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En tiempos posmodernos es anormal buscar profundidad, aunque se busque, se explore, nunca se

llega. Pasamos por muchos caminos para tratar de encontrar quienes somos en realidad y es que
tal vez no exista esa profundidad, tal vez solo estamos hechos de superficies falsas o tal vez
tenemos muchas profundidades.

Lo cierto es que cada día al despertar tomamos una decisión, nos levantamos o no. Y a partir de
ahí cada suceso es una decisión, excepto cuando es momento de salir e interactuar con otras
personas, entonces nuestras decisiones van en torno a esas otras personas y los sucesos que con
ellas vienen. Las cosas se complican, se diversifican.

Entonces ya no solamente hay voluntad, decisión y pensamiento, usualmente también entran las
emociones y los sentimientos…más complicado aún. Es por esa razón que muchos intentan no
interactuar, o tomar a las demás personas como superficies, sin ningún fondo, sin análisis y sin
realidad, solo lo que se ve, se toca y se escucha o a veces ni se escucha, solamente se oye. Y así la
vida entre tanta gente, pero en la profundidad de la no aceptación de otro con tantas
profundidades como nosotros. Pensar en eso sería extra complicado y doloroso! No, nadie quiere
eso para su vida, todos buscan solamente vivir lo que le dicen que es vivir, una falsa felicidad sin
criterio propio, dejándose llevar.

Eso si, prohibido declarar que no se es feliz, porque la felicidad es obligatoria. Si uno acepta o se
descubre en la infelicidad las cosas cambian: se es incapacitado, se es débil, se es discriminado y
viene la pregunta entonces ¿qué es la felicidad?

La cuestión es que cuando intentas encontrar esa llamada felicidad por todo los medios que dicen
ser los buenos, sigue habiendo algo que te dice que no la tenés, que la felicidad no es la que dicen,
ni dura toda la vida, ni está en ninguna parte, ni adentro, ni afuera. La felicidad no son las
personas, ni la familia, no los trabajos, ni el dinero, ni las cosas, ni el amor, ni los lugares, ni nada
que exista.

Uno llega a descubrir que la vida es solo etapas y que la felicidad no es más que lo que uno decide
que sea en el momento que sea. Que Dios existe y ama se sea o no feliz, se sea desdichado o
indiferente porque Él respeta cada decisión nuestra. Por eso no comprendo cuando dicen que el
que es feliz es porque está con Dios, estoy segura de que también en la infelicidad esta, porque al
final El si existe y posiblemente la felicidad no. Podría sonar contradictorio, pero si no fuera así
entonces como existen el dolor, las desgracias, la oscuridad…no es que Dios las permite o no, es
que todo eso existe, pero El también, todo es parte de las etapas.

Pero qué tal si pensamos que la felicidad no existe. Que es una construcción ficticia acomodada y
que se conforma de blocks falsos y sin cemento que al menos chiflón se caen y desperdigan. Sera
entonces la felicidad solo pedazos de vida, momentos o lianas en una selva de segundos para no
caer al piso de la realidad en la que la felicidad no es posible. Entonces Platón t3enia razón, la
realidad es el mundo de las ideas, la idea de felicidad reina. El hombre existe para encontrar la
felicidad y la busca, toma decisiones en torno a ella y resulta que siempre falla, no la encuentra.
Resulta vivir en un mundo de espejismos que solo llevan a poner de nuevo los dos pies en la tierra
de la no felicidad.

Por otro lado dicen los grandes filósofos que no se puede hablar de lo que no existe, que la nada
es nada y que no puede ser pensada. Entonces la felicidad existe. Pero existe como existen los
elefantes voladores, como los unicornios o como los amores imposibles….ahhh eso me lleva a la
amor.

Hay quienes dicen que la felicidad es el amor cuando están bien en eso. Los diferentes tipos de
amor llenan, dicen. Pero en realidad sabemos lo que el amor es?

Elk amor al igual que la felicidad son también construcciones mentales, estructuras de aceptación
social. Formas de elegir espacios convenientes, personas convenientes y vidas vacías escudadas en
el éxito de esas construcciones que dictan sin respeto a la diversidad de formas de fórmulas para
llegar a ambos o a los intentos y a los nunca porque no se respeta a quien no los logra.

Ni siquiera la religión acepta a un fiel que no se ve “bien”, próspero, radiante, mentalmente


preparado para mostrar al mundo que la vida está en Dios solamente si se obedece a esos mismos
parámetros.

Entonces todos quieren decidir que es felicidad y que es amor, cuando, donde, como y con quien.
Si rompe reglas, debe esconderse. Ah! Pequeño detalle, “esconderse” entonces si se
siente…bueno, si consultamos a un científico dirá que son solamente reacciones químicas
momentáneas. Si preguntamos a un psicólogo dirá que el amor es solo saber vivir con lo que se
eligió y aceptar sus defectos. Si hablamos con un religioso dirá que el amor es solo Dios, que nada
más importa, pero al mismo tiempo hay que amar a los demás como se ama a Dios pero solo Dios
importa….¿cómo así? Hay cosas que nos confunden a quienes no tenemos alcances de iluminación
divina. Entonces el amor se convierte en dogma, debes creen en él, vivirlo como fuego en tu
corazón, pero no lo comprendes. Yo pregunto entonces como compartirlo de verdad y encuentro
que al igual que con la felicidad, se convierte en pequeñas obras que a veces tal vez hasta nos
engañamos u decimos que son amor, pero en realidad no, pero somos felices y socialmente
aceptados creyendo y demostrando que sí y en realidad nunca llegamos a saber si era amor
porque nos engañamos toda la vida creyéndonos buenos y evadiendo los momentos en los que
podríamos habernos probado a nosotros mismos si es amor, porque probablemente sabríamos
que habríamos fallado, que nos veríamos ante un yo mismo recriminando el engaño, llegando a
perder la confianza desde el yo para el yo y llegando así a elegir de nuevo las lianas que no nos
dejan llegar de nuevo a ese piso cruel y verdadero de la no felicidad y el no amor.

El amor es decisión…es otra de las frases que podría dar un matrimonio “feliz” de unos cincuenta
años que en realidad solo se acomodó. Comprender al otro y aceptarlo con todo y sus defectos y si
uno de sus defectos es nunca demostrar ese amor pero estar en la comodidad del carro que carga
el otro en una vida aparentemente estable y de amor? Todo camina gracias al otro que dice amar
y soportar, el otro dice amar por ser soportado y acomodado.
Al final creo que nadie debería tener la autoridad para decidir que es felicidad o que es amor más
que el mismo que lo vive mientras no dañe a nadie, mientras haga bien, mientras acepte y se
conforme, mientras logre y entretenga su razón para no caer en la realidad del vacío, del no existe,
o del no amor, o la no felicidad.

Las personas dicen “tengo derecho a ser feliz”, ¿por qué entonces no se reconoce también el
derecho a ser no feliz sin juzgar? sin etiquetar de incapaz o de ser alguien que no sirve a pesar de
tener el valor de no mentirse a sí mismo con superficialidades o ideas impuestas sobre la felicidad.
Y es que nadie sabe definirla siquiera, pero le inventan las formas y los modos, hasta los
sentimientos.

Se ha llegado incluso a osar demostrar una medición de la felicidad y lo que es peor, a nivelo
países. Siempre me he preguntado cómo hacen eso. Es realmente medible la felicidad? Vaya que
ha llegado lejos el ser humano y lo creería si no estuviera segura de que sigue siendo una vil
construcción social que busca el consumo.

No hay ninguna palabra aquí o frase que no haya sido escrita antes, lo sé. Soy y cada quien es lo
que ha sido, pero no lo que será. Se podría sorprender al destino entonces? Qué tal si nos
ponemos del lado de la no felicidad para variar y para contradecir a un sistema feliz. Si re
conocemos que nada que exista es felicidad, que lo que existe es la palabra y la definición, pero no
la felicidad. O mejor dicho, que eso que describen o llaman no es eso que se llama felicidad, pero
que en realidad no tienen nombre porque no sabemos cómo es y por lo tanto tampoco podemos
pensarla ni mucho menos describirla, imponerla o hasta medirla.

Que tal entonces si la felicidad también es un dogma. Qué tal si la felicidad y el amor son Dios que
no conocemos pero creemos? Entonces la felicidad no es un camino, ni la búsqueda, ni el motivo,
la felicidad y el amor son, pero no los podemos ver, pero tenemos algo en alguna parte llamada
alma que dice que existe y por lo que nos hemos atrevido hasta a nombrarlos.

Entonces existen. Pero sigo con la duda de si pueden ser medidos ya sea entre las personas o en sí.
Como decir “un gran amor” o “poco amor”. Existen o no existen, son o no son, se sienten o no.
¿Habrá intensidad? La intensidad la dan solamente las formulas químicas del cuerpo, las
circunstancias, las creencias y culturas, los actos a los que les ha sido atribuida esa construcción.

¡En fin! A veces se es feliz, a veces no. A veces se ama, a veces no. La felicidad, el amor y el destino
son conceptos desviados al consumismo y no al crecimiento humano de cara a Dios.
Definitivamente no todo está escrito y lo único que no se muda es Dios, creamos lo que creamos
que es, está.

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