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Gonzalo Palermo
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Por qué hay que leer a Onetti, vigente a 110 años de su nacimiento https://www.elobservador.com.uy/nota/por-que-hay-que-leer-a-one...
Elegí tu plan
“Díaz Grey debería tener los ojos cansados, con una pequeña llama inmóvil, fría, que rememoraba la desaparición de la
fe en la sorpresa. Y tal como yo estaba mirando la noche de lento viento fresco, podía estar él apoyado en una ventana
de su consultorio, frente a la plaza y las luces del muelle”. En este fragmento de La vida breve (1950) está condensada
buena parte de la narrativa de Juan Carlos Onetti. Juan María Brausen, el narrador, recibe el encargo de escribir un guión
de cine –“que interese a los idiotas y a los inteligentes”, le dice su socio– y lo primero que le viene a la mente es un
médico, Díaz Grey, mirando hacia la plaza de una ciudad imaginaria de provincias llamada Santa María. Onetti ejecuta
así una puesta en abismo –Onetti crea a Brausen; Brausen crea a Díaz Grey– por entonces inédita para la literatura
latinoamericana, alterando el concepto mismo de novela realista, buscando ya no representar la lógica de la realidad
exterior sino la de la propia dcción, y exponiendo así el artidcio mismo de la escritura al escribir sobre un personaje que
imagina a otro. Ni bien Brausen descubre a Díaz Grey, empieza a disolverse en esa fantasía hasta casi extinguirse en
ella.
En el acto, por otra parte, el escritor uruguayo funda Santa María, el espacio dccional en el que transcurrirá parte
importante de su obra, a un tiempo identidcable e impreciso, descendiente directo del condado de Yoknapatawpha de
2 de 3William Faulkner y hermano mayor del Macondo de García Márquez. Pero mientras estos dos últimos se inspiran en29/6/19 19:03
Por qué hay que leer a Onetti, vigente a 110 años de su nacimiento https://www.elobservador.com.uy/nota/por-que-hay-que-leer-a-one...
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