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CEMENTERIO DE LA PLATA
MARÍA CARLOTA SEMPÉ1 y VIRGINIA DUBARBIER1
Introducción
Este trabajo tiene como objetivo mostrar cambios y persistencias ocurridos en la parafernalia
funeraria del Cementerio de La Plata (Lámina 1a) en un sector específico como es el de nichos. Este tipo
de tratamiento del material funerario de cementerios ya registra diversos antecedentes (Alsina Franch
1980, Dethelefsen y Deetz 1966).
Aunque es una opinión común que los cementerios son un lugar donde las cosas ya no cambian y los
muertos no se expresan, “el silencio de los cementerios”, éstos como institución son entidades dinámicas
de alto contenido simbólico y de resignificación permanente (Thomas, 1993). Manifiestan en formas muy
concretas el sistema de pensamiento, creencias y estructura de las sociedades a las que pertenecen (Lurker
▲ Lamina 1
1
Laboratorio Análisis Cerámico. Facultad Ciencias Naturales y Museo. Universidad Nacional de La Plata. Consejo Nacional
de Investigaciones Científicas y Técnicas. Paseo del Bosque s/n. 1900 La Plata. lac@museo.fcnym.unlp.edu.ar
Metodología
Este trabajo es un resultado parcial del cumplimiento de una de las metas establecidas dentro
del proyecto de investigación “El Cementerio de La Plata y su contexto histórico”, que estamos lle-
vando a cabo en la UNLP, dentro del programa de incentivos. Su enfoque lo incluye en el campo de
investigación en Arqueología Urbana (Renfrew y Bahn, 1993; Schavelzon, 1992). En el mismo, nos
propusimos caracterizar las expresiones funerarias como indicadoras de la identidad sociocultural de
los sectores que componen la comunidad platense; establecer los cambios producidos a lo largo de
más de cien años de su fundación, a fin de determinar y caracterizar el contexto histórico e ideológico
local y nacional.
Marcamos para su realización objetivos específicos tales como:
– explicitar estilística y simbólicamente las manifestaciones funerarias existentes,
– establecer a través de la iconografía funeraria la identidad de los sectores sociales platenses,
– diferenciar temporalmente las modificaciones de las manifestaciones funerarias,
– contextualizar históricamente al Cementerio,
– explicitar los procesos de cambio socioeconómico relacionados con la estructura de la sociedad
platense a través de su impacto en las manifestaciones funerarias.
Dentro de estos espacios principales existen subsectores que están demarcando características
relacionadas con la estructura socioeconómica platense, a las que hemos hecho referencia en otros trabajos
(Rizzo 2001a y b Sempé, 2001a Sempé, et al 2000).
Relevamiento y Descripción
El Cementerio se habilita al público en 1887 y recién a partir de 1889 se observa un uso continuo
del mismo en el área de nichos. Hay inhumaciones anteriores, de los años 1841, 1844, 1877, 1885, que
son traslados realizados desde el cementerio de Tolosa, al quedar deshabilitado a partir de la última fecha
(Censo de la ciudad de La Plata, 1910).
Desde su inauguración el Cementerio de La Plata ha contado con un área de nichos, ubicada
a ambos lados de la entrada principal, marcando la influencia italiana en su construcción (Ginex and
Selvafolta, op.cit). Está constituida por 27 arcadas de gran altura, denominadas con letras mayúsculas
y preparadas en su plan inicial para contener 33 nichos por unidad. Ocho de estas arcadas, de la A a la
H, se ubican en la galería Noroeste. Las restantes 19, de la A la S, están del lado izquierdo o galería
Sureste.
Con la colaboración de los alumnos del ciclo lectivo 2000 de la Cátedra de Arte, Tecnología
y Antropología de la Facultad de Ciencias Naturales de la UNLP, se realizó el relevamiento en las
galerías, registrándose un total de 906 nichos de los cuales había ocupados 875, con dos de fecha
indeterminada.
El vencimiento de algunos y su reemplazo por otros nuevos produce cambios en la muestra es-
tadística. Este problema se agudiza por la falta de mantenimiento que provoca pérdidas de elementos,
llegando incluso a la caída y destrucción de las puertas y lápidas de los nichos. Por esta razón el trabajo
tiene una vertiente de rescate de un momento histórico.
Cada arcada fue graficada en una hoja específica, con treinta y tres unidades de inhumación que
tomaron en consideración:
– cantidad de inhumados
– datos de identidad,
– año de deceso
– adornos funerarios existentes en las tapas de nichos.
– modelo, material y cantidad de los mismos.
▲ Gráfico 2
Nichos: Porcentual por períodos de 19 años
Parafernalia Funeraria
Los nichos presentan como rasgos característicos los siguientes elementos: la tapa, generalmente
de piedra (mármol, granito, etc.) puede también ser de cloruro de polivinilo y cerámico. Las de piedra
están, en algunos casos, decoradas mediante la técnica lapidaria. La inscripción puede estar grabada
sobre la piedra o sobre una placa de metal.
– placas conmemorativas.
– floreros
– medio-jardineras
– portarretratos
– rosetones
– cruces
– marcos de revestimiento y vidrios.
Los ornamentos tomados en el presente trabajo, como ya señalamos, son los floreros, medio-
jardineras, portarretratos y tapas de nichos, en especial las que presentan letras cinceladas.
La variación en la popularidad y la utilización de los mismos a través de los períodos, la obser-
vamos a continuación, en los gráficos 3 y 4:
Esta tabla muestra que las tapas cinceladas tienen popularidad en la primer época del Cemente-
rio, disminuyen a menos del 20% durante el período 1925-43, pasan de moda a partir de la década de
1960.
Los floreros tienen mínimas variaciones de frecuencia a través de las distintas épocas.
Las medio-jardineras y portarretratos son los dos únicos elementos que aumentan su popularidad a
través del tiempo. Las primeras comienzan con un 11% de frecuencia y entre el segundo y tercer período
se duplican, llegando hacia el final a tener casi un 50%.
Los portarretratos están ausentes en el primer período que va de 1887 a 1905; tienen su mayor
popularidad de más del 25%, en el período 1944-62; disminuyen a un 20% en el último período que va
desde1982-2000.
▲ Gráfico 4
Adornos de Nichos: Porcentual tipos por períodos
En cada uno de estos ítems se observan variantes importantes relacionadas con los estilos artísticos
imperantes en cada época. Durante las etapas de mayor popularidad las variaciones tipológicas, dadas
en algunos casos por pequeños detalles, fueron importantes.
Floreros
▲ Gráfico 5
Floreros: Cantidad tipos por períodos
▲ Gráfico 6
Floreros: Porcentual tipos por períodos
Las medio-jardineras, que se adosan tanto a las paredes de las bóvedas como a las tapas de los
nichos, forman parte de un grupo mayor: el de las Jardineras. Éstas últimas no van adosadas a las paredes;
suelen ubicarse en las capillas de las bóvedas o sobre las lápidas sepulcrales, en el caso de las sepulturas
de monumento o de las tumbas en tierra.
La tipología elaborada permite diferenciarlas en diez grupos:
– Hemisféricas con lóbulos radiales en la base (Lámina 2 j-A): Tienen decoración de ramos de
flores, especialmente en el borde superior. Suelen tener la inscripción Pax o una cruz.
– Hemisféricas enrejadas (Lámina 2 j-B). Pueden tener una decoración calada similar a la de una
reja o ser en reja ciega. La forma es una sección de círculo. Llevan caras de Cristo o medallones
ovales.
– Hemisféricas de base plana con greca geométrica (Lámina 2 j-C): La zona inferior del cuerpo
es globular, está decorada con motivos fitomorfos o lineales derivados; la zona superior tiene
una guarda rectangular donde se sitúa la greca geométrica.
▲ Gráfico 7
Jardineras: Cantidades tipos por períodos
▲ Gráfico 8
Jardineras: Porcentual tipos por períodos
Portarretratos (Lámina 2)
Se han determinado 5 grupos; uno circular liso (tipo Pr-E), el resto son ovales, distinguiéndose
cuatro variedades: con marco ancho decorado (Pr-D); marco fino muy decorado (Pr-C); marco fino liso
(Pr-B); y el más abundante (Pr-A), tiene cuatro moños distribuidos simétricamente. Dos en la parte
superior y dos en la inferior.
▲ Lamina 2
▲ Gráfico 10
Portarretratos: Porcentual tipos por períodos
La presencia de portarretratos está íntimamente ligada al uso de fotos. Éstas hacen su primera
aparición en el Cementerio en los primeros años del siglo XX. Su ausencia en el período 1887-1905
debe estar ligada a la escasa difusión de la técnica del esmaltado fotográfico y del oficio de fotógrafo.
El único modelo de portarretratos con valor estadístico es el Pr-A, que aparece entre 1906-24 con una
frecuencia de 40% y va incrementando a 70% en el siguiente período. Su máximo valor lo adquiere en
1944-62 (81%) y se mantiene con valores superiores al 70% hasta la actualidad. El tipo Pr-B aparece
con un 60% y disminuye abruptamente en los dos períodos siguientes, desapareciendo definitivamente
a partir de 1963. Los otros modelos son escasos y de poca significación estadística.
En la galería del Cementerio las tapas de nichos se han realizado específicamente en placas de:
– mármol travertino (M-TR),
– mármol blanco de Carrara (M-CAR),
– mármol gris Bardiglio (M-BARD) de acabado rústico.
– mármol negro (M-NEGR)
– granito
Los gráficos de distribución 11 y 12 muestran las frecuencias de los tipos en los períodos con-
siderados.
▲ Gráfico 12
Tapas de Nichos de piedra con letras cinceladas
Tipos de Materiales: Porcentual por períodos
En los gráficos 11 y 12 observamos que el mármol de Carrara (M-CAR) es el material más utilizado
en todos los períodos. Su empleo crece desde un 43% en el primer período, hasta el 90% en el tercero.
Decrece en el cuarto y asciende en el período quinto a un 75%, cayendo a un 50% en el último.
El mármol gris Bardiglio (M-BARD) es el más popular durante el primer período con un registro
del 52%, valor que desciende en el segundo y tercero hasta desaparecer en el cuarto, reapareciendo con
un 25% en el siguiente período, para decrecer al 13% en el último.
El mármol Travertino es utilizado a partir del cuarto período con un 21% de frecuencia, luego
desaparece su aplicación en el período siguiente y llega a un 13% en el último período.
El mármol negro (M-NEG) es utilizado en un 5% en el primer período, valor que se incre-menta
al 12% en el segundo. En el período siguiente decrece al 3%, aumenta en el cuarto período a un 7%; es
nulo en el quinto y crece al 13% en el sexto período.
La utilización del granito es nula en los períodos primero, segundo y quinto, y alcanza un valor
máximo del 13% en el período 1982-2000.
En la galería, las tapas de nichos con la inscripción cincelada sobre la piedra, se encuentran bajo
distintos aspectos:
La placa sola, con la inscripción grabada directamente en la piedra. Sin ningún otro ornamento.
La placa, como en el caso precedente, pero además con la presencia de un marco lineal perimetral,
realizado con trazos cincelados rectos o curvos (estos últimos generalmente forman motivos vegetales).
Puede estar acompañada por un Cristo de mármol o de metal, de floreros y/ o de medio-jardineras y/o
de portarretratos.La placa que está precedida por una puerta postigo vidriada, puede o no presentar un
marco exterior con o sin decoración. A su vez la puerta postigo en sí puede tener un marco con o sin
decoración.
tiene letras cinceladas y una escena cincelada. Se encuentra detrás de una puerta postigo vi-
driada.
– t-E= placa con puerta postigo vidriada y pórtico (Lámina 2, Tn 3). Tapa que tiene letras cin-
celadas; se encuentra detrás de una puerta postigo vidriada que simula la entrada a un templo:
dos columnas laterales y dintel de estilo neoclásico.
– t-F= placa en bajorrelieve (Lámina 2, Tn 1) o en altorrelieve Lámina 2,Tn 2). Tapa que tiene la
inscripción grabada y una escena cincelada en relieve.
– tG= placa negra lisa con letras en negativo. El fondo es desbastado y las letras quedan al mismo
nivel de la placa.
En los gráficos 13 y 14 vemos reflejados los valores de los tipos de tapas de nichos arriba des-
criptos.
▲ Gráfico 13
Tapas de Nichos con letras cinceladas
Cantidad de Tipos por períodos
▲ Gráfico 14
Tapas de Nichos con letras cinceladas
Porcentual de Tipos por períodos
Se observa que el tipo t-A predomina con respecto a los demás tipos a lo largo de todos los períodos.
El valor de 71% del primer período decrece a un 54% en el período que va de 1906-1924; registrándose
en este mismo período un ascenso de t-B a un 31%. Cantidad que desciende en el período siguiente para
llegar a un tope de 25% en el período 1982-2000. Los valores de t-A, por otro lado, alcanzan el 100%
en el período 1963-1981, valor que en el último período decrece a un 75%. Los valores registrados en
Conclusiones
La galería de los nichos, en la entrada del Cementerio, es un sector muy significativo respecto
a la arquitectura institucional. Su presencia es indicadora del estilo italianizante que predomina en la
construcción.
Las grandes arcadas alojan a 906 nichos cuya ocupación abarca desde la inauguración en 1887
hasta la actualidad. Se puede observar que hay un aumento en el porcentaje de nichos ocupados, desde
un 0,5% inicial hasta un 29% en el período 1925-43. A partir de esta fecha disminuye el ritmo de ocu-
pación de los nichos, en cifras de un 10% aproximado por período, proporción que sube, duplicándose,
a un 24% a partir de 1982.
Respecto a los adornos funerarios, los predominantes son los floreros y jardineras, los primeros
varían poco en su representación a través de los segmentos temporales marcados. Dentro de los adornos
más relevantes por su valor estético, las tapas cinceladas son más frecuentes en la primer época y pasan
de moda a partir de 1960.
Las medio-jardineras y portarretratos son los únicos que aumentan su popularidad hacia la ac-
tualidad.
Los portarretratos están ausentes entre 1887-1905. Tienen su mayor popularidad entre 1944-62
y disminuyen su frecuencia en el último período. Este comportamiento estaría relacionado al principio
con el desarrollo de la técnica fotográfica, la existencia de estudios fotográficos y de la difusión de la
profesión. Su desaparición está más relacionada al cambio de la costumbre social de identificar a los
muertos mediante fotos.
En los ítems funerarios analizados se observan variantes importantes relacionadas con los esti-
Agradecimientos
A Esteban Orsini, alumno del Bachillerato de Bellas Artes, Francisco A. de Santo de la UNLP,
por su colaboración en el trabajo de campo y en fotografía digital.
Notas
1. Sauce: (Salixis, Salicis) árbol de la familia de las salicáceas. En Grecia estaba consagrado a Hécate, a Circe, a Hera y a Perséfone.
Están ligadas con la muerte de la diosa Luna, siendo ésta la que proporciona el rocío y la humedad (Chevalier y Gheerbrandt,
1995).
Sus hojas y su corteza, fuente del ácido salicílico, se usan en hechicería. Es el árbol típico de las orillas de los estanques ya que
necesita de los terrenos húmedos para su crecimiento. También se dice que es el árbol sagrado de los poetas.
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