y tipeo, tipeo en falso

cosas que deberían estar escritas a mano

lugares comunes trillados
sin métrica ni rima ni palos
sin estrofas que en el tiempo estancaron
solo el fluir de un río en un charco
pero admito que estoy empantanado
y a esta banda sonora
ya la escuché en algún lado
porque mi única memoria
es la de ser un parásito
¡Qué fiasco, hermano!

Sueños elusivos de mis pagos

Techos corrosivos y amargos
Recuerdos de un tiempo extraño
Viejas paranoias del pasado
¿Quién viene a tocar la puerta?
¿Quién viene a pedir recompensa?
Las deudas de antaño
Sangre, sudor y una bolsa de gallos
¿Venís a buscarme?
Pero me fui hace rato
Estoy en la costa a la tarde
con mis pollos y mis trapos
Pequeño bote abandonado
Mis piernas me sienten cerca
son bien lentejas
nunca dan en el clavo
¡Qué fiero, hermano!

Escribir algo para compartir

Nunca pensando en vender
¡Qué fulero, hermano!
¡Bien fulero, hermano!

nipodaga nigoyigo
‘Campos miserables y que no sirven’ (SL 1917:368)
Apepú
‘Naranja agria’

En un segundo perdemos la vida por un poco de plata. Gastamos días para comprar algo
que no nos sirve de nada. Sorteamos las trampas de sobrevivir con un vaso de agua,
esperando que se nos vuelen las chapas, mirando bajo el mango y viendo que no nos caiga
una palta. Sonreímos a un pasado incierto y a un futuro inquieto. Barajamos una mano
perdida antes de tener con nosotros las cartas. Mejor me voy a dormir para no
importunarte con esta charla. Qué malas rimas, me cansan. Nos hacen doler la panza.
Mejor reí. No hay que hacerse mala sangre. Mavale. Siempre in vitro, nunca in vivo. El
tema es... que se complica cuándo no tenés dónde echarte a dormir. ¿Tenés insta? No.
Soy de vivir el instante sin grafías ni gráficos ni grama. Solo me vendo en la cara y en la
fuga nos fuimos por las ramas. ¿Publicaste algo? No. Compartí naranja. Redes que no
pescan y cañas que no sacan nada. Nada el pez en el agua. Rimas forzadas. Esquelita
demasiado larga de mentes vagas. Esa negatividad no gusta, no convence, no nada. No
hay que rimar. Es de balde, afuera nos callan. Monólogos de clase media baja. Poesía:
hipocresía, no da nada pa cagarse de risa, maleva, siente latente nuestras tripas, alangaú
dice el que come todos los días.