la probabilidad de emisión
de un comportamiento (elemento central en la triple
relación de contingencia) depende de los estímulos
que la anteceden (estímulos discriminativos, segundo
elemento de la relación), y de los estímulos que la
siguen (tercer elemento de la relación).

En el video a continuación, en el que se muestra


a Skinner realizando un experimento típico de
condicionamiento operante con una paloma, se ilustra
este planteamiento: A es el antecedente (ejemplo
cuando un bombillo de la cámara experimental está
encendido); B es el comportamiento (que la paloma
gire su cuerpo a la izquierda); y C es la consecuencia
(reforzar el giro a la izquierda suministrándole a
la paloma un grano de alimento). Ver el video en
la siguiente dirección: https://www.youtube.com/
watch?v=AcoNypZTBLo
El aprendizaje de algunos comportamientos en
organismos no-humanos sigue bastante bien la
86
TEMA 2: EL MONÓLOGO SOCRÁTICO

secuencia explicativa representada por la triple


relación de contingencia. Cualquiera que tenga
una mascota (ej. un perrito) lo condiciona para que
aprenda algo (ej. a “hacer sus necesidades”), cuando
se encuentra frente a ciertas circunstancias (ej. cuando
lo lleva a un determinado lugar), reforzándolo cuando
lo hace en esas condiciones (ej. acariciándolo y
hablándole en tono de aprobación), o castigándolo
cuando lo hace en otras circunstancias (ej. hablándole
fuerte en tono de regaño o haciéndole ruido con un
papel periódico).

No obstante, la experiencia nos indica que no sucede


lo mismo con el aprendizaje de todo comportamiento
en organismos no-humanos, y mucho menos cuando
se trata de organismos humanos. Los mecanismos
explicativos del aprendizaje que operan en una
persona son mucho más variados y complejos que las
simples relaciones del aprendizaje asociativo entre
estímulos antecedentes, comportamientos, y estímulos
consecuentes.

Sería necio tratar de negar que los humanos somos


susceptibles al condicionamiento, de la misma forma
que los no-humanos. Algunos refranes apuntan
a señalarlo con precisión: “El palo no está para
cucharas” significa que en ciertas ocasiones (A)
un comportamiento (B) resulta admisible y puede
terminar reforzado (C), pero en otras ocasiones,
no. Ese refrán alude con claridad al papel de los
estímulos antecedentes de un comportamiento para
anticipar cuál puede ser la consecuencia probable del
comportamiento si llega a activarse, modificando de
esta forma la probabilidad de que esa conducta se
emita.
Algunos comportamientos complejos pueden
aprenderse por condicionamiento operante. Si a
87
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

una persona la muerde un perro es probable que


aprenda a huir de los perros, pero también es posible
que lo aprenda sin necesidad de haber sido mordida
alguna vez, es decir, que lo aprenda por observación,
lo cual implica la participación en el aprendizaje de
mecanismos cognitivos diferentes a los propuestos por
la triple relación de contingencia. Se puede concluir
entonces que el condicionamiento operante es una
de las formas válidas de aprendizaje asociativo que
explican la adquisición de algunos comportamientos
mediante la asociación de éstos con sus consecuencias,
pero está distante de poder explicar todo el complejo
comportamiento humano y no-humano.

Los organismos humanos, especialmente en razón de


poseer un avanzado lenguaje, asimilamos el impacto
de las consecuencias de nuestras acciones de una
forma mediatizada por las expectativas que tenemos
acerca de lo que puede suceder, echando mano de las
creencias que construimos a partir de las experiencias
pasadas y de las que utilizamos para predecir el
futuro. Esas creencias son esquemas de pensamiento
férreos y muy difíciles de modificar, por lo cual es más
probable que se acuda a la distorsión de la realidad
para explicar algún resultado contrario a lo esperado,
que a la modificación de un esquema pre-existente.
Un joven que se considera malo para las matemáticas
acude más fácilmente a la idea de que “el examen
estaba muy fácil” para explicar un buen resultado,
que a admitir que él sí puede con las matemáticas si
estudia esforzadamente. Una joven que se considera
“fea” a sí misma prefiere acudir a todo tipo de
distorsiones para explicar el interés que un chico
manifiesta hacia ella, antes que aceptar la realidad de
una cualidad que la hace atractiva.
Hablamos de la feria según nos va en ella, sí, pero
no de una manera neutral, sino en función de las
88
TEMA 2: EL MONÓLOGO SOCRÁTICO

expectativas que teníamos previamente. Si nos va


bien, como esperábamos que sucediera, tendemos a
confirmar que teníamos la razón, lo cual es entendible,
y nos motivamos para volver a la siguiente feria. Igual,
si nos va mal, como no-esperábamos que sucediera,
también tendemos a confirmar que teníamos la razón,
lo cual ya no es tan entendible, y nos motivamos a no
regresar a la feria.

Sucede así porque en ambos casos tratamos de


entender el resultado centrando la atención en las
causas que anticipábamos en un comienzo para
comprenderlo, y no en la observación neutral de lo
acontecido, lo cual podría conducirnos a conclusiones
diferentes, pues las causas del resultado pueden ser
distintas a las previstas. Tal vez no me divierto en una
fiesta porque ésa música que pusieron sea mala, como
había pensado yo desde un comienzo, sino porque no
la sé bailar, lo cual es diferente. La solución no es dejar
de ir a las fiestas con los que gustan de esa música; la
solución es aprender a bailarla.

Las apreciaciones que utilizamos para explicar el


impacto que tienen las consecuencias de nuestros
comportamientos reciben la denominación de
atribuciones. Son las atribuciones, precisamente,
las que marcan la relatividad de las consecuencias
de un comportamiento al elaborarse en la fase
de post-acción del ciclo motivacional, para operar
en la siguiente ocasión en que se requiera ese
comportamiento.

De esas atribuciones puede depender que unas


consecuencias se vuelvan muy destructivas para la
persona, por ejemplo cuando el estudiante atribuye el
mal resultado en el examen a la creencia de que “es
bruto para esa materia y nunca podrá entenderla”, con
consecuencias motivacionales muy negativas para
89
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

el estudio de la materia en el futuro. Se trata de una


atribución a factores internos (ser bruto) y estables
(difíciles de modificar). Diferente sería el impacto de
esa consecuencia si el estudiante concluyera que el
mal resultado se debe a una falta de esfuerzo a la hora
de estudiar, atribución referente a un factor externo
(esfuerzo al estudiar) y modificable (se puede hacer
más esfuerzo), con consecuencias motivacionales
positivas para el estudio de la materia.

Las atribuciones constituyen esos factores cognitivos


que modulan la asociación entre un comportamiento
y sus consecuencias. Las atribuciones se manifiestan
en la asociación de las expectativas construidas a
partir del pasado, con las cuales elaboramos las
expectativas hacia el futuro. Las atribuciones pueden
llevar a que una consecuencia reforzante pierda todo
su valor motivacional, como cuando un niño, al recibir
un juguete apreciado como consecuencia de haber
aprobado un curso, concluye que vale la pena estudiar
solamente si eso conduce a incentivos externos
valiosos, y deja de hacerlo cuando esos incentivos
no se encuentran presentes. O pueden llevar a que
el reforzamiento fortalezca el valor intrínseco de una
acción, como cuando hacer lo que más nos gusta a la
vez nos sirve para obtener el sustento. Las atribuciones
contribuyen a explicar por qué una consecuencia
positiva refuerza, o por qué deja de hacerlo. O por qué
una consecuencia negativa, como un castigo, puede
operar en dirección completamente contraria a la
esperada.
En síntesis, no se pretende afirmar en esta nota
que las consecuencias del comportamiento no
funcionan para explicar las acciones humanas. Se
busca ampliar el marco explicativo, afirmando que
las asociaciones entre el comportamiento y sus
consecuencias funcionan para explicar el aprendizaje
90
TEMA 2: EL MONÓLOGO SOCRÁTICO

si se toman en consideración las atribuciones que


utiliza la persona para evaluar dichas asociaciones.
El monólogo socrático debe conducir a revaluar
nuestras perspectivas de tiempo pasado y de tiempo
futuro, para generar así nuevos esquemas o creencias
que permitan evaluar las consecuencias de algún
comportamiento de una manera más objetiva y
ajustada a la realidad.
Si nos anclamos de forma inmodificable a las
expectativas generadas en el pasado para explicar
por qué nos va bien, o por qué nos va mal al hacer
algo, simplemente caeremos en una forma básica de
irracionalidad, consistente en buscar siempre pruebas
a favor de lo que ya creemos. Y vamos a encontrar
esas pruebas si las buscamos con insistencia, repito,
no porque ellas existan, sino porque son pruebas
“existentes” en las creencias anteriores, que siempre
saldrán a relucir en los argumentos distorsionados
que el pensamiento automático introduce tratando de
explicar lo sucedido.
Esas distorsiones sistemáticamente hacen que
se cumpla lo que predice el refrán: “El que busca
encuentra”. Es menos exigente ver lo que se quiere ver
y oír lo que se quiere oír, que tratar de afinar la vista y
el oído. Es más fácil concluir que “ésa música” es mala,
ratificando lo que pensaba desde antes, que concluir
que el problema es no saber bailarla, modificando el
punto de vista original.

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TEMA 2: EL MONÓLOGO SOCRÁTICO

Amor a primera vista:


El sesgo de la primera
impresión4

La más reciente impresión que nos causa algo o


alguien, sobre todo cuando se trata de una primera
impresión, adquiere gran relevancia porque suele
permanecer como el elemento disponible, el que se
tiene a la mano, para hacer juicios o valoraciones
de ese asunto o de esa persona. Por supuesto esa
relevancia se puede cambiar si se cuestiona y se
modifica la validez permanente que se le asigna a la
primera impresión, la cual, no obstante, siempre será
“la primera” (algunas personas no logran reponerse del
“amor a primera vista”).
Este hecho ilustra de forma clara cómo operan los
sesgos de pensamiento para distorsionar la realidad
al constituirse en formas parciales e incompletas de
percibir o de valorar algo, sin que seamos conscientes
de este procesamiento defectuoso realizado por el
pensamiento automático. La presente nota se propone
profundizar en el tema al que alude el sesgo de la
primera impresión, el cual constituye una manifestación
de lo que técnicamente se denomina Heurística de
Disponibilidad.
Nos cuidamos de aparecer bien para causar una
primera buena impresión y tratamos de fortalecer
esa fama; eso es comprensible y así lo recomienda
el refrán “cría fama y recuéstate en la cama”. Lo
que resulta incomprensible es que nos “traguemos”
las primeras impresiones que nos producen otras

4. http://elartedesabervivir.com/amor-a-primera-vista-el-sesgo-de-la-primera-impresion/

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¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

personas y situaciones, y permanezcamos inamovibles


en esa primera impresión, buena o mala, a pesar de
evidencias posteriores contrarias a la validez de lo que
apenas fue una primera muestra, parcial e insuficiente,
acerca de la esencia de algo o de alguien.

En el libro titulado “Irracionalidad: El enemigo interior”


(Alianza Editorial, segunda edición, 2015) el psicólogo
inglés Stuart Sutherland se refiere a este tema en
el capítulo que titula “la impresión equivocada”, al
referirse al proceso sistemático de pensamiento que
nos lleva a distorsionar los hechos reales, debido a la
tendencia de tomar en cuenta los elementos que nos
producen una mayor impresión, o los primeros que se
nos ocurren.

Me llama la atención que el autor de este excelente


libro sobre la irracionalidad humana sea Sutherland,
un psicólogo comparativo (la psicología comparada
trata de explicar el comportamiento humano a partir
del estudio del comportamiento animal no-humano
y de las comparaciones entre especies). Tal vez sea
porque la poco variable asimilación que hacen los no-
humanos sobre las señales provenientes del mundo
circundante les permite a los animales ser siempre
objetivos en la comprensión de la realidad (responden
a hechos observables), aunque sin duda menos
creativos, en contraste con la subjetividad humana.
Si la creatividad fundamentada en la subjetividad es
uno de los logros más importantes de la evolución,
la irracionalidad humana es uno de sus principales
costos; y eso parece entenderlo muy bien este
estudioso del comportamiento animal.

Uno de los textos invariablemente citados por quienes


investigan sobre el tema de los sesgos y los heurísticos
es el que escribieron en 1974 el psicólogo Daniel
Kahneman, premio nobel de economía en 2002, junto
94
TEMA 2: EL MONÓLOGO SOCRÁTICO

con su colega Amos Tversky, con el título “el juicio


bajo incertidumbre: heurísticas y sesgos”. Este texto se
reproduce en un apéndice de su libro titulado “Pensar
rápido, pensar despacio” (Random House Mondadori,
S.A., 2012). Allí los autores analizan los principios de
reducción que utilizamos los humanos al usar procesos
heurísticos en nuestro manejo de la información.

Un proceso heurístico consiste en operaciones


simples para la producción de ideas que empleamos
en sustitución de las operaciones más complejas
de estimación de probabilidades requeridas para
garantizar una toma racional de decisiones. Una de
esas operaciones más simples es la heurística de
disponibilidad, la cual significa que hay situaciones
en las que la probabilidad de que ocurra un evento la
estimamos a partir de los sucesos que recordamos con
mayor facilidad.

Pues bien, cuando una primera impresión es


suficientemente intensa, se convierte en la que
recordamos con mayor facilidad, frecuentemente en la
única, llevándonos a incurrir en el sesgo de la primera
impresión. Por supuesto, esto no significa que la primera
impresión sea siempre errada; significa que guiarse
solo por ella incrementa la probabilidad de incurrir en
errores de apreciación, por lo cual es recomendable
que basemos nuestro juicio en un conjunto más amplio
de observaciones, sin permitir que una observación
(especialmente la primera) contamine a las demás. Esa
es una tarea crítica para nuestro principal aliado contra
la irracionalidad: El monólogo socrático.

Si a alguien le suministramos un listado con igual


número de nombres de mujeres que de hombres, y
luego le preguntamos de cuál sexo hay más nombres,
su respuesta se verá afectada por la cantidad de
nombres famosos que se hayan incluido en el
95
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

listado: Si había más nombres famosos de mujeres, la


respuesta más probable será que hay más nombres
de mujeres en el listado, y, a la inversa, si hay más
nombres famosos de hombres. Esto se debe a la
disponibilidad que deja en la memoria el impacto de
los nombres reconocidos por la persona.

De la misma forma, si le preguntamos a alguien si hay


más palabras que empiecen por la letra “r” que palabras
donde la letra “r” se encuentre en la tercera posición, la
respuesta más probable es que hay más palabras que
empiezan por “r” (ej. “río”), a pesar de que son muchas
más las que tienen a la “r” en tercer lugar (ej. “carta”);
la razón es la misma: recordamos con más facilidad
la primera clase de palabras, por lo cual hay mayor
disponibilidad de las palabras que empiezan por “r”.

En la vida cotidiana nos encontramos con “juicios”, a


veces inapelables, que nos conducen a la toma de
importantes decisiones. Un interlocutor puede concluir
que alguien “tiene cara de ser inteligente (o estúpido)”.
¿De dónde concluye qué es una cara inteligente? ¿La
que tiene una forma parecida a la del actual campeón
mundial de ajedrez? ¿La que luce unos lentes de
intelectual? En algunas ocasiones producen risa, o
estupor en otras, los comentarios que los foristas
hacen a los artículos de prensa: “el tipo de la foto tiene
pura cara de …”, “la periodista que escribe este artículo
es …”, “este personaje de la vida pública parece …”. El
asunto no es inocente; cada comentario puede influir
sobre decisiones importantes de un lector, tales como
formarse una impresión (positiva o negativa) acerca
de alguien, decidir su voto en una elección, comprar
determinado producto, etc.
El comportamiento supersticioso es un producto
favorito de las primeras impresiones. Haber sufrido un
accidente o algún tipo de adversidad luego de haber
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TEMA 2: EL MONÓLOGO SOCRÁTICO

pasado por debajo de una escalera, luego de haber


quebrado un espejo, o en un día que cae en martes
13, puede ser suficiente para que jamás lo olvidemos
y siempre recordemos “lo que no debemos hacer” o lo
que “tenemos que evitar”. Por si acaso, podemos cruzar
los dedos (o golpear tres veces sobre madera) para
“impedir” que suceda algo indeseable (como un gol en
contra de nuestro equipo favorito), sobre todo si nos ha
funcionado recientemente.

Estas asociaciones positivas son instancias de lo que


se conoce como “correlaciones ilusorias”, que sesgan
notablemente el juicio acerca de la probabilidad
de que dos eventos se presenten conjuntamente.
Los clientes de los casinos soplan los dados antes
de lanzarlos, sobre todo si en alguna ocasión esa
operación ha ido seguida de alguna ganancia. Se
recuerda selectivamente algo que causa mayor
impacto (ej. la ocasión en que se soplaron los dados
antes del lanzamiento ganancioso) y se “olvidan”
(en realidad se omiten selectivamente) las múltiples
ocasiones en que la misma operación ha terminado
en pérdidas. ¿Explica eso el comportamiento irracional
del jugador que no vacila en exponer su fortuna ante
una circunstancia que, en su correlación ilusoria, le
augura una cuantiosa ganancia? Paradójicamente ese
jugador llama “pájaro de mal agüero” a alguien que le
hace caer en cuenta de que se trata de una correlación
ilusoria, para persuadirlo de que no exponga su
fortuna.
Considero que el sesgo de la primera impresión tiene
efectos importantes en nuestra cultura. Por ejemplo,
me llama la atención la notable facilidad con que se
emprenden acciones ejemplarizantes contra otros en
nuestro medio, guiándose por la idea de que “el que
pega primero, pega dos veces” (hay que causar una
primera impresión que sea lo más fuerte posible). Eso
97
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

determina que, cuando recibimos algún reclamo o


alguna crítica, convirtamos el ataque automático en
la mejor estrategia de defensa, antes de analizar los
argumentos del otro.
Las discusiones entre los personajes de la vida política
son muy ricas en este tipo de modelos; el uso del
“espejo retrovisor” se convirtió en la estrategia favorita
que utilizan los gobernantes para responder a las
críticas que reciben, siempre tratando de causar una
impresión de culpabilidad de sus antecesores, que
quede disponible para justificar sus propios errores.
En las disputas políticas álgidas, como la vivida en
Colombia a raíz del plebiscito para la aprobación de
los acuerdos de paz, los líderes de una propuesta
u otra utilizan fácilmente falacias y falsedades para
generar una impresión fabricada al gusto del oyente
(ej. “se quiere acabar con la familia tradicional” para
impresionar a los adeptos a las religiones) dejándola
como heurística de disponibilidad que le permitía a
alguien “explicar” su comportamiento, votar a favor
o en contra, sin mayor esfuerzo de análisis o de
objetividad. La célebre frase “de la calumnia algo
queda” ilustra la potencia de esta propiedad del
procesamiento de información.

Pero puede ser peor que estos eventos de


irracionalidad ocurran en el ámbito de la vida privada
que en el de la vida pública. Finalmente, en el segundo
caso compartimos los costos de los platos rotos, algo
que nos toca asumir en solitario cuando se trata de la
vida privada, o, peor aún, de la vida íntima. En cualquier
caso será mejor apelar al monólogo socrático en busca
de juicios deliberados, antes de aceptar las sugerencias
de las impresiones intuitivas, sobre todo cuando los
asuntos personales de importancia se encuentran en
juego. Lástima que sea tan difícil recordarlo en los
momentos en que más lo necesitamos.
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TEMA 2: EL MONÓLOGO SOCRÁTICO

Después del gusto, el susto:


El sesgo optimista no-realista5

“Sé que estoy demasiado gordo, pero de algo nos


tenemos que morir”, solía decirme un amigo para
justificar sus excesos de comida; agregaba a lo
anterior que “lo bailado y lo comido nadie te lo
quita”. Con frecuencia, especialmente en la fase del
gusto, debemos tomar alguna decisión frente a X
situaciones que representan algún riesgo de salir
dañado o lastimado posteriormente, en la fase del
susto. En la literatura psicológica se ha denominado
Sesgo Optimista No Realista (SONR) a esa especie de
invulnerabilidad percibida que nos motiva a incurrir en
algún comportamiento de riesgo, a pesar de tener claro
que es alta la probabilidad de sufrir algún daño como
consecuencia de ese comportamiento. La presente
nota va dedicada al análisis de los orígenes del SONR
y su influencia sobre la motivación humana.
Una persona con SONR en algún campo atribuye
mayor probabilidad de que a los demás les
suceda algo adverso si se exponen a un riesgo, en
comparación con la probabilidad que atribuye acerca
de que a ella misma le suceda alguna adversidad en
condiciones similares. Ve a los riesgos como enemigos
pequeños a los que no vale la pena prestar atención.
En el siguiente video se explica su funcionamiento (Ver
https://www.youtube.com/watch?v=XJZmDowV5h8).

Se trata de una creencia individual que surge


particularmente frente a situaciones que se encuentran
bajo el dominio potencial de la persona; por ejemplo,

5.  http://elartedesabervivir.com/despues-del-gusto-susto-sesgo-optimista-no-realista/

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¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

somos más optimistas frente a la posibilidad de nunca


tener un accidente cuando conducimos nuestro propio
automóvil, y más pesimistas frente a la posibilidad
de que otros tengan un accidente cuando ellos
conducen su automóvil. No se trata de una creencia
generalizada, como si fuera un rasgo de personalidad;
por eso el SONR debe analizarse en relación con algún
suceso específico.
Esa creencia lleva a la persona a darse el gusto, con
la expectativa que luego saldrá indemne en la fase del
susto, cuando vuelva a pensar en los riesgos, pero en
la post-acción, no antes de actuar. Las referencias que
muchas personas en situaciones de ese estilo hacen
a otras que supuestamente han logrado terminar sin
sustos a pesar de haberse dado los gustos (ej. fumar y
no enfermarse, tener sexo sin protección y no resultar
embarazada, consumir una sustancia y no volverse
adicto, comprar algo innecesario y no malgastar el
dinero, etc. etc.) no pasan de ser manifestaciones
del SONR, es decir, ilusiones que proyectan sobre su
expectativa de no verse afectadas por los riesgos, a
pesar de la evidencia contraria de los hechos y de las
estadísticas.
El SONR encaja bastante bien dentro de esa categoría
de sesgos perceptuales de auto-cumplimiento, que
nos llevan a percibirnos con ojos más benignos
cuando se trata de nosotros mismos, a ver un león y
no un pobre gato cuando nos miramos al espejo, y
a ser más severos con la evaluación de “la paja en
el ojo ajeno”, que con la evaluación de “la viga en el
propio”. Aunque se ha investigado mucho acerca de
la invulnerabilidad percibida, el SONR como tal fue
descrito recientemente, en los años 1980, por el físico
Neil Weinstein, director del Departamento de Ecología
Humana en la Universidad de New Jersey, a través
de diversas publicaciones en revistas científicas de
100
TEMA 2: EL MONÓLOGO SOCRÁTICO

alta calidad. Weinstein constituye en la actualidad


uno de los investigadores más renombrados en la
literatura científica dedicada al análisis de la adopción
de precauciones en situaciones de riesgo; su modelo
conceptual al respecto se denomina Proceso de
Adopción de Precauciones.
La percepción de un mismo objeto puede variar 180
grados si la etiqueta que le colocamos es “peligroso”
que si la etiqueta es “seguro”; eso es básico y
elemental para la supervivencia. El problema surge
cuando una situación ambigua nos lleva a etiquetar
algo de manera distinta a la interpretación natural o
verdadera. Por ejemplo, la urgencia de tiempo, que
constituye un telón de fondo cotidiano muy frecuente,
puede llevarnos a interpretar como “lenta” la velocidad
de un carro en movimiento que nos impide cruzar
una calle; ese sesgo nos impulsa a adelantarnos al
cruce anticipado de la calle, lo cual podría resultar
fatal. Algo tan hermoso como es la percepción de una
joven que tiene una primera experiencia sexual con su
compañero, la lleva a etiquetar “antiestético” el uso de
alguna protección; pero son muy frecuentes los casos
en los que mujeres jóvenes contraen el VIH en su
primera relación sexual con un nuevo compañero.
El mundo del peligro real es diferente al mundo del
peligro que percibimos. Lo percibimos, iluminados por
la lámpara del auto-cumplimiento, como algo ante
lo cual somos más fuertes y potentes de lo que en
realidad somos. Para saber si estamos percibiendo
algún peligro X iluminados por la lámpara del SONR es
preciso abordar el tema con un poco más de cuidado,
prestar más atención a lo que hace nuestra mente, en
otras palabras, es necesario practicar más el monólogo
socrático. Necesitamos confiar en nuestra intuición, sí,
pero no tanto; se puede confiar en ella, pero siempre
hay que hacerle preguntas, cuestionarla, para que sus
101
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

respuestas sean menos arbitrarias. La invitación es a


confiar en nuestra intuición acerca del peligro, pero
haciéndonos preguntas que nos permitan transformar
el sesgo optimista en una visión más acorde con la
realidad, de ninguna manera para transformarlo en
otro sesgo, pero ahora pesimista. No se trata de salir
de algo malo (el optimismo desbordado) para caer en
algo tal vez peor (el pesimismo desbordado).

La invitación, de ninguna manera, es a acabar con el


gusto con tal de evitar el susto. Ni siquiera se trata
de “aplazar el gustico” como invitó un presidente
colombiano a los jóvenes de nuestro país. Tampoco a
adelantarlo. “Ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario”,
como propondría el comediante mexicano Cantinflas.
La invitación es a tomar decisiones fundamentadas
en los valores que cada persona adopta, con la
deliberación necesaria para que haya conciencia
acerca de los beneficios, pero también acerca de
los costos; la invitación es a que “hacer”, o “dejar de
hacer” un comportamiento de riesgo X sea producto de
una decisión deliberada.

Decidir en cada instancia, con deliberación plena


acerca de los beneficios y de los costos, es el
mejor antídoto contra el SONR; cualquiera que sea
la decisión, si la hay con plenitud de argumentos,
siempre será menor el peligro de hacer algo que sea
dañino. El método del cuestionamiento, inherente al
monólogo socrático, no lo garantiza, pero sí lo hace
más probable. Tres preguntas claves del monólogo
socrático en situaciones de riesgo, planteadas
con base en el modelo conceptual propuesto por
Weinstein, pueden ser las siguientes:
1) ¿Considero que este comportamiento X constituye
un riesgo para mí? Ciertamente, si no se personaliza
el riesgo, la probabilidad de hacer algo dañino
102
TEMA 2: EL MONÓLOGO SOCRÁTICO

aumenta. Personalizar el riesgo es algo clave; no se


trata de identificar el peligro como algo que recae
sobre otros parecidos a mí, sino como algo que recae
personalmente sobre mí.
2) ¿Tomé la decisión de hacerlo, o de no-hacerlo? No
es lo mismo que yo haga o que yo deje de hacer algo
con plena conciencia de las razones que me conducen
a adoptar esa decisión, a que lo haga (o lo deje de
hacer) movido por estados personales transitorios,
generalmente por sentimientos emocionales, que no
logro llevar a un nivel de conciencia deliberada. No es
igual la probabilidad de volverse a comer algo dañino
cuando el consumo ha sido producto espontáneo del
deseo, que cuando ha sido resultado de una decisión
deliberada. La razón es que la toma de decisión
constituye el fundamento de la autorregulación. La
toma de decisión altera notablemente la probabilidad
de que el comportamiento X ocurra en este instante, y
en el futuro.
3) ¿De dónde proviene la certeza sobre la validez de
mi argumento para hacerlo o para dejar de hacerlo? Es
mejor auto-exigirse un argumento válido para hacer o
para dejar de hacer, que incurrir en lo uno, o en lo otro,
sin razones ciertas que lo justifiquen. Preguntarse acerca
de la fuente de validez puede ser suficiente para adoptar
atinadamente un argumento, o para dejar de hacerlo. Es
necesario confiar en la propia inteligencia para validar
una fuente, siempre y cuando haya un planteamiento
de dudas acerca de la fuente, lo cual es diferente a la
confianza en la propia inteligencia pero sin que medie
alguna duda acerca de la validez de la fuente.
Los comportamientos de riesgo no surgen en contextos
siempre nuevos o imprevisibles. Por eso no es
necesario, ni recomendable, esperar a que se presente
la situación para acudir en ese momento al monólogo
socrático. Es preferible realizar el monólogo en
103
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

contextos diferentes al del comportamiento de riesgo.


No es recomendable esperarse a estar ante una
suculenta galleta azucarada para hacer el monólogo
sobre la conveniencia de ingerirla; eso debe hacerse
previamente. Lo importante es recordarlo cuando se
está frente a la galleta con el fin de tomar la decisión
de hacerlo (comérsela o no-comérsela) como producto
de un argumento deliberado.

Al comienzo la deliberación va a ser algo que


resulta más notable y parece extraña; luego se
convertirá en una práctica automática. Así es como
funciona el comportamiento voluntario en todas las
situaciones de la vida cotidiana. Mejor asumir la
decisión como práctica rutinaria propia, que permitir
las decisiones adoptadas por circunstancias externas
que generalmente no controlamos; así se trate de
circunstancias que aparentemente nos benefician, como
el impuesto a las bebidas azucaradas, a las bebidas
alcohólicas, o al cigarrillo, ¡Por fortuna no es fácil
colocarle impuestos a todos los placeres de la vida!
Si usted decide hacer algo a pesar de haber
deliberado y de haber concluido con certeza el daño
que le causa, no tiene que considerar que hay algo
de estupidez en su comportamiento; simplemente
puede considerarlo como una manifestación del SONR.
Esa podría ser una forma “elegante” de referirse a
la estupidez. Cómo lo denominemos es lo menos
importante; lo más importante es considerar qué
hacemos para controlarlo. Permanecer en situaciones
de optimismo no-realista es equivalente a aceptar
activamente el daño. El optimismo y la confianza de
cualquier persona en sí misma son necesarios para
salir adelante y lograr objetivos en la vida; pero el
exceso de confianza, como ya lo expresé en otra
nota, es una de las manifestaciones más evidentes y
predilectas de “la estupidez de los más listos”.
104
TEMA 2: EL MONÓLOGO SOCRÁTICO

Con “cara” gano yo, con


“sello” pierde usted: cuando
creo tener la razón, a pesar de
la evidencia en contra6

Ya sea que caiga cara o sello, águila o sol, con


cualquier cara de la moneda, la irracionalidad le
apuesta a ganar siempre. Cuando suceden hechos
que no encajan dentro de nuestras expectativas,
entonces distorsionamos la visión acerca de los
hechos para acomodarlos a nuestras creencias, antes
que transformar las creencias para acomodarlas a
los hechos. Por supuesto, en ese caso no se piensa
siquiera en transformar los hechos.
Concluimos que teníamos razón cuando los hechos
suceden de acuerdo con nuestras expectativas; pero
también cuando sucede lo contrario, pues entonces
inventamos argumentos para hacerlos encajar. Un
joven que se considera “bruto para las matemáticas”
se sorprende al obtener la máxima calificación en un
examen de esa materia; entonces concluye que el
examen “estaba demasiado fácil” para acomodar el
resultado a sus creencias, sin importarle lo mucho que
estudió para prepararse. Las distorsiones cognitivas,
o formas de pensamiento automático distorsionadas,
suelen suceder más frecuentemente en concordancia
con este fenómeno. No “todo lo del rico es robado”,
habría que concluir en los tiempos actuales de
corrupción desbordada; tampoco “todo lo del pobre es
luchado”. La Teoría de la Disonancia Cognoscitiva tiene

6. http://elartedesabervivir.com/cara-gano-sello-pierde-usted-cuando-creo-la-razon-pesar-la-
evidencia/

105
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

evidente valor heurístico para explicar lo que sucede


con este fenómeno. La presente nota está dedicada a
profundizar en ese tema.
Piénsese en lo que puede existir de común entre las
siguientes situaciones, que se presentan a título de
ilustración:
1) El jefe de la policía de un país, que está firmemente
convencido de la eficiencia de su lucha contra
el crimen, ante la ocurrencia de un secuestro, lo
considera un caso “aislado” en el que la principal
responsabilidad de lo sucedido le compete a la
víctima por haber desoído las recomendaciones y
no haber tomado suficientes medidas de protección.
2) Una madre que trata de educar a su pequeño hijo
en la costumbre de decir siempre la verdad, un día
lo exhorta a no decirle a su padre la verdad sobre
algún accidente ocurrido en casa, con la disculpa de
que se trata de una “mentira piadosa” para ahorrarle
disgustos al papá. 3) Un agricultor de frutales
responsabiliza equivocadamente de la mala cosecha
de frutas al exceso de lluvias del periodo; en la anterior
ocasión de baja producción había responsabilizado
a la resequedad del suelo por la ausencia de lluvias.
4) Un médico que es fumador fuerte, aunque conoce
y acepta las estadísticas que afirman la mayor
probabilidad de cáncer de pulmón en fumadores, no
considera que éste vaya a ser su caso, pues en su
familia no existen antecedentes de cáncer. 5) Una
mujer egresada con honores de la mejor universidad
en su campo de trabajo, que ha sido despedida
del empleo por bajo rendimiento en dos empresas
diferentes, atribuye su falta de éxito profesional a
que sus jefes no la encuentran físicamente atractiva.
6) Una persona que se opone en teoría a mezclar
los asuntos religiosos con los políticos y opina en
favor de la libertad de culto, apoya la formación de
106
TEMA 2: EL MONÓLOGO SOCRÁTICO

un movimiento político conformado por los adeptos


a su credo, argumentando que éstas son, a fin de
cuentas, las personas que profesan los valores que
más le convienen a la humanidad, que son los valores
compatibles con su credo.
Se trata de situaciones en las que se presentan
conflictos entre una creencia firmemente arraigada,
de una parte, y, de otra, algunos hechos objetivos
que contradicen evidentemente la creencia. La
disonancia resultante mueve a la persona a emitir
alguna explicación ad hoc que pueda dar cuenta
del hecho contrario a su expectativa, dándole la
apariencia de que se sostienen sin modificación sus
ideas pre-existentes, adoptando en todos los casos
alguna alternativa de explicación “plausible” que
le permita mantener, a pesar del hecho contrario, la
aparente sostenibilidad de la creencia, o su aparente
coherencia con ella: que sí existe un estado de
seguridad contra el crimen, en el caso 1; que se está
educando al hijo para andar siempre con la verdad, en
el caso 2; que el cultivo de las frutas se ha realizado
adecuadamente, en el caso 3; que sí se toma en
cuenta que el tabaquismo incrementa la probabilidad
de cáncer pulmonar, en el caso 4; que es una excelente
profesional, en el caso 5: y que se respeta el principio
de que la religión no debe mezclarse con la política, en
el caso 6.
En 1957 el psicólogo neoyorquino León Festinger
(1919-1989), hijo de inmigrantes rusos, publicó su ya
clásica teoría sobre la disonancia cognoscitiva. Se
trata de un concepto simple, según el cual cuando se
presentan inconsistencias entre lo que una persona
cree, con sus actitudes, o con su conducta, surge
un estado motivacional en la persona que la lleva a
buscar el restablecimiento de la consistencia entre
sus ideas y los hechos, por lo general a través de
107
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

racionalizaciones que tratan al hecho disonante como


una excepción a la regla, que admite explicaciones
alternativas sin necesidad de modificar la creencia.
La alternativa más esclarecedora, consistente en
cuestionar y modificar las creencias, o, mejor aún,
operar sobre los hechos para solucionar efectivamente
los problemas, resulta más exigente y costosa, por lo
cual es sustituida por la racionalización, que está más
a la mano y es menos costosa.
Evidentemente, en las seis ilustraciones utilizadas
antes resultaría más costoso aceptar, en el caso 1, que
no hay suficiente seguridad y que es preciso trabajar
más a fondo para controlar el crimen; en el caso 2, es
más costoso y exige mayor esfuerzo decir la verdad
completa; en el caso 3, que se requiere revisar el
sistema de cultivo y cuidado de los frutales; en el caso
4, privarse del placer de fumar y hacer lo necesario
para abandonar el tabaquismo; en el caso 5, aceptar
los errores personales y esforzarse para superarlos;
y, en el caso 6, renunciar a la afinidad y a la sumisión
ideológica para encontrar en otras fuentes no-
religiosas a los mejores gobernantes de la sociedad,
respetando efectivamente la libertad de culto.
La búsqueda de racionalizaciones que permitan tratar
el hecho contrario a la creencia como apenas una
excepción a la regla, naturalmente conduce al empleo
de distorsiones cognitivas o errores lógicos, entre los
cuales el de la minimización es muy frecuente. Se
minimiza la importancia de la “excepción”, con tal de
mantener la regla. Sin embargo no es éste el único tipo
de error que suele cometerse y que es preciso ubicar a
través del monólogo socrático.
Otros errores como el pensamiento dicotómico (pensar
en términos de todo o nada, sin observar las opciones
intermedias), la lectura de la mente (atribuirles
108
TEMA 2: EL MONÓLOGO SOCRÁTICO

supuestas intenciones a los demás), y la visión de


túnel (resaltar la presencia de algún aspecto particular
dentro de un cuadro que tiene muchos más aspectos
que el resaltado), son distorsiones que con frecuencia
permiten resolver una disonancia, aunque se haga de
una manera equivocada. En otra nota de este libro,
titulada “genio y figura hasta la sepultura”, se hace
una descripción más detallada acerca de las formas
o errores frecuentes, mediante los cuales ocurre este
proceso de distorsión cognitiva de la información.

A quienes se interesen por hacer una revisión más


detenida y profunda sobre la teoría de la disonancia
cognoscitiva, la biografía de su autor, sus aplicaciones,
las críticas formuladas, y los hechos concluyentes en
torno a ella, les recomiendo la lectura de un escrito
del psicólogo Anastasio Ovejero Bernal, profesor
de la Universidad de Oviedo (España), aparecido
en Psicothema, una de las más importantes revistas
españolas de psicología científica. El escrito data de
1993, se titula “La teoría de la disonancia cognoscitiva
35 años después” y se encuentra disponible con
acceso libre en la siguiente dirección del sistema de
información científica Redalyc (Ver http://www.redalyc.
org/articulo.oa?id=72705115)

Una de las ideas que se destacan en ese artículo es el


gran valor heurístico de esta teoría para estimular la
búsqueda de explicaciones al proceso de distorsiones
que ocurren en el pensamiento cuando está en
juego algún conflicto entre hechos que compiten
con creencias fuertemente arraigadas, o entre estas
creencias y la presencia de comportamientos que las
desafían.

La solución profunda de toda disonancia, no solo la


búsqueda razonable de consonancia, exige ir más allá
del cuestionamiento acerca de la validez permanente o
109
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

a ultranza de una creencia arraigada y de la veracidad


del argumento que se utiliza ad hoc, a manera de
disculpa, para seguir sosteniéndola a pesar de los
hechos en contra de la creencia. Cuestionar la disculpa
es apenas un primer paso necesario para encontrarse
con la realidad, tal como ésta es; acabar una disculpa
apenas permite constatar que “los gatos sí comen
queso” (algo que solo dejan de comer “desde que las
disculpas se hicieron”). El segundo paso, luego del
cuestionamiento sobre la verdad a ultranza de una
creencia, o sobre la validez de la alternativa utilizada
en la maniobra mental utilizada ad hoc para seguir
manteniendo la creencia, es actuar para modificar
a fondo los hechos, no solamente lo que pensamos
acerca de ellos.
El propio Festinger, que era un fumador empedernido,
al morir de cáncer se empeñó en aclarar que se
trataba de un cáncer hepático, no de un cáncer
pulmonar; eso tal vez pudo, en ese crítico momento,
ayudarle a sostener la creencia de que ser fumador
no lo condenaba a morir de cáncer pulmonar.
Lamentablemente ya era demasiado tarde para
adoptar la idea de que este comportamiento constituye
un factor de riesgo de varias formas de cáncer, y no
solo del pulmonar, o, menos aún, para modificar su
tabaquismo (el hecho real).
“Los seres humanos somos reacios al cambio, pero
seguimos teniendo la capacidad de cambiar”.

110
TEMA 3:
LA
AUTODETERMINICIÓN

Miguel Angel Buonarrotti

PECADO ORIGINAL Y EXPULSIÓN


DEL PARAÍSO TERRENAL
Fresco, (1509)
Capilla Sixtina, Museo Vaticano

… LA MOTIVACIÓN INTRÍNSECA DEL DESEO, MÁS


DETERMINANTE EN EL COMPORTAMIENTO DE ADÁN Y
EVA QUE LA MOTIVACIÓN EXTRÍNSECA DEL PARAÍSO …
TEMA 3: LA AUTODETERMINACIÓN

El cura predica, pero no


aplica: ¿Problema de
autodeterminación, de
autorregulación o de
autocontrol?1
Ese “cura” puede ser cualquiera de nosotros,
especialmente en un momento de cambio en el que
suelen formularse propósitos y metas personales,
como puede ser el tránsito del año viejo al año nuevo.
Probablemente no se trata de un fariseo hipócrita de
doble moral; a lo mejor se trata de un “cura” que cree
firmemente en lo que predica.
En favor del cura (sin comillas, el de verdad) y de sus
intenciones de luchar contra los deseos desbordados
de riqueza, de placer y de poder, habría que abonarle
la formalidad con la que realiza sus votos de pobreza,
de castidad y de obediencia; por eso su problema no
parece ser de autodeterminación, algo que de sobra
ha exhibido. También es evidente que se trata de una
persona decidida a renunciar a los asuntos terrenales
en favor de los asuntos celestiales; es decir, de sobra
parece tener autocontrol pues ha renunciado a
grandes beneficios que depara el corto plazo, en aras
de obtener recompensas mayores a largo plazo.
Tal vez le convendría complementar sus buenas
intenciones generales, con planes más específicos
que le sirvan para vencer las tentaciones, y poder

1. http://elartedesabervivir.com/el-cura-predica-pero-no-aplica-problema-de-autodetermina-
cion-de-autorregulacion-o-de-autocontrol/

113
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

así transformar sus intenciones en acciones.


Eso significaría que su problema principal es de
autorregulación. En la presente nota me referiré a tres
de los “autos” más emblemáticos del comportamiento
humano, para relacionarlos con tres momentos del
ciclo motivacional, cuyo estado resulta determinante
para que un propósito se cumpla o se incumpla.

El cumplimiento de un propósito exige la realización


de acciones continuas a lo largo de una secuencia
de fases, no es un asunto que dependa solamente
de lo que acontece en un momento único; es preciso
detenerse a pensar en lo que exige cada fase, para
entender por qué ese proceso avanza, o se estanca
para culminar en el incumplimiento.

El ciclo motivacional es el hilo conductor que le da


coherencia al abordaje de este tema, por lo cual
considero conveniente iniciar recordando cuáles son
las fases del ciclo por las que transcurre la realización
de cualquier acción motivada de un ser humano,
asunto tratado antes en este mismo libro, en la nota
titulada “La ocasión no hace al ladrón: Las fases del
ciclo motivacional”.

Allí se proponen cinco fases, presentes en la


secuencia motivacional que subyace a la realización
de cualquier acción X, las cuales se reciclan cada vez
que la acción deba ejecutarse: 1) fase de impulso; 2)
incertidumbre; 3) decisión; 4) acción; y 5) conclusiones.
Las características de estas fases se analizan en
aquella nota, y lo que me interesa enfatizar ahora
es que la determinación corresponde a un proceso
que configura el rumbo que tome la fase de decisión,
mientras que la regulación y el control son procesos
determinantes del rumbo que tome la fase de acción.
Tal vez sea conveniente ilustrar este asunto con un
ejemplo:
114
TEMA 3: LA AUTODETERMINACIÓN

Para estar a tono con el título de la presente nota,


supongamos que el estímulo “año nuevo” es la ocasión
que impulsa a un cura a pensar en la conveniencia de
cumplir mejor su voto de castidad. Con el fin de que
la ilustración sea algo realista, voy a basarme en las
respuestas que da un cura muy conocido en Colombia,
en una entrevista sobre el tema de las tentaciones
(ver http://www.kienyke.com/kien-escribe/el-padre-
linero-habla-de-sus-tentaciones-sexuales/). Recalco
que el ejemplo no es sobre este sacerdote, y tomo sus
respuestas solamente como medio de ilustración de
algunos procesos psicológicos que se encuentran en
la base del cumplimiento o del incumplimiento de un
propósito específico.
El cura de la ilustración piensa que la acción X (superar
la atracción sexual generada en el enamoramiento de
una mujer) es la respuesta apropiada para cumplir un
compromiso que ha contraído de forma consciente y
libre con el celibato sacerdotal. De sobra queda aquí
patente que ha transitado satisfactoriamente la fase de
decisión del ciclo motivacional para la realización de
esa acción. Como él lo señala, es una determinación
propia, lo cual le da el carácter de autodeterminación,
dada su conciencia e identificación total con las
razones que la justifican, al aceptar plenamente que
casarse le impediría cumplirle a la iglesia.
Distintas serían las circunstancias si el cura cuestionara
la necesidad del celibato, caso en el cual seguramente
debería replantear su voto de castidad; o si lo aceptara
exclusivamente como un medio de cumplirle a su
comunidad religiosa, caso en el cual se trataría más
de una frágil hetero-determinación (determinación
controlada externamente), que de una verdadera
autodeterminación. En ese caso, tampoco sería
adaptativo que el cura insistiera en su voto de castidad
por temor al castigo (ej. al “castigo divino”) pues,
115
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

igual, se trataría de una determinación controlada


emocionalmente de forma externa, que lo dejaría en
alto riesgo de incumplimiento de sus prédicas.

El tema del costo de la decisión adoptada no se


aborda explícitamente en la entrevista que he tomado
para ilustrar esta nota; sin embargo queda implícito
en la renuncia a la realización de un aspecto de la
sexualidad, que el cura entrevistado identifica con
la genitalidad. Él manifiesta que no “reprime” su
sexualidad, sino la “sublima” al colocar la energía
libidinal al servicio de otras acciones propias de
su labor sacerdotal. Resulta un poco curiosa esta
interpretación basada en conceptos psicoanalíticos;
suena más a eufemismo, pero lo importante es que a
él le ha funcionado, por lo menos hasta la fecha de la
entrevista.

Lo importante a enfatizarse es que una baja conciencia


acerca de los costos de una acción, en este caso la
renuncia abierta al placer sexual, puede incrementar
la probabilidad del incumplimiento. Para facilitar la
autorregulación del comportamiento es deseable que
la determinación contemple abierta y explícitamente
los costos de la decisión de cumplir, para hacerlos
conscientes y coherentes (balanceados) con los
beneficios de la acción X, en lugar de enmascararlos.
Eso permitirá aceptar los costos que entran en un
balance razonable con los beneficios, o rechazarlos sin
culpabilidad, en caso contrario.

Ya sabemos que la decisión de hacer algo, aunque


acerca, no lleva automáticamente a la realización
de la acción. La transformación de la decisión en
un verdadero proyecto específico, que responda
al qué hacer y al cómo cumplirlo, es la clave para
que surja la autorregulación que mantenga a
la persona en cumplimiento de la acción, hasta
116
TEMA 3: LA AUTODETERMINACIÓN

que la acción X adquiera el automatismo propio


de cualquier acción auto-controlada. Aquí se
vislumbra la complementariedad entre la función de
autorregulación y la de autocontrol, donde la primera
se convierte en el camino para llegar a la segunda.
El tema de la regulación es tan serio e importante,
que constituye una materia central de la Teoría
General de Sistemas; conceptos como feedback,
información, subsistemas controladores, subsistemas
controlados, etc. son términos propios de esta teoría.
En el ejemplo que he tomado para ilustrar esta nota,
los factores requeridos para elaborar el proyecto de
autorregulación aparecen bastante claros: el propósito
específico del cura es superar las tentaciones sexuales
surgidas con el enamoramiento de una mujer. Su
principal meta es cumplir con el voto de castidad y
el celibato sacerdotal. Pero debe ser suficientemente
claro para el cura cómo es que va a proceder para
regular su comportamiento, cómo va a operar cuando
llegue la tentación, de la misma manera que es claro
para el termostato cómo operar cuando el agua
se recalienta o cuando se enfría. Eso es necesario
establecerlo explícitamente, guardarlo en la memoria,
y recordarlo en el momento oportuno, con el fin de
ejercer la autorregulación.

La regulación exige mantener el monitoreo sobre


algún indicador (ej. el termostato monitorea la
temperatura del agua) para dar un feedback que,
consecuentemente, lleva al subsistema de control a
realizar una acción coherente (ej. que la resistencia del
calentador se encienda o se apague para mantener
estable la temperatura del líquido). En la ilustración
de esta nota, el asunto clave de la regulación se
manifiesta cuando el entrevistador le pregunta al cura
“¿qué hace cuando se le levanta el ánimo?”. El cura,
con humor, acepta que “a mí se me para el ánimo
117
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

muchas veces” y procede a esbozar su proyecto


específico de autorregulación:
De entrada, manifiesta que en esas ocasiones recuerda
que “soy dueño de mis emociones, no esclavo de
ellas”; esa parece ser una importante auto-instrucción
de regulación emocional. Se sabe que el ciclo
motivacional tiene un comienzo emocional, por eso
esta auto-instrucción adquiere relevancia para decidir
el rumbo que tome el ciclo, al permitir una adecuada
comprensión del momento emocional y de su relación
con la acción. Antes había manifestado algo que
resulta complementario con lo anterior, cuando
expresaba que en esas ocasiones “he tomado la
decisión de apartarme”. Por supuesto, apartarse de la
tentación en el momento más temprano de la cadena,
cuando todavía es fácil hacerlo, se convierte en el
comportamiento de autorregulación más oportuno
posible. Luego, manifiesta que “hago el esfuerzo de
servirles a los hermanos de manera honesta”; también
antes había expresado algo complementario cuando
afirmaba que había optado por la reflexión, por la
oración, como medio para endurecer el espíritu en esas
ocasiones de tentación, lo cual puede interpretarse
como fortalecer su voluntad, algo equiparable a
obtener la energía necesaria para hacer el esfuerzo
que demanda la acción.
En términos operacionales, en esta reflexión se
produce un recordatorio vívido de los beneficios
de cumplir la acción, así como de los costos de su
incumplimiento, en términos del alejamiento de metas
que se ha propuesto formalmente (ej. servir al prójimo,
acercarse a Dios, etc.).
Un beneficio que el cura entrevistado vislumbra a largo
plazo, y lo coloca por encima de los beneficios a corto
plazo, se expresa cuando afirma “la armonía con Dios
va por encima”; el planteamiento de intercambios de
118
TEMA 3: LA AUTODETERMINACIÓN

beneficios de esta clase es decisivo en el camino hacia


el logro de la automatización de una acción, o, en otras
palabras, hacia el logro de su autocontrol. Al final del
proceso se puede esperar que surja el automatismo
habitual del autocontrol, para que la acción X, que al
principio parecía tan complicada y exigía regulación
deliberada, se convierta en un hábito tan fácil de
realizar como el de abrir la puerta con la llave al llegar
a casa.
Quedan por fuera de este análisis otras alternativas
que parecen más compatibles con la salud mental de
los curas. Por ejemplo las que cuestionan la necesidad
de la cultura del celibato, las que propugnan por
una sexualidad del cura que sea más compatible
con la naturaleza humana, o las que cuestionan la
ideología de género en torno a los curas (que sean
solo hombres). Lo menciono para evitar que se piense
en los tres “autos” que interesaban en esta nota como
un asunto de “adaptación” unilateral, a la manera de
un loco que se acomoda por completo a su camisa de
fuerza.

119
TEMA 3: LA AUTODETERMINACIÓN

De buenas intenciones está


empedrado el camino del
infierno: La función de la
autorregulación2
Hay tres ranitas sobre una piedra y una decide brincar.
¿Cuántas ranitas quedan sobre la piedra? Cualquier
respuesta es correcta. Quedan tres (porque la que
decidió brincar todavía no lo ha hecho), quedan dos
(porque efectivamente la que decidió brincar lo hizo),
queda una (porque la que decidió brincar lo hizo
y otra decidió imitarla), etc. La intención de hacer
algo, plasmada en la decisión explícita de hacerlo,
nos aproxima a la acción efectiva, pero no hay una
operación automática que garantice que toda decisión
nos conducirá a una acción.
Entre la intención y la acción existe una brecha que,
si no se rellena de algún modo eficiente, hace que la
intención se pierda en el camino, que no conduzca a
ninguna acción y se convierta en vana palabrería. Una
expresión popular lo afirma cuando se dice que “del
dicho al hecho hay un largo trecho”. La autorregulación
es la llamada a cerrar esa brecha.
La intención de hacer algo es la expresión más usual
de toda decisión. Esa intención es, la mayoría de las
veces, implícita, pero también las decisiones implícitas
que se toman de manera automática debieron ser, en
algún momento, explícitas. De manera automática, por

2. http://www.elartedesabervivir.com/programas-especiales/angeles-caidos-o-antropoides-er-
guidos/de-buenas-intenciones-esta-empedrado-el-camino-del-infierno-la-funcion-de-la-autorre-
gulacion

121
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

ejemplo, tomamos la decisión de abordar el autobús


que nos acerca más al sitio al que nos dirigimos
y repetimos esta acción día tras día sin que exista
alguna deliberación explícita. Si en algún momento
descubriéramos una ruta mejor, entonces tomaríamos
la decisión explícita de viajar siguiendo la nueva
ruta y cambiaríamos nuestros planes para poner en
marcha esta nueva decisión (dirigirnos a la parada
de la nueva ruta). No obstante, el resultado final sería
que la nueva decisión volvería a convertirse en una
rutina automática de decisiones implícitas, algo que
haríamos, una vez más, día tras día.

Para poner en práctica la intención (para “brincar” en


el ejemplo de la ranita) es necesario adoptar un plan,
algo que técnicamente se conoce como “intención de
implementación”. Siguiendo el ejemplo del autobús, el
plan sería dirigirnos a una parada en la cual podamos
abordar la nueva ruta elegida. Si la parada de la nueva
ruta está más lejos de nuestra casa que la de la ruta
anterior, ahora tendremos que salir más temprano para
no llegar tarde a nuestro destino, ese es uno de los
costos de la nueva ruta y tendremos que ponerlo en la
balanza junto a los beneficios (por ejemplo: la nueva
ruta tiene más cupos disponibles para viajar sentado,
o en ella viajan más personas conocidas con las que
me gusta encontrarme). La evaluación de los pros y
contras es una herramienta útil para llegar finalmente
a la decisión explícita de utilizar o no la nueva ruta.

El ejemplo anterior parece bastante sencillo y fácil


de implementar. Otras situaciones cotidianas pueden
ser más complejas, pero la dinámica sigue siendo la
misma.

Mientras leía el periódico antes de escribir esta nota,


me encontré con un artículo titulado: “La infidelidad
masculina vista por la ciencia”. En el texto, se resume
122
TEMA 3: LA AUTODETERMINACIÓN

la evidencia científica que se dispone del tema y se


abre el diálogo a la cuestión de si la infidelidad en el
hombre es un asunto de índole genética e inevitable o
si, por el contrario, se trata de algo que está más sujeto
a las decisiones personales, la cultura y la psicología
(ver http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/salud/
infidelidad-masculina-segun-la-ciencia/16599503).
Por tratarse de un artículo “ligero” escrito por un
periodista y publicado en un diario y no de un artículo
“pesado” escrito por un especialista que se publica
en una revista científica (ej. un meta-análisis sobre el
tema de la infidelidad masculina), puedo tomarlo para
ilustrar una situación cotidiana.
Supongamos que un hombre que le ha sido infiel a
su esposa le pide luego que lo acepte así, a pesar
de su conducta, argumentando que él tiene “toda la
intención” de serle fiel, pero sus genes le impiden
cumplir este propósito. A pesar de todo, él dice amarla
inmensamente.
Supongamos también que la esposa, en línea con
algo de lo propuesto en el artículo que cité, le dice
a su pareja que “No escogemos nuestro bagaje
genético, pero sí podemos controlar las emociones y
los impulsos que genera”, insinuándole que se puede
superar la carga genética si se pone en práctica alguna
estrategia a favor de la fidelidad, de la misma manera
que una carga genética a favor de la hipertensión
arterial puede superarse poniendo en práctica alguna
estrategia nutricional y de actividad física.
Tal vez la esposa simplemente le diga a su pareja:
“Tienes la intención de serme fiel, pero no tienes la
fuerza de voluntad necesaria para cumplirla. De buenas
intenciones está empedrado el camino del infierno,
mejor me separo de ti, pues no creo en tus buenas
intenciones”.
123
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

Si la pareja del ejemplo se decide por la búsqueda de


un camino de cambios que le permita salvar la relación,
tal vez un primer paso sería adoptar otra denominación
para lo sucedido y, en lugar de “infidelidad”, referirse
al comportamiento como “relación extraconyugal”,
modificando de entrada el impacto generado por el
anclaje de las palabras, tal como lo propongo en otra
nota de este mismo libro. La tarea que seguiría para
esta pareja, en línea con el camino sugerido por la
cultura y la psicología (y en contravía de lo sugerido
por la línea genética), sería encontrar las “intenciones
de implementación” o planes específicos para cerrar la
brecha que existe entre el dicho (tener la intención de
ser fiel) y el hecho (ser fiel).

La “fuerza de voluntad” queda reducida en esta


nueva visión a la existencia o ausencia de planes
realistas de acción (susceptibles de implementación
por parte de los implicados) para que dichos planes
permitan hacer más probable el “evitar las relaciones
extraconyugales” y hacer más creíbles las “buenas
intenciones” de fidelidad. Tal vez este resultado siga
pareciéndole imposible a la parte ofendida, pero será
aún menos posible si se carece de dichos planes
o intenciones de implementación específicas. Lo
contrario sería decidirse por el camino del “todo o
nada”, y la claudicación sería el resultado inmediato
más probable.
Autorregularse es, en este análisis, un proceso de
encontrar intenciones de implementación específicas
que sean válidas en términos de probabilidad e
inmediatez para la consecución de logros a corto plazo y
que permitan aproximar al individuo a un resultado más
amplio, propuesto en la meta a mediano o largo plazo.
Esas intenciones específicas han de asumir la forma de
planes que sean susceptibles de una rápida e inmediata
implementación con el fin de acceder al resultado
124
TEMA 3: LA AUTODETERMINACIÓN

esperado, es decir, la intención general plasmada al


inicio (dirigirnos a la nueva parada o ser fiel).
El termostato que controla un calentador de agua es
un ejemplo ilustrativo de un proceso autorregulador.
Si el agua está fría, el sensor del termostato enciende
el calentador; si el agua está caliente, el sensor lo
apaga. Se trata de un proceso de feedback negativo
donde el elemento controlador (el sensor) actúa en
dirección contraria para regular el proceso con el fin
de mantener el agua caliente dentro de ciertos límites
de temperatura. La “intención de implementación” del
termostato es un proceso del tipo “Si — Entonces”. Si
el agua está caliente, entonces apago; si el agua está
fría, entonces enciendo.

En la psicología de la motivación humana, para poner


en práctica un comportamiento que ya se ha decidido y
que está presente en la intención de actuar del sujeto,
la clave de la autorregulación consiste en encontrar el
equivalente del termostato, en otras palabras: el plan
de implementación apropiado.

La fuerza de voluntad no es una entelequia presente


en algún lugar del fondo del alma, esa entelequia
no existe. La fuerza de voluntad, que introduce el
orden en el caos desordenado del comportamiento,
se hace presente si se encuentra el mecanismo de
feedback apropiado. Así lo sugiere el experto en
robótica y neurofísica William Grey Walter en su libro
El Cerebro Viviente cuando cita un verso que afirma:
“Dijo un pescador de Niza, así fue nuestro comienzo.
Del caos surgió el feedback, y Adán y Eva con su
parte”. Los robots de Grey Walter eran tortugas
sencillas que se comportaban ordenadamente
aplicando principios elementales de inteligencia
artificial, no eran siquiera los complejos drones
contemporáneos.
125
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

Unos principios similares, que ahora son de inteligencia


natural (como los principios de feedback que regulan la
fisiología del cuerpo), pueden aproximarnos al logro de
resultados relacionados con valores muy apreciados,
como la fidelidad, la honestidad o la solidaridad.
Es tarea del monólogo socrático encontrar las
respuestas a las preguntas claves acerca de las
intenciones de implementación. Cuestionarse acerca
del qué (cuál comportamiento), el cuándo, el dónde,
el cómo o el cuánto puede ser más útil para construir
planes objetivos que cuestionarse acerca del incierto
por qué del comportamiento, donde siempre llegaremos
a conclusiones que mezclan nature con nurture (la
naturaleza y los genes con la crianza y el aprendizaje).
Acudimos a la incierta “fuerza de voluntad” para
pseudoexplicar por qué logramos llevar a la práctica
algunas decisiones y no logramos poner en práctica
otras. Puede ser riesgoso el esfuerzo por entender
la voluntad en términos distintos al de “fuerza de
voluntad”, pues no se trata de negar su función sino
de modificar su comprensión — que tradicionalmente
se ha dado en términos filosóficos — para pasar a
comprenderla como autodeterminación en términos
psicológicos de motivación humana.
Así, la fuerza de voluntad es parcialmente
intercambiable por la presencia o la ausencia de un
plan en la fase de pre-acción del ciclo motivacional.
El “plan” surge como un mecanismo fundamental para
que haya un proceso de regulación auto-determinada
en cualquier acción humana, pues se convierte en esa
especie de “termostato” que suministra el feedback
requerido para el control y hace más probable que una
decisión deje de ser un camino conducente al infierno
de las buenas intenciones, las cuales son similares a
esas “decisiones” que se toman el 31 de diciembre a
medianoche.
126
TEMA 3: LA AUTODETERMINACIÓN

Sin prisa pero sin


pausa: el acrónimo de
autorregulación PRISA-NO3
El refrán “sin prisa pero sin pausa” me permite ilustrar
una idea relevante acerca de la autorregulación
personal: los cambios de comportamiento regulados
por la propia persona suelen transcurrir despacio, sin
saltos abruptos, pero también suelen ocurrir de forma
sistemática, cuando se encuentra el camino apropiado
que se debe recorrer de forma continua para que el
esfuerzo invertido culmine en el cambio esperado. Ese
es un camino que he tratado de describir a través del
acrónimo PRISA-NO. Aspiro a explicarlo en esta nota.
Pensemos, a manera de ilustración, en el camino
que puede seguir para lograr el cambio una persona
que espera reducir su peso corporal, movida porque
se encuentra con obesidad (podrían ser también
ilustraciones pertinentes para la vida cotidiana de
alguien en nuestro medio, cambios como dejar de
fumar, reducir el consumo de alcohol o controlar el
mal genio). Se trata de comportamientos usualmente
excesivos, cuya modificación constituye un reto
para nuestra “fuerza de voluntad”, factor que es
parcialmente reemplazable por los planes de cambio,
llamados también “intenciones de implementación”.
En la presente nota deseo enmarcar esa función
de planeación en el contexto de una función de
autorregulación amplia que he sintetizado en el
acrónimo PRISA-NO.

3. http://www.elartedesabervivir.com/programas-especiales/angeles-caidos-o-antropoides-er-
guidos/sin-prisa-pero-sin-pausa-el-acronimo-de-autorregulacion-prisa-no

127
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

Debo aclarar antes que la idea del acrónimo no es


originalmente mía; se trata de una asimilación que
hice del acrónimo SCIENCE propuesto en inglés por el
profesor de psicología de la universidad de Stanford
Michael Mahoney (ya fallecido), quien investigó
ampliamente sobre ese tema. Él utilizó en inglés el
acrónimo SCIENCE para referirse al carácter científico
del autocontrol personal, contraponiendo dicho
carácter a la idea de fuerza de voluntad (tener voluntad
para auto-controlarse es equivalente a asumir una
postura científica frente al cambio de comportamiento).
Una amplia explicación de este método puede
consultarse en el libro Control Permanente de Peso,
de los autores Michael y Kathryn Mahoney, publicado
en español por Editorial Trillas en 1981. Yo propuse en
1997 otra versión en español del acrónimo SCIENCE,
usando la sigla PRISA-NO, con el objetivo de asumir
la planeación continua y sin prisa del cambio personal
como una forma más realista de expresar la etérea
idea representada por el concepto “fuerza de voluntad”.
Como acrónimo global, PRI-SA-NO engloba tres
fases que se deben recorrer de forma sucesiva para
acercarnos al logro de un objetivo de modificación de
un comportamiento: PRI, se refiere a lo primero que
se requiere hacer; SA, se refiere a saber cambiar; y
NO, se refiere a notar el cambio. En esos vocablos
referentes a las tres fases del cambio, cada letra es
la inicial de una palabra referente al paso clave que
se recomienda seguir para facilitar el logro final de la
meta de autorregulación. Esas siete palabras cuyas
letras iniciales forman el acrónimo PRI-SA-NO, son en
español las siguientes (presento entre paréntesis el
término equivalente en inglés de la sigla SCIENCE que
propuso originalmente Michael Mahoney):
P, de propósito específico (S, de specify)
R, de recolectar información (C, de colect)
128
TEMA 3: LA AUTODETERMINACIÓN

I, de identificar el patrón de comportamiento (I, de


identify)
S, de soluciones posibles (E, de examine)
A, de adoptar una de las decisiones posibles (N, de
narrow)
N, de nivelar (C, de compare)
O, de ordenar la continuidad (E de extend).

Los tres pasos de PRI (lo primero), implican: 1) Ante todo


identificar el propio patrón de comportamiento. Por
ejemplo, se puede tener sobrepeso como resultado del
exceso de alimentación, pero también puede ser por
déficit de actividad física. El exceso de alimentación
asume una forma distinta en cada persona, etc. 2)
Recolectar información: es el medio objetivo para
identificar el patrón de comportamiento. No se puede
tener una clara idea del propio comportamiento
si no se le observa y se anota la información con
detenimiento. 3) Plantear un propósito específico es el
paso crucial hacia el cambio. Por ejemplo, “mejorar la
alimentación” no es un propósito específico; “reducir el
consumo diario de carbohidrato”, sí lo es. Ese propósito
solo puede plantearse después de haber auto-
observado y de haber identificado el patrón personal
de comportamiento.
Los dos pasos de SA (saber cambiar), implican: 1) Tener
una amplia idea acerca de las soluciones posibles
para lograr el propósito, desde las más razonables,
hasta las menos razonables. 2) Adoptar una solución
que sea razonable en función de las características y
habilidades personales.
Los dos pasos de NO (notar el cambio), implican: 1)
Adoptar un criterio adecuado para nivelar o evaluar
el cumplimiento del propósito (similar a la forma como

129
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

un albañil utiliza el nivel para evaluar que el ladrillo


quede bien pegado). Por ejemplo, el peso corporal no
sería el criterio adecuado para nivelar la evolución del
cambio inmediato, pues el peso cambia a mediano
plazo; sería mejor indicador la cantidad de panes
consumidos diariamente, en el caso de que la auto-
observación haya indicado que el exceso de consumo
de pan está entre las causas objetivas del sobrepeso.
2) Dar órdenes de retorno coherentes con el resultado
obtenido, es decir mantener la solución adoptada
si aproxima a la persona al logro de la meta de
autorregulación, o modificarla si no aproxima a la meta.
Los siete pasos que abarcan las tres fases de
autorregulación propuestas por PRI-SA-NO constituyen
un método muy viable para orientar el monólogo
socrático de la persona que se involucra en el cambio.
Los siguientes son ejemplos de preguntas para orientar
el monólogo:

PRI: ¿Cuál es el eslabón crítico en esta cadena de


cambio?, puede ser la pregunta que se responda al
formular el propósito específico. ¿Cómo descubro el
eslabón crítico? Es la pregunta que puede orientar
las acciones de auto-observación y la recolección
de información acerca del comportamiento. ¿Cuál
es, con precisión, mi patrón de comportamiento? Es
la síntesis del resultado de la auto-observación que
permite identificar dónde se requiere fijar la atención
prioritariamente para disparar el proceso de cambio.

SA: ¿Cuáles serían algunas acciones que puedo


ensayar para alcanzar el propósito específico que
me fijé? (ej. acciones concretas que puedo realizar
para disminuir el consumo de pan). ¿Entre esas
alternativas en cuál anticipo un mejor desempeño?,
¿Cuál es, entonces, mi decisión explícita entre esas
alternativas? ¿Qué voy a hacer cuando me encuentre
130
TEMA 3: LA AUTODETERMINACIÓN

frente a las principales tentaciones de incurrir en ese


comportamiento excesivo?

NO: ¿Cuál es el indicador que voy a monitorear


con detenimiento para seguir la evolución de mi
comportamiento en el corto plazo? (Ejemplo: la ingesta
de carbohidratos en el caso del control de peso de
la ilustración). ¿Cuál indicador voy a observar para
saber si mi táctica me está dando resultado a mediano
y largo plazo? (Ejemplo: el índice de masa corporal).
¿En qué me voy a fijar especialmente si tengo éxito?
(Ejemplo: fijarse en la efectividad de la táctica
adoptada para afrontar las tentaciones de consumir
pan). ¿En qué me voy a fijar si fracaso? (Ejemplo: en la
falta de esfuerzo al aplicar una táctica). ¿Estoy evitando
las alusiones a factores externos e inmodificables?
(Ejemplo: el peso corporal de mis familiares, el
destino, etc.). ¿Acudo a falsas explicaciones basadas
en factores internos e inmodificables? (Ejemplo: mi
constitución genética). ¿Qué debo modificar en mi
estrategia de acuerdo con el resultado observado?
El anterior proceso de cambio toma tiempo. Sin duda
exige una postura personal más científica que intuitiva
o de sentido común frente a la propia autorregulación.
Para aprender el método puede requerirse
eventualmente de alguna ayuda especializada. Pero
también es seguro que, una vez se haya aplicado
este método para alcanzar una meta, puede hacerse
fácilmente extensivo al logro de otras. El método se
convierte así en un algoritmo; es decir, en una fórmula
con alta probabilidad de conducir a un resultado
satisfactorio y a la solución de un problema.
Con frecuencia pensamos que el proceso de cambio
personal solamente tiene resultado si tomamos
“decisiones radicales” y las aplicamos con “voluntad”.
Nada de aguas tibias que impliquen andar por pasos
131
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

o metas intermedias. Miramos a nuestra experiencia y


ésta nos indica que aparentemente así es la realidad;
decimos, por ejemplo, “solo pude dejar de fumar
cuando decidí que ni un cigarrillo más, y así lo hice”.
Pero olvidamos que a ese momento llegamos después
de muchos intentos fallidos, pues la recaída es la regla
y no la excepción en todo proceso de cambio. También
nos olvidamos de concluir que la “voluntad” de dejar
el cigarrillo la pudimos aplicar con contundencia solo
cuando la pudimos expresar con claridad mediante un
pensamiento objetivo y realista, por ejemplo, “pensar
en el daño que el humo le hace a mi familia cuando
la convierto en fumadora pasiva”, y cuando apelamos
a alguna táctica explícita para tener menos acceso al
cigarrillo (ej. dejar de comprar cigarrillos).
Apelar a las explicaciones basadas en la fuerza
de voluntad para dar cuenta del cambio de
comportamiento es razonable y tiene “sentido
común”, pero es algo ambiguo y etéreo. Apelar a la
autorregulación resulta más efectivo, pero implica
comprender los argumentos deliberados que llevan a
tomar las decisiones voluntarias de cambio (la fuerza
de los argumentos), y programar las estrategias en
las cuales se aplica el gasto energético objetivo (el
esfuerzo) que demanda la realización de alguna tarea.
Esa es una forma realista de entender la “voluntad”
en términos psicológicos de autorregulación, como
decisión autónoma y deliberada de la persona; eso
hace que el cambio sea más seguro y sostenible, pues
se pueden entender los argumentos objetivos que
explican el éxito o el fracaso.
La ausencia de prisa para acceder al cambio y la
aplicación sistemática de un método como PRI-SA-
NO, ayudan a evitar el cansancio que queda como
producto del afán y permiten garantizar el resultado
como producto del camino adoptado para recorrerlo
132
TEMA 3: LA AUTODETERMINACIÓN

sin pausa (“método” significa eso: “camino”). Cuando


afirmamos que hemos obtenido un logro como
producto de la fuerza de voluntad, en otras palabras
estamos afirmando que supimos encontrar el camino
adecuado para el cambio, y recorrerlo con cuidado y
con paciencia.

133
TEMA 3: LA AUTODETERMINACIÓN

¿En mi casa mando


yo? Las formas de la
autodeterminación4
Que alguien decida realizar una acción no significa
necesariamente que esa sea su voluntad libre ni que se
trate de una decisión consciente. Si bien es cierto que la
decisión representa la manifestación más representativa
de la motivación, puede tratarse de una decisión que
obedece a distintas variedades de determinación, que
oscilan entre una determinación externa que obliga al
ejecutor a realizar la acción, en ocasiones de forma
coercitiva y contra su voluntad, hasta una determinación
interna que lo conduce a realizarla por convicción, con
gusto y completo acuerdo.
Eso introduce matices que permiten distinguir entre
variedades de una motivación controlada de forma
externa, y una motivación autónoma. La importancia
que en la actualidad se asigna a la publicidad y a las
campañas de imagen constituye una muestra de la
capacidad que tiene el manejo de la determinación
controlada externamente para conducir a las personas
a tomar decisiones que aparentemente son autónomas
y, por consiguiente, a asumir la responsabilidad por sus
resultados, cuando en realidad obedecen a controles
externos hábilmente manipulados. La presente nota se
propone abordar este tema desde los postulados que
formula la Teoría de la Autodeterminación.
Una de las teorías motivacionales contemporáneas
que han alcanzado un grado bastante elevado de
confirmación científica y de aplicabilidad práctica,

4. http://elartedesabervivir.com/en-mi-casa-mando-yo-las-formas-de-la-autodeterminacion/

135
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

especialmente en los ámbitos de la educación, del


deporte, de la salud y del trabajo, es la Teoría de la
Autodeterminación (TAD), propuesta por los psicólogos
Richard Ryan y Edward Deci, profesores de la
Universidad de Rochester en el estado de New York.
A ellos probablemente no les importaría tanto
explorar cuánto manda usted en su propia casa,
sino cuál es la calidad de las determinaciones que
rigen ese mando, calidad que surge del tipo de
convicciones o de la racionalidad de las creencias
que se han internalizado y lo conducen a usted a
tomar alguna determinación.
En el siguiente video, el propio Edward Deci plantea
una síntesis de su posición teórica acerca de la
motivación humana, de la cual podemos extraer
conclusiones que nos llevan directamente a
relacionar la calidad de la autodeterminación con la
potencialidad que el monólogo socrático puede tener
para fortalecerla o para modificarla. Ver https://www.
youtube.com/watch?v=VGrcets0E6I
Dos aspectos diferentes de la TAD hacen referencia a
asuntos muy relevantes: a) Un aspecto hace referencia
a las distintas cualidades de la motivación extrínseca
y de la motivación intrínseca, explicadas a partir de
las diferentes clases de internalización que la persona
tiene acerca de las creencias subyacentes a un
comportamiento. b) Otro aspecto hace referencia a
las necesidades psicológicas que subyacen al inicio
y mantenimiento de un comportamiento, centrando el
análisis en las necesidades psicológicas de autonomía,
competencia, e interacción social.
La presente nota se dedica al primer aspecto, referente
a las formas de la autodeterminación, mientras que el
segundo aspecto, más relacionado con el sentido de
vida, lo abordaré en una nota posterior.
136
TEMA 3: LA AUTODETERMINACIÓN

Una clasificación archiconocida de la motivación es la


que la categoriza como motivación extrínseca o como
motivación intrínseca. Se sabe con suficiente certeza
que las acciones motivadas intrínsecamente tienen una
mayor probabilidad de ejecución y de permanencia
que las motivadas extrínsecamente, las cuales
solamente se van a cumplir mientras permanezcan las
causas externas que las determinan. La motivación
intrínseca emana de convicciones fuertemente
arraigadas en la persona, por lo cual la realización de
las acciones coherentes con dichas convicciones la
llevan a experimentar satisfacción o placer, logrando
realizar las metas más relevantes en su vida.

Este sentido asociado al hedonismo (placer generado


por las acciones) ha sido una de las características
más utilizadas para identificar los comportamientos
motivados intrínsecamente, incluso en detrimento de
un aspecto ético alterno asociado al eudemonismo
(valor o finalidad de las acciones), que es la otra
característica relevante de la motivación intrínseca.
Seguramente recordamos las exhortaciones
de nuestros padres y maestros por fomentar el
cumplimiento de las normas, y gozar del mismo, por
razones de convicción interna, y no por la presencia
externa, controladora, de alguien o de algo que esté
solo ocasionalmente presente ante nosotros. Sería,
por ejemplo, algo como la exhortación a cumplir las
normas de tránsito por el disfrute de hacer lo correcto
y no padecer ansiedad por la inminencia del castigo si
se incumple (aspecto hedonista), aunque sería mejor
hacerlo, adicionalmente, por la convicción sobre la
seguridad física que este cumplimiento representa para
nuestra integridad vital y la de los demás, aspecto
ético o eudemonista asociado al valor que se atribuye
a la meta de la acción, del cual emana la más potente
motivación intrínseca de la persona que la ejecuta.
137
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

Aquí se resaltan el hedonismo (obtención de placer)


y el eudemonismo (logro de metas valoradas), como
aspectos que caracterizan la naturaleza intrínseca de
la motivación para llevar a la ejecución más intensa o
persistente de una acción cualquiera.
La TAD propone que entre la determinación externa
y la determinación interna de una acción existen
tres niveles intermedios de determinación, a los
que denomina “introyección”, “identificación” e
“integración”, algunos más asociados a la motivación
controlada externamente, y otros más asociados a la
motivación autónoma. El incremento de la motivación
autónoma hacia acciones que fomentan el bienestar
personal y social es lo que se busca a través del
cuestionamiento y del cambio de creencias, mediante
el uso a profundidad del monólogo socrático.
Una ilustración puede ayudar a clarificar este asunto:
tomemos el caso de una persona que consume
excesivamente alcohol y de las posibilidades de que
su consumo abusivo cambie autónomamente hacia un
consumo moderado de la bebida. Por supuesto no se
hace referencia al caso de un consumidor dependiente
(“alcohólico” propiamente dicho), pues se trataría
de una situación en la que la naturaleza biológica
llevaría a una modificación sustancial del cuadro sobre
los determinantes del consumo de alcohol, y, por
consiguiente, de las conclusiones derivadas del mismo.
Es decir, la ilustración trata sobre un hipotético
consumidor excesivo de alcohol, en el que aún no
se manifiestan situaciones biológicas como las de la
tolerancia al alcohol y el síndrome de abstinencia, en
las que el consumo moderado ya no sería una meta
posible, obligando a la abstinencia total como única
meta razonable. En este segundo caso (consumidor
dependiente del alcohol), un cambio heterónomo
(por ejemplo bajo control médico externo) sería más
138
TEMA 3: LA AUTODETERMINACIÓN

probable de obtener que un cambio autónomo, el


cual vendría a fortalecerlo con posterioridad, cuando
se hayan modificado primero los determinantes
biológicos, para pasar luego a pensar en los propios
de la autodeterminación.
En la autodeterminación externa, la persona decide
moderar el consumo por razones propias de otros,
no de ella misma, por ejemplo por las presiones que
recibe de su cónyuge, quien amenaza divorciarse
si no disminuye el exceso de alcohol, o de su jefe
en el trabajo, quien no tolera la mala imagen que
proyecta quien va a trabajar luego de haber bebido
excesivamente.
En la autodeterminación introyectada, la persona
decide moderar el consumo movida por la evitación de
las emociones negativas que pueden acarrearle las
consecuencias del exceso, tales como la culpabilidad o
el temor. Por ejemplo, lo hace para evitar la culpabilidad
que le generaría ver a su familia en malas condiciones,
o por el temor de ser despedida del trabajo.
En la autodeterminación identificada, la persona
podría reconocer que otros tienen razón cuando le
dicen que ella tiene un problema importante, e inicia
la moderación como principal medio de resolver ese
problema.
En la autodeterminación integrada la persona asume
como propios los valores inherentes al consumo
moderado. Si le agrega el placer de experimentar
nuevas formas de obtener por medios más adecuados
las ganancias que supuestamente le aportaba antes el
consumo de alcohol (ej. nuevas formas de interactuar
amenamente con otros, de tener relaciones sexuales
placenteras, etc.), la persona estaría en una condición
de auténtica autodeterminación interna para la
moderación del consumo.
139
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

En las anteriores ilustraciones se aprecia la


fragilidad de las decisiones tomadas en el caso de
la autodeterminación externa o de la introyectada,
aunque la segunda puede generar un mayor
potencial de resistencia a la recaída que la primera.
En ambos casos, de acuerdo con la TAD, se trataría
de determinaciones controladas externamente,
más cercanas a la motivación extrínseca que a la
intrínseca.
A partir del momento en que la persona comienza a
identificarse con las razones que afirman la presencia
de una problemática personal, inicia la carrera
hacia una mayor motivación interna para moderar el
consumo, lo que le confiere un potencial superior de
permanencia en el consumo moderado y de resistencia
ante las tentaciones de recaída en el consumo
excesivo. Potencial que crece sustancialmente cuando
la persona integra a su sistema de creencias los
conceptos que resaltan el valor positivo del consumo
moderado, a la vez que se permite a sí misma
experimentar el gusto o el placer de nuevas formas de
comportamiento que sustituyen al exceso alcohólico.
Las formas de autodeterminación identificada,
integrada e interna, son consideradas por la TAD como
formas autónomas de determinación, que aproximan
a la persona a la motivación intrínseca, de manera
cualitativamente superior en cada caso.
“Mandar” en la propia casa significa reconocer que
uno es la persona más importante en su propia vida.
Pueden superarse con mayor o menor facilidad las
ausencias de los demás, pero resulta muy difícil
hacerlo cuando uno es el que se falla a sí mismo.
Cuenta mucho, para que haya cumplimiento consigo
mismo, la naturaleza de las decisiones que uno toma
en ejercicio del derecho al libre desarrollo de la
personalidad, pues no toda determinación, por el solo
140
TEMA 3: LA AUTODETERMINACIÓN

hecho de ser autodeterminada, implica el mismo grado


de autonomía ni produce los mismos resultados.
Queda en el tintero otro asunto, el de la naturaleza
de las metas que uno asume, tema más relacionado
con la ética, la felicidad, el eudemonismo y el sentido
de vida, que permite responder no solo si “en mi casa
mando yo”, sino “para qué mando yo”.

141
TEMA 3: LA AUTODETERMINACIÓN

El que ríe de último, ríe


mejor: El intercambio de
beneficios, un aspecto clave
del autocontrol personal5
En el imaginario social suele asociarse el concepto
de autocontrol personal con las ideas de sacrificio
(disciplina), evitación (de caer en tentaciones), y fuerza
de voluntad (energía para hacer algo conveniente).
Con menor frecuencia se plantea el autocontrol como
una transacción gananciosa, como un intercambio de
beneficios, en el que se renuncia conscientemente
a la obtención de algunos beneficios inmediatos, o
se acepta una limitación en el beneficio inmediato
obtenido, con el propósito de obtener uno mayor, pero
diferido en el corto, mediano o largo plazo.
Esta idea de renuncia a reír de inmediato, en aras de
reír mejor posteriormente, implica aceptar los costos
consecuentes e inmediatos del autocontrol (como los
tiene cualquier acción) para contrabalancearlos con
los beneficios presentes en sus resultados diferidos.
La presente nota trata sobre esa visión más positiva
acerca del proceso de autocontrol; también se analizan
algunas complementaciones entre los procesos de
autodeterminación, autorregulación, y autocontrol, a lo
largo del ciclo motivacional de cualquier acción.
En general la necesidad del autocontrol personal
se manifiesta en situaciones en las que un
comportamiento X se considera excesivo, por lo cual
se necesita disminuir su frecuencia, como podrían

5. http://elartedesabervivir.com/el-que-rie-de-ultimo-rie-mejor-el-intercambio-de-benefi-
cios-un-aspecto-clave-del-autocontrol-personal/

143
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

ser los casos en que la persona aspira a moderar el


consumo de alcohol, de alimentos, de sexo, de juego,
de expresión inadecuada de una emoción (ej. ira), de
gasto de dinero, de uso de algo (ej. internet), etc. Son
comportamientos cuyas consecuencias inmediatas
son placenteras para la persona, pero sus resultados
suelen ser negativos para su calidad de vida, pues
conllevan pérdidas importantes.
O también en situaciones en las que un
comportamiento se considera deficitario, por lo cual
se necesita aumentar su frecuencia, como podrían
ser los casos de déficit de actividad física, de estudio,
de manifestación de sentimientos positivos (ej. amor),
de asertividad, de comunicación, etc. Se trata de
comportamientos cuyas consecuencias inmediatas
pueden ser algo aversivas o competir con otras más
placenteras, pero cuyos resultados son mejores para la
calidad de vida de la persona en el largo plazo.
Para facilitar la comprensión del planteamiento que se
realiza en esta nota, las dos situaciones descritas antes
se tratarán en referencia a hacer un comportamiento X
(algo fácil de comprender en el segundo caso, cuando
se busca aumentar la frecuencia de una acción), en
lugar de referirse a no-hacerlo, como sería la tendencia
espontánea en el primer caso (cuando el objetivo
es disminuirla). Eso implica tratar las situaciones
del primer caso como comportamientos también
deseables, pero con un calificador diferente al “no”,
el cual permita tratar a la acción auto-controlada de
manera positiva. Por ejemplo en lugar de referirse
a “no beber” como comportamiento deseable, se
haría referencia a “beber con moderación” como
comportamiento X auto-controlado; en lugar de
referirse a “no tener sexo extramarital” se hablaría
de “fortalecer el sexo marital”; en lugar de buscar
“refrenar la ira” se buscaría “expresar la ira
144
TEMA 3: LA AUTODETERMINACIÓN

adecuadamente”; en lugar de “no comer” se haría


referencia a “comer más frutas y verduras en lugar
de carbohidratos”, etc. todo dependiendo de las
condiciones particulares de cada persona.
¿Cuándo podríamos afirmar que una acción X se
encuentra bajo el autocontrol de la persona P que la
ejecuta? Tres propiedades del autocontrol personal
son las siguientes: a) P toma la decisión deliberada de
realizar X como medio para lograr un propósito; b) P
adopta alguna estrategia de regulación que le permita
garantizar la ejecución de X; c) P ejecuta la acción X de
una forma relativamente automatizada a partir de su
auto-instrucción de hacerla.
Tomemos, a manera de ilustración, el caso de una
acción como “estudiar para preparar un examen” (X), por
parte de un estudiante de bachillerato (P) al que se le
dificulta hacerlo. El autocontrol de este comportamiento
por parte del estudiante P con dificultades implicaría
que él: a) Autónomamente decide estudiar, como medio
más efectivo de preparar los exámenes; b) Adopta
algún sistema de trabajo autorregulado que le garantice
estudiar para los exámenes cuando llega la ocasión;
c) Cumple de forma automática sus auto-instrucciones
para estudiar en cada ocasión de un examen.
La primera condición motivacional es que P tenga
suficiente claridad o conciencia acerca de las
consecuencias y de los resultados de estudiar para
preparar un examen. Estudiar para preparar un examen
podría implicar la consecuencia inmediata para P de
verse expuesto a una situación algo aversiva, esto es:
a) Aceptar la situación de examen, en la que puede ser
reprobado, como único medio lícito de evaluación (no
valen las trampas); y, b) renunciar a los competidores
con X (las “tentaciones” contrarias a estudiar, como
ver cine, encontrarse con los amigos, etc.) que para P
pueden ser más placenteros que X.
145
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

Valorar el resultado de X en el corto plazo (aprobar el


examen), como medio seguro de acceder al resultado
deseado en el mediano y en el largo plazo (aprobar
el curso y prepararse para la universidad), y decidir
con autonomía que lo va a hacer, es una condición
imprescindible para que P decida (auto-determine)
hacer X, a pesar de las consecuencias inmediatas algo
aversivas de hacerlo.
La autodeterminación es la premisa que debe alcanzarse
en la fase de decisión del ciclo motivacional, como
condición requerida para pasar con probabilidades de
éxito a la fase de acción. El aporte importante de la
autodeterminación para el logro del autocontrol es que
queda planteada con certeza la relación existente entre
la renuncia o la limitación de los beneficios inmediatos
y el acceso a los beneficios mayores en los resultados
posteriores, que son los que se integran al sentido de vida
(ej. título profesional en el mediano plazo, en lugar del
placer inmediato de ver cine). Gran fuente de energía para
la acción es la claridad de un propósito, cifrado en una
meta, cuando ese propósito se adopta con autonomía.
Esa es la plataforma conceptual que permitirá afrontar
exitosamente futuros intercambios que impliquen aceptar
la doble consecuencia relativamente costosa de X.

Por supuesto la probabilidad de autocontrol (aceptar


esta doble consecuencia relativamente aversiva)
dependerá de la certeza que tenga P de que puede
realizar X exitosamente (confianza en su competencia
para estudiar adecuadamente), y de que su
expectativa de asociación entre X y los resultados es
cierta (es decir, que efectivamente sí obtiene mejores
calificaciones cuando estudia adecuadamente).
Igualmente del soporte social que posea para
garantizar el acceso a los recursos necesarios
para el estudio (espacio, libros, horarios libres de
compromisos, etc.).
146
TEMA 3: LA AUTODETERMINACIÓN

En esta fase de decisión la “fuerza de voluntad”


equivale a la aceptación de un intercambio
satisfactorio entre una consecuencia inmediata por un
resultado a mayor plazo, lo cual depende, obviamente,
del grado de internalización o de conciencia que la
persona logre sobre cada uno de estos dos aspectos,
a partir de la información que posea. Al logro de
esta clarificación deben dirigirse las preguntas del
monólogo socrático en esta fase.

El siguiente video muestra una réplica del famoso


experimento del psicólogo austriaco Walter Mischel
sobre autocontrol en niños, conocida como el
test de la golosina.(ver https://www.youtube.com/
watch?v=JUTEjsGUGXc).

Otro video presenta una entrevista al propio Mischel,


profesor de las universidades de Stanford y de
Columbia en USA, explicando esta condición primaria
del autocontrol como intercambio de beneficios
menores que se obtendrían inmediatamente, a los que
se renuncia a cambio de beneficios mayores que se
obtienen en un mediano plazo. https://www.youtube.
com/watch?v=qqjRUPQ8MEQ

La segunda condición motivacional para que haya


autocontrol es que P tenga claridad acerca de la
estrategia que va a adoptar para llevar a cabo
exitosamente la decisión tomada de hacer X (saber
cómo hacerlo), especialmente cuando debe luchar
contra acciones competidoras que surgen como
tentaciones contra X. Se trata de diseñar una estrategia
de autorregulación en la que P sea competente, como
podría ser, por ejemplo: a) establecer un horario en el
que dará prioridad a X (estudiar) y otro horario en el
que dará prioridad a las acciones que compiten con X
(ir a cine, verse con los amigos, etc.). y, b) adoptar un
método probado de regulación que le garantice una
147
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

mayor probabilidad de éxito al hacer X; por ejemplo el


método conocido como IPLER, consistente en someter
el material de estudio a la secuencia de acciones
indicadas por las iniciales de esa sigla (Inspeccionar,
Preguntar, Leer, Ensayar respuesta, y Repasar para
verificar las respuestas).

En esta fase de acción, en la que la autorregulación


adquiere mayor relevancia, encuentra un mejor
ajuste conceptual la posición teórica más conductual
que cognitiva acerca del autocontrol, pues P ya ha
elegido un sistema con el que va a someter a control
la ejecución de X, y centra su atención en cumplir
con rigor las acciones estipuladas por el sistema
(en este ejemplo el cumplimiento de los horarios y
el seguimiento del método IPLER), que garantizan la
realización exitosa de X.

Es algo similar a lo que hace un técnico de fútbol, que


adopta un sistema de juego (un conjunto sistemático
de acciones regulatorias) cuyo resultado debe ser
el de conducir a su equipo a ganar más partidos;
los jugadores renuncian a jugar como les gusta y
deciden hacerlo como les ordena el técnico; si hay
coincidencias, tanto mejor. El técnico observa que
se cumpla el sistema, cuya consecuencia inmediata
será jugar de cierta forma (renunciando a otras), lo
cual traerá como resultado a corto plazo anotar más
goles, a mediano plazo ganar más partidos, y a largo
plazo ganar campeonatos. Encontrar ese sistema es el
objetivo del monólogo socrático en esta fase.

La tercera condición motivacional del autocontrol, que


es la automatización en la ejecución de X, sobreviene
como producto de la práctica repetida de la secuencia
de autorregulación, es decir del sistema de juego
que el técnico repite muchas veces durante los
entrenamientos.
148
TEMA 3: LA AUTODETERMINACIÓN

En el caso del estudiante con dificultades para los


exámenes, si el cumplimiento de los horarios y del
método IPLER tienen éxito en ayudarle a estudiar y
aprobar los exámenes, esas dos acciones entrarán
en una secuencia de reforzamiento positivo que se
repetirá de manera satisfactoria continuamente,
manteniéndose en virtud de los propios resultados
exitosos del comportamiento, lo cual es una condición
esencial de la motivación intrínseca, en contraposición
con la motivación extrínseca, en la que el
comportamiento se mantiene a partir de consecuencias
positivas externas o ajenas al propio comportamiento.
También es cierto que las consecuencias externas
ocasionalmente pueden reforzar a las internas, y así
como un premio ocasional en dinero extra por ganar
un juego potencia el buen cumplimiento del sistema
estipulado por el técnico (de otra forma resultaría
negativo), también una felicitación de un docente, el
premio de los padres, la obtención de una distinción, o
de una beca, pueden reforzar la motivación intrínseca
de P por el estudio y su incorporación al sentido de
vida (de otra forma resultarían indeseables).
No hay que llamarse a equívocos en el anterior
planteamiento acerca del autocontrol personal. No se
trata del consuelo de “perder es ganar un poco”, pues
perder es perder, sin desconocer que “lo malo, algo
bueno trae”; pero eso es accidental; no se programa
lo malo para obtener algo bueno colateral. Es un
planteamiento transaccional, en el que proactivamente
se programa la elección en favor del sentido de vida.
Es un intercambio de hedonismo en las consecuencias,
por hedonismo más eudemonismo en los resultados;
intercambio de sonrisas al inicio por carcajadas al final.

149
TEMA 4:
EL DESARROLLO
HUMANO

Pablo Picasso
DESAMPARADOS (1903)

Museo Picasso,
Barcelona
Foto tomada de El Blog
del Museo Picasso de
Barcelona.

http://www.
blogmuseupicassobcn.
org/2012/03/el-
misterio-de-la-obra-
inclinada/?lang=es

… CUANDO NACEMOS LA BIOLOGÍA YA


HA COLOCADO CASI TODO SU APORTE A
NUESTRO DESARROLLO. LA MAYOR PARTE DE LO
FALTANTE LO COLOCA LA CULTURA … A MENOS QUE
REINE EL DESAMPARO
TEMA 4: EL DESARROLLO HUMANO

Cuando el tiempo deja de


ser oro, para ser dorado: Lo
útil, lo inútil y la motivación
intrínseca1
La motivación es esa cualidad psicológica que nos
conduce a Hacer o a No hacer algo, la cual surge
de las expectativas que nos mueven a hacerlo. Esas
expectativas determinan que las personas realicen
sus actos bajo un mayor nivel de control externo, por
ejemplo del control ejercido por las recompensas
o los castigos que el medio les administra como
consecuencia de sus acciones, o, por el contrario,
los realicen bajo un mayor nivel de control interno
autónomo, por ejemplo por la satisfacción que el acto
en sí mismo produce.
No es lo mismo “invertir” el tiempo en hacer algo con la
expectativa de que me deje una utilidad, y se cumpla
así aquello de que “el tiempo es oro”, que hacerlo por
el entusiasmo que me genera, conduciendo a que el
tiempo adquiera el tinte dorado del bienestar personal.
El desarrollo de la motivación intrínseca va de la
mano con el desarrollo humano de una persona.
Paradójicamente, nos angustia hacer cosas cuando
son aparentemente inútiles, si se las juzga a la luz del
beneficio inmediato que producen.
La presente nota busca analizar algunos principios
que rigen la generación de la motivación intrínseca a

1. http://elartedesabervivir.com/cuando-tiempo-deja-oro-dorado-lo-util-lo-inutil-la-motivacion-
intrinseca/

153
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

la luz de la Teoría de la Autodeterminación, y a evaluar


la utilidad de estas acciones en función de su impacto
sobre la calidad de vida de la persona, no siempre
traducible en gramos de oro ganados, pero sí de
felicidad y de bienestar personal, que le dan el tinte
dorado a la vida.

Time is gold, el tiempo es oro, y hay que invertirlo


aprendiendo a hacer cosas útiles, les enseñamos a
nuestros hijos desde niños. Entonces les insistimos
en la importancia de que estudien para que lleguen
a ser profesionales exitosos, los matriculamos en una
escuela de deportes para que lleguen a ser jugadores
exitosos, les compramos un instrumento musical para
que lleguen a ser músicos exitosos, o los matriculamos
en alguna actividad para que aprendan a hacer algo
que, suponemos, les sirva para ser exitosos en la vida.
Por supuesto el “éxito” tiene una medida, que por lo
general es externa a la actividad en sí misma; esa
medida de la utilidad suele ser la ganancia que la
actividad le reporte a la persona.

Escuchamos, a manera de ilustración, a un padre o una


madre que se preguntan ¿de qué sirve que mi hijo sea
buen guitarrista, si eso no le genera un solo peso para
que “pueda vivir”? ¿Para que ande tocando guitarra
y se vuelva un vago? En machistas tiempos pasados,
pero aún no superados, solían preguntarse muchos
padres acerca del estudio de sus hijas (el estudio de
las mujeres) ¿Para qué estudian, para colgar el diploma
en la cocina?

A veces les escuchamos aceptar que sus hijos(as)


hagan algo, si lo que hacen tiene una utilidad
secundaria; por ejemplo, cuando le proponen al hijo
“que se dedique a hacer deporte en vez de andar por
ahí aprendiendo vicios”. Incluso escuchamos a los
pedagogos alabar las virtudes del juego como método
154
TEMA 4: EL DESARROLLO HUMANO

que sirve de trampolín para que el niño aprenda algo,


más que por la virtud de la lúdica en sí misma que lleva
al niño a disfrutar de lo que hace.

Difícil encontrar una mejor manera de expresar la


anterior idea, que la bella forma literaria que utiliza
el escritor italiano Nuccio Ordine en su libro “La
utilidad de lo inútil” (Acantilado, 2013), cuando expresa
“Quizá sea posible reencontrar en la lúcida locura
de Aureliano Buendía la fecunda inutilidad de la
literatura. Encerrado en su taller secreto el coronel
revolucionario fabrica pescaditos de oro a cambio de
monedas de oro que después se funden para producir
de nuevo otros pescaditos. Círculo vicioso que no
escapa a las críticas de Úrsula, a la mirada afectuosa
de la madre que se preocupa por el futuro del hijo”
(p. 30). Para concluir, más adelante, con la genial
explicación de este comportamiento que da el propio
García Márquez, en Cien años de soledad, la cual cita
Ordine en su texto: “Con su terrible sentido práctico,
ella [Úrsula] no podía entender el negocio del coronel,
que cambiaba los pescaditos por monedas de oro, y
luego convertía las monedas de oro en pescaditos, y
así sucesivamente, de modo que tenía que trabajar
cada vez más a medida que más vendía, para
satisfacer un círculo vicioso exasperante. En verdad,
lo que le interesaba a él no era el negocio sino el
trabajo”.

El trabajo movido por su motor natural, la utilidad de la


actividad en sí misma; no la utilidad del producto. A eso
se refiere la motivación intrínseca.

En una entrevista concedida a la revista Arcadia,


el profesor Nuccio Ordine critica el papel actual de
las universidades que asumen un rol productor de
profesionales, que las asemejan al rol de fabricantes
155
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

de diplomas (ver la entrevista en la siguiente dirección:


http://www.revistaarcadia.com/libros/articulo/entrevista-
con-nuccio-ordine-academico-italiano-sobre-la-
sociedad/65958).

Se trata, en el fondo, de una crítica a la universidad


cuando fundamenta su valor más en motivaciones
extrínsecas de utilitarismo social, que en la motivación
intrínseca de generar pasión por el conocimiento.

En otra nota anterior me refiero a la Teoría de la


Autodeterminación (TAD) y a su propuesta acerca
de las distintas formas que puede asumir la
autodeterminación en la realización de una acción,
pues la sola decisión personal de hacer algo no
representa necesariamente autonomía, ya que puede
tratarse de una decisión propulsada por razones
completamente externas a la persona (ver la nota
titulada ¿En mi casa mando yo?). En la presente nota
deseo referirme a otro aspecto de la TAD, que plantea
el papel que juega la satisfacción de las necesidades
de autonomía, de competencia y de interacción social,
como necesidades psicológicas universales del homo
sapiens que se constituyen en el principal motor
propulsor de la motivación intrínseca y, con ella, del
desarrollo humano.
“Vive como si fueras a morir mañana”, es una sentencia
que se le ha atribuido a Mahatma Gandhi, a Agustín de
Hipona, a Martín Lutero, o, incluso, a Charles Chaplin.
Posiblemente todos ellos se refirieron a la misma
idea, de diferente forma y en distintos contextos. Una
interpretación de esa sentencia, en el contexto de
la presente nota, puede ser “trata de hacer siempre
lo que más te apasione hacer”, es decir, deja que la
motivación intrínseca, la “fecunda inutilidad”, sea el
mejor criterio que prime en tus decisiones. ¿Quién
podría arrepentirse de ocupar gran cantidad de
156
TEMA 4: EL DESARROLLO HUMANO

tiempo y de inmiscuirse en meticulosos ritos, con tal


de hacer posible el amor correspondido y bien hecho?
Comprar un naranjo en el mercado es más barato y
más práctico que cultivarlo en tu jardín; pero jamás
te aportará el conocimiento ni el deleite que conlleva
sembrarlo, rociarlo, abonarlo, verlo crecer, y dar el
fruto.
Profundizando el anterior concepto, para que la idea
de motivación intrínseca no se haga coincidir única
y ligeramente con la idea de placer, convirtiendo al
hedonismo en un criterio más de utilidad, el monólogo
socrático puede ayudarnos a discernir sobre los
tres aspectos que la TAD considera esenciales de
la motivación intrínseca: a) el nivel de autonomía
presente en una decisión (en contraposición con la
imposición abierta o soterrada que ejerce la presión
de la cultura); b) el nivel de fundamentación que la
decisión tiene sobre (y el fortalecimiento que hace
de) nuestras competencias personales, habilidades
innatas o aprendidas; y, c) el nivel de la calidad
que esa decisión introduce sobre las relaciones
interpersonales, especialmente con las personas con
las que mantenemos un nivel más significativo de
interacción cotidiana.
Sería necio pretender hacer caso omiso de la
existencia objetiva de múltiples necesidades reales,
de muy diversa índole, presentes en la vida de
cualquier persona. También sería necio desconocer
que la utilidad de muchas de las cosas que hacemos,
en especial en el campo laboral, tienen como meta
proveer los recursos indispensables para la solución
de esas necesidades. Los teóricos de la motivación
humana sugieren la importancia de que las acciones
que caen en la esfera de la motivación controlada,
por ejemplo las acciones controladas por la
obtención de un salario, coincidan en el mayor nivel
157
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

posible con la determinación propia de la motivación


autónoma.

Esta sugerencia conduce a cuestionar el compromiso


motivacional con acciones cuya recompensa externa
se obtiene al costo de violentar la recompensa interna,
recompensa asociada a la creatividad y al deleite
que aporta la realización de la acción en sí misma. La
realidad es que estas propiedades del trabajo son las
primerísimas sacrificadas por la producción en serie
propia de la sociedad industrial.

Cuando el desarrollo humano se mide con base en


criterios de utilidad, como el tradicional incremento
del producto interno bruto, el incremento de la
educación certificada con diplomas, o el incremento
de la esperanza de vida poblacional, salta a la vista
la necesidad de introducir en la evaluación otros
criterios que denotan una aparente inutilidad, tales
como el bienestar subjetivo, la satisfacción personal
con lo que se hace, la felicidad, y la ausencia de
agobio.

La realización personal en el campo espiritual, que


no debe confundirse con lo religioso exclusivamente,
pareciera ser privilegio de unos pocos con posibilidad
de discriminar entre lo estético y lo comercial.

El fiel de la balanza final que puede aportar un criterio


importante para discernir entre decidirse por la fuerza
del impulso presente en la motivación extrínseca
(la “utilidad”), y la fuerza presente en la motivación
intrínseca, sobre todo cuando ésta se encuentre
marcada por el signo de la aparente “inutilidad”,
puede ser el de tomar como argumento de elección la
afectación del bienestar subjetivo, tanto el individual
como el colectivo, resultante de nuestras decisiones de
hacer o de no hacer algo.
158
TEMA 4: EL DESARROLLO HUMANO

Y decidirnos con confianza por hacer todo lo que vaya


en favor de la mayor autonomía, del mayor crecimiento
de nuestras competencias, y del mejor estado de
nuestra interacción social, muy especialmente la
afectiva. ¿Acertaron Adán y Eva cuando eligieron entre
el impulso extrínseco (el paraíso) y el impulso intrínseco
(la manzana)?

159
TEMA 4: EL DESARROLLO HUMANO

¿El hombre nace bueno y la


sociedad lo corrompe? Los
orígenes culturales de la
motivación humana2
En una conferencia acerca de las contradicciones
entre el capitalismo y el medio ambiente, escuché al
profesor José Antonio Segrelles, de la Universidad
de Alicante, afirmar que no es así. Él no piensa que el
hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe, como
afirmaba Rousseau; piensa que el hombre nace malo y
la sociedad lo vuelve peor.
Como en todo, ni la afirmación de Rousseau, ni la de
Segrelles, encierran una verdad absoluta. Es preciso
mirar el contexto para entender el alcance de la
afirmación. Si miramos hacia la realidad que aguarda
el futuro del niño, cuyas blancas páginas mentales
se llenan poco a poco de irracionalidad a medida
que recibe las influencias sociales, Rousseau parece
tener razón. Si miramos a la realidad consumista de la
sociedad capitalista y su consecuente destrucción del
medio, a la que el que el niño empieza a rendir culto
con el excesivo consumo de pañales desechables,
Segrelles parece tener la razón.
La realidad es que el ser humano, el homo sapiens-
sapiens, no nace bueno ni malo; nace con una gran
herencia cultural que lo potencializa para ser lo uno
o lo otro, dependiendo de los fines que fija para sus
acciones y de los medios que elige para alcanzarlos.

2. http://www.elartedesabervivir.com/programas-especiales/angeles-caidos-o-antropoides-
erguidos/hombre-nace-bueno-sociedad-corrompe-origenes-culturales-motivacion-humana

161
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

Dos semanas antes, en el mismo escenario en el que


escuché al profesor Segrelles disertar acerca de la
deuda ecológica que nos está dejando como legado el
exceso consumista de la sociedad capitalista, escuché
al profesor Jorge Grau Abalo, de la Universidad de
Ciencias Médicas de La Habana, disertar acerca de
la visión psicológica sobre el desarrollo humano,
tal como éste puede conceptualizarse desde el
enfoque histórico-cultural iniciado en psicología por el
investigador Lev Vygotsky a comienzos del siglo 20 en
la antigua Unión Soviética. En esa ocasión el profesor
Grau Abalo enfatizó en el análisis sobre el origen
histórico y cultural de la motivación humana.
Eso significa que nuestras motivaciones biológicas,
psicológicas y sociales tienen ante todo profundas
raíces en el legado histórico de nuestra cultura, y en la
influencia actual del medio sociocultural. La persona
interioriza y hace suya esa influencia, se acomoda a
ella, integrándola de forma más o menos consciente
a su personalidad. Pero a la vez, en ese proceso de
adaptación, la persona no solo se acomoda sino
también asimila y transforma la herencia y la influencia
que recibe, a medida que la disgrega y la analiza,
para devolverla así transformada a la sociedad,
produciendo de esta forma los gérmenes de una nueva
cultura. Por esa razón la cultura evoluciona de manera
permanente e incesante.
Acomodación y asimilación son procesos permanentes
que dan como resultado una relativa adaptación de
la persona al medio, adaptación que es como una
espiral creciente gracias a la herencia que recibimos
del pasado a través de los artefactos o herramientas
de la cultura, en especial gracias al lenguaje, que es
el principal de todos los artefactos, el que nos permite
vivir como seres con historia, conservando y utilizando
las herramientas de toda índole que producen las
162
TEMA 4: EL DESARROLLO HUMANO

sociedades en un mundo cada vez más globalizado.


Desde herramientas ostensibles y magnas como el
computador, hasta herramientas menos visibles pero
efectivas como el viagra.

Artefactos aún menos visibles que las herramientas,


pero también muy potentes, como una ley o como un
código de policía. Artefactos sutiles como un refrán,
una canción, o el lema de moda en una sociedad.
Herramientas poderosas como una publicidad que
se repite sin cesar a través de los medios masivos.
La cultura se hace presente de múltiples formas que
requerimos asimilar para llegar a conservar algo
y a desechar lo demás, como en todo proceso de
asimilación. Porque no es posible acomodarnos a todo;
hay que asimilar por partes para poder adaptarse y
vivir.

Todo artefacto cultural tiene capacidad de control


sobre la motivación humana en la medida en que
se convierte en signo de algo a lo cual representa
simbólicamente. En la mención a los pañales que hice
al inicio de esta nota, puede considerarse que ese
artefacto es algo más que un simple pañal desechable.
Es un signo de confort y un signo de higiene. ¿Alguna
mamá de la sociedad urbana contemporánea pensaría
en usar pañales reutilizables de tela, como lo hacían
las mamás de otras épocas?

Por supuesto que eso tampoco lo permitirían los


fabricantes de pañales desechables, consorcios que
son cada vez más monopólicos y dañinos, como se
denunció en Colombia en una sonada controversia
acerca del cartel de los pañales (véase http://www.
eltiempo.com/economia/sectores/sanciones-al-cartel-
de-los-panales/16594911). Probablemente si hubiera
una fuerza social y publicitaria capaz de cuestionar
la capacidad de contaminación ambiental que tienen
163
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

estos productos, el pañal desechable podría llegar


a convertirse en signo de otro significado, de un
significado de contaminación y destrucción, contrario al
significado de confort y de higiene.

La cultura puede generar uno u otro significado; eso


depende de la capacidad que tengan quienes ostentan
el poder social, político y económico para “colocar”
el significado. ¿Es acaso casualidad que nadie
cuestionara en sus inicios a los fabricantes de cuero
que convertían los ríos en vertederos de los desechos
de su curtiembre? Pero era ese el cuero que usábamos,
y usamos, para lucir “elegantes”; por supuesto,
el significado de la elegancia lo coloca la cultura
promovida por los que pagan la difusión. Son miles los
ejemplos que podrían citarse.

Nacemos con necesidades y todas nuestras acciones


van dirigidas a metas que se relacionan con la solución
de esas necesidades. Un asunto importante para la
psicología científica es aportar criterios que permitan
diferenciar entre verdaderas necesidades universales
de la especie humana y pseudo-necesidades creadas
subrepticiamente con apoyo en la irracionalidad
humana, que encarrilan a la motivación de las
personas hacia metas que satisfacen principalmente
el interés económico de quienes crean esas pseudo-
necesidades y las mantienen artificialmente usando
medios muy poderosos, como la publicidad masiva.

Desde teorías bastante difundidas como la de la


famosa pirámide motivacional propuesta por Abraham
Maslow a mediados del pasado siglo, hasta propuestas
conceptuales contemporáneas como la Teoría de
la Autodeterminación formulada por los psicólogos
Richard Ryan y Edward Deci en la Universidad
neoyorquina de Rochester, plantean la existencia de
motivaciones biológicas, psicológicas y sociales que
164
TEMA 4: EL DESARROLLO HUMANO

dirigen la conducta de los organismos, en especial la


de los humanos, hacia metas que justifican y le dan
sentido a esas acciones.
Sin embargo, de entrada es preciso resaltar que
ninguna acción es únicamente biológica, psicológica o
social. Cualquier acción tiene propiedades que tocan
con esa triple naturaleza, por lo cual su clasificación
en alguna de esas categorías solamente es un asunto
de énfasis para entender la naturaleza prioritaria de la
meta que se propone alcanzar.
El objetivo de la presente nota es resaltar que la
cultura propia de una sociedad es la que determina en
última instancia la presencia de los significados que
cada persona le atribuye a las metas que le confieren
sentido a sus acciones, es decir, a las metas que
configuran su sentido de vida, en consonancia con la
formulación histórico-cultural propuesta por Vygotsky.
Tomar conciencia de esa determinación cultural de
nuestras motivaciones es una condición imprescindible,
no solo para poderlas controlar en lo que se refiere a
lo individual, sino para poder contribuir a la creación de
una nueva cultura, en lo que se refiere a lo social.
Un valor apreciable de la Teoría de Autodeterminación,
en comparación con la Teoría de la Pirámide
Motivacional, radica precisamente en que sugiere
el camino a seguir para dar lugar a esa toma de
conciencia que potencializa el control individual y la
transformación social. Ese camino es el que conduce
desde la motivación extrínseca hasta la motivación
intrínseca, por la vía de la internalización deliberada
de las razones o de los argumentos que le confieren
sentido a las decisiones que tomamos y a las acciones
que realizamos.
Es a través de la generación de significados y de
la creación de los artefactos correspondientes a
165
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

esas significaciones como opera la cultura creando


costumbres. Es allí, en la comprensión de esa
dialéctica entre significados y artefactos, donde tal
vez logremos entender el éxito propagandístico de
la entidad bancaria que en Colombia supo acoger y
propagar la cultura del “casa, carro y beca” como ideal
del sentido de vida. O el escaso éxito del ideal “ser
rico no es tener mucho sino necesitar poco”, cuando
se siembra en el terreno poco abonado de la sociedad
consumista.
Con seguridad, para doblegar al imperio de los
vicios culturales a la hora de resolver necesidades
o para reafirmar sus virtudes, no será necesario
proscribir la exaltación de la lujuria en los mensajes
comerciales, ni prohibir la cursilería en las revistas
del “jet set”, ni obligar a la lectura de El Capital, ni
transitar los senderos extremos que eligió el filósofo
griego Diógenes el Cínico para desdeñar a la cultura
imperante, ni el camino de austeridad sugerido por el
expresidente uruguayo José Mujica.
Será mejor aprender de ellos el método de
transformación de las significaciones que se atribuyen
a los artefactos culturales y el cuestionamiento a
su implantación a través de las costumbres. Pues
resulta más conducente, en términos de autonomía
personal y de transformación social en la forma de
resolver nuestras necesidades, la toma de conciencia
acerca del origen cultural de las significaciones y
de su transformación en motivaciones personales.
La asociación entre el palo de las significaciones
culturales y las astillas de las motivaciones
individuales, la podemos afirmar con sencillez: De tal
palo, tal astilla.

166
TEMA 4: EL DESARROLLO HUMANO

Al son que me toquen bailo:


La competencia social y la
salud mental3
Bailar al ritmo que suene es una de las condiciones
de la adaptación requerida para que la danza sea
bonita. Saber ajustarse a la situación es una de las
claves para que haya salud mental; es la clave de la
acomodación. Pero otra posibilidad importante es que
se puede escoger la música, para danzar al ritmo que
mejor vaya con uno; es la clave de la asimilación del
medio mediante su transformación. El equilibrio entre
los procesos de acomodación y de asimilación resulta
determinante del grado de adaptación obtenido.
La salud mental demanda que la adaptación tenga
niveles de equilibrio apropiados para satisfacer, de
una parte, lo que la persona se propone realizar
en su vida, o sea para satisfacer sus motivaciones;
y, de otra, que sea una adaptación adecuada a
las exigencias y las condiciones que el medio
sociocultural le impone a la persona, determinándole
límites y posibilidades a sus realizaciones. En este
marco de análisis sobre la salud mental, la presente
nota trata sobre una competencia trascendental
para que la persona logre un grado de equilibrio
adaptativo, con niveles de logro significativos; esa es
la competencia social, tan fundamental, o más, que la
competencia para la lecto-escritura o la competencia
para las matemáticas.

3. http://www.elartedesabervivir.com/programas-especiales/angeles-caidos-o-antropoides-
erguidos/al-son-que-me-toquen-bailo-la-competencia-social-y-la-salud-mental

167
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

Las definiciones de la salud mental resaltan la


noción de adaptación y la noción de equilibrio
permanentemente variable que puede existir en la
vida de una persona. Por eso se requiere establecer
con algo de precisión cuáles son los polos que
entran en tensión para dar, como resultado de esa
tensión, grados de equilibrio y niveles de adaptación
diferenciales. Mientras que la adaptación se relaciona
con el logro de metas y la obtención de bienestar
por parte de la persona, resaltándose el logro y el
bienestar en el campo de las relaciones sociales, el
equilibrio se relaciona con la solución de conflictos o
de tensiones entre fenómenos inherentes a la persona,
que no siempre logran plantearse con claridad.
La primera vez que la Organización Mundial de la
Salud reunió un comité de expertos para formular una
definición de la salud mental en 1950, la comisión
propuso que “la salud mental es una condición,
sometida a fluctuaciones debido a factores biológicos y
sociales, que permite al individuo alcanzar una síntesis
satisfactoria de sus propios instintos, potencialmente
conflictivos; formar y mantener relaciones armónicas
con terceros y participar en cambios constructivos en
su entorno social y físico”.
Desde entonces, cuando el equilibrio se buscaba en
la solución que la persona le da a algo tan incierto
y ambiguo como el conflicto entre sus tendencias
instintivas, hasta ahora, cuando el énfasis para valorar
la salud mental se coloca más sobre las soluciones
que la persona les aplica a las tensiones sociales y
culturales, los niveles de adaptación se miden a través
de los resultados de bienestar y de calidad de vida que
la persona logra para sí misma y para los demás en su
permanente interacción con el entorno físico y social.
De allí que las muestras significativas de salud o de
enfermedad mental deban buscarse en lo que sucede
168
TEMA 4: EL DESARROLLO HUMANO

en las áreas más relevantes de esa interacción en el


diario vivir de cualquier persona.

Para ilustrar este concepto de salud mental, podemos


referirnos a un campo muy relevante de la interacción
física y social que los ciudadanos debemos afrontar
en nuestra vida cotidiana en las grandes ciudades,
como es el campo de la movilidad y el transporte.
Lo que sucede en este campo de la vida cotidiana
parece estar afectando de forma significativa la salud
mental de la gente. Tomemos un ejemplo “sencillo”.
Supongamos que varias personas aguardan en la
parada del bus para desplazarse hacia su trabajo;
llega el autobús muy lleno de gente, al punto que
alguien debe someterse a molestos estrujones si
lo aborda. La tensión surge entre la necesidad de
desplazarse, y la posibilidad que ofrece el medio,
que es la de hacerlo en un autobús bastante lleno de
gente.

Tres decisiones posibles, adoptadas supuestamente


por diferentes personas, pueden ilustrar grados
diversos de equilibrio y distintos niveles de adaptación
en la solución dada a la tensión existente: a) La
persona A decide subirse al autobús, y soportar las
incomodidades que surjan. b) La persona B decide
aguardar a que pase un autobús más desocupado. c)
La persona C cambia su decisión y prefiere tomar un
taxi para desplazarse.

La persona A opta por una decisión desequilibrada,


en el sentido de que se acomoda por completo
a la posibilidad actual que le ofrece el medio, sin
opción alguna de transformarlo. Las personas B y C
logran mejores grados de equilibrio, en el sentido de
que ejercen acciones que les permiten transformar
el medio, asimilándolo para que éste se adecúe
mejor a sus expectativas. Los niveles de adaptación
169
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

alcanzados en cada caso los decide una variable


primaria, que es la de llegar a tiempo al trabajo, y
otras variables secundarias, como la frecuencia de
autobuses en esa ruta, la disponibilidad de dinero para
pagar el desplazamiento, la tolerancia personal a las
incomodidades, las consecuencias a que se expone en
caso de retraso, etc.
Posiblemente llamaríamos “desadaptadas” a
decisiones extremas, como podrían ser la de
renunciar al trabajo para no someterse al estrés
del desplazamiento diario, o la de responder con
agresiones a la ineficiencia del sistema de transporte;
tal vez consideraríamos “enfermos” (“neuróticos”,
“sociópatas”, etc.) a quienes se decidan por alguna de
esas alternativas.
En esta ilustración, el autobús lleno de gente
representa el polo del entorno físico, social y cultural
con el que la persona debe interactuar. El pasajero
representa al individuo que necesita resolver una
necesidad básica, en este caso la de transportarse.
Limitemos el concepto de bienestar al hecho de llegar
a tiempo a su trabajo, aunque de sobra sabemos que
es un hecho muy insuficiente para reflejar la calidad de
vida de la persona en ese campo de su vida cotidiana,
pero nos complicamos demasiado si tomamos en
cuenta otros asuntos como el de la seguridad, el
respeto, la comodidad, etc.
En términos abstractos, estoy tomando dos conceptos,
el de acomodación y el de asimilación, para analizar
el equilibrio alcanzado en el acto de transportarse, de
cuyo estado sobreviene la adaptación, reflejada por
el logro de la meta. Los tres conceptos (acomodación,
asimilación y adaptación) los uso con un sentido
análogo al que propone el biólogo y psicólogo suizo
Jean Piaget (1896-1980) para analizar otro asunto
diferente, que es el del desarrollo intelectual del niño.
170
TEMA 4: EL DESARROLLO HUMANO

Lo que me interesa proponer es que en cada acto


significativo que una persona realiza para darle curso
a la motivación originada en cualquier necesidad
de tipo físico, psicológico, o social, va a ser decisiva
su habilidad y su capacidad para relacionarse
con el entorno social, desplegando estrategias
de afrontamiento emocional o de afrontamiento
instrumental que le permiten asimilar el medio y/o
acomodarse a él, resolviendo necesidades individuales
y sociales de forma permanente. Este análisis
acerca de la salud mental presenta las siguientes
características que menciono en esta nota de forma
general:
1. Toma a la competencia social como una
aptitud de la persona para saber ajustarse
al medio acomodándose a él, pero al mismo
tiempo haciendo esfuerzos para transformarlo.
Eso saca la noción de salud mental del
encasillamiento que la trata exclusivamente
como un asunto de equilibrio intra-personal,
para convertirlo en un asunto de equilibrio en
la relación entre la persona y su medio.
2. Ese ejercicio de ajuste al medio exige el
despliegue de habilidades que la persona
puede aprender a lo largo de todo su ciclo vital,
no limitándose a la infancia o a la adolescencia,
habilidades que se convierten en la columna
vertebral del “saber hacer” el ajuste al medio.
En la literatura psicológica actual es común
encontrar referencia a las habilidades sociales
básicas, a las habilidades de regulación
emocional, a las habilidades de pensamiento
racional, a las habilidades para la vida, a
las habilidades requeridas en los períodos
de transición del ciclo vital, a la inteligencia
emocional, a la inteligencia social, etc.
171
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

3. Las habilidades se toman como el núcleo


que les aporta capacidad adaptativa a las
estrategias de afrontamiento emocional
e instrumental que la persona utiliza en
su permanente relacionamiento con el
medio que la rodea. Por esa razón se va a
buscar el equilibrio intra-personal más en
la capacidad adaptativa de las estrategias
de afrontamiento utilizadas en acciones
específicas de la persona, estrategias
variables y dinámicas, que en las estáticas
y cuasi-inmodificables características de su
estructura de personalidad u otras pretendidas
características psicológicas de notable
ambigüedad, incluida la misma “estructura
mental”.
4. Una estructura individual que gana en
importancia para esta visión de la salud mental
es la estructura de motivaciones personales, la
cual se convierte en la esencia constituyente
del sentido de vida de la persona. Este sentido
adquiere presencia concreta en la naturaleza
de las motivaciones físicas, psicológicas y
sociales que subyacen a las acciones de
la persona, cuyo análisis puede hacerse
con objetividad aplicándoles los conceptos
referentes al ciclo motivacional y a los
procesos subyacentes en cada fase de dicho
ciclo, así como otros conceptos, en especial los
referentes a la psicología del aprendizaje.
5. La adaptación que la persona logra al medio
se valora no solo a través de la satisfacción
que logra aportarles a sus motivaciones
personales, sino a través de la calidad de vida
lograda para sí misma y para su entorno social.
Esa calidad de vida, evaluada en términos
172
TEMA 4: EL DESARROLLO HUMANO

objetivos y en términos de bienestar subjetivo,


se convierte en el indicador último de la salud
personal, incluida la salud mental, que es
inseparable de la salud física.
La noción de competencia social permite entender
que el medio impone el son que debe bailar la
persona; pero ésta, a su vez, influye sobre el medio
para controlar, hasta cierto punto, cuál es el ritmo
que va a sonar, además de que puede mejorar
permanentemente sus habilidades individuales para
el baile, a través del aprendizaje. El logro de este
equilibrio entre motivaciones personales y realidades
socioculturales, y su nivel adaptativo evaluado en
términos de la calidad de vida personal y social que
aportan las estrategias de afrontamiento utilizadas,
se convierten en un quid muy accesible al monólogo
socrático para concluir si nuestros actos cotidianos
reflejan salud o enfermedad mental, cuáles sí y
cuáles no, algo que parece más accesible para la
investigación objetiva que la salud o la enfermedad de
nuestra “estructura mental”.

173
TEMA 4: EL DESARROLLO HUMANO

Al que le gusta le sabe:


placer (hedonismo) y
logro (eudemonismo) en el
sentido de vida4
Biológicamente estamos más preparados para hacer
lo que nos gusta que lo que nos conviene: “el pez
muere por la boca”. Las relaciones entre las partes del
cerebro encargadas de la gestión emocional y las que
se encargan de la gestión racional así lo determinan.
Nos mueve permanentemente a los seres humanos la
búsqueda del placer y la evitación del dolor; se trata
de motivaciones que muchas veces son virtuosas en
sí mismas, pero cuya calidad de virtuosismo o de vicio
la obtienen, en últimas, en función de las metas a las
cuales sirven.
La motivación no solo hace referencia a lo que le da
inicio a un comportamiento, sino a lo que lo mantiene
hasta el logro de algún resultado, es decir, la meta a
la cual se dirige; y la búsqueda de la felicidad parecer
ser la más universal de las metas últimas de cualquier
acción humana. La presente nota aborda el análisis
del sentido de vida, mirando a este concepto desde
la perspectiva de la Teoría de la Autodeterminación
(TAD), cuya descripción se inició en otra nota anterior
a la presente; de esta forma se pone en interacción el
concepto motivacional de autodeterminación con el
concepto existencial de sentido de vida.
Victor Frankl (1905-1997), neuropsiquiatra y filósofo
vienés sobreviviente del holocausto nazi, es un autor

4. http://elartedesabervivir.com/al-le-gusta-le-sabe-placer-hedonismo-logro-eudemonismo-
sentido-vida/

175
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

cuya obra constituye un referente esencial para


entender la noción de “sentido de vida”. No podríamos
asumir con igual significación el sentido que él le
imprimió a sus acciones, las cuales le permitieron
sobrevivir después del paso por varios campos de
concentración, que el sentido que le imprimieron
algunos sobrevivientes del mismo holocausto, que
también pudieron supervivir al costo de convertirse en
ayudantes de los nazis y carceleros de sus propios
hermanos.
Mientras el primero convirtió la ayuda a sus
compañeros víctimas del genocidio, y la denuncia
del mismo, en metas para buscar la supervivencia
y darle sentido a su existencia, los segundos
buscaban, y en algunos casos lograron, sobrevivir
(objetivo comprensible y legítimo) sobre las cenizas
de las víctimas, en abierta alianza con los victimarios.
Mientras el primero decidió sobrevivir en respuesta a un
amplio sentido de autodeterminación marcado por el
concepto de libertad espiritual, los segundos decidieron
supervivir en respuesta a sentimientos esclavistas,
por más comprensible que sea la motivación a la
supervivencia en tan adversas condiciones de vida,
pues aceptaban la posibilidad de la existencia propia
bajo el control de fuerzas ajenas, al costo altísimo de la
muerte de los demás.

No habría que recurrir al caso extremo del traidor


a sus hermanos para entender el sinsentido de la
supervivencia por sí misma, en ausencia de un sentido
ulterior que la justifique. En su obra emblemática
titulada El hombre en búsqueda de sentido, Frankl
propone la libertad espiritual como fundamento
para que nuestras decisiones tengan sentido y
propósito. Allí afirma: “los que estuvimos en campos
de concentración recordamos a los hombres que
iban de barracón en barracón consolando a los
176
TEMA 4: EL DESARROLLO HUMANO

demás, dándoles el último trozo de pan que les


quedaba. Puede que fueran pocos en número, pero
ofrecían pruebas suficientes de que al hombre se le
puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las
libertades humanas –la elección de la actitud personal
ante un conjunto de circunstancias- para decidir su
propio camino … Es esta libertad espiritual, que no se
nos puede arrebatar, lo que hace que la vida tenga
sentido y propósito” (cursivas en el original, editorial
Herder, duodécima edición, 1991, p. 41).

Esta acepción del concepto de libertad espiritual en


la obra de Frankl guarda una amplia similitud con el
concepto de autonomía en la TAD. En ambos casos,
la libertad espiritual o la autonomía se proponen
como una necesidad fundamental del ser humano,
que se resuelve a través del planteamiento de metas
vitales satisfactorias, en ejercicio de la libre voluntad,
y acordes con la propia personalidad, las cuales, a su
vez, llegan a convertirse en el corazón del sentido de
vida en el mediano y en el largo plazo. Por supuesto
es ideal, para el logro de la felicidad, que esas metas
sean compatibles con los gustos; la tarea de construir
esa compatibilidad convierte al monólogo socrático
en uno de los factores internos más importantes para
resolver adaptativamente las necesidades humanas,
y con ello poder obtener que en la vida propia y en el
entorno social sea más abundante la felicidad que la
infelicidad.
La TAD propone que, adicionalmente a la autonomía,
dos necesidades psicológicas innatas o universales al
ser humano son la de competencia y la de interacción
social, construyendo sobre la satisfacción de estas
tres necesidades psicológicas todo el andamiaje
que explica el logro del bienestar y del crecimiento
personal o del crecimiento social, en la medida en que
satisfacer estas tres necesidades se convierte en el
177
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

medio para el logro de metas valoradas y coherentes


con el sentido de vida. La competencia se refiere a la
propensión innata a actuar de forma efectiva o apta
sobre el medio, desempeñándose con habilidad, con el
fin de obtener resultados valorados y esperados como
consecuencia de esas acciones. La interacción social
hace referencia a la necesidad de sentirse en conexión
con otros, a quienes se ama y se cuida, y de quienes
se recibe amor y cuidado; otros a quienes se ofrece, y
de quienes se recibe, soporte o apoyo.
En la explicación de qué hacemos (con mayor o menor
logro de salud mental), y de por qué lo hacemos,
la TAD coloca como núcleo central a la búsqueda
permanente de autonomía, competencia, e interacción
social en que nos involucramos de forma natural o
innata los seres humanos. En otras palabras, lo que
hacemos no solo se explica por el placer que hacerlo
nos produce, aspecto referente al hedonismo, sino
por el sentido de autonomía, competencia (aptitud),
e interacción social (relaciones sociales) que las
metas propuestas nos generan, lo cual es el aspecto
referente al eudemonismo.
La satisfacción de las tres necesidades, no solo de
alguna de ellas, lo plantea la TAD como fundamento
para alcanzar mayores niveles de logro personal y
felicidad en la vida. Se requiere, entonces, indagar por
las relaciones que guarda con estas tres necesidades
cualquier acción que decidamos realizar, para entender
por qué esa acción puede hacernos más felices o
menos infelices. Para ilustrar y poder entender mejor
la anterior idea, aplicándola al caso del trabajo, que es
algo que ocupa buena parte de nuestras vidas, sugiero
observar el siguiente video: https://www.youtube.com/
watch?v=XEEZINWeVAQ.
En nuestra realidad social, más competitiva que
colaborativa, la cultura predominante acerca del
178
TEMA 4: EL DESARROLLO HUMANO

planteamiento de metas vitales exitosas, y, más


aún, la ausencia de cooperación social para que la
persona acceda al logro de sus metas, hacen que
suene extraño el planteamiento de la TAD acerca
de las principales necesidades humanas. Se trata
de una cultura acostumbrada a “crear” y valorar las
necesidades en reacción a los estados de déficit
o de abundancia en el consumo de productos que
responden con inmediatez a la motivación extrínseca
que rige el mercado de algo, y a tasar la calidad
de los productos que se consumen en función del
placer y del confort que ellos generan en el corto
plazo. Esta cultura necesariamente desatiende, por
“improductivas” o “innecesarias”, la manifestación,
y por consiguiente la satisfacción, de necesidades
intangibles que nutren la planificación de la vida de
forma más proactiva que reactiva, operando en función
de su impacto sobre la motivación intrínseca en el
largo plazo.
Por supuesto, esta cultura ha florecido en medio de
realidades económicas de altísimo desequilibrio,
donde, para mucha gente, “comer” no alcanza a
ser siquiera la respuesta natural al hecho de sentir
hambre, pues no dispone de la comida suficiente,
menos aún de las posibilidades de hacerlo en
condiciones de autonomía, de competencia (aptitud),
y de colaboración social, con las cuales se haría
menos probable que, al comer, “el pez muera por la
boca”. Pareciera que aguardan aún pasos evolutivos
indispensables para que el homo sapiens se asemeje
un poco más a un ángel caído que a un antropoide
erguido (si acaso eso fuera deseable).

El paso de la condición de homo sapiens a la de


homo sapiens sapiens está en plena construcción y
aguarda a que la incorporemos a través de nuestros
sentidos de vida. La motivación intrínseca del homo
179
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

sapiens contemporáneo está en exceso marcada por


el signo del hedonismo, donde la felicidad de unos
frecuentemente se alcanza al costo de la infelicidad de
otros; se requiere una mayor dosis de eudemonismo
para lograr un ascenso pleno al nivel del homo sapiens
sapiens, a mi juicio, aún en ciernes. Parece necio que
la humanidad se declare poseedora de esa condición
evolutiva por el solo hecho de su ascenso a niveles
impensados de avance científico-tecnológico, pero
en medio, aún, de realidades inhumanas de miseria,
guerra, y de malestar en general, en las que la vida
transcurre sin sentido para muchos.

El título de esta nota obliga a pensar en los conceptos


del filósofo Aristóteles acerca del deleite, el placer
y la felicidad, ampliamente tratados en su libro Ética
para Nicómaco. La tarea de hacer predominar la
racionalidad en las decisiones de acción no es sencilla
para el monólogo socrático. Pero la racionalidad se
erige como el más importante factor interno que puede
conducirnos hacia el planteamiento de metas que
sean compatibles con la felicidad propia y la de los
demás, confiriéndole a nuestras acciones un sentido de
trascendencia que supere, mediante el logro a largo
plazo, la inmediatez del placer obtenido en el corto
plazo.

Sentido de vida y trascendencia se vuelven, así,


sinónimos en este planteamiento, en el que
conceptos como el de “autocontrol” se nutren con
nuevas nociones, las nociones del sentido de vida,
en las que la renuncia a algo en el corto plazo se ve
compensada con logros mayores en el mediano y en
el largo plazo.

La realización del sentido no implica necesariamente


la pérdida del placer, pueden darse los dos
simultáneamente, lo cual sucede, de acuerdo con la
180
TEMA 4: EL DESARROLLO HUMANO

TAD, en la medida en que se consigue satisfacer de


mejor forma las necesidades psicológicas universales
de autonomía, competencia y colaboración social,
fuente nutriente principal de la motivación intrínseca.

181
TEMA 4: EL DESARROLLO HUMANO

Aunque se vista de seda


¿mona se queda?: la
motivación humana y la
crisis del humanismo5
Desde que el género humano aparece sobre la
tierra, comienza a dirigir su existencia en dirección
al logro de propósitos, guiado inicialmente por una
motivación reactiva a partir de las necesidades que
comparte con los demás géneros y especies no-
humanos, particularmente necesidades primarias
de alimentación y de seguridad que le garanticen
su existencia. Pero avanzando sobre las demás
especies, gracias a sus capacidades cognitivas, la
motivación del homo sapiens trasciende hacia la
satisfacción de necesidades secundarias de tipo
psicológico y de tipo social, de una forma más
proactiva que reactiva.

Cuando se viste proactivamente de seda (no cuando la


disfrazan) la mona ha dejado de serlo, para convertirse
en persona. Los humanismos teóricos buscan validar
los propósitos o motivaciones de tipo secundario que
se consideran específicamente humanos. La presente
nota se propone analizar el contexto evolutivo que
enmarca la adaptación o, a la inversa, la crisis de
los planteamientos humanistas, subrayando que su
mayor valor lo encontrarán en la medida en que logren
promover las condiciones para que todos los seres
humanos obtengamos la mejor satisfacción posible de

5. http://elartedesabervivir.com/aunque-se-vista-seda-mona-se-queda-la-motivacion-humana-
la-crisis-del-humanismo/

183
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

las necesidades psicológicas y sociales que dan origen


a los principales propósitos que le confieren sentido a
nuestra existencia.
La situación del panorama evolutivo y de la lucha
por la existencia cambió radicalmente con el
advenimiento de homo sapiens, especie conformada
por homínidos que desarrollaron unas capacidades
cognitivas superiores a las de cualquier otra
especie, particularmente una capacidad lingüística
de comunicación que lleva a sus conglomerados a
constituirse en sociedades con historia, y a desarrollar
una espiral inacabable de propósitos que incorporan
y superan los propósitos de sus ancestros. El
historiador israelí Yuval Noah Harari hace una exquisita
descripción de este proceso evolutivo en el libro “De
animales a dioses” (2015, Penguin Random House
Grupo Editorial).
Con la aparición de sapiens inició una carrera
interminable de desarrollo humano que empezó
por colocar a homo sapiens en el primer lugar de
la cadena alimentaria, y se continuó a través del
planteamiento ilimitado de metas humanas, dirigidas
al propósito de mejorar su calidad de vida, satisfacer
sus pseudo-necesidades, y mantener su felicidad. Se
trata de una sucesión ilimitada de propósitos que se
desarrollan en espiral de generación en generación,
para una especie que se hizo dominante sobre la
tierra. Es una carrera motivacional en la que el ser
humano plantea una sucesión sinfín de nuevas metas
para cada individuo de la especie, que madura y crece
viviendo cada vez más años, sometiendo a dominio
al resto de la naturaleza, incluidos sus congéneres,
siempre para procurarse, principalmente, el máximo
logro de sus expectativas y designios propositivos
como persona individual, y, solo secundariamente,
como especie.
184
TEMA 4: EL DESARROLLO HUMANO

Con la presencia de sapiens, la forma y el contenido


de la existencia sobre la tierra cambiaron radicalmente.
Apareció una especie humana dotada de una
naturaleza biológica particular, con una capacidad
cerebral superior a la de las demás especies. Dotada
también de una naturaleza psicológica que se
materializa en una capacidad cognitiva suficiente para
conocer y dominar las leyes de la naturaleza física.
Y dotada de una naturaleza social que le permite
conformar conglomerados que se rigen por las leyes
que el propio sapiens determina y, sobre todo, con la
capacidad para generar una cultura, caracterizada
por la producción de artefactos, y para generar una
historia, caracterizada por la posesión de los artefactos
producidos por generaciones anteriores.

Es aquí donde adquiere significación hablar del


humanismo propiamente dicho, como conjunto de
normas éticas dirigidas a garantizar que sapiens, como
especie, y cada persona, como individuo de esa especie,
logren satisfacer su espiral inacabable de necesidades
y de pseudo-necesidades transformadas en metas.

Los propósitos a los que sirven esas metas no


solo giran en torno a la resolución de necesidades
primarias, como son las necesidades fisiológicas, sino
también de necesidades secundarias generadas por
la propia especie, que son necesidades exclusivas
de ella, no manifiestas en las demás especies no-
humanas, o por lo menos no manifestadas en el mismo
grado que expresan en la especie sapiens. Se trata de
necesidades secundarias, tales como las necesidades
psicológicas, inmanentes a la autorrealización de la
persona, y las necesidades sociales inmanentes a la
realización creciente de la especie.

Necesidades psicológicas como las de autonomía, de


competencia o aptitud para el dominio del medio, y
185
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

necesidad de interacción social, sobre todo a través de


la crianza en familia, de la distribución del trabajo en
la producción de artefactos, y de la socialización en la
apropiación de esos bienes. O necesidades sociales
tales como las de justicia, de libertad de asociación,
libertad de credo, libertad política, libertad económica,
libertad sexual, etc.
El surgimiento de estas necesidades exclusivas confiere a
homo sapiens una nueva propiedad que solo pertenece
a su especie: la de no solo regir su vida de forma reactiva
alrededor de resolver las necesidades primarias, sino la
de darle a su existencia un sentido superior, que él mismo
construye de forma proactiva en torno al planteamiento
de motivaciones secundarias. El sentido de vida
representado por estas motivaciones constituye una
característica existencial exclusiva del ser humano.
El humanismo adquiere entonces significación como
propiedad de la convivencia entre los miembros de
una especie que domina la naturaleza a su antojo,
ciertamente sin piedad y con poco cuidado por la
preservación del ecosistema y de las especies no-
humanas, mediante la promulgación y el sostenimiento
de valores propuestos por los mismos humanos para
garantizarles la realización del sentido a sus vidas. Se
trata de construcciones éticas artificiales del propio ser
humano, al servicio de los propósitos que les confieren
sentido a su existencia. Si en la generación Obama se
consideró humanista reducir el uso de los combustibles
fósiles, en la generación Trump lo “humanista” empieza
a ser su incremento.
El ser humano es permanentemente activo, creador e
innovador y gracias a su capacidad cognitiva y a su
naturaleza social ha logrado generar la existencia de
una cultura, que se caracteriza por la producción de
artefactos que le permiten un manejo progresivo de todo
lo existente para colocarlo al servicio de sus propósitos.
186
TEMA 4: EL DESARROLLO HUMANO

Y en esa propiedad de tener propósitos que le dan


sentido a su existencia podríamos cifrar la suficiencia o
la crisis del humanismo. En pocas palabras, podríamos
decir que el humanismo que profesa un conglomerado
social es suficiente en la medida en que permite y
facilita la realización de los propósitos que manifiestan
sus individuos, y en la medida en que el cumplimiento
de estos propósitos individuales impulsan el
crecimiento de los propósitos colectivos.
Si ese es el parámetro para juzgar la adaptación del
humanismo que profesa un conglomerado social,
entonces tenemos que afirmar que el humanismo está
actualmente en crisis en la mayor parte del mundo.
Lo cual no sería ninguna rareza, dado el carácter de
crisis cíclica en que el desarrollo de la humanidad ha
colocado al propio ser humano de forma intermitente.
Homo sapiens desde que apareció sobre la faz de la
tierra ha llevado a la crisis y a la destrucción a otras
especies humanas como homo neanderthalis, homo
erectus, homo soloensis, y otras más. Entonces no es
raro que homo sapiens también lleve a la crisis, y, ya
casi no hay duda, también a la destrucción, al propio
homo sapiens. Si la crisis cíclica del humanismo ha sido
una crisis relativa, la crisis generada por una eventual
destrucción de la especie será la crisis absoluta.
El humanismo podrá tener períodos en que se
encuentre libre de crisis si permite la realización de los
propósitos o de los sentidos de vida que producen la
felicidad de todos, o de la gran mayoría de individuos
de una sociedad, para lo cual será preciso que logre
satisfacer las necesidades de sus miembros. Se
da por descontado que una condición básica para
la adaptación de cualquier corriente humanista es
que promueva la satisfacción inobjetable de las
necesidades primarias de alimentación y de seguridad
de todos los miembros de la especie. La presencia de
187
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

cualquier objeción a la satisfacción de las motivaciones


primarias lleva a la crisis inmediata de la corriente
humanista prevaleciente en una sociedad; el valor del
humanismo no admite objeciones al respecto de las
necesidades primarias.

Lamentablemente el humanismo subyacente a


muchas de nuestras Constituciones Políticas no parece
alcanzar a cumplir esta condición ineludible. Y no se
trata de que la incumplan como algo excepcional, a
juzgar por el tamaño y las manifestaciones intensas de
la protesta social actual en Colombia y en el mundo.

Se discutirá cuáles son las necesidades secundarias


exclusivas de la especie humana. Existen teorías
diversas; en estas notas he venido exponiendo la
Teoría de Autodeterminación y su propuesta acerca
de las necesidades psicológicas innatas y universales.
También será permanente, y mayor aún, la discusión
acerca de cuáles son, y de las formas que deben
asumir, los procesos sociales y culturales generadores
de necesidades esenciales, cuyas soluciones sean
cruciales a efectos de promover el desarrollo humano.
¿Son estos procesos los referentes a la crianza, al
trabajo, a la salud, y a la interacción social? ¿A la
sexualidad? ¿Son otros? ¿Cuáles? ¿Qué formas deben
asumir? ¿Qué es lo que diferencia a una verdadera
necesidad humana de una pseudo-necesidad? Allí se
plantean los problemas y las interrogantes para el
monólogo socrático personal, y para la investigación
científica humanista social.

La ruta del desarrollo humano a futuro bien podría ser


la del amor, como lo proponen algunos conglomerados
formados en torno a principios que propugnan por un
sapiens-sapiens que domina la naturaleza en beneficio
de todos, pero también en beneficio de la naturaleza
y de su preservación. O la ruta de la producción de
188
TEMA 4: EL DESARROLLO HUMANO

un super-sapiens, no ya por selección natural sino por


selección de la inteligencia artificial, como lo proponen
los propulsores del ciborg, cuya existencia tal vez
tendrá posibilidad en otro planeta diferente a la tierra.

Para entonces el humanismo habrá adquirido otras


formas, que no serán como la del código de los 30
derechos proclamados por la Declaración Universal
de los Derechos Humanos, que ya da señales de
obsolescencia en la época del humanismo neoliberal.
Quizá el mejor ajuste ético posible sea el de un
humanismo que siga la ruta que trace el conocimiento
científico acerca de las leyes naturales que gobiernan
cualquier hecho, humano o no-humano.

Si el hijo de gato caza ratones, el hijo de sapiens


caza de todo. Pero así como su capacidad cognitiva
puede llevar al humano a realizar exabruptos como
la amenaza nuclear, también es posible que lo lleve a
producir el desarrollo en beneficio de todos. La tarea
parece bastante complicada; como afirma Harari,
la tolerancia no parece ser una de las marcas de
fábrica del sapiens; mucho menos lo es la equidad en
la repartición de las riquezas, o en el suministro de
oportunidades de desarrollo para todos.

Más que la sola tolerancia, la competencia social,


entendida como la aptitud para realizar nuestras
motivaciones y facilitar la satisfacción de las
motivaciones de los demás en contexto sociocultural,
constituye un reto para la educación nuestra y de
nuestros descendientes, en pro de un humanismo
más adaptado a la esencia humana. La tarea suena
importante; así lo sugieren quienes proponen, como
primera meta del humanismo, la de hacer más
humanos a los seres humanos. ¿Lo lograremos antes
de que sapiens entre en fase de cuidados paliativos,
previa a su desaparición?
189
TEMA 4: EL DESARROLLO HUMANO

Todos para uno y uno para


todos: pero ¿quiénes son
“todos” y quién es “uno”?6
Como en el lema “todos para uno y uno para todos” de
los tres mosqueteros, la famosa obra del escritor francés
Alejandro Dumas (1802-1870), no pueden ser ajenos los
intereses individuales ni los intereses colectivos para
la motivación humana. Las motivaciones individuales
tienen un origen colectivo a través de la implantación y
transformación cultural de significaciones que cualquier
sociedad realiza, en algunos casos sutilmente, y, en
otros, de forma abierta y ostensible.
La cultura de la corrupción que campea en nuestras
sociedades e inunda los titulares de las noticias
diarias parece señalar que el lema motivacional de
los tres mosqueteros se transformó sutilmente en
“TODO para uno y uno para TODO”; en el primer
caso para acaparar codiciosamente las riquezas (de
forma legal o ilegal); en el segundo para erigirse en el
“elegido” llamado a dominar a los demás. El “uno” de
algún campo es el D´Artagnan que la élite dominante
imponga a través de sus influyentes y poderosos
medios masivos, convirtiéndolo(a) en el (la) alfa de
moda en dicho campo. Esas distorsiones han conducido
necesariamente a la implantación de un individualismo
extremo. La presente nota trata esta temática,
proponiendo al desarrollo humano como el fiel de la
balanza que permite equilibrar y buscar solución a las
contradicciones entre lo individual y lo colectivo.

6. http://elartedesabervivir.com/todos-para-uno-y-uno-para-todos-pero-quienes-son-todos-y-
quien-es-uno/

191
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

“UNO” es cualquier persona, hombre o mujer, y


“TODOS” es el conjunto de influencias sociales y
culturales con las que esta persona debe interactuar.
Aparentemente resulta fácil comprender de qué se
trata. Pero basta con hurgar un poco dentro de cada
una de estas dos entidades, y, más aún, dentro de
sus interacciones, para que el asunto empiece a
complicarse.
“UNO” soy yo, pero también es mi hermano, mi amiga,
mi vecina, el presidente, el dueño, el empleado, cada
persona. ¿Están TODOS al servicio de cada UNO? ¿Cuál
es el UNO más importante de todos? “TODOS” puede
ser el conjunto de habitantes de mi ciudad, los de mi
país, los de mi familia, los de mi barrio, o los del mundo.
¿Al servicio de cuál de TODOS se encuentra UNO? La
globalización, las redes sociales y la internet hacen
que el asunto se complique más. ¿Cuál de los muchos
tweets que recibo representa a “TODOS”? ¿Cuántos
“me gusta” debe recibir un tweet de “UNO” para
poderse considerar alguien medianamente importante?
“UNO”, como persona, es un organismo de la
especie homo sapiens, que posee, además de esa
naturaleza biológica, una naturaleza psíquica en la
que resplandece el alto desarrollo de la capacidad
cognitiva en comparación con las especies no-
humanas, y una naturaleza social en la que
resplandece la recepción de un inmenso aporte
histórico-cultural proveniente de “TODOS”, el cual
condiciona cualquier posibilidad para el propio
desarrollo de UNO, en cualquier área de la vida
(laboral o afectiva).
Así las cosas, si UNO es una persona, TODOS es
una cultura. Algo en lo cual esa cultura va a resultar
determinante para la persona es en el planteamiento
que cada UNO adopte para darse a sí mismo(a) un
sentido de vida, unas metas, unas motivaciones que lo
192
TEMA 4: EL DESARROLLO HUMANO

muevan a ocupar su tiempo, a buscar relaciones con los


demás, o a trabajar hacia el logro de algún resultado.

En este planteamiento, “todos para uno” significa que


la cultura, cada vez menos local y más universal, se
convierte en el punto de inicio para la formación de
la personalidad y de las motivaciones individuales.
Miramos alrededor, observamos a los modelos, y
preguntamos a los demás, antes de proponernos algún
objetivo o de perseguir algún resultado. Dependemos
de la cultura más que del aire que respiramos. La
necesidad creciente de aprobación por parte de los
demás y el miedo creciente al fracaso, que paraliza las
iniciativas, así parecen demostrarlo.

Por otra parte, “uno para todos” significa que en la


respuesta que proporcionen los demás nos basamos
para tasar el valor de lo que hacemos. De nuevo,
claro está, la propia cultura condiciona cuáles son
las respuestas a las que debemos darles atención,
quién es valioso, qué tanto, y quién no lo es. Los
medios masivos poderosos seleccionan lo que “vale
la pena” adoptar para modificar o fortalecer la cultura
imperante; esto medios crean al vaivén de sus propios
intereses algunos ídolos (machos y hembras alfa) que
puedan servir de modelos, y se los devuelven a la
masa para que los observen, los adoren, y traten de
imitarlos. No importa a cuál campo de la vida estemos
haciendo referencia; igual en el deporte, en la ciencia,
en las finanzas, en la política, en el arte, el mundo
actual parece hecho para los(as) alfa; los demás
vivimos de, y para, ellos(as).

Todo esto parece estar bien. Nadie podría oponerse a


que se recompense más al mejor talento. Es “natural”
que se pague mejor por lo que la gente más compra y
por lo que la gente más está dispuesta a pagar. ¿Cuál
es el problema? Parece que ése es, precisamente, el
193
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

problema. Que el mercado, el consumo, la compra y


venta de bienes, se convirtió en el fiel de la balanza
para determinar lo que resulta importante para la
cultura, es decir, para UNO y para TODOS.

En otras palabras, el consumo, para lo cual resulta


imprescindible el dinero, pasa a convertirse en el
factor determinante de “lo que vale la pena”. Por eso,
lo que vale la pena no es “ser mejor”; lo que vale la
pena es “ser EL mejor”, porque “el mejor” es el que
produce más dinero. Tal vez por esa razón no parece
importante que UNO se compare consigo mismo para
evaluar si es mejor que antes; parece más importante
que se compare con TODOS, con los demás, para
evaluar si ya es EL mejor, o todavía le hace falta
algo para serlo, no importa qué, con tal de que logre
catapultarlo hasta el lugar del mejor. La cultura
proporciona la unidad de medida para tasar qué tanto
vale lo que UNO hace; esa unidad de medida es el
consumo que TODOS puedan hacer de lo que UNO
produce.

En una nota anterior había afirmado que las


motivaciones individuales son como “astillas” tomadas
del “palo” de las significaciones culturales que se
implantan en una sociedad a través de las costumbres.
Ilustrando la anterior afirmación con un ejemplo, si
la cultura imperante en alguna sociedad le asigna
significación de poder al carro, tener carros lujosos se
convierte en una costumbre que motiva a tener esos
carros a los miembros de esa sociedad; más aún si los
“alfa” de esa sociedad (tanto machos como hembras)
así lo hacen, lo cual refuerza la potencia del significado
cultural que ha llevado a implantar alguna costumbre:
Carro lujoso significa poder y motiva a la gente a
realizar las acciones que tenga que realizar (lícitas o
ilícitas) con tal de obtenerlos.
194
TEMA 4: EL DESARROLLO HUMANO

Las publicaciones diarias presentan ilustraciones casi


divertidas de la forma en que masivamente se implanta
una costumbre que alimenta al colectivo consumista,
mostrando a un alfa (ej. el mejor jugador de fútbol del
momento) que consume algún artefacto cargado de
significación, trátese de significación de poder (como
un auto lujoso), o de significación sexual (como una
prenda de ropa interior). Todo esto, claro está, con el
generoso patrocinio de los fabricantes de carros y de
los fabricantes de ropa interior. Finalmente, muchos en
la manada seguirán al alfa, y eso producirá dividendos.

En la dialéctica entre cultura y persona, de la cual


surgen las motivaciones colectivas y las motivaciones
individuales, “todos para uno” parece significar
que la persona se convierte en un receptor de
la producción mundial de “bienes”, en un simple
consumidor. “Uno para todos” parece significar que
la persona desempeña sus múltiples roles y cumple
sus identidades motivacionales convirtiéndose en
un proveedor para el mayor consumo posible: se es
profesional exitoso si se gana “buen” dinero; se es
buen padre si se tiene capacidad para proveerles
dinero a los hijos, para que a su vez consuman más;
se es mejor cónyuge si se tiene la capacidad para
proveerle a la compañera o al compañero el dinero
requerido para un mayor consumo; vale la pena hacer
lo que más se vende, etc.

Según el decir popular, en algunas culturas lo que más


se vendía era el pan caliente; esto parece haberse
transformado en la actualidad, pues a tempranas horas
de la mañana se ven más peluquerías funcionando que
panaderías, lo cual parece indicar que el look se vende
ahora más que el pan caliente.
No quiero prejuzgar simplista y maniqueamente
si alguna costumbre impuesta por la cultura está
195
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

bien o mal. Observo el gozo de muchos que, a


pesar de la incomodidad en el atiborramiento del
transporte colectivo, consumen con ansia minutos
de sus celulares, entretenidos en comunicaciones
aparentemente divertidas. Ciertamente, no es válido
afirmar que “todo tiempo pasado fue mejor”, pues
la cultura del consumo nos ha colocado frente a
interesantes desarrollos.
Me atrevo a afirmar que si nos preguntamos por el
estado de nuestra autodeterminación, podremos
obtener algunas respuestas que nos permitan evaluar
qué tanto nos “aplasta” la cultura, qué tanto estamos
sirviendo de idiotas útiles para una cultura inútil, o
qué tanto sabemos colocar el aporte de la cultura, el
aporte de TODOS, para favorecer la mayor autonomía,
la mejor competencia y desarrollo de las habilidades
personales, y la mejor interacción social de UNO,
retribuyéndolo con algo de transformación cultural
para buscar también un mejor bienestar de los demás.

El desarrollo humano de TODOS y de UNO podría ser


un mejor criterio que el consumo de todo por parte de
uno para tasar el avance o el atraso de una costumbre
cultural.
El monólogo socrático puede aportar un camino para
la transformación del homo sapiens en un auténtico
sapiens-sapiens si nos permite identificar, y, luego,
integrar a nuestra autodeterminación, nuevos valores
colectivos que toquen a las costumbres individuales
en algún sentido que sea favorable para el desarrollo
humano, tanto el individual como el colectivo, rescatando
de nuevo el colectivista “todos para uno y uno para
todos”, que la cultura consumista convirtió sutilmente en
el individualista “todo para uno y uno para todo”.
Pero creo que esta nota sigue dejando varias
preguntas sin responder; por ejemplo: ¿Dónde
196
TEMA 4: EL DESARROLLO HUMANO

ubicamos, o quiénes son, TODOS los que nos afectan?


¿Qué es el desarrollo humano de UNO? ¿La cultura lo
es TODO, o es apenas la síntesis de todo? ¿Cómo es
que la cultura colectiva se mete a nuestra casa para
moldear nuestros gustos y preferencias? ¿Son los(as)
alfa buenos líderes?

197
EPÍLOGO

Epílogo
Escribir las 27 notas sobre motivación humana inclui-
das en el presente libro fue una acción que también
estuvo sometida a su propio ciclo motivacional.
Tuvo su inicio en un motivo. La ocasión fue una invita-
ción que me formuló Walter Riso para escribir una co-
lumna en la página web Phrónesis. Yo percibí esa oca-
sión como un medio favorable para hacer algo que me
atraía, que era hacer un escrito de divulgación popular
sobre el tema de la motivación humana. Un buen ami-
go, autor de varios libros de tipo científico, me exhortó
a hacerlo y me sugirió que finalmente podría convertir
en un libro esos escritos espaciados.
Haber sido profesor del curso de motivación en la ca-
rrera de psicología me suministraba un amplio conoci-
miento del espectro de temas que podría incluir en los
escritos, y me indicaba la vía de consultas bibliográfi-
cas que debía seguir para darles a los escritos un su-
ficiente respaldo en hechos demostrados y en teorías
científicas sobre la motivación humana. Visualizaba
ese trabajo como algo que podría ser benéfico para
bastantes personas, pero sobre todo como algo que
me resultaba atractivo y placentero. Por eso me
decidí a hacerlo. Podría decir que era una auténtica
motivación intrínseca lo que me movía a hacerlo. Nun-
ca lo vi como algo que me podría proporcionar dinero,
prestigio, o algún otro bien externo.
En el camino de producir los escritos recibí soporte,
pero también presión social. Soporte, porque algunos
colegas me daban buena información de retorno sobre
el contenido y la forma de los escritos. Tengo que men-
cionar aquí al psicólogo Luis Fernando Zamora y al filó-
sofo Adolfo Lamilla Cuenca, quienes fueron colegas y
199
¿ÁNGELES CAÍDOS O ANTROPOIDES ERGUIDOS? EL ENIGMA DE LA MOTIVACIÓN HUMANA

amigos que de forma sistemática me suministraron ese


retorno a todas mis notas.
Recibí presión, pues algunos consideraban que al no
tratarse de escritos científicos, producidos para revis-
tas científicas, se incurría en el riesgo de banalizar los
temas. Por eso me cuidé siempre de hacer a través
de las notas solamente afirmaciones que resistieran
el cuestionamiento de los especialistas en el tema,
respaldándome para hacerlas en producciones experi-
mentales y en teorías científicas.
Un mes o un poco más por nota fue un plazo suficiente
para pensarla, fundamentarla, escribirla, modificar-
la, consultarla, etc. En realidad fue un plan bastante
bueno para darle autorregulación a esta acción. Ir
publicando cada nota, recibir conceptos, opiniones,
unas formales a través de correos, otras informales, fue
suficiente para conocer y atender al interés de lo que
los lectores me pedían hacer. Fue fácil adoptar una
orientación de acción, pues escribir cada nota se me
convirtió en algo placentero. Y ya sabemos que “al que
le gusta le sabe”. Por eso fue fácil asimilar el costo.
Creo que hay temas que ameritarían un tratamiento
más amplio. Por ejemplo el referente a la biología de
la motivación. Ojalá encuentre la ocasión para abor-
darlos. Por ahora los dos temas que más me siguen
interesando son los de la autodeterminación y el del
desarrollo humano.
Supongo que algunos desearían tener una bibliografía
más amplia que la suministrada a través de estas no-
tas. A ellos los invito a consultar mi artículo titulado “la
intencionalidad de la acción en el proceso motivacio-
nal humano”, que apareció publicado en la revista cien-
tífica Psychologia, Avances de la Disciplina, Vol. 12 No.
2, 2018, pp. 115-135. Las referencias bibliográficas que
allí se proporcionan son bastante numerosas en torno
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EPÍLOGO

a los diversos temas tratados en este libro. El artículo


puede descargarse libremente en la página web de la
revista, en la siguiente dirección: https://revistas.usb.
edu.co/index.php/Psychologia/article/view/3973/3242

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