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Ü ¿Miedo o Fobia?
Los problemas para los que padres, maestros y otros responsables solicitan con mayor frecuencia tratamiento
psicológico son: 1) Trastornos del Aprendizaje y la problemática relacionada con el Fracaso Escolar. 2) Trastornos
Exteriorizados como el oposicionista desafiante. 3) Trastornos Interiorizados corno la fobia específica.
El miedo es un fenómeno propio de la infancia. Si un adulto no puede dormir ni quedarse solo a oscuras, su
pareja calificaría el miedo de patológico, sin embargo, esa misma persona no consideraría problema que su hijo de 4
años le pidiera que le dejara la luz encendida.
La significación clínica del miedo en la infancia se ha subestimado sobre la base de 3 argumentos:
1. Carácter Transitorio: Los miedos infantiles son pasajeros y remiten espontáneamente con la edad. El miedo a
los seres fantásticos, como brujas o zombis, se extingue fruto del desarrollo cognitivo.
2. Intensidad Leve: Los miedos infantiles son de menor magnitud. Las respuestas cognitivas, por ejemplo
preocuparse por perder el control y gritar o anticipar que se va a quedar atrapado en el ascensor, son menos
frecuentes.
3. Naturaleza Evolutiva: Los miedos infantiles aparecen, alcanzan la cima y desaparecen siguiendo un patrón
característico. El miedo a la oscuridad surge hacia los 2-3, es muy común a los 4-6 y declina a los 7-9 años.
Teniendo en cuenta que la edad media de comienzo de la fobia específica es 7-11 años y que en la mayoría de
los casos se inicia antes de los 10 años, es importante distinguir entre:
• Miedo Evolutivo: Remite con el paso del tiempo sin necesidad de intervención.
• Miedo Patológico: Perdura en la adultez y requiere tratamiento psicológico
El niño y los padres reconocen más fácilmente los estímulos desencadenantes del miedo que los de la ansiedad.
La “Fobia Específica” presenta 2 características que la diferencia del miedo y justifican la aplicación del tratamiento:
1. Respuesta Desproporcionada:
⇒ A pesar de que los estímulos fóbicos sean inofensivos, no supongan una amenaza objetiva, el niño reacciona del
mismo modo que en situaciones de peligro real. Ej.: el miedo a los leones es apropiado mientras que el miedo a
las palomas carece de sentido y se conceptualiza como fobia animal.
⇒ En otras ocasiones el estímulo fóbico no es completamente inocuo y encierra cierto riesgo. Ej.: posibilidad de
experimentar dolor en una intervención odontológica, es normal cierto grado de miedo y solo se considera fobia
dental cuando la intensa reacción impide el tratamiento médico y afecta negativamente a su salud buco-dental.
2. Respuesta Desadaptada:
⇒ El malestar, la preocupación y el comportamiento temeroso interfieren en la vida del niño y repercuten
negativamente en su desarrollo personal, ambiente familiar, rendimiento académico y/o las relaciones sociales.
Por tanto, la Fobia Específica se define: como un patrón “complejo” de respuestas emocionales negativas, de
los sistemas psicofisiológico, cognitivo y motor, que son desproporcionadas y desadaptadas, provocadas
por la presentación o anticipación de estímulos externos: perros, ratas, serpientes, arañas, tormentas, alturas,
agua, sangre, heridas, inyecciones, médicos, ladrones, autobuses, túneles, puentes, ascensores, aviones, etc.
è Un criterio exigido para diagnosticar fobia específica es la persistencia de la alteración emocional como
mínimo durante medio año. Este requisito, muy útil para no reclutar falsos positivos y mejorar la calidad de la
investigación. Es menos importante en la clínica, donde el tratamiento psicológico se debe proporcionar siempre
que la respuesta emocional negativa sea desproporcionada y desadaptada.
2. Clasificación.
El DSM-5 clasifica las fobias específicas en 5 grupos:
1) Fobia Animal: animales como serpientes, insectos o perros.
A su vez es posible establecer subgrupos: animales depredadores (tigre, lobo, tiburón, etc.), animales
repugnantes (rata, cucaracha, serpiente, etc.), animales domésticos (perro, gato, paloma, etc.), animales
invertebrados de pequeño tamaño (araña, avispa, escarabajo, etc.).
2) Fobia Natural: fenómenos como precipicios, tormentas o agua.
Es distinta la fobia a la oscuridad relacionada con el daño físico, de la asociada a la ansiedad por separación.
o Relacionada con el daño físico: un ligero ruido por la noche funciona como estímulo fóbico y aumenta el
temor del niño, porque cree que un criminal avanza sigilosamente para agredirle.
o Asociada con la ansiedad por separación: el sonido de pasos es una señal de seguridad que tranquiliza al
niño, porque piensa que es su madre quien se mueve por la casa y no se siente abandonado.
Esta diferencia hay que tenerla en cuenta al elaborar la jerarquía para el tratamiento.
3) Fobia Sangre-Inyección-Daño: relacionada con dolor, agujas, heridas y procedimientos médicos invasivos.
2.3. En Vivo.
Es común empezar en la clínica bajo la supervisión del terapeuta, continuar en casa con la colaboración de los
padres (entrenados), y opcionalmente acabar en diferentes contextos naturales bajo la supervisión de otras personas
para promover la generalización. Se inicia con el primer ítem de la jerarquía.
La actuación del terapeuta se ajusta al comportamiento del niño:
1. El niño empieza y termina la exposición: Mientras se expone el terapeuta le anima con palabras y gestos,
proporcionándole ayuda si fuera necesario. Al concluir le felicita efusivamente. El ítem se repite las veces que
haga falta hasta que desaparezcan por completo las señales de miedo. Una vez superado el ítem se pasa al
siguiente y así sucesivamente hasta el último de la jerarquía.